lunes, 26 de septiembre de 2011

La mina de Asse

En Alemania hay minas de sal en las que se han venido almacenando residuos nucleares desde los años sesenta. Algunas de estas minas amenazan con hundirse a causa de una constante filtración de agua. Evitar el problema implica evacuar los 126.000 barriles almacenados antes de que ocurra el colapso, que los expertos esperan como máximo para 2026. El problema del uso de la energía atómica es encontrar un lugar seguro donde almacenar los residuos, porque los desechos nucleares permanecen activos durante miles de años.

A finales de los sesenta, Alemania creyó encontrar la solución a este problema construyendo depósitos dentro de las minas de sal, muy frecuentes en la Baja Sajonia, considerados lugares seguros para millones de años. El primer depósito de residuos nucleares bajo tierra se construyó en 1967 en la mina de Asse II, a media hora de la ciudad de Braunschwieg. Veinte años más tarde, un chorro de agua y sal, mezcla altamente corrosiva, comenzó a penetrar en la mina. Actualmente, se drenan 12.000 litros de agua al día de la mina. Todavía no se sabe de dónde provienen.

A 450 metros bajo tierra, en la parte más alta de la mina, la temperatura supera los 33 grados y el aire es seco. La sal se pega a la piel de las mejillas y deja los labios blancos. Es un lugar impresionante. Enormes cuevas que parecen catedrales se suceden a medida que se va bajando por la cavidad, en forma de cono, a lo largo de 400 metros de profundidad. En total hay unas 130 cámaras, conectadas por una estructura de galerías por las que los trabajadores se mueven en furgonetas, que no pueden superar los 30 kilómetros por hora.

En total, el depósito ocupa un volumen de 3,3 millones de metros cúbicos de unos 126.000 barriles almacenados desde el año 1978. Hendiduras paralelas se repiten idénticas a lo largo de las paredes de la cueva de sal.

La colina se ha movido seis metros desde los años setenta hasta hoy, estas rayas son el resultado de su movimiento, que ha provocado grietas. En esta parte de la mina se encuentra la maquinaria para producir el mortero de cemento con el que se tapan las grietas y se cierran los almacenes.

Desde 1978 han sido almacenados 1.293 barriles con residuos de mediana radiactividad, y 124.494 con radiactividad débil.

El depósito de Morsleven, en territorio de la que fue la Alemania del Este, también sufre problemas parecidos a los de Asse II.

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