lunes, 13 de marzo de 2023

SMIC

SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corp) es el mayor fabricante chino de semiconductores. Su cuota en el mercado mundial oscila actualmente alrededor del 5%, lo que lo sitúa lejos del 17% que tienen Intel y Samsung, y mucho más aún del 54% que sostiene la gigantesca empresa taiwanesa TSMC. Aun así, pisa los talones a la estadounidense GlobalFoundries, que tiene una cuota aproximada del 7%. 


Estados Unidos colocó el pasado 7 de octubre de 2022 en su punto de mira toda la industria china de los semiconductores, y lo hizo con un propósito: impedir que este país asiático sea capaz de desarrollar chips de alta integración similares a los que producen actualmente TSMC, Samsung o Intel. SMIC es su punta de lanza, lo que ha colocado a esta empresa al frente de la lista negra de Estados Unidos.

En la práctica lo que persigue el Gobierno estadounidense es evitar que los equipos fotolitográficos que han sido desarrollados utilizando patentes bajo su control caigan en las manos de China. Los dos principales proveedores de máquinas de litografía avanzadas son ASML, radicada en los Países Bajos, y Tokyo Electron, empresa japonesa, pero ambas utilizan tecnologías estadounidenses y de otras nacionalidades. Sin ir más lejos las máquinas de litografía de ultravioleta extremo de ASML utilizan una fuente de luz estadounidense y ópticas de origen alemán.

Durante el último trimestre de 2022 la demanda global de circuitos integrados se ha reducido perceptiblemente, y 2023 no ha arrancado mejor para esta industria. Aun así, según TSMC los nubarrones empezarán a disiparse durante el segundo semestre de este año y poco a poco la demanda de chips volverá a crecer. Las expectativas a medio plazo de esta industria son positivas a pesar de que ahora mismo no está atravesando un buen momento, lo que ha provocado que las empresas que están poniendo a punto nuevas fábricas, como TSMC o Intel, estén reforzando sus inversiones.

Actualmente SMIC está enfrascada en la construcción de dos fábricas: la de Lingang, cuyo edificio principal ya está listo, y la de Xiqing, que acaba de empezar. Además, una de sus nuevas plantas de Shenzhen inició la fabricación de semiconductores a gran escala en diciembre de 2022, y la fábrica de Jingcheng, que también es nueva, está lista para arrancar con las pruebas de producción. Sin embargo, no va a poder hacerlo a corto plazo. El motivo es que esta última planta no ha recibido todos los equipos de litografía que necesita para funcionar con normalidad.

Las sanciones de Estados Unidos persiguen expresamente evitar la llegada de nuevas máquinas de fotolitografía a las fábricas chinas que producen chips de 14 nm o menos, circuitos integrados DRAM de 18 nm o menos, o bien chips NAND flash con 128 capas o más. La Administración estadounidense persigue impedir la producción en China de chips de alta integración.

La única opción de China dada la coyuntura actual no es otra que independizarse completamente de Estados Unidos y su círculo de influencia en el ámbito de la fabricación de chips. El problema es que desarrollar alternativas a las tecnologías con patente estadounidense no es algo que pueda hacerse con rapidez. Aun así, es muy probable que China ya lleve en ello mucho tiempo. Sea como sea estas sanciones también están penalizando de forma indirecta a las compañías estadounidenses en cuya cartera de clientes ocupan una posición preeminente algunas empresas chinas. 

En octubre de 2022 y debido a las restricciones americanas, las acciones de SMIC, el mayor fabricante de chips de China, perdieron un 4 por ciento en la bolsa de valores de Hong Kong. Los de Hua Hong Semiconductor el 9,4 por ciento, y los de Shanghai Fudan Microelectronics incluso el 20,2 por ciento.

Las restricciones estadounidenses también provocaron entonces una caída en el mercado de acciones en casa: el índice PHLX Sector de Semiconductores de la Bolsa de Valores de Filadelfia, que agrupa a las treinta mayores empresas estadounidenses de semiconductores, perdió más de un 6 por ciento el día del anuncio de las restricciones. 

En julio de 2022 SMIC, el principal fabricante chino de semiconductores, comenzó a vender chips fabricados con el proceso de producción de 7 nanómetros, una tecnología que no parecía estar a su alcance dadas las sanciones de EE.UU. para frenar su crecimiento tecnológico. De hecho, se pensaba que SMIC no podía ir más allá de los 14 nanómetros. 

Según informaba TechInsights, SMIC había producido un chip de 7 nanómetros llamado MinerVa7 diseñado por MinerVa Semiconductor y destinado a la minería de Bitcoin.  Parecer que era una versión del proceso de 7nm de TSMC. Los subsidios gubernamentales masivos, una campaña de adquisición de talento dentro de las filas de TSMC y el desarrollo de la experiencia local habrían permitido a SMIC superar las sanciones y avanzar en el mundo de la producción litográfica.


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