lunes, 6 de marzo de 2023

Jubilación de los fusileros senegaleses

Los fusileros tienen una media de 90 años. Lucharon por Francia en Indochina y en Argelia. Algunos de sus padres y hermanos combatieron en las dos guerras mundiales. Los supervivientes de los tirailleurs senegaleses, un cuerpo de infantería y artillería que se nutría de jóvenes de las colonias –no solo de Senegal–, han tardado decenios en que se vieran reconocidos plenamente sus derechos. Una combinación de limbo legal, olvido histórico y desinterés político retrasaron el avance de su causa.

El Gobierno francés acaba de tomar una decisión muy simbólica que corrige la injusticia. A partir de ahora, estos viejos soldados podrán instalarse de manera permanente en su país de origen y seguir percibiendo su pensión mínima de vejez. Podrán morir en la tierra donde nacieron. Hasta ahora, la ley les obligaba a residir al menos seis meses al año en Francia para cobrar este subsidio, de algo más de 900 euros mensuales. Si incumplían el requisito, debían devolver un año entero o más de pensión al Estado.

En la actualidad sobreviven 37 antiguos tirailleurs que, según las cifras oficiales, aún viven en Francia y podrían beneficiarse de la medida que favorece su retorno. Tal vez sean más. De momento, doce de ellos emprenderán el viaje de vuelta definitiva a partir del mes que viene. La secretaria de Estado para Excombatientes y Memoria, Patricia Miralles, se reunió con estos veteranos y les agradeció el servicio que prestaron al país. Una ayuda excepcional “de solidaridad”, estatal, asumirá el gasto del traslado e instalación en su país, así como el coste de su atención médica. La embajada francesa se ocupará de ellos “para que tengan la acogida republicana que se les debe” y responderá a sus necesidades futuras.

Algunos de los fusileros, entrevistados por la cadena France 24, contaron su historia. Yoro Diao, de 95 años, se incorporó al ejército francés en 1953 y fue enviado a Indochina. Su misión era evacuar a heridos del frente, bajo las balas. “Tuve baraka (suerte) porque jamás me hirieron –explicó–. Nunca vi mi sangre desparramada sobre la tierra”. Oumar Dieme recordó que, al ser Senegal colonia francesa, los jóvenes de 19 años eran enrolados por la fuerza. A él lo enviaron a Argelia. “Decían que era para mantener el orden, pero se trataba de una guerra –matizó, aún dolido de que se le ocultara la verdad–. Había muchos muertos en Argelia”.

Más de un siglo de servicio a la metrópoli

Los fusileros senegaleses sirvieron a la metrópoli durante más de un siglo en diversas operaciones y guerras. En realidad procedían de todas las colonias francesas, sobre todo las africanas, y eran enrolados a la fuerza. 

Los tirailleurs senegaleses fueron creados en 1857, durante el imperio de Napoleón III. Este cuerpo militar, también llamado “ejército negro”, existió hasta principios de los años sesenta del siglo pasado, coincidiendo con la independencia de las colonias africanas. Durante la Primera Guerra Mundial, 200.000 de estos militares participaron en la contienda. 30.000 murieron, una proporción de bajas igual a la del resto de soldados franceses. No puede argumentarse, por tanto, que fueran utilizados como carne de cañón. También lucharon en la Segunda Guerra Mundial y contribuyeron a la liberación. Las tropas nazis se ensañaron con ellos cuando los hacían prisioneros, una prueba más de la ideología racista de la Alemania hitleriana. Hubo varias masacres. Se produjo asimismo una matanza cerca de Dakar, en noviembre de 1944, cuando las tropas metropolitanas francesas sofocaron a tiros una protesta de tirailleurs en un campo de tránsito.

La reivindicación de sus derechos ha sido un proceso largo y laborioso. En el 2006, siendo presidente el conservador Jacques Chirac, se les concedió una revalorización de sus pensiones, que habían quedado congeladas. En el 2016, bajo el mandato del socialista François Hollande, se les otorgó la nacionalidad francesa. La garantía de su pensión de vejez aunque residan fuera de Francia ha coincidido con el éxito de público de la película Tirailleurs, protagonizada por Omar Sy, sobre el papel de estos soldados en la Primera Guerra Mundial.

En Francia hay varios monumentos en honor a los tirailleurs. Dos de ellos reposan en la cripta de Mont Valerien, el santuario de la resistencia, en Suresnes, junto a París. Quienes defienden su memoria quieren que Francia vaya más allá y han decidido poner en marcha una recogida de firmas para solicitar al presidente Macron que el cuerpo de un tirailleur sea inhumado en el Panteón, máxima distinción francesa post mortem.

Lucharon por Francia durante la Segunda Guerra Mundial, en Argelia o en Indochina. Para estos viejos, las peleas siguen siendo una profunda herida psicológica nunca tomada en cuenta.






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