Hace unos días estuve con mi familia en la Villa Romana de la Olmeda, cerca de Saldaña (Palencia), a la vuelta pasamos por Frómista para ver sus iglesias románicas y las esclusas del Canal de Castilla.
La obra se comenzó a mediados del siglo XVIII y se conserva en muy buen estado, aunque en la actualidad se utiliza para regar y para alimentar alguna minicentral eléctrica.
Las puertas de las esclusas se han retirado y el agua queda embalsada a la parte alta del canal, para ir cayendo en cascada a través de todos los cuerpos de las esclusas. Como aliviaderos de esta represa existen dos pequeñas compuertas.
Para controlar la salida del agua hacia los canales laterales, utilizados para el riego, se usan estas curiosas compuertas accionadas por un volante que mueve un tornillo sinfín.
El eje de la rueda dentada sube y baja las cremalleras de las compuertas mediante dos piñones más pequeños.
Las cremalleras están construidas con dos pletinas y una serie de varillas redondas colocadas entre las mismas.
La estructura de las quías de las compuertas está remachada.
Al lado de las esclusas se encuentra la cámara de carga de un antiguo molino harinero, que hoy en día alimenta una minicentral.
El antiguo molino disponía de tres compuertas más pequeñas que las de los canales secundarios.
A continuación se puede ver el mecanismo de tornillo sinfín y husillo roscado de estas compuertas.
La siguiente fotografía muestra el mecanismo de las pequeñas compuertas de alivio de la represa del canal. El cuadrado del eje de accionamiento no tiene acoplada la manivela correspondiente.
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