jueves, 31 de julio de 2008

AllPosters

En All Posters podemos comprar impresiones de fotografías históricas en diferentes tamaños.

Disponen de una serie de fotografías industriales aparecidas en la revista LIFE.

Construcción de un DC-8.

Mujeres trabajando en las fábricas de munición de la empresa alemana Krupp durante la Primera Guerra Mundial.

Construcción de una locomotora de vapor 0 - 4 - 0.

Gruas y transportes especiales Mammoet

La empresa Mammoet proporciona servicios de elevación y transportes especiales con una variada gama de maquinaria especializada de diversos fabricantes.

Logotipo de la empresa.

Izado de un reactor de una empresa petroquímica.

Elevación, para su descarga, de un gran alternador.

Gato hidráulico de grandes dimensiones.

Ayudando a la construcción de un edificio singular.

Colocación de una estructura metálica.

Carga de un enorme alternador sobre un remolque especial.

Los carretones autopropulsados permiten la orientación de sus ruedas en cualquier posición.

Elevación de la estructura de una de las antenas del centro de seguimiento de satélites de Robledo de Chavela (Madrid), mediante gatos hidráulicos, para su posterior traslado mediante carretones autopropulsados.

miércoles, 30 de julio de 2008

Complejo Espacial de Comunicaciones de Madrid NASA

En un valle a 60 kilómetros de Madrid, en medio de un bosque cercano a Robledo de Chavela se encuentra el Complejo Espacial de Comunicaciones de Madrid MDSCC (Madrid Deep Space Communications Complex). En esta estación del Deep Space Network de la NASA, perteneciente al Jet Propulsion Laboratory, más de un centenar de ingenieros españoles –fundamentalmente físicos, de telecomunicaciones y aeronáuticos- mantienen el contacto con misiones espaciales desde hace ya más de 40 años.

Con el inicio de la carrera espacial y la necesidad de mantener el contacto con las sondas espaciales de forma permanente, los técnicos de la NASA buscaron crear una red de varios puntos sobre la Tierra desde la que poder tener controladas todas sus misiones a cualquier hora del día sin que el movimiento de rotación de nuestro planeta fuera un impedimento. El primero de ellos fue Pasadena, California, donde ya estaban varios laboratorios de la agencia. Luego se construyó otro centro en Camberra (Australia) y el tercero se situó inicialmente en Sudáfrica, hasta que el régimen político del apartheid obligó a EEUU a trasladar estas instalaciones justo antes de iniciar las misiones Apollo.

La NASA se vio en la necesidad de encontrar un lugar más o menos en la misma longitud que Sudáfrica, que contase con aeropuerto y universidades en sus proximidades y que fuese un valle abierto al sur y con montañas que protegieran el norte y los laterales de las posibles interferencias.

Así llegó la NASA a Robledo de Chavela en 1964, cuando se empezó a construir una antena de 26 metros de diámetro, que se estrenó con la misión Mariner 4 a Marte, en julio de 1965. Ahora operan siete antenas, la más grande de 70 metros de diámetro.

Desde aquí han participado en casi todas las misiones Apollo –incluyendo la que puso al primer hombre en la Luna- y también fueron los únicos capaces de contactar con el robot ‘Spirit’ cuando vagaba incomunicado por el suelo de Marte. Desde estas instalaciones también se mantiene el contacto con misiones muy antiguas, como las Voyager, que lleva surcando el espacio desde comienzos de los años 70 y se encuentra ya a las afueras del Sistema Solar. Por supuesto participan en las misiones actuales de la NASA como la Cassini-Huygens en Saturno, la Mars Globlal Surveyor y los rovers exploradores (Spirit y Opportunity) en Marte entre otras.

Las imágenes se han obtenido de una animación de un artículo del diario El Mundo.

En febrero de 2005 se procedió a resituar una de las antenas mediante carretones para el transporte de gran tonelaje. Se puede consultar esta información, junto con unas impresionantes fotografías en el bloc DSS-65.

La empresa INSA se dedica al mantenimiento de ésta y otras estaciones de siguimiento de satélites.

Comunicación bidireccional.

Concentración de la señal en el foco.

Amplificación de la señal.

Transmisión de la información.

Asignatura pendiente

Hace bastantes años me hice con un pequeño torno, con la ilusión de construir una máquina de vapor, ese objeto mágico del romanticismo mecánico. El verano pasado dejé a un lado el diseño que tenía entre manos y opté por una simplificación que funcionó de forma bastante imperfecta. Hace unos días substituí su hogar para madera por un quemador de alcohol que da mejores resultados.

Vista de la máquina de vapor oscilante con el hogar para quemar madera.

Máquina de vapor.

Diseño modificado con la nueva caldera y el quemador de alcohol.

Vista de los tubos de admisión y escape en su entrada hacia el distribuidor.

Conjunto del antiguo modelo de máquina de vapor.

Conjunto de correderas, bielas, excéntricas y ejes.

Otras piezas realizadas en el torno.

Aquí se pueden ver los resultados de la experiencia del verano de 2009.

La NASA cumple 50 años

La NASA cumple hoy 50 años. El 29 de julio de 1958 el presidente Dwight Eisenhower promulgó la Ley de Aeronáutica y del Espacio, que creó la NASA, en respuesta al lanzamiento del satélite soviético “Sputnik“ en octubre de 1957.

El Presidente Eisenhower entrega el nombramiento como primer administrador de la NASA al Dr. T. Keith Glennan (derecha), y al Dr. Hugh L. Dryden como director de proyectos.

En plena Guerra Fría, la proeza soviética generó en EEUU el temor a perder su liderazgo tecnológico logrado tras la II Guerra Mundial. Aun así, la iniciativa del general Eisenhower fue modesta en sus inicios y la NASA careció en sus primeros años del empuje que le darían después los presidentes John F. Kennedy y George W. Bush.

En aquellos momentos la NASA tenía sólo cuatro laboratorios y 80 empleados bajo la dirección de Werner von Braun. Esa austeridad duró poco y en 1961 el presidente Kennedy pidió al Congreso la entonces enorme suma de 1.700 millones de dólares para un proyecto para muchos irrealizable: llevar al hombre a la Luna antes de 1970.

Pese a los fracasos iniciales, en mayo de 1961 Alan Shepard se convirtió en el primer astronauta norteamericano en llegar al espacio. Su vuelo suborbital fue de apenas 15 minutos, pero en menos de un año era seguido por John Glenn quien, en febrero de 1962, fue el primer estadounidense en completar una órbita terrestre.

Al mismo tiempo, uno tras otro los cohetes mejorados de la NASA ponían en órbita satélites de comunicación televisiva, de transmisiones telefónicas, meteorológicos y hasta satélites espías.
El sueño de Kennedy se cumplió en 1969 y bajo el programa “Apollo“, la NASA llevó a la Luna a Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la superficie del satélite natural de la Tierra.
Los viajes lunares fueron seguidos por la construcción del “Skylab“, una estación espacial que giró en órbita terrestre desde 1973 hasta 1979, cuando cayó sobre el océano Pacífico.

En esos momentos la NASA concluía la construcción de una flotilla de transbordadores que durante más de 25 años. Además, pusieron en órbita el telescopio “Hubble“ y ayudaron a montar la Estación Espacial Internacional (ISS), una empresa en la que participan 16 países, incluyendo la Agencia Espacial Rusa y los paises de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Pero esos triunfos estadounidenses en la exploración espacial también fueron signados por la tragedia. En 1967 murieron tres astronautas de la “Apollo 1“ cuando se incendió el módulo de comando durante un ejercicio. En 1986 el transbordador “Challenger“ estalló tras el despegue y en 2003 el “Columbia“ se desintegró cuando finalizaba una misión científica. Murieron los siete tripulantes de cada nave.

El 50 aniversario, celebrado en las instalaciones que la NASA tiene en casi todos los estados del país, sorprende a la agencia espacial en pleno desarrollo de su programa “Constellation“.
“Constellation“ usará cohetes recuperables Ares y sus naves serán similares a las cápsulas “Apollo“ aunque tendrán mayor capacidad. Este programa sustituirá a los transbordadores que serán retirados en 2010, cuando la NASA y sus socios esperan haber concluido la ISS.

martes, 29 de julio de 2008

A 1.680 metros bajo las aguas del Lago Baikal

El texto de este artículo está extraido de la versión digital del diario EL PAIS.

Los batiscafos tripulados rusos Mir-1 y Mir-2 descendieron hoy a 1.680 metros hasta el fondo del lago siberiano Baikal, el más profundo del mundo. Hasta ahora, la profundidad del lago siberiano, que acumula la quinta parte de las reservas de agua dulce del planeta, se estimaba en 1.637 metros, después de que el batiscafo soviético Pisis-11 se posara en el fondo del lago en 1991.

La inmersión se realizó en el mismo centro del Baikal, entre la isla de Oljón y la península de Sviatói Nos. Es el lugar más profundo del lago y aquí nadie había descendido hasta el presente. El lago, que acoge la quinta parte de las reservas de agua dulce del planeta, tiene más de 25 millones de años. El primer sumergible en alcanzar el fondo del Baikal fue el Mir-2 a las 10:15 hora local (06:15 GMT), mientras el Mir-1 sólo descendió hasta los 1.580 metros debido a un fallo técnico en el sistema de navegación, según la agencia Itar-Tass.

La expedición zarpó del puerto hacia las 7.00 hora local (medianoche del lunes en España), según informaciones de la agencia Ria Novosti recogidas por otr/press. Una barcaza con los aparatos Mir-1 y Mir-2 (Mir significa paz en ruso) a bordo se dirigió hacia la isla de Oljón, la zona más profunda del lago. La travesía tuvo una duración de quince horas, de las cuales cinco se reservaron para el viaje de ida y tres, para la inmersión.

En el lecho del lago los Mir colocaron una pirámide de acero inoxidable de un metro de altura con el escudo de Rusia y de la república siberiana de Buriatia, cercana a Mongolia. Cada uno de los batiscafos contaba con una tripulación de tres personas, entre las que se encontraban dos pilotos, el gobernador de la república siberiana de Buriatia, Vyacheslav Nagovitsyn, un científico, el propietario de la compañía inversora Metropol, Mikhail Slipenchuk, quien financió la misión a través de la fundación para preservar el Lago Baikal, así como el diputado de la Duma Vladimir Gruzdev. Tras tocar el lecho subacuático, los Mir y sus ocupantes regresaron sanos y salvos a la superficie tras unas seis horas bajo el agua, donde fueron izados por la nave nodriza -una gigantesca barcaza de 62 metros de eslora- y brindaron con champán.

El batiscafo MIR durante la campaña del Titanic.

La misión científica está organizada por el Fondo de Asistencia para la Protección del Lago Baikal y dirigida por Artur Chilingárov, vicepresidente de la Duma o cámara de diputados e investigador polar. Su financiación corre a cargo de organizaciones científicas y ecológicas no gubernamentales y empresas privadas.

La expedición, que realizará este año y el próximo más de cien inmersiones en el Baikal, se propone determinar con exactitud su profundidad, detectar posibles fuentes subterráneas de procesos termales, tomar datos tectónicos -el lago experimenta unos dos mil seísmos anuales de baja intensidad- y examinar restos arqueológicos. Según los científicos, el lago podría acoger gases como el metano, que en caso de calentamiento global podrían ser liberados, lo que elevaría peligrosamente la temperatura de nuestro planeta.

De hecho, supuestamente debido al cambio climático, la temperatura del Baikal ya ha aumentado en 1,21 grados desde 1946, tres veces más que el resto del planeta. También se tratará de verificar las hipótesis de la existencia en ese lago de formas de vida sin oxígeno y, además, los científicos aprovecharán para despejar otra incógnita: las reservas y los recursos energéticos del lago. La expedición y sus resultados serán plasmados en una película documental, cuyo objetivo es concienciar a todo el mundo sobre la necesidad de cuidar la naturaleza.

Los batiscafos Mir, en servicio desde 1987, son capaces de bajar a una profundidad de hasta 6.000 metros. Los Mir ya hicieron historia el pasado año al clavar la bandera tricolor de Rusia en el fondo del océano glacial ártico, justo debajo del Polo Norte geográfico a 4.261 metros de profundidad. Además, estos batiscafos también participaron en la toma de imágenes de los restos del “Titanic“, que fueron utilizadas después en la famosa película dirigida por James Cameron; y en la liquidación de las secuelas radiactivas provocadas por el hundimiento del submarino nuclear “Kursk“ el año 2000.

Con una superficie de 31.500 kilómetros cuadrados, 636 kilómetros de largo y 23.400 kilómetros cúbicos de agua, el Baikal supera con creces el volumen conjunto de agua de los cinco Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá. El lago alberga 848 especies de animales que no existen en ninguna otra parte del mundo, como la “golomianka“, pez vivíparo que habita a 1.000 metros de profundidad, o el diminuto “epishura“, un cangrejo de apenas uno o dos milímetros de longitud.

En Cartage se puede ver una cronología de la exploración submarina.

El Primer Laboratorio de Energia Nuclear

En un artículo de Control Zeta hemos encontrado la referencia a un equipo de experiencias con materiales radiactivos de los años 50 del siglo pasado.

En 1951 A.C. Gilbert diseñó para los jóvenes americanos con pretensiones de convertirse en ingenieros, químicos o doctores una serie de juegos educativos, packs de química, de construcción, etc, lo que aquí hizo la empresa Mediterraneo. Pero en España nunca se pudo disfrutar de un completo kit de energia nuclear como el que creó Gilbert, el “A.C. Gilbert U-238 Atomic Energy Lab“, que costaba 49,50 $. Éste producto contaba con todo lo necesario para iniciar a un niño curioso en el fabuloso mundo de la energía nuclear:

Un contador de radiación Geiger U-239.
Un electroscopio para medir la radividad de diversas substancias.
Un espintariscopio para ver la desintegración radiactiva en vivo.
Una Cámara de Wilson para ver las trayectorias de electrones y partículas alfa.
Tres fuentes radiactivas muy bajas (Alfa, Beta, Gamma).
Cuatro muestras de materiales con Uranio.
Esferas Nucleares para construir modelos visuales de las moléculas.
El libro “Prospecting for Uranium“.
El “Gilbert Atomic Energy Manual“.
El comic-book “Learn How Dagwood Splits the Atom“.
Tres baterias “Winchester“.

El espintariscopio

Un espintariscopio es un detector de particulas alfa diseñado por Sir William Crookes en 1903. El choque de cada partícula alfa con una pantalla fluorescente produce tenues destellos luminosos, visibles a simple vista después de un breve período de adaptación a la oscuridad.

En 3B Scientific se puede comprar un espintariscopio por 48,72 €. Para utilizarlo se ha de atornillar una espiga dotada de material radiactivo en su punta (La referencia de esta espiga es U8483110 y se vende a un precio de 475,60 €. El material radiactivo que contiene produce 226Ra, 3,7 kBq. Se trata de un material de una actividad por debajo del límite permitido contenido en un recipiente de plomo para la protección contra radiaciones. El material radiactivo es sulfato de radio impregnado en una lámina de oro situada en el extremo cerrado de una espiga de acero.), cuyo orificio de salida de la radiación está orientado hacia abajo sobre la pantalla de sulfito de cinc. A través del orificio del ocular y en completa oscuridad, se pueden observar destellos de luz debidos al choque de las partículas alfa contra la pantalla fluorescente.

En United Nuclear también podemos escontrar un espintariscopio a un precio de 30 $.

En el Proyecto Gutenberg se puede encontrar una reproducción del libro “The Outline of Science“ en donde se muestra una descripción del espintariscopio.

domingo, 13 de julio de 2008

Autómata programable LOGO 230 RC

La familia de pequeños autómatas programables LOGO! de SIEMENS se destinan a realizar tareas de automatización en instalaciones industriales y en el ámbito doméstico. Por ejemplo, el alumbrado de escaleras, luces exteriores, control de toldos y persianas, alumbrado de escaparates, etc. También se emplea en la construcción de armarios eléctricos, máquinas y aparatos. Por ejemplo, para el control de apertura y cierre de puertas, instalaciones de ventilación y control de bombas de agua no potable, etc. Asimismo, LOGO! se puede utilizar para el control en invernaderos y el procesado de señales en equipos de control, mediante la conexión de un módulo de comunicaciones.

Un módulo lógico LOGO! lleva integrados una parte de control, una unidad de mando y visualización con retroiluminación, una fuente de alimentación, una interfaz para módulos de ampliación, una interfaz para el módulo de programación (Tarjeta de memoria) y el cable para el PC, unas funciones básicas habituales preprogramadas (Conexión y desconexión retardadas, relés de corriente, etc.), un temporizador, unas entradas de señal digitales y analógicas y unas salidas conectadas a relés.

El año 99 un compañero de trabajo, Jaume Castell, realizó un proyecto de automatización con alumnos de segundo curso de bachillerato. Este proyecto se presentó a un concurso de la empresa SIEMENS y obtuvo un accésit y como premio dos automatas de la serie LOGO.

Uno de estos autómatas LOGO 230 RC es el que se muestra aquí desmontado para ver su interior. Su desmontaje es muy simple ya que no se ha de retirar ningún tornillo, todas sus piezas de plástico van encajadas unas en otras. Los únicos tornillos de que dispone son los de las regletas de conexión.

Este autómata se monta sobre un carril DIN.

Para desmontarlo no utilizamos, ni tan siquiera, un destornillador, lo hacemos con el clip del capuchón de un bolígrafo BIC.

Una vez separadas las pestañas de los dos laterales se puede proceder a separar las dos partes de la carcasa de plástico, la tapa y la base.

En la tapa se aloja la tarjeta de control, con la botonera y la pantalla y en la base la tarjeta de relés con los conectores correspondientes.

Quien mantiene todo el conjunto en su sitio, e impide que se desmonte por dentro, es la pieza del conector que ejerce de separador entre la tarjeta de control y la de los relés.

La pieza del conector tiene agujeros en sus dos extremos que encajan en los pivotes de sujección.

La pieza del conector dispone de 16 puntos de conexión en cada extremo.

En la tarjeta de los relés se encuentra la entrada de tensión y la fuente de alimentación, la adaptación de señal de las seis entradas analógicas y cuatro relés normalmente abiertos que pueden soportar una corriente de 10 Amperios a 240 Voltios.

Vista posterior de la tarjeta de los relés.

La tarjeta de control lleva unidas la pantalla y la botonera.

En la tarjeta de control se encuentra alojado el microcontrolador principal.

Liberando las pestañas de la carcasa transparente de la pantalla se separa ésta de la tarjeta de control, quedando ambas unidas por una cinta de conexiones.

Vista posterior de la tarjeta de control.

Vista ampliada de los componentes que hay en la cara posterior de la tarjeta de control.

Liberando otras pestañas se puede separar la pantalla de su cubierta transparente de metacrilato.

En esta fotografía se puede apreciar el pequeño grosor de la pantalla de cristal líquido. De hecho la pantalla propiamente dicha es una pequeña parte de este grosor.

Vista delantera de la pantalla de cristal líquido con un cable plano de conexión de 18 pistas.

Una vez vistos todos los detalles, en volver a montarlo todo se tarda menos de un minuto.

El modelo equivalente cuesta en la actualidad en RS online unos 120 €.