lunes, 4 de abril de 2011

Fukushima mon amour, o quizás no tanto

Tokyo Electric Power (Tepco) comenzaron a verter 11.500 toneladas de agua algo radiactiva al mar, para liberar espacio en el que almacenar otra mucho más contaminante. Esta última es agua con un alto nivel de radiación que se ha ido acumulando en los túneles de servicio, por donde discurren cables y tuberías, de los edificios de turbinas de la central, especialmente en el del reactor número 2 (de los seis que tiene la central). Los técnicos japoneses, presionados por los directivos de la empresa, han llevado a la central al peor de los puntos posibles.

Varias pueden ser las razones para que se haya llegado a esto. La primera, el estado de Japón después de un terremoto y un tsunami de dimensiones colosales, la segunda, el empeño de la empresa en solucionar el problema con sus propios medios, lo que le ha llevado a unos costes mucho más altos, la tercera, el intentar quitar importancia a algo que les ha acabado explotando en las manos, dado que cada día que pasa, el problema se agrava más en lugar de disminuir y ya son muchos días los que han pasado desde el terremoto, con todo ello la seguridad de las centrales nucleares entre el público queda más en entredicho, y por último, al intentar minimizar la zona caliente y por ello que la zona a descontaminar fuese menor, han conseguido esparcer mucho más la contaminación.

¿Donde está la maquinaria pesada robotizada francesa que había de haber llegado hace semanas? ¿Desconocían los técnicos japoneses que los circuitos cerrados de los reactores, y de algunas piscinas de combustible gastado, eran autenticos coladores por donde al agua entraba y volvía a salir al momento? ¿La política de la empresa es hacer lo menos posible para que el estado asuma los costes del accidente? ¿No resulta obvio que refrigerar unos nucleos fundidos ya no es la solución y echar agua y más agua, a lo único que conduce es a una mayor dispersión de la contaminación radiactiva? ¿En vez de pensar en la recuperación de la temperatura normal dentro de los reactores, y de su salvación por tanto, no habrían de estar desescombrando lo necesario para su sellado definitivo con hormigón? ¿Esas bombas, con sus larguísimos tubos, no habrían de estar bombeando hormigón desde hace semanas?

La solución es mucho más cara que lo que se ha gastado hasta ahora pero, ni los habitantes de Japón ni el debate sobre la seguridad nuclear, se merecen esto. Hace falta meter el soplete ya, secar los reactores, sellarlos y hormigonar convenientemente, con el tratamiento previo con boro que la prudencia exija. Hay que pasar página cuanto antes.

Por el momento Japón pidió a Rosatom, (Agencia estatal rusa de la energía nuclear) el "Suzuran", un barco especial de tratamiento de aguas contaminadas por radiación usado en el desguace de submarinos nucleares de la flota rusa del Pacífico en Vladivostock. La embarcación se construyó en colaboración entre Japón y Rusia.

Desde la semana pasada se intenta el sellado de las grietas con hormigón, el de las tuberías por donde se escapa el agua con polímeros absorbentes y un rociado de toda la superficie, con unas resinas sintéticas para fijar las partículas radiactivas.

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