lunes, 17 de junio de 2024

Intervención aliada en Rusia en 1919

España, 9 de enero de 1919, n.º 196

CRÓNICA INTERNACIONAL 

LOS SOCIALISTAS FRANCESES Y CLEMENCEAU 

Los socialistas franceses no están conformes conque Clemenceau discrepe del «noble candor» de Wilson. En una declaración del grupo parlamentario, que Renaudel ha leído en la Cámara, protestan del discurso de Pichón, que más bien parece preparar una guerra futura que no organizar la paz, y del de Clemenceau, que parece prever para la Humanidad un eterno porvenir de guerras. 

Renaudel, piensa que Clemenceau no tiene en cuenta la obra de las democracias, que poco a poco se organizan y se relacionan con objeto de vivificar las instituciones destinadas a garantizar la paz internacional. Como consecuencia del discurso de Clemenceau los socialistas se han abstenido de votar los créditos solicitados por el Gobierno. 

LA CUENCA DEL SARRE 

La Comisión de negocios extranjeros del Parlamento francés se ha pronunciado, con dos votos en contra de los socialistas, por la anexión de la cuenca del Sarre, que fue incorporada a Alemania en 1815. Se trata de un territorio de unos 40 kilómetros cuadrados, de la orilla izquierda del Sarre, con ricas minas de carbón, que facilitarían la explotación industrial de los yacimientos de hierro de la Lorena colindante.  

LA ACCIÓN ALIADA EN RUSIA

MARCEL Cachin se congratuló de que el Gobierno francés hubiese abandonado la idea de la intervención en Rusia. El Ministro de Negocios Extranjeros Mr. Pichon, la misma noche en que pronunció su discurso programa de la paz, protestó contra tal afirmación.

Clemenceau ha hablado de un cordón sanitario para evitar la propagación del bolcheviquismo. Pero en realidad, la acción del Gobierno francés tal como la ha descrito Pichón es más amplia. En Moromansk y Arkangel 20 mil hombres al mando de un general inglés impiden a los bolcheviquis el acceso a la Rusia del Norte, y constituyen una base por si fuera necesaria alguna operación «contra un país que ha encarcelado y amenazado de muerte a muchos nacionales franceses».

En Siberia, al Este del lago Baikal, el general Janin manda tropas aliadas. En el Ural, opera el almirante ruso Koltschack. Otro ejército ruso de 100 mil hombres tiene por base a Ekaterinodar, y está en contacto con el ejército oriental. Tropas francesas han desembarcado en Odessa y los ingleses ocupan Batum. Otras fuerzas en el Sur de Rusia cierran el paso a los bolcheviquis hacia Ukrania, el Cáucaso y la Rusia oriental.

Sin embargo, Pichón ha declarado que si fuera precisa una intervención contra los bolcheviquis las fuerzas expedicionarias estarían constituidas por tropas rusas. Los aliados se limitarían a asegurar a estas fuerzas una superioridad en material de guerra, sobre los ejércitos bolcheviquis.

Según Pichón, los aliados no quieren decidir en las cuestiones de Gobierno interior de Rusia. Lo único que se proponen es ayudar al país para que salga de la anarquía. 

NO A RUSIA SINO A ALEMANIA 

MAURRAS en la Action Française explica la repugnancia de los elementos nacionalistas que representa, a intervenir en Rusia. Ninguna utilidad reportaría esta acción si subsiste un poderío político alemán, democrático o no. Todo lo que se haga para asistir, reorganizar y levantar a los rusos, será en último término a beneficio de Alemania. Los nacionalistas franceses, coinciden, una vez más, con las izquierdas radicales al oponerse a una intervención en Rusia. Los motivos son distintos. Anima a las izquierdas el respeto debido a la independencia de los pueblos. A los nacionalistas el inmoderado afán de desmembrar a Alemania. Piensan que los 400.000 hombres necesarios para la acción rusa harían mejor labor dentro del territorio alemán. 

LA SUERTE DE AUSTRIA

AUSTRIA no se incorporará a la futura República alemana. Pichón, invocando los derechos que concede la victoria, ha declarado que los aliados no tolerarían el incremento de fuerza que esto supondría para los alemanes. Es lo cierto que ya en Austria no se habla de incorporarse a Alemania. Recuérdese que este deseo se manifestó muy vivamente a poco de firmado el armisticio y de triunfar la revolución. Acaso el temor a sufrir el desorden reinante en Alemania haya sido el motivo. Pero en cambio el conde de Czernin, que se ha puesto al frente del partido radical burgués de Austria, cree ver la salvación del país en un concierto económico con los nuevos Estados eslavos. Es posible que la política austríaca se incline en lo futuro a la solución recogida por Czernin, pero no es este personaje, tan comprometido en la catástrofe austríaca, el hombre apropiado para tal empresa. 

PORVENIR DE LA ECONOMÍA ALEMANA

UNA asamblea constituyente del primer Congreso económico alemán se ha reunido estos días pasados en Berlín con asistencia de 600 delegados de las Cámaras de Comercio, de artesanos, de Sociedades económicas y de elementos patronales y obreros. 

El viejo político conservador Kardorff, bosquejó el programa del Congreso. Será ajeno a todo partido y tendrá por misión estudiar, encomendando los trabajos a los más competentes especialistas, las cuestiones económicas impuestas por la transformación de Alemania, y encauzará y dirigirá las actividades de las Corporaciones económicas ya existentes. 

El conocido economista Max Weber, profesor de Heidelberg, resumió en el siguiente párrafo de su discurso, la situación en que la derrota ha colocado a la economía alemana: 

«Política y económicamente dependemos del extranjero. Económicamente seguiremos dependiendo durante décadas de otros países. Necesitamos créditos extranjeros para nuestra alimentación y la reconstrucción de nuestro sistema económico. Un gobierno proletario no sería capaz de conseguir créditos del extranjero, y allí difícilmente será cuestión de establecer un sistema socialista, en una época en que es más necesario que nunca la actividad de los capitalistas. Si el presente caos económico continúa durante unos meses, no podrá nadie más vivir no sólo de los beneficios de la guerra, sino que también el capital invertido en las empresas se perderá en su mayor parte y nuestros industriales acabarán siendo empleados de los americanos.» 

El socialista Eduardo Bernstein, que asistía al Congreso se manifestó conforme con estas declaraciones y dijo que si bien era lamentable la exagerada demanda de salario, había de tenerse en cuenta que el problema del salario es un problema de precios y de crédito y cuando el valor de la moneda baja ha de subir el tipo de exigencias de salario. 

Los asistentes a la reunión convinieron en la necesidad de establecer para bien del país un Parlamento de la Economía alemana. 

LOS GOBIERNOS DE POLONIA 

EL pianista Paderewski, ha sido elegido, por los habitantes de la provincia de Posen, presidente de la República polaca. Esta designación no cambia en nada el problema del gobierno de Polonia. En Varsovia, después del Consejo de Regencia de los «activistas» instrumento de los manejos alemanes, y del efímero gobierno reaccionario que surgió con el armisticio, se constituyó, como ya se indicó en Crónicas pasadas, un gobierno socialista y democrático bajo la presidencia de Moraczewski, sostenido por el general Pilsudzki, luego proclamado presidente de la República. De este gobierno fueron excluidos los reaccionarios que no se avenían a entrar en él sin disponer de la mayoría. Ahora parece que se trata de ampliar este gobierno dando algunos puestos a elementos conservadores, para que tenga el carácter de concentración nacional. 

El gobierno de Moraczewski, no es reconocido por los polacos de Austria, ni por los de Alemania, que están integrados por elementos muy trabajados por el clero católico y que sienten un gran temor a la vista de la bandera roja. 

Los aliados ignoran el gobierno de Moraczewski-Pilsudzki, Pichón ha declarado que sólo reconoce los Comités nacionales polacos, que tienen sus representantes en París, Londres y Washington. Dmovski, el conocido reaccionario es el agente principal con quien en París se entienden los aliados. 

La prensa aliada de izquierda reprocha a sus gobiernos el no querer tratar con Pilsudzki, a causa del carácter democrático del gobierno. Se sabe que el gobierno francés pone además reparos a Pilsudzki, por haber éste tenido tratos con los alemanes aunque luego se haya desdicho de ellos y sido encarcelado por los mismos alemanes. Las recientes declaraciones de Pilsudzki a favor de los aliados y la expulsión del conde de Kessler, ministro alemán en Varsovia, son prenda de que el gobierno Moraczewski aspira a vencer esta repugnancia de los aliados. Sin embargo, los aliados consideran a las tropas polacas formadas en Francia, al mando del general Haller, como el mejor instrumento para constituir, a su arribo al país, una Polonia, ordenada, tranquila y amiga segura de sus libertadores. 

LAS ASPIRACIONES DE ARMENIA

NUBAR BAJÁ, presidente de la Delegación católica armenia y leader del pueblo armenio, ha resumido las aspiraciones de su nación en el futuro Congreso de la paz. Armenia sería un Estado independiente de Turquí», protegido y auxiliado hasta su constitución por alguna potencia aliada. Su frontera norte cortaría la península de Anatolia, e iría desde Mersina en el Mediterráneo hasta por debajo de Samsun en el Mar Negro. Al sur, otra línea que correría desde Alexandretta a las estribaciones del Ararat para doblar, bordeando el Cáucaso, hasta el Mar Negro por debajo de Batum, delimitaría el territorio armenio, que obstruiría per completo el paso de los turcos del Asia Menor a las regiones de Damasco y de Bagdad.

El núcleo de la población del Estado armenio la constituiría los 600.000 escapados de las matanzas turcas, especialmente las de Taalat, que hasta 1915 habían hecho 800 000 víctimas. Otros 600.000 armenios volverían de las prisiones y 2.000.000 vendrían de Rusia.  

PERSECUCIÓN DE EXTRANJEROS 

EN la Nueva Santa Alianza que se prepara contra Rusia, no podía España dejar de asumir un triste papel. No mandamos contra los bolcheviques «cien mil hijos de San Ildefonso», pero nos disponemos a expulsar todos los rusos refugiados en España. Con los alemanes hundidores de barcos españoles y asesinos de ciudadanos españoles, no hemos sido tan diligentes. Los reales atentados contra la vida de gentes humildes pesan en nuestros gobernantes menos que las problemáticas amenazas contra la propiedad. Las cárceles españolas están llenas de rusos que no han cometido otro delito que ser connacionales de Lenin y Trotsky y pertenecer a un país que algunos Estados quieren colocar fuera de la ley. También se ha hospedado en ellas, sin decirles por qué, contra todas las leyes españolas, a otros extranjeros que, durante la guerra, tal vez cometieron la vituperable acción de colaborar a la obra de los alemanes, sin que entonces se les dijera ni hiciera nada, y que ahora, al suponérseles sospechosos de bolcheviquismo, han sido sometidos a un encierro ilegal y, lo que es mucho peor, al tormento moral de temer que sean entregados a países donde tal vez les espera una pena de muerte por delitos políticos, lo cual sería un monstruoso crimen. Por todos estos abusos de autoridad contra gentes que no pueden pedir amparo a las leyes de sus países, ya sea porque no tengan gobierno reconocido, ya sea porque se han colocado fuera de esas leyes, protestamos, en nombre de nuestros códigos y de elementales principios de humanidad, con toda energía.

Revista España 

España fue una revista publicada en Madrid entre 1915 y 1924 de periodicidad semanal, fundada por José Ortega y Gasset. Fue dirigida sucesivamente, por Ortega y Gasset, Luis Araquistáin y Manuel Azaña. Durante la Primera Guerra Mundial se significó como una publicación aliadófila.










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