lunes, 12 de septiembre de 2011

UAVs, la muerte que llegó del cielo

Un vehículo aéreo no tripulado, (UAV - Unmanned Aerial Vehicle) es una aeronave que vuela sin tripulación a bordo. Son usados mayoritariamente en aplicaciones militares.

Actualmente, los UAV militares realizan tanto misiones de reconocimiento como de ataque. Si bien se han realizado muchos ataques exitosos de estos "drones", también se equivocan a veces provocando muertes y daños no deseados. Los UAV también son utilizados en un pequeño, pero creciente, número de aplicaciones civiles, como en las labores de lucha contra incendios o la vigilancia de oleoductos.

Los UAV se han usado en la Guerra del Golfo, en la de Bosnia y ahora en Afganistán e Iraq.

Muchos países han desarrollado UAVs, pero los más poderosos son, claro está, los norteamericanos. Los más conocidos son el MQ-9 Reaper y el RQ-4 Global Hawk.

El General Atomics MQ-9 Reaper ha sido desarrollado por la compañía estadounidense General Atomics Aeronautical Systems para la Fuerza Aérea y la Armada de los Estados Unidos, la Real Fuerza Aérea Británica y la Fuerza Aérea Italiana. Es el primer UAV de ataque diseñado para vigilancia de larga duración y de gran altitud. El MQ-9 es una aeronave de mayor tamaño y de mayor capacidad que su predecesor, el MQ-1 Predator. El MQ-9 dispone de un turbopropulsor de 950 caballos de potencia, lo que le permite transportar 15 veces más cargamento y tener una velocidad de crucero tres veces mayor que la del MQ-1. Pesa 2.222 kilos, de los que 1.7000 Kg son de armamento y puede volar a una altura de 15.240 metros y una velocidad de 400 Km/h. Tiene una autonomía de vuelo de 5.925 Km.

Estos aparatos son pilotados desde puestos de control situados en bases militares de Estados Unidos. Cada avión es controlado por dos operadores, uno de ellos lo pilota (Aunque la mayor parte de su vuelo se realiza con piloto automático.) y el otro fija los objetivos mediante guías láser. Estos puestos de control están comunicados con los aviones militares que puedan operar en la zona de combate y con las tropas terrestres.

El Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk es un vehículo aéreo no tripulado utilizado por el ejército norteamericano como avión de vigilancia. Dispone de un radar de alta resolución de apertura sintética y cámaras infrarrojas, con los que vigilar hasta 103.600 kilometros cuadrados al día. Puede volar hasta cerca de 20.000 metros de altura, durante más de 30 horas.

Estados Unidos intenta robotizar al máximo su ejército, de forma que tenga muchas menos bajas en los diferentes conflictos en los que está presente en el mundo. A modo de comparación, en la Segunda Guerra Mundial murieron 292.129 soldados norteamericanos y 139.709 desaparecieron en combate, en Vietnam murieron unos 60.000 soldados, en Afganistán (Una guerra de momento algo más larga que la de Vietnam.) han muerto unos 1.600 y en Iraq algo más de 4.000.

Por otra parte se tiende a utilizar un número mayor de soldados altamente especializados. El número de soldados de las fuerzas especiales ha pasado de 1.800 antes del tristemente famoso 11-S a unos 25.000 en la actualidad. Bajo la dirección del Mando Conjunto de Operaciones Especiales actúan en países como Iraq, Afganistán, Yemen, Pakistán, Somalia, Filipinas, Nigeria o Siria, los Navy Seals y otros grupos similares. Por otra parte equipos de la CIA operan aviones de bombardeo no tripulados desde la base aérea de Creech, según informaba recientemente el diario La Vanguardia.

Dentro de este concepto de guerra robotizada también se utilizan cada vez más los robots terrestres, como el TALON, Aquiles y MIURA y los pequeños aviones de reconocimiento.

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