martes, 11 de junio de 2024

La casa de Josefina Aldecoa en Mazcuerras

El Palacio de Las Magnolias es una casona indiana levantada en 1882 en el pueblo cántabro de Mazcuerras por dos hermanos indianos que hicieron su fortuna en Cuba, los hermanos Fernández Campa. Pedro Fernández Campa llegó a ser diputado provincial y amigo del Marqués de Comillas. En agosto de ese mismo año visitó este lugar el rey Alfonso XII, y el 9 de septiembre Isabel II con sus hijas, las infantas doña Paz y doña Eulalia. Al pueblo de Mazcuerras, a pocos kilómetros de Comillas, se le conoce como La aldea de las Casonas por las numerosas mansiones y palacios del siglo XIX. 

Los herederos de Pedro Fernández Campa vendieron el palacete a Isabel Mac Lennan, cuya familia llegó a España procedente de Inglaterra a finales del siglo XIX para construir el ferrocarril de Alar del Rey a Santander y que finalmente se convirtió en una de los principales propietarias de minas en Vizcaya y Santander.

A Concha Espina la guerra civil española la sorprendió en su casa de Mazcuerras, en Las Magnolias, de donde no pudo salir hasta la ocupación de Santander por las tropas del bando sublevado, en 1937. A partir de entonces colaboró habitualmente en el diario ABC de Sevilla y escribió novelas testimoniales, como Retaguardia, Diario de una prisionera y Luna roja. En 1948 el pueblo de Mazcuerras adoptó oficialmente el nombre de Luzmela, cuando se celebró allí en su casa la ceremonia de imposición de la banda y gran cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.

En mil novecientos setenta y cinco Josefina Aldecoa compró Las Magnolias, ya que después de la muerte de su marido no quería volver a pasar sus vacaciones en Ibiza, porque le recordaba mucho a él. El jardín original fue restaurado en aquel año por su yerno, el paisajista Isaac Escalante, casado con su hija Susana Aldecoa. Escalante ha trabajado en los jardines del Museo del Prado, los jardines del Museo Arqueológico de Madrid, de la embajada de España en Berlín y los jardines de la bodega Beronia en Ollauri, entre otros. Susana Aldecoa es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Gran parte de su formación la realizó en Inglaterra y Estados Unidos, donde además ha realizado diversos cursos de posgrado y de especialización en Literatura Comparada. Fue directora del Colegio Estilo de Madrid, ejerció durante más de treinta años como subdirectora. El Colegio Estilo fue un colegio privado madrileño fundado en 1959 por Josefina Aldecoa, quien fue directora durante 52 años. El colegio cerró sus puertas en junio de 2019, pero por sus aulas pasaron los hijos de los cineastas Luis García Berlanga, Carlos Saura, Juan Antonio Bardem o Rafael Azcona. También los pintores Manuel Mampaso, José Vela Zanetti y Marcos de Quinto.

El palacete de Las Magnolias en la actualidad es propiedad de Marcos de Quinto, expolítico de Ciudadanos y alto cargo de Coca Cola durante muchísimos años. Es promotor, junto a Juan Carlos Girauta, de la asociación cultural Pie en Pared, un think tank contra la denominada 'izquierda woke' y el separatismo.

En los jardines se instalaron grandes pajareras, donde lucían pájaros exóticos, palmeras por doquier y hasta un vivero de orquídeas, que florecían ayudadas por un sistema de calefacción. El agua es otro elemento importante, ya que hace de hilo conductor y de unión entre las diferentes fuentes, el invernadero, una pequeña cascada y un riachuelo que recorre la finca.

La singularidad de la arquitectura de la casa y el paisajismo inglés afrancesado, con artificios de agua renacentistas del jardín cuentan con esculturas del siglo XIX de la firma francesa Villeroy&Bosh. En las antiguas cocheras, reconvertidas en una casa de invitados, en su planta baja, Josefina Aldecoa, además de pintar, escribió gran parte de su obra hasta su fallecimiento en 2011, como Historia de una maestra, Porque éramos jóvenes o La enredadera, inspirada, precisamente, en la buganvilla que cubre la fachada.

En su interior aun se conservan impresionantes molduras en los techos, una biblioteca de estilo neogótico, hecha a medida por unos artesanos llegados desde Francia con roble americano, donde aún permanece parte de la biblioteca de Josefina e Ignacio Aldecoa, y un buró-escritorio Biedermeier, del siglo XIX, hecho con palma de caoba, que es una pieza única. En cuanto a la decoración, tanto en los salones como en sus cuatro dormitorios con sus cuatro baños, recuerda a las casas de campo inglesas.


Documental en La2.

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