Los condensadores SMD más utilizados son los cerámicos multicapa. Se identifican por sus dimensiones. Por ejemplo los de tipo 0805 tienen una longitud de 8 mm y una anchura de 5 mm.
La codificación del valor consiste en una letra seguida por un número, la letra corresponde a un valor significativo y el número a la cantidad de ceros que se deben agregar al primer valor, obteniéndose el resultado en pF.
El proceso de elaboración de condensadores cerámicos implica muchos pasos.
Primeramente el polvo cerámico se mezcla con un aglomerante y disolventes para crear un suspensión coloidal que hace que sea fácil de trabajar este material. La suspensión se vierte sobre la cinta transportadora que la lleva dentro de un horno de secado, obteniéndose láminas cerámicas secas.
Estas se cortan entonces en trozos cuadrados llamados hojas. El espesor de la hoja determina el voltaje del condensador.
La tinta conductora de la electricidad está hecha de un metal en polvo que se mezcla con disolventes y material cerámico. Los electrodos se imprimen sobre las hojas de cerámica utilizando un proceso de impresión serigráfica.
A continuación las hojas impresas se apilan para crear una estructura multicapa. Se aplica presión a la pila de hojas para fusionar todas las capas, con lo que se crea una estructura monolítica. De esta forma se consigue una plancha más gruesa que se corta en los trozos correspondientes a los condensadores definitivos.
Cuanto menor sea el tamaño, más trozos saldrán de una plancha. Estos pequeños trozos se cuecen en hornos encima de lentas cintas transportadoras. La evolución de la temperatura dentro del horno es muy importante para las características de los condensadores.
La terminación proporciona la primera capa de conexión eléctrica y mecánica para el condensador. El polvo metálico se mezcla con disolventes y polvo de vidrio para crear la tinta de terminación. Los dos extremos del condensador se sumergen en la tinta y se vuelven a cocer en el horno.
Usando un proceso de electrodeposición se chapan los terminales con una capa de níquel y luego una capa de estaño. El estaño se utiliza para evitar la oxidaciónel del níquel. Los condensadores se prueban y se ordenan por sus tolerancias.
En este punto se ha completado el proceso la fabricación de condensadores, que pueden ser empaquetados en cintas y carretes para su uso en máquinas de montaje de circuitos impresos.
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