viernes, 27 de noviembre de 2009

Maquinaria Munktells

Las fábricas Munktells están situadas en Eskilstuna, la famosa ciudad sueca de ferretería, estando ligadas con Estocolmo y con Gotemburgo por medio de vías fluviales, así como también con el sistema ferroviario de Suecia. Entre los diversos edificios comprendidos por las fábricas deberá hacerse mención especial de los talleres estrictamente modernos para la construcción de máquinas-herramientas, cuyos talleres fueron instalados durante el período 1917—1918, y la fundición moderna, que es una de las más grandes y mejor equipada en toda la Escandinavia.

Vista total de los talleres Munktells en Eskilstuna.

No solamente los establecimientos modernos sino también los edificios más antiguos, están todos equipados de las instalaciones y máquinas de modelo más reciente y de mayor eficiencia.

Vista total de los talleres Beronius en Eskilstuna.

Desde hace ya mucho tiempo las trilladoras "Munktells" han ocupado en el mercado de Suecia una posición eminente. La sociedad Munktells, desde hace algún tiempo, ha efectuado la exportación en gran escala de estas trilladoras, especialmente a los países de la Europa Oriental, donde los gastos de transporte para tales géneros de gran volumen no constituyen un obstáculo de gran importancia. Este mercado ha sido retenido después de terminada la gran guerra mundial, a pesar de la competencia muy ardua emprendida por parte de otros países, y del tipo de cambio elevado de la moneda sueca. Aún más que esto, el mercado ha sido extendido a algunos de los países balkánicos.

Tractor "Munktells" de 22 H.P. accionando una trilladora "Munktells" de 3 y medio pies con ventiladores para granzas y pajas.

Huelga decir que se presta la atención más cuidadosa a la selección de la mano de obra y de los materiales empleados en la construcción de las trilladoras, mientras que todas las piezas metálicas están hechas de acero y de hierro sueco de la mejor calidad. Aparte de esto, esta Compañía es una de las primeras que se ha valido de los cojinetes de bolas de alta calidad para tales máquinas. En un principio, los cojinetes de bolas tan sólo se empleaban para los ejes que giraban a velocidades elevadas, pero en la actualidad todas las máquinas trilladoras están provistas de cojinetes de bolas SKF, para casi todas las espigas de ejes, mediante cuyo empleo se aminoran los desgastes ocasionados por la fricción, lográndose así la mayor durabilidad, economía de aceite y una vigilancia más sencilla a la par que más conveniente.

Tractor de 22 H.P. con arado de 3 rejas, trabajando en la Argentina.

El empleo de los tractores para una infinidad de fines, pero más especialmente para las tareas de hacienda y para los trabajos de construcción de carreteras, transportes de mercancías, etc., ha aumentado de manera muy marcada y continúa, acrecentándose a pasos gigantescos. Cualquiera creería que el trabajo de reducir el coste de las operaciones agrícolas estaría limitado a aquellos países cuya situación económica es excelente, donde los jornales son elevados y la labor, disponible para los trabajos de campo, es escasa y donde, por lo tanto, sería necesario valerse de todos los medios posibles para aminorar el coste de producción. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que los países agrícolas con escasez de capital y labor de sobra están igualmente muy interesados en el empleo de los tractores para aumentar la producción de la tierra. Por lo tanto, no es de extrañar que los Estados Balkánicos, la India, el Asia y el África han llegado a demostrar un interes muy marcado en años recientes para el empleo de los tractores con fines de arado y otros trabajos relacionados con la preparación de la tierra.

Tractor.

Este hecho queda demostrado de manera muy patente por las ventas acrecentadas de tractores "Munktells" durante los últimos años, informes éstos que demuestran además, que los tractores construidos por esta Compañía son vendidos en casi todas las partes del mundo entero. La gran demanda manifestada para estas máquinas que acabamos de mencionar, como es natural, ha persuadido a los constructores en todos los países industriales a dedicarse a la fabricación de tales máquinas de potencia, pero no estaría por demás reivindicar que, entre todos los tipos distintos, el tractor "Munktells" está en una categoría por sí solo. Esto se debe en gran escala al hecho de que la Compañía ha retenido el motor de aceites pesados para este fin, mientras que otros constructores han adoptado motores de gasolina o de kerosén, a causa sin duda de que se necesita menos experiencia para la construcción de tales motores y porque son de producción mucho más barata. En cambio, la Compañía Munktells, dotada del conocimiento experto y de las mejores facilidades para la construcción de motores de aceite crudo, ha consagrado toda su atención al perfeccionamiento de éstos, para prestar servicio como tractores; una política que en la actualidad se está coronando de completo éxito.

Las máquinas "Munktells" en la Argentina: El tractor accionando una máquina segadora y trilladora combinada de 12 pies.

El motor de aceites pesados del cual están provistos los tractores "Munktells", funciona sin válvulas, sin carburadores, magnetos, ni otros dispositivos complicados. Por consiguiente, no necesita más que la atención más mínima para que el motor pueda ser confiado a personas inexpertas. Este motor está provisto de un regulador centrífugo que efectúa la regulación automática de la velocidad en todo tiempo y, por lo tanto, el consumo de combustible no depende en el mismo grado de la habilidad o falta de habilidad del conductor, tal cual sucede en el caso de los motores de gasolina o de kerosén, a los cuales se deberá dar más o menos gas, de acuerdo con las fluctuaciones de la carga. Por último, en vista de que el motor es del tipo de dos cilindros, funcionando bajo el principio de dos ciclos, el momento de rotación es tan uniforme como el de los motores de cuatro cilindros, funcionando a cuatro ciclos.

Máquina de hacer caminos con escarificadores.

Las apisonadoras "Munktells" para carreteras, así como también las máquinas para hacer caminos, están provistas igualmente de motores "Munktells" de aceites pesados y son, por lo tanto, sumamente económicas cuando se comparan con las demás máquinas competidoras de este tipo. Aparte de la característica de economía de combustible, se deberá hacer mención de su construcción extremadamente sólida, puesto que se ha prestado la atención más cuidadosa al diseñar todas las piezas a fin de resistir el desgaste bajo todas las condiciones de servicio. Los materiales son los mejores que pueden obtenerse, y se han dispuesto todas clases de dispositivos para que el trabajo sea eficiente y el funcionamiento fácil y seguro.

Apisonadora a motor.

El último modelo de máquina "Munktells" de hacer caminos, es un equipo sumamente práctico, que se emplea para mantener la superficie de las carreteras en buen estado. Dicha máquina está provista de una disposición tal, que se puede efectuar el cambio instantáneo de aplanar en escarificar, mientras que sus demás propiedades están reforzadas y perfeccionadas. La gran demanda que existe para esta niveladora demuestra de manera patente que los contratistas de construcción de carreteras están apreciando su economía y sus demás características de valor inestimable.

Motor de aceites pesados, tipo AG.

"Suecia es la cuna del motor de aceite de dos ciclos". Esta fue la expresión empleada por un inquiridor o consultante del extranjero en carta que nos dirigió, y no hay necesidad de buscar mucho para dar con la justificación de este elogio. La Compañía Munktells fue una de las primeras firmas de Suecia que a principios del siglo actual trató de concebir la construcción de un motor de dos ciclos de gran potencia a la par que económico, que fuese capaz de desempeñar servicios para muchos fines distintos. El motor que la Compañía diseño por fin, pronto se captó una reputación excelente en el mercado nacional, y más tarde también en el extranjero. Desde hace ya 25 años la empresa Munktells ha construido motores de este tipo en modelos verticales y horizontales, siendo muy pocos los países donde no se pueda hallar un motor Munktells trabajando.

Motor de aceites pesados, tipo DA.

Lo mismo que en el caso de las máquinas trilladoras, la Compañía Munktells fue una de las primeras casas constructoras de motores que empleó los cojinetes de bolas para sus motores. Esta empresa es aún una de las más eminentes en la introducción de perfeccionamientos de esta naturaleza y de otras en la construcción de los motores de aceites pesados de dos ciclos.

Motor transportable, tipo E.

Operación sencilla, funcionamiento barato y de gran seguridad, juntamente con la mayor resistencia y duración, son las propiedades que la Compañía siempre ha tenido en cuenta para el motor de este tipo, cualidades éstas que son exactamente las mismas que caracterizan los motores Munktells que se construyen en la actualidad.

"SUECIA, Su vida industrial y comercial", Erik Nylander, Asociación General de Exportadores de Suecia, Estocolmo 1929

jueves, 5 de noviembre de 2009

Un científico canibal y un rey sin corazón

William Buckland (1784-1856) fue el primer ocupante de la Cátedra de Zoología en Oxford y pasó su extraordinaria excentricidad a su hijo Francis, un zoólogo autor de Curiosidades de Historia Natural y durante algunos años inspector de las pesquerías de salmón. Los Buckland hicieron un hábito de comer, con espíritu de curiosidad científica, cualquier animal que se cruzara en su camino. Francis llegó a un acuerdo con el zoológico de Londres para recibir una pieza de cualquier cosa que muriese allí.

Los visitantes de la casa de los Buckland, además de sufrir las insinuaciones del burro mascota y otras criaturas que en general no se encuentran en un salón, corrían el riesgo de que se les ofreciesen manjares tales como ratón en croüte o una cabeza de marsopa en lonchas. William mantenía que el asado de topo había sido la cosa más desagradable que había comido hasta que probó los moscardones guisados. Cuando un amigo suyo, el arzobispo de York, le mostró una caja de rapé que contenía el corazón embalsamado de Luis XVI que el prelado había comprado en París en la época de la Revolución, William Buckland manifestó que nunca había comido el corazón de un rey y antes de que se lo pudieran impedir lo había cogido y se lo había tragado.

Nada en el mundo natural era ajeno a los Buckland. Cuando un clérigo local, que también era un naturalista aficionado, llevó con excitación a William Buckland un hueso fosilizado que había desenterrado, William se lo pasó a su hijo de siete años: «¿Qué es esto, Frankie?». «Es una vértebra de ictiosauro», contestó el niño sin dudarlo. La señora Buckland compartía el entusiasmo de la familia. Cuando su marido se despertó una noche diciendo: «Querida, creo que las pisadas del Cheirotherium son indudablemente similares a las de la tortuga», ella le acompañó inmediatamente escaleras abajo y preparó un poco de pasta de harina en la cocina mientras William recogía una tortuga del jardín; y, de hecho, para su satisfacción, las impresiones en la pasta se mostraron casi idénticas a las huellas del fósil.

Frank Buckland recordaba un momento embarazoso cuando volvía a Inglaterra en una diligencia con un extraño. Ambos dormían. Buckland había recogido algunas babosas rojas en Alemania (no está registrado si eran para su cena) y, al despertar, se alarmó al ver una procesión de estas criaturas que hacían su camino majestuoso por la calva de su compañero dormido. Antes que explicarse y disculparse, Buckland creyó prudente dejar la diligencia en la primera parada.

Durante una visita a Italia, a los siempre curiosos Buckland les mostraron una mancha en el suelo de una iglesia en el lugar donde un santo había sido martirizado. Cada mañana, les dijeron, la sangre fresca se renovaba milagrosamente. Inmediatamente William se arrodilló en el suelo y aplicó su lengua a la mancha húmeda. No es sangre, informó a sus anfitriones. Él sabía exactamente lo que era: nada más que orina de murciélago.

Véase, por ejemplo, The Curious World of Francis Buckland, de G. H. O. Burgess (John Baker, Londres, 1967).

El texto del artículo es del libro "Eurekas y euforias", Walter Gratzer, Editorial Crítica, Barcelona 2004.

martes, 3 de noviembre de 2009

Compral, piramidón y aspirina

Aspirina de la fábrica de coque.-

Exactamente lo mismo ha sucedido en otros terrenos, por ejemplo, en el de los medicamentos. Aquí ha obtenido la victoria el toluol, hermano del benzol, hijo también del alquitrán, y como el benzol, un aceite ligero, derrotando a muchos productos naturales.

Tubo de vidrio y tapón de corcho para aspirinas de los años 30.

Todo lo que toman hoy los enfermos y que alivia su estado se deriva del carbón, del alquitrán, del toluol: aspirina, piramidón y compral y tantas otras cosas buenas de diversos nombres, tabletas a las que nadie pregunta de qué familia proceden y que, sin embargo, son, en último resultado, los hijos del hierro: porque sin la búsqueda de los industriales siderúrgicos de un combustible utilizable, no existirían ni el coque ni uno siquiera de sus subproductos; por consiguiente, tampoco el alquitrán ni el toluol ni la aspirina...

PIRAMIDÓN 21-9-1938. Laboratorio de La Química Comercial y Farmacéutica, S.A. (Barcelona). Dimetilamino-fenildimetilpirazolona, 0'30 g es un antipirético, antineurálgico i antirreumático indicado en casos de influenza, gripe, fiebre de las enfermedades infecciosas, hemicrania, neuralgias del trigémino, dolores de cabeza, neuritis, dismenorrea y erisipela).

Compral comercializado en bolsitas en Sudáfrica (Cada una contiene 324 mg de paracetamol, 453,6 mg de aspirina y 64,8 mg de cafeina).

Una tonelada de hulla da 780 kilogramos de coque, 30 kilogramos de alquitrán y 325 metros cúbicos de gas de coque (190 Kg). De los 30 Kg de alquitrán se obtienen, entre otras cosas, 6 Kg de benzol y 1,2 Kg de toluol y además uno y tres cuartos de kilogramo de solventnafta, un buen producto de limpieza, una materia disolvente que encuentra aplicación en la Química y en el lavado.

Recipiente de Piramidón de los años 70.

Pero éstos son solamente los llamados aceites ligeros que el alquitrán nos cede calentándolo a 150 grados Celsius. Si continuamos haciendo subir la temperatura de destilación surgen los «aceites medios», doscientos gramos de ácido fénico y además un par de gramos de piridina. Estas materias son también interesantísimas e importantes; encuentran aplicación en la fabricación de medicamentos, en la desinfección y en otras ramas de la Química. El ácido fénico todos lo conocemos por los hospitales; conservamos en nuestro olfato un recuerdo de su penetrante e inconfundible olor. Este ácido sale del alquitrán a los 220 grados; pero éste guarda todavía mayores sorpresas que sólo abandona a temperaturas más elevadas por el calentamiento hasta 270 grados: los aceites pesados, en conjunto unos 8,5 Kg, a los que pertenecen el fenol, el antraceno y el cresol, materias que pueden servir, en parte, como medios de impregnación y, en parte, para lubricación y que encuentran también empleo en la química de los colorantes.

El texto anterior, con excepción de los pies de foto, es del libro "Tú y el acero", (Volkmar Muthesius, Editorial Labor, Barcelona 1940).

En la destilación del alquitrán de hulla se obtiene pireno (Benzo (d,e,f) fenantrenobeta-Pireno C16H10), sólido incoloro que se encuentra en la misma de forma natural. Está formado por cuatro anillos bencénicos unidos.

Para obtener el ácido salicílico (Ácido 2-hidroxibenzoico C7H6O3) se parte de fenol y una disolución de sosa al 50%. En la actualidad el 85% de la producción mundial de ácido acetilsalicílico se realiza en Langreo, en una planta química de la empresa multinacional Bayer. En esta zona asturiana existió una importante industria siderúrgica, hoy en día desaparecida.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El accidente minero de Courrières

Leyendo el libro "Tú y el acero", (Volkmar Muthesius, Editorial Labor, Barcelona 1940), llegué a un pasaje que habla de un accidente en una mina de carbón francesa en donde murieron en 1906 más de 1.000 mineros. Aun recuerdo las historias que oí contar de pequeño, en casa, sobre accidentes mineros. Aquel minero que se clavó una pica de carbón que le atravesaba la cabeza de lado a lado, se la sacaron y le salvaron la vida; o aquellos otros que atrapados en una galería durante días se salvaron bebiendo el agua que corría por el suelo y comiendo las cortezas de la madera de la entibación.

El texto que sigue es el del libro y las imágenes del artículo francés de Wikipedia.

Le Petit Journal. Nr. 801. 23. März 1906

Sucesos como la famosa catástrofe minera de Courriéres, en el norte de Francia, son hoy imposibles. Allí, en marzo de 1906, perecieron no menos de 1.200 mineros, en una serie de explosiones e incendios subterráneos. Fue la catástrofe más grande que ha sufrido jamás la minería y debemos aceptar hoy con seguridad que esta triste marca nunca será superada. En nuestra generación el recuerdo de esta desgracia se ha borrado casi, pero merece la pena arrancar al olvido algunas circunstancias que allí se dieron, especialmente el hecho de que fueran mineros alemanes los que, como equipo de salvamento, corrieran a ayudar a los mineros de Courriéres. Mineros de la mina Hibernia, cerca de Herne, que tenían el mejor equipo de salvamento, acudieron inmediatamente a Francia, y aunque sólo pudieron salvar a muy pocos de sus compañeros de oficio franceses, esta acción de ayuda fue, sin embargo, un hermoso ejemplo de la camaradería de los mineros por encima de las fronteras.

Los equipos de salvamento llegan a una galería en donde se amontonan los muertos.

«No teníamos salvadores y hubo que buscarlos en Alemania...» Así se leyó entonces en «Le Matin», y este periódico, ya entonces no amigo de Alemania, prodigó a los hombres de Herne los mejores cumplidos y todas las relaciones germanofrancesas estuvieron, durante algún tiempo, bajo el signo de Courriéres ; pues, sobre las tumbas de los 1.200 camaradas, los mineros alemanes habían sembrado una buena semilla que, poco a poco, se ha vuelto a marchitar y que no pudo renacer sobre las tumbas de la gran guerra europea. A pesar de todo, queremos tener el recuerdo constante de Courriéres como una estación, como una etapa de las relaciones germanofrancesas y como una brava acción de los mineros alemanes.

Llegada de la brigada de salvamento alemana.

Un nuevo Courriéres, una catástrofe minera tan formidable y de parecidas dimensiones sería hoy, como hemos dicho, imposible, porque la técnica de la ventilación ha hecho entretanto gigantescos progresos.

Aparato respirador Guglielminetti-Drager con el que van equipados los miembros de la brigada alemana de salvamento.

Se ha llegado tan adelante que se piensa instalar grandes «fábricas de clima» como las hay ya en algunas ramas de la Industria, por ejemplo en la fabricación de cigarrillos o en la fabricación de películas, en una palabra, en todas las ramas en las que no se puede prescindir, durante la fabricación, de tener siempre una temperatura uniforme y la misma humedad del aire y la misma limpieza de polvo para garantizar la bondad del producto y su regularidad. Estas instalaciones de clima artificial, que desempeñan en los Estados Unidos de América un importante papel, y que allí se construyen también en edificios de oficinas y hasta en viviendas, se componen de un sistema más o menos complicado de máquinas de limpieza, humectación, calefacción y refrigeración que procuran automáticamente un clima siempre regular y uniforme, aunque fuera haya 35° de calor y zumbe una tormenta de arena, o domine la gran sequedad de un frío de 25° bajo cero.

Submarinos Scorpene

El Scorpene es un submarino de propulsión diésel-eléctrica diseñado y fabricado en Francia por el grupo DCNS en colaboración con la empresa española Navantia. De momento se han fabricado cuatro unidades, dos para la armada chilena y otras dos para la malaya. En India y Brasil se fabricarán 6 y 4 unidades, respectivamente, mediante un programa de transferencia de tecnología.

Los primeros submarinos Scorpene chilenos se construyeron en los astilleros de Cherburgo y Cartagena. La primera unidad se entregó en septiembre de 2005. Malasia encargó dos Scorpene en 2002. El Tunku Abdul Rahman se hizo al agua en octobre de 2007 en Cherburgo y se entregó el 27 de enero de 2009. El Tun Razak se botó en Cartagena en octubre de 2008.

Navantia entregará el próximo 5 de noviembre a la armada de Malasia el segundo submarino clase Scorpene, tras haber pasado las dos fases de pruebas en el mar, realizadas durante los últimos meses. El Scorpene puede albergar hasta 31 tripulantes.

El acto de entrega del segundo submarino para Malasia se celebrará en las instalaciones de la factoría naval cartagenera y está previsto que acuda una buena representación de la Armada de este país. Tras el acto, el submarino se volverá a quedar en los astilleros para someterse a otras pruebas de mar hasta su entrega definitiva. Al acto de botadura del sumergible, ralizado en octubre del año pasado, acudieron los reyes de Malasia.

Estos submarinos tienen más de 67 metros de longitud, desplazan 1.550 toneladas, pueden alcanzar una velocidad de 20 nudos e incorporan las últimas innovaciones tecnológicas en materia de control de armamento y asignación de blancos.