miércoles, 27 de septiembre de 2017

Los drones y el reparto de paquetes


Zipline, compañía con sede en Silicon Valley (California), lleva desde octubre de 2016 transportando bolsas de sangre con sus drones a 21 clínicas de Ruanda, un país con infraestructuras y comunicaciones muy pobres donde las hemorragias posparto son la principal causa de muerte entre las mujeres que acaban de dar a luz. Desde su lanzamiento, estos dispositivos han volado más de 100.000 kilómetros, entregando alrededor de 2.600 unidades de sangre en más de 1.400 vuelos.


Una bahía divide Reikiavik, capital de Islandia. Para transportar un paquete de un lado a otro hay que recorrer siete kilómetros en coche. ¿Cómo se puede ahorrar en tiempo y costes? Cruzándola con un avión no tripulado. Este es el servicio que aporta la empresa israelí Flytrex a AHA, una de las compañías de comercio electrónico más grandes del país nórdico. Por el momento solo hay una ruta de entrega. "Se carga el paquete de tres kilos como máximo en el dron, un DJI Matrice 600, atraviesa la bahía [cuatro kilómetros de anchura] de forma autónoma y aterriza cerca de un barrio residencial. El pedido se lleva a pie, en motocicleta o vehículo hasta su destino", afirma Ariel Katorza, responsable de desarrollo de negocio de Flytrex.

En la misma línea ha empezado a trabajar JD.com, gigante chino de comercio electrónico. A pesar de que el uso de drones en las ciudades de este país está prohibido, la empresa ha obtenido permiso para utilizarlos en zonas de la provincia de Sichuam, Guizhou y Juangsu: áreas rurales y montañosas donde la orografía dificulta el transporte en vehículo. Al igual que en Islandia, no llevan el pedido directamente al cliente, sino a un promotor local que se encarga de entregarlo. Todos los drones son eléctricos, salvo un modelo, con capacidad para cargar 30 kilos, que funciona con gasolina.

La utilización de los aviones no tripulados puede suponer una revolución en la agricultura y los profesionales están incluyendo esta herramienta para el control de sus cultivos. Hemav-Sevilla es una de las empresas que ya proporcionan este servicio. "Incorporamos al dron, un hexacóptero [aparato con seis rotores] de un metro de longitud, una cámara multiespectral que muestra lo bien o mal que están haciendo la fotosíntesis las plantas. De esta forma, creamos mapas que indican a través de una gama de colores, las zonas que requieren de especial atención, ya sea por necesidad de poda, abonado, riego o porque estén siendo afectadas por un hongo", afirma Álvaro Arias, gerente de la compañía.

Los drones ya han participado, como una herramienta más de los equipos de rescate, en varios desastres naturales. Por ejemplo, se utilizó uno de ellos, muy ligero, en Nueva Orleans tras el huracán Katrina (2005) para comprobar el daño de las estructuras sin arriesgar ninguna vida. También en Amatrice (Italia), después del terremoto que sacudió la zona del Valle del Tronto en 2016 para evaluar los daños de dos iglesias medievales y planificar las tareas de rehabilitación sin que ningún bombero entrara en las mismas. En España, la Axencia Galega de Emerxencias (Axega) proporciona su unidad de drones a la Guardia Civil en emergencias.

En Cantabria ya utilizan estos artefactos para salvamentos. Trabajan con ocho drones y quince pilotos que se turnan para estar siempre disponibles. "Hemos participado en dos rescates. Desgraciadamente, encontramos a las personas fallecidas. Lo positivo es que pudimos acercarnos a acantilados y entrar en cuevas con nuestros aparatos. Algo impensable con los helicópteros", explica Ibán Hoyos, gerente de Dronitec, la empresa que presta los drones a Protección Civil de la región. En el caso de encontrar a las personas con vida en el mar, los aviones no tripulados podrían faciltiarles un flotador o un chaleco.

También la policía trabaja ya con drones. El pasado 11 de septiembre dos turistas fueron rescatados en el municipio de Tinajo (Lanzarote). Se habían perdido mientras volvían de hacer senderismo y se les hizo de noche. La Policía Local de Arrecife rastreó la zona con un aparato no tripulado. "Se encontraban en un área peligrosa por la inestabilidad de este terreno volcánico. El helicóptero no opera de noche. Sin embargo, gracias a este dispositivo y a su cámara termográfica pudimos encontrarlos y salvarlos", narra el agente Marcos Antonio Rosario, también piloto de estos artefactos.

Cuatro drones se incluyeron este año en el dispositivo que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente cede a las comunidades autónomas para sofocar los incendios forestales. Han estado ubicados en León, Zaragoza, Cáceres y Albacete del 15 de junio al 15 de septiembre, aunque podían actuar en cualquier parte del territorio nacional. Sirven para vigilar por la noche la evolución de un incendio en el bosque. "No son esenciales en la extinción, pero tienen gran utilidad para ayudar a tomar decisiones, ya que permiten conocer la trayectoria nocturna del fuego en las zonas de difícil acceso", explica el departamento de Prensa del ministerio a través de correo electrónico. Los cuatro aviones no tripulados han actuado en 14 incendios y la previsión es volver a utilizarlos el próximo año.

La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) utiliza drones desde 2014 para cazar a evasores de impuestos. El aparato de 650 gramos de peso y autónomo, dispone de un software que le permite realizar miles de fotografías del objetivo elegido. Así se detectaron 232 casas sin declarar en Mar del Plata y 150 terrenos de cultivo en Brandsen que sus propietarios tributaban como si fueran baldíos.

Estados Unidos lleva utilizando aviones no tripulados para vigilar la frontera con México desde 2013. Usan un gran Predator (11 metros de longitud, autonomía de más de 20 horas, cámara de alta resolución que dispara a 5.000 metros de altitud) similar al que protagonizó los polémicos ataques en Irak y Afganistán. "Gracias a su control remoto podemos vigilar la actividad en zonas de difícil acceso o de alta peligrosidad e interceptar a aquellos que quieren cruzar de forma ilegal", explica la Patrulla Fronteriza en un comunicado. Curiosamente, los narcotraficantes también se han aprovechado de las posibilidades de los drones. En agosto fue detenido un estadounidense que utilizaba su DJ Matrice 600 (aparato de metro y medio) para transportar metanfetamina desde Tijuana hasta una gasolinera de San Diego. El cargamento interceptado, seis kilogramos, fue valorado en 39.000 euros.

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