miércoles, 29 de marzo de 2023

Electrocombustibles

Los electrocombustibles, también conocidos como e-combustibles son combustibles sintéticos. Se fabrican a partir de dióxido de carbono obtenido principalmente de fuentes biológicas (en procesos de fermentación, digestión anaeróbica, gasificación o combustión) o de emisiones industriales y de hidrógeno obtenido de la electrólisis del agua utilizando electricidad de fuentes de energía renovable. Entre estos combustibles podemos encontrar butanol, biodiésel e hidrógeno, pero también otros alcoholes y gases como el metano y el butano.  

El proceso Fischer-Tropsch es un conjunto de reacciones químicas que permiten convertir una mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno, conocida como gas de síntesis, en hidrocarburos líquidos. Estas reacciones ocurren en presencia de catalizadores metálicos, a temperaturas de 150 a 300 °C y presiones de una a varias decenas de atmósferas. El proceso Fischer-Tropsch es una reacción valiosa tanto en la licuefacción del carbón como en los procesos para producir hidrocarburos líquidos a partir de gas.

El proceso original fue desarrollado por Franz Fischer y Hans Tropsch, trabajando en el Kaiser-Wilhelm-Institut for Chemistry en 1926. Esta experiencia permitió a Alemania producir gasolina sintética a partir de carbón en los años de la Segunda Guerra Mundial. Con otros fines, en los años 30, Arthur Imhausen desarrolló un proceso industrial para producir grasas comestibles a partir de estos aceites sintéticos. Se descubrió que la margarina hecha de aceites sintéticos era nutritiva y de sabor agradable, y se incorporó a las dietas aportando hasta 700 calorías por día. El proceso requería 60 kg de carbón por cada kg de mantequilla sintética. 

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