domingo, 29 de mayo de 2011

Estación de servicio en órbita

En marzo de este año la empresa canadiense MacDonald Dettwiler Ltd. (MDA), que proyecta un satélite de reabastecimiento de combustible de otros satélites, y la empresa comunicaciones por satélite Intelsat, con sede en Luxemburgo y Washington, han firmado un contrato por algo más de 280 millones de dólares, para que le preste sus servicios.

El nuevo vehículo espacial se espera que sea situado en órbita geoestacionaria, a 36.000 kilómetros sobre la Tierra, que es en donde se encuentran la mayoría de los satélites comerciales, en 2015, después de 4 años dedicados a su diseño y fabricación.

Hasta ahora, los satélites que orbitan alrededor de la Tierra han visto limitada su vida por la cantidad de combustible que llevan a bordo. Una vez que los tanques de combustible se quedan secos, los satélites dejan de ser operativos y quedan en el espacio como chatarra espacial incontrolada, que puede plantear un riesgo de colisión con otros satélites. El nuevo satélite repostador ofrece la posibilidad no sólo de extender la vida de los satélites comerciales, sino también de luchar contra la basura espacial. El satélite, Space Infrastructure Servicing (SIS), está diseñado para la recarga de más combustible en los satélites existentes y también para inspeccionar, arrastrar, colocar en su posición y hacer en ellos pequeñas reparaciones. Además de su depósito de combustible, el satélite tendrá un brazo robotizado que se podrá utilizar para sujetarse a los otros satélites, estirar de los paneles solares atascados y sustituir algunas piezas deterioradas.

Para Andrew Palowitch, director del Space Protection Program, un proyecto conjunto del U.S. Air Force, el Space Command y la National Reconnaissance Office, este nuevo satélite ayudará mucho a despejar de basura el espacio. La capacidad de remolque fuera de la órbita de material de desecho y de recarga de combustible de satélites inutilizados ayudará a evitar accidentes por colisión con satélites en activo. El satélite de reabastecimiento será capaz de mover los satélites inservibles a lo que se conoce como órbita cementerio, situada más arriba de la geoestacionaria, en donde no operan satélites en activo y por tanto no pueden destruir nada interesante.

Sin embargo, el uso principal del nuevo satélite será extender la vida de otros satélites de forma que sigan funcionando bien, después de haberse quedado sin combustible. Esto permitirá a los operadores de satélites ahorrarse los importantes costes de construcción y puesta en marcha de
nuevos satélites. Además de a Intelsat, MDA ofrecerá sus servicios a numerosos operadores comerciales y gubernamentales. Las aseguradoras que trabajan para los operadores de satélites también están muy interesadas en este proyecto, ya que les costaría menos pagar los servicios de MDA, para intentar una recarga o una reparación en el satélite, que asumir los costes de una gran pérdida financiera.

El concepto de abastecimiento de combustible en el espacio ha sido demostrado antes. En 2007 la agencia estadounidense Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) ya puso en marcha la Orbital Express Mission, en la que dos naves espaciales robóticas se unieron y pasaron combustible de una a otra en órbita. Para esa misión, MDA construyó el brazo robótico de la nave Orbital Express.

El nuevo satélite de reabastecimiento está diseñado para acoplarse sobre el anillo de lanzamiento del satélite a recargar. Dado el diseño de los actuales satélites, esto le permitiría operar sobre las tres cuartas partes del total de satélites en activo.

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