lunes, 17 de septiembre de 2018

Centrales hidroeléctricas de Queralbs y Brutau


Desde finales del siglo XIX Cataluña se erige en una de las regiones pioneras en el uso de la energía eléctrica en España y Europa. La electricidad se obtenía inicialmente en centrales térmicas pero pronto se descubrió el potencial de los ríos catalanes, comenzando su explotación por el Llobregat y el Ter, los ríos pirenaicos más cercanos a Barcelona. En este ámbito, las centrales del alto Freser (Daió) y Brutau, en el alto Ter, constituyen un buen ejemplo del empuje adquirido por la hidroelectricidad al comenzar el siglo XX. Ambas obras surgen de iniciativas y capitales locales y requirieron de la realización de complejos trabajos de ingeniería en un medio de alta montaña. Son obras que se adelantan unos años a las grandes empresas que impulsaron decisivamente la electrificación catalana: Energía Eléctrica de Cataluña y Barcelona Traction Light and Power, creadas en 1911.


Vilallonga de Ter, central eléctrica Brutau, 1915.

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