miércoles, 12 de septiembre de 2018

Museo de la Carabela Pinta


Baiona fue el primer puerto de Europa que recibió la noticia del descubrimiento de América. El 1 de marzo de 1493, la carabela Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, atracó en estas aguas. Con la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento se construyó una réplica de la embarcación que permanece amarrada, para los visitantes, en uno de los muelles.


En 1999 se reacondicionó el pequeño museo colombino que alberga la nave, dotándola de todos los elementos de la época colombina, tanto de la cultura cristiana como de la indígena cultura taína. De esta manera el visitante puede contemplar la carabela tal y como llegó a Baiona en 1493 y revivir la gesta del descubrimiento contemplando las figuras que representan a la tripulación y a los indígenas americanos, además de reproducciones de los metales, plantas, alimentos y animales exóticos hallados en el nuevo mundo.






Las carabelas

La información que se tiene sobre este tipo de barco es escasa. Su nombre procede del árabe "carabo". Fue importada de oriente por los portugueses, que le incorporaron la vela latina (triangular).

A principios del siglo XV sólo Portugal y España utilizaban las carabelas. Los portugueses explotaron al máximo sus cualidades y los españoles se la copiaron luego, naciendo así la carabela andaluza que fue evolucionando durante el citado siglo. Se logró un casco más angosto, una popa bastarda de espejo, una dotación de tolda y tilla (pequeñas cubiertas a popa y proa sobre la cubierta principal) y se sustituyó la vela latina por la redonda o mixta, hecho éste que le permitía aprovechar al máximo los vientos y le hizo ser más manejable y menos vulnerable a los golpes de mar. Además se logró que fuese más estable al bajar su centro de gravedad.

Las carabelas se diferenciaban de las naos por su menor tamaño y su ligereza y por la ausencia de castillo, cofa, vela cebadera y gavia.

La carabela Pinta

Fue construida por los carpinteros de ribera de Palos de la Frontera y era propiedad de Cristóbal Quintero y Gómez Rascón, vecinos de aquella villa, a quienes les fue incautada. Su nombre parece deberse a que perteneciera anteriormente a la familia Pinto, también de Palos. La Pinta era la más veloz de las tres naves colombinas y con frecuencia tenía que esperar a las otras dos durante el histórico viaje, debido también a las dotes del capitán Pinzón. El día 8 de octubre, en lucha por llegar los primeros a descubrir las nuevas tierras, alcanzó una velocidad de 15 millas por hora (12 millas/hora actuales), superior a la que puede alcanzar hoy un mercante de vapor medio.

Mercadurías que trajo la Pinta de América

Metales

Oro. Colón y Pinzón llegaron a obsesionarse con la búsqueda de oro, muy abundante en el Nuevo Mundo. Para los historiadores es imposible hacer una estimación de la cantidad traída por las carabelas, pero parece que fue suficiente para dorar los techos de varios templos, labrar alhajas de otras iglesias y repartirlo entre los tripulantes de la Pinta y la Niña.

PLANTAS ALIMENTICIAS

Maíz. Era para los indios el único cereal de su dieta, ya que no existían otros. Pronto comenzó a cultivarse en España, más como alimento del ganado que como ingrediente para fabricar pan.
Yuca o mandioca. Arbusto de hojas divididas con raíces carnosas de gran tamaño. En la dieta de los nativos era más importante aún que el maíz. Con ella elaboraban el pan cazabe, que aguantaba más de un año sin pudrirse. Había dos variedades de yuca: una amarga –la más apreciada por los indígenas– y otra dulce. En España no tuvo éxito.

Batata o Age. Planta convolvulácea. El age y el boniato son las variedades más conocidas de esta especie. Los españoles descubrieron el age, llamado generalmente batata, planta comestible de color pardo, similar a la patata pero más rica en azúcar y almidón. Se consumió en España hasta el siglo XVII, cuando Pizarro trajo de los Andes la papa quechua, que nosotros conocemos como patata.

Fríjol. Aunque los fríjoles y habas ya se consumían en España, a la tripulación le sorprendió la gran cantidad de especies diferentes. Sin embargo, Colón no describe en su Diario los nombres autóctonos de cada una.

Maní. El maní o cacahuete era también importante en la dieta de los indios, pero mediocre e insustancial para los españoles, que lo consideraban alimento para los cerdos. Se comía crudo.

ESPECIAS

Ají. Era la pimienta de las Indias, de la que poseían grandes plantaciones. También llamada uchu, chile o guindilla.

Canela. Varios tripulantes de la Pinta aseguraban haberla encontrado, aunque Colón dudó de que fuese canela por su calidad inferior a la canela clásica.

PLANTAS TEXTILES

Algodón. Posiblemente la planta que en mayor cantidad trajo la Pinta. Era muy abundante. Las mujeres indias confeccionaban con ella mantas, enaguas, hamacas, redes y otros productos. La especie era muy similar a la traída a España por los árabes.

Maguey. Colón la llamó áloe y lináloe, por su parecido con estas especies, de las que se sacan resinas para purgantes, de ahí su interés en hacer acopio de ellas (trajo casi media tonelada). El maguey es conocido en España como cuerda de pita y se usa para cordelería.

PLANTAS MEDICINALES

Almáciga. Muy abundante. Colón la confundió con la almáciga europea, de utilidad médica, cuando en realidad era una especie parecida al terebinto mediterráneo.

Mechoacán o jalapa. Confundida por la tripulación con el ruibarbo. El mechoacán era de color negro y sabor amargo. Su jugo fue usado luego como purgante.

Tabaco. Los indios lo usaban para calmar dolores –aspirándolo en polvo– o como emplastos para las heridas, aunque también fumaban y masticaban sus hojas. Los tripulantes españoles copiaron a los indios este último uso.

PLANTAS COLORANTES

Bija y jagua. Con los tintes extraídos de estas plantas los indios pintaban sus cuerpos para protegerse del sol y de los insectos y con fines mágicos y rituales. La bija daba un colorante rojo y la jagua uno negro azulado.

FRUTAS

En aquellas islas había una gran variedad de frutas. Colón las describe con nombres europeos de especies similares, lo que las hace difíciles de identificar. Algunas de ellas las trajeron desecadas para que no se pudriesen durante el viaje.

ÁRBOLES MADERABLES

Las carabelas trajeron muestras de las numerosas especies de árboles encontrados en la isla de Cuba y en la Española, entre ellos de hicaco, mangle, ceiba y caoba.

ANIMALES

Debido a la dificultad que entrañaba su transporte y a las mínimas posibilidades de supervivencia trajeron pocos animales exóticos; sólo llegaron con vida algunas especies de papagayos. Pero sí trajeron algunos otros conservados en sal o desollados, como un pez cofre, una iguana –cuya carne era muy apreciada por los indios, al igual que sus huevos, que consideraban un manjar– y pieles saladas de cori (conejillo de Indias) y hutia o jutia, una especie de mamífero terrestre.

ÚTILES

Aparte de los productos fabricados con oro y algodón los expedicionarios trajeron otros útiles. Unas carátulas hechas con huesos de pescado llamadas guayças, cinturones –adornos para la cintura–, unas macizas pelotas de goma hechas con una mezcla de varias raíces y resinas, azagayas (varas), almadías (canoas), hamacas, calabazas, arcos y flechas. Es posible que trajesen también otros enseres e instrumentos utilizados para fabricar el pan cazabe.

Otra carga traída por la Pinta, más abstracta y de consecuencias ingratas, era el virus de la espiroqueta "treponema pallidum", causante de la sífilis, que las mujeres indias contagiaron a los tripulantes de las carabelas. De esta manera entraba por España la entonces terrible enfermedad para prender luego como la gasolina por todo el mundo; su primera víctima mortal fue Martín Alonso Pinzón. La epidemia se declaró públicamente en Europa en 1494, de ahí que fuese llamada luego el "mal napolitano" o "enfermedad de los franceses".



No se conoce a ciencia cierta cómo era la nao Victoria, el pequeño barco de 85 toneles de capacidad y 45 hombres de dotación, comandados por Juan Sebastián Elcano, que terminó la gesta de dar la primera vuelta al mundo. Perseguida por buques portugueses después de atravesar el Pacífico y el Índico, solo 18 de sus navegantes arribaron con vida a Sanlúcar de Barrameda, el 6 de septiembre de 1522. Hay documentos en el Archivo de Indias, pero no hay planos y desde hace un siglo se discute cuál era en realidad la forma de una de las naves más importantes de la historia, la que hizo posible el sueño de Colón de traer las especias por la ruta del oeste.


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