lunes, 5 de marzo de 2018

Asociación del capital y del trabajo en Guisa


En la revista "La ilustración española y americana" del 8 de diciembre de 1896 se informa de la Asociación del capital y del trabajo en Guisa (Francia).

FRANCIA.

Asociación del capital y del trabajo en Guisa.

En pasados siglos, no sabemos si mejores ó peores que este en que vivimos, pero si bastante calumniados, vivían los hombres resignados con la parte que en el reparto de los bienes de este mundo les había tocado, y algún tanto cuidadosos de lo que en otro á que esperaban ir les cupiese en suerte. Sin que fuesen buenos, pues la bondad siempre anduvo escasa, antes como ahora, es lo cierto que atendían algo más á lo espiritual y que tenían fe. Hoy la fe ha venido muy á menos, y el afán de mayores goces materiales ha crecido en la misma proporción que ha disminuido aquélla.


Agita á las sociedades europeas la idea de la distribución de la riqueza. Esta es la que mueve á los más: no los antiguos dogmas religiosos, ni siquiera los problemas políticos ya medio muertos.

La Revolución francesa de 1848 fué romántica y socialista. De ella nacieron infinitos sistemas encaminados todos á mejorar la situación de los obreros, repartiendo mejor el capital social, Al capital particular le declararon guerra á muerte los apóstoles de las nuevas ideas. Uno de los principales de éstos fué Víctor Considerant, quien marchó á Tejas á poner en práctica su sistema fundando una gran colonia socialista. El intento salió tan mal, que no se volvió á repetir.

Uno de los principales discípulos y amigos de Considerant era un herrero llamado Godín, nacido en Esqneheries, aldea del Aisne, el año 1817. Aunque trabajaba trece horas diarias en la fragua, pudo Godin instruirse en las nuevas doctrinas, y como tenía ingenio y destreza fue prosperando de tal suerte, que á los veintitrés años de edad dirigía una herrería en la que empleaba treinta hombres. La trasladó á Guisa, donde estaba ya en tan prosperidad el año 1848, cuando Considerant quiso probar prácticamente la bondad de su sistema socialista.


El fracaso de éste no desanimó á Godin, el cual siguió dando participación en las ganancias á los obreros de su fábrica. En 1876 repartió entre ellos 170.266 francos, y en 1880 fundó la sociedad á que llamó Familisterio de Guisa, y también Asociación integral del capital y del trabajo.

Daremos una sucinta idea de esta asociación, notable por la prosperidad á que ha llegado.

Al frente de ella está un administrador-gerente elegido por la Junta general de asociados y que desempeña el cargo mientras vive. Tiene 15.000 francos de sueldo y el 4 por 100 de las ganancias, además de lo que lo corresponde como individuo de la asociación.

Hay después un Consejo de gerencia. Este es el que admite los socios y participes, señala alojamiento á las familias y propone á la Junta general la expulsión de los que han faltado á las leyes del Familisterio. Reúnese una vez al mes. Se compone de trece personas.

El Consejo de industria le componen los mismos individuos que el anterior. Pudiéramos denominarle técnico. Viene luego un Consejo de vigilancia que estudia las cuentas y publica los balances; y, en último termino, están los auditores, que son los socios que asisten á las sesiones de los consejos. Sólo pueden llegar á este cargo los obreros aprobados en concurso.

Los individuos del familisterio son de cuatro clases: asociados, socios, partícipes ó interesados. Para pertenecer á la primer a categoría es preciso haber cumplido veinticinco años, llevar cinco perteneciendo á la asociación, tener por lo menos una participación de 500 francos y ser admitido por la Junta.

El fundador, muerto en 1888, cuidó mucho de que los títulos del Familisterio no saliesen de manos de los trabajadores, lo que ha logrado por completo. La asociación ha podido reembolsar á la par su capital á los quince años de fundada, esto es, en 1895.

El reparto de las ganancias se hace de este modo:

Dase el 25 por 100 á la inteligencia, es decir, á la dirección. El 75 por 100 restante repártese entre el capital y el trabajo, á prorrata.

Un obrero del Familisterio gana por término medio 1.650 francos al año. Si es asociado, hay que añadir á esta cantidad 198 francos, parte que le corresponde en la ganancia.

Componen la asociación 1.720 personas, las cuales viven en grandes edificios, que el reglamento denomina Palacio del Familisterio, y que son más bien grandes cuarteles, cuya construcción ha costado cerca de 2.000.000 de francos. Por el alquiler se paga un tanto por metro cuadrado. Las habitaciones son bastante buenas, pero tan gran reunión de gente en un solo edificio no puede ser cómodo ni muy agradable para el que guste de vivir independiente.

Nada falta en el Familisterio, Ha y teatro, escuelas, salas para niños y hasta orfeón.


Del teatro y las escuelas damos una vista en esta misma página. El primero construyóse principalmente par a dar en él conferencias sobre cuestiones sociales, á las que Mr. Godin era muy aficionado. En él han representado buenas compañías, y da conciertos el orfeón de la casa, compuesto
de 60 profesores. En las escuelas hay buen material de enseñanza y excelentes profesores, pero adviértese mucha uniformidad en el talento y aficiones de los alumnos.

Lo más curioso es quizás las salas de niños. Mientras los padres trabajan, quedan los hijos pequeños á cargo de mujeres que los cuidan y distraen. A los de pecho no les falta biberón, harina lacteada y otros alimentos con que la industria humana pretende suplir la leche materna. Los mayorcitos tienen á su disposición juguetes de toda s clases. Otros, metidos en un aparato especial á que llaman el paseo, aprende  á dar los primero  pasos. (Véase la pág. 325.)

Tal es el Familisterio de Guisa. Creemos que merece ser conocido. No diremos que admirado, ni menos copiado.




(La fábrica de estufas del familisterio, en torno a 1899)

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