Ffyona Campbell
Ffyona Campbell nació en 1967 en Totnes, Devon. Debido a que su padre, Colin, era piloto de helicópteros en la marina real, con destinos que a veces duraban tan solo seis meses, ella y su hermana Shuna crecieron en constante movimiento. Shuna y Ffyona se mudaron de casa 24 veces y asistieron a 17 escuelas diferentes, desde conventos pukka hasta rigurosas escuelas secundarias escocesas.
Tras dejar la escuela y su hogar a los 16 años, consiguió el patrocinio necesario para caminar desde John o' Groats hasta Lands End. Caminando entre 32 y 40 kilómetros diarios, seis días a la semana, completó el trayecto en 49 días. Gracias al patrocinio del London Evening Standard, recaudó 25.000 libras esterlinas para el Royal Marsden Cancer Hospital.
A los 18 años, partió de Nueva York, cruzando Estados Unidos en dirección a Los Ángeles. La agenda de prensa, que coincidía con los eventos de relaciones públicas de los patrocinadores durante el viaje, era exigente y requería horas de entrevistas al final de cada larga jornada.
A los 21 años, recorrió Australia a pie, con una media de 80 kilómetros al día, durante 5.100 kilómetros desde Sídney hasta Perth en 95 días. Sufrió quemaduras solares graves, deshidratación y ampollas intensas en los pies. Escribió sobre este viaje un libro titulado Pies de Barro.
El 2 de abril de 1991, salió de Ciudad del Cabo y caminó a lo largo de África cubriendo más de 16.000 km antes de llegar a Tánger dos años después, el 1 de septiembre de 1993. Se le había unido su ex novio, el experto en supervivencia británico Ray Mears, durante cinco meses en el viaje a través de Zaire después de que un levantamiento la obligara a ella y a su equipo a abandonar el vehículo de apoyo y ser evacuados por la Legión Extranjera Francesa junto con todos los demás expatriados. Pudo regresar a África central pocas semanas después de la evacuación y continuó caminando desde el lugar en que había abandonado. Durante el tramo a través del Sahara, caminó 4.000 kilómetros adicionales alrededor de una zona en guerra. Llegó a Tánger y fue recibida por los medios internacionales. La caminata proporcionó visibilidad a la organización Survival International, una organización que ayuda a proteger las vidas de las personas tribales amenazadas. Escribió sobre este viaje el libro On Foot through Africa.
En abril de 1994, partió de Algeciras y recorrió Europa a pie por la Vía de la Plata, pasando por España y Francia, hasta llegar a Gran Bretaña en Dover. Completó los últimos 1.300 km caminando desde Dover de regreso a John O' Groats, acompañada por jóvenes del Raleigh International que vinieron a descubrir cuanto podían caminar si realmente se lo proponían. Llegó a John O' Groats, el fin del viaje alrededor del mundo, el 14 de octubre de 1994. La seguían un equipo de filmación de la BBC y la presentadora Janet Street-Porter. En ese momento, Campbell fue aclamada como la primera mujer en dar la vuelta al mundo a pie.
Su hermana, Shuna Campbell se parece a Ffyona, pero con el pelo más oscuro y en una versión más vulnerable. Es extrovertida, trabaja en la industria discográfica cuando no está ayudando a organizar los eventos de Ffyona, y parece disfrutar, en lugar de resentirse, de la fama de su hermana. «Solo una vez le dije a un hombre en una fiesta que si solo quería hablar de Ffyona que se largara».
Angela Maxwell
Buscando una conexión más profunda con el mundo, Angela Maxwell emprendió un viaje en solitario. Después de seis años y 32.000 kilómetros volvió de nuevo a casa.
Mientras se preparaba para su largo viaje, Maxwell descubrió una larga lista de mujeres exploradoras que le animaron a proseguir. Se enamoró de las narraciones y el estilo de viaje lento de Robyn Davidson, quien recorrió Australia a lomos de camello. Aprendió sobre los maratonianos viajes de Ffyona Campbell; y leyó algo sobre Rosie Swale-Pope, quien viajó de Europa a Nepal haciendo autostop, dio la vuelta al mundo en barco, cruzó Chile a caballo y, a los 59 años, comenzó a correr alrededor del mundo.
"Leí sus libros con la esperanza de encontrar aliento, y lo encontré, al conocer sus desafíos y luchas, así como sus triunfos. La historia de cada mujer era muy diferente y me dio la confianza para intentar mi camino".
Una vez que decidió partir, Maxwell vendió todas sus pertenencias y organizó el equipo necesario. Llenó una carreta con 50 kg de equipo de campamento, comida deshidratada, un filtro de agua de grado militar y ropa para cuatro estaciones. Maxwell dejó su ciudad natal, Bend, Oregón, el 2 de mayo de 2014 y se embarcó en una aventura tan grandiosa que probablemente era mejor que no supiera exactamente qué le esperaba en el camino.
Algunas medias verdades
El relato de algunos de estos viajes a veces ha ocultado importantes detalles para no mostrar sombra alguna sobre las hazañas de quien los llevaba a cabo. Es el caso de un episodio ocurrido en el Medio Oeste, protagonizado por Ffyona Campbell, quien años después admitió haber mentido. A lo largo de un tramo de 1.600 kilómetros, entre Indianápolis y Fort Sumner, Nuevo México, había hecho trampa, aceptando ocasionalmente viajar en el camión de apoyo de su acompañante.
"No deberían recordarme como la primera mujer en dar la vuelta al mundo caminando, ya que hice trampa. Rompí la regla no escrita del Libro Guinness de los Récords", declaró en su momento a Independent Television News.
La corredora de maratones Rosie Ruiz cogió el metro durante buena parte de la Maratón de Nueva York de 1979 (en la que quedó primera) y también hizo trampa en la Maratón de Boston de 1980. Grandes atletas como el velocista canadiense Ben Johnson han perdoido medallas de oro olímpicas, y sus carreras, al no declarar su uso de esteroides.
Un héroe estadounidense, Richard Byrd, fue sospechoso durante mucho tiempo de haber falsificado su vuelo pionero al Polo Norte en 1926, en gran parte porque no arrojó las banderas estadounidenses que tenía a bordo de su avión. Investigaciones de archivo recientes han confirmado en su mayor parte esas sospechas; los investigadores han concluido que Byrd estaba muy lejos del Polo cuando descubrió una fuga de combustible y regresó. De manera similar, el descubrimiento por tierra del Polo Norte es fuente de una eterna controversia entre las personas que nunca han puesto un pie en una banquisa. Un nuevo libro del académico Robert Bryce, Cook & Peary: The Polar Controversy, Resolved, tiene apenas 1.133 páginas y concluye que tanto Frederick Cook como Robert Peary mintieron sobre su llegada al Polo no solo para aumentar su fama, sino también para satisfacer a una nación necesitada de esos logros.
La escocesa Ffyona Campbell recorre andando el continente desde Ciudad del Cabo hasta Tánger
Ha recorrido 26.400 kilómetros en siete años, pero Ffyona Campbell, la más famosa trotamundos del globo, no ha cumplido todavía con su objetivo. Campbell, de 26 años, quiere ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo caminando. Ayer, a punto de regresar a su tierra natal, Inglaterra, después de finalizar la travesía por tierras africanas, que la ha llevado desde Ciudad del Cabo a Tánger sobre las plantas de sus pies, esta gran aventurera habló sobre sus planes más inmediatos: la redacción de un libro sobre su última experiencia y la preparación de su próxima excursión, esta vez, caminando por Europa.No le faltará material a Campbell para rellenar páginas y páginas. Minutos después de bañarse en una playa de Tánger, donde concluyó el miércoles su travesía por África, la joven aventurera relató fragmentos de su odisea: "Mis piernas han sufrido, he llorado durante el recorrido, pero lo he conseguido", señaló jubilosa.
En Tánger, esperaban a la joven protagonista su hermana Shuna y el novio de Ffyona, el neozelandés Tom Metcalfé, a quien conoció durante su viaje. Metcalfe formaba parte del equipo de apoyo, integrado por 11 vehículos todo terreno, que viajaban a cierta distancia de ella. Y, ayer, en Devon (Inglaterra), los padres de la primera mujer en caminar distancias insólitas celebraban ya su inmediata llegada.
Campbell comenzó su histórica marcha en Ciudad del Cabo, en marzo de 1991. Tenía experiencia en las excursiones a pie desde que recorrió Inglaterra apenas cumplidos los 16 años. Posteriormente, conoció Estados Unidos en una caminata desde Nueva York a Los Ángeles. Y, en 1988, batió el récord en Australia al andar más de 5.000 kilómetros en 95 días.
"África ha sido más duro emocionalmente", dijo Campbell. Y continuó: "Los occidentales deberíamos mirar a África con envidia. Hay tantas cosas que no tenemos en el oeste...". Pero no todo fueron alegrías en su recorrido. En Zaire, la joven aventurera tuvo que ser rescatada de los disturbios políticos por soldados de la Legión Francesa. Más adelante, tuvo que cambiar su ruta debido a nuevos conflictos en el Sáhara. Y, en numerosos puntos de un viaje que ha consumido dos años y medio de su vida, Campbell soportó golpes, robos y malos tratos.
Pero, según asegura, los peores recuerdos los tiene de Marruecos. Pocos días antes de finalizar su objetivo africano, Campbell luchó contra un hombre que intentó violarla mientras dos compañeros miraban y reían. "Me habían atacado antes" confesó, "pero en el resto de África nunca fueron ataques sexuales; me asaltaron por dinero o a consecuencia de su propia frustración o miedo. El ataque sexual fue diferente".
"No echaré Marruecos en falta", contó a los medios de información, minutos antes de abrazar a sus familiares y amigos íntimos. "Ha sido la experiencia más humillante de mi vida".
Cientos de felicitaciones, incluido un mensaje del primer ministro británico, John Major, esperaban ayer a Campbell. Porque, como ella misma insistió, lo importante es que ha conseguido realizar su sueño. "Ha merecido la pena", aseguró en Tánger.

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