domingo, 11 de octubre de 2015

Siria en guerra


Las protestas que agitaron el mundo árabe e hicieron caer a los presidentes de Túnez, Ben Ali, Egipto, Hosni Mubarak, y Libia, Muamar Gadafi, se extendieron a Siria.

El país gobernado desde julio de 2000 por Bachar el Asad, que sucedió en la presidencia a su padre Hafez Asad, en el poder desde 1971, vivió desde el día 15 de marzo de 2011 las protestas más graves.

El movimiento comenzó en la capital, Damasco, y en otras ciudades, donde miles de personas salieron a la calle convocados a través de Facebook por el grupo activista "The Syria Revolution 2011".


El 14 de agosto de 2011 la Armada siria se unía a la represión del Ejército contra los opositores del presidente Bachar el Asad. Dos buques participaron por primera vez en una ofensiva contra Latakia, el principal puerto mediterráneo del país. La ofensiva, en coordinación con al menos 20 tanques, causó 21 muertos entre los manifestantes. La televisión estatal, sin embargo, negó que se hubiera llevado a cabo el ataque en esta localidad de 554.000 habitantes. En los últimos seis meses, la ciudad costera de Latakia había sido escenario de numerosas protestas antigubernamentales, protagonizadas por decenas de miles de personas, que cada día salen a la calle para pedir la dimisión del presidente.

En noviembre de 2011 la Liga Árabe suspendió a Siria como miembro del organismo por la represión violenta contra los manifestantes que reclamaban la caída del régimen. Según la ONU, habían muerto hasta entonces más de 3.500 personas. El 1 de diciembre de 2011 la ONU, por medio de la comisionada de derechos humanos, Navi Pillay, eleva a 4,000 el número de muertos y declara el conflicto como una guerra civil.

A mediados de diciembre de 2011 la portavoz del Consejo Nacional Sirio, Bassma Kodmani, afirmaba que su organización agrupaba ya al grueso de los adversarios al régimen. La oposición tardó en organizarse, pero en diciembre sus miembros cerraron filas bajo la batuta del académico Burhan Ghalioun, y de su portavoz, Kodmani, ambos residentes en París. Junto a estos intelectuales de izquierdas, convivían en la asamblea del CNS otras corrientes políticas como los Hermanos Musulmanes,otros islamistas, defensores de los derechos humanos, cristianos, kurdos e incluso alauitas como Nibras el Fadel.


Burhan Ghalioun

En la asamblea del Consejo Nacional Sirio, de 260 miembros, que eligió un comité ejecutivo y una secretaría, faltaron algunos opositores como, por ejemplo, el grupo de intelectuales de izquierdas que encabezaba en Damasco Hassan Abdul-Azim. Tampoco acudió a la cita (En Túnez) el Ejército Libre de Siria (ELS) que, compuesto por un puñado de desertores, se entrenaba en el este de Turquía y empezaba a asestar golpes dentro del país.

En diciembre de 2011 la guerra ya había causado 5.000 muertos, según la ONU, a los que había que añadir miles de desaparecidos.

El 23 de diciembre de 2011 un doble ataque suicida con coches bomba sacudió Damasco, tan solo unas horas después de la llegada de los observadores de la Liga Árabe a la capital siria. Al menos 44 personas perdieron la vida y más de 150 resultaron heridas por las explosiones que tuvieron lugar junto a dos edificios de los servicios de inteligencia. Según las organizaciones de derechos humanos, el número total de muertos hasta entonces habría sobrepasado los 6.000. Las autoridades aseguraban que también habrían muerto unos 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad.


En enero de 2012 la escalada militar subió un escalón. El ejército Sirio se enfrentaba a la pérdida de control de un territorio, Homs.


Las primeras banderas de la Siria independiente –verde, blanca y negra con tres estrellas- que eran confeccionadas artesanalmente en las casas para distanciarse del régimen, se podían ver en las calles y en los puestos de control del Ejército Libre de Siria (ELS), la milicia de soldados desertores que organizaba la resistencia contra el régimen.

A finales de enero de 2012 elaboraron un proyecto de resolución sobre Siria.

En junio de 2012 se contabilizaban cerca de 13.000 muertos, 500.000 desplazados internos y 73.000 refugiados en países vecinos.

El 18 de julio de 2012 un atentado causó la muerte del ministro de Defensa, el general Daud Abdela Rayiha, y el 'número dos' del ministerio y cuñado de Asad, el general Asef Shaukat. También resultaron heridos el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim al Shaar, y el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham Bekhtyar.

A finales de julio el ejército sirio lanzó una ofensiva contra los rebeldes en la ciudad de Alepo (norte), la segunda ciudad más importante de Siria. En esas fechas habían muerto 20.000 personas, de ellas 14.000 civiles, más de 5.000 miembros del Ejército y 968 opositores, según datos del Observatorio sirio de Derechos Humanos.

El 6 de agosto de 2012 desertó el recién nombrado primer ministro sirio Riyad Hijab, huyendo a Jordania. En agosto de 2012 había registrados o pendientes de registrar con ACNUR 230.671 refugiados.

Más de 100.000 sirios salieron de su país en agosto de 2012 huyendo de la violencia y buscando asilo en los países vecinos, el mayor número mensual registrado desde el inicio del conflicto. En septiembre de 2012 el número de refugiados sirios registrados como tales o a la espera de serlo, según el procedimiento del ACNUR, era de poco más de 230.000 personas.

Entre marzo de 2011 y septiembre de 2012 pidieron asilo en la Unión Europea 21.000 sirios.

En julio de 2013, más de 100.000 personas habían muerto, más de un tercio de ellas civiles, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización con sede en Reino Unido. En esta fecha, unos 4,5 millones de personas habían sido desplazadas y más de 1,5 millones de sirios se habían refugiado en otros países vecinos, como Jordania, Líbano, Irak y Turquía. Más de la mitad de los desplazados eran niños. La población siria era de unos 22 millones de personas.

El 21 de agosto de 2013 más de 1.400 personas perecieron por culpa del gas sarín en Ghouta, a las afueras de Damasco. El presidente El Asad señaló entonces que los rebeldes también contaban con equipos químicos.

En agosto de 2013 la producción de Siria era de unos 50.000 barriles de petroleo por día, volumen que era refinado localmente. Escaseaban los productos derivados del crudo y el país se veía obligado a importarlos. Antes de las sanciones, Siria producía 370.000 barriles por día, apenas un 0,4 por ciento del abastecimiento global, y exportaba menos de 150.000 barriles por día, en gran parte hacia Europa. Las grandes petroleras en el país antes de las sanciones eran Royal Dutch Shell y Total.

Según el balance del Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH) aparecido el 1 de septiembre de 2013, al menos 110.371 personas habían muerto en el conflicto. De ellos, 45.671 pertenecían al ejército sirio y 40.146 eran civiles de los dos bandos. En aquellas fechas, cada día un promedio de 5.000 sirios huían a un país vecino. Líbano era el país que más sirios había recibido, 720.000, seguido de Jordania, con 519.000. A Turquía habían huido 463.000 y a Irak, 171.000. Otros 111.000 habían llegado a Egipto, cuya capital, El Cairo, mantenía vuelos directos con Damasco.

Más de la mitad de los 87 secuestros de periodistas registrados en el mundo en 2013 tuvieron lugar en Siria, lo que convierte a este país en el más peligroso para informadores como los españoles Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova, liberados después de más de seis meses. En Siria murieron durante el año 2013 15 periodistas.

El 23 de noviembre de 2013 el Estado Islámico de Iraq y del Levante (Siria) y el Frente al Nusra, vinculados a Al Qaeda, se hicieron con el control del yacimiento de Al Omar, el más importante de Siria con una capacidad de producción de 75.000 barriles al día. Para vender este petroleo existen redes de contrabando que lo llevan hasta Turquía.

Durante el año 2014 la Federación Rusa proporcionó un flujo importante de armas llevadas en barcos desde la base naval de Novorossiysk (en el Mar Negro) hasta el puerto sirio de Tartus.

 El 28 de junio de 2014 el Estado Islámico de Irak y el Levante declara la instauración del califato. En una grabación titulada "Esta es la promesa de Alá" y difundido a través de las redes sociales, el grupo informó de que sus líderes "han resuelto anunciar el establecimiento del califato islámico y la designación de un califa para todos los musulmanes", que será el jefe del EIIL, Ibrahim ibn Awad, más conocido como Abu Bakr al Bagdadi. La organización calificó a Al Bagdadi como "el imán y califa para los musulmanes en todo el mundo".


El 21 de julio de 2014 el Estado Islámico, más conocido como ISIS, mató a 270 soldados, guardias y empleados al tomar un yacimiento de gas en la provincia de Homs, en Siria.

El 22 de agosto de 2014 la ONU calculaba 190.000 muertos desde el inicio de la guerra.

A principios de septiembre de 2014, la embajadora de la Unión Europea (UE) en Irak, la diplomática checa Jana Hybaskova, reveló que algunos Estados miembros de la Unión Europea habían comprado crudo iraquí, al ISIS.

En septiembre de 2014, el IS asedió Kobane y provocó cerca de 200.000 desplazados. La presión fue grande hasta que la coalición internacional anti IS, liderada por EEUU, facilitó por aire que las YPG/J, apoyadas por algunas brigadas del Ejército Libre de Siria, contraatacaran.

A mediados de septiembre de 2014 el Estado Islámico de Irak y Siria producía entre 50.000 y 60.000 barriles que vendía haciéndolo llegar desde Siria a Turquía en camiones cisterna. El Estado Islámico controlaba al menos tres campos petrolíferos en Siria y cinco en Irak. También administraba una refinería y estaba asediando otra en el lado iraquí, además de tener unas pocas refinerías, pequeñas y rudimentarias, en Siria. El Estado Islámico se quedaba con parte del combustible que producía y vendía pequeñas cantidades en su territorio, pero exportaba a Turquía gran parte de su producción. Para esto, los yihadistas usaban las mismas redes de contrabando que actúan en las porosas fronteras de la región desde hace generaciones. Se estimaba que estas actividades le reportaban hasta tres millones de dólares diarios.

El 23 de septiembre de 2014 aviones y buques estadounidenses, con el apoyo de aeronaves de Bahrein, Arabia Saudita, Jordania, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, lanzaron una serie de ataques contra distintos cuarteles generales y otras posiciones del Estado Islámico (IS) en Ar Raqqa, Deyr ez Zor, Al Hasakah y Abu Kamal. También se registraron ataques con misiles contra las instalaciones del grupo yihadista Jabat al Nusra en las provincias de Alepo e Idlib. Los ataques comenzaron con misiles Tomahawk lanzados desde barcos de guerra en el mar Rojo y el golfo Pérsico, y después con cazas, bombarderos y aviones no tripulados. En esas fechas se habían producido más de 190.000 muertos y más de tres millones de refugiados.

En noviembre de 2014 el Estado Islámico vendía el barril de petróleo entre 7 y 30 dólares, con unos ingresos anuales de 800 millones de dólares (unos 627 millones de euros).

El 1 de noviembre de 2014 el Gobierno sirio destruyó sus sistemas de producción, mezcla y carga de armas químicas, obligado por los acuerdos entre Rusia y Estados Unidos.

En 2014 la cifra de refugiados se aproximaba a 3,5 millones.

El siguiente mapa de los bombardeos realizados por Estados Unidos hasta el 10 de marzo de 2015.


El 21 de mayo de 2015 los yihadistas del Estado Islámico (EI) conquistaron la histórica ciudad de Palmira, pasando a controlar el 50% del territorio de Siria (95.000 kilómetros cuadrados), según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En una semana de ofensiva del EI para tomar la ciudad murieron 462 personas: 241 soldados, 150 yihadistas y 71 civiles.

El interés del Estado Islámico (EI) era conquistar los yacimientos y conducciones de petróleo y gas natural cerca de Palmira. El punto de mayor interés estaba a unos 80 kilómetros al nordeste de Palmira. Se trata de Sujna, donde se encuentran los yacimientos y de donde parte un gasoducto hacia Tartus. Al sur de Sujna hay otras dos plantas de bombeo, a 40 y25 kilómetrosde Palmira. Al noroeste de Palmira, y en dirección a Homs, el Estado Islámico llevaba seis meses disputando al Gobierno sirio otros yacimientos de gas, en Shaer, pero no había conseguido tomarlos. El control de los recursos energéticos en Siria e Iraq era un objetivo prioritario para el Estado Islámico y había conseguido hacerse con la mayor parte en Siria, a excepción del citado yacimiento de gas de Shaer y de los pozos de petróleo de Hasakah, que estaban en manos de la milicia kurda del YPG.

El avance en Siria permitía presumir a los seguidores de Abu Bakr al Bagdadi de controlar más de la mitad del país árabe tras cuatro años de cruenta guerra civil. "Desde la declaración del califato el 28 de junio de 2014 hasta la fecha, el grupo se ha apoderado de más de 95.000 kilómetros cuadrados y tiene presencia en las provincias de Homs, Raqqa, Deir Ezzor, Al Hasaka, Hama, Alepo, Damasco, Rif Dimashq, Deraa y Al Suwaydaa", según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.


El 25 de junio de 2015 el grupo yihadista Estado Islámico (IS) atacó la ciudad kurdo siria fronteriza de Kobane provocando, al menos, 12 muertos y 70 heridos.

El 15 de agosto de 2015 un medio de comunicación alemán denunció la complicidad de la OTAN en el contrabando de petróleo llevado a cabo por el IS (Daesh, en árabe). El IS obtenía de la venta ilegal del crudo un beneficio de tres millones de dólares al día, al vender 45.000 barriles de petróleo diario. El IS tenía bajo su control el 60 % de la producción de petróleo sirio y siete yacimientos de crudo de Irak.

En septiembre de 2015 eran ya 230.000 los muertos, 11,5 millones de desplazados y un total de cuatro millones de refugiados, que habían tenido que salir de Siria huyendo en muchos casos de los campos de refugiados internos situados en territorios amenazados por la guerra o el dominio del EI. Los refugiados en Turquía eran más de 1,8 millones, en Líbano casi 1,2 millones y en Jordania más de 600.000. Turquía lleva años absorbiendo la mayor parte del flujo de refugiados, con casi dos millones en un país de 75 millones de habitantes, mientras que Europa tiene problemas para admitir a una décima parte de esa cifra entre sus más de 500 millones de habitantes. Entre enero y julio de 2015, sólo Grecia había recibido la llegada de más de 124.000 personas de Siria e Irak. Más de 2.000 personas habían perdido la vida en ese período intentando cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa.

El 7 de septiembre de 2015 el Gobierno británico admitió que autorizó un ataque aéreo con drones en Siria que costó la vida a dos ciudadanos británicos que combatían en las filas del Estado Islámico. El ataque tuvo lugar el 21 de agosto de 2015 en Raqqa. Además de Khan, falleció otro ciudadano británico –Ruhul Amin, de Aberdeen- y un combatiente más. El primer ministro ha asegurado que Khan había estado preparando ataques “bárbaros” en suelo británico. Su eliminación, según Cameron, fue específicamente autorizada por el ministro de Defensa, Michael Fallon, y contó con la aprobación del fiscal general.

El 7 de septiembre de 2015 el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) se hizo con el control del último yacimiento de petróleo que quedaba en manos del régimen sirio, situado en la provincia central de Homs, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El 26 de septiembre de 2015 Francia dio un paso de gran calado en su implicación en el conflicto sirio y en su creciente participación en la guerra contra el yihadismo. Siete aviones, cinco de ellos cazabombarderos Rafale, destruyeron un campo de entrenamiento del Estado Islámico (EI) en su primer ataque sobre suelo sirio.

El 2 de octubre de 2015 la aviación rusa bombardeó por segundo día consecutivo objetivos en territorio de Siria y destruyó un almacén de explosivos, instalaciones y equipo automovilístico en un campamento de entrenamiento de combatientes del EI, según el representante oficial del Ministerio de Defensa, el general Igor Konashenkov. Los portavoces militares rusos aseguraron haber bombardeado 12 instalaciones del EI.


El 9 de octubre de 2015 las fuerzas armadas rusas bombardearon objetivos en Siria con 26 misiles de crucero disparados desde cuatro buques en el mar Caspio, a unos 1.500 kilómetros de distancia. Desde el 30 de septiembre, habían realizado bombardeos aéreos contra 112 posiciones.

El 13 de octubre de 2015 apoyado por miles de combatientes chiíes libaneses de Hezbolá y por centenares de guardias revolucionarios iraníes, el Ejército del presidente Bachar el Asad profundizó su avance sobre las líneas rebeldes. La intensa campaña de la aviación rusa durante los últimos 12 días le allanó el camino en las provincias de Idlib y Hama (oeste) y en su feudo alauí de Latakia, en la costa mediterránea, donde Moscú defiende su base naval de Tartus en un escenario que se asemeja cada vez más al de la guerra fría. Moscú desplegó al menos 30 de sus mejores aviones de combate Sujói 34, 24-M y 25SM. 


A continuación se puede ver un gráfico que muestra la evolución de las víctimas mortales en Siria, con los datos aparecidos en la prensa. Se puede ver como en el primer periodo de la guerra, desde marzo de 2011 a junio de 2012 no crece de forma tan notable el número de víctimas, como a partir de entonces, que crece de forma casi lineal. Si consideramos la cifra de 5.000 muertos para diciembre de 2011, en este periodo de 9 meses (270 días) la tasa de muertos por día vendría a ser de unos 19 muertos por día. Considerando una población de 22 millones, se trata de un 0,25 % del total de la población. Tristemente he de pensar, que hasta entonces, era un conflicto de baja intensidad. Considerando los 280.000 muertos en septiembre de 2015 (En 1.185 días), viene a resultar una tasa de 236 muertos por día y del 1,27 % de la población total. Un horror, y ademas la destrucción, el odio, los desplazados, emigrados...


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