El cohete Falcon 9, desarrollado por la empresa SpaceX, con el apoyo económico y logístico de la NASA, fue lanzado el pasado viernes 4 de junio con éxito desde Cabo Cañaveral a las 18:48 GMT. Como carga útil llevaba un modelo de cápsula, que en el futuro podría llevar astronautas hacia la ISS. El cohete despegó 10 minutos antes de que se cerrase la ventana disponible para su lanzamiento y después de que en tres ocasiones los controladores tuvieran que detener la cuenta atrás.
Está previsto que el Falcon 9 y el Taurus II, de Orbital Sciences, sean los cargueros de la ISS cuando estén listos, varios años después de que los transbordadores espaciales dejen de volar. Mientras tanto, se utilizarán naves rusas. Obama decidió cancelar el programa equivalente que estaba desarrollando la NASA, el Constellation, que había de desarrollar los lanzadores Ares.
Cuerpo de 9 motores Merlín 1C del cohete Falcon-2.Las imágenes aparecidas en la web de SpaceX muestran como a los pocos segundos de su despegue el cohete se separó de la primera etapa, con lo que se activaron los motores de la segunda etapa, tal y como estaba previsto. A los 9 minutos de su lanzamiento, el control de la misión anunció con satisfacción que había alcanzado la órbita, situada a 250 kilómetros de altura.
Antes del lanzamiento, SpaceX había informado de que sería un gran día si se alcanzaba la velocidad de órbita, e incluso si solamente la primera etapa funcionaba de forma correcta. En el lanzamiento del viernes el Falcon 9 llevaba a bordo un modelo de la cápsula Dragon que en su día podrá transportar astronautas o carga a la Estación Espacial Internacional. El presidente estadounidense, Barack Obama, que en abril visitó Cabo Cañaveral y pudo observar el estado en el que se encontraba el proyecto del Falcon 9, pretende que el sector privado se encargue a medio plazo del envío de astronautas a la ISS.
Los vuelos inaugurales de los cohetes siempre han estado plagados de problemas. Alrededor de dos tercios de los nuevos modelos de cohetes introducidos en los últimos 20 años fracasaron en su primer intento.
Robyn Ringuette, director de vuelo, informó de que el módulo de la cápsula Dragon no contaba con el necesario escudo térmico para el regreso a la atmósfera terrestre. Pero la cápsula, de 3,6 metros de diámetro, si contaba con instrumentos que fueron recogiendo información durante el ascenso hacia la órbita de inserción.
En el futuro, la cápsula podrá transportar hasta seis toneladas de materiales y suministros a la ISS en cada viaje. Para pagar estos servicios, la NASA firmó en 2008 un contrato con SpaceX por el que pagará a la empresa 1.600 millones de dólares por doce vuelos del Falcon 9 a la Estación Espacial Internacional.
La NASA va a necesitar de forma inmediata sistemas como el Falcon 9-Dragon ya que este año tiene previsto retirar su flota de transbordadores espaciales, sus únicas naves espaciales capaces de transportar astronautas, lo que deja a las naves rusas Soyuz como las únicas que pueden enviar personas a la estación espacial. El éxito del Falcon 9 es también un paso más en la comercialización de los viajes al espacio por parte de empresas privadas y puede abrir aún más el camino al incipiente turismo espacial.
El fundador de SpaceX es Elon Musk, creador de PayPal, y que en 2002 vendió la empresa de pago por internet a eBay por 1.500 millones de dólares. Ese mismo año, y con parte del dinero ganado con PayPal, Musk creó Space Exploration Technologies, SpaceX, con el objetivo de lanzar satélites al espacio.
Anteriormente lanzó con éxito un cohete mucho menor llamado Falcon 1. Para hacerlo más económico, el Falcon 9 usa muchos componentes y sistemas usados anteriormente, incluyendo los motores cohete Merlin.
Cápsula Dragón, para cuatro astronautas.
El cohete, de 47 metros de altura, puso en órbita una maqueta de la cápsula espacial Dragon, de 3,6 metros de ancho, una versión algo más pequeña que la real.
Antes de que se le permita transportar astronautas, el cohete tiene que demostrar que es capaz de lanzar, con total fiabilidad, una nave robótica espacial.
Pruebas estáticas del motor cohete Merlín.SpaceX espera transportar astronautas de aquí a tres años. Su vicepresidente, encargado de la seguridad de los astronautas es Ken Bowersox, un ex comandante de la ISS.
SpaceX no es la única empresa con sueños espaciales, también están participan de ellos históricas empresas del sector, como Boeing o Lockheed Martin.
Sobre el papel, sus precios para poner grandes satélites de telecomunicaciones en órbita geoestacionaria son mucho más competitivos que los de los líderes del mercado actual, los europeos Ariane-5 y los rusos Proton, aunque algunos expertos dudan que puedan mantener estos precios en los lanzamientos comerciales.
Disposición de los elementos del motor cohete Merlín. Nos recuerda mucho a los motores de los cohetes alemanes de la Segunda Guerra Mundial v2, de los que derivan casi todos los cohetes de combustibles líquidos.
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