jueves, 1 de julio de 2021

De La Robla a Puente Almuhey

Mensajero leonés. 24/8/1905, página 2.

De La Robla a Puente Almuhey 

Este trayecto que recorre la línea hullera de La Robla á Bilbao, se ve con frecuencia concurrido de viajeros que desean visitar los muy curiosos rincones de tan deliciosa parte de la montaña de León. 

Yo, que a semejanza de las mujeres soy curiosísimo hasta el extremo de preguntar a el que viaja a mi lado ¿dónde va V? y que él sorprendido de la curiosidad me contesta atentamente, he podido establecer la comparación entre viajeros que circulan por este trayecto (que yo visito a menudo) a causa de asuntos propios y los que lo hacen por curiosidad. 

Un día pregunté a un caballero que estaba cogiendo billete en La Robla para la estación de La Vecilla, si tenía familia en este punto y me contestó que no, secamente, yo impertérrito le volví a preguntar, si era argollano y la contestación fue negativa, insistí en saber el objeto de su viaje y condescendiente á mis deseos me dijo que iba a visitar la Ermita de S. Froilán. 

Era en Febrero, las crestas de la montaña estaban cubiertas de nieve, nieve helada, casi tan helada como yo me quedé al oírle decir que iba a visitar tan histórico sitio, me invitó haciéndome ver que en aquel tiempo ofrecía más curiosidad ver aquellos sitios cubiertos de nieve; ofrezco a los lectores de MENSAJERO, ocuparme otro día de este viaje curiosísimo a que asistí subiendo á la elevada altura en que se halla la Ermita de 1.150 metros sobre el nivel del mar, habiéndonos servido de ciceronne el anciano párroco de Valdorria y del que salimos muy agradecido. 

Desdé aquella fecha me ha servido la curiosidad para acompañar a varios viajeros que más enterados que yo, me invitaban a visitar rinconcitos de la montaña que más tarde había de llevar al papel valiéndome de mi máquina fotográfica. 

Otra vez preguntando a otro viajero si iba muy lejos me dijo que a Lillo, donde deseaba ver el panorama que presentaba la cordillera desde el elevado pico del Susarón á 1.680 metros; este señor era un Ingeniero, y a tal excursión me negué temiendo dejar en el camino por lo menos la mitad de la carne de mi cuerpo, pues hay que advertir que él no era muy grueso. 

Dos viajeros me preguntaron otra vez que dónde estaba Isoba, y yo recordé que se halla en el trazado de la carretera de Lillo a Santullano, me invitaron a ir para visitar los lagos. 

Ausente, que se halla en un pico a 1.150 metros sobre el nivel del mar y lago de Isoba poco más bajo, cuyos paisajes son de lo más delicioso que he visto, teniendo a los pies a la hermosa cuanto abundante fuente que por algo se denomina Fontamosa, y que da origen al río Porma. 

Dos viajes había yo hecho cuando otro viajero que iba con su señora y dos niños, me preguntaron donde estaba el pinar de Lillo que tanto había oído nombrar, y por el nombre del pueblo comprendí que se hallaba en la ribera del mismo río Porma, a muchas instancias (por que de las señoras me gusta hacerme rogar) les acompañé y creo no haber pasado día más feliz en mí vida, es el pinar una cuenca espaciosa llena de fuentes cristalinas y pinos corpulentos mezclados con hayas elevadísimas. ¡Qué sitios! es indescriptible, aquello parece el paraíso, para ir hay que dejar el tren en Boñar y continuar por la carretera de Campo de Caso en coche hasta Cofiñal, desde donde hay tres kilómetros próximamente de camino montañoso, bonitas fotografías traje como recuerdo, de vallinas, en plena comida, de la choza que sirve de resguardo al guarda etc., etc. 

Al otro día, por indicación de los del país, paramos en Vegamián para visitar y pasar un día no menos agradable en el monte que si delicioso es el pinar, no menos lo es Pardomino con su afluencia de vallinas y aquellos corpulentos árboles y cristalinas aguas, viaje feliz que nos ayudó a pasar la familia del Sobrestante que hoy resido et León, Sr. Gómez. 

He hecho viajes en compañía de otros que tan curiosos como yo me han invitado a las Caldas de Nocedo, que no puedo menos de recomendar a los lectores del MENSAJERO LEONÉS, tanto por la bondad de las aguas como por lo pintoresco del sitio y de las comodidades en el edificio del Balneario, he visitado el no menos importante de Morgovejo, con sus aguas sulfurosas que hacen milagros en los herpéticos, por último recomiendo a todo el que sea aficionado a la montaña que visite las célebres cuevas de Caminayo próximas a Morgovejo, las conjas entre este punto y Prioro, las hoces de Vegacervera en la ribera del Torio, desde la estación de Matallana y sobre todo el deliciosísimo viaje a Rivadesella por los bellos y Oseja. Merece este viaje la pena de ir desde Cistierna hasta Riaño en coches desvencijados que en servicio pésimo hacen el recorrido. 

A la vez que el de San Froilán ofrezco á los lectores del MENSAJERO darles detalles de este delicioso viaje. No menos merece visitarse el Santuario de la Virgen de La Velilla, que apeándose en Puente Almuhey puede irse por el camino vecinal que va a Ferreras del Puerto, Santuario que por su esveltez y pintoresco sitio en las estrivaciones de Peña Corada, es digno de conocerse. 

Por último, para el día del eclipse pueden visitar los aficionados a la montaña, el pueblo de Cistierna, donde como saben nuestros lectores han instalado su observatorio astronómico varios sabios de esta ciencia. Desde allí además de ver el eclipse se hallarán con deseos de subir por aquella carretera donde como un centinela se halla el célebre pico de la Jegarik pues si bien es uno de los más bajos es uno de los más raros. 

Es indudable que si en los montañeses despertara el interés y buen gusto para construir sus hogares como sucede en Asturias, la montaña con sus curiosos y elevados picos, pintorescos valles, cristalinas aguas, frescas truchas, leche mantecosa y saludable alimento, seria más visitada de lo que es en estos tiempos. 

La fresca montaña, el fértil Bierzo y la histórica ciudad de León, merece ser más visitada y conocida por la gente que desea veranear. 

El Corresponsal.



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