Afganistán guarda una riqueza minera que durante siglos no fue conocida y su escaso desarrollo económico no la pudo aprovechar y en la actualidad, la guerra y la violencia social que se arrastra desde hace muchas décadas, tampoco lo permite. Los soviéticos llegaron a conocer, durante su ocupación, bastantes de estos recursos y los norteamericanos posteriormente comenzaron a realizar estudios pocas semanas después de la destrucción de las torres gemelas. Además de un punto caliente en el mapa político de la estrategia mundial y un lugar de paso para posibles conducciones de combustibles fósiles, se nos presenta ahora como una vasta zona de actividad minera ("Investigación y Ciencia" diciembre de 2011).
En la campaña de prospección geológica de febrero pasado del USGS, en el Sur del país, se encontró un importante yacimiento de tierras raras con un potencial similar al del mayor yacimiento chino. El yacimiento se encuentra cerca del núcleo de un volcán extinguido, en las áridas llanuras del sur de la provincia de Helmand, cercano a la población de Khanneshin. En este yacimiento se ha encontrado entre otras tierras raras, cerio y neodimio. En esta zona se han cartografiado 1,3 millones de toneladas de rocas de interés minero, con un valor estimado de 7.400 millones dólares, pero se cree que podría albergar otros depósitos de minerales con un valor de hasta 82.000 millones de dólares. Se ha estimado un grosor de los estratos rocosos, que contienen las tierras raras, de 100 metros, pero podrían ser mayores. China es en la actualidad el mayor productor de tierras raras (Con el 97 % del total) y está reduciendo la exportación, para poder suministrar a sus propias empresas. La principal fuente estadounidense de tierras raras, la mina Mountain Pass en California, cerró en 2002. La empresa Molycorp Minerals retomará allí la producción en 2012, pero ni ella ni otras compañías contarán con la infraestructura necesaria para refinar los óxidos y convertirlos en productos útiles. Según la Oficina General de Contabilidad de EE.UU. (GAO), reconstruir esa cadena de suministro podría durar unos 15 años.
Durante siete años unos 50 geólogos del USGS han explorado Afganistán y han dado formación a geólogos del país. Para ello han utilizado imágenes de satélite, técnicas de teledetección y trabajo de campo. Se realizaron campañas de prospección a gran altura con un avión NP-3D, lo que permitió elaborar mapas del campo magnético y mapas tridimensionales de los sustratos rocosos. En 2007 realizaron un informe en el que se identificaban 24 zonas del país en base a trabajos de campo realizados antes y durante la invasión soviética.
Aynak, cerca de la frontera pakistaní, es la segunda reserva cuprífera del mundo. Descubierta por los soviéticos en 1974, alberga 11,3 millones de toneladas de mineral, con un valor estimado de 50.000 millones de dólares. En el año 2007 la empresa estatal china Metallurgical Group firmó un contrato por 30 años con el régimen de Hamid Karzaí, lo que supone una inversión de 2.900 millones de dólares. El proyecto incluía la construcción de dos centrales de producción de electricidad y un ramal ferroviario para conectar la mina con los ferrocarriles de las antiguas repúblicas soviéticas del norte del país. La compañía calculó, en su día, unos beneficios de 43.000 millones de dólares. Hace una década el cobre costaba 175 centavos de dolar por kilogramo, en la actualidad su precio es de 9 dólares.
Hasta el momento las empresas americanas han centrado su interés en los yacimientos afganos de oro y las indias (Casi dos docenas) en las de hierro. En 2010 un grupo empresarial liderado por J.P. Morgan Capital Markers invirtió 50 millones de dólares en una pequeña explotación de oro en un valle de alta montaña al este de Mazar-e Sharif con el objetivo de abrir una mina mayor en 2012.
Un gran yacimiento sin explotar es el de hierro de Haji-Gak, a unos 130 Km al oeste de Kabul, valorado en 420.000 millones de dólares. Si se llega a poner en explotación podría dar trabajo a 30.000 personas con unos beneficios para el gobierno afgano de 300 millones dólares anuales. Hace más de un siglo que se tiene conocimiento de este yacimiento, pero la falta de infraestructuras ha hecho que aun no se haya explotado. A finales del 2010 había 23 empresas extranjeras interesadas en explotar los yacimientos minerales afganos.
La riqueza mineral de Afganistán se debe al hecho que es un punto de contacto entre cinco fragmentos de corteza terrestre, lo que ha dado lugar a ese accidentado paisaje montañoso. Es en estas zonas del planeta en donde se concentran los mayores depósitos metálicos.
El servicio de Investigación Geológica de Afganistán en Kabul dispone de un sistema de recogida de datos informatizada en donde trabajan 100 técnicos afganos. Su trabajo ha permitido identificar un gran depósito de mineral de cobre cerca de Dusar-Shaida. Todos los datos recopilados por el USGS están en manos del gobierno afgano y a su vez el servicio afgano de geología facilita sus estudios a través de internet al gobierno estadounidense.
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