domingo, 6 de abril de 2008

Santiago Ramón y Cajal y otros premios Nobel españoles

En Tall & Cute hemos encontrado un artículo sobre los 7 españoles premiados con el Nobel, y entre estos, sobre Santiago Ramón y Cajal, republicano, progresista y poco amigo de los nacionalismos.

En 2006 se cumplió el centenario de la concesión del premio Nobel en Fisiología, a sus 54 años, a Santiago Ramón y Cajal. Posteriormente, en 1959, también lo obtuvo el bioquímico asturiano Severo Ochoa.

A finales de 1887 Cajal obtiene la Cátedra de Histología y Anatomía Patológica de la Universidad de Barcelona. Durante los años 1888 y 1889 estudiará el sistema nervioso de distintas especies de animales con el método de Golgi y realizará sus descubrimientos más importantes. Sus hallazgos los presenta en el congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, celebrado en Berlín en 1889, donde acapara la atención del Profesor Kölliker, figura señera de la histología, que se encarga de darlo a conocer a la comunidad científica mundial. Se puede decir que gracias a Kölliker, la popularidad de Cajal trasciende a España. Pero, ¿qué hallazgos tan trascendentales realizó Cajal para merecer tales reconocimientos?

En aquella época imperaba la idea, sostenida principalmente por Gerlach y Golgi, que la arquitectura de la sustancia nerviosa estaba constituida por redes difusas en las que participaban todas o parte de las expansiones de las distintas células, lo que creaba un intrincado retículo nervioso que daba nombre a la “Teoría Reticular“. Sin embargo, Cajal observa que las fibras nerviosas terminan libremente, llevándole a postular su “Teoría Neuronal“ o de la individualidad de la célula nerviosa. Entre los detalles más importantes está el descubrimiento de las dendritas, pequeños apéndices de las ramificaciones celulares por donde hacen contacto unas células con otras.

También describió una estructura denominada “cono de crecimiento“. Esta estructura va sondeando el camino y es capaz de interpretar las sustancias químicas que se encuentra a su paso, de tal modo que la fibra nerviosa se siente atraída por una serie de sustancias o repelida por otras, encontrando el camino preciso por donde tiene que crecer. Esas sustancias son secretadas por determinadas células que encuentra la fibra a su paso.

Cajal descubrió muchos detalles más del sistema nervioso que quedaron reflejados principalmente en su obra “Textura del Sistema Nervioso del Hombre y de los Vertebrados“, obra que tardó cinco años en escribir (se acabó de imprimir en 1904) y que consta de tres volúmenes con un total de 1.800 páginas y 887 grabados.

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