martes, 6 de julio de 2021

Sagasta en Asturias en 1892

El Liberal de Gijón, Órgano del Partido Liberal Dinástico, 25 de septiembre de 1892

Sagasta en Asturias.

EN VILLA.

Viernes 16 de Septiembre,

El almuerzo con que el Sr. Marqués de Camposagrado obsequió al Sr. Sagasta y varios amigos políticos y particulares, en su magnífica y pintoresca posesión de Villa, no desmintió en nada las antiguas costumbres de la casa, excediendo la realidad de los hechos a toda ponderación, ya por la poesía fantástica del sitio en que estaba la mesa, desde el cual se abarcaba el incomparable paisage del valle del Nalon hasta la Felguera, ya por el gusto delicado y estéticamente artístico que ostentaba en sus múltiples adornos, ya por la profusión y variedad de exquisitos manjares y excelentes aromáticos vinos, como asimismo por la delicada forma y generosa franqueza proverbiales en el anfitrión, con que fueron servidos e incomparablemente atendidos todos los comensales. 

Ocupaban las presidencias la muy respetable y virtuosa señora Marquesa de la Isabela, el Sr. Sagasta, el Marqués de Camposagrado y su encantadora y bellísima hija María, y los dos extremos los Sres, Conde de Guendulain, Marqués de la Real Defensa, Marqués de Santa Cristina y Mendez Vigo con sus distinguidas señoras, y el futuro heredero de la casa, siguiendo sentados en orden que no recordamos los senadores D. Severiano Arias, Leon y Llerena, el ex-senador Domínguez Gil, los Diputados a Cortes Villanueva y Cruz, los ex diputados Don Ventura Olavarrieta y D. Dionisio Cuesta Olay, a quien tanto distingue esta familia como leal amigo y médico de ella, el ex-gobernador de Cáceres Sr. Uria, D. Antonio M.ª Dorado, Alcalde de Langreo; el Juez municipal del mismo concejo D. Juan Muñoz y Quirós, hijo del Excelentísimo Sr. Duque de Carancon; el canónigo D. Hermógenes de la Campa, Sr. Cura de Riaño, el capellán de la casa D. Bernardino Arenas, Sr. Valle, médico de Sama; D. Luís Cachero y algunos más cuyos nombres no tenemos presentes.

Durante el banquete hubo animada y festiva conversación de carácter puramente amistoso y familiar, sin que para nada se tocara la política. 

El Sr. Sagasta manifestó que hacía mucho tiempo no había disfrutado tanto como en aquel sitio de incomparable belleza que nada tiene que envidiar a las regiones más ensalzadas de Suiza, en el cual respiraba el aire puro de la montaña, embalsamado por los aromas de las plantas balsámicas de esta zona templada, benigna y salutífera. Después de haber subido a la higiénica fuente de la Llamiella, situada entre un grupo de árboles gigantescos que constituyen una especie de templo Druida y de recorrer la posesión admirándola en sus detalles, regresó la comitiva a esta ciudad, con el recuerdo imperecedero del festín de Villa.

EN MIERES.

El sábado 17, a las once de la mañana y acompañado de los Sres. Celleruelo, Villanueva, Cruz, Leon y Llerena, Dominguez Gil, Olavarrieta, Ramirez de la Sala, Serrano, Suarez Infiesta y Macho, y de los representantes de la prensa periódica Sres. Soldevilla, de “El Imparcial“; Jubes, de “La Iberia“; Colubi, de “La Libertad“; Vigil, de “El Correo de Asturias,“ y Laruelo (D. José), de “El Carbayon,“ salió el Sr. Sagasta para Mieres en un tren especial,

EN ABLAÑA.

En esta estación recibieron al Sr. Sagasta el Excmo. Sr. D. Ernesto Guilhou, propietario de la Fábrica de Mieres; D. Jerónimo Ibran, Director; D. Buenaventura Junquera, Sub-Director; los Ingenieros señores Aranza, Escobedo y Commansc; D. Miguel Alvarez Buylla, D. Inocencio Fernandez, Sampil (D. Sergio), D. Manuel Gutierrez y otros varios particulares y operarios y contramaestres de la Fábrica. 

La banda de música de Mieres, tocaba airoso paso-doble dirigida por D. Genaro Palacios; en diferentes puntos se disparaban numerosos barrenos que con sus fuertes detonaciones simulaban salvas de artillería. 

EN LA FABRICA. 

A la entrada de la gran Fábrica de Mieres se levantaba un hermoso arco formado con diferentes piezas de hierro de las que se producen en tan renombrado centro fabril, flanqueado por caprichosos trofeos de raíles, viguetas y herramientas. 

El arco y su parte decorativa, fue ideado por el Sr. Junquera, dirigiendo la construcción el joven Capataz de Minas, hornos y máquinas D. Eduardo Medley, ayudado por los Sres. D. Dario Gonzalez y D. Ramón Rozas, quienes en el término de ocho horas realizaron esta construcción que por su buen gusto y originalidad llamó la atención del Sr. Sagasta y personas que le acompañaban. 

Visitó el Sr. Sagasta los talleres de montaje de puentes; los de ajuste, fundición y carpintería, y los de pudlar y afino, terminando la visita por presenciar la colada del gran alto horno. 

El gasto diario de carbón de la gran Fábrica de Mieres, asciende a 200 toneladas. 

Las minas propiedad del Establecimiento producen actualmente 400 toneladas diarias y el Sr. Ibran tiene la seguridad que para el año próximo se llegará a las 1.000 toneladas por día. 

El Personal empleado en las diversas dependencias de la Sociedad Fábrica de Mieres es el siguiente: 

D. Ernesto Guilhou, Presidente. 

D. Jerónimo Ibrán, Ingeniero jefe de segunda clase del cuerpo de minas, Director. 

D. Buenaventura Junquera, Ex-Teniente del cuerpo de artillería, Sub-Director e Ingeniero encargado de las construcciones. 

D. Alfredo Santo, Ingeniero encargado de la fabricación de hierro. 

D. César Santos, Ingeniero encargado de la explotación de minas.

D. Luis Commean, Ingeniero encargado de los talleres. 

D. Celso Escobedo, Ingeniero encargado de los montajes de puentes. 

D. Alejandro Van-Straalen, Director de la fábrica y minas de la Soterraña,

D. José Marcorelles, Ingeniero de minas del grupo de Santo Firme.

D. Marcelino G. Pola, Auxiliar del cuerpo de minas, encargado del grupo de Langreo.

D. Juan Cocañin, Jefe de explotación del mismo grupo.

D. Alejandro Nespral, Jefe de contabilidad de la Administración Central.

D. Santiago Commeax, Contramaestre general.

D. Antonio Cloux, primer Contramaestre de los talleres de laminación.

D. Fernando Bericua, Contramaestre del taller de puentes.

D. Eusebio Pafan, Maestro del horno alto.

EL BANQUETE.

- El Sr. Sagasta y demás expedicionarios, fueron inmediatamente a saludar a la distinguida Sra. de Guilhou y a su bella hija Jacqueline, que recibieron a todos con la amabilidad y distinción exquisitas que son proverbiales en aquella casa.

Próximamente a la una se sirvió un espléndido almuerzo. Ocupaba uno de los centros la Sra. de Guilhou, teniendo a la derecha al Sr. Sagasta y al Sr. Celleruelo, y a la izquierda a los Sres. León y Llerena y Alcalde de Mieres.

El otro centro estaba ocupado por don Ernesto Guilhou. A su derecha se sentaban los Sres. Dominguez Gil y Cruz, y a su izquierda los Sres. Villanueva y Fernandez (D. Inocencio).

En las cabeceras se sentaron la bella señorita Jacqueline Guilhou y D. Jerónimo Ibrán. En los demás puestos de la mesa estaban los Sres. Alvarez Buylla (D. Miguel), Ramirez de la Sala, Olavarrieta, Infiesta, Junquera, Pidal (D. Pedro), Soldevilla, Jubes, Vigil, Serrano, Laruelo, Colubi y Macho. 

El café se tomó en el jardín; aprovechando aquella ocasión el Sr. Junquera para hacer un grupo fotográfico de todos los expedicionarios. 

LA MINA MARIANA. 

Invitados por el Sr. Guilhou, dieron un paseo todos los comensales en el ferro-carril minero de la Fábrica, hasta el plano inclinado de la mina Mariana, presenciando la bajada de los wagones cargados de carbón, y admirando el hermoso paisaje de la vega de Mieres. 

En el tren iba la banda de música ejecutando alegres piezas en el punto donde se detuvo el tren, el Sr. Sagasta fue muy vitoreado, lo mismo que en el trayecto recorrido. 

EN UJO.

El tren regresó al puente de la entrada de la Fábrica de Mieres, y en Ablaña se tomó el expreso para visitar las instalaciones que el Sr. Marqués de Comillas tiene en Ujo. 

Al llegar a este punto los expedicionarios, el Sub-Director Sr. Montaves, a quien sorprendió la visita de los expedicionarios, saludó al Sr. Sagasta, manifestándole su sentimiento por no haber tenido con anticipación conocimiento de la visita.

Después, y en el ferro-carril minero, fueron todos a Sovilla donde visitaron rápidamente todas las instalaciones, que son magníficas, llamando la atención de los inteligentes la destinada a la clasificación y lavado de carbones, que es de lo mejor que se conoce.

La Srta. Parent hizo un grupo fotográfico de los expedicionarios al llegar el tren a Ujo. 

EL REGRESO. 

En el tren especial se hizo el regreso, despidiéndose los expedicionarios en Ablaña de los Sres. de Guilhou, que tan atentos y obsequiosos estuvieron con todos.

Seguramente que la expedición del sábado fue de las que más agradaron al Sr. Sagasta, quien estuvo todo el día sumamente expansivo y alegre.

El Sr. Sagasta y las personas que le acompañaban, llegaron a Oviedo a las siete y media de la noche.


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