martes, 9 de marzo de 2021

El ingeniero de minas Domingo Orueta Duarte

(El postillón, Viernes 14 de mayo de 1847)

En León, aunque el trigo no pasa de 48 rs. , escaseó el pan en el mercado el día 5. Se reunió el pueblo y las mugeres sobre todo cantando coplas terribles, el gefe político les habló sin conseguir resultado alguno.

A la noche se reunieron otra vez instigados, rompieron vidrieras en la Plaza Mayor, las de un consejero provincial, dando ya voces subversivas. La autoridad se resolvió entonces á tomar medidas fuertes pero no tomó ninguna por último. A las doce se tranquilizó todo. No hay trabajo. 

En El Liberal de Caracas del 16 de marzo publican los siguientes nombramientos para cónsules de Venezuela en puertos españoles:

Sr. Miguel de Francisco Martin, cónsul en Cádiz. Sr. Domingo Orueta, en Málaga. Sr. Mariano Flaquer, en Barcelona. Sr. Gabriel Fonty, en Mahon. Sr. Santiago Sañéz, en Palma (Baleares). Sr. Francisco Monteverde, en Santa Cruz de Tenerife. Sr. Ldo. Pablo Arroyo Pichardo, en Puerto-Rico. Sr. Pablo Roig de Reig, Tarragona. (Heraldo.)

(La Correspondencia de España, Domingo 23 de enero de 1876) 

La Gazeta de hoy publica el Real Decreto que ayer anunciamos concediendo condecoraciones á diferentes personas en premio de obras científicas, de trabajos artísticos y por lo que han contribuido al establecimiento y desarrollo de diversas industrias, cooperando por estos medios á la gloria de la nación y al fomento de la riqueza pública. 

He aquí los nombres de los agraciados.

...
D. Domingo Orueta.
...



NOTICIAS GENERALES. (El campo, 1 de agosto de 1880)

El domingo 11 de Julio tuvieron lugar en Málaga las anunciadas regatas, con un tiempo delicioso y una escogida concurrencia,

La Sociedad de Regatas había dispuesto en lugar preferente diversos asientos para las autoridades y los representantes de la prensa, y formaban la Comisión de recibo los Sres, Albaladejo, Guzman y Doblas, llevando al hojal, como distintivo, una cinta blanca y azul.

La presidencia de señoritas ocupaba la casa-bote del Club Mediterráneo y con tal motivo sirvióse en aquel local un delicado refresco.

La casa-bote del Club de Remeros es magnífica, Ha sido construida por el vicepresidente de la Sociedad, D. Manuel Vazquez; tiene una alberca central para entrada de botes, y mide 20 metros de largo por 11 de ancho, con suficiente cabida para contener diez y seis embarcaciones. Hay en ella divisiones (algunas sin concluir) para los socios, Secretaría, Archivo, estantería para la ropa, etc., y va
coronada por una elegante azotea, á la que da acceso una escalera en espiral. Él coste de la casa-bote excede de 70.000 reales. 

Segunda regata. — A las seis y media. — Para segundas tripulaciones : 1.200 metros. — Premio del Excmo. Ayuntamiento, CINCO MEDALLAS DE ORO.

Lucharon los esquifes 35, de la Sociedad de Regatas, y Málaga, del Club de Remeros, venciendo MÁLAGA (blanco y negro) tripulado en esta forma :

1. D. Manuel Miró.
2. D. Juan Rodriguez.
3. D. Domingo Orueta
4. D. Eduardo Guerrero.
Timonel, D. José de la Cámara.



LOS TEMBLORES DE TIERRA. (El Guadalete, Miércoles 7 de enero de 1885) 

El miércoles de la semana anterior, tuvo lugar en la Sociedad de Ciencias, de Málaga, una sesión extraordinaria, en la cual el ilustrado jóven D. Domingó Orueta y Duarte disertó sobre el interesante
tema de los terremotos.

El Sr. Orueta comenzó manifestando que se explicaba el gran pánico que dominaba en Málaga por lo poco conocidos que son afortunadamente en ella esos fenómenos, y que aun cuando en la esfera de la ciencia poco se sabe acerca de ellos, procuraría expresar las opiniones más salientes y que han merecido mayor acogida entre las eminencias, 

Después describió con propiedad los terremotos más notables que registra la historia, á partir especialmente del del año de 1755 ocurrido en Lisboa, tanto en Málaga cuanto en diversos puntos del Globo.

Habló de los efectos mecánicos, de las sacudidas verticales, laterales y ondulatorias, de la duración y de su variabilidad.

Expuso algunas consideraciones sobre la alteración que en la corteza de la tierra ocasionan esos accidentes, citando, como ejemplo curioso, el ocurrido en el distrito del Indus que se sumergió en el mar, y describió los efectos que producen en los cursos de las aguas subterráneas, recordando lo sucedido en el pozo artesiano de Parey y en los manantiales termales de los Pirineos. 

Dijo que la magnitud del campo de acción de los terremotos es muy variable, y que las sacudidas locales obedecen á causa distinta de las que originan los terremotos generales, la cual es ordinariamente el hundimiento de tierras, como ocurrió en Ischia,

Explicó la manera de propagarse los choques, las ondas sísmicas y la velocidad, valiéndose para ello de una figura trazada en el encerado, pasando después á ocuparse de la propagación de un terremoto á través del mar y de sus efectos, que evidenció trayendo á cuento el del Callao, y haciendo notar que algunos buques han sido lanzados á cuatro kilómetros del punto donde estaban.

Se ocupó también de la influencia que ejerce la constitución geológica de los terrenos en la velocidad de la propagación de los choques, los cuales son más sensibles en la superficie que en el interior, lo cual se comprueba con el hecho de que se sienten muy poco dentro de las minas. Este punto lo explicó con toda amplitud, diciendo; entre otras cosas, que las capas intermedias no hacen más que trasmitir el choque sin sentir sus efectos, los cuales se destacan en las superficiales, y que los choques se manifiestan con mayor intensidad en los puntos de contacto de dos terrenos de distinta naturaleza geológica.—Afirmó que los terrenos aluviones, cuaternarios de grande espesor, se prestan mal á la propagación de los choques.

Discurrió sobre las causas que originan los terremotos, sobre los aparatos conocidos para medir la intensidad y la dirección de las sacudidas, fijándose en el de Cacciatore y en el de Robert Budge.

Habló sobre el epicentro, punto de la superficie de la tierra á partir del cual se propagan los choques, disertando sobre los métodos fundados en la intensidad de las choques y en la observación de la hora del primer choque en diversos puntos, y expuso los inconvenientes prácticos no solo para la determinación del epicentro sino también del foco real, deduciendo que este último está siempre muy próximo á la superficie de la tierra.

Aseguró que hay diferencia completa entre los terremotos generales y los volcánicos, y se extendió en oportunas consideraciones sobre las hipótesis relativas á la constitución interior de nuestro globo, revelando una vasta erudición.

Examinó las hipótesis de Mr. Poulett Scrope y de Humboldt, exponiendo las objeciones que se hacen respecto de la una y la otra así como de las de Heim, Suess y Dana, quienes indican que la única causa de los terremotos es la presión que se origina al disminuir de volumen la tierra por el enfriamiento.

Después se concretó á hablar del terremoto de Málaga, opinando que las sacudidas han sido ondulatorias y laterales, pero nunca verticales, fijó la duración de la primera serie de choque en 15 segundos, como cálculo probable. Se ocupó de los fenómenos accesorios ocurridos, entre los que citó los ruidos que se percibieron en toda la población y una ligera niebla que produjo una de las series de choques.

Calculó en 10.000 leguas la superficie en que se sintió la primera sacudida; dijo que el terremoto había sido central y determinando el epicentro, (por el método de observación de los daños ocasionados) lo fijó entre Periana, Zafarraya, Nerja, Torróx, Velez, Canillas de Albaida, Sedella y Alcaucin, han sufrido, dijo, más que otros puntos como Riogordo, que dista solo dos leguas de Periana, porque están edificados en el contacto del terreno terciario, sumamente blando, y el primitivo ó arcaico sumamente duro.

Aseguró que el terremoto no había sido de origen volcánico, sino qué pertenece á la categoría de los generales, y concluyó expresando que las mismas probabilidades científicas hay en pro que en contra de la repetición de la primera serie de choques, pero que las observaciones hechas en todos los terremotos enseñan que siempre un primer choque fuerte ó un segundo también van seguidos de varios choques pequeños que han durado más ó menos tiempo, sin que se haya dado caso de sentir uno fuerte después de una serie de choques pequeños. 

Las últimas palabras del Sr. Orueta infundieron cierta animación en el público que lo había escuchado con religioso silencio, y que lo saludó con una salva nutrida de aplausos. 



(El liberal, Sábado 22 de febrero de 1890) 

Copiamos con gusto las siguientes líneas del acta de la Sección de Sevilla de la Sociedad Española de Historia Natural correspondiente á la sesión celebrada el 5 de Agosto de 1889, por referirse al que fue nuestro distinguido paisano don Francisco Prieto y Caules, y que tan buen nombre dejó en el mundo científico.

«El Sr. Calderon participó á la Sociedad el fallecimiento ocurrido en Málaga, en el mes de Mayo pasado, de Nuestro y eminente consocio D. Francisco Prieto y Caules, Ingeniero primero de Caminos y Director hacia ya bastantes años de las Obras de aquel puerto. Recordó que en medio de las muchas ocupaciones inherentes á su importante cargo, nunca abandonó el Sr, Prieto sus aficiones á la malacología, en la que era una verdadera notabilidad, habiendo formado una bella colección, y teniendo preparado un trabajo muy extenso sobre moluscos españoles, Últimamente estaba haciendo uno. y lo llevaba muy adelantado, sobre los foraminíferos del notable yacimiento de Los Tejares de Málaga y sobre las conchas que los acompañan; trabajos que trata dé sacar del olvido y publicar lo Sociedad de Ciencias de Málaga, gracias á las activas gestiones de D. Domingo Orueta, La repentina muerte de tan activo é inteligente naturalista ha perjudicado notablemente é la ciencia malacológica española, tan necesitada de cultivadores perseverantes, sobre todo en la región del Mediodía, y privado á las colecciones regionales de la Universidad, aun incipientes en este ramo, del mejor de sus colaboradores. Terminó el Sr. Calderon rogando á la Sección hiciese constar en el acta su sentimiento por la dolorosa pérdida que ha experimentado la Universidad en la persona digna de todo respeto y admiración de D. Francisco Prieto y Caules. Así se acordó por unanimidad.» 



LA CUENCA DE MATALLANA (La estafeta de León, Sábado 1 de agosto de 1891)

No hace aun tres años que aquellas montañas, por las que entre márgenes floridas, y contenido por muros de blanquecinas calizas se desliza él Torio; saltando bullicioso unas veces cual cautivo gozoso de recobrar su libertad, chocando otras con gruesas moles de granito, ó escurriendo suave y tembloroso sus cristalinas aguas, robadas cien y cien veces por las presas que fertilizan aquellos valles estrechos; no hace aun tres años, decimos, que aquellos parajes yacían tristes y solitarios, alejados de todo movimiento, de lo que constituye la vida actual, y sin dar señal ninguna de que en su interior guardaban escondida una riqueza en los yacimientos de extensos Bosques de Lepidedrondeas petrificadas: apenas si entonces alteraban su silencio otros ruidos que los del canto melancólico de sus moradores, cuando al caer la tarde se retiraba á sus hogares después de haberse ocupado de sus faenas agrícolas, mientras que hoy el estampido del barreno, y el ruido de la piqueta, les ha convertido en un extenso parque industrial, donde todo es actividad.

Hoy ha cambiado por completo el carácter de aquél país con la construcción del ferro-carril de La Robla á Valmaseda, y con la extensa explotación de las minas de carbón de Matallana, para cuyo servicio hay ya sentada una vía que corre desde la primera boca mina, en la margen izquierda del río, hasta el puente de Robles, donde empalma con la general. Todo ha cambiado menos los caminos vecinales que cada vez son más intransitables, especialmente de Robles á Matallana.

Hace unos días prometíamos dar alguna noticia de este progreso de una parte de nuestra provincia, y no tardó en presentárselos ocasión de hacer una visita a la cuenca carbonífera de Matallana.

Subiendo la margen izquierda del Torío y desde las estribaciones en cuya base está situado el pueblo de Robles, se encuentran en la falda de la montaña abiertas más de una docena de minas de hulla de la compañía bilbaina, y en cuyas galerías hay practicados trabajos, en disposición de comenzar una explotación importantísima que podrá dar 130.009 toneladas por año, El ferro-carril de servicio para estas minas, como hemos dicho, las recorre en toda su longitud, prestando con ello una facilidad de extracción y conducción al punto de embarque, tal, como no la tendrán muchas cuencas mineras.

La explotación se presenta en condiciones cómodas, que han venido á facilitar los capitales que la compañía bilbaina ha adelantado.

Merced á este impulso poderoso, aquel país ha cambiado por completo, y particularmente el pueblo de Matallana de Vegacervera, aldea que hace tres años era conocida por poca más gente que sus moradores, y hoy sueña su nombre hasta en las Bolsas de Europa.

Al frente de dicha explotación tiene la Compañía á un inteligente ingeniero, que á su ilustración, reúne otras cualidades como las de afabilidad de carácter, tacto exquisito y conocimiento perfecto de su misión en todas sus difíciles fases. D. Domingo Orueta, joven, lo más de treinta años, que es la persona á que nos referimos, ha logrado con su acertada dirección consolidar el crédito de la cuenca carbonífera de Matallana.

Acompañados por nuestros queridos amigos D. Pablo Nuñez, párroco y arcipreste de Pedrún, y D. Isidoro Diez Canseco, Alcalde de Matallana, fuimos recibidos por el Sr. Orueta en el elegantísimo hotel que habita en aquella montaña, y de el y su distinguida señora recibimos las más corteses y expresivas muestras de generosa hospitalidad, siendo obsequiados por ellos con un almuerzo, que no por ser improvisado deja nada que desear.

El hotel que ocupa el Sr. Orueta está situado á mitad de la falda de la montaña por cima del pueblo de Matallana, y tiene la particularidad (á más de estar elegantemente hecho y distribuido, y más elegantemente amueblado), el haber sido construido en cinco meses, en un sitio á donde la subida de los carros para la conducción de materiales es punto menos que imposible. Una amplia terraza en el piso bajo, domina y da vista á toda las bocaminas; le rodea una gran explanada, abierta en la montaña donde está trazado un bonito y extenso jardín; y, por último, adosadas á el hay espaciosas dependencias para cuadras, y otras abiertas con divisiones alambradas para satisfacer el capricho de sus moradores de acomodar en ellas toda clase de bichos domésticos, y aun alguno sin domesticar, cual jóvenes, corzos, que fruto del país, triscaban en aquellas jaulas al aire libre.

El panorama que se presenta á la vista desde el hotel es delicioso. Cortado el horizonte por altas montañas cubiertas de verdor, sobre cuyas cimas se posan las nubes; en el fondo del valle, cual cinta de plata serpea el Torío que reposa fatigado del viaje trabajoso que acaba de pasar en les célebres hoces de Vegacervera; y en las laderas de uno y otro lado, la masa de trabajadores distribuida por grupos arrancando á la tierra sus tesoros.

Un poca más abajo de la casa se están construyendo otras edificaciones para oficinas y demás dependencias necesarias, cual habitaciones para auxiliares; en suma, todo lo preciso para llenar las necesidades de una explotación de esta importancia.

Al mismo tiempo, el pueblo de Matallana está todo él en obra: los obreros allí acumulados, y el movimiento de personal se ha aumentado de tal modo, que las chozas y casuchas de aquella aldea cubiertas de paja en su mayoría, se están convirtiendo en casas espaciosas, y á toda prisa, dando á conocer que allí ha llegado el hálito poderoso de la industria.

En nuestra visita tuvimos un agradable encuentro; nuestro antiguo amigo y compañero D. Calisto Alvar-González, ingeniero industrial y director de El Comercio, de Gijon, es el encargado como contratista de la construcción de la vía de servicio de las minas, y á su inteligencia y actividad se debe que en dicha vía esté en disposición de utilizarse en tan breve tiempo cómo hemos significado.

Cuando se encuentra tan franca y delicada hospitalidad no puede darse al olvido, así es que procuraremos no sea esta la última vez que nos honremos en visitar más detenidamente. estos puntos, cuando formalmente empiecen los trabajos, ó antes, si atenciones propias por allí nos llevaran.

S. M. G.



(La lid católica, 14 de agosto de 1893) 

Leemos:

“Ahora resulta que el Sr; Gamazo, á quien todos creían empeñado en la obra de las economías, y defendiendo como propia la Hacienda del país, ha concedido á un ingeniero, llamado D. Domingo Orueta, sin subasta y por término de siete años, el suministro de los frascos de hierro para el embase y transporte del azogue, (que costaban 3 pesetas y 25 céntimos) al enorme precio de 5 pesetas y 15 céntimos por frasco, causando al Erario un perjuicio de seiscientas sesenta y cinco mil pesetas...

Esto no está bien Sr. Gamazo.
Esto está muy mal D. Germán.
Bueno que usted las cosas de su casa las compre en las condiciones y precios que quiera.
Pero esas seiscientas sesenta y cinco mil pesetas, merecen..... otra consideración.

Espero que esté conforme  el ministro don Germán, y caso que no lo esté... Más veo que no lo está porque si pensara así distinto fuera su obrar.



CARTA DE GIJON. (El Cantábrico, Jueves 17 de agosto de 1899) 

Señor Director de EL CANTÁBRICO.

Se encuentra en su apogeo el gran certamen de la inteligencia y el trabajo que actualmente se celebra en esta importante población industrial. En estos últimos días han quedado terminadas por completo las instalaciones de algunos expositores que no les fue posible, dada la importancia en la exhibición de su industria, el concluirlas en tiempo oportuno.

Pasan de cien mil las entradas expendidas para ver la Exposición desde el día de la inauguración hasta la fecha, y si añadimos á esto las de favor á las asociaciones, centros y expositores podía darse una idea de la animación que á diario reina en el certamen.

Previamente convocados los expositores ó sus representantes se reunieron éstos el día 10, á las tres de la tarde, en el elegante y espacioso teatro de los Campos Elíseos para dar comienzo al importante acto de la elección de Jurados; éste duró cinco horas y media sin que la más leve protesta interrumpiese tan solemne y transcendental acto como es éste, en que de la buena elección de personas idóneas y de reconocido criterio para la formación del mismo pende la imparcialidad con que han de juzgar los productos expuestos.

Al hacerse el escrutinio general de las cinco divisiones y conocerse loa nombres de los elegidos fueron recibidos con unánime aplauso por la opinión pública, que ha visto con verdadera satisfacción el acierto de los expositores eligiendo personas de tan digna representación. He aquí sus nombres: 

Tercera división

Minería, Metalúrgica e Industrias Químicas.

Presidente, don Alfredo Santos, ingeniero profesor de la Escuela de capataces de Minas; vocales, don Domingo Orueta, ingeniero de minas; don Ruperto Velasco, ingeniero industrial; don Jerónimo Ibran, ingeniero director de la Escuela de Minas; don José Suárez, ingeniero jefe do la provincia; don Buenaventura Junquera, oficial de Artillería; don Eduardo Menéndez, farmacéutico.
...
Quinta división

Industrias fabriles y manufactureras.—Presidente, don Calixto Alvargonzález, técnico industrial; vocales, don Francisco Wir, ingeniero director de la Fábrica de Tabacos; don Hermilio Alcalde del Río, director de la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega; don Emilio Manso, ingeniero director de la Fábrica Azucarera de Gijón; don José de la Torre Rebullida, profesor de Física y Química industrial: don Luis Adaro, ingeniero profesor de la Escuela de Minas; don Luís Bellido, arquitecto diocesano.



LA HUELGA DE GIJON (La Correspondencia de España, Miércoles 12 de marzo de 1902) 

POR TELÉGRAFO 
Gijón 11, 11,45 n.

Los huelguistas continúan con la misma actitud que ayer. Reducido número de obreros de plantilla trabajan en algunos barcos, auxiliados por operarios ajenos al muelle. El gobernador ha paseado por los muelles. La guardia civil protege los trabajos.

Ahora se encuentra reunidos los huelguistas en el Centro obrero de la calle del Mesón Viejo, aguardando la contestación del gobernador á las peticiones que por escrito le remitieron los patronos, según les había ordenado. 

Dichas peticiones son las convenidas. La población presenta el aspecto de la vida ordinaria, observándose mayor animación en el tráfico mercantil. 

Gijón 11 12,50 t.

El gobernador acaba de conferenciar con León Fernández, representante de los huelguistas, comunicándole el acuerdo de los patronos de mantenerse en la actitud que han adoptado. 

Fernández manifestó al gobernador que los huelguistas volverían al trabajo, si á los supernumerarios se les fijase un jornal diario de tres pesetas. 

Los patronos no conocen todavía esta proposición.

Los huelguistas pretendían celebrar una manifestación, habiendo desistido de realizarla en vista de que el gobernador se hallaba dispuesto á no autorizarla.

Los huelguistas publicarán esta tarde un manifiesto de protesta, contestando al escrito de los patronos, publicado hoy por la prensa local. En dicho manifiesto sé excitará á todos los obreros á secundar la huelga.

Se espera dé un momento á otro que estalle la huelga de carreteros de la empresa de transporte.

Me dicen que el huelguista que se hallaba detenido, acusado de ejercer coacción sobre los obreros, ha sido puesto en libertad, por no haberse comprobado que cometiera tal delito.

PAREDES, Gijón 11, 8,50 n.

En los muelles han trabajado hoy unos 60 obreros, según los patronos, y 16 según los huelguistas. Los muelles viéronse animadísimos todo el día, especialmente por la tarde, cargando y descargando vapores.

Aseguran los huelguistas que los trabajos se efectúan por la gente de á bordo, auxiliándose de unos barcos á otros.

En reunión que hoy han tenido los huelguistas acordaron aplazar la publicación del manifiesto hasta mañana al mediodía.

Tratan también de invitar á todos loa carreteros á que suspendan mañana los servicios de arrastre, sí antes no hay alguna solución.

Por la noche la junta directiva de obreros citará á reunión para tratar de sí deben ó no persistir en la huelga, y de la celebración de un mitin el domingo, para cuyo día si no han llegado á un acuerdo tratarán de la huelga general para el lunes.

Los huelguistas con quienes he hablado, me han dicho que si el gobernador no les autoriza él mitin, tratarán de celebrarle al aire libre.

Abrigan la esperanza de ser secundados por algunos gremios, sobre todo, los de construcciones.

Les ánimos de los huelguistas están excitados, aunque persisten en su actitud pacífica.—

PAREDES, 

Gijón 11, 9,50 n,

Termina ahora la reunión de patronos. En ella se ha acordado persistir en los acuerdos adoptados, y reforzar la junta directiva, para lo cual han sido convocados D, Florencio Valdés, D. José Menéndez, D. Alfredo Santos, D. Domingo Orueta, D. Valentin González y D. Andrés García,

Acordóse también dirigir un telegrama al periódico ovetense La Opinión de Asturias, desmintiendo el insertado en dicho diario relativo á los acuerdos de la reunión de los patronos celebrada el lunes. Los patronos están unidísimos.-—

PAREDES,



Huelgas. —Conferencia, (La Correspondencia de España, Domingo 10 de mayo de 1903)

Mieres 10, 9 m.

Ayer sé presentaron cuatro huelguistas, comisionados de los obreros de Langreo, con objeto de paralizar los trabajos; no pudiendo conseguir sus propósitos por la oposición que encontraron en estos obreros, que no son partidarios de las huelgas generales por no entenderlas prácticas,

El ingeniero D. Domingo Orueta, profesor de la Escuela de capataces de Minas, ha dado una conferencia, disertando sobre los microbios y la higiene.

El local del Centro Obrero estaba completamente lleno, calculándose en 3.000 los asistentes. El orador fue muy aplaudido.

SAENZ



(La Voz de Liébana, 10 de octubre de 1906) 

De un estimado colega de la capital de nuestra provincia tomamos la siguiente noticia:

El señor conde de Saint Saud acaba de realizar su proyectada expedición á los Picos de Europa, habiendo pasado cinco días en el macizo occidental, para revisar y completar los datos precisos á la confección del mapa de aquella comarca. 

Estableció el campamento á 1.800 metros de altura, en la vega de Aliseda, completándole con una tienda que galantemente puso á su disposición don Domingo Orueta, y desde él estuvo en constante comunicación con las minas de Bufarrera, gracias á da amabilidad exquisita de su director don Guilllermo Mac-Llennan, quien, lo mismo qué los ingenieros á sus órdenes, no han omitido medio alguno para facilitar los trabajos del señor Saint Saud.

Desde el citado campamento realizó muchas ascensiones necesarias pare la triangulación; y en los alrededores de Peña Santa, subió á Torre Blanca, Cabeza del Cubo, El Nongon, La Rasa y, por último, á la Peña Gregoriana, una cumbre sin nombre bautizada así ahora, como recuerdo de la excursión y del guía Gregorio Perez, de Caín, nombrado recientemente jefe de los guardias de caza del Real coto de los Picos de Europa.

Se muestra el señor conde altamente satisfecho de su expedición, terminada forzosamente por la lluvia y reconocidisimo á las atenciones recibidas: pues gracias a las facilidades que halló en todas partes, pudo realizar sus proyectos sin
obstáculo alguno.

Lleva un copioso caudal de datos que le permitirán trabajar el próximo invierno en la terminación del mapa, que publicará seguidamente el distinguido geógrafo.



(Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, Sábado 12 de enero de 1907) 

Sesión del día 14

Se aprobó el acta de la sesión anterior.

Quedaron autorizados: D. Manuel Alonso para construir una casa en Pumarin, D. Francisco Sierra otra en La Calzada, D. Domingo Orueta, construir un taller en el Llano, D. Alvaro Cortina un tendejón en Caldones. D. Feliciano Piñera una cuadra en Cabueñes, D. José Garcia para renovar una pared, D. Casimiro Cadrecha para cerrar una finca en el Coto de San Nicolás, y D. Andrés Muñiz para aumentar una buhardilla en Ceares.



Explosión (El Cantábrico, Jueves 6 de febrero de 1908) 

Dicen de Gijón que en la fábrica de palas y vagones de Domingo Orueta, hizo explosión una caldera, que fue lanzada á 40 metros de distancia. Los chorros de vapor causaron quemaduras á siete obreros,



Explosión de una caldera (Heraldo de Zamora, Jueves 6 de febrero de 1908) 

Dicen de Gijón, que en la fábrica de palas y wagones, propiedad del ingeniero don Domingo Orueta, ha explotado una caldera, resultando siete obreros heridos, algunos de ellos graves. No ha ocurrido una verdadera catástrofe, por no romperse la caldera, que salió entera hasta 60 metros fuera del edificio. Los heridos, lo están en su mayoría por los chorros de vapor escapados de la caldera.



Después de la huelga (El Lábaro, Viernes 3 de junio de 1910) 

Gijón.—A consecuencia de divergencias de criterio surgidas con motivo de la huelga riñeron
hoy y lucharon á brazo partido el patrono don Domingo Orueta con un obrero llamado Ángel Martínez
presidente de la Asociación Socialista. Al terminar le lucha los obreros que la presenciaron silbaron estrepitosamente al patrono Orueta.



De una huelga. (El Pueblo, Viernes 3 de junio de 1910) 

Gijón.—Por cuestiones habidas en la huelga riñeron el socialista Ángel Martínez y el presidente de la Asociación patronal Domingo Orueta. Ambos fueron detenidos y libertados luego. Grupos de obreros silbaron á Orueta al salir del Ayuntamiento.



ASTURIAS (La Correspondencia de España, Sábado 25 de junio de 1910) 

Anarquista agresor.

GIJÓN. (Sábado, madrugada.) Esta tarde se hallaban reunidos el presidente de la Agremiación patronal, D. Domingo Orueta, su señora y los señores vizconde del Puerto y don José Martínez, amigos de los señores de Orueta. Sin que nadie lo advirtiera, se aproximó al grupo el conocido anarquista Marcelino Suárez é hizo dos disparos de revólver. Se produjo la consiguiente confusión y el agresor fué detenido en el acto.

El Sr. Orueta resultó con una herida en la región glútea y otra en la muñeca izquierda. Por fortuna, las heridas no son graves.

Como la agresión está relacionada con la huelga, mañana se reunirán los patronos para protestar. El agresor es muy conocido por sus ideas.

El suceso ha producido sensación.



Un patrono herido por un anarquista. (El Adelanto, Sábado 25 de junio de 1910) 

Dicen de Gijón que uno de los obreros huelguistas disparó ayer un tiro de revólver contra don Domingo Orueta, presidente de la agremiación patronal. La bala hizo blanco, resultando el señor Orueta herido en una muñeca.

Este, al verse herido, trató de repeler la agresión de que había sido objeto, disparando á su vez contra su agresor, el cual resultó ileso. La policía detuvo al obrero.

Orueta silbado.

Algunos grupos de huelguistas, al tener conocimiento de lo ocurrido entre el obrero preso y el presidente de la agremiación patronal señor Orueta, silbaron á éste estrepitosamente.

La policía, que previamente había recibido instrucciones, evitó que los obreros cometieran desmanes.

El agresor de Orueta, Su declaración, Detención de otro anarquista, Complot.

Los últimos despachos recibidos de Gijón, dicen que el obrero detenido como autor de la agresión de
que ha sido victima el presidente de la agremiación patronal señor Orueta, se llama Marcelino Suárez
Sánchez, caracterizado anarquista.

Al interrogatorio á que ha sido sometido, contestó que cometió el atentado porque consideraba que
matando al señor Orueta favorecía la causa del proletariado. Ha causado gran impresión la declaración de Marcelino Suárez.

Las autoridades han detenido á otro sujeto llamado Ramón Infiesto, anarquista también y que se halla complicado en el suceso anterior.

Como consecuencia de los registros practicados por las autoridades en las domicilios de los anarquistas detenidos, se sabe que había formado un complot anarquista.

Esto, que desde un principio se creyó, ha sido confirmado por el hallazgo de unos documentos.

Una determinación.

Más noticias de Gijón dicen que como consecuencia de la intervención que los patronos han tenido en
la cuestión de la huelga, los dueños de los buques veleros han tomado la determinación de no llamar á
trabajar á los obreros huelguistas de la Cantabria. El efecto que esta determinación ha producido, es enorme. Se abrigan temores de que los obreros se manifiesten, habiéndose dado, para reprimir esto, rigurosas órdenes.



SECCIÓN MUNICIPAL (Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, Viernes 10 de febrero de 1911) 

Alcaldía de Gijón

Lista de los individuos que componen el Ayuntamiento y número cuádruplo de mayores eontribuyentes del concejo que han de tener derecho á la elección de compromisarios para Senadores durante el corriente año de 1911, con arreglo á la Ley de 8 de Febrero de 1877.

Concejales
...
Contribuyentes
...
Domingo Orueta Duarte
...



ASTURIAS (La Correspondencia de España, Jueves 24 de agosto de 1911) 

Un «lunch» y una «garden-party».

GIJON. (Miércoles, noche.) D. Fabricio Domingo Orueta ha obsequiado con espléndido lunch á los Sres. Azcárate y Labra y al doctor Simarro. Dichas personalidades han visitado el gabinete microbiológico que posee el ingeniero Sr. Orueta. 

Por la tarde se ha celebrado en los jardines de la fábrica de cervezas una garden party á beneficio de la Cruz Roja. Han asistido el general Ablanedo, D. Melquiades Álvarez y muchas personalidades asturianas. También ha asistido á la garden party la bella artista La Goya, que ha sido obsequiadisima.



Una vista interesante (Las Provincias, Lunes 11 de diciembre de 1911) 

Madrid 11, á la 1,45 madrugada.

Comunican de Oviedo que hoy comenzará á verse en la Audiencia un proceso muy interesante. Al procesado Marcelino Suárez Sánchez, se le acusa de asesinato frustrado.

La vista es importantísima, más que por las circunstancias que originaron el delito, por sus consecuencias.

El fiscal relata los hechos siguientes: El procesado, hombre de mala conducta, estuvo vigilado bastante tiempo por sus ideas anarquistas. Llegó á Gijón sin encontrar acomodo, precisamente cuando la ciudad atravesaba una situación gravísima, creada por un importante paro de obreros.

Había entonces gran odiosidad contra el presidente patronal Domingo Orueta, á quien atribuían los huelguistas, los perjuicios que soportaban.

Marcelino, en quien influyó este ambiente de odio, decidió vengar á los trabajadores matando á Orueta. Para realizar su propósito, compró una pistola de nueve tiros, ensayándose diariamente tirando al blanco. Seguro ya de su destreza, la tarde del 24 de junio entró en el restaurant Franco-Español, se sentó en las mesas más próximas á la puerta, y mientras merendaba, esperó á que saliesen de las oficinas situadas en la calle del Carmen, frente al mencionado restaurant.

Orueta salió con su esposa, su cuñado el vizconde del Puerto y el diputado D. José Menéndez. Mientras esperaban el tranvía, Marcelino, con serenidad absoluta, se acercó á Orueta, que estaba de espaldas á tres pasos, y disparó, pero por no ser buena el arma que esgrimía, solo consiguió hacerle una herida en la muñeca y en la región glútea, ambas leves. Marcelino, viendo que no funcionaba la pistola, trató de
corregir el mecanismo, deteniéndole entonces, y confesó que sentía no haber matado al presidente patronal. 

El fiscal pide para el procesado la pena de diez y seis años y cuatro meses y pago de una indemnización. El defensor, Sr. Barrionuevo, pide la absolución. Hay citados 33 testigos, entre ellos patronos, periodistas, caracterizados socialistas y anarquistas. 

Como poco después de esto hecho asesinaron en Gijón al patrono Sr. Lantero, secretario de la Junta Patronal, y aún no ha sido descubierto quién fue el asesino, espéranse revelaciones sensacionales.

Briones.



En Oviedo. Vista de una causa (La Atalaya, Martes 12 de diciembre de 1911)

Comunican de Oviedo que ha empezado la vista de la causa seguida contra Marcelino Suárez, por muerte del presidente de la Sociedad patronal don Domingo Orueta. El procesado declaró que no se propuso matar al interfecto, si no solamente ínutilizarle.

Han ocurrido varios ligeros incidentes entre el fiscal y la defensa. Han desfilado ya varios testigos.



El anarquista Suárez (El Pueblo, Miércoles 13 de diciembre de 1911) 

Oviedo.—Ha continuado la vista de la causa contra el anarquista Suárez. Asistió á la vista numerosísimo público, predominando entre él el elemento obrero.

Los peritos examinan á los procesados incluso un perito alienista diciendo que el procesado no es irresponsable.

El presidente impone al defensor de Suárez, Sr. Barriobero, 50 pesetas de multa por considerar que tres de las preguntas formuladas por el letrado son impertinentes.

Presta declaración el ingeniero agredido D. Domingo Orueta, que afirmó había sido herido por la espalda, y que hubo lucha, pues al verse herido forcejeó para librarse de la muerte.

Negó que como presidente de la Liga patronal impusiera sus iniciativas, pues se limitó siempre á hacer cumplir los acuerdos del Consejo de administración patronal. Este limitóse á cumplir lo preceptuado en el folleto convenido con los comisionados obreros.

Cuando estos fueron á estudiar la huelga me amenazaron en todos los tonos, declarando que él no quiso mostrarse parte en la causa, lo hizo la Junta patronal, yo perdono al procesado, pues siempre fui amigo de los obreros.

Acepté la presidencia patronal, creyendo que lograría suavizar las asperezas. Durante las negociaciones me visitaron varios anarquistas obreros á los que les presté muchos libros.

La huelga la provocaron los obreros y añade además que estaba preparado todo para matarme cuatro meses antes.

Declararon después varios testigos presenciales que coinciden en afirmar que la agresión fue por la espalda.

Finalizó la sesión después de declarar el  anarquista Quintanilla.

Barriobero intentó interrogarle nuevamente, lo cual trató de impedir la presidencia.

Levantóse Barriobero y dijo:
«Aquí termino el juicio y me voy».
El presidente replicó enérgicamente:
«El letrado no se moverá del sitio».
Barriobero: Estoy enfermo.
Presidente: Vendrá el forense.

El público protesta y el presidente amenaza con desalojar el salón. 

El letrado Sr. Barriobero transige; pero los ánimos están excitadísimos, temiéndose que mañana se reproduzcan los incidentes.

A. SERRANO.



Sesión del día 25 (Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, Martes 7 de mayo de 1912) 

Fue aprobada el acta de la sesión anterior,

Fueron aprobadas las bases para el concierto con los armadores de buques pesqueros.

Quedaron autorizados: D. José Gonzalez para construir un piso en la calle del Marqués de C. Valdés; D, Severino Meana para construir un tendejón en la carretera de la Costa; don Francisco P. Pando para hacer una acometida en la calle de San Antonio; D. Bernardo Piquero para construir un piso en la calle Cifuentes, y D. Domingo Orueta para ampliar sus talleres en el Llano.



ASTURIAS (La Correspondencia de España, Domingo 30 de agosto de 1914) 

Los reformistas. 

GIJON. (Sábado, noche.) En el domicilio de D. Domingo Orueta se reunió la Junta nacional del partido reformista.

Presidió el Sr. Azcárate y asistieron el jefe del partido, D. Melquiades Alvarez; los diputados á Cortes Sres, D. Juan Uña, Pedregal, Corujedo, Alvarez Valdés y Miró; senador Sr. Landeta y miembros de la Junta, señores Simarro, D. Adolfo Posadas y Orueta. Se recibieron las adhesiones de los señores Galdós, Ilasi, Lamana y otros muchos.

Los reunidos discutieron ampliamente los problemas que afectan á la nación actualmente, en sus diferentes aspectos. No quedó determinado criterio; pues proseguirá la reunión en el mismo sitio, mañana, á las cuatro de la tarde.

Al medio día se reunirán mañana los reformistas en un banquete, que se servirá en la quinta de Peláez, organizado en honor de D. Melquiades Alvarez. Asistirán unos 150 comensales.



SECCIÓN JUDICIAL (Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, Martes 29 de diciembre de 1914) 

Audiencia Territorial de Oviedo

Don Angel Alvarez Morán. Oficial de Sala de la Audiencia territorial de Oviedo.

Certifico: Que en el juicio verbal civil de que se hará mérito, la Sala de lo civil dictó la sentencia, cuyo
encabezamiento y parte dispositiva dicen:

«En la Ciudad de Oviedo, á quince de Diciembre de mil novecientos catorce. En los autos de juicio verbal civil, procedentes del Juzgado de primera instancia del Distrito de Oriente de Gijón, que ante Nos penden, en grado de apelación, entre partes, de la una, como demandante D. Vicente Riera Meana, casado, mayor de edad, ajustador, vecino de aquella villa, representado por el Procurador D. Luis Miguel Bueres y dirigido par el Letrado D. José Buylla Godino, y de la otra como demandado D. Domingo Orueta, casado, mayor de edad, Ingeniero, de la misma vecindad, en su representación, por
su rebeldía, los estrados del Tribunal, sobre indemnización por accidente del trabajo.

Fallamos:

Que con imposición de las costas de esta segunda instancia al apelante D. Vicente Riera Meana, debemos confirmar y confirmamos la sentencia apelada, por la que desestimando la demanda interpuesta por el D. Vicente Riera Meana contra D. Domingo Urueta por los conceptos que la misma expresa, absuelve de dicha demanda al precitado demandado, con imposición de todas las costas al actor.



CUERPO NACIONAL DE INGENIEROS DE MONTES (Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, Jueves 8 de julio de 1915) 

Distrito Forestal de Oviedo

Relación de los individuos á quienes esta Jefatura de Montes ha concedido licencia de pesca de cuarta clase durante el mes de Junio de 1915. 
...
 258 D. Domingo Orueta Castañeda, de Gijón.
...



La Infanta Isabel, de viaje (La Correspondencia de España, Miércoles 21 de julio de 1915) 

Varias visitas.—Un lunch.

GIJON. (Martes, noche.) Durante la mañana visitó la Infanta Isabel el Asilo de Ancianos. A las cuatro de la tarde estuvo en la Fábrica de Tabacos, siendo vitoreada por las cigarreras.

Después fué a la fábrica metalúrgica, propiedad del ingeniero D. Domingo Orueta. La Infanta Isabel fue recibida en la fábrica por la familia del Sr. Orueta y distinguidas señoritas de la población.

Acompañada del Sr. Orueta y del jefe de los talleres, visitó minuciosamente todas las dependencias de la fábrica, presenciando la fabricación de palas y otras herramientas, y de material ferroviario. En el jardín de la fábrica fue obsequiada la Infanta con un lunch. 



(La Correspondencia de España, Miércoles 27 de octubre de 1915) 

El ingeniero de Minas D. Domingo Orueta dará el 30 del actual, á las seis y media de la tarde, una conferencia en el Instituto de Ingenieros Civiles de España, sobre el tema «Resultado práctico del estudio petrográfico de la Serranía de Ronda».



CASA REAL; (La Correspondencia de España, Miércoles 3 de noviembre de 1915) 

S. M. el Rey ha recibido en audiencia al ingeniero D. Domingo Orueta

Sus Majestades asistieron ayer noche á la función del teatro Lara.

S. M. la Reina, con la duquesa de San Carlos, asistirá á la cacería regia de la Ventosilla, señalada para el día 4 del actual. La cacería de Santa Cruz de Mudela durará cuatro días, del 8 al 13 del presente mes.



TEMAS NACIONALES (La Correspondencia de España, Jueves 4 de noviembre de 1915) 

Nuestro querido colega «La Mañana» publica el siguiente artículo, que reproducimos con mucho gusto, siguiendo nuestra costumbre de dar á conocer á nuestros lectores cuanto se refiere á los intereses nacionales:

Riquezas inexplotadas y mal explotadas.

Toda la Prensa acoge con unánime elogio la conferencia dada en el Instituto de Ingenieros civiles por el ilustre ingeniero de Minas D. Domingo Orueta, que disertó sobre el «Resultado práctico del estudio petrográfico de la serranía de Ronda». 

El conferenciante, autoridad reconocida en técnica micropetrográfica, demostró que el metal más preciado, el platino, se encuentra en parajes donde ni el menor indicio externo delataba su existencia. El éxito del Sr. Orueta se debe á un genial acierto deductivo, que sirvió de base á una labor sin precedente en la historia de la ingeniería.

Del reconocimiento petrográfico de la serranía de Ronda, como una enorme masa peridótica, y del hecho de explotarse el platino en la región peridótica de los Urales, deduce el Sr. Orueta, después de comprobar mediante el estudio microscópico la identidad de ambas formaciones, la posibilidad de que el platino exista en la serranía.

Entre la serie de rocas peridóticas, la más básica, la "dunita", puede. contener el platino; pero le, contiene, tan extensamente y en tan pequeñas proporciones repartido en su masa, que se hace imposible su aprovechamiento industrial. Los agentes atmosféricos han realizado en los Urales una preparación mecánica descomponiendo las rocas duníticas, y las aguas, arrastrando sus elementos, han hecho que se deposite el metal, á causa de su mayor densidad, y forme aluviones platiníferos, que son los que se explotan. La existencia de la dunita en la serranía de Ronda era una condición «necesaria», pero no «suficiente» para que en ella se encontrase el platino; es decir, sin formación dunitica no era posible la existencia del metal; pero podían no contenerlo las dunitas de la serranía. Llegado á este punto el proceso de investigación, el Sr. Orueta hace analizar las dunitas de la serranía, y dos análisis espectroscópico y químico de las rocas acusan la existencia del metal precioso. 

Resta sólo investigar, mediante sondeos los aluviones formados bajo el lecho de los ríos duníticos de la serranía, ver sí la naturaleza se ha comportado en ellos tan generosamente como en los Urales, y el Sr. Orueta va á la serranía, y, por cuenta propia, efectúa sondeos, toma distintas muestras de aluviones, las somete á una breve preparación mecánica y obtiene las pepitas blancas y brillantes del platino. 

El éxito no puede ser más franco; pero aún hay otra circunstancia que centuplica el valor de los resultados obtenidos. El espesor de los aluviones españoles es sencillamente igual al de los yacimientos rusos, ahora empobrecidos, y la ley de las muestras recogidas por el Sr. Orueta es ocho veces mayor que la ley mínima de explotabilidad de los Urales. 

En estos montes se extrae un cuarto de gramo de metal por metro cúbico de tierra, y como la formación peridótica de muestra serranía es veintiocho veces más extensa, no es aventurado suponer que la cantidad de platino que contiene la sierra de Ronda es muy superior á la que se ha explotado y se explota en los yacimientos más pródigos del mundo. 

Una vez demostrada esta posibilidad, sólo resta proceder á una investigación por sondeos que determine las zonas ricas y las pobres, fijando así de un modo exacto el valor de estás minas.

El Sr, Orueta, autor de un descubrimiento que ha podido ofrecer á entidades nacionales ó extranjeras, ha propuesto ante sus compañeros de Instituto que sea el Estado el que realice esos trabajos de investigación, que durarán cuatro ó cinco años, y cuyo importe no excede de 300.000 pesetas. Reconozcamos que es un rasgo de verdadero patriotismo.

Al ocuparnos de este asunto nos parece oportuno establecer relación entre el descubrimiento del Sr. Orueta y una denuncia que, con ciertas salvedades, formulaba días pasados el «Noticiero Granadino».

Copiamos del colega: 

«Parece ser que en algunos pueblos de esta provincia, principalmente en Quéntar, La Peza, Padul, Albuñuelas y en casi todo el pintoresco valle Lecrin, se cría la bulfenita, preciado mineral que se emplea con ventaja en la construcción de cañones y demás material de guerra. La bulfenita no se encuentra en grandes filones; aparece sobre la superficie en cantidades relativamente pequeñas, algunas veces mezclada entre plomos de baja ley. Es un mineral de tanta valía, que se considera casi indispensable para avalorar la resistencia y mayor longevidad de las grandes armas de fuego. 

Dícese que alguien ofreció, hace tiempo, en altísimas esferas construir en España una colosal fábrica de material de guerra, sirviéndose en tan magna empresa de los ricos criaderos, de hierro que en nuestra nación existen y de la bulfenita descubierta en el valle del Lecrín y en otras comarcas españolas. Pero el proyecto no se lleva á cabo, y mientras siguen dándose esperanzas, se ha procurado que el Gobierno se desentienda del vitalísimo asunto relacionado con la exportación de la bulfenita, abandonándolo por completo, con gravísimo perjuicio de la patria.

Aseguran personas dignas, de crédito que á Granada llegaron hace algún tiempo agentes alemanes, franceses é ingleses, á fin de hacer compras de bulfenita, pagando la tonelada á buenos precios. Actualmente dicen que hay en Motril, en expectativa de embarque algunas toneladas.

Para despistar y no levantar sospechas, los registros mineros para la busca de bulfenita se hacen declarando los interesados que persiguen filones de plomo ú otros minerales.»

He aquí dos casos que sin afinidad aparente la tienen, y muy honda, y no debe sorprender á nadie que los que estamos familiarizados con los procedimientos españoles abriguemos el temor de que el primero venga á degenerar en el segundo. 

De una parte se nos presenta un ingeniero ilustre que con excepcional desinterés descubre unos aluviones de platino y los ofrece al Estado. De otra, un periódico denuncia que en el valle del Lecrín existen criaderos de bulfenita, solapadamente explotados por agentes desconocidos. 

¿Se nos podrá tildar de pesimistas si sospechamos que pasado algún tiempo los yacimientos de la sierra corran igual suerte que los del valle? 

Pues esto es lo que debe evitarse á todo trance.

El Sr, Orueta solicita 300.000 pesetas para trabajos de investigación sobre una riqueza extraordinariamente rara y de tal cuantía que la conocida hasta hoy en las cinco partes del mundo apenas rinde 1.000 kilogramos por año, y la tonelada se vende á siete millones de francos. —

¿Vale la pena de que arriesgue 60.000 duros en esta empresa un país que tantos miles de duros malgasta? 

Y mientras contestan los llamados á hacerlo conviene que se ocupen de la denuncia del Noticiero Granadino, que por su importancia exige una comprobación en toda regla.»



Acontecimiento científico (Cultura e Higiene, 6 de noviembre de 1915) 

En el Instituto de Ingenieros civiles de España, establecido en Madrid, dio el día 30 de Octubre próximo pasado una notable conferencia nuestro distinguido amigo el ilustre ingeniero de minas don Domingo Orueta, desarrollando el tema: «Resultado práctico del estudio petrográfico de la Serranía de Ronda».

Constituyó este acto un acontecimiento científico que atrajo la atención de todos los profesionales de España, pudiendo asegurarse que casi todos los ingenieros de minas, de montes, de caminos e Industriales que entonces se hallaban en la capital de España, con los presidentes de sus respectivas corporaciones acudieron a oír al Sr. Orueta la exposición de sus prolijos trabajos de estudio, de exploración y de concienzudo análisis, realizados por encargo y designación del Instituto geológico de Madrid.

Para reseñar técnicamente la interesantísima disertación, no bastarían todas las páginas de nuestra Revista, dedicada, como es sabido, a tratar asuntos al alcance de la comprensión popular. De ahí que nos limitemos a consignar solamente el triunfo obtenido por el Sr. Orueta exponiendo el resultado práctico de sus investigaciones geológicas en lo Serranía de Ronda. Después de tres años de minuciosos estudios, comparativos deduce el Sr. Orueta que en la región por él examinada existe platino en mayor cantidad que en los montes Urales, donde se halla otra erupción de carácter periodótico idéntica a la de Ronda, pues que el núcleo rocoso de mayor tamaño existente en Rusia es de 10 kilómetros por cinco mientras que el español guarda la proporción de 72 por 20. Tan optimista y consoladora afirmación fué acogida con grandes aplausos por todo el auditorio, que profundamente emocionado ovacionó al ilustre conferenciante.

Y en verdad que la buena nueva no era para menos. Reflexione el lector sobre la transcendencia económica que para nuestro país tiene la afirmación lanzada por el Sr. Orueta, cuando él mismo declaraba que el platino es un precioso metal que industrialmente se está acabando, ahora precisamente que sus aplicaciones se multiplican de una manera prodigiosa; lo cual explica que el valor que ha llegado a adquirir sea un 100 por 100 más que el oro.

Expuestos por el señor Orueta los frutos de su prodigiosa actividad intelectual y científica, puesta al servicio del descubrimiento de la riqueza geológica de nuestra patria, el Sr. Orueta tuvo también atinadísimas indicaciones sobre el aprovechamiento por el Estado de estos nuevos elementos que se le ofrecen.

La enorme labor del disertante fue al final objeto de una calurosísima ovación, y tal fue el entusiasmo que la conferencia del Sr. Orueta despertó, que el Sr. Villares Amor, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, felicitó también públicamente al orador en nombre de todos los allí reunidos, ofreciéndole la cooperación de los ingenieros españoles, para enterar debidamente al Gobierno de la transcendencia grandísima de los descubrimientos científicos que acababan de oír.

Unimos nuestra felicitación cordialísima a las que tan merecidamente recibió el Sr. Orueta por su reciente y memorable triunfo.



(La Correspondencia de España, Viernes 4 de febrero de 1916) 

MALAGA. (Jueves, noche.) En el expreso ha marchado á Madrid el gobernador civil,
Sr, Torres Guerrero. Se le ha tributado una cariñosa despedida. Regresará en breve, trayendo á su familia.

En la Sociedad de Ciencias.

La Sociedad de Ciencias ha celebrado esta noche una solemne sesión extraordinaria en honor de D. Domingo Orueta

Presidió el alcalde, Sr. González Anaya, acompañado de la Directiva de la Sociedad, el presidente de la Cámara de Comercio, el director y los profesores del Instituto y las Normales ; los Sres. Armiñán, Ortega Munilla, Ortega Gasset, López Oyarzábal, Ruiz Martinez, Gómez Llombart y otros. Entre el público, que llenaba el salón, había también distinguidas personalidades.

El ingeniero jefe de Obras públicas, señor Rodríguez Spiteri, pronunció un magistral discurso estudiando la personalidad del señor Orueta desde su niñez hasta sus famosos descubrimientos de platino, cromo y níquel en la serranía de Ronda. 

El Sr. Ortega Munilla leyó una inspiradísima loa al Sr. Orueta. El presidente de la Sociedad de Ciencias, D. Enrique Laza, resumió el acto, proclamando al Sr. Orueta socio de honor.

El alcalde dio fin á la sesión proponiendo que se enviara un telegrama de saludo á Don Alfonso XIIl, decidido protector de las trabajos del Sr. Orueta. Todos los oradores fueron aplaudidísimos,



FIRMA REGIA (La Correspondencia de España, Jueves 10 de febrero de 1916) 

Su Majestad el Rey ha firmado los siguientes decretos: 

|MARINA.—Real decreto disponiendo que mientras subsista el estado anormal de los mercados, creado por la guerra, no se contraten por tiempo fijo los artículos de general consumo que necesite la Marina. 

FOMENTO.—Nombrando en ascenso de escala inspectores generales del Cuerpo de Ingenieros de Minas á D. Francisco Samsó y Camo y á D. Ginés Moncada Ferro. 

—Idem Id. ingenieros jefes de primera clase del citado Cuerpo á D. José María Rubio y á D. Domingo Orueta, á D. Ramón Fernández Delabellacasa y á D. Guillermo L. Ceballos. 

—Idem id. ingenieros jefes de segunda clase del mismo á D. Rafael Bautista y Sanz y
á D. Francisco Ferrer Ramallo. 



Las minas de platino, (La Correspondencia de España, Sábado 12 de febrero de 1916) 

MALAGA. (Sábado, tarde.) En d expreso ha llegado D. Domingo Orueta, acompañado del ingeniero D. Miguel Moya. Se le ha tributado un solemnísimo recibimiento, acudiendo á la estación los presidentes de todas las Corporaciones malagueñas, el alcalde, una Comisión de concejales, otra de la Cámara de Comercio y todas las personalidades salientes de Málaga. 

Mañana será obsequiado con una excursión a Alora. El jueves disertará en la Sociedad de Ciencias sobre el tema «Plano de trabajos en la serranía de Ronda». 

Espérase el material necesario para comenzar en seguida los trabajos por el río Verde.



MALAGA (El Adelanto, Viernes 18 de febrero de 1916) 

Una sesión científica.

En la Sociedad de Ciencias, de Málaga, se celebró anoche una solemne sesión con motivo de la conferencia que dió el ingeniero don Domingo Orueta.

Presidieron el acto las autoridades, asistiendo representaciones de entidades y corporaciones y muchos ingenieros civiles. El señor Orueta hizo un discurso en el que agradeció la sesión que la Sociedad le había. dedicado, nombrándole socio de honor.

Se ocupó del trabajo que ha de practicar en la Serranía de Ronda, detallando su proyecto de hacer
exploraciones para buscar platino. Se extendió en otras consideraciones científicas y expresó su admiración por el Rey don Alfonso, quien le había dispensado una cordial entrevista, relatando el conferenciante detalles de ésta y explicando al Monarca la existencia en la Serranía de Ronda del elemento para fabricar ferrocromo y ferroniquel. También elogió al Gobierno por las facilidades que para su empresa le había dado.

Hoy marchará el señor Orueta á la Serranía de Ronda, para dar comienzo á sus investigaciones. La obra seré larga.



BANQUETE CONMEMORATIVO (La Correspondencia de España, Lunes 29 de enero de 1917) 

La revista “España“, D. Miguel de Unamuno y la Liga Antigermanófila

Preparando el acto.

En los dos años que lleva de existencia la revista España ha acreditado suficientemente que es merecedora del favor que le dispensa el lector.

En apostolado de las causas justas, recorrió triunfante la nación entera, prodigando las exquisiteces de su léxico, lo profundo de su conocimiento y la alteza de sus miras, y tan rápido fue su acrecentamiento que, rebasando las fronteras, alcanzó envidiable puesto entre la Prensa mundial. 

El esfuerzo del grupo de intelectuales que impulsa España, los Sres. García Bilbao, Araquistain, Núñez de Arenas, Pérez de Ayala, «Fabián Vidal», Díaz Canedo, Azaña, Álbornoz, quedaba compensado.

Frente á la conflagración europea, la revista España acertó á expresar la opinión y sentir de los elementos avanzados, y por eso, al aproximarse el segundo año de la publicación, se ha querido testimoniarle el afecto y la consideración que merece. 

La sección de Madrid de la Liga Antigermanófila quiso organizar un acto de resonancia en honor de España, y para dar mayor solemnidad al acto invitó á D. Miguel de Unamuno. 

El sabio catedrático de Salamanca, el despojado Rector, aceptó gustoso el puesto preferente que se le ofrecía en el banquete y aun se comprometió á pronunciar un discurso, en el que diera notas de sinceridad y de verdadero patriotismo.  Y ayer llegó el Sr. Unamuno á Madrid.

El banquete.

A la una y media de la tarde, en el salón de fiestas del Palace Hotel, se celebró el banquete, que ha sido un éxito. A derecha é izquierda del Sr. Unamuno toman asiento los Sres. Araquistain, Pérez de Ayala, Ponce, Vegué, «Violeta», Valle-Inclán, Ríos, Pittaluga, Lamana, Castrovido, Walter, Simarro, Azaña, Durán, «Fabián Vidal», Julio Antonio, Elorrieta, Bagaria, García. Bilbao, Díaz Canedo, Albornoz, Zulueta, Palacios, Núñez Arenas y Murciano.

Los concurrentes, —

Entre los muchos que concurrieron al banquete recordamos á los Sres. D. Miguel de Unamuno, D. Ramón del Valle lnclán, don Luis Araquistain, D. Luis Simarro, D. Luis García Bilbao, D. Enrique Diez Canedo, don Manuel Núñez de Arenas, «Fabián Vidal», D. León Rollin, D. Luis Bagaria, D. Fernando Durán, D. Ramón Pérez de Ayala, D. José Moreno Milla, D. José Tudela, D. Alfonso Reyes, D. José Martínez Ponce, D. Juan Trillas, D. Andrés Castellanos, D. Felipe Bertrand, D. A. López Baeza, D. José Lacoste, don Fernando de los Riós, D. Alvaro de Albornoz, D. José Murciano Novillo, D. Rafael Alcayne, D. Ceferino González, D. Manuel Aguilar, D. Manuel del Pino, D. Carlos Lickefelt y English, D. Bernardino Sancifrián, D. Marcelo, Delume, D. José Hernández, D. A. Dobois, D. Cecil P. Adcock, D, C. C. Vay, don M. Santos Pinela, D. Pedro Soldevilla, Villanera, D. Manuel Abrew, D. Rafael G. Paniagua, D. Hermógenes Cenamor, D. Octavio Elorrieta, D. Esteban Calle, Sr. Col, D. Virgilio Hueso, Sr. Urquijo. D. Gustavo Pittaluga, D. José Goyanes, D. Juan Flórez Posada, D. Alberto Valera Martín, D. Norberto Recalde, D. Ricardo Ortiz de Zugasti, D. José Murúa, D. Francisco Alarcón, D. Andrés Mevil, D. Avelino Brunet, marqués de Palomares, D, Alberto Mousset, D. Domingo Orueta, D. Francisco Martínez Ramirez, D. Juán Romeu, D. Rafael Labra y Martínez, doctor Albiñana, don Juan Guixe; D. José Lara, D. Enrique Martí Jara, D. Recaredo F. de Velasco, D. Juan Sanz y Gaña, D. Juan. Alférez Maruri, D. Manuel de Lucas, D. José Marcial Dorado, doctor Laforga, D. Luis de Tapia, D. Gabriel Gancedo, D. josé Limón, D. Ramón Martínez Sol, D. Luis de Zulueta, D. Ramón M. Tenreiro, D. Florentino Andueza, D. Angel Gale, don Agustín Lhardy, D. Manuel Varela, D. Valentín Zubiaurre, D. José Uriarte, D. Manuel Villegas, D. J. Carló, D. Celso Lagar, don Angel Vegue, D. Félix Andoño, Sr. Alvarez Villamil, D. Julio Antonio, D. Francisco Rivera Pastor, D. Antonio Jaén, D. Juan Bravo, D. Enrique Salazar, D. José Campos, D. Lino Perucha, D. Fructuoso Cid, D. Carlos Posada, D. Emeterio Mazorriaga, D. Cecilio Merino, D. Fernando Unamuno, D. Luis Fernández Ardavin, D. Julio Romeró de Torres, D. Roberto Castrovido, D. Cándido Lamaña, D. José Palacios, «Violeta», D. Ántonio de Lézama, D. Manuel María Guerra Oliván, D. Rufinó de Orbe, D. Basilio Alvarez, D. Rosendo Castells, D. Indalecio Prieto, D. Miguel Tato y Amat, D. Dario Pérez, D. Eduardo Andicoberry, Sr. Senador, D. Pascual Tarrero, D. Enrique Gómez Cárrillo y otros más hasta doscientos.

Las adhesiones,

El Sr. Azaña da cuenta de las adhesiones, entre las cuales se cuentan las de los señores Pérez Galdós, Alsina, Llorente, Fernández Dans, Bello, Madinaveitia, Milego, Aznar, Salamero, Cansinos, Ovejero, Azcárate,  Melquiades Álvarez, Cossío, Roso de Luna, y la siguiente del Sr, Romeo:

«Sr. D. Luis Araquistain:

Querido amigo: Deploro no poder asistir á ese simpático almuerzo. No estoy bien de salud, En espíritu estaré con ustedes, y hago votos para que pronto pueden ustedes organizar un banquete, en el cual sea festejado el triunfo de las naciones que á la fuerza se han visto obligadas á combatir en defensa de la
libertad de los pueblos y de las ideas.

Su buen amigo, Romeo.» 

La Marsellesa y el Himno inglés.

Al leerse las adhesiones, la orquesta preludió La Marsellesa. Todos los comensales, puestos en pie, vitorearon á Francia, á Bélgica, á los aliados, que luchan por la civilización y el derecho. Igual manifestación de entusiasmo se produjo al sonar el Himno inglés.

Discurso de Unamuno, —Hermosa oración.

Al ponerse en pie el sabio Unamuno sonó una estruendosa ovación.

«Venimos á festejar-—empezó diciendo—el segundo aniversario de la revista «España»,la cual, nacida con vaga orientación, ha venido á tomar forma concreta, ha comenzado el principio de otra vida, al estallar la guerra é iniciar la Liga Antigermanófila. 

En la historia de la revolución francoinglesa se registran cuatro fechas imborrables: 1815, 1848, 1870 y 1914. 

Hazaña heroica fué la última, lanzándose á la lucha los preparados para sorprender á las naciones imprevisoras que creían estar á cubierto con las precepciones del derecho, y tuvieron que acudir en defensa de los ataques á los pueblos que no estaban preparados por haber vivido desgarrados, distraídos en nobles luchas interiores, los unos con el «affaire» Dreyfus, los otros con el anhelo de la Duma, los ingleses con la cuestión de Irlanda, los italianos con la afirmación de la unidad, los belgas confiados en la eficacia de los Tratados, y todo ello obligó á que pronto se rehicieran los atropellados, y en defensa de la razón, de la justicia, sellaron la santa alianza.

La catástrofe mundial tuvo repercusiones en España, y aclaró, rasgó las tinieblas, produjo un examen de conciencia, en que se revelaron la democracia y la reacción.

Han vuelto á surgir las dos Españas, puestas frente á frente, denotando lo que son. Y se proclama á gritos por Éstos una neutralidad que es forzosa y vergonzosa. No está basada en el derecho esa neutralidad que proclaman los germanófilos, sino en la esterilidad y la impotencia. (Grandes aplausos.) Sí, la neutralidad, aunque vergonzosa, era inevitable.

Pretenden nuestros germanófilos resucitar lá España del siglo XVII, que es la más antihispanófila, Yo no estoy dispuesto á canonizar á Pedro Arbués, á resucitar á Felipe II, á venerar á los que han venido á oscurecer las atrocidades del duque de Alba, primer verdugo de Bélgica; pero bendigo el momento en que se hundió la famosa Escuadra Invencible, (Aplausos.) Nuestros germanófilos vienen á galvanizar.
el tradicionalismo que creíamos vencido en 1840 y 1875. Y esa España no la quiero porque la empecé á odiar cuando, siendo niño, presencié el bombardeo de mi pueblo; yo no quiero, España no quiere ese tradicionalismo feudal.

Quédese eso para los que arman los requetés de los turcos, para los españoles que quieren la otra vida, que admiran sólo los estragos del 42, las zeppelinadas, el torpedeamiento de buques indefensos, y que, en vez de desgranar protestas, se sienten revivir, y exclaman como suprema oración fúnebre:

«¡Pero qué tios!» (Grandes aplausos.)

Este verano tuve ocasión de hablar en Barcelona con un joven alemán, amigo mío, porque todavía se puede hablar con los alemanes, pero no con los germanófilos. Y aquel alemán disculpaba, atenuaba, decía que había que esperar á las aclaraciones para creer en las atrocidades atribuidas. Los germanófilos aún las exageran; aún les parecen pocas, porque son muy brutos. Entre gente de esta calaña recluta Alemania sus vanguardias. 

Estas gentes son las que dicen que no hay incompatibilidad entre la ciencia y el clericalismo, porque aquel fraile descubrió una nueva máquina automática. Esos mismos son los que aplauden á los parricidas que facilitan gasolina para que hundan nuestros barcos. (Aplausos:) 

Los germanófilos españoles hay que dividirlos en tres grupos: los conservadores, los clericales y los militaristas.

Los primeros, son los yunques conservadores de lo suyo, que toman á España como hipoteca de los tenedores de la Deuda para que sus intereses no sufran, que tienen vocación para gobernar con la burguesía. y la grandeza de holgazanes, que dicen que falta el hombre, pero quieren que el mejor pueda servir los intereses, que crean una especie del derecho del Don Feliz del Mamporro (Aplausos), y que cuando tienen un hombre representativo, como Maura, lo echan de su lado. 

El otro es el clericalismo paganizado, no el del apostolado cristiano; es el que abomina de la impiedad de Francia é Italia, y adora al Kaiser, que se dice representante de Dios (Aplausos), y que no se les cae de la boca: 

«Dios está con nosotros», pero no «nosotros
estamos con Dios».

Censura luego á los 93 sabios alemanes que, sin conocimiento de causa, afirmaron lo que no sabían, sin recordar que Lutero afirmó el libre examen y condenó la fe implícita. (Aplausos.) 

El otro, militarismo mercenario, es el más nocivo, y cuando se unen el militar y el catedrático arman guerras y abominan de lo que ellos no predicaron, formando así ejércitos que no sirven á la patria, ni para borrar la ley de Jurisdicciones; que proclaman la abominable y vil industria de la guerra; que crean un Estado matón para expansionarse á costa de los otros; que se quejan de que nos miren mal fuera, é injurian al noble pueblo portugués; que declararon que los alemanes eran los fuertes, y por lo tanto que tenían la razón (Aplausos); que no respetan la personalidad humana y atropellan el derecho.

Porque pienso que si un soldado no fuera más que eso, un empleado sería como un sacerdote que tropieza con la religión. Y ya sé que de la religión viven los sacerdotes. Sin embargo, recuerdo que San Pablo vivía de fabricar esteras. (Aplausos.) Ahora sacan el coco de Gibraltar, sin duda para establecer una estación de gasolina.

Nosotros representamos la afirmación de la personalidad humana. La Historia es la creación y no la organización; como la victoria no es un fin, sino un medio, que no crea derechos; porque hay cosas que ni por la victoria pueden hacerse.

Ningún caballero francés ni inglés habría obedecido la orden de hundir el Lusitania, por respeto á la Humanidad, ni hubiera fusilado á miss Cawel. (Aplausos.) La Historia no la escriben los vencedores: queda la Humanidad para juzgarla. Nosotros queremos una Alemania redimida, libre, incorporada á la civilización grecolatina, lo contrario de nuestros trogloditas. (Aplausos.)

Este es el pensamiento generador de la Liga Antigermánica, origen de un movimiento civil democrático, que lleve la reforma á la política española. Elogia la política seguida con la nota Wilson y pide no cambie por bien de España, y que sea ésta la que firme la paz y que no triunfen los viles trogloditas. Nosotros queremos hacer verdadera patria; no queremos legar á nuestros hijos herencias que avergüenzan. Los que llevamos á España dentro del corazón amamos á la Patria como hija, que es hija y no madre. Quien no se sienta con fuerzas para hacer patria y, crear la tradición de mañana no es verdadero patriota. (Grandes aplausos.). 

Y yo digo que es hija antes que madre porque pienso que no cumpliría con mi deber si entendiera que éste consistía en negarles el patrimonio que recibí engrosando con la usura, sino enriqueciéndole con pedazos de mi corazón.

Grandes y prolongados aplausos acogen la terminación del hermoso discurso, que por su grandeza es imposible reflejar con fidelidad. Y la orquesta vuelve á preludiar La Marsellesa. El acto ha sido un éxito para la Liga y un triunfo resonante para Unamuno.



LA VISITA DE AZCARATE A PALACIO. (El Cantábrico, Sábado 30 de junio de 1917) 

COMENTARIOS.—LO QUE DICE “EL SOCIALISTA”

La noticia política del día, que constituyó el tema de todas las conversaciones ha sido la visita del señor Azcárate á Palacio. Para los periódicos de la mañana la visita pasó inadvertida. Sólo “El Liberal” y nosotros, dimos la noticia. “El Liberal” la acoge en un suelto de Primera plana, como rumor.

Los demás periódicos cayeron inocentemente, dando la noticia de la marcha de don Gumersindo Azcárate para León.

La génesis de la entrevista ha sido la siguiente:

El ingeniero don Domingo Orueta, amigo del Rey, reformista e intimo del señor Azcárate conversaba con Don Alfonso.

Éste, basándose en la intimidad del señor Orueta con el señor Azcárate, le  rogó que le expusiera su opinión acerca de la situación de España. El señor Orueta pidió al Rey que le concediese permiso para hablarle con toda crudeza y don Alfonso se le concedió. Entonces el señor Orueta expuso su opinión personal acerca de la situación porque la nación atraviesa, el estado actual de las cosas y sobre el juicio que algunas personalidades políticas tenían formado acerca del Rey. Don Alfonso se condolió de la actitud de estas personas que el señor Orueta le revelaba, actitudes que el monarca estimó injustas.

Acerca de su situación personal el Rey reveló su estado de ánimo, que no estaba en consonancia ni mucho menos, con aquellas frases que pronunció el Monarca en el Sporting Club, de Bilbao, á raíz del cambio de régimen en Portugal, que decía: “Yo moriré siendo Rey de España”. El señor Orueta manifestó también al Rey su opinión de que debía llamar á Palacio á los hombres de la extrema izquierda, para hablar con ellos, pero que como seguramente estos, por su significación no acudirían á Palacio, se ofreció el señor Orueta á avistarse con el señor Azcárate, para que éste hablara con aquéllos y después viera el Rey. Para esto fue ayer al señor Azcárate á Palacio. 

La visita de don Gumersindo Azcárate fue preparada por el señor Orueta sin consultar á nadie, ni siquiera á don Melquiades Alvarez, que hoy no ocultaba su contrariedad por lo ocurrido.

“El Socialista”, hablando del asunto, dice:

Anoche estuvo el señor Azcárate en Palacio, conversando con don  Alfonso durante más de hora y media.

Dicen los amigos del primero que fue á Palacio solicitado por el segundo, pero lo cierto es que el señor Azcárate figura en el partido reformista que recientemente ha vuelto al antidinastismo, suscribiendo con republicanos y socialistas el compromiso de laborar contra el régimen, y ha ido á Palacio á conversar con el jefe del Estado, en estos momentos. 

Es la segunda vez que don Gumersindo Azcárate hace eso y ahora agrava el hecho la inoportunidad del momento. Creemos que el partido reformista desautorizará al señor Azcárate, puesto que el compromiso de los partidos republicanos y socialista así lo exige. Para nosotros lo menos importante es lo que sucediera en la entrevista.

UNA INTERVIU CON EL REY

Hace días que se venía comentando en los Círculos políticos y periodísticos de una interviu celebrada por Pérez Lugin con el Monarca, para el "Heraldo". La interviu se publica hoy en al periódico de la noche y ocupa la segunda plana. Se refiere á la vida que hace el Monarca, exponiendo a lo que destina todas las horas del día.

LOS PERIÓDICOS Y LA CENSURA

Esta tarde y convocados por el señor Moya, se reunieron los directores de los periódicos en la Asociación de la Prensa, dándose cuenta de la persecución de que es objeto “La Acción” y “España Nueva” y de la detención del señor Serrano. El señor Delgado Barreto refirió lo ocurrido con “La Acción”, y añadió que hoy se había dado el caso de que la censura había puesto en el artículo de fondo cosas distintas á las que en él se decían. El señor Araquistain manifestó que ”España” había sido recogida y secuestrada por imposición de la censura. El señor Rosón habló también de lo que viene ocurriendo con la censura y todos los reunidos convinieron en que era necesario dirigir al Gobierno la
más dura protesta.

Se nombró una Comisión compuesta de los señores Moya y directores de "El Imparcial”, del “Heraldo” y de “El Día”, para que visitasen al presidente del Consejo y al ministro de la Gobernación. Los directores de “El Socialista” y de "La Acción” fueron invitados á acompañar á la Comisión, pero se excusaron por ser los más interesados.

Convinieron también en que todos los periódicos se hicieran solidarios de una actitud enérgica contra la censura.



EFEMÉRIDE CULTURAL (Cultura e Higiene, 1 de diciembre de 1917) 

LA ASOCIACIÓN GIJONESA

El día 3 de Diciembre de 1903 un grupo de gijoneses se reunieron, constituyendo la primera Asociación de Cultura e Higiene, en esta villa.

Mañana, pues, cúmplese el XIV aniversario de aquella Sociedad que ha logrado sobrevivir a través de ese dilatado período, venciendo incontables contratiempos que se opusieron a su progresiva marcha.
...
Es digno de especial recordación el acto solemnísimo celebrado en el Teatro de Jovellanos en Junio de 1904 con asistencia de lo más escogido de la intelectualidad gijonesa.

En aquella memorable fiesta, a la que prestó su concurso un publico numerosísimo que llenaba por completo el coliseo, alzaron su voz elocuente y expresando fervientes anhelos de compenetración cultural, hombres como D. Domingo Orueta, D. Ramón Alvarez García (q. e. p.), D. Miguel Adellac, D. Benito Delbrouck, D. Lucas Merediz, D. José ñuiz Gómez (q. e. g. h.) y otros paladines obreros de la cultura que fuera prolijo enumerar.



Por el restablecimiento de las garantías. (El Pueblo, Martes 8 de junio de 1920) 

Los presos gubernativos.

Toda la opinión liberal española pide el restablecimiento de las garantías. En Madrid se ha celebrado una importante reunión en el Ateneo. Acudieron á la convocatoria de Simarro eminencias de la Ciencia y de la Enseñanza como don Juan Medinaveitia, don Domingo Orueta, don Adolfo Buylla, don Mario Méndez Bejarano, don Luis Hoyos, el señor Rivera Pastor, Roso de Luna, Verdes “Montenegro; publicistas como Nicolás Salmerón y García y Alvaro de Albornoz é Indalecio Prieto; periodistas como Martínez So y Escudero, y abogados como Albornoz y Botella Asensi; con la adhesión expresa de Luis de Zulueta y tácita de figuras preeminentes del Periodismo, las Letras, la Universidad. y la Ciencia, acordaron realizar una campaña por la libertad, por los derechos de reunión y asociación y contra la suspensión de garantías. 

Aplaudimos la actitud de esos intelectuales. Esperamos que el Gobierno atienda su petición.



Nuevo académico (El Progreso, Martes 20 de marzo de 1923)

En la academia de Ciencias Exactas se celebró la recepción del nuevo académico D. Domingo
Orueta. Asistieron los Sres. Carracido, Torres Quevedo, Madariaga y Otros. El Sr. Orueta pronunció un
elocuente discurso, enalteciendo a su antecesor el Sr. Sánchez Lozano. Le contesto el Sr, Cortaza. Ambos, fueron muy aplaudidos.



De Fomento. (La Atalaya, Sábado 9 de junio de 1923) 

——Nombrando inspector general, presidente de la sección del Consejo de Minería, a don José María Rolió y Muñoz. 

Idem inspector general del Cuerpo de Minas, a don Domingo Orueta.

Idem jefe de primera clase del Cuerpo de Minas, a don Salvador Vázquez de Labra.

Idem ingeniero jefe, segundo del Cuerpo de Minas, a don Pedro García Velázquez.



La mañana en Palacio (La Voz de Castilla, 16 de diciembre de 1923) 
MADRID, 15.

El jefe del Gobierno llegó esta mañana a Palacio a la hora de costumbre. Despachó con el monarca y a la salida no dijo nada interesante.

El rey recibió en audiencia al marqués de Lema, al marqués de Laurencin, al general Ceballos, al duque de Tarifa y a otros aristócratas.

Cumplimentaron al monarca el ministro plenipotenciario de Austria y el embajador de la Argentina, a los que acompañaba el primer introductor de embajadores.

También recibió el rey en audiencia al patriarca de las Indias, al primado, cardenal Reig, y a los arzobispos de Valladolid, Granada, Valencia, Sevilla, Tarragona y Zaragoza; a don José Juan Dómine, al ingeniero don Domingo Orueta, a la comisión gallega interesada en la construcción del ferrocarril de Betanzos á Santiago y a una comisión de Zaragoza, a cuyo frente figuraban el general Sanjurjo y el presidente de aquella Diputación.

El rey marchará mañana a la finca «El Castañar», de Toledo, propiedad del conde de Tinat.



Firma (Diario de Burgos, Martes 10 de marzo de 1925) 

S. M. el Rey ha firmado los siguientes decretos:

Fomento.

Nombrando director del Instituto Geológico a D. Domingo Orueta.



Don Domingo Orueta doctor "Honoris Causa" (La Independencia, Domingo 9 de agosto de 1925) 

Ha sido nombrado "doctor honoris causa" de la universidad de Jena el ingeniero Don Domingo Orueta.



HONRANDO A UN SABIO ESPAÑOL (El Cantábrico, Domingo 1 de noviembre de 1925) 

Madrid.—El director del Instituto Geológico, don Domingo Orueta, ha sido nombrado doctor “honoris causa“ de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Viena.

El diploma en que consta el honroso nombramiento, que tanto enaltece a la ciencia española, por la distinción especial que se hace al sabio geólogo, se ha recibido por mediación del embajador de Alemania en España, quien hizo entrega de él, con toda solemnidad, esta tarde al señor Orueta en el Instituto Geológico. 



Fallecimiento (La correspondencia de Valencia, Viernes 15 de enero de 1926) 

Esta madrugada ha fallecido el inspector del cuerpo de Ingenieros de Minas, director del Instituto Geológico, don Domingo Orueta Duarte. Esta mañana ha sido conducido el cadáver al cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, constituyendo el acto una imponente manifestación de duelo.



Ecos palatinos (El defensor de Córdoba, Sábado 16 de enero de 1926) 

La Reina ha sido hoy visitada por los marqueses de Cavalcanti, y por la Condesa de Mochales, la Duquesa de Mandas, los Marqueses de Hoyos, los condes de Prado Ameno, los Marqueses de Villabrágima, los condes de Suchil y el Duque de la Seo de Urgel.

El general don Felipe Navarro en representación del Rey ha presidido hoy los funerales en sufragio del alma de don Domingo Orueta, inspector del cuerpo de minas, fallecido ayer.



LA NOTICIA EN GIJON (Región, Martes 27 de julio de 1926) 

Se tuvo noticia en Gijón, en la noche del domingo, de un suceso verdaderamente sensacional y sensible ocurrido en el término municipal de Villaviciosa. De él fueron víctimas tres gijoneses y esto hizo que la noticia triste causara muy dolorosísima impresión. 

Son los fenecidos don Manuel Orueta, de treinta y cinco años, ingeniero de la Casa Orueta, propietaria de la fábrica de vagones existente el barrio de El Llano, familia que goza de gran prestigio entre nosotros y de generales simpatías. 

Don Manuel Orueta era hijo del ingeniero de fama nacional don Domingo Orueta, recientemente fallecido. Los otros dos se llaman don Lorenzo Martínez Pablos, de cuarenta y cuatro años, encargado. de los almacenes de dicha. fábrica y su hijo Luis, de diez y ocho años.

Aunque el hecho. ocurrió lejos de Gijón, nos hemos podido enterar de algunos detalles, qué seguidamente pasamos á dar a conocer a nuestros lectores. 

DE PESCA. 

En la mañana del domingo salieron de nuestra villa, haciendo el viaje en automóvil, don Manuel Orueta, don Lorenzo Martínez, su hijo Luis, Eugenio Herrera, hijo del maestro de talleres de la mencionada fábrica y el conductor del vehículo; el obrero Luis García y dos hijos pequeños del señor Orueta. Iban con intención de dedicarse a la pesca en la llamada “Punta del Olivo”. Es este un acantilado muy  bravo existente en la parroquia de Oles, del término municipal de Villaviciosa. 

Una vez en dicho lugar, tomaron posiciones y se dedicaron a su entretenimiento favorito. El mar batía fuertemente aquellos acantilados. Grandes olas venían a estrellarse contra la roca donde los pescadores se hallaban. 

LA PRIMERA VICTIMA

Serían las seis y media de la tarde. Una ola enorme batió el acantilado y entre sus espumas desapareció don Lorenzo Martínez, cuando las olas se retiraban. Al darse cuenta las otras personas presentes de lo que ocurría prorrumpieron en gritos de angustia. El señor Martínez se debatía desesperadamente contra el mar, pero sus esfuerzos resultaron inútiles. No lograba ponerse a salvo. 

Luis, el hijo de don Lorenzo, se encontraba, al ocurrir el accidente, en una hondonada cercana, pescando un pulpo. Al oír los gritos subió a la roca y se encontró con la tragedia. El hijo no se detuvo ni un momento y angustiado por la situación de su padre, al mar se lanzó para prestarle ayuda. 

AMOR FILIAL ,

Vano empeño el de Luís. Las aguas envolvieron pronto a los dos hombres que aparecían unas veces a flor del mar y se volvían a hundir. Los espectadores de esta tremenda tragedia daban muestras de la mayor desesperación, entregándose a todos los extremos del dolor.

El señor Orueta no pudo resistir más el tremendo cuadro. Dos vidas humanas corrían el mayor de los peligros y sus nobilísimos sentimientos le acuciaban a quitárselas a la muerte de entre sus garras.

SUBLIME CONCEPTO DEL DEBER

Con toda rapidez comenzó a despojarse de sus ropas para que no le embarazaran. Eugenio Herrera, comprendiendo loa propósitos del señor Orueta, pero dándose cuenta de que iba a una muerte cierta, le sujeto, tratando de impedirle que se lanzara al mar. Forcejeó el señor Orueta y después de quitarse la chaqueta y los pantalones, se lanzó en ayuda de don Lorenzo Martínez y de su hijo. A las súplicas de los que veían con horror lo que ocurría, contestó que su deber era aquél. 

Ahora eran ya tres las ciertas víctimas. Las olas se adueñaron de los tres cuerpos y ahora los lanzaban contra los acantilados, ahora volvían a arrastrarlos hundiéndolos en el abismo. 

Escena terrible. El chofer y el obrero lloraban. Los niños hijos del señor Orueta, clamaban desesperadamente por su padre. Y los tres infortunados luchaban con esfuerzo inaudito, pero inútilmente; por poner á salvo sus vidas.

Eugenio Herrera y Luis García, quisieron prestar ayuda a las víctimas y para ello no encontraron cosa mejor que intentar alargarles las cañas de pescar para que se asieran a ellas. Eso procuraron varias veces, pero Sus intentos fueron inútiles. Entonces, ya agotados todos los recursos, Herrera decidió demandar auxilio y para ello salió velozmente del lugar de la ocurrencia.

INÚTIL AUXILIO

Hemos dicho ya que la punta del Olivo está en un acantilado dificilisimo. Para llegar a la carretera hay
que trepar más de un kilómetro por empinada cuesta, donde un traspiés sería fatal. Eugenio Herrera llegó al lugar poblado. Contó lo ocurrido y demandó la ayuda de unos paisanos. Mientras ocurría esto, García quedaba en el lugar del suceso. Todos aquellos bajaron rápidamente al trágico lugar. Mas ya era demasiado tarde. Aún vieron cómo el hijo del señor Martínez luchaba con el terrible elemento. Aún asistieron a sus últimos momentos y vieron, consternados, cómo al hundirse definitivaménte les hacía señales con una mano, que querían ser un adios.


VARIAS NOTAS 

Los hijos del Sr. Orueta se trasladaron a la Venta de las Ranas y desde allí fueron traídos a Gijón, en un
automóvil. Ellos fuero los portadores de la triste noticia. 

El Juzgado de Marina de Villaviciosa, recibió comunicación de lo ocurrido y se constituyó en el lugar de los hechos, para instruir las diligencias del caso. 

Tan pronto como se tuvo noticia en Gijón de la tragedia, salieron para Villaviciosa algunos íntimos del señor Orueta, entre ellos su primo y ex diputado a Cortes don Francisco Orueta, don Eduardo Menchaca y don Mariano Merediz. 

A la hora en que envío esta información se sabe que continúan los trabajos para encontrar los cadáveres de las tres víctimas, trabajos que ya se habían comenzado por la mañana, interviniendo un buzo de Villaviciosa. Pero todo resulta infructuoso hasta el presente. 

NUESTRO PÉSAME

Ya hemos contado a nuestros lectores todo cuánto sabemos en relación con la verdadera tragedia desarrollada el domingo en el acantilado de Punta del Olivo. Ella es el comentario del día, comentario que es siempre de sincera demostración. Los protagonistas gozaban aquí de nombradía y de grandes amistades. El señor Orueta estaba rodeado de gran prestigio, desprendido del esclarecido nombre de su padre, de la importancia de los negocios que regentaba y de sus merecimientos propios.

Dos hogares, felices hasta ahora, pasan por el más duro trance. Ante el dolor de las viudas, de los huérfanos, nosotros nos inclinamos profundamente y lloramos con ellos la pérdida que no tiene reparación posible y que se hace más agobiante por ir envuelta en la tragedia.

GRADO 



DEL TRÁGICO SUCESO EN OLES (La Voz de Asturias, Jueves 29 de julio de 1926) 

La conducción de los restos de las víctimas, constituye dos grandes manifestaciones de duelo

LA APARICIÓN DEL CADAVER DE LORENZO MARTINEZ 

Como ayer adelantábamos, a las diez y media de la noche salió para Caravia la Alta el coche ambulancia de Paz y Caridad con objeto de recoger el cadáver de un hombre que las olas habían enviado a aquella playa y que con fundamento se suponía era el de Lorenzo Martínez, encargado de la fábrica de don Manuel Orueta. 

Antes de partir el camión, el comandante de Marina había facilitado una carta para la Ayudantía de Ribadesella, que era la competente para intervenir en el hallazgo, por si se trataba del cadáver del señor
Martínez y con objeto de que diera toda clase de facilidades para el transporte de los restos a Gijón.

El coche llegó a Caravia la Alta a las dos de la madrugada. El cadáver se encontraba todavía en la playa custodiado por fuerzas de Carabineros. Y a fin de identificarlo, salieron también a la misma hora de Gijón en automóvil particular Teodoro Martínez, obrero de confianza de la Sociedad, acompañado de otros operarios. Todos reconocieron en seguida al desgraciado Lorenzo, el cual no estaba desfigurado y tenía los ojos cerrados intactos y solo un poco despellejadas las manos a consecuencia de la acción del salitre. Una de las perneras de los pantalones la tenía suelta, sin duda a causa de los embates de las olas.

El cuerpo fue empujado sin duda por las olas, desde el lugar en que cayó al mar hasta la playa de Caravia, flotando entre dos aguas. En las últimas horas de la tarde del martes dos chiquillos que se encontraban apacentando ganado en un prado situado en la costa de la ensenada, vieron el cuerpo que las pequeñas olas traían y alejaban. Inmediatamente avisaron a un pescador que se encontraba en las
cercanías y resultó ser el enterrador de la citada parroquia. Inmediatamente se avisó a la Guardia civil y al ayudante de Ribadesella, acudiendo los carabineros de Caravia, que prestaron muy buenos servicios.

Cumplidos los trámites reglamentarios, en el camión de Paz y Caridad fue conducido el cadáver a Gijón, a donde llegó a las nueve de la mañana. 

— EN LA CAPILLA ARDIENTE DEL LLANO

Durante toda la noche del martes velaron los restos de las dos víctimas, en la capilla ardiente instalada en la fábrica del Llano, los obreros y familiares. Y desde las primeras horas de la mañana se dijeron Misas en sufragio de sus almas. Ante el féretro en que se hallaba depositado el cadáver de Lorenzo Martínez también se dijeron Misas “corpore insepulto”. 

ENTIERRO DE LOS DOS OBREROS 

A las diez de la mañana fueron sacados de la capilla ardiente los cadáveres de Lorenzo Martínez y su
hijo Luis, colocándolos en las carrozas fúnebres que habían de llevarlos al cementerio de Ceares, en
donde recibirían sepultura. Al acto asistió el clero parroquial de Roces con cruz alzada.

Presidieron el duelo don Jorge y don Domingo Orueta, hermanos del difunto; don José María Hueli, hermano político de ambos; don Francisco Orueta, exdiputado, y don Mariano Merediz y don Antonio
Robés.

El de familia lo formaron don Quintín Martínez y don Avelino Rendueles, sobrinos del finado. Por los compañeros del finado asistieron don Aurelio Amado y don Teodoro Martínez.

Al acto asistió numerosísimo público, rezándose varios responsos en el trayecto. Los duelos se despidieron en el Paseo de Begoña, pero fueron muchísimos los que acompañaron los cadáveres hasta el cementerio.

EL SEPELIO DE DON MANUEL ORUETA .

Para las tres de la tarde estaba anunciado el traslado de los restos del señor Orueta desde la casa del Llano a la estación del Norte para ser conducidos a Madrid. Desde mucho antes de la hora comenzaron a llegar en tranvías y automóviles numerosísimas personas; la muchedumbre invadía los alrededores de la fábrica, los pliegos se llenaron rápidamente de firmas y las bandejas de tarjetas.

A las tres en punto llegó la carroza fúnebre, procediéndose a sacar los restos de la capilla ardiente, operación que realizaron los obreros de la fábrica. Encima del féretro había colocado un crucifijo de plata y la Bula e iban desparramadas numerosas flores.

Colocado el arcón en la carroza, se puso en marcha la comitiva, precedida del clero de la parroquia de
Roces, con cruz alzada, Al acto asistió inmenso público.

Presidió el duelo el Gobernador civil de la provincia don Santiago Fuentes Pila, que llevaba a su derecha al coronel del regimiento de Tarragona, comandante militar de la plaza señor Martínez Mora, que representaba al Gobernador militar, y a la izquierda al ingeniero jefe de la Jefatura de Minas señor Aldecoa y delegado gubernativo señor Arroyo. 

El duelo de compañeros del finado don Julio Heredia Loring, don Saturnino Requejo, don Luis Beaumont, don Carlos Fernández Caleya y don Gerardo Berjano.

El de familia, lo formaban los hermanos del finado don Domingo y don Jorge; los hermanos politicos don José María Hueli y don Antonio Díaz Quiñones y el sochantre de la Catedral Basílica de Covadonga don Alejandro Nachón, don Alvaro y don Manuel Argüelles, don Francisco Orueta y atros.
sobrinos de la víctima.

En representación de los obreros iban formando un duelo don Laureano Morillón, que hace varios años fue alto empleado de la fábrica; don Aurelio Amado, empleado técnico; don Teodoro Martínez, don Quintín Martínez y don Avelino Rendueles.

Sobre el féretro, y en la carroza, iban coronas de la madre y hermanos, esposa e hijos, Asociación de 
ingenieros de Minas, Ateneo Obrero del Llano y una de flores naturales de los obreros. A ambos lados de la carroza marchaban ocho obreros dando escolta al cadáver. El acompañamiento constituyó una imponente manifestación de duelo, en la que figuraron representaciones de todas las clases sociales, formando nutridas comisiones, especialmente de los cotos mineros, en donde tenía numerosos compañeros el extinto señor. Contempló el paso de la comitiva numeroso público. En el recorrido se rezaron dos responsos. Al llegar el féretro a la puerta de la villa se retiró el clero de Roces, siendo recibido el cadáver por la asociación de San José, que le acompañó hasta la estación por las calles de Pedro Duro y San Esteban. Seguía a la comitiva una numerosa fila de automóviles.

Una vez en la estación, el féretro fue bajado de la carroza por varios compañeros del señor Orueta, que le condujeron al furgón. Era éste el K. F. H. V. 8.359 que estaba enganchado a la cabeza del tren. Acompañando al cadáver van algunos obreros de la fábrica, su hermano don Jorge, el hermano político señor Quiñones y el primo don Francisco Orueta.



UNA JIRA DESGRACIADA (La Voz de Menorca, Martes 3 de agosto de 1926) 

Un automóvil arrolla a una mujer y más tarde se ahogan tres de sus ocupantes

Gijón 26.

Se han recibido noticias de un trágico suceso ocurrido ayer cerca de Villaviciosa, y en el que han sido víctimas tres personas muy conocidas y apreciadas. Ayer salieron en automóvil de esta ciudad el ingeniero de la fábrica de Construcción de vagones de Barrio del Llano, don Manuel Orueta —sobrino del que fue diputado a Cortes por Gijón, don Francisco Orueta—, acompañado por dos niños, hijos suyos; del encargado de almacén de la citada fábrica, Lorenzo Martínez Pablo, y de un hijo de éste
llamado Luís. 

Los expedicionarios sé dirigieron a pescar a la desembocadura del río Tazones, que está junto a Villaviciosa. En el camino el automóvil arrolló a una mujer, dejándola gravemente herida; pero los
excursionistas siguieron su marcha, instalándose en el paraje a que querían ir. 

No se sabe si mientras pescaban o al retirarse ya, una ola arrastró hacia el mar al joven Luís Martínez y su padre se lanzó rápidamente en su auxilio. Viendo que no lo conseguía, sino que por el contrario los dos estaban en gran peligro, el ingeniero don Manuel Orueta se despojó rápidamente de sus ropas y se lanzó al río á socorrerlos. La fuerza de la corriente y la resaca del mar, pues el suceso ocurrió en la desembocadura del Tazones, neutralizó los esfuerzos de los tres hombres, arrastrándolos mar adentro. El chófer y los dos hijos del señor Orueta, que presenciaban desde el automóvil el terrible accidente, gritaban empavorecidos pidiendo auxilio. En los primeros momentos, viendo el chófer que el señor Orueta no podía luchar contra la corriente del río, quiso también arrojarse a auxiliarle; pero don Manuel Orueta le gritó: ¡Tú, no. ¡Tu, no! ¡Cuida delos niños!

Los infelices que hubieron de presenciar la trágica muerte de su padre sin poder prestarle ningún socorro, permanecieron largo rato mirando, angustiados, si volvían a la superficie los desgraciados, y al fin, convencidos ya de la consumación de su desgracia, regresaran a Gijón a dar noticia de lo ocurrido. La lucha que don Manuel Orueta sostuvo con las aguas, tratando de salvar al encargado de almacén y su hijo, fue espantosa. Hubo un momento en que pareció que los tres hombres habían conseguido ponerse a salvo y estaban próximos a ganar la orilla; pero, desgraciadamente, la corriente del río les arrastró pronto, con tal violencia, que desaparecieron, y ya no volvió a verse rastro de ellos.

Se han hecho trabajos, hasta ahora infructuosos, para encontrar los cadáveres. El doloroso suceso ha causado enorme impresión en esta ciudad, donde las víctimas eran muy conocidas y estimadas.

El señor Orueta tenía treinta y seis años. Estaba casado con doña América Díaz. Deja cinco hijos. Era hijo del ingeniero de Minas y académico de Ciencias don Domingo Orueta, recientemente fallecido.




Acta de la Junta general ordinaria de Sres. Accionistas, celebrada el día 28 de mayo de 1926.

Reunidos en el local de la Institución los Sres. Accionistas que al final del acta se expresan, bajo la presidencia del Sr. Pedregal, se leyó la lista de los señores socios presentes y representados, que sumaban ciento cuatro votos hábiles. — El señor Secretario dio lectura del acta de la sesión anterior, celebrada el día 29 de mayo de 1925, que fue aprobada.
...
El Sr. Presidente, en nombre de la Junta general de Sres. Accionistas, propuso que constara en acta el profundo sentimiento por la pérdida de los que fueron profesores de la Institución en sus primeros años, D. Fernando García Arenal y D. Domingo Orueta y Duarte.
...



Reunión de políticos (Diario de Burgos, Lunes 28 de agosto de 1927) 

Gijón.—Llegó en automóvil el señor Sánchez Guerra. Paseó por la población y luego visitó el Instituto. Invitado por el ex diputado a Cortes don Domingo Orueta asistió a una comida íntima, a la que concurrieron también don Melquiades Alvarez, el exministro de Hacienda señor Pedregal y otras personalidades. Los reunidos cambiaron impresiones. 



LOS LIBERALES DEMÓCRATAS (La Voz de Asturias, Jueves 26 de octubre de 1933) 

Desde las once de la mañana de ayer estuvo constituida la mesa en El Círculo del partido liberal demócrata para la elección de los candidatos que han de presentarse en la próxima contienda.

A la una se suspendió para seguir la votación de cinco a ocho de la noche. Era grande el entusiasmo que se advertía, especialmente en la Sección Femenina.

El resultado del escrutinio fue el siguiente:

Don Melquiades Álvarez 428 votos; don Ramón Alvarez Valdés, 425; don Pedro Miñor, 425; don Alfredo Martinez, 424; don Alfonso Muñóz de Diego 423; don Mariano Merediz, 418; don Manuel Pedregal (hijo), 415; don Fermín Landeta, 389; don Domingo Orueta, 373; don Juan Uria, 346; don Manuel Prada, 50; don Alfonso Sánchez del Rio, 43; don Antonio Oliveros, 41.

Esta votación pertenece a la Agrupación de Oviedo.

Para conocer el verdadero resultado de la candidatura que irá a la lucha, falta computar las demás votaciones obtenidas en el resto de los Centros de la provincia,















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