jueves, 21 de julio de 2022

Cooperativa Eléctrica de León

Esta empresa producía y distribuía electricidad en la capital leonesa a principios del siglo XX. 

Compañía Cooperativa Eléctrica DE LEÓN (Mensajero leonés, 27 de marzo de 1905)

Para comodidad de los señores accionistas que hayan de concurrir a la Junta general que esta Sociedad celebra el 30 del actual, se les previene que pueden depositar sus acciones en el despacho de Loterías de D. Antonio López, en donde se les entregará el correspondiente resguardo. —El Director gerente, Elías González Carreño.

El 27 de noviembre de 1905 salieron a pública subasta todos los bienes embargados de la Sociedad Mercantil anónima denominada Cooperativa Eléctrica de León, entre los que se encontraban: Una caldera de vapor, de ciento sesenta caballos de fuerza, procedente de la casa Steinmueller, en ocho mil quinientas pesetas. 

Dos motores que han de mover los alternadores de dos cilindros, procedentes de la casa Hendeley, en siete mil pesetas.

Dos alternadores de corriente trifónica de la Industria Eléctrica de Barcelona, en diez mil doscientas cincuenta pesetas. 

Un cuadro de distribución, con cuatro piedras de mármol, con la marca de la Industria Eléctrica de Barcelona, en ochocientas sesenta y seis pesetas. 

Una casa o edificio, compuesto de planta baja y piso principal, que linda al Norte, con la presa de San Isidro; Mediodía, con la misma presa y finca de D. Lorenzo Mallo; Oriente, camino vecinal; Poniente, desagüe de la finca y terreno de D. Eduardo Ramos. Este edificio, con inclusión del salto de agua, cauce y demás accesorios qua constituyen la fábrica o molino que fue anteriormente, y además con el terreno que coge la caldera, chimenea y horno recientemente construido, es de una extensión superficial de cuatrocientos tres metros cuadrados; el desnivel o salto de agua perteneciente al mismo, es de un metro ochenta centímetros; la longitud, total del cauce es de ciento cincuenta y cinco metros, y el desagüe y los banzos es de ochenta y dos metros; tasado todo ello, con inclusión de la chimenea, en dieciséis mil pesetas. 

La Industria Eléctrica de Barcelona

La Industria Eléctrica de Barcelona fue fundada por el ingeniero catalán Lluis Muntadas i Rovira (1865-1911), miembro de una familia de empresarios que pudieron proporcionarle una sólida formación académica que completó en los primeros años de la década de los noventa del siglo XIX, trabajando en los talleres de L'Industrie Electrique de Ginebra (Suiza), sociedad que en 1918 sería rebautizada con el nombre de Société Anonyme des Ateliers de Sécheron. En aquellos años, la firma suiza estaba dirigida por el reputado ingeniero René Thury, uno de los más destacados protagonistas de la época en el desarrollo de la electromecánica. 

Finalizada su formación técnica, Lluis Muntadas retornó a su Barcelona natal para fundar, en 1897, La Industria Eléctrica. El propio nombre de la compañía dejaba clara su relación con la firma suiza, de la que se convirtió en licenciatario. Con talleres en el barcelonés barrio del Eixample, desde sus instalaciones comenzó a fabricar motores y reguladores con destino a las nuevas redes de tranvías eléctricos del país, como es el caso de San Sebastián o Barcelona. Gracias a la reputación que pronto adquirieron sus productos, no es de extrañar que su empresa fuera la seleccionada para la construcción de los tranvías de Linares y del ferrocarril de La Loma, en estrecha competencia con las principales multinacionales del sector.

Continuación de la actividad

La subasta no debió llevarse a cabo, ya que la empresa Compañía Cooperativa Eléctrica de León siguió su actividad en 1906. 

—Se concede autorización a D. Elías González Carreño, director gerente de la Compañía Cooperativa eléctrica de León, para introducir modificaciones en el establecimiento de una red aérea. (Electrón, 10 de noviembre de 1906)

Rogelio Cañas García

En 1905 su presidente era Rogelio Cañas García, que como maestro de obras participó en la construcción del Convento de los P.P. Capuchinos, el colegio de los Agustinos en Valencia de don Juan, el convento de Santo Domingo de las M.M. Agustinas Recoletas y el Seminario Menor. También fue adjudicatario del primer servicio telefónico en la capital en 1893. También participó en la vida política, presentándose a las elecciones municipales de 1891 - 1893 en las listas carlistas. Fue concejal de 1894 a 1899. También formó parte de la Unión Patriótica de Primo de Rivera. 

Central eléctrica de Villasimpliz

El 7 de enero de 1924 a las ocho y media de la mañana llamaba la atención un grupo de automóviles en la plaza de Santo Domingo. Eran los encargados de conducir a los invitados (autoridades, prensa y accionistas) a la inauguración oficial de la nueva central eléctrica construida en Villasimpliz, realizada por Hidroeléctrica Legionense para suministrar a la cooperativa eléctrica de León. 

Bendijo las máquinas el prelado de la diócesis que pronunció una sentida oración. Después tuvo lugar un espléndido banquete en el que pronunció elocuentes brindis el presidente del Consejo de Administración, don Mariano Santos del Trigo

INAUGURACIÓN SOLEMNE

Bajo un sol primaveral se ponía en marcha, en la mañana del pasado día de Reyes, por la carretera de Asturias, o sea la de Adanero a Gijón, una caravana automovilista, en la que se dirigían a Villasimpliz, pueblo entre las cuencas mineras de Santa Lucía y Ciñera, las autoridades de León, con su excelentísimo prelado en primera fila, la Prensa local y los accionistas de la Hidroeléctrica Legionense, Sociedad - Anónima, que había invitado a los viajeros a la inauguración de su nueva central de Villasimpliz.

Con mucha animación y entusiasmo admiramos los hermosos panoramas de las estribaciones del Pajares, llegamos a La Pola de Gordón donde las colgaduras, los cohetes y un lindo arco con inscripción de saludo hacen patente la alegría del pueblo por el acontecimiento que en su término municipal se verifica. Únense a la Caravana, allí, otras distinguidas Personas.

Si grande fue el recibimiento en La Pola, La Vid, pueblo en que había de celebrarse la misa de inauguración por el digno deán de esta catedral, ilustrísimo señor don Raimundo Victorero, asturiano, miembro del Consejo de Administración de dicha Hidroeléctrica. La Vid, repetimos, echó la casa por la ventana. Las casas todas con vistosas colgaduras; los niños de la escuela, con su joven maestro don Inocencio Santos al frente, y la bandera nacional, las autoridades, el pueblo en masa entre estampidos de cohetes y volteo de campanas, nos patentizaron que las inscripciones de los bonitos arcos triunfales hallaban eco profundo, a la manera digna y seriota de estos pueblos leoneses, en los entusiasmados vecinos de La Vid.

Finada la devota misa, confundidos todos en abigarrada y enorme multitud, nos dirigimos aguas arriba del Bernesga, al tortuoso y escondido lugar de “Las goteras” donde, sencilla y alegre, asiéntase la casa de la central. En la sala de máquinas revístese el prelado los ornamentos pontificales y, subido en la pequeña tribuna que forma el albo y refulgente cuadro de distribución en uno de los testeros, dirige la palabra a la compacta concurrencia, haciendo ver la importancia del acto y la relación entre el Progreso de los pueblos y Dios, base de toda ciencia. 

Bendecida la central, el culto ingeniero director de la Hidroeléctrica, que lo es al mismo tiempo de la Cooperativa Electra Popular Leonesa, don Robustiano Gutiérrez, da orden de abrir la esclusa de una turbina. Pone ésta en marcha, y a los pocos minutos la luz producida fulge en los focos de la sala, es un momento de emoción intensa. El señor Gutiérrez explica minuciosamente al prelado y a los distinguidos invitados el funcionamiento de las máquinas. Winocio, el gran fotógrafo, reproduce un grupo de los asistentes. Toman éstos los “autos”, y carretera arriba, porque río y camino van juntitos, se dirigen a ver la presa y canal captadores del agua que da fuerza a la central. 

Al llegar a Villasimpliz repítense las escenas y cuadro de fiesta magna de los pueblos anteriores. Admiradas y elogiadas, pues son dignas de ello, las obras de presa y canal, tornamos a la central, donde es servido esmeradamente por el restaurante Novelty, de ésta, el suculento banquete con que nos obsequia la Hidroeléctrica. 

Al descorcharse el champán, el presidente del Consejo de Administración de dicha entidad, don Mariano Santos del Trigo, ofrece el banquete en sentidas frases que se aplauden. Son también aplaudidos el elocuente abogado don Publio Suárez Uriarte, al brindar por el esfuerzo de la Sociedad convirtiendo en fuente de riqueza las aguas dormidas, y el alcalde de León. Ambos abogan por la prosperidad de la Sociedad y de León, así cómo el joven abogado de La Pola de Gordón don Antonio Álvarez Robles, que entona un himno de regionalismo cristiano, de amor a la tierra que nos vio nacer, regionalismo que será paz y prosperidad. Alude a Covadonga, cuna de la Reconquista, símbolo de estos días de la reconquista espiritual de España. Es ovacionado el orador regionalista. Resume el prelado para dar gracias al Señor por todos sus beneficios y felicitar al Consejo de Administración.

Poco después emprendían el retorno los comensales, entre los que figuraban, entre otros; además de los citados, el representante del general gobernador, teniente coronel señor Martín; el coronel jefe del 10.º tercio; los diputados provinciales señores Cañón, representando al presidente de la Diputación, y Alonso (don G.); señores delegado de Hacienda, secretario de Cámara, presidente de la Cámara de Comercio y de las Juntas administrativas de La Vid y Villasimpliz, párrocos de estos dos últimos pueblos, alcalde de La Pola, ingeniero Fiel-Contraste, ingeniero inspector del Trabajo; don Julián Álvarez Miranda, médico de Pola, y distinguidos accionistas de la Sociedad, además de representantes de la Prensa de León, etc. 

Extremaron los obsequios, haciendo los honores, el presidente del Consejo de Administración señor Santos, los miembros de dicho Consejo don Agustín Fernández y don Miguel Eguiagaray, el ingeniero señor Gutiérrez y el catedrático de la Escuela de Comercio don Fernando Lacarra.

Satisfechos y orgullosos pueden estar los accionistas de la Hidroeléctrica de haber dotado a León de una nueva ejemplar industria y haber patentizado su amor al progreso, uniéndose para aportar su capital a una empresa que, por lo bien concebida y ejecutada, honra a sus autores, a la ingeniería y al suelo leonés. 

En efecto:

En junio de 1922 un grupo de capitalistas leoneses examinó y estudió los proyectos de la inaugurada central, que había de suministrar fluido a la Cooperativa Eléctrica Leonesa y a otras entidades fuera de la capital, que cada vez contaba con más abonados y simpatías. En quince días constituyóse la Sociedad, al darse cuenta de los magníficos planes del ingeniero señor Gutiérrez, cuya modestia corre pareja con su iniciativa y laboriosidad, grandes como el magno proyecto que cristaliza hoy en la central inaugurada.

Empezaron en julio los trabajos, encomendándose las obras hidráulicas al también competente ingeniero de Caminos de la Compañía de ferrocarriles del Norte don Augusto Marroquín de Tovalina, autor y concesionario del proyecto hidráulico.

Las obras las constituyen una presa de siete metros de altura, que forma un gran embalse del que pasa a un canal de 2.800 metros un raudal enorme de agua que, al llegar a la central, por enorme sifón de tres metros cúbicos por segundo de capacidad, produciendo un salto de 35 metros de altura. Tiene el canal siete túneles en la roca, con un largo total de 450 metros: el mayor es de 100 metros, y tres grandes desagües.

Acciona el agua dos turbinas suizas de la casa Escher Wyss, de 700 H. P. cada una, más un tercer grupo que podrá instalarse de 750 H. P. Por lo dicho se comprende el magnífico proyecto hecho realidad ya el 28 de diciembre de 1923. La corriente la generan dos alternadores de corriente alterna, a 3.000 voltios, que se convierten en 22.000. por medio de dos transformadores estáticos, tensión a que la transporta a la subcentral de la Cooperativa, en León, una línea de 42 kilómetros para ser distribuida a 3.000 voltios por la capital. Además, súrtese de esta energía la Sociedad Minero-Industrial, de La Robla. 

Las máquinas y aparatos eléctricos son nuevos, de la marca Asea. Colocados en la sala de máquinas, ante el enorme cuadro de distribución de mármol blanco, y el zócalo de policromos azulejos sevillanos bajo la luz de las sobriamente elegantes ventanas, más parece estarse en una instalación de un certamen comercial, que entre las agrestes imponentes rocas que rodean el lindo edificio.

Un sobrio buen gusto se ha hermanado deliciosamente con el esfuerzo robusto de una técnica inteligente, que prueba que la ingeniería española puede alcanzar lisonjeros éxitos. Réstanos sólo felicitar a quien tan dignamente la ha representado en este caso, el citado ingeniero electricista don Robustiano Gutiérrez de la Campa, hijo de Asturias, admirablemente acompañado en su iniciativa por el señor Marroquín de Tovalina, a quien también felicitamos. Y asimismo a la Hidroeléctrica que, al fomentar la industria leonesa, ha dado un alto y alentador ejemplo al capital leonés, tan apático entre fuentes de riqueza que están aun sin explotar.

Mariano MONTE

Destrucción de la central de Villasimpliz durante la Guerra Civil

Por la montaña liberada (Proa, 22 de septiembre de 1937)

Recorriendo Villamanín 

Cuando el coche nos deja a la entrada de Santa Lucía, donde amablemente nos han conducido unos naturales del pueblo que van a visitar lo que fue activa explotación carbonífera, ya lleva nuestra mente una visión de contrastes agudos de guerra y paz, de rojo y azul, de de mando soviético y de dominación españolista. 

Porque hemos observado Peredilla, Huergas, El Millar y Pola ¡Y que cambio tan enorme en ocho días que hace que cruzaba el periodista por estos pueblos, temibles, hoscos en su absoluta soledad, de tal forma, que los dos guerreros de España con quienes venía montaron sus fusiles en prevención de una emboscada. Hoy ya bajó gente, no toda ¡¡por desgracia!! de los montes; hoy circulan ya a pie por la carretera bastantes mujeres y algunos, pocos, hombres; hoy las trincheras enormes que cortaban el camino están rellenas por los activos soldados de Ingenieros. Entre los cuales vemos a este famoso "chato", Pepe Blanco Bardal, el insigne artista leonés de la guitarra, con huellas de mucho trabajo, pero satisfecho de darlo a España... Y en Santa Lucía, sobre tres o cuatro casas lucen los colores benditos de la enseña nacional. 

Hay una serie variada de contrastes, como en mi recuerdo de la inauguración hace no muchos años de esta central eléctrica de Villasímpliz,  la fábrica de la Hidro-Eléctrica Legionense la de la "Cooperativa" de la capital, hoy montón enorme de hierros torcidos pizarras rotas y aparatos eléctricos deshechos. Quizá cerca del medio millón de pérdidas. 

Yo recuerdo aquella inauguración "oficial" solemne, con el obispo legionense bendiciendo la bonita nave de máquinas las autoridades, las representaciones e invitados de "postín " y el banquete allí mismo ofrecido por aquel infatigable leonés don Mariano Santos del Trigo ¿Y ahora?... Sólo un montón horripilante de cosas deshechas y en la alcantarilla que vierte el agua del salto al río un cadáver descompuesto: el del maquinista de la central, que como el de la fábrica de harinas de los Sres. Crespo, en Pola, no quiso abandonar aquellas máquinas queridas, aquel hogar idolatrado y fue muerto como fiera acorralada... Cerca, a unos pasos, llora inconsolable la viuda del empleado fiel. ¿Cuántos hogares así?. , ¿Cuántos nidos deshechos?.. No lo sabemos, porque todavía no se ha hecho el recuento de tantas cosas destrozadas, tantas personas arrancadas de sus pueblos a viva fuerza, tantos cadáveres como habrá que contar al final de la reconquista del Norte, y tantos como habrán podido refugiarse por los montes en cuevas y recovecos, y que van bajando poco a poco, con hambre, con insomnios con ojeras de terror.

Ante la que fue casa de de Don Valentín Gutiérrez, en Villamanín, una mesa, una cruz pequeña colocada en la balaustrada y un par de cabos de vela componen el altar en que dice misa un joven capellán, alférez de Falange. ¡Qué emoción tierna y honda la de esta misa de campaña en un altar cuya alfombra son ladrillos calcinados! Por todas partes, huellas de furor destructivo por todas partes olor a quemado. Por todos lados montones de materiales de construcción deshechos...; Como contraste Ventosilla, tan inmediato, se halla casi intacto. En la escuela debía estar el Comité de Aprovisionamiento. 

Hemos cogido muchas cartillas de abastecimiento; hemos encontrado el libro de "justificantes de requisa". Y en una habitación, porque fisgamos todo, que se halla en desorden, los objetos del culto de cobre y metal blanco cual si quisieran aprovecharlos para fundirlos de nuevo, estaban preparados (al parecer) en dos cajones. Lo que más me ha chocado en una casa revuelta y destrozada, rotos los muebles, ha sido ver ¡en la tierra de las buenas vacas de leche! un bote de leche condensada, junto con otro de guisantes y algunos de otras conservas. ¡Que triste administración!.. 

En la correría por Ventosilla y Villamanín voy en compañía del director de "Diario de León", el sacerdote don Antonio G. de Lama, Máximo Sanz, que anda buscando asuntos para "charlas " y Juan José F. Gil, que va de propaganda patriótica. ¡Buena falta hace! 

Ha llegado la hora de comer y no encontramos nada... Pero aquí está en las avanzadillas de la carretera, en vigilancia de ésta, por si contraatacan los rojos de Busdongo una centuria de Falange de Castilla, de Burgos. Nos brindan los muchachos amablemente, con una simpatía imponderable, su comida: alubias blancas, riquísimas, y sabroso conejo con arroz, pan y vino. Comemos; en un plato; sobre un auto rojo destrozado, bajo la lluvia. Y a ochocientos metros según dicen, de los rojos, que cruzan de un lado a otro, corriendo, por las casas de Golpejar. 

A pesar de todo, yo les aseguro a ustedes que nos ha sabido, sobre todo a mí que soy el de más apetito, a gloria el "rancho" de los falangista s burgaleses. Conste en acta nuestro agradecimiento al "ranchero" Heliodoro Fernández, de la Bandera de Castilla. 

Por la "Comisión". Lamparilla 










1 comentario: