Hace unos días rompí unas tijeras de podar, cortando la rama seca de un buganvilla. La rama era dura, pero las tijeras eran de un bazar chino y de hierro fundido.
El metal se partió por la zona más débil, dejando a la vista un par de superficies grises, de leve rugosidad.
El brazo de la tijera se partió justamente en el punto en el que la sección transversal cambia de manera brusca.
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