lunes, 5 de agosto de 2019

Plataforma Aeroportuaria de Teruel


El de Teruel no es un aeropuerto convencional. Ajenos al frenético trajín de pasajeros, aquí solo deambulan aviones —grandes y mayores de edad en su mayoría— desde su puesta en operaciones hace ya siete años. Un aeródromo único en España, de ahí su éxito, perteneciente al Gobierno de Aragón (60%) y al Ayuntamiento de Teruel (40%), que se ha convertido en la mayor plataforma de estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aeronaves de Europa.


Plata alberga 10 compañías que emplean de manera directa a cerca de 400 trabajadores, además de los indirectos que generan las obras, la logística o la necesidad de subcontratistas.


El germen de este negocio singular, pese a que ahora el más importante en términos de facturación sea el de mantenimiento, fue el de desmantelar grandes aeronaves de 400 o 500 pasajeros de los años sesenta, setenta u ochenta, obsoletas tras la llegada de nuevos modelos: superan la vida útil que está entre los 15 y los 25 años, como los automóviles.


El avión se vacía, se corta en trozos y las piezas, partes del motor en buen estado o elementos de electrónica se devuelven al cliente, se almacenan o se usan como repuesto. Elementos como el aluminio se cortan, se venden al peso y se funden para la industria. El año pasado, por ejemplo, desmontaron unos 15 Boeing 747 Jumbo, entre otros.


La empresa Tarmac, responsable también de las tareas de preservación y mantenimiento, junto a sus socios, el fabricante de aviones Airbus, el de motores Safran y la francesa de agua y residuos Suez, es la encargada de esta labor.

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