lunes, 12 de noviembre de 2018

Trebuquetes o almajeneques


El almajaneque era una máquina de guerra utilizada para lanzar grandes piedras de más de 500 kg de peso, con el fin de destruir las murallas o almenas de los castillos enemigos.


Su funcionamiento estaba basado en el sistema de palanca, con un brazo largo con el eje descentrado en cuyo extremo había un contrapeso; los más sofisticados tenían sistemas de reenvío mediante poleas. Habitualmente eran sencillos y se construían al pie de las murallas a derribar: disparaban los proyectiles en trayectoria baja y no alcanzaban gran altura, de manera que las piedras disparadas golpeaban contra las murallas, en vez de volar sobre ellas y caer en el interior del recinto.


Eran unas máquinas de diseño sencillo y rústico, pero a su vez eficaces y demoledoras.

Un gran almajaneque fue utilizado por Abderramán III en el asedio al castillo de Juviles, en las Alpujarras de Granada, con el que bombardeó con proyectiles de piedra sin cesar el castillo, hasta conseguir al cabo de 15 días la rendición del mismo.

Tom Stanton se dedica a fabricar y optimizar trabuquetes. Primero los construye a escala; luego prueba a variar la forma de la estructura, los contrapesos y la honda hasta lograr un resultado óptimo. Finalmente sale al jardín de su casa y los construye a tamaño real (o casi). Utilizando pesas y grandes vigas de madera lanza todo tipo de proyectiles más allá de sus confines – suponemos que con la seguridad de que no le caerán a nadie en la cabeza.

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