Cuna de la marca Depaz, la casa La Montagne fue originalmente una finca agrícola fundada en 1651 por Jacques Duparquet, primer gobernador de la isla. Ancladas en las majestuosas laderas del monte Pelee, en el norte de la isla de Martinica, estas tierras fértiles pero peligrosas cuentan la increíble historia de un hombre, Victor Depaz. Originalmente explotada para el cultivo de tabaco, añil y para ganado, la tierra pasó rápidamente al cultivo de la caña de azúcar.
Varias familias trabajaron allí, incluida la de Victor Depaz, en el desarrollo de la producción de ron y, por lo tanto, el surgimiento de la ciudad de Saint Pierre. Se convierte en el primer puerto mundial de ron. Los barriles de ron se envían a Europa y el líquido ámbar es muy popular. La ciudad de Saint Pierre recibe el apodo de "El pequeño París de las Indias Occidentales". Pero, el 8 de mayo de 1902, el volcán Mount Pelee se despierta: la ciudad de Saint Pierre es borrada del mapa.
Victor Depaz, entonces estudiante en Burdeos, descubre el terrible desastre al mismo tiempo que la desaparición de toda su familia. Huérfano, arruinado, comenzó a establecerse en Canadá. Durante su viaje, en una escala en Martinica, decidió regresar a Saint-Pierre, al hogar de Périnelle que lo vio nacer. El 8 de mayo de 1917, apenas 15 años después de la erupción, comenzó su nueva destilería abastecida por las 521 hectáreas de caña de azúcar que ahora posee en las laderas del monte Pelee. Luego construye una casa familiar, réplica de la Habitation Perinelle donde pasó su infancia, que pronto se llamó Castle Depaz, donde se mudó en 1922 con su esposa y once hijos.
En 1922, los rones Depaz obtuvieron su primera medalla en Marsella. Son recompensados con una medalla de oro en la exposición de 1927 en La Rochelle. Este es el comienzo de una larga cosecha de recompensas que aún continúa hoy. En la década de 1950, los hijos de Victor Depaz se hicieron cargo de la empresa. André y Raoul Depaz modernizan la producción de caña de azúcar y mejoran la destilería que ahora todos llaman destilería Depaz. Hoy en día, la caña de azúcar bañada por el sol, los suelos volcánicos y el agua extremadamente pura contribuyen al sabor excepcional de los rones Depaz.
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