Kilian Jornet odia la ciudad. En la selva urbana, entre coches y gente, se siente en un mundo extraño. Dani Brotons, el médico que examina el cuerpo del ultramaratoniano y montañero catalán, solo consigue arrastrarle al Hospital de Cerdaña, para una revisión anual. Es entonces, entre sensores y cables, cuando las pantallas muestran los números de un superhombre capaz de subir el Everest dos veces en seis días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario