A las asombrosas propiedades que ya se conocen del
grafeno, un material de tan solo un átomo de espesor, muy ligero, resistente y flexible, a la vez que más duro que el acero y conductivo que el cobre, ahora se suman las que investigadores del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO) de Barcelona, liderados por Dmitri Efetov, acaban de descubrir; se trata de un conjunto de cualidades extraordinarias que, además de abrir la puerta a nuevas aplicaciones, como mejorar la eficiencia de la transmisión de energía, se enmarcan en un nuevo tipo de física, llamada de la materia condensada, muy rica y compleja, que aún no se comprende.
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