El Piloto, 31 de julio de 1839
Va a salir el correo y solo tengo tiempo para decir a VV. que de resultas de haber conseguido un éxito favorable en la elección de la mesa los candidatos Balbuena, y otros de su partido en la capital de provincia, se alteró la tranquilidad pública.
No creo que haya habido desgracias; contentándose solo por ahora los alborotadores con pedir que salgan de la ciudad el referido Balbuena, gefe político, y su secretario.
Las autoridades estaban reunidas hoy a las tres de la mañana, deliberando sobre los medios mas a propósito para calmar los ánimos irritados. Creeré que lo consigan sin recurrir a medios violentos; pero sentiría sobre manera que fuese a costa de la energía que deben manifestar en tales casos.
Este suceso no proviene, en mi concepto, mas que del encono que reina entre ciertas personas. León sin embargo, abriga en su recinto elementos anárquicos y necesita autoridades de nervio que obliguen a los díscolos a no traspasar la línea del orden.
Mas de una vez se ha alterado allí la tranquilidad, y es tiempo ya de que el gobierno piense en los medios más a propósito para que no se repitan en lo sucesivo semejantes desórdenes que manchan y desacreditan nuestra bella causa.
Resultado de las votaciones en los días 24, 25 y 26 de julio en el colegio electoral de Astorga.
El piloto, 5 de agosto de 1939
León, 28 de julio.
(Del Mensagero)
Hace algún tiempo que pulula en León un germen de anarquía que se ha ido alimentando con la impunidad. Las cuestiones electorales habían exaltado las pasiones hasta un grado que hacía temer alguna esplosion, y no habiendo sido favorables a la candidatura del progreso, los votos de los dos primeros días de elecciones, ni tampoco la composición de la mesa, parece que se intentó una asonada para imprimir terror en los electores moderados, y apartar de la escena electoral al diputado de provincia D. Gabriel Balbuena, cuyo prestigio en el país era un obstáculo insuperable al éxito del progreso.
El piquete de nacionales que estaba en el teatro dio el primer movimiento a la insurrección, abandonando aquel puesto a las nueve de la noche del 25 para situarse en la plazuela de regla. El gefe político y el comandante general interino, acudieron a dicho punto a la primera noticia que tuvieron de esta novedad, y hallaron un grupo de mas de 20 nacionales en completo desorden.
En vano los amonestaron que se retirasen a sus casas, ofreciéndoles que harían salir de la ciudad un destacamento de granaderos a caballo da la Guardia real, que a pesar da un comportamiento irreprensible, lo habían tomado por pretesto para perpetrar el desorden: todo fue inútil la autoridad del gefe político fue menospreciada, y a su prudencia en apartar en aquel momento los granaderos, se debe el que no hubiese desgracia alguna, como no podía menos de haberla, si estos tomaban a su cargo el disipar el grupo.
El pretesto del desorden quedo desviado con la salida de los granaderos, pero los revoltosos no habían llenado su objeto.
Oyóse el toque de generala por las cajas y trompetas de la milicia nacional, y esta acudió a la señal, como estaba en el orden. Destacáronse sus comandantes con algunos oficiales y soldados al ayuntamiento en donde se habían reunido las autoridades, y diciéndose comisión enviada por la misma milicia, exigieron que se echase sin demora de la ciudad al secretario del gobierno político y al D. Gabriel Balbuena, cuya vida suponían que peligraba.
El gefe político tuvo la entereza de negarse a una petición tan violenta como injusta, y no pudiendo sacar mas partido se retiró la comisión después de haber concertado un parte para el capitán general y otro para el ministro, con noticia del suceso; retiróse también la Milicia nacional, y todo quedó en perfecta calma, sin que después se haya alterado la tranquilidad.
Tal es en sustancia el acaecimiento ocurrido en León, acontecimiento escandaloso que no necesita comentarios. Confiamos que el gobierno tomará medidas enérgicas para reprimir el espíritu anarquico de los que son allí los corifeos de la revolución, de modo que no vuelva jamás a repetirse tan pernicioso ejemplo.
El Corresponsal, 13 de agosto de 1839
LEÓN.
Nuestro corresponsal nos remite el siguiente resultado de aquella provincia.
Número de los electores que tiene la provincia de León 15.300.
Número de los que tomaron parte en la elección 11.668.
Mitad mas uno que forma la mayoría absoluta 5.835.
Diputados electos. D. Gabriel Balbuena, 5.899 votos.
Candidatos para las segundas elecciones.
D. Pascual Fernandez Baeza, 5.645 votos; don Juan Rodríguez Radillo, 4.895; D. Miguel Antonio Camacho , 4.742 ; D . Santiago Alonso Cordero, 4.709; marques de Montevirgen, 4.333; brigadier D. Francisco Osorio, 3.453; D. Modesto Lafuente, 3.445; D. León Hergues, 3.241; D. Isidro Baeza, 3.127; D. Joaquín Diaz Caneja, 2.978; don Antonio Alvarez Reyero, 2.668; D. Manuel Prado, 2.659; D. Ignacio María Lorenzana, 2.564; marques de Villagarcía, 2.528; D. Juan Antonio Hidalgo, 1.909; D. Joaquín Alvarez Quiñones, 1.885; D. Manuel Panchón Macias, 1.665; D. Antonio Felipe Gonzalez, 1.613; D. Vicente Soto Saavedra, 1.613.
Senadores
E. Joaquín Díaz Caneja, 6.788 ; D. Lorenzo Arrazola, 6.613; D. Nicolas Gomez Villaboaa, 6.114.
El Correo Nacional, 14 de agosto de 1839
PROVINCIA DE LEÓN
Verificado el escrutinio general han salido electos
Diputados.
D. Gabriel Balbuena.
Senadores,
Excmo. Sr. D. Lorenzo Arrazola
Sr. D. Nicolás Gómez Villaboa.
Sr. D. N. Diez Canga.
Quedan para segunda elección los señores Baeza, Cordero, Vadillo, brigadier Osorio, Herques y marqués de Montevirgen.
Gaceta de Madrid, núm. 2581, 3 de noviembre de 1841
Habitantes de la provincia de León:
El brigadier Orive, coronel del regimiento Reina Gobernadora, hoy Cazadores de Isabel II, después de haber protestado en Salamanca en unión de las demás autoridades su fidelidad y adhesión a S. A. el Regente del Reino y su Gobierno, faltó pérfida y traidoramente a sus deberes, y saliendo furtivamente de dicha ciudad, fue a encontrarse en el pueblo de Morales de Toro con dos compañías de su regimiento, a las cuales sedujo, y constituyéndose en abierta rebelión trata de secundar la alevosa sublevación militar que ha tenido lugar en algunos puntos de las provincias del Norte, buscando abrigo entre sus pérfidos compañeros.
Este suceso excitó, como es natural, la vigilancia de las autoridades de esta capital, que reunidas a impulso de un mismo sentimiento, acordaron constituir una junta de armamento y defensa que atienda a la conservación del orden, protección de las personas e intereses de la provincia y persecución incesante de aquellos traidores.
En consecuencia, y además de las medidas que ha tomado incontinenti para la seguridad de la capital y hostilización de las pocas fuerzas que el traidor Orive ha podido reunir, acuerda las disposiciones siguientes:
Articulo 1.ª La Milicia nacional de la provincia hostilizará en todas direcciones al ex-coronel Orive y fuerza rebelde que acaudilla, ya en masa o en detalle, según la fuerza que en cada punto puedan reunir sus jefes, poniéndose de acuerdo éstos y las autoridades de quienes dependan, cortándoles todas las comunicaciones, privándoles de las subsistencias, apoderándose de los rezagados, y no omitiendo cuantos medios y recursos de persecución les sugiera su celo y patriotismo.
2.ª Al efecto la junta declara movilizada toda la Milicia nacional de la provincia, abonándose el haber diario marcado por ordenanza a sus individuos desde el momento en qué salgan de los pueblos de su domicilio en persecución de los rebeldes.
3.ª La de esta capital queda movilizada desde esta fecha por el servicio eminente y extraordinario que está prestando a la causa de la libertad.
4.ª Los alcaldes constitucionales y pedáneos vigilarán escrupulosamente y bajo la mas estrecha responsabilidad respecto de cualesquiera persona sospechosa que transite por los distritos de su respectivo mando, protegiendo y auxiliando a los que hayan abandonado las filas de los rebeldes y persiguiendo, deteniendo y arrestando a estos.
5.ª Los mismos alcaldes y pedáneos darán parte a esta junta de la aproximación de cualesquiera fuerza militar, informándose de su procedencia y dirección, valiéndose para ello de propios a la ligera, que no deberán tardar mas que una hora por legua. Al que fuere omiso en este interesante particular se le impondrá la pena severa proporcionada a las circunstancias de la falta.
6.ª Todo aquel que directa o indirectamente, de palabra o de hecho, o de cualquiera modo que sea, propale especies, coopere o auxilie los movimientos del rebelde Orive o a la execrable causa que los motiva, será inmediatamente arrestado por los mismos alcaldes o cualesquiera otra persona en caso de infraganti y conducida ante esta junta para ser sin demora entregada al tribunal competente.
7.ª Los alcaldes constitucionales en el momento que reciban esta circular la comunicarán a los pedáneos, publicándola estos en concejo pleno, y fijándola en los parages de costumbre, dando los primeros cuenta a esta junta de haberlo verificado.
Leoneses:
En el seno de la paz, y cuando se abrían todas las esperanzas a los goces de la prosperidad y ventura, unos cuantos trastornadores sin prestigio y sin fuerza han alzado una bandera que solo recuerda dias de opresión y de envilecimiento. Pero la rebelión está vencida , su maquiavelismo descubierto, y sus principales caudillos entregados ya a la acción de las leyes. Agitándose apenas en los sacudimientos de la agonía en puntos miserables y aislados, la desesperación conduce errante al coronel Orive. Si arrastrado por ella iutentase hollar con su inmunda planta el suelo de esta pacífica provincia, nunca manchada con la traición ni con la rebeldía, en él hallará su último exterminio, porque la junta creada solo con el fin de centralizar la fuerza pública en justa defensa de sus administrados, vela por vuestro reposo, leoneses, y ha tomado las medidas mas enérgicas, para que no se turbe un solo instante, y pronto la rebelión deshecha como el humo y mas pronto, la ráfaga imperceptible del rebelde Oribe desaparecerá para siempre, renaciendo la paz y bienandanza , consecuencia precisa del triunfo de las instituciones liberales, simbolizadas en toda su pureza en la Constitución de 1837, el trono de Isabel II y la Regencia del invicto Duque de la Victoria.
León 17 de Octubre de 1841. = José Perez, gefe político. = Juan Nepomuceno Montero, brigadier comandante general. = Joaquin H. Izquierdo, intendente. Pedro Miranda, director general do Caminos.=Juan de Mata Alvarado, juez de primera instancia. — Pedro María Hidalgo, diputado provincial. = Antonio María del Valle, diputado provincial. = Mauricio González, alcalde primero constitucional. = Agustín Pio Tellez, diputadoprovincial. = Nicasio Villapadierna, diputado provincial.=Pedro Canseco, teniente coronel, alcalde segundo constitucional.=Mariano Acebedo, diputado provincial. =Juan Selva, regidor del ilustre ayuntamiento. = Manuel Morán, coronel, comandante de la Milicia nacional de infantería. = Tomas Rodríguez, diputado provincial. = Carlos Aguado, regidor del ilustre ayuntamiento. = Juan Herrero, diputado provincial. = Estéban Manuel Morán, comandante de la Milicia nacional de caballería. = Patricio de Azcárate, secretario.
El Español, 24 de agosto de 1845
LEÓN 18 de agosto.
DIMISIÓN DEL GEFE POLÍTICO. —SUS MOTIVOS. - CONSEJO PROVINCIAL.
La Reina ha tenido a bien admitir la renuncia que del cargo de gefe político ha hecho el Sr. García Herreros. Aun cuando este señor alega como motivo para abandonarnos el mal estado de su salud, sabemos que esto no es cierto, pues le vemos muy mejorado desde que vive entre nosotros, y tenemos razón para creer que el motivo real de la renuncia es un desaire recibido del gobierno con motivo del nombramiento de consejeros, cuestión en la que como en todas las demás el Sr. Herreros ha consultado lo que convenía al bien del país, y ha desoído las pretensiones de la ambición y de la codicia.
Pero el señor ministro no ha tenido tanta firmeza para disgustar a un diputado de esta provincia, y ha sacrificado el interés público privándonos de una autoridad que se había granjeado el conocimiento de los pueblos.
El consejo provincial se constituirá muy pronto. Quiera el cielo que nos dé muchas obras buenas. Muchas tiene que hacer para resarcirnos de la pérdida que nos ha ocasionado.
El Español, 4 de septiembre de 1845
COMUNICADOS.
Sr. director de EL ESPAÑOL.
Muy señor mío: Siendo yo uno de los consejeros nombrados para esta provincia, no puedo dejar de manifestar a V. por lo que a mí alude el comunicado que con fecha 18 de agosto hace su corresponsal, la fatal impresión que produce en los pueblos, el que un periódico respetable y acreditado en todos conceptos como El Español, ocupe sus columnas con inexactitudes como las que su corresponsal les comunica.
Ignorada hasta ahora la causa de la renuncia del jefe político, me atrevo a creer no es la que manifiesta su corresponsal, pues haciendo la justicia que se merece el Sr. García Herreros, supongo en él bastante patriotismo, para que por un desaire en el nombramiento de consejeros, resignase el mando en la crítica ocasión que el gobierno mas podía necesitarle.
En cuanto a la pérdida que su corresponsal habrá sufrido con la ausencia de aquel señor, lo ignoro; pues no sé si tendría alguna mina hacia el Valle-Hermoso de Cunceño (Curueño), que tan ameno nos ha descrito el comunicante en uno de sus números, con las madreselvas y demás.
Ambición y codicia llama su corresponsal nuestra justa pretensión de querer entrar en el consejo; ¡pobre articulista! ¿pues ignora que precisamente los tres elegidos, después de ser el primer destino que tenemos del gobierno, nuestros antecedentes y los cargos que gratuitamente hemos desempeñado, siendo dos últimamente diputados de provincia, justifican nuestro nombramiento? ¿Ignora también el corresponsal que mientras estaría él en la escuela, nosotros, los nombrados consejeros, defendíamos los derechos de Doña Isabel II con las armas en la mano, y que desde el año de 1840 hasta la presente época, constantes en nuestros principios, hemos sido objeto de persecución mientras pasaba desapercibido el comunicante?
Conozca V. y el público, si en este concepto habrá sido costoso el sacrificio del Sr. Pidal, y si el bien del país sufrirá menoscabo con haber nombrado S. M. para el consejo de esta provincia a los sugetos que ya la representaban por el libre voto de los pueblos.
Ruego a V., señor director, en vindicación de mi honor y el de mis compañeros, se sirva V. insertar esta comunicación, a lo que quedaré reconocido.
Con este motivo se ofrece muy suyo afectísimo suscritor Q. B. S. M.
MELQUIADES BALBUENA.
Irún y agosto 27 de 1845.
Eco del Comercio, 6 de abril de 1847
Señores redactores de la prensa liberal:
=Muy señores míos:
Deberes sagrados me obligan a suplicar a vds. den cabida en su apreciable periódico la denuncia de los siguientes hechos:
Probados están y reconocidos por las cortes los abusos y suplantaciones que tuvieron lugar en la sección de Boñar, y motivaron la nulidad de las elecciones del distrito de Riaño.
La impunidad do tan escandalosos excesos alentó a los partidarios del apoderado de Mon y Pidal, que pudo conseguir desmoralizar la sección de Almanza, entonces campo neutral, y que en estas segundas elecciones ha puesto en ejecución las tropelías e injusticias cometidas y reproducidas por la de Boñar con general escándalo de electores y no electores del distrito.
Dio principio por intentar coacción el jefe de rentas y juez de primera instancia de Sahagún, recomendado de un modo exigente para diputado el escribano don Gabriel Balbuena; suplantáronse cartas haciéndolas públicas en el país, diciendo en ellas que la familia del candidato don Mariano Acebedo era descontenta de su presentación como candidato con el fin de resfriar la amistad; añadióse que a pesar de llevar las simpatías dicho señor Acebedo no conseguiría el país su objeto. Al efecto se ejecutaron, hollando la ley y el gobierno representativo , los desmanes que, por su trascendencia me veo precisado a exponer al público.
Al instalarse la mesa provisional, el presidente hermano del candidato Cachero, nombró las personas que podían cooperar a la falsificación negándose a las protestas que varios electores mas jóvenes y mas ancianos hicieran de pertenecerles por ley.
Convencido de que legalmente no podía obtener el triunfo, desatendió las justas reclamaciones resultando con mayoría para la mesa definitiva los candidatos que a él le acomodaron, sin sonrojarse de que los electores y público espectador habían oído de su boca haber obtenido mayoría los que presentaban al señor Acebedo.
Inútil fue esforzar las razones que exigían un nuevo escrutinio; el presidente mofándose de los espectadores rasgó las papeletas, e introduciéndolas en su sombrero se hizo caballero cubierto dando orden para que se prendiera al señor de Acebedo porque instaba se cumpliera la ley, y se deshicieran las equivocaciones, que la casualidad u otra causa habían producido.
Los electores conociendo que la idea no podía ser otra sino reproducir la suplantación anterior, se abstuvieron de volar en número de treinta y siete. Mientras esto sucedía en la mesa de Boñar, el candidato Cachero a la vista de la de Almanza consiguió perpetrarse iguales atentados que protestaron cuarenta y uno electores de la sección componiéndose su total de ochenta y tres, habiendo entre muertos enfermos y ausentes una octava parte.
Si solo hubiera 'sido perjudicado el candidato señor Acebedo, estoy convencido de que sumamente satisfecho guardaría con él el entusiasmo y buena acogida que ha tenido y tiene en todo el país; pero cuando uno de los mas sagrados derechos del ciudadano ha sido hollado y la moral pública encarnecida, deber es de todo español pedir se escarmienten tamañas ilegalidades, que tanto ofenden a las instituciones que nos rigen: debiendo manifestar en obsequio de la verdad que las simpatías que en el distrito do Riaño goza el señor Acebedo no son solo hijas de la opinión; ni de los muchos servicios que ha hecho a sus habitantes; sino también de recuerdos de los de sus mayores que han presenciado la mayor parle de los electores incluso el que tiene el gusto de ofrecerse a vds. S. A .S. Q. B. S. M.
A Vecilla 2 de marzo 1847.—Lino Robles Montarroso.
El Observador, 5 de marzo de 1850
LEÓN 3 de marzo.
Don Miguel Fernández Gironda, yerno del célebre y nunca bien ponderado Balbuena, se ha
presentado candidato para diputado provincial,
El Clamor Público, 5 de diciembre de 1850
Nuestro corresponsal de Vecilla de Valderaduey nos ruega que demos cabida a la siguiente comunicación:
Señores redactores de El Clamor Público.
Muy señores míos: en el número 1948 de su apreciable periódico, correspondiente al miércoles 20 del próximo pasado noviembre, se halla inserta una comunicación de Rioseco suscrita por Emeterio Albert, digna de figurar al lado de las de Cicerón;
Picado el bueno de Emeterio por la que dice vio la luz pública en el 1929, fechada en esta; da rienda suelta a la pluma , y llama en su auxilio a los musas para decir que el autor fue don Toribio Balbuena, quien dijo cosas falsas y estupendas del viaje del diputado por este distrito señor Álvarez; que por miedo ocultó su nombre, y por último que fue fraile. ¡Gran lanzada, erudito Emeterio! El mundo se quedaría atónito y estupefacto con el parto de su voluminosa cabeza. También, según la fábula, parieron los montes.
Lo mas particular es el don profético de que está poseído Emeterio. ¿Quién le diría que en una población que cuenta 300 vecinos no había otro que el señor Balbuena que pudiera decir lo que en aquella comunicación se dice? ¿Y que diría si yo le digese, «mientes, Emeterio, qué el comunicante fue otro?» Mas baste de réplica , é ya que ha querido Emeterio dar a conocer por medio de la prensa al señor don Toribio Balbuena de esta vecindad, añadiré lo que le faltó en su comunicación. El señor Balbuena pertenece y es miembro de la familia más bien acomodada y respetada de esta villa: el señor Balbuena no necesitó del fray para anteponer un signo honroso a su nombre, pues antes que la ley igualase a los españoles, tenia un don, adquirido por servicios prestados a la patria por sus antepasados: el señor Balbuena es noble hoy porque lo son sus acciones, y si bien es verdad que estuvo trece meses en el claustro, en nada le rebaja y sí al contrario tiene en ello una satisfacción, pues allí aprendió lo poco que falta saber a quien creyó ultrajarle. El Sr. Balbuena no fue fraile, como asegura Emeterio, perteneció a una jerarquía mas elevada donde quizá este no hubiera sido admitido a no probar como aquel probó la nobleza por herencia y conservada por sus acciones. El señor Balbuena, por ello lleva el título de caballero, y adorna cuando le place su pecho con una cruz.
El señor Balbuena cuenta 31 años, y solo siete entre los que le vimos nacer. En los acontecimientos del 43 se retiró a esta, y teniendo que proceder a la elección de capitán de la única compañía de M. N. que había en esta Villa, sin conocerle y sin mas méritos que el suponerle digno del apellido que lleva, fue electo para este importante cargo por aclamación. Llegó el 44, se verificó elección directa para los cargos concegiles, y antes de cumplir los 25 años que fija la ley, obtuvo la confianza y simpatías del pueblo, honrándole con el cargo de alcalde. Justicia recta, pronta y de balde; celoso sin igual por el bienestar y tranquilidad de sus administrados, consiguió a fuerza de trabajo y desvelo desapareciesen odios y rencores inveterados. Ni un solo pleito hubo durante su administración. Agregado a esto las cuentas claras que por espacio de dos meses estuvieron expuestas al publico, y las mejoras que palpó la población, le produjo el resultado que se propuso obtener, que no fue otro que el aprecio de sus convecinos. Si lo consiguió o no, lo dicen los sucesos posteriores. En la siguiente elección fue electo por unanimidad concejal, y como no fuese por el gobierno electo alcalde ni teniente, el ayuntamiento le dio otra prueba del concepto que le merecía nombrándole procurador sindico, cargo que desempeñó dos años. Cuánto trabajó en obsequio de esta villa, y como expensas de su peculio defendió los derechos de sus convecinos, es bien público; los servicios que prestó al país y a la humanidad pueden verse en los papeles públicos y particularmente en los Boletines de Provincia. Siete foragidos, terror del país, presentó a los tribunales, regando con su sangre, por un balazo que recibió en la ingle, el espacio de dos leguas que persiguió al octavo. En la última elección, merced a su proceder y honradez, mereció la confianza del gobierno y fue electo alcalde, y aunque sus muchos negocios no le permiten ocuparse cual quisiera de la administración de justicia y mejoras que reclama la población, puede el que guste venir a orientarse y ver si luchando con la ignorancia de un pueblo se puede hacer más.
Un buen cementerio; edificio para el despacho de
carnes; albergue para beber los ganados; lavaderos;
mejoras considerables en la escuela de niños; construcción de la de niñas; dotación y maestra para las
mismas, y otras que por mas insignificantes omito
Escriben de León con fecha del 4:
«Esta mañana a las siete ha continuado su viaje a Asturias la reina madre, dejando cautivados todos los corazones por su afabilidad con cuantas personas se la han acercado, y por las muestras de gratitud que ha dejado al buen hospedaje que le ha dispuesto esta ciudad en los días que ha sido honrada con su presencia. Ha visitado con su amable familia lo mas notable de los monumentos artístico-históricos que se conservan en esta antigua corte de nuestros reyes, manifestando esa curiosidad de detalles que distingue la investigación ilustrada de la vulgar curiosidad, Sobre todo, ha manifestado agradarla la amenidad de esta campiña, y su abundancia de agua, que corre con profusión por todas partes, y mantiene esa vegetación fresca y lozana que diferencia estas riberas de todas las de Castilla.
En mis dos cartas anteriores manifestaba a V. lo complacida que se hallaba la población con el hospedaje de la madre de nuestra reina; hoy puedo añadir a V. que el entusiasmo y las simpatías hacia S. M. se han aumentado cada día y cada hora, y que en la visita que hizo al santuario de la Virgen del Camino, distante una legua de esta capital, se improvisó una romería al uso del país, compuesta de la población agrícola de la comarca, que concurrió allí espontáneamente al saber que S. M. había dispuesto visitar aquel templo. El baile de mas de cincuenta parejas, con las enormes castañuelas que manejan como platos las aldeanas de la tierra, llamó tanto la atencion de la reina, que manifestó deseo de adquirir un par de aquellas, siendo complacida por una de las bailarinas, que inmediatamente se desprendió de ellas.
A las nueve y media de la noche regresó de esta romería acompañada de muchos particulares a caballo, que siguieron los carruajes de S. M., tanto a la ida como a la vuelta, y desde su palacio presenció la función de pólvora dispuesta por el ayuntamiento, terminando la noche en el teatro, donde simultáneamente se ha vitoreado a la reina y su augusta madre.
Ayer han tenido la honra de comer en la real mesa varias personas invitadas por S. M. Las que recordamos son: el Ilmo. señor ubispo, el señor gobernador, señor comandante general, señor vice-presidente del consejo provincial, señor alcalde constitucional, los señores diputados a cortes D. Segundo Sierra Pambley, D. Juan Quiñones de León, D. Mariano Álvarez Acevedo y D. Anselmo Casado, dos diputados provinciales, los Sres. Llamazares y Escobar, y D. Hipólito Adrianses, D. Luciano Quiñones de León, el vizconde de Quintanilla y D. Luciano Azcárate, individuos de las comisiones que han entendido en la buena disposición del real palacio.
No ha omitido S. M. los actos de piedad tan propios de su bondadoso corazón, y sabemos de positivo que ha entregado a S. I. y otras particulares cantidades de consideración para los pobres, los establecimientos de beneficencia, los conventos de monjas, con espléndidas gratificaciones para todos los criados.
Defensa de Don Isidro LLamazares, vecino de León, alegando de bien probado, en el pleito que le promovieron el... (1856)
A mis lectores
Permitida por la Autoridad Superior política de esta provincia la circulación del impreso de un alegato, que ha publicado el 11 del actual el Lic. D. Melquíades Balbuena, bajo el titulo de Defensa del Concejo y vecinos de Joarilla, me he visto obligado a dar a luz la contestación al mismo, para que pueda apreciarse en su verdadero valor el mérito legal de aquel documento, (desahogo extemporáneo de resentimientos particulares bien conocidos.), por mas desagradable que me sea ocupar al público de cuestiones personales, que nada le interesan, y que son bien opuestas a mi carácter, y al respeto que se merecen, y me han merecido siempre los fallos de los Tribunales.
León 23 de febrero de 1856.
Isidro Llamazares.
...
Principia esta en 28 de junio de 1813, en que tuvo efecto el 2.° remate del foro de Joarilla, y que según aparece del testimonio que los contrarios nos han traído al proceso folio 219, fue rematado en esta ciudad en D. Gabriél Balbuena, padre del defensor de los de Joarilla, y del que antes propuso la demanda, y que a la vez es el escribano de rentas, en cuyo poder se halla el dichoso protocolo que tanto juega en este pleito, y que antes estuvo en poder de aquel, por haber desempeñado también esta escribanía en los años a que el mismo se refiere.
...
Gaceta de Madrid: núm. 1501, de 12 de febrero de 1857,
DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO.
Estado de los Reales títulos de propiedad de minas expedidos, con arreglo a la legislación de 1849, durante el año de 1856.
LEÓN
271. Santa Regina, 2 pertenencias, Carrocera, Carbón, D. Cayo Balbuena y López.
Guía del estado eclesiástico de España. 1862
COLEGIATA DE SAN ISIDORO.
Tribunal eclesiástico.
Provisor y Vicario general, Ldo. D. Segundo Valpuesta.
Fiscal interino, D. Jacinto Argüello Rosado.
Notarios mayores.
D. Juan Barte. D. Narciso González. Ldo. D. Cayo Balbuena López. D. Francisco López Castrillón.
Receptores.
D. José García González. D. Miguel Arenillas. D. Pedro Arcos Soto. D. Luis Calzada. D. Isidro Antolín.
Gaceta de Madrid, núm. 106, de 16 de abril de 1865,
Dirección general de Agricultura, Industria y Comercio.
NEGOCIADO DE MINAS.
Estado de los Reales títulos de propiedad de minas expedidos durante el año de 1864, con expresión de su número de orden, nombre de las minas, término de pertenencia y en el que radican, clase de mineral y nombre de los interesados,
568. La Emiliana con cuatro pertenencias en Naredo, de hulla, D. Toribio Valbuena.
570. Proserpina con cuatro id. en Requejo y Corus, de hierro, D. Toribio Valbuena.
571. Melpómene con cuatro id. en Albares, de carbón, D. Toribio Valbuena.
573. Asunción con dos id. en Viñayo, de hulla, Don Cayo Balbuena López.
576. Carbonera con dos id. en Viñayo, de hulla, Don Melquíades Balbuena.
577. Perla con dos id. en Viñayo, de hulla, D. Melquíades Balbuena.
582. Diana con cuatro id. en Albares, de hierro, Don Toribio Balbuena.
585. Minerva con cuatro id. en Requejo y Corus, de hierro, D. Toribio Balbuena.
586. Lola con dos id. en Otero de las Dueñas, de hulla, D. Cayo Balbuena.
611. La Generosa con ocho id. en Molinaseca, de hierro, sociedad Balbuena, Fernández, Rico, Polanco y compañía.
617. Teodora con cuatro id. en Santa Marina, de carbón, D. Toribio Valbuena.
Crónica de la provincia de León, 1867
Los muchos saltos de agua, producidos por el desnivel grande del terreno, facilitan sin duda el establecimiento de molinos de diferentes clases y fábricas de papel y tejidos; pero es lo cierto, que algunas personas que han tratado de plantearlas, haciendo muy laudables esfuerzos, entre las que recordamos a nuestro especial amigo D. Mariano Acebedo, han visto defraudadas sus esperanzas y perdido su capital, sea por que los naturales se prestan mas a la ocupación de la ganadería que a la industria, sea por la falta de medios fáciles de trasportar los productos, sea por otras causas que no podemos detenernos a exponer.
...
Prestó por estos días notables servicios a la causa del gobierno constitucional el teniente de ejército y comandante entonces de la caballería de la milicia de León, D. Isidoro Acebedo, que fue destinado para observar la dirección de los facciosos, marchando paralelamente a la vanguardia y a tan corta distancia, que muchas veces entraba por el lado opuesto cuando ellos salían, como sucedió en Tarna, donde la escasa fuerza de nacionales que llevaba recogió sobre 200 fusiles abandonados por los carlistas, y municiones y pertrechos de la caballería de Villalobos.
Después de la derrota del 8 de agosto de 1836 penetró Gómez por Ventaniella en dirección a la Liévana, siguiéndole Espartero y Alaix. Quedaron todavía rezagados por diversos puntos de la provincia algunos destacamentos carlistas, que a no haber sufrido una activa persecución, quizás hubieran conseguido plantear la guerra civil en las cumbres de los Pirineos asturianos, ayudados y en comunicación con el cura de Felguera, Florez Collar y otros partidarios que recorrían aquel Principado; pero la facción de Taberga, que capitaneaba el primero, fue batida en aquellos días y también Florez Collar fue derrotado dos veces. Al coronel Sierra, encargado por Espartero, de perseguir los restos de las huestes de Gómez, se le presentaron mas de 300, hizo prisioneros otros muchos que andaban ocultos, y puede decirse, que quedó limpia la provincia de facciones.
Mas adelante, sin embargo, aparecieron en diversos puntos de ella con pequeñas partidas Rey, Villoldo y el conocido escribano de Melgar de Fernamental, que hacia sus correrías por Sahagún, tierra de la Reina y tierra de Campos, y el llamado Tambor de Mieres, á quien mas de una vez escarmentó, cuando aparecía por la Encartación de Curueño, D. Mariano Acebedo y los nacionales del país.
...
Baste por tanto saber á nuestros lectores que la cuestión de subsistencias le dio algunos sustos al jefe político Bustos; que la reina madre doña María Cristina visitó nuestra provincia, de paso para Asturias, gobernándola el señor Gómez Inguanzo, y que quedó prendada, tanto del carácter de los naturales del país como de la topografía pintoresca que presentan las vegas del Torio y del Bernesga: que mas tarde, diez años después, S. M. la reina Isabel hizo también una visita a los leoneses, acompañándola el conde de Lucena, presidente del Consejo de ministros entonces y otros varios personajes, además del séquito de cortesanos acostumbrado, hospedándose en el palacio episcopal, y por fin, que en el año de 1856, fecha anterior a la del viaje citado, quisieron los milicianos nacionales de León, a cuyo frente estaba como inspector el diputado constituyente a incansable patriota D. Mariano Acebedo, y de secretario del gobierno el no menos constante en sus principios políticos D. Manuel Arriola, oponerse, a ejemplo de otras poblaciones, a las órdenes del ministerio O'Donnell-Ríos; pero disuelta en Madrid la milicia y comprendiéndolo inútil de la resistencia, huyeron los citados camino de Portugal, con algunos amigos, y otros fueron presos y encerrados en el Seminario conciliar, mas restablecido el orden en la Península y sobreseída la causa que sobre tales acontecimientos se formó, pudieron unos y otros volver al seno de sus familias.
Guía de forasteros en Madrid. 1868
CONSEJEROS PROVINCIALES
León
D. Pedro Hidalgo, Presidente.
Vocales.
D. Fidel Tegerina y Zubillaga. D. José Rodríguez Badillo. D. Cayo Balbuena López.
Supernumerarios
D. Francisco González. D. Antonio Herrero. D. Félix Quirós.
La Correspondencia de España, 6 de octubre de 1868
E1 bravo leonés D. Mariano Acebedo penetró en León después del alzamiento a la cabeza de su partida do 600 hombres y llevando incorporadas a ella las fuerzas de la guardia civil y rural encargada de perseguirle, y ya adheridas al magnífico movimiento nacional.
La Correspondencia de España, 30 de noviembre de 1868
PRIMERA EDICIÓN
La Gaceta publica hoy varios decretos del gobierno provisional.
Declarando cesante a don Mariano Acebedo, gobernador de León.
Nombrando gobernador de León a D. Tomás Arderius.
La Correspondencia de España, 7 de agosto de 1869
PRIMERA EDICIÓN.
El movimiento carlista ha terminado. De las varias partidas que se lanzaron al campo con la intención siniestra de promover una guerra civil, solamente quedan restos insignificantes que huyen buscando en la fuga su salvación. He aquí el despacho el ministerio de la Guerra que hoy publica la Gaceta confirmando nuestras noticias:
«La partida capitaneada por el cabecilla Polo, acosada sin descanso por diferentes columnas, se ha refugiado en la fragosidad de los montes de Toledo, en donde sus restos son activamente perseguidos.
El diputado a Cortes D. Mariano Acebedo, con una pequeña fuerza de tiradores de León y quince lanceros del regimiento da Villaviciosa, alcanzó el día 4 a las once de la mañana en Prioro (León) a la partida capitaneada por Balanzátegui que se dispersó al divisar la fuerza, dejando en poder de nuestras tropas algunos caballos y otros efectos. Perseguida de cerca por fuerzas de la Guardia civil, fue completamente derrotada en la fecha del 5, habiendo sido aprehendido sor el sargento Centeno el cabecilla Balanzátegui.
De la partida del beneficiado de León siguen aprehendiéndose los restos dispersos, habiendo entrado ayer en aquella capital diez y ocho prisioneros, de ellos cinco curas.
Pueden, pues, considerarse disueltas las facciones levantadas en León, cuyo rápido fin han acelerado la acertada combinación, incansable actividad y denuedo de las columnas qua las persiguieron.
La Correspondencia de España, 12 de agosto de 1869
Ayer regresó a Madrid el diputado constituyente Sr. D. Mariano Acebedo, después de haber prestado grandes servicios a la causa del orden en la provincia de León, contribuyendo muy poderosamente a la persecución de las partidas carlistas levantadas en aquel punto hasta lograr su completa dispersión.
La Esperanza, 3 de marzo de 1870
«Sr. Director de LA ESPERANZA.
»Muy señor mío: Ya qué tengo la pluma en la mano, debo manifestarle la causa de que no triunfara nuestro candidato, que es la falta del oportuno aviso, pues en muchos ayuntamientos no se supo de tal candidatura, principalmente en los distantes de la capital. En esto de los amaños, obtuvieron votos:
D. José Antonio Balbuena. 121
D. Felipe Fernández Llamazares. 60
D. Toribio Balbuena. 49
»Este último los obtuvo merced a dos agentes que ofrecían trabajo y carreteras a dos manos. Llamazares, si obtuvo de una docena arriba, fue por deferencia que yo tuve con el ayuntamiento para qué no quedarán en descubierto con la diputación provincial, que fue la que lo recomendó, y en atención a que él ayuntamiento me apoyó para que saliera presidente de mesa. —B. G.
»San Martin de la Falamosa 6 de febrero de 1870.»
La Paz, 20 de junio de 1874
Hemos recibido un folleto titulado Los políticos; La política y la hacienda escrito por el ex-diputado federal D. Toribio Valbuena. En cuanto nuestras habituales ocupaciones nos lo permitan, nos ocuparemos de él emitiendo nuestro juicio.
El Globo, 4 de septiembre de 1875
FOMENTO.—Reales decretos admitiendo la dimisión de D. Lesmes Franco del Corral, comisario de agricultura, industria y comercio de la provincia de León, y nombrando para sustituirle a don Gabriel Balbuena, marqués de Inicio.
Boletín de comercio. 27 de enero de 1876,
DON IGNACIO BARTOLOMÉ DIEZ, Juez de primera instancia de esta Capital y Partido.
Hago saber:
Que el día 21 del próximo Febrero, a las doce de la mañana, se rematarán en la Sala Audiencia de este Juzgado, el terreno y fábrica que a continuación se describen:
Un terreno de rotura y prado, a servicio de la fábrica que a seguida se expresará, radicante en la villa de Vecilla de Valderaduey, partido de Villalón, al sitio llamado de Arriba, lindante al Norte con pradera concegil, al Este con finca de herederos de D. Domingo García y de Sur y Oeste mas terreno de D. Toribio y D. Francisco Valbuena; esta finca, en la que están enclavados la fábrica con sus accesorios, que son almacenes, cuadra, habitación del maquinista, molinero, mayordomo, cochera y carbonera, consta de terreno roturado, prado y paseos, rio y presa, contiene algunos árboles frutales y de 2.000 a 2.500 chopos de mediano desarrollo; tiene la servidumbre de una carretera que enlazando con la general que conduce de Vecilla á Villalon, fue construida por dichos señores Valbuena, hasta llegar a la fábrica, siendo exclusivamente de aprovechamiento para la misma el trozo de carretera que atraviesa la finca, y mide esta una superficie de una hectárea 83 áreas y 53 centiáreas, comprendido el suelo de la fábrica y sus dependencias; y
UNA FÁBRICA enclavada en la superficie de la finca qUe acaba de describirse; ocupa una superficie o área de 787 metros cuadrados 72 décimos, constituyendo tres agrupaciones de edificación distintas en su construcción y elevación.
La principal en el centro contiene los dos artefactos motores de que se compone la fábrica, que es de harinas, uno de movimiento por agua y otro por vapor. En alzada se compone este centro de cinco plantas, de las que dos solamente están enlazadas con las que constituyen el resto de las dos agrupaciones laterales.
En la planta baja están emplazados tres rodeznos de hierro dulce y fundición, movidos por agua del rio denominado Valderaduey, con tres metros de salto. Esta planta está sobre el lecho del rio, aguas abajo, constituyendo su construcción cuatro cruceros de arcos de sillería y ladrillo, cepas y estribo de sillería de espesores suficientes a contener la carga de aguas en la presa y la turbina movida por vapor o maquinaria de la misma.
En la planta principal se verifica el movimiento de dos ruedas movidas por agua y otras tres por vapor. Con esta planta enlaza al pabellón agrupado al costado del Oriente donde está colocada la caldera de vapor, chimenea en la misma y una fragua con los útiles necesarios al servicio de la fábrica; igualmente enlaza con otra planta de agrupación del costado del Oeste, donde tiene los almacenes de granos y oficinas del administrador.
La caldera de vapor está provista de toda la maquinaria necesaria para funcionar con fuerza de veinticinco caballos próximamente; en iguales circunstancias se halla la maquinaria para el cernido y limpia, incluso el correage.
Esta fabrica, con todas sus dependencias y el terreno arriba descrito, en que se halla enclavada, con todo cuanto contiene en su centro, y la carretera dicha construida para su servicio, constituye una sola finca, y ha sido tasada en 46.486 pesetas. Pertenece a Don Francisco y D. Toribio Valbuena, y se vende para pago de pesetas que adeudan a D. Ramon de la Vega; y se anuncia al público para que el que guste interesarse en la licitación concurra dicho día, si bien teniendo presente haberse acordado que toda persona desconocida que concurra al acto y haga postura, estará obligada también en el acto a garantir el cumplimiento de la postura que hiciere, pues que en otro caso se tendrá como no hecha.
Dado y firmado en Santander a 19 de Enero de 1876 —Ignacio Bartolomé.—P. M. de S. S., Urbano de Agüero.
La Época, 2 de febrero de 1876
ELECCIONES DE SENADORES.
Los resultados de la elección de senadores conocidos hasta las siete y media de la noche, son los siguientes:
León.
D. Gabriel Balbuena, marqués de Iruelo.
D. Joaquín Saavedra.
El Pueblo Español, 2 de noviembre de 1877
Ha fallecido en Vecilla de Valderaduey el ex-diputado a Cortes Toribio Valbuena.
La Época, Madrid. 21 de enero de 1878
Por decretos de 10 y 20 de diciembre último, S. M. el rey ha concedido las siguientes condecoraciones:
REAL Y DISTINGUIDA ORDEN DE CARLOS III.
—Encomiendas ordinarias. D. Cayo Balbuena López y D. Juan Hurtado.
Diario oficial de avisos de Madrid. 16 de febrero de 1878
MANIFESTACIÓN DEL TRABAJO NACIONAL
REGALO DE BODA A S.M. LA REINA
CATÁLOGO SUMARIO
por orden de presentación de los objetos.
(Continuación.)
461 D. Cayo Balbuena López.—León. —Muestras de los licores de su fábrica.
Diario oficial de avisos de Madrid, 28 de octubre de 1881,
MINAS EN VENTA O RENTA
Por no poder atender a su explotación, se venden o arriendan sesenta pertenencias de carbón de piedra, acreditadas por su buena calidad, y sitas a 29 km de la estación do León, sobre la carretera de Caboalles. Para más pormenores, dirigirse a D. Cayo Balbuena López, en León.
Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. 1883
Cosecheros de vinos.
Balbuena López (Cayo), Ordoño II, núm. 5.
Farmacéuticos.
Barthe (Pedro).
Ferreterías.
Pallares (Cristóbal y Pascual), Nueva, 14.
El Día, Madrid. 1 de agosto de 1885,
Dirección de Obras públicas.
—Autorizando á don Cayo Balbuena López para que en el término de un año pueda proceder á los estudios del proyecto de un ferrocarril que partiendo de León termine en Benavente, de la provincia de Zamora.
Estadística minera 1890
MINISTERIO DE FOMENTO
DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO,
COMISIÓN EJECUTIVA DE ESTADÍSTICA MINERA.
DATOS ESTADÍSTICOS CORRESPONDIENTES AL AÑO ECONÓMICO DE 1890-91.
2.581 Carolina, Villar, 12 pertenencias, 120.000 metros cuadrados, 5 hombres y 1 muchacho en el interior, 2 hombres en el exterior, 8 operarios, 4.600 quintales de carbón a 0,5 pesetas el quintal, Valor de 2.300 pesetas, Propiedad de D. Francisco Balbuena de León.
El Alcázar, 15 de enero de 1891
Ayer tarde pasó por aquí con dirección a tierra de la Reina nuestro candidato señor don Fernando Merino, acompañado de los Sres. Oria, D. Juan Francisco y don Marcelino Valbuena. Solo estuvo breves momentos, ofreciendo detenerse mas a la bajada. Los que tuvieron el gusto de saludarle quedaron encantados de su amabilidad y fino trato.
Por todo este valle, lo mismo aquí que en el Ayuntamiento de Boca de Huérgano (tierra de la Reina) puede asegurarse que no tendrá el Sr. Molleda ni la cuarta parte de votos que el Sr. Merino, a quien apoyan todas las personas formales.
Suyo afectísimo.—A. M.
El Alcázar, 28 de enero de 1891
MINAS. —Por D. Marcelino Valbuena, vecino de Riaño, se han presentado en las oficinas de la Sección de Fomento del Gobierno de provincia, solicitudes de registro pidiendo 500 pertenencias de la mina de carbón «Estrella;» 72 de las llamadas «Encarnación» y «Bella Vista» y 12 de la llamada «Restituta».
La estafeta de león 19 de diciembre de 1891
El jueves a las once de la mañana, ocurrió en la calle de la Rua, un incidente desagradable entre el joven médico D. Isaac Balbuena, hijo del Alcalde de esta ciudad, y el Director de La Montaña, a consecuencia del cual, este último sufrió una ligera contusión que le fue curada en la farmacia del Sr. Rodríguez del Valle.
Parece que el asunto está en el Tribunal, y tanto por ello, como porque el primero de dichos señores, nos ruega la inserción de un Comunicado que nuestros lectores verán en otro lugar, escusamos dar detalles sobre el suceso que lamentamos.
COMUNICADO
Sr. Director de La Estafeta de León -
Muy Sr. mío y amigo:
Por más qué en León todos nos conocemos, y las personas sensatas han de saber apreciar y han apreciado ya el incidente desagradable, que soy el primero en lamentar, a que dio lugar el jueves al mediodía la conducta del Sr. D. J. Francisco Pérez, director del periódico La Montaña, cumple a mi deber de caballero refutar lo de brutal agresión como lo califica anteayer en su periódico.
La causa del incidente obedeció a que dicho señor en la primera entrevista que con él tuve el martes de la presente semana, se me ofreció a rectificar expontáneamente un suelto depresivo para el buen nombre de mi señor padre. Citóme para el siguiente día, en que no pude verle aunque lo intenté, y siendo mi intención decidida, que la rectificación saliese en el número del jueves, fuime a la redacción del periódico donde me encontré con el citado señor director quien se me negó a rectificar en los términos que yo llevaba escritos, no queriendo inculpar a la administración del periódico del motivo que había ocasionado el suelto que yo pretendía rectificar, diciendo que lo haría echando la culpa al repartidor.
Faltándome pues, a una palabra empeñada qué siempre creí que cumpliese como caballero, y uniéndose a ello los tonos agrios que mediaron en esta entrevista, fue por lo que le esperé en la calle, sin ánimo de agredirle, y en ella le volví a suplicar que aceptase la rectificación, y como se me negara a hacerlo me vi precisado a ponerle una o dos veces mi mano limpia en la cara, con alguna violencia.
Ahora que el público juzgue si esto es una agresión brutal, tanto más cuanto el señor director de La Montaña decía en un artículo publicado el martes, que no debía acudirse a los Tribunales cuando se infirieran ofensas de cierta clase a las personas.
Ruego a V. la inserción de estas líneas, por cuyo favor le quedará reconocido suyo afectísimo S. S.
Q. B. S. M.,
Isaac Balbuena Iriarte.
Desgracia terrible
En el pueblo de Lillo ha ocurrido una desgracia terrible. Hallábase una familia compuesta de una viuda, dos hijas y un joven, trasvasando petróleo de una lata a una aceitera, cuando al aproximar el joven un candil con que alumbraba para ver mejor, se inflamó el petróleo, comunicándose instantáneamente el fuego a los vestidos de las mujeres y del joven, los cuales, creyendo sin duda, que huyendo se verían libres del voraz elemento, salieron a la calle dando desgarradores gritos, sin que por desgracia, sirvieran para nada los auxilios que los vecinos intentaron prestarles, pues a los pocos momentos pereció toda la familia victima de las atroces quemaduras que recibió.
Lamentamos tan horrible desgracia.
La Época, 27 de diciembre de 1892
información
Adhesiones al Sr. Cánovas del Castillo.
El senador por derecho propio, señor (marqués de la Conquista y de Albaida, ha escrito una carta muy expresiva al Sr. Cánovas del Castillo, adhiriéndose a los acuerdos adoptados en la reunión de las mayorías, y a la que no pudo asistir por impedírselo el estado de su salud.
El Comité liberal-conservador de la provincia de León, reunido anteayer, ha acordado manifestar al Sr. Cánovas del Castillo su adhesión incondicional, como jefe indiscutible, e identificarse asimismo con las manifestaciones que hizo en su brillante discurso pronunciado el día 14 del corriente en la reunión de las mayorías de los Cuerpos Colegisladores.
Forman parte del Comité D Juan Quiñones de León, marqués de Montevirgen, senador vitalicio y jefe del partido en dicha provincia; D. Antonio Villarino, presidente de la Diputación provincial; D. Cayo Balbuena López, alcalde de la capital; D. José Rodríguez Vázquez, diputado provincial y ex presidente de la Diputación; D. Sabas Martín Granizo, vicepresidente do la Comisión provincial; D. Epigmenio Bustamante, vicepresidente de la Diputación; D. Félix Miguel Alaiz, D. Gabriel González Campelo y D. Andrés Garrido y Sánchez, diputados provinciales, y otros muchos propietarios e industriales.
La Correspondencia de España. 19 de enero de 1893,
LA SEÑORA
DOÑA JOSEFA BUENO Y COSMEN
FALLECIÓ EN CABOALLES DE ABAJO (LEÓN)
EL DÍA 17 DE ENERO DE 1892
R. I. P.
Todas las misas que se celebren en la santa Iglesia catedral de esta corte los días 20 y 21 del corriente, por los señores sacerdotes adscritos a la misma, serán aplicadas por el alma de la finada.
Sus hijos D. Juan, D.ª María y D.ª Marcelina Alvarez Carballo y Bueno; sus hijos políticos D. Secundino Gómez y D. Fernando Álvarez Miranda; sus nietos, demás parientes y testamentarios,
Ruegan a sus amigos se sirvan encomendarla a Dios,
La Unión Católica, 17 de abril de 1893,
El partido conservador en León
En casa de nuestro distinguido amigo el excelentísimo Sr. D. Antonio Molleda se verificó una reunión en León, para reorganizar el partido conservador y cubrir la vacante que en la dirección de los conservadores leoneses dejó la muerte del marqués de Montevirgen.
El Sr. Molleda expuso el objeto de la reunión, que era organizar el partido, para lo cual le había autorizado el Sr. Cánovas del Castillo. Dijo que debía nombrarse un comité local, que dirigiera en la capital la política conservadora y adoptara los acuerdos convenientes.
Una comisión eligió el comité local que se compone de las señores siguientes:
Presidentes honorarios.—Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo y Excmo. Sr. Marqués de San Carlos.
Presidente efectivo.—Ilmo. Sr. D. Antonio Molleda.
Vicepresidente.—Sr. D. Cayo Balbuena López,
Vocales.—Sr. D. Sabas Martín Granizo, señor don Fernando M. Rebolledo, Sr. D. Pedro Represa, señor don Lucio García Lomas, Sr. D Isidoro Sánchez Puelles, Sr: D. Fernando González Regueral y el señor don Gabriel Fernández Balbuena.
Secretario. Sr. D. Federico Blanco Olea.
El Sr. Molleda dio las gracias a los que le habían elegido, y se acordó enviar un mensaje de adhesión leal y sincera a los principios y a la política del partido conservador y a su ilustre jefe el Sr. Cánovas del Castillo.
Nosotros damos la enhorabuena al partido conservador en general y a los conservadores leoneses en particular.
La persona del Sr. Molleda nos es tan querida que nuestros elogios pudieran parecer impulsos ciegos de la amistad. Pero los hechos por sí muestran las dotes y prendas que adornan a aquél ilustre hombre público semper sibi constans, a pesar de las contrariedades de la fortuna, siempre en su puesto de honor, dispuesto a desafiar las iras unidas de los liberales y disidentes de la provincia de León, coligados contra él en mísero contubernio.
La estafeta de León, 27 de mayo de 1893
Riqueza minera
Cualquiera que haya recorrido el Norte de esta provincia hace algunos años y la recorra hoy día, no podrá menos de admirar la riqueza minera que en sus elevadas montañas se encierra; pues bien, estos minerales que por espacio de tantos años permanecieron ocultos, aún para los mismos que nacieron sobre el tesoro, que pasaron los primeros años de su vida en la mayor miseria, dedicándose a la agricultura sobre la pequeña capa de tierra que cubre los minerales, donde la vegetación es casi imposible, y por último, que obligados por la necesidad, abandonaron el país, donde dejaban dolorosos recuerdos, para ir a morir bajo el puñal del salvaje en los desiertos de África y América.
Poco tiempo había trascurrido desde la emigración de estos desgraciados, cuando le Providencia, queriendo sin duda, premiar a los hijos, a las mujeres y a los ancianos padres de los que cruzaron los mares en demanda de un triste jornal, pone de manifiesto que bajo aquel suelo que a su vista se presentaba, mísero cual ninguno, se ocultaba el tesoro de la riqueza mineral, que se manifestaba al exterior en algunas cortaduras del terreno y en los desprendimientos producidos por las aguas torrenciales.
Desde entonces cambió el aspecto de las cosas, y los que pensaban seguir el derrotero de sus antecesores, presentaron registros en los puntos en que parecía existir minerales en mayor abundancia y que por la posición del terreno debía ser más fácil su extracción de las entrañas de la tierra, dejando libre el campo en el que después de muchos reconocimientos practicados en el exterior, les parecía no existían minerales de ninguna clase.
Algunos años después se formaron varias compañías, compuestas en su mayoría de opulentos mineros bilbainos, que dueños de gran parte del terreno carbonífero, contribuyeron con su iniciativa a la construcción del ferro-carril que, partiendo de La Robla, en nuestra provincia, atraviesa las cuencas mineras de Orzonaga, Matallana, Valderrueda y Sabero, centros respectivos de la explotación, y donde se ocultan más de tres mil trabajadores, que sacan diariamente al exterior seiscientas toneladas de carbón.
Con la explotación de las minas y la construcción del ferro-carril hullero, renacieron la industria y el comercio que estaban próximos a morir en esas montañas, que parecían olvidadas de todos.
De las cuatro cuencas citadas, sólo en la de Orzonaga se ha hecho general la explotación, viéndose los mineros de éstas, obligados a depositar sus carbones a la entrada de las minas, por falta de puente y camino que den acceso al muelle de la estación de Matallana, los cuales ya están en construcción, gracias a la actividad de los mineros de Orzonaga, secundados por los vecinos de los Ayuntamientos de La Robla y Matallana.
Hoy ya no necesitan los moradores de los pueblos y caseríos situados en las escabrosidades de las montañas leonesas trasladarse durante el invierno a la región andaluza en busca de un reducido jornal, como lo hacían en años anteriores, pues a las puertas de sus casas, tienen trabajo, y por consiguiente pan para sus hijos, ropas para cubrir sus cuerpos y dinero para acudir a las demás necesidades de la vida.
Estos son los progresos del Norte de León en el último tercio del presente siglo, y que me complazco en recordar, orgulloso de pertenecer a este país, que fue mi humilde cuna.
Bonifacio Miranda.
Orzonaga, Mayo 93.
La estafeta de León, 12 de agosto de 1893
Boinas
Es un santuario situado en la falda de una de las montañas de nuestra provincia y al que los leoneses del Norte acuden el 15 de Agosto, dando gracias a la Virgen que allí se encierra, bien por la abundancia de la cosecha, cuando esto ocurre, o bien para que la aumente en los futuros años, cifrando siempre en ella sus esperanzas, que nunca ven defraudadas.
Muchos son los recuerdos que de esta Virgen se conservan en la tradición, y ésta es la causa principal de que en el referido día ni un solo habitante de los pueblos limítrofes deje de asistir a la que titulan ermita de Boinas, que hoy, con el ferro-carril hullero de la Robla a Valmaseda, es el recreo del viajero al pasar por Robles en la estación de Matallana, de lo cual apenas dista doscientos metros, divisándose perfectamente desde las ventanillas del coche su torre blanca y su campana por entre las ramas de los frondosos árboles que la rodean.
A un kilómetro próximamente de distancia levántanse, cual gigantesca mole, las montañas en cuyo interior existen las ricas minas de la que se puede llamar cuenca del Torío, cuyas aguas corren por la falda de estas montañas y desde cuya cima divísanse perfectamente, en el circulo limitado por el horizonte, multitud de valles cubiertos de fecundos árboles, obra de la naturaleza salvaje y de la naturaleza cultivada que completan tan bello panorama.
Hasta hoy, por la escasez de vías de comunicación, permaneció este santuario poco menos que oculto para los que vivimos alejados del punto en donde existe; pero hoy ya desapareció ese inconveniente y tengo la seguridad de que muchos acudirán a él por contemplar aquellas costumbres creadas en la obscuridad de los pasados siglos.
Bonifacio Miranda.
Diario oficial de avisos de Madrid. 14 de septiembre de 1894,
CÉDULA DE EMPLAZAMIENTO
Al Juzgado de primera instancia del distrito del Congreso de esta corte, ha correspondido, por repartimiento, demanda de juicio declarativo de mayor cuantía, incoado por D. Cayo Balbuena López y D. Cipriano Rodríguez, como marido de doña Lucina Balbuena, vecinos de León, contra el Sr. Abogado del Estado y otros, sobre reintegro de cantidades, cuya demanda ha sido admitida por providencia de ayer, habiéndose acordado conferir de ella traslado a los demandados; y en su consecuencia, emplazo a doña Magdalena Sánchez Ocaña, D. José Silva, D. Marcelo García, doña Rosa Tascón y doña Isidora López o sus herederos, cuyos domicilios se ignoran, para que dentro del improrrogable término de doce días, comparezcan en los autos personándose en forma, previniéndoles que de no verificarlo, les parará el perjuicio que haya lugar en derecho.
Madrid 7 de Septiembre de 1894.
—El Escribano. -Por mi compañero Valdés, Rafael Valdivieso.—Visto Bueno.—El Sr. Juez, R- de Obregón. (22)-22
El porvenir de León, 23 de febrero de 1895
LA DIFTERIA
Con objeto de estudiar el modo de obrar del nuevo antidiftérico del Doctor Roux, ha. salido para Barcelona y Madrid centro de vacunación del referido liquido.
Buen viaje y mejor suerte.
El porvenir de León, 20 de abril de 1895
CANDIDATOS
Muchos son los aspirantes a concejales, hasta ahora se dan como seguros los nombres de D. Ricardo Galán; D. Coloman Moran, D. Lorenzo Mallo, D. José Sánchez Puelles, D. Rogelio Cañas García, D. Camilo de Blas, D. Isaac Balbuena, D. Ángel Barrial, D. Lisandro Alonso.
Estos son hasta ahora los que el público conoce, sin embargo aun se trabaja cerca de algunas personas para conseguir que den sus nombres esperándose que han de ceder y entonces la lucha ha de ser muy reñida dada la significación de aquellas.
El porvenir de León, 14 de agosto de 1895
RENUNCIA
Nuestro particular amigo D. Enrique Llamas, ha presentado la renuncia del cargo de Fiscal municipal, habiendo sido nombrado para sustituirle el joven abogado D. Alfredo Barthe, hijo de nuestro amigo D. Bartolomé.
Damos la enhorabuena al agraciado.
ALOCUCIÓN
El Sr. Alcalde interino de esta ciudad, nuestro particular amigo D. Lucio García, ha publicado la siguiente alocución:
“Leoneses:
A defender la honra y la integridad de la Patria saldrá en breve para Cuba un batallón de la guarnición de esta Capital; y aunque toda la fuerza del brillante Regimiento de Burgos conoce y no puede dudar del afecto y del cariño de este vecindario, es deber de vuestro Alcalde interino indicaros la conveniencia de que las Corporaciones, las Sociedades, el Comercio, la Industria y los vecinos todos de esta Ciudad acudan en masa a despedir al Batallón, para significarle una vez más nuestro entusiasmo y el vehementísimo deseo de pronto y completo triunfo sobre la ingrata insurrección separatista, que nos permita abrazarles cubiertos con el laurel de la victoria.
Al propio tiempo me permito suplicar al Comercio cierre sus tiendas, para que la despedida resulte más brillante y responda cumplidamente al entusiasmo del pueblo de León."
12 de Agosto de 1895.—Vuestro Alcalde, Lucio García Lomas,
ACCIDENTE
El lunes por la mañana dirigiéndose a la estación en el coche que hace el servicio de esta ciudad a La Robla, nuestro amigo D. Francisco Sacristán con su familia, se espantaron las caballerías que conducían el vehículo, en la carretera de Santa Ana, volcándose aquel y destro-zándose completamente, saliendo heridos el Sr. Sacristán, una hija y un sobrino, éste con lesiones de alguna importancia.
Conducidos a su casa los lesionados fueron curados de primera intención presentándose en el acto el juzgado de instrucción con el objeto de instruir diligencias.
Lamentamos el percance y celebraremos que los heridos recobren pronto la salud.
DEPÓSITO DE MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN
de COLOMÁN MORÁN GONZÁLEZ
Calle Zapatería, Núm. 17. León
En este establecimiento se expenden yesos de todas clases, tejidos de caña para techos rasos, Cemento hidráulico legítimo de Zumaya, Azulejos, Baldosín liso de 16 y 20 centímetros, de marca de la acreditada fábrica de D. Emilio Silió, de Valladolid, todo a precios convencionales y puesto al pie de obra en esta ciudad.
Exclusivo representante en esta provincia de Mr. Carlos Butsems y Fradera, de Barcelona, gran fábrica de Mosaicos hidráulicos, proveedores de la Real casa y premiados en las exposicio desde Viena, París, Madrid, Barcelona, Chicago, etc.
La Época, Madrid. 4 de abril de 1896
MOVIMIENTO ELECTORAL
Candidatos.
—Por la capital de León presenta su candidatura el conservador independiente D. Cayo Balbuena López. También por el mismo distrito se presenta el señor Lázaro, integrista.
El Tiempo publica hoy la siguiente lista de sus amigos, que lucharan en las próximas elecciones:
León (capital), D. Cayo Balbuena; Murias, D. Eduardo Dato; Ponferrada, Sr. Villarino;
El Liberal, Madrid. 15 de noviembre de 1896,
EL SEÑOR
DON PEDRO GÓMEZ Y ÁLVAREZ CARBALLO
ALUMNO DE DERECHO
Falleció es Valladolid el día 2 de Octubre de 1896, a los 20 años de edad
Sus padres, D. Secundino Gómez y D.ª María Álvarez Carballo y Bueno; sus tíos, D. Juan y D.ª Marcelina Álvarez Carballo, D. Primitivo, D.ª Demetria y D. Evaristo Gómez; sus tíos políticos, D. Fernando Álvarez Miranda, D. Ramiro Álvarez, D. Rafael Vuelta, D.ª Manuela Álvarez, D.ª Balbina Velasco y D.ª Cruz Barthe; sus primos y demás parientes, suplican a sus amigos se sirvan encomendarle a Dios en sus oraciones; por lo que recibirán especial favor.
Todas las misas que se celebren el lunes 16 de los corrientes en la Santa Iglesia Catedral y en las parroquias de Nuestra Señora del Carmen y San Luis, de esta corte, y el día 19 en la de San Ginés, serán aplicadas por el alma del finado.
El Excmo. e Ilmo. Sr. Arzobispo, Obispo de Madrid Alcalá ha concedido cuarenta días de indulgencia a todos los fieles, por cada misa que oyeren, parte de Rosario que rezaren o Comunión que aplicaren en sufragio del alma del finado.
El porvenir de León, 7 de agosto de 1897
—Adelantan rápidamente los trabajos de la Hospedería de la Cruz, que se instalará en la casa de la calle de Ordoño II, propiedad de D. Isaac Balbuena, inmediata a su Hotel, que reúne excelentes condiciones para el objeto.
Son varias las personas que animadas del mejor deseo se proponen hacer donativos de objetos, y como es necesario que cuanto antes empiece a prestar servicio, suplica la Comisión que no se demore la entrega muchos días.
Bilbao, Revista semanal mercantil, minera, industrial y marítima, 2 de abril de 1898
EL FERROCARRIL DE LA ROBLA EN 1897
Impresión muy halagüeña produce la lectura de la Memoria correspondiente al ejercicio de 1897 que el Consejo de este Ferrocarril ha presentado a la Junta general ordinaria de accionistas recientemente celebrada.
De un lado encontramos la nota grandemente simpática de ser este el primer ejercicio que se ha saldado con beneficios merced al aumento muy considerable obtenido en el transporte de carbones y de otra parte vemos que el Consejo de Administración además de haber adoptado ya varios acuerdos que se hallan en vías de ejecución para el acrecentamiento del material móvil como son la adquisición de seis locomotoras y cincuenta vagones sobre los ciento cincuenta comprados el año último, tiene en estudio varios proyectos referentes al mejoramiento y complemento de la línea, a saber: su prolongación hasta León por un extremo y de Valmaseda a la ría de Bilbao por otro.
Además ha comenzado a tenderse la vía entre carriles de la línea de Portugalete aunque solo entre las estaciones de Zorroza y Luchana lo cual por el momento sirve para enviar directamente y sin trasbordo a los Altos Hornos los carbones de las cuencas de León y Palencia que sirve el ferrocarril.
La verdad es que el resultado del último ejercicio es el mejor fundamento de las esperanzas que han servido de base a esos proyectos. En efecto, durante el año 1896 se transportaron 26.082 tons. de carbón y cok y en 1897 subió la cifra a 48.906 o sea un aumento de 22.823 que casi duplica el movimiento del año anterior.
Los productos obtenidos por este transporte han sido en 1897 de pesetas 244.672 contra 94.830 en 1896 o sea un aumento de pesetas 149.842 casi triplicando los productos del año anterior. El ingreso medio por tonelada de carbón transportado que fue de 2,61 en 1895 y 3,63 en 1896 ha subido el año último a 5 pesetas.
Esto demuestra que el mercado de Bilbao ha aceptado ya los productos de aquellas minas antes desconocidas para los consumidores de esta villa con lo que tienen que aumentar de día en día los embarques de carbones siempre que el ferrocarril cuente con medios para transportarlos. No registra el año 1897 igual aumento en el movimiento de viajeros y mercancías generales, pero aparte de que el mayor desarrollo en la explotación de las minas habrá de producirlo para conseguirlo en mayor grado la prolongación a León serviría de mucho.
Podrían hacerse entonces los trenes de día, cosa hoy imposible, lo cual traería consigo un aumento de viajeros tanto por poder viajar de día como por combinar mejor y terminar el viaje en una capital y no en un pueblo pequeño donde los recursos son escasos y la estancia incómoda.
Además podría convertirse a Bilbao en el puerto comercial de una zona eminentemente agrícola siendo como es León un punto de mucho consumo y centro de una región extensa a causa de su posición en el empalme de los ferrocarriles de Asturias y Galicia. La construcción de este ramal habría de ser de poco coste pues solo media una distancia de 28 kilómetros de terreno muy fácil desde la estación de Matallana a la ciudad de León.
En cuanto a la otra prolongación desde Valmaseda a la ría de Bilbao puede considerarse seguro que el capital que se invierta dará un interés remunerador teniendo en cuenta la base del movimiento actual que hoy pasa en Valmaseda al ferrocarril de Santander más el aumento que se espera en el tráfico de carbones y el tráfico local.
El 9 del pasado Marzo dictó el Juzgado de esta villa auto aprobando el convenio ofrecido por la Compañía a los acreedores y alzando la suspensión de pagos. Como consecuencia de esto se llamará pronto a una reunión a los obligacionistas para que nombren las personas que los representen en el Consejo. El Balance de la Compañía en 31 de Diciembre último arroja un activo igual al pasivo de pesetas 33.745.715 de las cuales 22.714.627 corresponden a los gastos de establecimiento.
La Época, Madrid. 2 de diciembre de 1898
COMUNICADO
LA POLÍTICA EN LEÓN
LEÓN 24 Noviembre 1898.
Señor director de LA ÉPOCA.
Muy señor nuestro:
En el número correspondiente al 20 del actual aparece una carta bajo el epígrafe «Desde León» y como en ella nos consideramos aludidos, esperamos merecer de su bondad nos dispense el favor de publicar las siguientes líneas.
Firman esa carta algunos conservadores ¡y estos si que son bien conocidos!, y al lado de ellos aparecen otros que jamás se mezclaron en la política para otra cosa que al objeto de mendigar un destino del Estado, teniendo alguno de ellos, en las épocas de cesantía, que verse privado hasta de lo más necesario para la vida.
No se desprende esto ciertamente del contenido de la epístola a que nos referimos, pues más bien parece que los firmantes contribuyen en todo tiempo a dar fuerza y vida al partido conservador en esta provincia, y como, lejos de eso, resulta todo lo contrario, para que la opinión no se extravíe bueno es que sepa quiénes son los que dirigen al Sr. Molleda tan peregrino mensaje.
Totalmente apartados del Sr. Molleda las personas de significación en esta provincia, aun cuando nuestra modestia nos vede incluirnos en esa categoría, bien puede asegurarse que en conjunto e individualmente contribuimos a soportar las cargas del Estado en cantidad muy superior a la en que figuran los personajes de la carta, entre los cuales se encuentran e1 organista de la Catedral, el portero de la Económica, el visitador de Consumos con sus dos hijos, en la actualidad cesantes, el recaudador del impuesto de células personales, el juez municipal, el médico del Hospicio y un escribiente cesante, amén de la familia que en ésta tiene el señor Molleda, que son dos primos y su cufiado.
Ninguno de los firmantes de esta carta deben su posición al Sr. Molleda; todos cuentan con modestos recursos que les permiten vivir sin necesidad de sueldos del Estado, la provincia o el Municipio, teniendo por tanto una independencia que para sí quisiera el propio Sr. Molleda, quien no comprendemos, dado su talento, cómo se atrevió a llevar a la publicidad semejante carta con semejantes firmas; ni podemos explicarnos cómo autoriza que se zahiera ahora a los que sabe lo mucho que le han servido, sin que le hayan necesitado para mantenerse en aquella independencia, propia de los que jamás hicieron de la política un oficio para vivir a costa del contribuyente.
No sucedo así a la mayor parte de los que firman la referida carta, hecha, según se dice, a instancia de aquel, sirviéndose de su cuñado D. Juan Eloy Díaz Jiménez, catedrático de este Instituto, para recoger tan famosas firmas.
¿Y qué política siguen el Sr. Molleda y sus acompañantes? Ni lo sabemos ni nos importa, si bien puede asegurarse que no sería la del Sr. Silvela, toda vez que está distanciado del Sr. Dato, quien sabido es dirige la política de unión conservadora en esta provincia.
Y, por último, mal han entendido el objeto y fin de los que se reunieron, que sólo fue una protesta solemne contra esos contubernios políticos que crean una inmoralidad, dirigida sólo a protegerse mutuamente en la fortuna y la adversidad, lo que no cabe en la conciencia de hombres honrados, que la tienen de sus principios políticos, y únicamente a ellos subordinan su conducta, nunca a ambiciones y conveniencias personales.
Rectificadas totalmente las inexactitudes de la carta, e inspirándonos el más alto desprecio los conceptos que pudieran sernos molestos personalmente por su procedencia y origen, nos reiteramos de usted atentos amigos s. s. q. b. s. m. -José Rodríguez Vázquez, abogado, ex senador del reino, ex presidente de la Diputación provincial y vicepresidente del comité conservador. —Fernando G. Regueral, abogado, ex diputado a Cortes, vocal del comité conservador, — Cayo Balbuena López, abogado, ex-consejero provincial, ex alcalde, ex juez municipal.—Francisco Cañón, módico, ex-presidente de la Diputación y diputado provincial. —Andrés Garrido Sánchez, abogado, diputado provincial, vocal del comité conservador. — Mariano F. Balbuena y Gironda, propietario y diputado provincial. —Perfecto Sánchez, propietario y concejal. — José Sánchez Puelles, propietario y concejal. — Mariano Almuzara, abogado, expresidente de la Diputación. —José Fernández Núñez, abogado, ex-vicepresidente de la Diputación y comisión provincial. — Lucio García Lomas, médico, ex-concejal y vocal del comité conservador.—Fernando M. Rebolledo, industrial, ex-concejal y vocal del comité conservador. — Pedro Represa, propietario y vocal del comité conservador. — Mariano Rodríguez Balbuena, abogado, - José Alonso Pereira, abogado. —Faustino Alonso Tudela, abogado. - Valentín Casado, propietario. -Cándido Sánchez Cadenas, propietario. —Cándido Rueda, industrial. —Benito Petit, procurador. —Colomán Morán, industrial. —Ventura Gago, industrial. —Bernardo G. Tejerina, propietario. —Emilio Tejedor, industrial y director del periódico La Escuela.
El porvenir de León, 2 de agosto de 1899
Las aguas de Pardavé
Apreciaciones de un ex-alcalde,—El proyecto.—La ruina del Ayuntamiento. —Sin comentarios. —Iniciativa oportuna.— A otra cosa.
Al constituirse el actual Ayuntamiento el día 1 de Julio último, el señor don Tomás Mallo, que cesaba en el cargo de Alcalde, aunque no en el de concejal, dirigió la palabra a los nuevos ediles con objeto de pintarles la situación en que se hallaba la administración municipal al salir de manos del anterior Concejo y de hacerles saber el estado de ciertos asuntos de capital interés para la población, especialmente el de abastecimientos de aguas de la misma.
A juicio de dicho señor, el Ayuntamiento era un modelo de perfección, de orden y de moralidad; los asuntos marchaban todos admirablemente y nada malo podía decirse de los administradores del municipio leonés durante el tiempo de su mando, puesto que habían hecho en beneficio de los intereses del pueblo de León cuanto humanamente podía hacerse. De suerte que a los nuevos concejales no les quedaba que hacer otra cosa que seguir la obra de sus antecesores, imitar su conducta y continuar por el camino que ya de antemano tenían trazado.
En cuanto al importantísimo asunto de la traída de aguas, dijo el señor Mallo que ya estaba terminado el expediente de propiedad de los manantiales de Pardavé y el proyecto de recogida de los mismos en la cámara central y que únicamente faltaba empezar los trabajos, por todo lo cual se felicitó así mismo y al Ayuntamiento que dignamente había presidido.
Aunque por aquella fecha ya sabíamos nosotros a qué atenernos respecto de las aguas de Pardavé y del mencionado proyecto, no quisimos entonces decir nada sobre el particular ni sacar de su error al señor Mallo, porque esperábamos la iniciativa de los concejales republicanos y el dictamen de una comisión técnica en qué apoyarnos, los que ya tenemos ambas cosas, ha llegado la hora de decir la verdad a la opinión pública, justamente alarmada, para que, al saberse todo, quede cada cual en el lugar que le corresponda.
El proyecto de la traída de aguas de Pardavé a León, debía constar de dos partes; una relativa a recoger en una cámara o depósito central situado en dicho pueblo el agua de los siete manantiales aforados y otra referente a la conducción de esas aguas desde la cámara central a los depósitos de León, La primera parte del proyecto es obra de los señores Madinaveitia y Diz (D. Pedro), y ya está terminada. La segunda, aun no se ha hecho, afortunadamente.
Calcularon los autores del proyecto como necesarios 150 litros de agua diarios por cada habitante, y el número de estos en 16.000; resultando que se necesitaban para el consumo de la población 2.400.000 litros diarios, o sea 27,90 litros por segundo.
No nos parece exagerado el número de 16.000 habitantes de población, que es poco mas de lo que hoy tiene León; mas bien creemos que debió hacerse el cálculo sobre la base de una población de 30.000 almas por lo menos, ya que yendo esta constantemente en aumento y no siendo las obras de abastecimiento de esas que se pueden hacer y reformar cada poco tiempo, vale mas equivocarse por exceso de agua, que encontrarse a los pocos años sin la necesaria para el consumo público por haber aumentado el número de habitantes.
Para satisfacer aquellas necesidades, los autores del proyecto estimaron suficientes los manantiales de Carrizosa, Canticos, Villar de Canticos, Rebedul, Carabedo, Llamas de Carabedo y Llamas de Cristina, situados todos en el término de Pardavé, puesto que de los aforos practicados por ellos en los meses de Julio y Octubre de 1896 obtuvieron en total de los citados manantiales 32,50 litros de agua por segundo, cantidad que calculan había de aumentar en un 30 por 100 si se hacían galerías filtrantes y drenes.
Las obras necesarias para reunir el agua de estos manantiales en Pardavé, eran muchas y muy complicadas por hallarse bastante distantes unos de otros y le costarían al Ayuntamiento cerca de 300.000 pesetas.
La ejecución de este costoso proyecto, llevaba además consigo la expropiación de tres molinos harineros y 356 fincas, que siendo de regadío, pasaban a ser de secano a consecuencia de no existir en aquellos sitios mas agua para riego y para el consumo de los pueblos que la de los expresados manantiales.
Esas expropiaciones costarían, según los autores del provecto, 105.671 pesetas; pero como este cálculo está hecho sobre el papel solamente, sin contar con los propietarios de las fincas ni ponerse de acuerdo con ellos, es fácil que los precios hubieran sido mayores y que el coste total llegara a 200.000 pesetas.
Además había que contar con la oposición del pueblo de Pardavé, que se quedaría sin agua al traer a Leon la que hoy tiene allí; oposición que se ha traducido ya en el recurso de alzada que han interpuesto contra la real orden de concesión de las aguas, y que si las obras hubieran llegado a empezarse es muy posible que se hubiera manifestado de modos mas violentos que nos hubieran costado no pocos disgustos.
De manera, que solo la reunión de los manantiales en Pardavé y las expropiaciones citadas le hubieran costado al Ayuntamiento, según los autores del proyecto, 332.000 pesetas; aunque nosotros creemos que serian 500.000, por las razones apuntadas.
Hace ya mucho tiempo que se sabia que las aguas aforadas en Pardavé no eran suficientes para satisfacer las necesidades de León, y que los 32 litros y medio de que nos habían hablado los autores del proyecto eran pura ilusión, a consecuencia tal vez de haber disminuido el agua de los manantiales por las pertinaces sequías de estos últimos años. Haciéndose eco de este rumor que nadie ignoraba ya en León, los concejales republicanos fueron al Ayuntamiento con el decidido propósito de impedir a todo trance la ejecución de un proyecto que iba a ser la ruina de este pueblo. Pero como antes de denunciar cosas tan graves era necesario hallarse bien cerciorados de la verdad de aquellos rumores, los dichos concejales D. Eduardo Alonso y D. Nicasio Guisasola hicieron un viaje a Pardavé con el exclusivo objeto de aforar el agua de aquellos manantiales y comprobar los datos que sobre el particular obraban en el proyecto.
De eso viaje resultó, como no podía menos de suceder, el convencimiento pleno y absoluto de que aquellas aguas no eran suficientes para el abastecimiento de esta ciudad, puesto que los aforos practicados por dichos señores dieron solamente 14,30 litros por segundo.
Consecuencia de esto ha sido el nombramiento de la comisión técnica de que ya tienen noticia nuestros lectores y el dictamen de la misma que se leyó en la sesión del sábado proponiendo el abandono del actual proyecto por no existir en la actualidad mas que 10,18 litros de agua por segundo en los célebres manantiales de Pardavé.
A cuatro kilómetros de Pardavé, aguas arriba, y cerca de la ermita de Buinas, hay en la misma orilla del río unos manantiales abundantísimos de agua potable. Los concejales señores Guisasola y Alonso los vieron el día de su viaje y después se los enseñaron a la comisión, quedando todos maravillados de la gran cantidad de agua que dan.
Los manantiales son conocidísimos en aquellos pueblos y para ir desde la estación de Matallana a Pardavé, es necesario verlos, pues se pasa por junto a ellos. La traída de esas aguas a León no perjudicaba a nadie, porque se pierden en el río sin que nadie las utilice; no había necesidad de hacer expropiaciones ni los pueblos se opondrían a ello. Las obras para conducirlas hasta la capital serian sencillísimas y de bastante menos coste que las del proyecto abandonado ahora...
Sin embargo, los autores de este no mencionan esos manantiales, suponemos que por no haberlos visto, y mientras sus abundantes aguas se pierden en el río, ellos suben a la montaña en busca de otros menos abundantes y presentan un proyecto de reunión de los mismos, cuya ejecución hubiera sido un desastre para nuestro Ayuntamiento.
Tales son los hechos. Nosotros los exponemos tal cual se han desarrollado, porque entendemos que el pueblo que paga tiene derecho a saber toda la verdad y a enterarse del modo como se administran sus intereses. No queremos hacer comentarios, aunque el asunto se presta a ellos, ni dirigir cargos a nadie. La opinión pública emitirá su juicio imparcialmente y a él nos atenemos; ella hará también los comentarios y dirigirá cargos a quien deba dirigírselos.
Por lo demás, ya ve el ex-alcalde señor Mallo como no estaban todos los asuntos municipales terminados o en buen camino; ya ve como había necesidad de esas iniciativas y esa actividad, dignas del mayor encomio, que han llevado al Concejo los republicanos; ya ve como se equivocó de medio a medio en sus apreciaciones al dirigir la palabra a los nuevos concejales el día 1.º de Julio.
Afortunadamente para todos, la comisión técnica impulsada por la fuerza y la evidencia de los hechos, ha aconsejado al Ayuntamiento que abandone el proyecto de que nos hemos ocupado, proponiendo el estudio de otros manantiales, que pudieran ser los de Buinas, de que antes hablamos.
Aunque se hayan perdido 5.000 pesetas que costó aquel proyecto y tres años de tiempo que ha durado la tramitación del expediente, no podemos menos de felicitar al Municipio por no haber emprendido tan ruinosas obras y a los dignos concejales que tomaron la iniciativa en este asunto, por el brillante servicio que han prestado al pueblo de León.
Diario oficial de avisos de Madrid. 24 de noviembre de 1899,
Don Luis González de la Quintana, Oficial de Sala de la Audiencia territorial de Madrid.
Certifico: Que por la Sala primera de, la misma se ha dictado la sentencia cuyo encabezamiento y parte dispositiva es el siguiente:
Sentencia número noventa y tres.—En la Villa y Corte de Madrid, A dos de Junio de mil ochocientos noventa y nueve;
— En los autos civiles declarativos de mayor cuantía que, procedentes del Juzgado de primera Instancia del distrito del Congreso, ante Nos penden, a virtud de apelación, seguidos entre partes: de una, como demandante y apelada, D. Cayo Balbuena López, Abogado, D. Cipriano Rodríguez Calzada, propietario, ambos vecinos de León, y el segundo en concepto de representante legal de su esposa doña Lucinia Balbuena López, D. Gabriel, doña Jesusa, doña Artemisa, doña Angela y doña Juvenal Balbuena Medina, Abogado el primero, dedicadas a sus labores las demás, y todos vecinos de León, en concepto de hijos y herederos de D. Melquíades Balbuena, D. Miguel Fernández Banciella, Abogado, de igual vecindad, como marido y legal representante de doña Emérita López de Bustamante y Balbuena; D. Pedro Represa Rodríguez, propietario, vecino de Barcial, como marido de doña Regina López de Bustamante y Balbuena; Juan Represa Rodríguez, de igual profesión y vecindad que el anterior, como marido y legal representante de doña Isabel López de Bustamante y Balbuena, doña Tarsila y D. Agustín López de Bustamante y Balbuena, dedicada a sus labores la primera, propietario el segundo, residentes ambos en Madrid; D. Avelino López de Bustamante y Balbuena, Médico, vecino de Villaquejida; todos éstos como hijos y herederos de doña María de la Concepción Balbuena, representados por el Procurador D. Maximino Elvira y defendidos por el Letrado don Antonio Molleda; de otra, también demandante y apelada, los estrados del Tribunal por la no comparecencia de doña Nila Fernández Rodríguez, viuda de D. Gabriel Fernández Balbuena; de otra, como demandada y apelante, el Abogado del Estado; y de otra, como demandada y apelada, los Estrados del Tribunal por la no comparecencia de doña Magdalena Sánchez Ocaña, D. José Silva, D. Marcelo García, doña Rosa Tascón y doña Isidora López, o los herederos de éstos, sobre que se estimen las excepciones de derecho civil formuladas ante el Tribunal de Cuentas del Reino, en el expediente de alcances seguido contra D. Pablo López González,
Fallamos: Que debemos confirmar y confirmamos, con expresa imposición de las costas de esta segunda instancia a la parte apelante, la repetida sentencia apelada por la que se declaró que D. Cayo Balbuena López, D. Cipriano Rodríguez de la Calzada, en concepto de esposo y representante legal de doña Licinia Balbuena López, D. Gabriel, doña Jesusa, doña Artemisa, doña Angela y doña Juvenal Balbuena Medina, como hijos y herederos de D. Melquiades Balbuena; D. Miguel Fernández, esposo y legal representante de doña Emérita López de Bnstamante y Balbuena; D. Pedro Represa y Rodríguez, representante legal de su esposa doña Regina López de Bustamante y Balbuena; D. Juan Represa Rodríguez, en representación también de su esposa doña Isabel López de Bustamante y Balbuena; doña Tarsila y D. Agustín López de Bnstamante y D. Avelino López de Bustamante y Balbuena, como hijos y herederos de doña María de la Concepción Balbuena; don Gabriel Fernández Balbuena, como hijo y heredero de doña Francisca Balbuena, y por habar fallecido dicho señor, su viuda doña Nila Fernández Rodríguez y todos ellos, como herederos de su tía doña Indalecia Balbuena, copartícipes, los unos por si y los otros en representación, en la herencia de D. Pablo López González, lo fueron en concepto de legatarios de cantidad determinada, y no en el de herederos, y por consiguiente, y como poseedores de buena fe que habían sido de las cantidades qué cada uno percibió en razón a dicha herencia, venían solamente obligados a pagar las responsabilidades civiles del causante hasta donde alcanzasen las cantidades que a cada uno de ellos se legaron con absoluta separación de las que lo fueron a los demás, así como al abono de los intereses de cada una de estas cantidades, a contar desde la fecha en que fueron requeridos en forma por la Hacienda, con motivo del alcance declarado al referido D. Pablo López González, Tesorero qué fue de la misma en la provincia de Gerona, y no hizo expresa condenación de costas.
Así por esta nuestra sentencia que a más de notificarse por estrados y de hacerse notoria por edictos, se publicará en cabeza y parte dispositiva del Boletín Oficial, DIARIO DE AVISOS y Gaceta Oficial de Madrid, por la rebeldía de doña Nila Fernández Rodríguez, viuda de D. Gabriel Fernández Balbuena, doña Magdalena Sánchez Ocaña, D. José Silva, D. Marcelo García, doña Rosa Tascón y doña Isidora López o los herederos de éstos; y que luego que sea firme, se comunicará al inferior por medio de la oportuna certificación y orden, a costa de la parte apelante, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
—Antonio Alonso Casaña. —Francisco Rondán — Ildefonso López Aranda, —Joaquín López Chicoy.—Ramón Barroeta.
La precedente sentencia fue leída y publicada por el Magistrado ponente D. Joaquín López Chicoy, en Madrid a dos de Junio de mil ochocientos noventa y nueve.
Y para que conste y tenga efecto su publicación en el DIARIO DE AVISOS DE MADRID, en cumplimiento de lo mandado, expido la presente que firmó en Madrid a siete de Junio de mil ochocientos noventa y nueve. Luis González de la Quintana, (O.) -52
El Heraldo de Madrid. 6 de enero de 1901
Conferencias dominicales.
León 6 (12 h. 35 m.)
En la Sociedad de artesanos La Leonesa, dio hoy una conferencia el presidente de la misma y conocido abogado D. Alfredo Barthe, acerca de la ley de 13 de Marzo último, referente al trabajo de las mujeres y los niños.
El orador fue muy aplaudido.
El Imparcial, Madrid. 7 de enero de 1901
Conferencias para obreros
León 6 (3 tarde) La sociedad La Leonesa ha inaugurado hoy una seria de conferencias para obreros. El abogado D. Alfredo Barthe ha pronunciado un hermoso discurso estudiando la ley del trabajo del Sr. Dato, a la que ha prodigado grandes elogios. El público ha aplaudido con entusiasmo al orador.
El Día de Palencia, 6 de mayo de 1901
La prensa leonesa llegada hoy a esta ciudad, lamenta el hecho de haber sido detenido por el señor gobernador de aquella provincia, el presidente del Casino Leonés, conocido médico D. Isaac Balbuena.
La detención de dicho señor, que fue conducido a la prevención, se llevó a efecto en la calle.
La causa parece que obedeció al hecho de haber permitido el Sr. Balbuena que entrase la policía en las dependencias de aquella sociedad.
La Época, Madrid 30 de mayo de 1901,
FIESTAS EN LEÓN
INAUGURACIÓN DE LA CATEDRAL
(DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR)
Final del banquete. -Los brindis.
LEÓN 29 (4,40 tarde). -Acaba de terminar el almuerzo de la Diputación provincial, al cual han asistido 98 comensales.
El banquete estuvo perfectamente servido. Dos mesas habían sido dispuestas en forma de ángulo en el claustro del palacio do la Diputación, que es el antiguo de los Guzmanes. La entrada, así como el claustro estaban adornados con guirnaldas de follaje y flores.
Mientras duró el almuerzo, la banda de música del regimiento de Burgos ejecutó un lucido programa.
La tarjeta del menú llevaba al dorso una fotografía de la catedral.
El gobernador civil inició los brindis saludando cortésmente en nombre del pueblo de León a los ministros y demás ilustres huéspedes que en fecha tan señalada la honraban con su visita.
El presidente de la Diputación, Sr. Argüello, en nombre de la corporación que representaba, manifestó su gratitud por haberse honrado a León como merecía en esta ocasión. Se felicitó de que asistiendo a la inauguración, el Gobierno y otras altas representaciones nacionales, se hubiese dado toda la importancia debida al acto de la reapertura de un monumento que tantas glorias históricas y artísticas hace recordar, y que por su grandeza es orgullo de propios y envidia de extraños.
El alcalde saludó también a los ministros, y dedicó afectuosas frases a los representantes de la Prensa de Madrid, sus antiguos compañeros. Después invitó a hablar al Sr. Dato, diciendo que su palabra daría más entusiasta expresión del júbilo que sienten los leoneses. Whip.
Discurso del Sr. Dato. Un símbolo. Por la regeneración.
León 29. (5 tarde). -Defiriendo a la indicación del Sr. Sangrador, levantóse a hablar el exministro conservador Sr. Dato, que fue saludado con aplausos.
Comenzó diciendo que no pensaba decir nada en este acto, dejando que lo hicieran las personas autorizadas; pero la alusión apremiante del alcalde de León le obligaba a pronunciar algunas palabras.
Fueron las primeras para elogiar cumplidamente las obras de restauración del hermoso templo leonés, monumento que hacía más de cuarenta años que había estado a punto de desaparecer y que ahora aparece restaurado, más hermoso y refulgente que nunca, merced al talento y al trabajo de los arquitectos ilustres que se habían sucedido en el glorioso empeño de reconstituir y hasta de mejorar tan primorosa y acabada obra arquitectónica.
«Para nosotros —añadió el Sr. Dato— debe ser esto cómo un Símbolo; espejo es en que todos debemos mirarnos, y ejemplo que nadie debe dejar de imitar.
Como la basílica leonesa, España se ha mantenido también bajo la inmensa pesadumbre de sus desgracias. Como ella también, España podrá resurgir restaurada, regenerada por la unión y por el trabajo, grande, y poderosa.
Si todos los españoles, prescindiendo de diferencias que nada significan en el fondo, nos unimos en la gran obra de restaurar y reconstituir la Patria, ésta se verá de nuevo próspera y a todos nos cabrá una parte de legítimo orgullo en haber hecho con grandezas a punto de destruirse y derrumbarse lo que ilustres arquitectos han hecho con la hermosa basílica de que se enorgullece, no sólo León, sino España entera.
Terminó haciendo votos por el engrandecimiento de León, por el acrecimiento de la fe católica y brindando por las instituciones.
El discurso del Sr. Dato fue aplaudido calurosamente al final. Varias veces fueron también interrumpidos por aplausos sus elocuentes párrafos. Whip.
Otros discursos. —El Sr. Molleda. -Prado y Palacio. —D. Fernando Merino. —El director de «El Globo».
LEÓN 29 (5 tarde). -Al terminar el Sr. Dato, el diputado electo D. Antonio Molleda se levantó a brindar. En su discurso recordó la historia de la catedral y evocó recuerdos gloriosos de la historia de León, después de elogiar a los arquitectos que llevaron a cabo la restauración.
El diputado electo por Jaén, Sr. Prado y Palacio, habló en nombre de las provincias españolas no representadas allí, todas las cuales se asociaban al júbilo legitimo que en estos momentos sienten los leoneses.
El Sr. Merino expresó después la gratitud que el pueblo de León siente hacia sus ilustres huéspedes, gratitud en la cual tomaba él gran parte.
«Para todos los hijos de esta región—dijo—la hermosa catedral es objeto de cariño profundo, de orgullo legitimo, de verdadera veneración. Ante este templo sentimos tan grande afecto, que no pueden comprenderlo los que no han nacido en León.
«Para cada uno de los leoneses representa un grato recuerdo de la juventud, una fecha inolvidable de nuestra propia vida, cada piedra que se colocó en sus muros y cada vidrio que apareció en sus ventanas ojivales.»
Propuso que se consagrara en la catedral una lápida pura recordar lo mucho que debe la restauración del templo al ilustre arquitecto D. Juan Madrazo.
Terminó felicitándose de que la inauguración se hubiese verificado gobernando el partido liberal y brindando por los Reyes, por el Gobierno y por León.
En nombre de los periodistas habló el director de El Globo, Sr. Francos Rodríguez, pronunciando un elocuente discurso. Dedicó su brindis a los obreros de la catedral de León, héroes obscuros del trabajo, que son verdaderos hermanos de los periodistas, porque éstos también trabajan anónimamente para levantar el edificio del pensamiento. El Sr. Francos, como los demás oradores, fue muy aplaudido.—Whip.
Discurso del ministro de Instrucción pública.
LEÓN 29 (5,10 tarde). —Cerró los brindis el señor conde de Romanones con un discurso elocuente, que produjo muy buen efecto, hablando en nombre del Gobierno.
Comenzó felicitándose de haber asistido a la inauguración de este templo, por tratarse de un acto religioso que constituye una verdadera fiesta para todos los pueblos católicos, y especialmente para el español, que tiene tan arraigado el sentimiento religioso.
Hablando de León, hizo el ministro justos elogios, diciendo que era una capital moderna por sus progresos, no obstante conservarse en ella tan fielmente la tradición.
Recogiendo las frases del Sr. Dato, «frases de tanto más valor —decía— puesto que proceden de personalidad política tan importante», dirigió excitaciones a la unión de todos para realizar esa obra de restauración de la Patria, tan necesaria.
El conde de Romanones ofreció después a León la protección del Gobierno, protección a la cual se tiene derecho cuando se procede como aquí.
Terminó brindando por los Reyes, por la Patria y por la Prensa.
Este discurso fue muy aplaudido..—Whip.
«Clarín».
LEÓN 29 (5,10 tarde). —Entre los comensales del banquete de la Diputación figuraba el distinguido profesor de la Universidad de Oviedo, Leopoldo Alas (Clarin). A pesar de que su salud es, por desgracia, delicada, el reputado escritor no ha querido dejar de asistir a esta solemnidad de la inauguración de la basílica leonesa. —Whip.
El Depósito de sementales.
LEÓN 29 (5,15 tarde).—Por considerarlas de interés comunico nuevas noticias de la visita hecha por el ministro de la Guerra al cuarto Depósito de caballos sementales, instalado en el antiguo convento de San Marcos.
Su instalación es verdaderamente notable. El general Weyler quedó muy satisfecho del buen orden que en toda la organización se advierte.
Hay en las cuadras cien caballos, entre ellos algunos de pura raza árabe, ingleses, normandos y españoles hay ejemplares magníficos.
Los caballos no están dentro del convento, como se ha podido creer. Las Cuadras, que son magníficas, se han levantado de nueva planta en el lugar que ocupaba la huerta del antiguo monasterio.
En la construcción de estas cuadras y en la del hermoso picadero, aún no terminado, lleva invertido el Ayuntamiento más de 80.000 duros.
Todos consideran aquí muy justo que el Gobierno correspondiera con sus auxilios a este sacrificio. El verdadero edificio del convento está dividido en dos partes. El claustro alto está destinado a oficinas y alojamiento de los militares. El claustro bajo lo ocupa el notable Museo Arqueológico Provincial. Las personas amantes del arte desearían, naturalmente, que el convento se destinara por completo a Museo. Sin embargo, la verdad es que no causa daño el Depósito al histórico monasterio, cuyo mérito principal se encuentra en la fachada. —Whip.
El Museo Arqueológico.
LEÓN 29 (5,15 tarde).—Mientras el general Weyler recorría las dependencias del Depósito de sementales, los aficionados al arte hacían una excursión por las salas del Museo Arqueológico. Hay en ellas objetos muy notables, entre los cuales descuella la hermosa colección de piedras sepulcrales céltico-latinas, que es una de las más notables que existen en Europa. Entre esta colección de piedras y otros objetos de valor se encuentran el famoso Cristo del siglo XI y una cabeza de San Francisco.
En una de las habitaciones llama la atención un magnífico techo artesonado. —Whip.
El mosaico de Navatejera.
LEÓN 29 (5,20 tarde).—Por la mañana el Sr. Dato y sus amigos, acompañados de D. Secundino Gómez y del erudito Sr. Posadilla, visitaron en un prado situado junto al pueblo de Navatejera los notables mosaicos romanos descubiertos hace años.
Supónese que en aquel sitio estuvo edificada la casa del prefecto Angostad, de la legión séptima germánica, y que a ella pertenecen los mosaicos que se han puesto al descubierto, cubriéndoles con una ligera construcción de ladrillos. De la casa del prefecto, o de la casa romana que fuere, se conservan los cimientos, que indican la distribución de las habitaciones y de las termas.
Es seguro que si se hicieran excavaciones en aquellos campos encontrarían restos romanos; pero es sabido que los Gobiernos no se muestran muy generosos para subvencionar éstas investigaciones arqueológicas. —Whip.
Regreso de los ministros.
LEÓN 29 (8,4 noche). —En el correo de Asturias han salido para Madrid el general Weyler y el conde de Romanones, los cuales fueron despedidos en la estación por las autoridades, muchos amigos políticos y considerable público. Los andenes estaban llenos de gente. Marchan con los ministros el Sr. Merino, el conde do Garay y casi todos los representantes de los periódicos de Madrid. Al arrancar el tren el Sr. Merino dio varios vivas, que fueron contestados con entusiasmo. —Whip.
Telegramas de hoy.
Regreso del Sr. Dato. Despedida cariñosa.
LEÓN 30 (9,30 mañana).—En el tren correo de Galicia acaba de salir para Madrid el exministro don Eduardo Dato. Le acompañan los diputados señores marqués de Cubas, Cortezo y Prado y Palacio, y D. Santos Ortega.
El andén estaba lleno de amigos políticos y particulares del Sr. Dato. Entre otras personas encontrábanse allí los exsenadores Sres. Allende y Rodríguez Vázquez; el diputado electo Sr. Rodríguez de Cela; los exdiputados señores González Regueral y Chicarro; D. Cayo Balbuena y D. Secundino Gómez; los diputados provinciales señores Garrido, Chicarro, Miranda, Hidalgo, Eguiagaray y Alaix; los exalcaldes D. Perfecto Sánchez y don Cecilio Díaz Garrote; el expresidente de la Diputación Sr. Almuzara, concejales y muchas importantes personalidades del partido conservador de la capital y de algunos pueblos de la provincia, que han venido con objeto de saludar a su jefe político.
Durante la permanencia del Sr. Dato en la casa de D. Secundino Gómez, no ha dejado de ser visitado por numerosos elementos políticos de la capital y de los pueblos de la provincia.
Se han evidenciado con esto las grandes simpatías que el exministro conservador goza en toda la región. La despedida del Sr. Dato ha sido cariñosísima. —Whip.
Festejos populares. —La retreta de anoche. —Las carreras. —La iluminación. -Elogio a los telegrafistas.
LEÓN 30 (9,30 mañana). —Los festejos populares organizados ayer tarde en las orillas del río Bernesga resultaron muy animados.
Mientras en un lado se jugaban las cucañas, las corridas de roscas, las barras y los aluchos, en otro lado se organizaban corros de baile, donde al son de las dulzainas bailaban las gentes del pueblo las típicas danzas del país.
Llamaron la atención las parejas de mozas y mozos venidas del Vierzo con sus típicos trajes.
El cuadro que ofrecía la orilla del Bernesga, con tan extraordinaria animación, era el más pintoresco.
Como anuncié oportunamente, el Ayuntamiento hizo repartir premios en metálico a las parejas de mozos y a las comparsas de los pueblos que mejor bailaron y que de.presentaron mejor vestidas.
Resultó curiosa la retreta cívico-militar que se organizó en la Plaza de Santo Domingo. En ella figuraban centenares de personas coa grandes farolas y antorchas.
Las calles de la carrera estaban llenas por un inmenso gentío.
Atractivo principal de la retreta eran las carrozas. Pertenecían éstas a la Industria, al Comercio, a las fuerzas de la guarnición y al Cuerpo de bomberos. Todas éstas, muy elegantes, fueron proyectadas y dirigidas por el arquitecto del Ayuntamiento, D. Manuel de Cárdenas. Había otras carrozas de los gremios de pintores y carpinteros.
El comandante Figueras y el teniente Brecas, del regimiento de Burgos, y el arquitecto Sr. Cárdenas, organizadores de este festejo, han sido muy felicitados.
Como las noches anteriores, las principales calles de la población lucían iluminación extraordinaria. También se iluminó interiormente la catedral; pero no resultó el efecto que se proponía el autor de la idea, por la escasa fuerza de los focos.
Repitiéronse también anoche los disparos de bombas, globos y cohetes.
Consigno con gusto un merecido aplauso para el personal de Telégrafos de esta capital, que ha realizado el servicio de estos días perfectamente, sin haber sido aumentado más que con un oficial de telégrafos de Astorga. —Whip.
Término de las fiestas. —Reparto de limosnas.
LEÓN 30 (10 mañana).—Hoy terminan los festejos organizados con motivo de la inauguración de la catedral.
Se repartirán abundantes limosnas a los pobres. En los establecimientos benéficos se dará a los asilados ranchos extraordinarios. Por la noche se repetirá la iluminación. Aunque modestos, los festejos han llenado su misión entretener al público. —Whip.
La provincia de León: descripción geográfica de la misma, 1902
Autores: Alfredo Barthe Sánchez-Sierra y Francisco Contreras Martín.
El Globo, Madrid. 15 de junio de 1902
Instrucción pública
Nombramientos.
En concepto de diputados, ha sido nombrado vocal de la Junta de Instrucción pública de Coruña D. José Vi las Malesun,
Igual nombramiento ha recaído en D. Antonio Pérez Solano, de Huesca; D. Alfredo Barthé, de León; y D. Pascual Testor y Pascual, de Valencia.
La Época, Madrid. 3 de agosto de 1902,
En León.
LEÓN 2 (4 tarde).—Continúan con gran actividad los trabajos para terminar la construcción de arcos, tribunas y decorado de calles. Todo ello está muy adelantado, formando un conjunto tan elegante como bonito.
Las obras en el palacio de la Diputación, donde se hospedará S. M. el Rey, continúan con gran rapidez, y el mobiliario debe de llegar el lunes, quedando terminada totalmente la instalación en todo el día 6.
El 7, a las dos de la tarde, llegarán el Rey y el Principe de Asturias, quienes, además de la catedral, colegiata y San Marcos, visitarán el Real Santuario de la Virgen del Camino, de que es patrono S. M., y a cuya milagrosa Virgen fue ofrecido por un devoto de esta ciudad, con motivo de la grave enfermedad que sufrió en sus primeros años.
La Comisión del Ayuntamiento, presidida por el exalcalde y concejal D. Cecilio Diez Garrote, trabaja sin descanso para el mejor éxito de su cometido, teniendo dispuesto un banquete en el Ayuntamiento, al cual asistirán, además de las Reales personas y su comitiva, los ministros, las autoridades, los exministros, senadores y diputados.
Este se verificará en la noche del 7 en la Casa Consistorial, durante el cual se quemará una variada colección de fuegos artificiales, ejecutando la banda del regimiento de Burgos y la del Hospicio escogidas piezas.
La ciudad aparecerá toda ella vistosamente iluminada.
Se trata de organizar una función de gala en el teatro Principal, y acaso actúe la Compañía Guerrero-Mendoza.
El Sr. Dato se propone llegar a esta en la mañana del 7 para recibir a las Reales personas; le acompañarán el conde de San Simón y el Sr. Villamil, hospedándose en casa de su cariñoso amigo el opulento capitalista D. Secundino Gómez. Reina gran entusiasmo en todas las clases sociales, y el recibimiento a S. M. será suntuoso. — R.
La Correspondencia de España, 8 de agosto de 1902
EL VIAJE DEL REY
POR TELÉGRAFO
La entrada en León.
León 7, 3,10 t,
El recibimiento aquí ha sido entusiasta. La tarde muy espléndida. El Rey entró en coche abierto, propiedad de D. Fernando Merino. Precedían los batidores del regimiento de Talavera y los maceros del Ayuntamiento.
En un coche iban el alcalde y el presidente de la Diputación provincial. En la estación del ferrocarril tributó los honores una compañía del regimiento de Burgos con bandera y música. Esperaban al Rey el Sr. Dato, los Sres, Molleda y Regueral y otros conservadores. Al frente de los senadores y diputados liberales estaba D. Fernando Merino. Con éste se hallaban los señores conde de Garay, Rivas, Gullón, Jove, Tena, Cortina, Allende y Franco. —AGUILAR,
El alcalde republicano,
León 7, 3,15t, (Urgente)
También se hallaban en la estación el gobernador militar; representaciones del obispo y cabildo catedral; el abad de San Isidoro; Comisiones de todos los pueblos de la provincia e inmenso público,
El Sr. Guisasola, alcalde republicano de León, dio la bienvenida al Rey. Desde la estación a la catedral la ovación que se tributó al Monarca fue entusiasta. Hubo vivas y se arrojaron palomas y flores en verdadera y continua lluvia.
Los canteros y obreros de la Unión de Trabajadores bajaron a la estación con el estandarte y 300 mineros de Sabero. —AGUILÁR,
Te Deum.
León 7, 3,30 t, (Urgente) :
En la catedral se cantó un solemne Te Deum con acompañamiento de órgano y orquesta, pronunciándose las preces de rúbrica y la bendición. Ofició el prelado, quien dio la bienvenida al Rey en nombre propio, del cabildo catedral, de la colegiata, clero y fieles de la diócesis. Añadió que hacía votos para que la permanencia en la ciudad de San Froilán y San Isidoro, le fuera grata. Invitó al Rey para tomar posesión de la prebenda, que desde tiempo inmemorial posee en esta iglesia,
D. Alfonso aceptó gustoso, y bajo palio y a los acordes de la Marcha Real, se dirigió al coro.—AGUILAR,
El Rey prebendado.
León 7, 3,45 t. (Urgente.)
D. Alfonso se sentó en la primera silla de la izquierda del coro, llamada del Rey, dándole posesión el obispo de la prebenda, con la fórmula de ritual. El público estaba en la verja para verle. Hubo gente hasta en el púlpito. Apenas tomó posesión el Monarca, se oyeron vivas al canónigo Rey; vivas que fueron dados principalmente por los canónigos.
AGUILAR.
Discurso del obispo.
León 7, 3,45 t. (Urgente.)
Aunque el prelado habló quedo al Rey, pude oír que daba gracias a Dios, que da el bien y dispensa toda honra a los Reyes que rigen y gobiernan. Dio parabién y enhorabuena a D. Alfonso XIII por poseer desde hoy un título más que le hace acreedor a los ruegos y oraciones del prelado y vicario de Leon XIII. Agregó, que el reinado que empieza entre vítores y aclamaciones, hace concebir esperanzas para la resurrección de la fe y de la patria. —AGUILAR,
Aclamaciones.
León 7, 3,50 t (Urgente.)
El prelado terminó diciendo:
«Sabed, señor, que en el obispo y fieles diocesanos, tenéis súbditos amantes y rendidos.»
«En sus corazones, lámparas que arden en el altar de la patria; en sus manos, aplausos para vuestro reinado, y en sus labios, frases que os bendicen y aclaman.»
El Rey salió bajo palio. Ursa mujer del pueblo, entusiasmada, estuvo a punto de besarle. Otra, lo llamaba, ¡Hijo de mi alma! y decía:
—«Defiende nuestros hijos que te sirven en el ejército».
Las aclamaciones han sido incesantes. En esta forma llegó hasta el palacio de la Diputación provincial, donde se hospeda.
Ahora comienza la recepción popular.—
AGUILAR.
Recepción popular,
León 7, 4,10 t (Urgente).
En el salón del trono de la Diputación se ha verificado la recepción popular. Desfilaron ante el Rey los senadores, diputados, ex representantes del país, el ex ministro Sr. Dato, las autoridades, corporaciones, catedráticos de la Escuela Normal, magistrados, jueces y militares francos de servicio. Como nota curiosa, resultó la concurrencia de alcaldes y concejales de todos los pueblos de la provincia.
Algunos vestían vistosos trajes de maragato. No hubo recepción para señoras. El vecindario ocupa las calles, balcones y tribunas, esperando vaya el Rey a visitar la catedral. La población animadísima y de gala.
—AGUILAR,
En la catedral.
León 7, 11,30 n.
En la recepción popular, muchos alcaldes se arrodillaron, santiguándose otros. El Rey visitó la catedral, donde fue recibido por el cabildo. El deán le dio el agua bendita al entrar. Se cerraron las puertas, quedando fuera del templo el general Weyler y el cuarto militar. El mismo Rey y el príncipe tuvieron que advertirlo para que entraran. La multitud se agolpó ante la puerta, deseando acompañar al Monarca.
—AGUILAR.
León 7, 11,30 n.
El deán y el arcediano acompañaron al Rey en su visita a la Catedral. En el presbiterio fotografió la artística puerta que da al frente. Vio la capilla del Carmen, con sepulcros medievales, la antesacristia con su cristalería notable, y la sacristía, donde se exhibió el terno bordado en oro que regaló el actual obispo, terno valorado en 23.000 duros. Contempló el sepulcro del fundador Ordoño II. También observó la capilla de San Cosme, que contiene tablas do! siglo XV y las vidrieras del siglo XIII. Y, por último, examinó la capilla de Santiago, donde se mantuvo el culto durante cuarenta años, y mientras se hicieron las obras de restauración de la Catedral.—AGUILAR,
Biblia antigua.
León 7, 11,40 n.
El Rey fotografió el altar de la capilla de Santiago y la torre de las campanas, y el príncipe el claustro.
El Monarca, en la sala capitular, tomó posesión, como canónigo, del sillón presidencial. En el archivo vio los códices, una Biblia del siglo IX, la Antifona sin pentagrama ni clave, y hasta ahora indescifrable. En el cuarto de la fábrica examinó un armario mudéjar. Luego se trasladó el Rey a San Marcos, revistando el depósito, de sementales, que está perfectamente acondicionado. Probó el rancho de los soldados, hallándolo excelente.— AGUILAR.
Museo provincial.
León 7, 11,50 n.
En San Marcos vio el Museo provincial, admirando la escultura de San Francisco, de Carmona. Al verla, exclamó el Rey:
—«¿Tienen ustedes frailes vivos?
Parece que alienta.»
Examinó un Cristo de marfil del siglo IX. En el álbum firmaron el Rey, que escribió «Alfonso», y el príncipe, que puso «Carlos, infante de España».
En el coro examinó la magnífica sillería, de la iglesia, obra de Guillermo Doncel, del siglo XVI. Se sentó en una misericordia, hablando humorísticamente con motivo del cansancio que sentía de tanto viajar on tren.—AGUILAR.
Noticias varias.
León 7, 12 n.
Hubiera causado aquí gran entusiasmo popular que el Rey hubiera entrado en León con el alcalde, que es republicano, en su coche.
El general Pacheco y el conde de Garay tuvieron una viva conversación, tratando sobre el orden de la comitiva.
Se ha concedido el hábito de Santiago al barón de Retés, y el de Calatrava al conde de Paredes de Nava.
La plenipotencia sobre la cuestión de las islas de los Faisanes, se ha concedido al diplomático Sr. Ory.
D. Fernando Merino, alma del entusiasta recibimiento que aquí se ha hecho al Rey, dio esta noche un banquete al que concurrieron Weyler, Suárez Inclán, Benlliure, D. Natalio Rivas, los Sres. Jove, San Martín y Sandoval, el presidente do la Diputación: el alcalde, el conde de Garay, D. Eduardo Gullón, los soñores Rodríguez, Villanueva, Cortinas, Luca de Tena y los corresponsales de la prensa de Madrid, —AGUILAR.
León 8, 12,10 m.
Los diputados y senadores por León telegrafiaron esta tarde a Sagasta, dándole cuenta del recibimiento hecho aquí al Rey y saludándole cariñosamente.
Al final del banquete en casa del Sr. Merino, se leyó la contestación de Sagasta, agradeciendo el telegrama y dando la enhorabuena al Rey, a los ministros de la Guerra y Agricultura, y a los representantes en Cortes de león.
La retreta militar ha estado animadísima, presenciándola el vecindario en las calles. Al pasar la retreta delante de la Diputación, se asomó el Rey, siendo aclamado.
Mañana el Rey visitará San Isidoro y la Papelera Leonesa. Al almuerzo oficial de mañana están invitadas las autoridades locales. A las dos de la tarde, D. Alfonso partirá para Oviedo.
Se está celebrando en el Casino un brillantísimo baile, concurriendo lo más selecto de León.
El ministro de Gracia y Justicia pasará para Madrid el día 9. —AGUILAR.
En el templo de San Isidoro.
León 8, 9,50 m.
El Rey y el príncipe están visitando la iglesia de San Isidoro. Un público inmenso se agolpó a la puerta, dificultando la entrada de la corte. Recibió al Rey el cabildo presidido por el obispo y el abad, entrando en la iglesia bajo palio, a los acordes de la Marcha Real que dejó oír el órgano. EL palio era llevado por canónigos. Como el Santísimo está siempre expuesto en este templo, el Rey ordenó que no volviera a tocarse la Marcha Real, pues todos los honores corresponden únicamente a Dios. En seguida se cantó un Tedeum, oficiando el obispo.
El Rey estuvo viendo en el altar mayor el cuerpo de San Isidoro, que está encerrado en una arca de plata. También se guardan allí algunas reliquias de San Vicente y santas Sabina y Cristeta, del primero unas canillas; un Lignum Crucis de oro filigranado, regalo de Doña Sancha; una mano de Santo Martino, primer canónigo de San Isidoro, y la mandíbula inferior de San Juan Bautista, con cuatro dientes completos. En el presbiterio se destaca una magnífica cruz de plata de Juan de Arfe.
Después visitó el panteón. Estaba descubierta la momia de Doña Sancha, hermana de Alonso VII, destacándose sobre un paño color carmesí. El Rey exclamó: «Está lo mismo que San Isidro,»
En efecto, el cuerpo está completo, faltándole únicamente algunos huesos del cráneo. A la puerta del panteón era tal la afluencia del público que fue muy difícil contenerla. El general Pacheco dispuso que salieran del panteón algunas personas extrañas a la corte. El rey pasó después a la biblioteca, admirando una Biblia del siglo XI y varios incunables. AGUILAR.
Almuerzo oficial,
Leon 8, 10.35
A la hora en que telegrafío se esta celebrando al anunciado almuerzo oficial. A la derecha del Rey están sentados el ministro de la Guerra, general Weyler, el Gobernador civil, el presidente de la Audiencia, los directores del Instituto y de la Escuela de Veterinaria, y a la izquierda el ministro de Agricultura, Sr. Suárez Inclán. el alcalde, el vicepresidente de la Diputación provincial y el fiscal. A la derecha del príncipe ocupaban asiento el capitán general da Asturias, Sr. Suárez Valdés, el presidente de la Diputación, el deán y el juez, y a la izquierda el obispo, el gobernador militar, el drlegado de Hacienda y el director de la Escuela Normal. Los demás invitados son funcionarios de Palacio. —AGUILAR.
Donativo del Rey. —Obsequio de las monjas
León 8, 10,38 m.
El Rey ha mandado que se entreguen 2.500 pesetas al alcalde pera que éste las reparta entre los pobres.
Las monjas Concepcionistas han obsequiado a S. M. con dulces. —AGUILAR.
Visita del Rey a una fábrica. —Protección de S. M. a los obreros, —
León 8, 10,50 m,
El Rey ha visitado la fábrica de papel del Sr. Merino y compañía. S. M. ha recorrido todas las dependencias, siendo acompañado por D. Fernando Merino. Una comisión de obreros entregó a D. Alfonso un mensaje de felicitación. El Rey, al recibirlo, dijo a los operarios que siempre aconsejaría a los ministros que se proteja a la clase obrera. . '
El ministro de Obras públicas, Sr. Suárez Inclán, manifestó que el gobierno se inspirará en los deseos del Rey.
Don Alfonso ha visitado minuciosamente la fábrica del Sr. Merino, enterándose de todos los trabajos para la elaboración del papel. S. M. ha sido constantemente aclamado. AGUILAR.
Diputados a Cortes disgustados,
León 8, 1 m.
Preteridos los diputados a Cortes liberales de León en el almuerzo oficial celebrado esta mañana, se proponen por tal motivo dirigir un mensaje al presidente del Congreso, marqués de la Vega de Armijo, rogándole que vele por su prestigio y consideración.
AGUILAR. .
Visita del Rey a la Colegiata,
León 8, 11,10 m.
El Rey ha estado esta mañana en la Colegiata de San Isidoro, cuya la biblioteca visitó con detenimiento. Su Majestad prometió interesarse para que se concediera una estantería para los libros. Después paseó D. Alfonso por la muralla romana qué está adosada a la Colegiata, desde donde se divisan hermosos paisajes. —AGUILAR.
Frases de un mensaje
León 8, 11,10 m.
El mensaje que los obreros de la fabrica de papel del Sr. Merino han entregado al Rey pidiéndole atienda con justicia las cuestiones sociales, termina diciendo a S. M. que así como su augusto padre fue el pacificador, él es el Rey de los obreros, — AGUILAR.
Visita de S.M. a otra fábrica.
León 8, 11,15 m.
Desde la colegiata de San Isidoro se dirigió S. M. a la fábrica de papel de envolver, situada junto a la estación. Dicha fábrica fue iunugurada hace un año y consume como primera materia paja y centeno, que se crían en abundancia en la region. Su capital es de un millón de pesetas. La producción de la fábrica es actualmente de 700.000 kilos anuales do papel, siendo susceptible de producir el doble de dicha cantidad.
A 28 pesetas se vonden los cien kilos de papel. El motor de la fábrica es de 800 caballos de fuerza. En España solo existen dos fábricas como la de León, una de ellas en Zaragoza. -AGUILAR,
El pendón de Baeza.
León 8, 11,30 m.
En la Colegiata do San Isidoro fue recibida la corte por el obispo, llevando delante el pendón conmemorativo de la toma de Baeza, mandado hacer por Alfonso VI. El Sr. D. Cayo Balbuena, invitado por el abad, rogó al Rey que restableciera la extinguida cofradía de nobles, a la cual pertenecía el pendón indicado. —AGUILAR,
Los obreros al Rey.
León sed 8, 1 t.
El mensaje de los obreros que trabajan en la Papelera Leonesa está concebido en estos términos:
«Los representantes del Centro obrero de León, que viven de su trabajo, y con el trabajo cooperan a la obra de prosporidnd y engrandecimiento de esta ciudad, vienen a saludar a V. M. con las esperanzas que esta regía visita despierta en el alma de todos los leoneses.
Como trabajadores, saludamos al nuevo Rey, con la ilusión de que la solución de los problemas que se refieren a nuestro bienestar y a nuestra existencia ocupará preferente atencion de V. M. y un constante interés de su gobierno.
Cuando a V. M. en sus viajes lo hayan mostrado para su admiración joyas del arte antiguo y maravillas de la industria moderna, vuestra inteligencia nos habrá visto formándolas en las alturas del andamiaje o en el fondo peligroso de las minas, y vuestro generoso corazón habrá sentido cómo las caladas torres de nuestras catedrales y el túnel que atraviesa la locomotora están selladas con nuestro sudor y con nuestra sangre.
Vuestra Majestad que por ser Rey, está colocado sobre las pasiones individuales y los egoísmos de clase qua mueven y dan forma tan aguda a la lucha social, puede ver y combatir las injusticias sociales, sin que en vuestra inteligencia haya otra idea que la de justicia, ni en vuestro corazón movimiento alguno que no sea de amor. Si el nombre que usó vuestro augusto padre va unido al de Pacificador de España, nosotros esperamos y pedimos que cuando la Historia os dé un calificativo glorioso os llame el Rey de los Obreros.
Compañeros, ¡viva el Rey! — AGUILAR,
Salida de León.
León 8, 2 t.
En este momento sale el Rey de esta ciudad con dirección a Oviedo. El yecindario estaba agolpado en las calles del trayecto hasta la estación. El Rey fue muy aclamado. Una compañía del regimiento de infantería de Burgos fue encargada de tributarle los debidos Honores. En la estación y en el andén había un gentío inmenso. El tren partió entre grandes aplausos y nu merosos Vivas. —AGUILAR,
De vuelta a Oviedo,
Oviedo 8, 7 t.
El Rey cruzó el puerto de Pajares en el breack de las Obras públicas para ver mejor la vía y contemplar las delicias del panorama. En varias estaciones se apeó del tren con objeto de sacar algunas vistas fotográficas. —AGUILAR .
Alto en el viaje.
Oviedo 8, 7 t.
Entre Linares y Malvedo el tren se detuvo en plena vía. El Rey sacó una vista fotográfica de lo profundo del valle, al que desciende la vía férrea, faldeando la montaña, —AGUILAR.
Detalles del regreso.
Oviedo 8, 7 t. (Urgente):
En Pola de Lena saludó el Rey al arzobispo dimisionario de Manila. Entre la multitud gritó un sacerdote:
—¡Viva España, siempre monárquica y siempre católica!
Entre Campomanes y Pola de Lena se volvió a detener el tren. El Rey fotografió la ermita de Santa Cristina. En Ujo, la Sociedad Hullera repitió las demostraciones de afecto a S. M. Las locomotoras mineras circulaban por las vías sonando ruidosamente las sirenas. Las chimeneas de las fábricas lanzaban densos penachos de humo. Fueron disparados muchos cohetes. En Mieres se dio un espectáculo análogo. Los hornos estaban encendidos. Los obreros saludaban con pañuelos y banderas.—AGUILAR, :
La Época, Madrid. 15 de agosto de 1902
NOTAS DEL VIAJE REGIO
LA NOBLEZA LEONESA.
Al dar cuenta de la visita de S. M. el Rey A la colegiata de San Isidoro, de León, consignamos que, previa invitación del abad, el Sr. D. Cayo Balbuena López rogó a D. Alfonso XIII que restableciera la antigua cofradía de Nobles.
He aquí el texto del breve discurso pronunciado con tal motivo por el Sr. Balbuena:
«Señor:
La nobleza de los condes y marqueses, de que tan rico era este pueblo, ha desaparecido, y con el penúltimo de aquéllos, marqués de Monte Virgen, murió el último de los hermanos de esta Real y Noble Cofradía, guarda y custodia con el abad y canónigos en esta Real colegiata del glorioso pendón, mandado hacer por el Rey D. Alfonso VII en conmemoración de la toma de Baeza en mil ciento cuarenta y cuatro.
Por la extinción de aquella cofradía, yo, noble también por mercedes del Rey D. Fernando V concedidas a mis antecesores, tengo el alto honor de presentar a V. M. esta gloriosa insignia y cumplir la misión del abad, para rogaros que, siguiendo la costumbre de vuestros antecesores, y principalmente la de vuestra augusta abuela y de vuestro nunca olvidado padre, os dignéis, como ellos, declararos el primero de los hermanos de esta institución, para que con vuestra protección pueda reorganizarse y seguir siendo, como hasta aquí, guarda y custodia de esta joya de la antigüedad y de la historia, y autorizar, sí aceptáis este ofrecimiento, para que así se haga constar en actas.»
S. M., con la brevedad a que la premura del tiempo le obligaba, contestó accediendo a los expresados deseos.
El Heraldo de Madrid. 26 de noviembre de 1902
INSTRUCCIÓN
Han sido nombrados vocales de la Junta de Instrucción pública do León D. Alfredo Barthe, diputado; D. Alfredo López Núñez, concejal; D. Félix Argüelles, D. Juan Guisasola y D. Juan Monos, padres de familia, y doña Lorenza Muro de Calzada y doña Elvira Sanz de Sanz, madres de familia
Boletín del clero del obispado de León, 30 de abril de 1903
Suscripción abierta en este Obispado para remediar los males causados por el incendio en el pueblo de Besande.
De Orzonaga según lista 87,20
El Párroco 20 reales, D. Vicente Miranda 8. Francisco el herrero 4. Pedro García 4. Isidora Álvarez 1. El resto del pueblo 50,20.
Noticiero salmantino, 7 de junio de 1903
LEÓN
—El día 10 del presente mes contraerá matrimonio el diputado provincial don Alfredo Barthe, con la distinguida señorita Camila Balbuena.
—Ha regresado de Carracedo, de dejar ultimados los trabajos de extinción de la langosta, el gobernador civil, señor Angresola y el ingeniero agrónomo señor Celis.
Noticiero salmantino, 19 de septiembre de 1903
LEÓN. —Esta tarde le será entregada al señor Merino por la comisión gestora, compuesta de los señores don Gumersindo Rosales, don Mariano Andrés, don Lisandro Hurtado, y don Isaac Balbuena, la placa que sus amigos y paisanos le han dedicado con la inscripción de hijo predilecto de esta ciudad, honor que le fue concedido por el Ayuntamiento.
— Continúa haciendo estragos la epidemia que se ha presentado en las aves de corral, siendo no ya solo en los barrios, sino también en el interior de la población adonde se ha extendido el contagio.
— El día 23 debutará la compañía dramática que dirige el señor Muñoz.
Anuario Riera. 1905
Señores Diputados y Distritos que representan
Astorga-La Bañeza
D. Luis Luengo Prieto. D. Mariano Fernández Balbuena, D. José Latas Valcárcel, D. Eumenio Alonso González.
Sahagún-Valencia
D. Luis de Miguel Santos, D. José Sánchez Fernández. D. Julio Berjón Martínez. D. .Ángel Rodríguez Sánchez
León-Murias
D. Modesto Hidalgo Pérez, D. José Eguiagaray. D. José Álvarez Miranda. D. Alfredo Barthe.
Ponferrada-Villafranca
D. Ramón Colinas Ramos, D. Andrés Garrido. D. Eduardo Franco. D. Buenaventura Bello.
Riaño-La Vecilla
D. Félix Arguello Vigil. D. Cesáreo Dueñas Ureña. D. Epigmenio Bustamante. D. Isidoro Aguado Jolis.
Mensajero leonés. 30 de enero de 1905
En la primera quincena del mes marzo se verificarán las elecciones para renovar por mitad las Corporaciones provinciales.
En la Diputación de esta provincia corresponde cesar a los señores siguientes:
La Vecilla-Riaño
—D. Félix Arguello, D. César Dueñas, don Epigmenio Bustamante y D. Isidoro Aguado Jolis.
León-Murias
D. Modesto Hidalgo, D. José Alvarez Miranda, don José Eguiagaray y D. Alfredo Barthe.
Ponferrada-Villafranca
—Don Andrés Garrido, D. Ramón Colinas, Buenaventura Bello y D. Eduardo Franco.
Mensajero leonés. 31 de enero de 1905
Desde La Robla
Sr. Director de Mensajero Leonés:
Ya se ha terminado la instalación de la luz eléctrica en las dos estaciones de ferrocarril de esta localidad y en breves días, se dará ya oficialmente el alumbrado.
Falta hacía, pues entre una y otra estación algunos golpes y caídas se hubieran evitado a los viajeros si desde un principio hubiera estado alumbrado ese trayecto, siquiera por unos faroles.
LA FIESTA DEL ÁRBOL
Importante reunión
Ayer tarde y convocados por el Sr. Gobernador civil reuniéronse en el salón del Ayuntamiento los Sres. Gobernador civil, Vicario Capitular, General Gobernador Militar, Presidente de la Diputación, D. Luis Luengo, Alcalde Sr. Garrote, Ingenieros Sres. Diz y Prieto, Director del instituto; Sr. Balinchón, (Como Presidente de la Asociación del Magisterio privado), Profesor de Agricultura de la Escuela Normal, Presidente del Casino Leonés D. Isaac Balbuena, Inspector de Instrucción pública D. Ciriaco Solís, Profesor de Agricultura del Instituto, Rector del Colegio de Padres Agustinos, Sr. Coronel del Regimiento, Director de la Escuela Normal, Maestro del Hospicio, señor de Celis, Sr. Fanjul, Profesor de Agricultura de la Veterinaria, Sr. Pallares Presidente de la Sociedad de Amigos del País, Director de La Democracia, Jolis, Sr. Ruiz y nuestro Director.
Presidió la sesión el Sr. Gobernador civil, quien con breves y elocuentes frases explicó el objeto de la reunión, que era el de organizar: con la mayor brillantez posible la culta y simpática fiesta del árbol, reclamando el concurso de los valiosos elementos que en dicha junta tenían dignísima representación, para que el éxito más feliz corone los nobles propósitos de los organizadores de institución tan útil, y educadora.
Mensajero leonés. 13 de febrero de 1905
TRIBUNA LIBRE
Sr. Director de MENSAJERO LEONÉS.
Muy señor mío:
No entra en mi ánimo en el presente escrito rectificar el comunicado del señor Miguel de los Reyes, inserto en el número correspondiente al primero del actual, solo deseo exponer mi criterio, algunas veces conforme con el del comunicante, otras por el contrario bien distinto.
Tratando del ensanche dice el citado señor:
...
Si pasa V. la vista por el plano de ensanche aprobado, notará V. que los edificios comprendidos entre el chalet de D. Isaac Balbuena y el de D. Ruperto Sanz, destruyen en esta parte la homogeneidad de la cuadrícula de dicho plano.
Para salvar tales construcciones, los autores del proyecto, con muy buen acuerdo, se vieron obligados á suprimir dos secciones de dos calles de las proyectadas, dejando sus partes extremas con una solución de continuidad intermedia que las perjudica notablemente, y acatando los hechos consumados respetaron en lugar de las secciones suprimidas, la calle donde hoy se alza el edificio destinado a cuartel de la Guardia civil.
Mensajero leonés. 20 de febrero de 1905
De elecciones
Por autorizado conducto podemos asegurar, rectificando las noticias circuladas estos últimos días sobre candidaturas de Diputados provinciales; que el Gobierno, no ha manifestado todavía su preferencia por ningún candidato de los tres distritos en que habrá elección.
Las candidaturas oficiales, serán conocidas en breve, pero las anunciadas hasta ahora son pura fantasía.
Según se nos informa, los candidatos para las próximas elecciones de Diputados provinciales, por el distrito de León-Murias son: por los republicanos, D. Ricardo Pallares y D. Publio Suarez; por los liberales, D. Tomás Mallo, por los datistas don José A. Miranda y D. Miguel Canseco y la candidatura ministerial la forma D. Alfredo Barthe.
Por el distrito de la Vecilla-Riaño, candidatura ministerial Don Epigmenio Bustamante y D. Isidoro A. Jolis. Los liberales D. Félix Arguello y D. César Dueñas; como independientes D. Álvaro G. Sampedro y D. Agustín Santos.
En Ponferrada-Villafranca, candidatos ministeriales aceptados por el Gobierno D. Isaac Alonso, don Ventura Bello, y D. Eduardo Franco. Demócrata, Sr. Colínas, liberal señor Perejón, datistas D. Juan Riego, y el Sr. Laredo.
Mensajero leonés. 13 de marzo de 1905
Las Elecciones
Ayer verificáronse en esta ciudad, las elecciones de diputados provinciales, sin ningún incidente notable.
En esta, como en todas las luchas, han vencido aquí, los mejor organizados, los unidos, los que más lo han trabajado; y este mérito corresponde al partido republicano, que seguramente dada su disciplina votó como un solo hombre a sus candidatos.
Sucediendo todo lo contrario a los partidos monárquicos, que faltos de unión y organización y no habiendo realizado grandes trabajos, se han visto poco apoyados en las urnas.
El resultado de los escrutinios en esta capital fue el siguiente:
D. José A. Miranda. —226 votos.
D. Miguel Diez Gutiérrez Canseco. —487 votos.
D. Alfredo Barthe. —494 votos.
D. Tomás Mallo. —623 votos.
D. Publio Suárez. —842 votos.
D. Ricardo Pallares. —951 votos.
Como siempre, se han abstenido de votar en la capital las dos terceras partes de los electores.
Las noticias de nuestros corresponsales de la Montaña, dan el triunfo por La Vecilla-Riaño, a los señores Bustamante, Jolis, Arguello y Dueñas.
Los datos oficiales que van llegando al Gobierno civil arrojan el siguiente resultado, hasta ahora que variarán con las muchas certificaciones que aun faltan.
La Vecilla-Riaño
Arguello. —2.298
Dueñas. - 2.071
Jolis. -2 006
Bustamante. —2.000
Fernández. —825
Ponferrada-Villafranca
Colinas. -2.357
Alonso. —2.050
Laredo. —1.904
Franco. —1.384
Perejón. —1.022
Riego. —1.004
Castellanos. —663
Bello. -413
León-Murias
Pallares. —3.519
Suárez. —2.730
Canseco. —2.692
Mallo. -2.679
Miranda, —2.295
Barthe. —2.230
EL BATALLÓN INFANTIL
Con motivo de la fiesta del árbol han ido estos días al Cuartel del Cid a ensayar el himno de la citada fiesta, muchos niños de las escuelas públicas. Y teniéndolos allí y observando su decidida afición a imitar a los soldados ha surgido en el teniente coronel Sr. Lerones la idea de formar, con todos los niños de esta ciudad, un brillante batallón infantil.
Conocedores nosotros de esta iniciativa nos apresuramos a hacerla pública y animar con nuestros mayores elogios y entusiasmo a los dignísimos jefes del Regimiento de Burgos, a las corporaciones y a los particulares, para que sin demora se lleve a la práctica y contribuyan todos a su más brillante realización.
La formación del batallón infantil no ofrece nunca grandes dificultades.
Reclutas, hecha una leva general, se encuentran por centenares y los cuadros de jefes y oficiales tampoco es muy peliagudo formarles, teniendo en cuenta para los primeros que hay aquí varios niños que tienen caballos propios y montan a la perfección.
El equipo, uniformes, armas, etc. no ascenderá a más de ocho duros por plaza, y para los niños pobres, las Corporaciones, las personalidades distinguidas, los Círculos de recreo, la Prensa y demás entidades destinarán cantidades con que satisfacer esta cuota para sentar plaza.
El batallón infantil puede ser un precioso número para las fiestas del Quijote, porque si esta bella iniciativa del Sr. Lerones se lleva a la práctica pronto, como es nuestro deseo, en estos dos meses pueden recibir la instrucción militar suficiente para evolucionar en Mayo, como soldados aguerridos.
Luego podrá formarse también una banda infantil de trompetas y tambores, y una charanga, contando con los niños músicos del Hospicio. Aplaudiendo con entusiasmo la idea, ofrecemos todo nuestro apoyo para que cuanto antes se lleve á la práctica con el mayor esplendor posible.
SOCIEDAD ELECTRICISTA DE LEÓN
Desde el día 15 del actual queda abierto el pago en la Caja de esta Sociedad, desde las diez de la mañana a la una de la tarde, del dividendo acordado repartir a las acciones de la misma en la Junta general celebrada el 26 de Febrero.
León 11 de Marzo de 1905. —El Gerente, Bernardo Llamazares.
Mensajero leonés. 28 de marzo de 1905
Consejo Provincial de Agricultura Industria y Comercio
Sesión del día 23 de Marzo de 1905
También se informaron favorablemente los dos expedientes que siguen:
1.º El incoado a instancia de D. Vicente García, vecino de Santa María de Ordás, en representación de la Asociación de regantes del Ayuntamiento de dicho pueblo, solicitando noventa y nueve litros de agua por segundo, tomados del río Luna, con destino al riego de varias fincas; y
2.º El promovido a instancia de D. Antonio Laiz García y otros, vecinos de Naredo, Robledo, Solana y Orzonaga, solicitando el aprovechamiento de agua de la sobrante del arroyo de Orzonaga, con destino al riego de los terrenos situados en el paraje denominado «Vega-Pina».
Dice La Luz de Astorga:
«Hoy giró una visita a las Escuelas públicas de esta localidad, el Inspector do Sanidad en León, D. Isaac Balbuena, quien regresó a esa capital en el mensajerías.»
Mensajero leonés. 31 de agosto de 1905
El eclipse de ayer en León
Los señores D. Manuel Fernández de Balbuena Ingeniero de minas, D Isaac Balbuena, Médico, D. Cayo Balbuena, el señor Arquitecto de la Diputación de Valladolid, D. Ildefonso Valcuende, Canónigo de la Catedral de León, D. Andrés Pontvianne y sus dos hijos Andrés y Pepe y otras personas de quien no recordamos el nombre, entre ellas muchas señoras y señoritas; en las azoteas de la casa de D. Isaac Balbuena, se reunieron allí para hacer observaciones del Eclipse solar; al efecto el señor Pontvianne, proporcionó varios instrumentos adecuados a esta clase de observaciones, una brújula graduada para observar las perturbaciones magnéticas y las direcciones de los vientos, un termómetro doble de máxima y mínima, para la temperatura, un barómetro de alturas, un termómetro aneroide para las presiones atmosféricas, un aleostato plano y convexo, una cámara fotográfica con objetivo Zeiés, gran angular y varios discos negros en papel marquilla color gris para dibujar la corona solar en el momento de la totalidad.
Observaciones obtenidas
A las 10 h 47 m. y 65 s. altura barométrica sobre el nivel del mar 750 mm.; presión atmosférica 69 m. 10 décimas; temperatura 20°, 16 décimas centígrados; viento reinante, Oeste, blando y con poca velocidad.
A las 11 h. 15 m. bajó la temperatura a 18°, 7 décimas, centígrados; presión barométrica 750 mm. 6 décimas; viento reinante NO. más fuerte y violento; se aproxima una borrasca que se formó en las montañas avecinadas a Busdongo; empieza a llover suavemente a las 11 h. 30 m.
A la misma hora era Temperatura 17 5 décimas.
Presión atmosférica 750,5 décimas.
Sol cubierto. Viento N. 15º O. Sopla con más ímpetu, se aproxima la borrasca, con dirección del O. al Este.
A las 12. Temperatura 17.º centígrados. Presión barométrica 698,9 décimas.
Sol cubierto, para de llover у se observa que las nubes se rasgan parcialmente en dirección N. O.
A las 12'30. Temperatura 14º 12. Presión barométrica 685; la brújula manifiesta un movimiento de próximamente un grado en dirección O. vuelve a llover, por espacio de 15 minutos.
A las 12 h. 50 m. Temperatura 13,7 décimas. Presión barométrica 685 milímetros. Viento N., frío y fuerte; dirección de las nubes N. O. al E.
A la 1 h. 5 m. 30 s. hora de la totalidad.
Temperatura 9 grados centígrados. Presión barométrica 685 milímetros; aparece la corona solar, velada por una niebla que por no ser muy densa deja ver la totalidad del eclipse y su corona, no pudiendo observarse los destellos de las protuberancias solares, por impedirlo las nubes.
Pontvianne obtiene cuatro placas de la totalidad del eclipse, entre ellas dos muy buenas. Anteriormente había sacado ya, una fotografía del primer contacto.
La brújula acusa en este momento una desviación hacia el O. de 5 grados, movimiento brusco, oscilando la aguja, por espacio de 35 segundos hasta tomar su posición normal al N. M., en este momento para el viento precisamente.
A la 1'16. Temperatura 9º; presión barométrica 685 milímetros; en este momento el Sr. Pontvianne obtiene una fotografía del contacto interior, dando por terminadas las observaciones a esta hora, momento en que se despejó el cielo.
Desde Cistierna
30 Agosto
Para presenciar el eclipsado eclipsé llegaron a este floreciente rincón de la montaña leonesa muchos forasteros. Además de la colonia francesa, 2 ingleses que con instrumentos de mano subieron a Peñacorada, dos portugueses touristas, un famoso abogado de Madrid, el Sr. Cabello, nuestros paisanos señores Esteban, Jolis, Balbuena, Puente, y muchos más cuyos nombres no recuerdo. De Boñar un montón de gente y de Riaño y Crémenes la flor y nata. Aquí veranean varias señoritas de León, como Sofía Gordón y hermana, Pilar Ramos y otras varias.
Con las de Riaño y Cistierna asistirán esta noche a un brillante baile que se da en honor de los sabios franceses. Las francesas aquí residentes y las que han venido con los astrónomos—que son tres jolis—asistirán también.
Mañana estos chasqueados sabios darán un banquete al Ayuntamiento, Guardia civil. Telegrafistas y demás personas que les han ayudado, favorecido y obsequiado durante su permanencia en este pueblo. El banquete en casa del Maragato será muy espléndido.
Hoy está de fiesta este pueblo con motivo del eclipse. — Todos los mozos de los pueblos comarcanos han venido por aquí. —La plaza como un día de feria, -Fruteras de León, gaita y tamboril, los cafés llenos de gente y las calles como de romería.
Hoy para conmemorar la fiesta se ha estrenado una gran fuente de piedra en la plaza con 4 caños y surtidor, por donde sale el agua a mucha altura. También en Cistierna Sr. Garrote han hecho la traída de aguas, depósito, tubería, fuentes y surtidores.
A quien estoy también altamente agradecido es al Profesor de Física de ahí Sr. Berrueta, quien me facilitó muchos datos por no decir todos, para las cuartillas que adjuntas envío con el título de «El eclipse en Cistierna». Y hago de este modo público mi agradecimiento, para que sepan también los lectores a quien deben tan curiosos y oficiales informes.
Por hablar de todo os contaré que ayer hubo en Crémenes gran fiesta, siendo espléndidamente obsequiados los muchos forasteros que asistimos por el Alcalde de dicho precioso pueblo D. Bonifacio Miranda, que por su generosidad goza cada día de mayores simpatías en esta montaña, donde todos son sus amigos.
Y nada más. Esta tarde salimos para Boñar donde me invitan a una gran pescata que tendrá lugar mañana.
En el coche vienen los dos ingleses que subieron a Peña-Corada a la cúspide para ver el eclipse, dificultosamente me entero de que han visto muy bien la totalidad, admirando la corona solar y sacando notabilísimas fotografías de la corona y las manchas solares.
En las alturas donde pasaron el día no había nubes. Estas quedaron para los franceses. Los dos mister son hombres rarísimos y notables, astrónomos eminentes, que han tenido una fiesta celestial en pleno eclipse y van muy contentos para su país, con muchas é interesantes placas. Me dan sus tarjetas que dicen Mr. Backhouse y Sharp. Han observado los eclipses de 1898 en India y el de 1900 en Plasencia.
Y basta de eclipse, pues escribo en el tren, son las siete y media y se eclipsa la luz.
El Eclipse en Cistierna
En el llamado valle de las Cortinas, entre los altos de la Matalera y Solamarina, en el pintoresco valle que encerrado entre montañas sirve de asiento a Cistierna habían hecho magnífica instalación los astrónomos franceses de los observatorios de París, Besançon y Toulousse, bajo la dirección del sabio Mr. Pierre Puiseux.
Mensajero leonés. 25 de octubre de 1905
He aquí la candidatura que presenta el partido liberal para las próximas elecciones de concejales:
Por Santa Marina, D. Máximo del Río, médico.
Por San Marcelo, D. José Diez G. Canseco, propietario.
Por San Martín, D, Máximo González, propietario e industrial.
Por el Mercado, D. Alfredo Barthe, abogado y ex-diputado provincial.
Los republicanos dícese han tenido hoy una reunión, para asistir a la cual vino el Sr. Azcárate y de la que habrán salido elegidos los candidatos.
El Globo, Madrid. 26 de octubre de 1905
NOTICIAS DE PROVINCIAS
POR TELÉGRAFO Y TELÉFONO.
Noticias varias.
León 25 (4,20 t.) Dícese que muy en breve se publicará en esta capital un periódico semanal titulado La Verdad.
Uno de estos días es esperado en León el diputado a Cortes, D. Gumersindo de Azcárate.
El partido liberal tiene ya acordada la candidatura para las próximas elecciones, habiendo sido elegidos los Sres. D. Alfredo Barthe, don Máximo del Río. D. José Diez Canseco y don Maximino González.
Mensajero leonés. 7 de noviembre de 1905
REMITIDO
Sr. Director de MENSAJERO LEONÉS.
Muy señor mío y amigo:
Habiendo llegado hasta mí especies y versiones emitidas por respetables personas de los partidos políticos en lucha, dándose con ello una torcida interpretación y bastardeando los fines que a mi me mueven para aspirar a ser elegido concejal por el distrito de San Marcelo; he resuelto suspender mis trabajos electorales, retirando mi candidatura, no sin antes dar las gracias a los muchos y buenos amigos que viendo con gusto mi nombre, me prestaban su valiosa cooperación en la campaña electoral presente.
Aprovecho gustoso esta ocasión para repetirse de V. aftmo. S.S. Isaac Balbuena
El Globo, Madrid. 12 de enero de 1906
NOTICIAS DE PROVINCIAS
POR TELÉGRAFO Y TELÉFONO
En el Ayuntamiento. Nuevo alcalde.
León 11 (10 m.) Se ha verificado el acto de toma da posesión del nuevo Ayuntamiento y la elección de alcalde por votación, habiendo sido elegido alcalde por mayoría de votos, D. Tomás Mallo (liberal).
Ha sido bien recibido dicho nombramiento por todo León, que recuerda su excelente gestión cuando desempeñó la Alcaldía en etapas anteriores.
También por mayoría fueron elegidos los señores siguientes:
Primer teniente alcalde, D. Gumersindo Rosales. Segundo, D. Alfredo Barthe. Tercero, D. Agapito de Celis. Cuarto, D. José D. Canseco. Primer síndico, D. Máximo del Río. Segundo, D. Enrique Ureña.
Todos los puestos han sido ganados en votación por los liberales. - Espeso.
Anuario militar de España. 1908
CAPÍTULO X. ESCALAS GENERALES DEL EJÉRCITO DE RESERVA
LICENCIADOS EN MEDICINA
N.º 59, Isaac Balbuena Iriarte, Nacido el 8 de marzo de 1869, ingresó en el servicio el 21 de enero de 1898, antigüedad desde el 18 de septiembre de 1899.
Anuario-Riera. 1908
Colegio de Abogados
JUNTA DE GOBIERNO
Decano.—D. José M.ª Lázaro. Secretario —D. Alfredo Barthe.
AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL.
Alcalde. —D Tomás Mallo López.
Tenientes de Alcalde. —D- Gumersindo Rosales. D. Alfredo Barthe. D. Agapito de Celis. D. José D. Canseco. D. Máximo del Río. D. Enrique de Ureña. D. Juan A. Nuevo. D. Cipriano Puente. D. Juan Eloy D. Jiménez. D. Francisco Sanz. D. Julio del Campo. D. Salustiano López. D. Francisco San Blas. D. Máximo González. D. Cecilio D. Garrote. D. José Rodríguez. D. Gumersindo González.
Secretario. —D. José Datas.
Contador. —D. Vicente Ruiz.
Depositario. —D. Fernando Diez González.
Administrador de Consumos. —D. José Beneitez.
La Rioja, 24 de marzo de 1908
AYUNTAMIENTO
Bajo la presidencia del alcalde don Alfredo Muñoz y con asistencia de los concejales señores Melguizo, Castellanos, Lafuente, Nájera, López, Martínez, Ladrón, Tapia y Trifol, celebró ayer tarde el Ayuntamiento de Logroño la sesión supletoria a la ordinaria del último sábado, adoptando los siguientes acuerdos:
Después de larga discusión, en la que tomaron parte casi todos los señores concejales, y con mucha extensión los señores Nájera, Muñoz y Lafuente, se aprobó un dictamen de la Comisión de Aguas proponiendo que se contrate con la casa de don Isaac Balbuena, de León, la continuación de las obras del pozo artesiano, pero limitando la profundidad al máximum de 150 metros calculando que el coste no excederá de 12.000 pesetas.
El Diario Palentino, 25 de agosto de 1908
— Federación Agrícola Castellana
Tres largas sesiones ha celebrado ayer y anteayer, en los salones del Círculo Mercantil, Industrial y Agrícola y de la Cámara de Comercio de Valladolid.
No obstante las perentorias ocupaciones que pesan en esta época sobre los agricultores, asistieron personalmente todos los señores que formaban el Consejo, que está constituido en la forma siguiente:
Presidente, don Eliodoro Represa (Villagarcía de Campos); Vicepresidente, don José María Pizarro, (Rioseco); Tesorero, don Francisco María de las Moras; Secretario y Contador, don Ricardo Allué; Vocales: don José Manuel Mora Alday (Melgar de Yuso, Palencia), don Pedro Gómez de Rozas (Tordesillas) y don Justo Pardo (Villacarralón).
Vocales delegados: en Burgos, don Francisco García Lozano; en León, don Isaac Balbuena; en Logroño, señor Conde de Hervias (Torre Montalvo), en Palencia, don Manuel Plaza; en Santander, don Nicanor Gómez de la Fuente; en Segovia, don Bernardo Romero Gilsanz; en Soria, don Aurelio González de Gregorio; en Valladolid, don Juventino Cebrián, (Villabrágima); en Zamora, don Miguel Núñez.
Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. 1909
VINOS (Cosecheros de).
Balbuena López (Cayo). Ordoño II, núm. 5.
El Diario Palentino, 12 de febrero de 1909
— La Sociedad Eléctrica de Villada ha acordado repartir un dividendo del 2 por 100 correspondiente al año de 1908. Dicho dividendo se pagará en casa del gerente don Alfredo Barthe, León.
La Lectura dominical. 27 de febrero de 1909
NUESTROS AMIGOS DIFUNTOS
Han fallecido:
en León, D. Cayo Balbuena López, alcalde que fue de dicha ciudad;
El Liberal, 5 de noviembre de 1909
Nuevos alcaldes
Ayer fueron firmados los siguientes nombramientos:
Ávila. —D. Bonifacio Paz,
Cáceres. —D. Luis González.
León. —D. Alfredo Barthe.
Segovia. —D. Miguel Gila.
Sevilla. —D. Vicente Chiralt.
Vitoria. —D. Pedro Ordóñez.
Palencia. —D. Francisco Simón Nieto.
El de Valladolid, que también se firmó lo damos en suelto aparte.
La Correspondencia de España. 6 de noviembre de 1909
Nuevo alcalde de León.
LEÓN. (Viernes, noche.) Se ha recibido el nombramiento de alcalde de esta ciudad a favor del abogado y director del periódico León de España, D. Alfredo Barthe. Su nombramiento ha sido bien acogido, y se espera que la gestión del nuevo alcalde ha de ser beneficiosa para el pueblo.
La Correspondencia de España. 23 de noviembre de 1909
NECROLOGÍA
En Melgar de Arriba, D. Toribio Valbuena.
La Época, Madrid. 10 de marzo 1910
EN HONOR DEL CONDE DE SAGASTA
Un banquete y un discurso
El banquete.
Los elementos liberales de la provincia de León obsequiaron anoche con un banquete en el restaurant Tournié al señor conde de Sagasta, con motivo de haber sido nombrado éste, ministro de la Gobernación, asistiendo representaciones de dicha provincia, de la colonia leonesa residente en Madrid y de la Prensa madrileña.
Ocuparon la mesa presidencial los señores conde de Sagasta, García Prieto, Alonso Castrillo, alcalde de León. D. Alfredo Barthé; diputados provinciales de León, Sres. Alonso, Valbuena y Arias; diputados a Cortes, Belaunde y Crespo; don Gumersindo Rosales y el secretario particular del ministro de la Gobernación, D. Leopoldo Cortinas.
Al finalizar la comida, que estuvo espléndidamente servida, entró en el salón el presidente del Consejo, Sr. Canalejas, siendo recibido con grandes aplausos y vivas.
Los brindis.
Inició los brindis el alcalde de León, dedicando elogios a la figura política del conde de Sagasta, que siempre ha velado con entusiasmo por los intereses de aquella región.
Después habló el diputado provincial Sr. Arguello, dedicando expresivas frases de respeto y agradecimiento al Rey, por haber nombrado al Sr. Merino ministro de la Gobernación, y dando vivas al Rey y al Sr. Canalejas, que fueron unánimemente contestados. El Sr. Alonso Castrillo dedicó elocuentes párrafos al Sr. Merino, recordando cuánto le debía León a él y a su padre, y dio vivas al Rey, a Canalejas, a Merino, a García Prieto, a España y a la condesa de Sagasta, que fueron contestados con entusiasmo.
El proteccionista, 11 de marzo de 1910
FESTEJANDO A MERINO
Fiesta hermosa de confraternidad fue la celebrada anteanoche en Tournie, en honor del esclarecido leonés, D. Fernando Merino.
Sus paisanos, que adoran en él por bueno, trabajador y simpático, han proporcionado á Merino uno de sus días más gratos con el banquete con que festejaban los suyos, los de ayer, los de siempre, la llegada del ilustre conterráneo a las cumbres de la política, por sus pasos contados, quizás con retraso, pues por sus méritos, reconocidos y valiosos, hubiera llegado mucho antes.
Tantas son las simpatías que en su larga y brillante carrera política supo captarse este hombre ilustre, que en el amor al trabajo tuvo su más firme sostén, y que pudiendo serlo todo, no quiso ser y en cambio hizo ministros y repartió mercedes y honores; tanto el afecto que ha sabido echar en todos los surcos, que la Comisión organizadora del banquete ha tenido que luchar con los centenares de amigos del Conde de Sagasta, que a toda costa querían rendir tributo de sincero cariño al que con el aplauso unánime de la opinión ocupa la cartera de Gobernación.
Pero de acceder a la demanda. la fiesta hubiera perdido su carácter intimo y las dificultades para encontrar local adecuado hubieran sido enormes. Limitóse el banquete a los leoneses y aún así muchos tuvieron que quedarse a última hora sin tarjeta, por insuficiencia del local, a pesar de su gran amplitud. Baste decir que han venido exprofeso de la provincia cerca de dos cientos.
Los comensales.
Ascendían a más de tres ciento. El extraordinario y entusiasta concurso de paisanos y amigos del Conde de Sagasta, luciendo muchos de ellos el típico traje del antiguo Reino de León. Toda la provincia, uno de cuyos distritos como es sabido representa en Cortes, ha bastante tiempo el festejado, tenia representación en la fiesta, así como todas las clases sociales de la misma.
En la mesa presidencial ocupaban puesto a derecha e izquierda del obsequiado, el ministro señor García Prieto, el senador señor Alonso Castrillo, el alcalde de León, D. Alfredo Barthe; D. Félix Argüello, D. Mariano Alonso Vázquez, D. Cesáreo Dueñas, el abogado y diputado provincial don Isaac Valbuena, organizador del homenaje; D. Luis Belaunde y D. Antonio García Crespo.
Los brindis.
Leídas las cartas y telegramas de adhesión al banquete y al ministro festejado, suscriptos por importantes representaciones de la región leonesa en número interminable, hicieron uso de la palabra los señores Barthe y Argüello, que al ofrecer el banquete al Sr. Merino, rinden testimonio de respeto al Rey. al Sr. Canalejas, dirigen alusiones cariñosas a los señores García Prieto y Alonso Castrillo, y enaltecen el patriotismo de los leoneses.
Brindan ambos por Merino y por León y su provincia, que es brindar por España. También en términos muy expresivos y adecuados al acto, brindaron los Sres. Alonso Castrillo y García Prieto. Este enaltece al señor conde de Sagasta. que con sus méritos y con su historia de liberal honrado y consecuente, ganóse por derecho propio la cartera de Gobernación. Dedica un afectuoso recuerdo a Sagasta, como patriarca y defensor de las libertades patrias, y al par encomia la memoria de D. Dámaso Merino, en cuyos ejemplos y virtudes se ha inspirado el anfitrión para poner cuanto es y cuanto vale al servicio del suelo nativo y de las ideas que profesa. Sus últimas palabras, que hizo vibrar un regionalismo sano y españolísimo que le hace posponer todo al amor a su tierra, son acogidas por los comensales con ruidosos y repetidos aplausos y vítores.
Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, 26 de abril de 1911
Juzgado de La Vecilla
Edicto.
D. Clemente del Pino Sainz, Juez de Instrucción de La Vecilla y su partido.
Por el presente edicto hago saber:
Que en sumario que instruyo bajo el número 17 de este año por sustracción de dos caballos, cometida en la madrugada del cuatro del actual en las cuadras del vecino de la Estación de Matallana, D. Juan Manuel Reyero y de la propiedad de D. Eloy Mateo Robles, acordé en providencia de este día exhortar y requerir por el presente a todas las autoridades y agentes de policía judicial, para que procedan a la busca y rescate de dichos caballos, y en caso de ser habidos a su incautación, deteniendo a la persona o personas en cuyo poder fuesen hallados, si no acreditan en el acto su legitima procedencia; poniendo unos y otros a disposición de este Juzgado, a cuyo fin se inserta a continuación las señas de dichos caballos.
Señas de los caballos:
Un caballo de cinco años, de siete cuartas de alzada, pelo alazán claro, de extremidades finas, calzado de los pies, con una pequeña estrella, tiene el hierro del Estado, crin y cola finas, cabeza pequeña, es nervioso, de media sangre árabe, tiene en una mano una pequeña sobrecaña; se llama Noble.
Otro caballo de cinco años, de siete cuartas, pelo negro morcillo, de cabeza ancha, cuello grueso, crin y cola cortas y gruesas, sin reseña, tiene en la mano derecha a nivel del casco una grieta, en los pies a lo largo de ambas tibias en la parte anterior una costra, es pesado y linfático, se llama Bomba.
Dado en La Vecilla, a 8 de Abril de 1911.—Clemente del Pino, —Por su mandado, Higinio Morán.
R. al núm. 1.219
La Educación, Madrid. 10 de junio de 1911
Dirección general de Primera enseñanza.
—El ministro ha firmado los siguientes nombramientos de vocales de Juntas provinciales de Instrucción pública: D. Francisco Rafols, de Barcelona; D. Antonio Virgili, de Tarragona; D. Enrique Gavilán, de Valladolid; D. Antonio Vilorio García, de Soria; D. Isaac Balbuena, de León; don Manuel Diez, de Cádiz; D. Antonio Márquez Andrés, de Huelva, y D. José Itarte, de Guipúzcoa, todos ellos en concepto de diputados provinciales, y como jefes del Ejército, D. Ernesto Rodríguez Oteiza, de Cádiz, y D. Modesto Salgado López, de Orense.
La Época, Madrid. 13 de junio de 1911
Los agricultores castellanos
Como mandatarios de la magna asamblea de agricultores castellanos que tuvo lugar anteayer, domingo, en Valladolid, con asistencia de más do 2.000 Sindicatos y unas 2.000 personas, ha llegado en la madrugada de ayer a Madrid al Consejo en pleno de la Federación agrícola de Castilla la Vieja, que lo forman D. Heliodoro Represa, presidente; vocales, D Pedro Gómez de Rosas, D. José María Pizarro y D. Juventino Cebrían, de la provincia de Valladolid, D. Isaac Balbuena, como representante de la provincia de León, y D. Rafael Dorado, en representación de la provincia de Burgos.
El objeto de su viaje es entregar al señor presidente del Consejo de ministros la conclusión que fue aprobada por unanimidad en la asamblea, y que es como sigue:
«La asamblea de la Federación agrícola de Castilla la Vieja, reunida en Valladolid, acuerda pedir al Gobierno de S. M. que inmediatamente presente a las Cortes un proyecto de ley imponiendo el recargo transitorio de los derechos arancelarios sobre la importación de trigos y harinas, de 2,50 pesetas por cada cien kilos de los primeros, y cuatro pesetas de las segundas, mientras el precio de los trigos en los mercados reguladores no exceda durante un mes de 26 pesetas los cien kilos; estimando que es el único remedio para atenuar, siquiera sea de momento, la gravísima crisis por que atraviesa la agricultura castellana.
La asamblea ruega también al Gobierno que por los medios a su alcance y por los que tienen los Ayuntamientos, intervenga eficazmente, para procurar que el precio del pan esté en relación con el del trigo, y no ocurra, como ahora, que cotizándose éste a 10 reales fanega, se paga el pan al mismo precio que tenía cuando aquél se vendía a 70 reales.»
La Correspondencia de España. 18 de agosto de 1911
En honor del conde de Sagasta
Un banquete en el puerto de Pajares.
LEÓN. (Jueves, mañana.) En honor del Sr. Merino se ha celebrado en lo alto del puerto de Pajares una espléndida fiesta.
Los amigos del Sr. Merino en el Ayuntamiento de Rodiezmo, deseando testimoniarle su adhesión inquebrantable, organizaron un banquete en su honor y eligieron para celebrarle un lugar maravilloso por su grandiosidad sublime: el alto del puerto de Pajares. ¡ Feliz y acertada elección !
En varios automóviles, durante la mañana, se trasladaron desde esta ciudad al Puerto de Pajares los condes de Sagasta, señora de Miñón y señoritas de Escolar y Alonso; el gobernador civil, Sr. Corral; el jefe de Obras públicas, Sr. Nogales; el alcalde de León, señor Barthe; el vicepresidente de la Diputación Provincial, D. Isaac Balbuena; el Sr. Redruello y los diputados a Cortes Sres. Dueñas y Cortinas.
Fue una excursión encantadora. En Villamanin visitó la estación telegráfica recientemente creada, una de las innumerables mejoras que el distrito de La Vecilla debe al ex ministro conde de Sagasta, estación que, lujosamente instalada en la planta baja del hermoso hotel de D. Valentín Gutiérrez, se debe a la espléndida generosidad de éste, que ha donado todos los muebles, de estilo modernista, necesarios para ella.
Poco antes de la una de la tarde llegó al alto del puerto el automóvil de los condes de Sagasta, siendo acogida su llegada con las más expresivas manifestaciones de entusiasmo, en las que los vítores y aclamaciones a Fernando Merino se confundían con la detonación de multitud de cohetes y bombas, y el trepidar de los motores de los automóviles.
Pocas veces, tal vez ninguna, habránse visto aquellos lugares tan concurridos. Después de admirar desde el alto del puerto la imponente grandiosidad de Valgrande, los invitados, que pasaban de ochenta, sentáronse a la mesa, artísticamente colocada bajo un toldo.
No hay que decir que durante el banquete se deslizó el tiempo ameno y agradable, sabiendo que allí estaban la señora condesa de Sagasta, en la que no se sabe si es mayor el ingenio que recuerda los talentos del que fue jefe ilustre del partido liberal, o sus bondades; las distinguidas señoras de Cadenas y Sanz, que veranean en Villamanín; la de Miñón y las señoritas Pilar Escobar, María Alonso Llamazares y Rita Sanz.
No hubo brindis. Al destaparse el champagne, el Sr. Merino expresó con frase sentida y elocuente su agradecimiento por la fiesta que se le ofrecía, siendo sus palabras acogidas con entusiasta salva de aplausos.
En resumen, una fiesta encantadora, testimonio del mucho afecto que por su diputado sienten los electores de La Vecilla por su hijo predilecto, la ciudad de León, y por su favorecedor constante la provincia entera, que tantos beneficios debe al conde de Sagasta.
La Correspondencia de España, 2 de enero de 1912
En León.
LEÓN. (Lunes, noche.) Se ha constituido el Ayuntamiento de esta capital, habiendo sido elegido alcalde, por mayoría absoluta, don Alfredo Barthé, liberal, y tenientes alcaldes, tres liberales y un conservador.
El Porvenir Castellano, 15 de julio de 1912
Liga de Diputaciones CASTELLANAS
Queremos recoger en la colección de El Porvenir CASTELLANO el primer escrito que ha lanzado a la publicidad la naciente «Liga de Diputaciones Castellanas».
La nueva entidad, se ha constituido a propuesta del digno presidente de la Diputación de Soria, nuestro querido amigo D. Benito Sanz, y en carta suya, confidencial, que ha publicado «El Avisador Numantino» dice el Sr. Sanz que la Liga de Diputaciones no tiene «más objeto que el defender las necesidades del país, fuera de toda política.»
Burgos 3 de Julio de 1912. —Por la Diputación de Soria, Benito 5anz. —Por la Diputación de León, M. Saénz de Miera, Ramón Crespo, Isaac Valbuena.
—Por la Diputación de Valladolid, Paulino Flores, E. Gavilán, ...
Guía oficial de España. 1913
Capitales de provincia
Señores alcaldes
León, D. Alfredo Barthe Sánchez.
Guía de la provincia de León, 1913
Sres. Diputados provinciales y Distritos que representan
ASTORGA-LA BAÑEZA
D. Eumenio Alonso González, D. Mariano Domínguez Berrueta, D. Santiago Crespo Carro, D. Germán Gullón Núñez
LEÓN-MURIAS
D. Isaac Balbuena Iriarte, D. José Eguiagaray Mallo, D. José Arienza García, D. Francisco Sanz Ojeda
PONFERRADA-VILLAFRANCA
D. José Arias Valcarce, D. Isaac Alonso González, D. Balbino Rodríguez López, D. José Vázquez Rodríguez
RIAÑO-LA VECILLA
D. Félix Arguello Vigil, D. Tomás Mallo López, D. Alfredo Barthe Sánchez-Sierra, D. Agustín Fernández Diez
SAHAGÚN - VALENCIA
D. Mariano Alonso Vázquez, D. Luis de Miguel Santos Aláiz, D. Germán Alonso Barrientos, D. Manuel Sáenz de Miera Millán
DOMICILIO DE LOS SRES. DIPUTADOS PROVINCIALES
D. Félix Arguello Vigil, Plaza del Conde, 2
D. Tomás Mallo López, Guzmán el Bueno
D. Alfredo Barthe Sánchez-Sierra, San Isidoro
D. Agustin Fernández Diez, Cervantes, 2
D. Isaac Balbuena Iriarte, Ordoño II, Villa Asunción
D. José Eguiagaray Mallo, Santa Ana
D. José Arierza García. (Murias de Paredes)
D. Francisco Sanz Ojeda, Ordoño II
D. Eumenio Alonso González (La Bañeza)
D. Mariano Domínguez Berrueta, Renueva
D. Santiago Crespo Carro. (Astorga)
D. Germán Gullón Núñez (ídem)
D. José Arias Valcarce (Folgoso de la Ribera—El Valle)
D. Isaac Alonso González, Bayón
D. Balbino Rodríguez López (Villafranca)
D. José Vázquez Rodríguez (ídem)
D. Mariano Alonso Vázquez, Plaza del Conde, 6
D. Germán Alonso Barrientos, Torres de Omaña
D. Manuel Sáenz de Miera Millán (Valencia de Don Juan)
D. Luis de Miguel Santos Aláiz (Sahagún)
La Correspondencia de España. 14 de septiembre de 1913
Congreso Agrícola de Castilla
Temas y ponentes.
He aquí los temas a tratar, con sus ponentes respectivos:
7.° Estudio de los resultados prácticos, ventajas o inconvenientes que han podido apreciarse hasta ahora en Castilla respecto a la repoblación de los viñedos filoxerados con vid americana. Ponente, D. Isaac Balbuena, de León.
El Porvenir Castellano, 17 de noviembre de 1913
Del Congreso Agrícola
Conclusiones definitivas.
Tema VII.
Estudio de los resultados prácticos, ventajas o inconvenientes que han podido apreciarse hasta ahora en Castilla, respecto a la repoblación de los viñedos filoxerados con vid americana.
Ponente: D. Isaac Valbuena.
1.º Los resultados prácticos y las ventajas obtenidas en Castilla con la repoblación por la vid americana de: sus viñedos filoxerados, han sido tan manifiestos y positivos, que puede juzgarse como la única solución para la gran crisis agrícola porque atraviesan las provincias donde abundan los terrenos esteparios, los situados en laderas pedregosas y en colinas de suelo árido.
2.º Ningún inconveniente se ha apreciado en la repoblación con la vid americana, siempre que se haya hecho la plantación con previo análisis calcimétrico de sus tierras, desfonde a sesenta centímetros de profundidad mínima, practicado éste por lo menos con seis meses de antelación y una muy garantida elección del portaingerto de mejor adaptación y de mayor rendimiento con las especies viníferas cultivadas con predilección de los antiguos viñedos.
3.º La introducción en la viticultura de las cepas americanas a consecuencia de la invasión filoxérica y como único medio de luchar contra ésta, ha hecho cambiar por completo los trabajos para la plantación de la vid y sus cuidados culturales, en razón a lo que nunca se debe tratar de abarcar en la plantación mayor superficie de la que consientan los medios económicos de que se dispongan, para poder atenderle en las debidas condiciones.
4.º Seguramente resurgirán en sus riquezas vitícolas, cumplidas las anteriores conclusiones los labradores de los partidos de Agreda, Almazán y Burgo de Osma; pudiendo crearse la producción vinícola, en aquellos otros partidos de la provincia de Soria que tengan terrenos similares a los partidos antes citados.
5.º Se recomienda la constitución de Juntas Locales de repoblación de viñedos, formadas por el personal tecnico que el Estado, las Diputaciones o los Ayuntamientos destinen a este objeto, y los viticultores Castellanos que tengan reconocida práctica en la repoblación de vides americanas.
El Año político. 1914
Asesinato en León.
—La lucha electoral en toda la provincia de León, por causas que explicaremos más adelante, fue vivísima, y en algunos puntos los agentes del Gobierno llegaron á los más reprobables extremos, como puede verse en el siguiente telefonema que el Conde de Sagasta dirigió desde León al Sr. Sánchez Guerra:
«He tenido que verlo para creer que fueran ustedes capaces de emplear procedimientos electorales que se han puesto en práctica en esta provincia. Contemplad vuestra obra. Delegado del Gobernador enviado a Pedrosa del Rey, Riaño, asesinó a un elector y malhirió a otro, que habrá fallecido a estas horas.»
El asesino delegado del Gobernador, era un sujeto de pésimos antecedentes, apodado el Currero, y el muerto era un profesor de Latín.
Dato y las elecciones de León.
—La violencia con que el Gobierno, de acuerdo con el Conde de Romanones, combatía a los candidatos liberales-demócratas, se hizo aún más de notar respecto de los amigos del Sr. Conde de Sagasta.
No es esta afirmación hija de un razonamiento, sino de los hechos. Ni uno solo de los amigos íntimos y personales del Sr. Conde de Sagasta, si se exceptúa al señor Belaunde (y éste luchando contra toda suerte de atropellos), tuvo asiento en el Congreso, y eso que el presidente del Consejo, Sr. Dato, debía algún servicio electoral importantísimo al Sr. Merino, y el Sr. Sánchez Guerra había, sido muy favorecido por el mismo Conde de Sagasta en 1910, cuando éste fue Ministro de la Gobernación.
Estos son hechos; a los amigos del Sr. Merino se les persiguió en toda España, y en León mismo, en aquella provincia donde el Sr. Merino, por ser hijo de ella, tiene tantas influencias, sin duda quiso el Sr. Dato demostrar que podía derrotarle, si no a él mismo, a los candidatos que apoyaba.
Hay que advertir que el Sr. Dato venía siendo Diputado por Murias de Paredes, en dicha provincia, porque una familia agradecida y poderosa le procuraba el acta, sin que los otros partidos se opusieran; pero el Sr. Dato ni parecía por el distrito, ni hacía de él caso alguno.
En estas condiciones fue a León el Sr. Conde de Sagasta y llevó a cabo una campaña tan enérgica, demostrando la influencia que en toda la provincia tenía, que obtuvo el resultado siguiente:
Valencia de Don Juan, D. Juan Alonso Bayón; Riaño, Sr. Merino; Ponferrada, Sr. García Prieto; Astorga, señor Gullón; La Bañeza, Sr. Pérez Crespo; Villafranca, Sr. Belaunde. Todos liberales demócratas. El Sr. Dato salió en Murias, acudiendo a toda clase de recursos; porque, lamentándose en Madrid de la guerra que en el distrito de Murías de Paredes le hacían los amigos políticos del señor García Prieto, La Mañana, para consolarle, dijo:
«Nos consta que ni uno solo de esos amigos, a que el Sr. Dato alude, ha recibido instrucciones del Marqués de Alhucemas, que es totalmente ajeno a la presentación de la candidatura contraria al Presidente del Consejo.»
En efecto: la candidatura del Sr. D. Isaac Balbuena fue presentada frente a la del Sr. Dato por la colonia montañesa; pero con una sola indicación que hubiesen recibido los electores, el Sr. Dato habría sido derrotado, como lo temía él mismo, puesto que fue a presentarse por Vitoria.
Boletín oficial de la provincia de León, 7 de octubre de 1914
Don Ricardo Tascón Brugos, Juez municipal de Matallana y su distrito.
Hago saber: Que para hacer pago a D. Vicente Miranda Tascón, vecino de Orzonaga, de la cantidad de cuatrocientas veinticuatro pesetas siete céntimos, que le es en deber su convecino Marcos Tascón Alvarez, y a la que fue condenado, con las dietas de apoderado y costas, se venden en pública subasta, como de la propiedad de éste, las fincas siguientes:
La subasta tendrá lugar en la sala de audiencia de este Juzgado el día diez del próximo venidero mes de Octubre, y hora de las diez de la mañana, no admitiéndose posturas que no cubran las dos terceras partes del precio de tasación.
Los licitadores habrán de consignar sobre la mesa del Juzgado el diez por 20 ciento del avalúo, sin cuyo requisito no se admitirán posturas. El rematante se habrá de conformar con el testimonio del acta de subasta, por carecer de títulos.
Dado en Matallana a dieciséis de Septiembre de mil novecientos catorce.
El Juez, Ricardo Tascón. P. S. M., Alfonso Villár.
Anuario de ferrocarriles españoles. 1915,
COMPAÑÍA DE LOS CAMINOS DE HIERRO DEL NORTE
Kilómetros en explotación: 3.692.—En construcción: 67.
DOMICILIO SOCIAL EN MADRID ESTACIÓN DEL PRINCIPE PÍO
SERVICIO SANITARIO
Médico jefe
D. JOSÉ ORTIZ DE LA TORRE, Génova, 2G (teléfono 2.185.)
Médicos de sección con residencia en la línea.
...
Isaac Balbuena, médico h.º, León.
El Año político. 1916
Las elecciones en León.
—No obstante lo anteriormente expuesto, es justo consignar que estas elecciones generales no fueron ni tan violentas ni tan alborotadas como otras.
Quizá se debió a que el soborno y la componenda fueron mayores que en otras ocasiones, razón por la cual el Sr. Alba se envanecía titulándolas «elecciones de la diplomacia»; pero aun así y todo, los escándalos y los atropellos no fueron tantos como en otras ocasiones; por eso es de notar, y precisa notarlo con gran singularidad, lo acontecido en la provincia de León, donde no quedó recurso, violación ni artimaña que el Gobierno no empleara en contra de los candidatos presentados por el Sr. Conde de Sagasta.
Pero esto merece capítulo aparte, para consignar algunos antecedentes originarios de la cuestión. Para evitar hablar por nuestra cuenta, trasladamos a estas páginas lo consignado en un folleto que, acerca de dichas elecciones, publicó un testigo presencial que nos merece entera confianza por su imparcialidad, su independencia y su buen juicio.
«Es el Conde de Sagasta (dice el autor aludido) y con esto no decimos nada nuevo a los que conozcan la vida política de treinta años a esta parte, uno de los hombres de más relieve del partido liberal. La fuerza considerable de que dispone en la provincia de León, demostrada continuamente en los comicios; su actividad, su carácter enérgico y bondadoso, aunque acaso un tanto suspicaz y desconfiado (quizá por haber presenciado y visto tantas apostasías en su vida pública), y, sobre todo, el haber llevado tantos años al lado de aquel gran político que se llamó D. Práxedes Mateo Sagasta, le crean una situación favorablemente excepcional en la política liberal, pues su actuación al lado de Sagasta le dio una importancia grandísima en este partido; importancia e influencia que puso muchas veces al servicio de sus amigos, entre ellos, y en especial, en favor del Sr. Conde de Romanones, actual presidente del Consejo, en cuyo favor influyó grandemente hasta que consiguió ser Ministro, y del Sr. D. Santiago Alba, actual ministro de la Gobernación, por el cual hizo grandes esfuerzos, hasta conseguir traerle al Parlamento.
Todas estas circunstancias, repetimos, hacían del Conde de Sagasta una figura de primera línea en el partido liberal. Por razones que no son de este momento, y que están explicadas en su fecha oportuna (1913), al caer el partido liberal en el año 1913, formó parte, y fue uno de los principales elementos de ella, de la disidencia que capitaneaba el Sr. Marqués de Alhucemas, con el nombre de partido democrático. Diferencias de carácter, rozamientos, quejas, acaso excesiva susceptibilidad política, resoluciones electorales respecto de la provincia de León que le mortificaron, actos que estimó como desatenciones, y, sobre todo, el convencimiento de que la vida, la fuerza del partido liberal estaba en la unión de las dos fracciones en que se hallaba dividido, le llevaron, en Enero de 1916, a gestionar, de acuerdo con el Conde de Romanones, y con motivo de una carta de éste honrando la memoria de Sagasta en el aniversario de su muerte (1915), dicha unión.
No llevaron a bien estas gestiones otros elementos del partido democrático, que suponían con ellas mermada su influencia, y aumentando con este motivo las diferencias y las suspicacias, aconteció lo que debía acontecer, es a saber: que el Sr. Conde de Sagasta—adelantándose solamente a lo que meses más tarde habían de hacer todos los demócratas al ser llamados los liberales al Poder — reingresó en el partido liberal que acaudillaba el Conde de Romanones, y estuvo ya representado por este mismo en la reunión de ex Ministros de este partido, mereciendo grandes elogios del jefe por el gran servicio que a todos prestaba. Pues bien: al venir al Poder el partido liberal, en Diciembre de 1916, vio la opinión con sorpresa, o al menos con extrañeza, que mientras aquellos elementos que habían rechazado la unión con los liberales se llevaban carteras y ocupaban numerosos altos cargos, el que había gestionado y procurado esta unión, el Conde de Sagasta, y con él sus amigos, quedaban total y absolutamente excluidos de todo cargo público, pues el Sr. Cortina, amigo del Conde de Sagasta, nombrado Gobernador de Valencia, lo fue sin conocimiento del Sr. Merino y exclusivamente (y así lo hicieron constar) por influencia y amistad del Sr. Alba.
Solamente después de habérsele ofrecido a otros varios ex Ministros, que le rechazaron, le brindaron al Conde de Sagasta el Gobierno civil de Madrid, cargo que hoy, por las condiciones en que se halla, no tiene importancia política de ninguna especie. Aceptóle, no obstante, el Conde de Sagasta, por deberes de disciplina, y porque no dijeran, como pretexto, que era díscolo; pero tuvo que abandonarle pronto, en vista de las dificultades que se le ponían en la brillante y fructífera campaña que emprendió para la extinción de la mendicidad.
Otro tanto ocurrió al llegar el momento del encasillado electoral. Como si se le hubiera puesto un veto por alguien, ni una sola de las indicaciones del Sr. Conde de Sagasta a favor de sus amigos fué atendida, ni uno solo de sus candidatos logró que figurase como candidato del Gobierno (con excepción del Sr. Belaunde, que lo trabajó por su cuenta, y vino por el art. 29, a condición de que viniese en igual forma el Sr. Gullón, sobrino del Sr. García Prieto); antes al contrario, arrebató el puesto a los que de antiguo le tenían, y hasta hubo alguno que, con treinta y cinco años en el partido y muchos servicios como periodista a los mismos prohombres del Gobierno, fué totalmente preterido y eliminado en toda combinación.
Pero hubo más. Después de esto, después de haber negado al Conde de Sagasta todo puesto electoral para sus amigos, se cometió con él la verdadera agresión de llevar a León, a su provincia, donde él tiene toda su fuerza y un prestigio insuperable, sin hacerle la menor consulta ni la más mínima indicación (pues no tuvieron tal carácter unas frases generalizadoras que, al parecer, sin encargo de nadie, le dirigió el subsecretario de Gobernación, Sr. Duque de Almodóvar del Valle); sin ninguno de estos pormenores, el Gobierno le presentó candidatos en todos los distritos de la provincia.
Esto parecía, en realidad, querer echarle del partido liberal, y así lo entendió el Conde de Sagasta; era presentarle una lucha descarada y franca, y él la aceptó, seguro de que había de vencer, haciendo constar, siempre que la ocasión se presentó, «que él iba obligado a la lucha y que no era un disidente del partido, sino un disciplinado que se defendía de injustificados ataques».
Y presentó candidatura completa en toda la provincia, en contra de la del Gobierno, que luchaba aliado con los conservadores y con los republicanos y socialistas, que apoyaban al Sr. Azcárate.
Lo notable de esta candidatura, apoyada con toda su fuerza por el Sr. Dato, era que en ella figuraban: por León, el sabio catedrático republicano Sr. Azcárate (alrededor de cuyo nombre hicieron un ruido formidable, de interés más ficticio que real, conservadores y republicanos); el Sr. Quiñones de León, amigo intimo de S. M. el Rey, por Sahagún, y el Sr. Sáinz de Vicuña, hijo político del Sr. García Prieto, por Ponferrada.
Seguramente el combatir estas candidaturas había de resultar difícil y perjudicial para el Conde de Sagasta; pero dignamente (según sus propias manifestaciones) no podía hacer otra cosa, pues además de que presentándole el combate en toda la provincia, en toda ella debía él combatir, para que no se le acusase de temores o componendas con los fuertes, tenía para ello las, a su juicio, evidentísimas razones siguientes: El Sr. Azcárate.
Este respetable catedrático no había tenido jamás fuerzas propias para salir Diputado por León, y sólo obtenía el acta (esto lo sabe todo el mundo) con los votos o por la tolerancia de los liberales, que en aquella capital son en su totalidad amigos y partidarios del Conde de Sagasta. No obstante esto, los amigos del Sr. Azcárate, sin desautorización de éste, ofendían duramente a los liberales, y durante veinte años, en su periódico venían vertiendo toda clase de injurias políticas y personales contra el Sr. Merino, su familia y sus amigos.
Recientemente, con motivo de las elecciones municipales, los liberales de León, siguiendo la pauta de casi toda España, para marchar juntos, incluyeron en su candidatura a un amigo del Sr. Azcárate, el cual correspondió a tal atención enviando un telegrama, que se leyó en un mitin, en que decía: ¡Ir junto un amigo nuestro con los merinistas! ¡Tendría que ver! Suplicóle el Sr. Merino, directamente, y por medio del amigo de ambos, Sr. Pedregal, que desistiese de esa actitud y desautorizase el telegrama, y no sólo no lo hizo el Sr Azcárate, sino que le confirmó con altivez, y entonces, y después de otras gestiones, el partido liberal leonés, herido en su dignidad, dijo: ¡Pues tendría que ver que usted sea Diputado con nuestros votos! No obstante, el Sr. Merino, conciliador todavía, ofreció sacar por otro distrito al Sr. Azcárate, que lo rechazó airadamente.
El Sr. Quiñones de León, ocupadísimo con sus obligaciones palatinas y diplomáticas, o por lo que fuera, no se había ocupado jamás de los intereses del distrito, y su poca influencia en la política la empleaba o la buscaba al lado de los enemigos del Conde de Sagasta.
Ante tal abandono, todos los Ayuntamientos del distrito de Sahagún firmaron actas respectivas, haciendo constar que, si se les obligaba a votar al Sr. Quiñones de León, votarían un republicano, en vista de lo cual, el Conde de Sagasta hubo de presentar un candidato amigo suyo, no sin antes ofrecer apoyar en otro distrito seguro, La Vecilla, al Sr. Quiñones, que, como el Sr. Azcárate, rechazó la oferta.
Y en cuanto al Sr. Sáinz de Vicuña, hijo políticp del Sr. Marqués de Alhucemas, que iba allí sin elemento propio ni historia de ninguna especie, sólo por la imposición del Sr. García Prieto y en las condiciones antedichas, el Conde de Sagasta se creyó en el caso de combatirle, lo mismo que a los demás candidatos del Gobierno, porque no dijesen que entraba en componendas con los fuertes y combatía a los débiles.
En estas condiciones, pues, se inició la lucha electoral, que fué verdaderamente violenta, como jamás se había conocido. Ya el día 2, en la proclamación de candidatos y de Diputados por el art. 29, al terminar el acto, en el cual sólo fueron proclamados Diputados el Sr. Belaunde, merinista, y el Sr. Gullón, sobrino del Sr. García Prieto, por Villafranca y Astorga, respectivamente, los coligados contra los liberales celebraron una manifestación en favor del Sr. Azcárate, como protesta contra el Sr. Merino, que le había presentado candidatos en contra.
En la manifestación, además de figurar todos los republicanos y socialistas, iban los Sres. Quiñones de León, Pérez Crespo, Alonso Castrillo, Alonso Gullón y Sáinz de Vicuña. Y fué cosa que llamó la atención ver a los partidarios del sufragio universal, y especialmente a los ministeriales, cuyo jefe ponía cátedra a diario con los periodistas contra la aplicación del art. 29, protestar furiosamente porque no se le habían aplicado al Sr. Azcárate.
Fue de notar también que el periódico que más se indignó, mejor dicho, el único que se indignó, fue La Época, que publicaba furibundos sueltos y semiartículos contra el Sr. Conde de Sagasta, artículos que, al decir de alguna persona bien informada, iban a la Redacción enviados por un importantísimo personaje del partido conservador.
Los de la manifestación leonesa llegaron hasta enviar a S. M. el Rey y al jefe del Gobierno el telegrama siguiente:
«Reunidos accidentalmente, con motivo de la proclamación de candidatos a Diputados, ex Diputados, ex Senadores y ex Diputados provinciales de esta provincia, protestan enérgicamente de la conducta del Conde de Sagasta, que, contra el general sentir, ha puesto candidato frente al Sr. Azcárate, gloria de España y orgullo de León, y que por sus prestigios no debe estar afecto a las pasiones políticas despreciables, con perjuicio de los intereses de la Patria, del Parlamento y de la provincia.- Quiñones de León, Gullón y García Prieto, Sáinz de Vicuña, Tomas Allende, Octavio Carballo, Pérez Crespo, Bustamante, Regueral, Alonso Castrillo, Alonso Vazguez (siguen hasta 28 firmas).»
- . El Sr. Ministro de la Gobernación, aprobando esta conducta, envió al Gobernador de León el telegrama siguiente:
«Vivamente deploro lo ocurrido ahí con el Sr. Azcarate. De corazón me asocio al homenaje de que V. S. me da cuenta en su telegrama. Sírvase expresárselo así personalmente por mi encargo, y añadirle qué si corre el menor peligro su ilustre nombre, los electores de Valladolid no dudo de que se honrarán votándole el domingo próximo.» y luego, en otro telegrama añadió:
«Tengo en mi poder telegramas de todos los candidatos ministeriales de Valladolid y de su provincia, disputándose el honor de ceder su distrito al Sr. Azcarate. Al propio tiempo, me felicitan todos ellos por el telegrama que ayer dirigí al Gobernador de León acerca del ilustre Catedrático. No creo que sea necesario llegar a estos extremos. León, dando una prueba de su amor al hijo preclaro, aclamará al Sr. Azcarate en el momento de la elección.»
Las personalidades políticas más importantes de la provincia de León, amigos del Conde de Sagasta, en contestación al anterior, dirigieron este telegrama al Ministro de la Gobernación:
«Los firmantes, que tienen dadas pruebas de desinterés político, deploran por el partido liberal que el Sr. Ministro de la Gobernación se haya asociado a la injusta manifestación, sin información suficiente, ni conocer motivos de la proclamación de candidato por los liberales del distrito de León, harto justificados, por la conducta insoportable de los republicanos y socialistas de esta capital, amparados por el Sr. Azcarate, hasta ahora respetado por todos, y que recientemente han inferido un agravio inexplicable e inexplicado a los liberales de la capital.»
Lo sensible fue que el pueblo leonés, como se verá más adelante, no proclamó al Sr. Azcarate, y de todos cuantos le ofrecían el acta, según el Ministro de la Gobernación ninguno se la dio. Verdad es que, según dijo el Conde de Roraanones, el Sr. Azcárate le había dirigido un telegrama declinando el ofrecimiento hecho por el Ministro de la Gobernación.
A su vez, el Presidente del Consejo había contestado con otro telegrama concebido en estos términos:
«Sería ofender a los leoneses el suponer que dejarán de votar a usted.»
El Conde de Sagasta, como contestación a estas intrigas, remitió al Conde de Romanones el siguiente telegrama :
«León, 25. Celebrada ayer en Sahagún una magna reunión de antiguos liberales e importantes elementos republicanos y conservadores, después de hacerse por los republicanos solemne adhesión a la Monarquía, y por los liberales y conservadores publica adhesión de ingreso en el partido, se acordó, correspondiendo al deseo del distrito y a las orientaciones del cuerpo electoral, designar candidato para las próximas elecciones a D. Juan Barriobero y Armas, ex diputado a Cortes y de todos conocido en esta región.
Cumplo el honroso encargo de comunicárselo, seguro de que verá con gusto la adhesión indicada, que aporta nuevos e importantes elementos a la Monarquía y al partido liberal.—F. Merino.-»
Y como contestación al telegrama dirigido a S. M. el Rey y al Presidente del Consejo por los elementos políticos que luchaban en León contra el Conde de Sagasta, envió éste al Sr. Ministro de la Gobernación el siguiente telegrama:
«La adhesión publicada y repartida por toda esta provincia, para los fines electorales, del Sr. Ministro de la Gobernación a la protesta de los despechados partidarios del art. 29, calificándome de perturbador de la política de esta provincia y atribuyéndome pasiones jamás por mí sentidas, me obligan a contestar, rompiendo el silencio que me había impuesto, por honor y decoro del par tido liberal, en nombre de los electores de esta provincia, que usando del indiscutible y más preciado derecho de emisión libre del sufragio, quieren acudir a los comicios, demostrando con ello que, no sólo se llaman liberales, sino que sienten y practican esos ideales, rindiendo así debido homenaje al sufragio universal, la más valiosa conquista que realizó aquel gran partido liberal dirigido por Sagasta. Protesto de la extraña coacción que significa el telegrama del Ministro de la Gobernación, caso de responsabilidad ministerial. »
Varones ilustres, glorias no sólo en sus provincias, sino de España y aun mundiales: Alonso Martínez, Pí y Margall, Salmerón, Gamazo—este último combatido y eliminado de su provincia por el actual Ministro de la Gobernación —, otros muchos prestigios de la Ciencia, del Foro y del Parlamento español, sometieron sus prestigiosos nombres al juicio de la conciencia de sus electores, y les fue adverso.
»La insinceridad y poco valor de la protesta elevada al Gobierno con motivo de la proclamación del Candidato liberal por esta capital se prueba en el hecho de que ninguno de los candidatos firmantes de ella se ha creído en, el caso de ceder al Sr. Azcárate el distrito a que aspiran, ni aun después de los ofrecimientos del Ministro de la Gobernación y de sus amigos de Valladolid.
»Contrastando esta conducta de los protestantes con la seguida por mí, que con nobleza y lealtad de adversario notifiqué ha tiempo al jefe de los reformistas la situación de este distrito de León, creada por los amigos del Sr. Azcárate, y ofrecí para éste, en homenaje a sus prestigios, uno de los distritos que me honran con su confianza. Cómo solución de armonía a la incompatibilidad existente entre los republicanos y socialistas amigos del Sr. Azcárate y el partido liberal, que me enaltece con su dirección.
»La intervención directa de los Gobiernos en contiendas electorales ha contribuido siempre a avivar pasiones y a crear dificultades, y en este caso aleja de mi toda responsabilidad.—Femando Merino.»
Esta contestación del Conde de Sagasta fue sinceramente aplaudida por la opinión, que había llegado a interesarse en esta lucha, admirando la enérgica actitud del Sr. Merino ante la injusta persecución de que era objeto por parte del Gobierno y de los aliados de éste.
En Madrid, entretanto, se laboraba vivamente para que el Presidente del Consejo desautorizase o excomulgase al Conde de Sagasta, y así lo anunciaba ya el Diario Universal respecto de éste y del Sr. Paya, antiguo amigo del Conde de Romanones, que en Murcia presentaba también candidatos contra los del Gobierno. Y así fué, en efecto, pues poco después, el Sr. Presidente del Consejo dirigió al Conde de Sagasta el siguiente telegrama:
«La indiferencia ante mis reiterados y amistosos requerimientos, y su persistente actitud de perturbar la obra del Gobierno en esa provincia, combatiendo sin razón explicable candidaturas monárquicas arraigadas en la región, insinuando que es compromiso previo a su ingreso en el partido liberal una absoluta libertad de acción (esto, que era ciertísimo, se lo había dicho particularmente al conde de Romanones el Sr. Merino) que yo no podía otorgar, por ser incompatible con la disciplina, me obligan, muy a pesar mío, después de haber agotado todos los medios de persuasión cerca de usted, a no autorizar lo que viene haciendo y declarar públicamente que su conducta constituye verdadera indisciplina., y que de persistir en ella, no pueden mantenerse los lazos políticos que le unen con el Gobierno y conmigo. »
Créame que llegar a esta decisión me produce uná amargura grande. Aun espero, ante esta resolución mía, que se detenga en el camino emprendido, por amor al partido y por amistad a mí.»
Es de notar que La Época fué el único periódico que manifestó regocijo por este telegrama, diciendo:
«Ya era hora de que el Gobierno rompiera las amarras con el Sr. Merino, Pecó de corta la declaración del Conde de Romanones, pues si bien dijo que el Gobierno no reconoce otros candidatos en la provincia de León que los propuestos por él, debió advertir que quienes se rebelaran contra ello quedaban fuera de la disciplina liberal.»
No se desalentó por esto el Conde de Sagasta, sino que lamentando con gran tristeza la novísima doctrina del partido liberal, que proclamaba la indiscutibilidad y la intangibilidad de, los candidatos ehcasillados por el Gobierno, se dispuso a llevar adelante la campaña, no sin hacer constar, nuevamente, al Presidente del Consejo, que, en efecto, fue condición previa del reingreso del Sr. Merino en el partido liberal que fuese absolutamente libre en su política electoral en la provincia de León.
En semejantes condiciones, no hay que decir cómo sería la lucha. De ello da ligera idea el siguiente telegrama, publicado por un periódico independiente:
«Son inauditos los procedimientos que se ponen en práctica contra los candidatos amigos del Conde de Sagasta.
»A los Alcaldes de toda la provincia se les hace venir a la capital casi a diario, deteniéndoles largamente, y se les examina e instruye por tres republicanos radicales, en presencia del Gobernador.
»Las quejas de los candidatos perjudicados son desatendidas en los centros oficiales.
»Los expedientes de Hacienda se llevan al Gobierno civil, etc., etc.
» El día de la elección, la coacción fue tremenda. Las calles de la capital leonesa estaban tomadas casi militarmente por la Guardia civil, reconcentrada de todas las provincias, y por fuerzas de Seguridad, llevada de Valladolid y de Madrid. En Ponferrada fueron presos más de sesenta amigos del Sr. Merino, y aun así hubo que suspender la elección, porque los elementos oficiales, en vista de que la perdían, rompieron las urnas; hasta individuos llegados aquel día por el tren buscando trabajo, fueron llevados a la cárcel atados codo con codo. No obstante esta tremenda coacción, y la fuerza que indudablemente mandaban todos los partidos coligados contra los liberales acaudillados por el Conde de Sagasta, éste obtuvo tantos Diputados como el Gobierno, pues de ocho distritos en que se luchaba, venció en cuatro, siendo proclamados Diputados:
Por La Bañeza, D. Antonio Pérez Crespo, demócrata ministerial; por La Vecilla, D. Isaac Balbuena, liberal merinista; por León, D. José Eguiagaray, liberal merinista; por Murias de Paredes, D. Octavio Alvarez Carballo, conservador; por Ponferrada, D. Manuel Sáinz de Vicuña, demócrata ministerial; por Riaño, el Conde de Sagasta; por Sahagún, D. Juan Barriobero Armas, liberal merinista, y por Valencia de Don Juan, D. Mariano Alonso Castrillo, liberal ministerial. Los Sres. Azcárate y Quiñones de León fueron derrotados. La lucha interesó mucho a la gente política, y el Conde de Sagasta fué muy felicitado por lo que todo el mundo consideró como un gran triunfo, dada la fuerte coalición con que luchó.»
Sobre la representación parlamentaria del Sr. Azcárate.
El Conde de Romanones visitó al Sr. Azcárate, con el cual celebró, según manifestación del propio jefe del Gobierno, una muy larga y cordialísima conferencia.
«En mi conversación con el Sr. Azcárate—dijo el Conde de Romanones—, y recogiendo un deseo vivísimo expresado por S. M. el Rey, he ofrecido a dicho señor una senaduría vitalicia. »
El Sr. Azcárate, agradeciendo mucho tal honor, me ha contestado que no como republicano, sino como demócrata, sus convencimientos no le permitían aceptar, puesto que toda su vida ha venido sosteniendo la opinión de que no debe existir la parte permanente del Senado. »
No obstante esta negativa absoluta, yo no me resigno a que en las Cortes de 1916 quede sin representación parlamentaria un prestigio como el Sr. Azcárate.»
«Ayer—dijo un periódico—estuvo el Marqués de Alhucemas en casa del Sr. Azcárate, para comunicarle que su hijo político el Sr. Sáinz de Vicuña renunciaría al acta por Ponferrada, para que en nueva elección por aquel distrito leonés fuese votado el ilustre hombre, público.
»El Marqués de Alhucemos no encontró en su domicilio al Sr. Azcárate, al que dio cuenta por escrito del objeto de su visita.»
Guía oficial de España. 1916
León.
DIPUTACIÓN PROVINCIAL.
Presidente.— D. Juan Flórez Cossío. Vicepresidente.—D. Germán Gullón Nuñez.
COMISIÓN PROVINCIAL.
Vicepresidente.—D. Alfredo Barthe. Vocales.—D. José Arias. D. Isaac Balbuena. D. Luis Luengo. D. Luis de Miguel Santos.
La Época, Madrid. 18 de febrero de 1916
LAS ELECCIONES
Sobre el encasillado.
El señor ministro y el subsecretario de Gobernación han negado exactitud, en varias ocasiones, a las notas que publican los periódicos sobre el encasillado electoral
La Correspondencia militar. 14 de abril de 1916
LEÓN 13 (9 n.) Con enorme expectación dio comienzo, a las diez y media de la mañana, el escrutinio general. Fueron proclamados diputados por La Bañeza D. Antonio Pérez Crespo, demócrata; por La Vecilla, D. Isaac Balbuena, liberal, merinista; por León, D. José Eguiagaray, liberal, merinista; por Murias de Paredes, D. Octavio Alvarez Carballo, conservador; por Ponferrada, D. Manuel Sáinz Vicuña, democrata; por Riaño, el conde de Sagasta; por Sahagún, D. Juan Barriobero y Armas merinista, y por Valencia de Don Juan, don M. Alonso Bayón, liberal.
En todos los distritos se formularon protestas, pero nuy especialmente al hacer el escrutinio de Valencia de Don Juan. El acto terminó muy cerca de las cinco de la tarde.
El Diario Palentino, 16 de mayo de 1916
LEÓN.—Minero asfixiado.
—En el interior de la mina «Manuela» en término municipal de Orzonaga, Ayuntamiento de Matallana, ocurrió un desgraciado accidente.
Por efecto del humo que produjo el disparo de un barreno de dinamita, falleció asfixiado el obrero minero Fidel Valle, de 25 años de edad, casado y vecino de aquella villa.
Boletín Oficial, Provincia de Santander, 16 de agosto de 1916
Número 14.194
Don Arsenio Odriozola y Odriozola, ingeniero jefe de Minas de este Distrito.
Hago saber: Que don Nicanor Miranda Alvarez, vecino de Orzonaga, ha presentado el 5 de julio actual una solicitud de concesión de 40 pertenencias con el nombre de «Conchita», de mineral de antimonio, en el subsuelo del sitio llamado Riofrío, término de Vega de Liébana, Ayuntamiento de Vega de Liébana.
El trazado de la designación es el siguiente:
“Se tomará como punto de partida una calicata hecha a la orilla del río Frío, a diez metros del camino que pasa por Liébana y sigue a Triollo, y desde él se medirán al Este 200 metros, colocando la l.ª estaca; de ésta al Norte 250 metros, la 2.ª de ésta al Oeste 800 metros, la 3.ª; de ésta al Sur 500 metros, la 4.ª; de ésta al Este 800 metros, la 5.ª, y de ésta al Norte 150 metros, quedando cerrado el perímetro.
Y admitida dicha solicitud, salvo mejor derecho, se hace la presente publicación para que aquellos que se consideren perjudicados puedan presentar sus oposiciones en el improrrogable plazo de 60 días que señala la legislación vigente.
Santander, 19 de julio de 1916. —El ingeniero jefe, Arsenio Odriozola,
La actualidad financiera, 25 de octubre de 1916
Asamblea de productores de hulla.
— Se ha celebrado en Bilbao una importante Asamblea de los productores de hulla de la cuenca de La Robla, cambiándose impresiones sobre el incomprensible desconocimiento que sobre la riqueza carbonífera de dicha cuenca tiene el Estado, y quizá el mismo ferrocarril hullero.
Actualmente son más de sesenta las Empresas (Sociedades o particulares) que exportan carbón por la referida línea de La Robla a Valmaseda, y ese número aumenta de día en día, pues son varias las Empresas que ahora reconocen y estudian nuevos criaderos.
Se ha afirmado que, contando con abundante material ferroviario, la cuenca de La Robla llegaría en breve plazo a una explotación superior a 2.500.000 toneladas, o sea un tercio del consumo nacional.
El Comité provisional, compuesto de los señores Urrutia, de Hulleras de Sabero; Aman, de Cervera y La Robla; Benito, Oeste de Sabero; Pina, de Santibáñez; Tiburcio González, Hulleras del Esla; Remigio Miranda, de Puente Almuhey; Alfredo Barthe, de Prado; Ignacio Romana, de la San Luis; Cresa, Benigno Arenas, Prado y Puente Almuhey, emprenderá inmediatamente sus gestiones en Bilbao y en Madrid, proponiéndose el estudio, con la Empresa del ferrocarril hullero, de la capacidad actual de vagones y de la forma en que se verificará el tráfico, estudiando también el material en preparación o en la vía.
El Comité trata de conseguir que se corrijan deficiencias y abusos que existen hoy en día, y propondrá a la Empresa del ferrocarril el empleo de buen carbón para facilitar los transportes, abonando ellos a prorrata el aumento de gastos, y se ocupará también de lograr que se abran los empalmes con los ferrocarriles Vascongados y con los de la Compañía del Norte.
Punto importante ha de ser también el estudio sobre capacidad de las actuales máquinas, oferta de material hecha por Empresas o particulares y condiciones especiales que establecería el Hullero para los particulares que presenten para sus arrastres material propio.
Todas estas gestiones serán simultáneas a las que se hagan con el Estado, entre las cuales, y como primera de ellas, está la de que se acuerde el ingreso de la Junta patronal de intereses hulleros en la actual Comisión o Junta de Transportes terrestres.
La Nación, Madrid, 5 de marzo de 1917
EN LEÓN
LEÓN, 4.—Con la mayor tranquilidad y animación se ha verificado la proclamación de candidatos.
En el distrito de La Vecilla-Riaño se aplicó el art. 29, proclamándose diputados provinciales a don Alfredo Barthe, don Ramón Crespo y don Isaac Alonso, liberales, y a don Francisco Moyeda Garcés, conservador.
Por León-Murias lucharán don Félix Arguello y don Ruperto Ocampo, liberales; don Miguel Canseco, conservador; don Ricardo Pallares, republicano, y don José Lázaro, integrista.
Por Ponferrada-Villafranca, don José González, don José Arias, don Balbino Rodríguez y don José Vázquez, liberales, y don José Suáréz, independiente.
El Progreso, 18 de septiembre de 1917
ORENSE
Fue pedida la mano de la bellísima y distinguida María Torre para el propietario de minas D. Nicanor Miranda. Hizo la petición el hermano del novio, D. Remigio Miranda, acaudalado propietario. La boda se efectuará en breve.
El Diario Palentino, 26 de septiembre de 1918
LEON.—Explosión en una mina .—
En el grupo minero «Suspiro», de Mediavilla, propiedad de la “Vasco Leonesa", ha ocurrido un desgraciado suceso que ha producido penosa impresión.
En dicho grupo se hallaban trabajando los obreros Isaac Valbuena, Demetrio Prieto, Fernando Rodríguez y Marcelino Fernández, y el primero procedió a dar fuego a un barreno, en cuyo instante se produjo una violenta explosión de grisú, que ocasionó la muerte instantánea a Marcelino Fernández, de 28 años de edad, natural del Ferrol, y causó tan graves lesiones a Fernando Rodríguez, que falleció al ingresar en el Hospital minero.
Sufrió también varías heridas de importancia Isaac Valbuena.
El Heraldo de Madrid, 30 de octubre de 1918
Horroroso crimen en un tren
POR TELÉGRAFO
Continúa el misterio. -Labor del Juzgado. —Quién era la víctima.
AVILA 30 (2 m.) Los agentes de Policía afectos a la brigada del Sr, Maqueda detuvieron a un viajero, natural de Granada, llamado Miguel Mendiaño Ordóñez.
En uno de los bolsillos de la ropa que vestía el cadáver fue hallada una tarjeta de visita coa el nombre Nicanor Miranda Alvarez, y la dirección, León.
Las autoridades telegrafiaron a dicha provincia, y el Sr. Miranda contestó que la víctima era hermano suyo, soltero, de veintiséis años y de nombra Remigio. Salió de León con 1.300 pesetas.
Esta madrugada salió para Navalperal el fiscal do la Audiencia de Avila.
Practicada la autopsia del cadáver, los médicos han certificado que el muerto tiene una sola herida, en forma de estocada, mortal de necesidad, y producida en momentos de descuido.
Tiene seccionada la tráquea y la yugular. En un bolsillo de la victima se encontró un reloj de níquel parado en las once. El asesino, después de cometido el crimen, debió apearse del tren cuando éste se hallaba en marcha y aprovechando la lentitud de los trenes, a causa de las obras del tendido de la doble vía. El crimen se debió cometer entre las estaciones de Avila y Herradón.
El teniente coronel de la Guardia civil regresó de Navalperal. Se enviaron telegramas a Bilbao y León, donde la víctima tenía negocios.
En la maleta del muerto se encontraron ropas, cartas de familia y documentos que indican que D. Remigio Miranda Alvarez era accionista de algunas Empresas mineras y tenia negocios en Vizcaya. El Juzgado de Cabreros practica diligencias.
La muerte del Sr. Miranda debió ocurrir entre las dos y las cinco de la madrugada del día 28. Era gerente de unas minas que posee su padre en Orzonaga (León).
Los negocios del Sr. Miranda.
OVIEDO 30 (6 m.)
La victima, D. Remigio Miranda, se dedicaba al negocio de carbones y tiene hermanos mineros en esta capital.
El Siglo Futuro, 30 de octubre de 1918
Suceso misterioso
Un hombre asesinado en el tren
(Por telégrafo)
La primera Noticia.
AVILA, 28.—En la estación de Navalperal de Pinares se ha descubierto un crimen misterioso.
Momentos antes de llegar a dicha estación el tren correo núm. 22, el guardafreno Gregorio Redondo, que recorría el estribo, observó que de un departamento de primera clase salía sangre en abundancia.
Miró al interior y vio un hombre que se hallaba tendido en el suelo con la cabeza casi separada del tronco. Inmediatamente dio aviso al revisor, y se reclamó la presencia de la Guardia civil de servicio en el tren.
Cuando éste llegó a la estación de Navalperal de Pinares se separó el vagón, que quedó a la disposición del Juzgado. El médico de Navalperal reconoció el cadáver, manifestando que éste lo era desde hacia pocos momentos.
El juez de instrucción empezó las diligencias seguidamente.
La Guardia civil detuvo a un individuo que viajaba en el mismo coche que !a víctima. En los bolsillos de ésta se encontró un billete de primera clase de León a Madrid, una navaja pequeña, cerrada, y una liquidación de una casa comercial por valor de 5.487 pesetas.
En el reconocimiento practicado en el tren se ha observado que en el retrete había manchas de sangre.
El cadáver no ha sido identificado. Mañana se le hará la autopsia.
Diligencias para aclarar el crimen
AVILA, 29, —Continúa la práctica de diligencias, a fin de aclarar el hecho, telegrafiado ayer, de haber sido hallado asesinado en un coche de primera clase del tren correo numero 22, un viajero con billete de León a Madrid.
La Guardia civil y la Policía realizan investigaciones que hasta ahora no han ofrecido resultado satisfactorio. Los agentes de la brigada Móvil, señor Maqueda, han detenido en esta estación del ferrocarril, a un individuo que viajaba sin billete en el mismo tren en que iba el viajero degollado.
El fiscal de la Audiencia, D. Enrique Leira, marchó a Navalperal, para presenciar la autopsia del cadáver. El Juzgado de instrucción de Cebreros, a cuyo partido judicial pertenece Navalperal, se personó en aquella estación ferroviaria y ordenó el levantamiento del cadáver.
El mismo Juzgado se incautó de las primeras diligencias y ha continuado las actuaciones para el esclarecimiento del misterioso suceso. El coche donde fue hallado el cadáver ha sido cerrado y lacrado. En uno de los bolsillos del traje de la víctima fue encontrada la dirección de un señor residente en León.
El juez telegrafió a dicho señor, y éste ha contestado que el muerto era su hermano, que se llamaba Remigio Miranda Alvarez.
Aumenta la ansiedad por conocer la explicación del crimen.
Detalles importantes. — La autopsia al cadáver.
AVILA, 29.—Don Remigio Miranda Alvarez vestía de negro, botas negras, sombrero blando negro y camisa con listas negras.
El muerto era un hombre alto, robusto, de tez morena. Tenía las ropas en desorden, desabrochado el chaleco, cuyos botones habían saltado. El bolsillo interior de esta prenda aparecía roto y tenia manchas de sangre.
El billete del ferrocarril que, según es sabido, llevaba en uno de los bolsillos, presentaba igualmente manchas de sangre. Sobre el pecho se le encontró un cabello de mujer, rubio, y varias envolturas de caramelos de un establecimiento de Ponferrada.
En la ventanilla del coche y en la correa interior se han encontrado manchas de sangre. No hay señales de lucha y únicamente unas gotas de sangre en el asiento.
Examinado el cadáver, se avisó al Juzgado de Cebreros, que llegó hoy por la mañana, compuesto por D. Miguel Pascual y el secretario D. Eladio González, y el médico forense D. Antonio Muñoz.
Registrado el cadáver se encontró en sus ropas un reloj de níquel, manchado de sangre, parado en las once de la noche; junto al cadáver había una navaja de Albacete grande, con cacha de asta de cabra, de dos hojas, toda ensangrentada y cerrada.
En la maleta del infortunado viajero fueron encontradas varias cartas y documentos que sirvieron al Juzgado para comprobar la identificación del cadáver, la que ya se había obtenido por un telegrama del hermano del muerto.
De la estación de León se recibió un telegrama del comandante de la Guardia civil, confirmando la salida del joven Remigio Miranda, de veintiséis años, gerente de unas minas que posee su padre en Orzonaga (León).
Era natural de Prado, en la misma provincia.
Decía además el despacho que el viajero debía llevar 1.200 pesetas, varios documentos y un cheque por valor de 4.000 pesetas.
Ni el Juzgado ni la Guardia civil le hallaron dinero, por lo qué se supone fue asesinado para robarle.
De la inspección que hicieron las autoridades se cree que el Sr. Miranda iba durmiendo y que el hecho se cometió entre las estaciones de Venta de Baños y Valladolid.
A las cinco de la tarde se ha verificado la autopsia por el forense y el médico de Pinares, D. Honorio Seco, quienes apreciaron una herida incisocortantepunzante, de 26 centímetros de profundidad, en la región cervical, con rotura de la laringe.
Del dictamen de los médicos se desprende que el muerto sufrió una gran hemorragia y que no tuvo tiempo ni siquiera para incorporarse. La muerte debió ocurrir entre las dos y las cinco de la madrugada del día 28.
El cadáver no presentaba ninguna otra lesión ni señales de que hubiese habido lucha.
El juez de Cebreros ha recibido un telegrama del hermano del muerto, que se llama Nicanor y reside en León, añadiendo que sale para Navalperal de Pinares y que llegará en el tren de Galicia a las seis de la mañana.
Hay muchas opiniones sobre el suceso. Unos creen en el robo como móvil, y otros aseguran que se trata de una venganza y el robo se simuló para despistar a la justicia.
El mozo Gregorio Redondo ha declarado que no tenía conocimiento de que viajara ningún sujeto desconocido en el trayecto; y el interventor, que se llama D. Emilio García Sánchez, asegura que salió de León a las diez y veintiséis de la noche del 27, hizo la revisión y no advirtió nada anormal en el tren.
En Navalperal se ha personado el jefe de la Comandancia de la benemérita.
Se supone que el autor del bárbaro asesinato, después de cometer el crimen, marchó al retrete, donde rompió la toalla, pues del toallero sólo se ha encontrado un trozo. Desde luego se desecha la posibilidad de un suicidio.
Se espera la llegada del hermano del muerto para que aclare algunos conceptos un tanto misteriosos de una carta que fue encontrada en el maletín.
La Correspondencia de España, 31 de octubre de 1918
EL SEÑOR D. Remigio Miranda Alvarez
Falleció en la madrugada del día 28 de octubre de 1918
A los veintiséis años de edad
R. I. P.
Sus afligidos padres D. Vicente y doña Guadalupe; hermanos Bonifacio, Nicanor, Basilides y Antonia (ausentes); hermanos políticos D. Alfredo Barthe, doña María García, doña Camila Balbuena, D. Marcelino Balbuena, doña Herminia Hervey, doña María Torres; Sobrinos; primos; tíos y demás parientes,
RUEGAN a sus amigos se sirvan encomendarle a Dios en sus oraciones. Se celebrarán misas por el eterno descanso del alma del finado en Navalmoral de Pinares, y funerales en Prado y Orzonaga (León).
El pueblo cántabro, 31 de octubre de 1918
CADÁVER IDENTIFICADO
Quedan detenidos dos viajeros
POR TELÉFONO
AVILA, 30. -Ha sido identificado el cadáver del viajero que ayer fue asesinado misteriosamente en el interior de un coche de primera, de la línea del Norte.
En uno de los bolsillos de la victima fue hallada una tarjeta de don Nicanor Miranda Alvarez de León, y habiéndole sido dirigido un telegrama a este señor, contestó que el muerto era su hermano Remigio, soltero, de veintiséis años y que había salido de León para Madrid, llevando consigo una suma no inferior a 1.300 pesetas, en billetes del Banco de España.
La diligencia de autopsia demostró que el infortunado Remigio falleció a consecuencia de una sola herida, en forma de estocada, que debió de haberle sido causada hallándose dormido y que le seccionó la traquea y la yugular.
Hay dos detenidos: uno el viajero sospechoso que no llevaba billete y otro un individuo que viajaba en el mismo coche que el asesinado y que cambió de departamento antes de descubrirse el crimen.
Este sujeto se llama Miguel Mendialo Ordóñez.
El Día, 31 de octubre de 1918
UN ASESINATO MISTERIOSO
Desde Avila nos comunican que ha sido ya identificado el cadáver del viajero que fue asesinado en el tren correo de Galicia el día 28.
Resulta ser un acaudalado minero de León, llamado D. Remigio Miranda Alvarez, de veintiséis años. Según los indicios, el móvil del crimen ha sido el robo.
La declaración de D. Nicanor Miranda, hermano del desdichado joven, confirma tal opinión, pues D. Remigio, al emprender el viaje debía llevar en los bolsillos 1.300 pesetas en metálico y 4.000 en un cheque contra el Banco de España.
Según el dictamen facultativo, el señor Miranda fue asesinado cuando dormía, sin que su agresor le diera tiempo siquiera para incorporarse.
Hoy han llegado a Madrid, con varios agentes de 1a brigada móvil de Policía, el hermano de la víctima y el guardafreno del tren de Galicia, Gregorio Redondo, que fue el que descubrió el cadáver.
Se hacen muchos comentarios alrededor de este suceso, que nos abstenemos de publicar porque en nada puede favorecer la actuación de los encargados de poner en claro cuanto con el misterioso crimen se relaciona.
De los trabajos encaminados a tal fin procuraremos dar cuenta a nuestros lectores.
La Nación, 1 de noviembre de 1918
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
Desde Avila comunican que ha sido ya identificado el cadáver del viajero que fue asesinado en el tren correo de Galicia el día 28.
Resulta ser un acaudalado minero de León, llamado D. Remigio Miranda Alvarez, de veintiséis años.
Según los indicios, el móvil del crimen ha sido el robo. La declaración de D. Nicanor Miranda, hermano del desdichado joven, confirma tal opinión, pues D. Remigio, al emprender el viaje debía llevar en los bolsillos 1.300 pesetas en metálico y 4.000 en un cheque contra el Banco de España.
Según el dictamen facultativo, el señor Miranda fue asesinado cuando dormía, sin que tuviera tiempo siquiera para incorporarse.
El Juzgado ha encontrado algunas inexactitudes, en las declaraciones del mozo de tren Gregorio Redondo, que descubrió el cadáver.
Como consecuencia de esto, ha sido detenido en Madrid el mozo indicado, al que durante cuatro horas sometió a interrogatorio el Sr. Fernández Luna.
Según parece, Redondo ha dicho que él venía en el tren de Asturias desde la estación de León, ocupando la garita del guardafreno.
Repitió cómo se descubrió el crimen, y dijo que éste se debió cometer entre las estaciones de Avila y Guimorcondo.
En la Dirección de Seguridad han prestado declaración también algunos amigos del muerto; y varios viajeros que venían en el mismo tren, no obteniéndose ningún dato de interés.
Ayer mañana llegó a Madrid el hermano de la víctima, D. Bonifacio Miranda, acompañado de su pariente don Alfredo Barthe, y se trasladó a la Dirección de Seguridad conferenciando con el comisario Sr. Fernández Luna.
El Sr. Miranda dijo a los periodistas que no se explicaba como había ocurrido el suceso. Su hermano tenía un carácter bondadoso, y no tenía resentimientos con ninguna persona.
Cuando iba a Bilbao, el muerto se hospedaba en el Hotel de Inglaterra, donde suponía vivía maritalmente con una dama a quien conoció en Madrid.
Según parece, la víctima venía a Madrid para tratar de la venta de carbones y resolver unos asuntos en la Sociedad de mineros de Madrid.
El capitán de la Guardia civil de Navalperal ha venido también a Madrid, para dar cuenta al jefe de la brigada de Investigación de las diligencias por él practicadas.
Según la inspección hecha por él en el vagón, en el crimen han intervenido por lo menos dos personas.
El cadáver apareció tendido en el suelo del coche, tapado con la manta de viaje de la victima, de medio cuerpo para abajo.
Los criminales debieron taparle con la manta la cabeza, cuando el muerto iba descansando en el asiento, y así le sacaron al pasillo, en el cual cometieron el crimen, forzosamente por la espalda; pues las tres heridas que tenía estaban en dirección de abajo para arriba.
El crimen debió cometerse al pasar el prime túnel que hay desde Avila a Navalgrande, en el que se tardan unos cuantos minutos. Además, a causa de la pendiente, el tren pasa a mucha velocidad, produciendo gran ruido. Por ello quizás el viajero que iba en el departamento de al lado no se daría cuenta de lo que ocurría.
El Sol, Madrid, 2 de noviembre de 1918
EL CRIMEN DE NAVALPERAL
AUMENTAN LAS SOSPECHAS CONTRA EL MOZO DEL TREN
HABLA UN HERMANO DE LA VICTIMA
¿Es el mozo del tren él asesino?
Poco a poco, según nuestras noticias, se va llegando al esclarecimiento del misterio que en los primeros momentos envolvía el crimen cometido en un departamento de primera clase del tren correo de Galicia.
Las sospechas que despertó el mozo del tren, Gregorio Redondo, se hacen cada vez más firmes y más fundadas.
Como es sabido, Gregorio Redondo reside en Madrid, en unión de su esposa. Esta compareció ante el jefe de la brigada de investigación criminal y negó en absoluto, que su marido tuviese ninguna intervención en el crimen. Pero estas protestas no debieron convencer a la Policía, puesto que se dispuso que se verificase un registro.en el domicilio del matrimonio.
Este registro ha sido bastante provechoso. Asistió a él la esposa de Gregorio, mientras éste permanecía en los calabozos de la Dirección de Seguridad, en concepto de detenido. En un sótano de la casa, donde se guardaban objetos y muebles viejos, encontró la Policía un lío de ropa. Advertida de ello la mujer, pretendió ocultar dicho lío arrojándolo a un rincón. Pero de nada le valió la artimaña, porque los agentes recogieron el paquete, que contenía varias prendas del uniforme de ferroviario que usa Gregorio Redondo. Algunas de ellas estaban lavadas y planchadas. En otras, sin embargo, parece que advirtieron los agentes huellas de sangre. Dichas prendas eran una chaqueta y un chaleco. La mujer del mozo de tren, interrogada por la Policía, declaró que su marido se había mudado de ropa al regresar de su último viaje, sin que ella advirtiera en él nada anormal. Se dice que también encontró la Policía, durante el registro practicado en la casa de Gregorio Redondo, una navajita pequeña, en cuyas cachas había manchas de sangre.
Los agentes se incautaron del dinero que el mozo entregó a su esposa al llegar a Madrid. La suma asciende a 80 pesetas y es el importe del sueldo de Gregorio. Al parecer, en un billete de 50 pesetas hay algunos puntitos sanguinolentos.
Al lugar del crimen
Hoy saldrá para Navalperal el capitán de la Guardia civil de aquel puesto, conduciendo al mozo de tren Gregorio Redondo, y quizá a la mujer de éste, que se llama Francisca Marugán Maestro. Gregorio insiste en que no ha tenido la menor intervención en el asunto.
(DE NUESTRO CORRESPONSAL)
La familia del muerto se mostrará parte en la causa. —El cadáver será trasladado a Bilbao
AVILA- 1 (4,40 t.).—La familia de la víctima tiene el propósito de mostrarse parte en la causa. El abogado D. León Alfredo Barthe, hermano político del finado, ejercerá probablemente la acción privada.
La familia del Sr. Miranda envió varias coronas. Pasados los cinco años que marca la ley, el cadáver, que ha sido inhumado en el cementerio de Cebreros, sera trasladado al panteón que sus deudos poseen en Bilbao.
Manifestaciones de un cunado de la víctima
AVILA 1 (4,40 t.).—El cuñado del señor Miranda, D. Marcelíno Valbuena, manifestó, a su regreso de Cebreros, que el juez sigue una:nueva pista y que ha enviado a Madrid el reloj do la víctima, manchado de sangre y en el cual se observan perfectamente huellas dactilares.
El capitán de la Guardia civil de Cebreros continúa haciendo pesquisas en Madrid, autorizado por la Dirección general de Seguridad.
También manifestó el Sr. Valbuena que su cuñado salió de León huyendo de la gripe, por ser muy aprensivo y tener mucho miedo a las enfermedades. El Sr. Valbuena le recomendó que siguiese la costumbre, ya tradicional en la familia, de tomar para él solo un departamento con dos camas, para mayor seguridad de su persona, y que gratificase con una crecida propina al mozo del tren.
Como el Sr. Miranda llevaba siempre el dinero en el bolsillo del pantalón, mezclados los billetes con la plata y la calderilla, sospecha su cuñado que al dar la propina al mozo sacase del bolsillo algunos billetes, a cuya vista surgió en el presunto asesino la idea del robo.
El Sr. Miranda tenia la costumbre, para defender el dinero que llevaba; de acostarse del lado derecho, mirando hacia el respaldo del asiento. En esta actitud fue asesinado, como lo demuestra la posición en que fue hallado el cadáver.
Indignación en Ávila.
AVILA 1 (4,40 t.).—Continúa la expectación que el horrendo crimen ha producido, y se espera con impaciencia el descubrimiento de su autor, para el qué la opinión pide justicia.
La correspondencia de España, 2 de noviembre de 1918
ROBO Y ASESINATO
UN VIAJERO DEGOLLADO
Las huellas dactilares.
En la Dirección de Seguridad se ha recibido un telegrama del juez que instruye el sumario por el crimen descubierto en un vagón de primera clase en el tren correo de Galicia.
En dicho telegrama se pide que sea enviado a Navalperal, donde se halla apartado el coche en, que se cometió el asesinato, personal técnico de los servicios de dactilografía, pues se han encontrado huellas de sangre en diversos puntos del vagón.
Dichas huellas pueden facilitar grandemente la acción judicial y el descubrimiento del crimen.
El juez instructor, que es el de Cebreros, D. Miguel Pascual, realizó un detenido examen del coche y halló huellas en d depósito del jabón liquido, así como en el picaporte de la portezuela del coche.
¿Dónde está la toalla?
Otro detalle que puede servir para ayudar la acción de la Policía es la desaparición de la toalla del «water-closet», que fue arrancada por el asesino, y probablemente arrojada a la vía momentos después de cometerse d crimen.
Por el sitio donde sea hallada podrá deducirse la hora en que se cometió el crimen.
La vida de D. Remigio Miranda.
La víctima de este suceso, D. Remigio Miranda, enviudó hace algunos meses.
Se trata de persona acaudalada, que poseía joyas muy valiosas, y las cuales le han sido robadas por sus asesinos.
Actualmente, a causa del luto, no se ponía las joyas, que llevaba guardadas en la cartera.
Aunque hay quien supone que el móvil del crimen se ha desfigurado, y que no ha sido aquél el robo, lo cierto es que los asesinos trataron hasta de llevarse el reloj de la víctima, que presenta huellas dactilares. Sin duda, el poco valor de este objeto hizo que fuera desdeñado.
El Sr. Miranda tenia diversas relaciones, y a determinar cuales eran éstas y de qué género se encaminan los trabajos del juez instructor y de los agentes de Policía que han marchado a León.
Estos han sabido que la noche antes de tomar el tren el Sr. Miranda estuvo en un café, donde al pagar mostró un gran fajo de billetes, que fue visto por todos.
La mujer rubia.
En sucesos de esta índole, la labor policíaca y judicial siempre se encamina a averiguar las relaciones. amorosas de la víctima.
En este suceso, como en otros tantos, empieza a dibujarse una figura de mujer. Es ésta una espléndida rubia, natural de una provincia del Norte, que hasta hace poco mantuvo relaciones amorosas con el Sr. Miranda.
Seguramente los agentes del Sr. Maqueda procurarán averiguar los antecedentes de la hermosa rubia.
Esto es tanto más interesante cuanto que sobre el cadáver ha sido hallado un cabello rubio de mujer. Este es un dato que bien puede no significar nada que merezca interés; pero bien puede ser de importancia grandísima.
Suposiciones.
Ante el estado actual del suceso, hay que hacer deducciones de los hechos conocidos para encaminarse hacia la verdad.
Hay un detenido: el mozo del tren, que, estando prohibido circular por los trenes en marcha, fue visto en el estribo.
Sin embargo, todo hace pensar que el crimen, no fue ejecutado por persona asaltada de repente por tal idea; es decir no fue «improvisado».
El autor del crimen debía conocer a su víctima; saber que era persona de buena posición y que, cuando tomó el tren, llevaba bastante dinero encima.
No es lógico que el asesino se aventurara a dar un golpe al azar, probablemente en falso. De aquí se deduce que lo primero que hay que hacer —y que seguramente se está haciendo,— es investigar qué personas de mala conducta, capaces de tan horrendo crimen, conocían o trataban al Sr. Miranda; aquellas que pudieran conocer el propósito de su viaje, etc. Este camino seguramente conducirá al descubrimiento del crimen.
Es otro camino firme, que también seguramente se habrá intentado, averiguar qué viajeros tomaron billete en León y no llegaron a Madrid.
Finalmente, las circunstanciáis del terrible suceso, nada frecuente por fortuna en España, hacen pensar en su perpetración por un extranjero. El crimen del correo de Galicia tiene todo el aspecto de un crimen de apaches.
EN LEÓN
Investigaciones policíacas.
León, 1.°—Han llegado varios policías para investigar los antecedentes del asesinato cometido en el tren correo. Tratarán de reconstruir la vida de Remígio Miranda durante los últimos días.
Desde Avila.
Avila, 1.º Se desconocen hasta ahora detalles de la declaración del cuñado de la víctima de este horroroso suceso ante el Juzgado de Cebreros. Se supone que ahora se sigue una nueva pista.
El Liberal, 3 de noviembre de 1918
MISTERIOSO CRIMEN EN UN TREN
DESDE AVILA
(DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL)
Hacia el final. -¿Es el mozo del tren el asesino?
AVILA 3 (2 m.).
El interés que ha despertado en toda esta provincia ei misterioso asesinato descubierto en el correo de Galicia aumenta considerablemente, hasta el extremo de que toda la región se interesa por cuantas diligencias se practican.
Las mil suposiciones culpando a unos y otros no pueden transmitirse, pues producirían gran confusión.
Baste decir que unos suponen que el autor es el mozo del tren, Gregorio Redondo; otros creen que una mujer fue la causa de la muerte de D. Remigio Miranda, afirmando que el joven minero era acechado hace mucho tiempo. No falta, en fin, quien asegura que el asesinato fue cometido por un ladrón vulgar.
El hecho real es que este crimen, hasta hoy rodeado de un misterio absoluto, preocupa, no sólo a estos pueblos castellanos, sino a las autoridades todas.
El agente desconocido
En este asunto merece especial interés el agente de Seguros de que ayer se hablaba.
Según todos los datos recibidos de León, el muerto, Remigio Miranda, era gran amigo de ese agente de Seguros, quien por su aspecto hizo nacer algunas sospechas en la familia de Remigio; éste, desoyendo todas las observaciones que se le hacían, cultivó la amistad de aquel conocido. Parece que el referido sujeto, cuyo nombre se ignora, estuvo con Remigio el día 27, acompañándole a todas partes, incluso al hotel Inglés en que se hospedaba y presenciando cómo hizo la maleta. Luego marcharon acompañados de una tercera persona a la estación, donde se hallaban algunos parientes del joven asesinado.
Cuando Remigio adquirió el billete sus acompañantes abandonaron la estación, regresando a la capital; pero no falta persona que asegura haber visto que poco después el agente aparecía de nuevo y desaparecía al instante entre las vías, haciendo esto suponer que subió al tren en el momento que arrancaba.
Si ello es cierto, pudo ocurrir que la persona señalada viajara hasta Valladolid, y tal vez hasta Medina, donde pudo llegar a las cinco de la mañana, regresando a León a las tres y media de la tarde, en el mixto que pasa por Medina a las seis y media de la mañana.
Se sabe que a las tres de la tarde del día 28, el agente de Seguros solicitó y obtuvo del hermano del muerto D. Nicanor un préstamo de 200 pesetas con el pretexto de que tenia precisión de marchar a Madrid, donde estaba citado con Remigio en un hotel.
Por la información de Madrid, sé que se ha comprobado que un individuo preguntó por el muerto en el hotel aludido
......
Hace que aumenten las sospechas en tal individuo la circunstancia de que no se presente para aclarar este extremo.
Las señas del agente de referencia son: grueso más bien, rubio, de unos treinta y cuatro años, con bigote recortado y algo calvo.
¿La actividad del juez?
Aquí extraña bastante la poca actividad desplegada por el Juez, quien acudió a Navalperal veinticuatro horas después de descubierto el asesinato. ^
Sin embargo, D. Miguel Pascual, que así se llama el Juez, nos ha referido lo ocurrido, en los primeros momentos, demostrando la imposibilidad de presentarse más pronto.
El correo de Galicia núm. 22 llegó a Navalperal entre ocho y ocho y media de la mañana del 28, llevando el cadáver del Sr. Miranda. Fue separado el coche del crimen y avisado el juez municipal, quien por enfermedad no pudo personarse hasta las doce de la mañana, poco después acudió el fiscal de Avila, Sr. Leyva.
Dada la importancia del caso, se dió aviso al Sr. Pascual, como juez de instrucción, y este aviso no llegó hasta las cuatro de la tarde.
Como la distancia de mí partido a Navalperal es de 23 kilómetros de camino accidentado y no disponía de otros medios de comunicación, tuvo necesidad de esperar la salida de la diligencia, llegando a Navalperal en las primeras horas de la mañana del 29, o sea veinticuatro después de descubierto el delito.
Desaparecen algunas huellas
La lluvia y el polvo contribuyeron a hacer desaparecer y confundir las huellas que el criminal dejó en la parte exterior del vagón, aun cuando se podían apreciar en uno de los pasamanos las huellas perfectas de cuatro dedos.
Esto pudo evitarlo el señor fiscal, prohibiendo el acceso al departamento para no borrar las huellas de las pisadas, así como prohibiendo también que fueran borradas con los pulverizadores de desinfección.
De todas formas, como ayer comuniqué, han sido remitidas a Madrid las halladas en el cristal del reloj, billete del ferrocarril y tarjeta que D. Remigio llevaba de su hermano D. Bonifacio; todas ellas son de sangre, y sin duda darán algún dato de la persona que manipuló en el cadáver.
Ayuda eficaz de la Policía
Amplío mis informes de ayer respecto a las quejas que oí al juez de Cebreros por la falta de auxilio en la policía.
Dijo D. Miguel Pascual que aun cuando halló en Navalperal a dos agentes de la brigada móvil, éstos no manifestaron que habían sido enviados a sus órdenes, sino con objeto de vigilar la línea al paso del tren real, dirigiéndose con este objeto aquella noche a León y Valladolid.
Esto dificultaba las diligencias, por no tener el juez quien ejecute sus disposiciones.
Las quejas del juez instructor publicadas en EL LIBERAL deben haber sido atendidas, por cuanto a las ocho de esta noche han llegado dos agentes de la brigada de investigación criminal, para dar cuenta al juez de las diligencias practicadas en Madrid y secundar sus órdenes, que espera aclaren rápidamente el misterio que todavía envuelve este horrendo asesinato.
Hacia el esclarecimiento
Los agentes Sres. Marugán y Rajal, antes aludidos, acompañados del capitán do la cuarta compañía de esta comandancia de la guardia civil, han traído al mozo del tren Gregorio Redondo, enviado desde Madrid a disposición del juez de Cebreros.
Saldrán para aquel pueblo mañana por la mañana.
EN MADRID
El duque de Zaragoza era el maquinista del tren en que fue asesinado el Sr. Miranda, y quien dio la primera noticia en Madrid
Hemos podido conocer a última hora nuevos e interesantes detalles, que ofrecemos a nuestros lectores.
Como maquinista del tren correo de Galicia en que murió el Sr. Miranda iba el duque de Zaragoza.
Podemos asegurar que en Guimorcondo el duque observó que ocurría algo anormal, no pudiendo precisar la importancia del suceso, aun cuando alguna persona trató de comunicárselo por señas.
Cuando llegó a Navalperal, extrañado del tiempo que tardaban en darle la salida, preguntó la causa y supo que habla sido separado del tren un coche; pero ignoró la causa hasta su llegada a Madrid.
Este aristócrata fue quien dio la primera noticia en la Dirección de Seguridad.
En la estación del Norte. -Una prueba aclaratoria
En la mañana de ayer el Sr. Fernández Luna, acompañado del capitán de la Guardia civil, Sr. Alonso y varios agentes, acudió a la estación del Norte, donde ya estaba el coche donde se desarrolló este drama.
En distintos departamentos fueron colocados objetos y personas tendidas en el suelo, y pudo comprobarse que el mozo de tren, corno había declarado, de los departamentos había.
La prueba se repitió hasta cuatro veces, sacándose luego el coche fuera de la marquesina para que la luz fuese igual a la del tren en ruta.
Como también acudió el personal del gabinete de identificación de la Dirección de Seguridad, fueron apreciadas algunas huellas, distinguiéndose a simple vista en la ventanilla las que habían dejado el juez y el capitán de la guardia civil.
A Cebreros
A las cinco de la tarde de ayer han salido con dirección a Cebreros los agentes de la primera brigada Sres. Rajal y Marugán, que conducen a presencia del juez instructor al mozo Gregorio Redondo.
Les acompañaba el capitán Alonso.
¿Dónde están las huellas?
Todavía no han llegado a la Dirección de Seguridad los objetos hallados en las ropas del minero asesinado y que presentan huellas dactilares.
Una vez estudiadas estas señales, quedaría bastante aclarado el crimen, y podrá determinarse la intervención que pudo tener el mozo, si no en el crimen, tal vez en algún acto realizado después de cometido aquél y sin relación directa con la muerte del minero.
Trabajos en el Laboratorio Municipal
Ya ha comenzado el análisis de las manchas halladas en las ropas de Gregorio Redondo, esperándose con ansiedad el dictamen analítico. Se cree que será remitida a ésta corte, la navaja conque fue muerto el Sr. Miranda, para que también sean estudiadas las señales que en ella se observa.
La Acción, Madrid. 30 de noviembre de 1918
UN CRIMEN EN EL TREN
Continúan las gestiones
León, 29 (11 n.). El conocido minero don Francisco Blanco, amigo de la familia del señor Miranda, ha hecho algunas interesantes manifestaciones con respecto al sujeto sospechoso que se presentó enn La Robla al mismo tiempo que don Remigio y marchó con éste.
Asegura el señor Blanco que don Remigio llegó al citado punto en un tren minero, el día 26 de Octubre, acompañado del ingeniero jefe de minas, don Adolfo Marosa; el auxiliar de la Jefatura, don Eustaquio Gil, y el cuñado de la víctima don Marcelino Balbuena.
Don Remigio tuvo que pernoctar en La Robla porque el tren en el que hizo el viaje no empalmó con el correo del Norte. El señor Miranda y sus amigos se dirigieron a la fonda, donde poco después se presentó un sujeto de regular estatura, afeitado, que llevaba una, zamarra negra, y boina.
El dueño del establecimiento, a quien no debió de darle buena espina el malencarado sujeto, se negó a servirle en el comedor, haciéndole entrar a otra habitación. El señor Miranda y sus amigos se dieron cuenta de la presencia del sujeto y de su mala catadura, pero no concedieron importancia al hecho.
Al día siguiente volvieron a ver al desconocido, en el andén de la estación conversando con varios sujetos, y más tarde, le vieron subir al tren en que el señor Miranda regresaba a León. Las señas del sujeto en cuestión coinciden con las del carterista vecino de Valladolid de que nos ocupamos en otra ocasión.
Los chicos no aparecen. Las gestiones policíacas
La Policía de León ha continuado las gestiones para encontrar a los dos chicos que llevaron a vaciar la navaja con que se cometió el crimen. El afilador ha sido llevado a los colegios de niños, por si reconocía en alguno de ellos a los que se presentaron en su casa, pero la diligencia ha dado un resultado negativo. No falta quien cree que el miedo a la venganza del criminal, si por el reconocimiento de los pequeños pudiera hacer peligrar su impunidad, hace que el afilador no se atreva a señalar a los chicos que le llevaron la navaja.
A La Coruña marchó un agente para averiguar si en algún establecimiento de aquella población se había vendido el arma, y, a lo que parece, también esta gestión ha resultado infructuosa. Sin embargo, es posible que si esto no ha podido averiguarse, se obtuvieran allí otros datos de interés, pues los agentes encargados de determinadas gestiones han regresado, y sin detenerse en León marcharon a Cebreros para enterar al juez del. resultado obtenido. También se dice que se han recibidlo algunos anónimos con datos que pudieran servir para el descubrimiento del crimen, practicándose diversas gestiones. Por si pudiera ser cierta alguna de las pistas señaladas.
El Día, Madrid. 19 de febrero de 1919
EL CRIMEN EN EL CORREO DE GALICIA
¿Se aclarará el misterio?
Dos bandas, complicadas en un delito reciente, se acusan mutuamente del asesinato de D. Remigio Miranda. —El precio del crimen. —Acusación contra una familia leonesa
León 19. El capitán de la Guardia civil de las línea de Riaño comunica la captura, en el pueblo de Camposolillo, de dos individuos apodados el «Mellado», y el «Moreno», supuestos complicados en el robo e intento de asesinato del cura de Lillo, D. Pedro Mata.
Parece ser que los detenidos se han declarado autores del asesinato de D. Remigio Miranda, cometido, según, recordarán los lectores, en el tren correo de Galicia, hace tres meses, entre las estaciones de Las Navas y Navalperal.
El «Mellado» y el «Moreno» se echan mutuamente la culpa de aquel crimen, por la comisión del cual afirman que recibieron 4.000 pesetas de una conocida familia de León, que con la muerte, del Sr. Miranda trataba de vengar la deshonra de una joven.
Son muy confusos los detalles que hasta la hora en que telefoneo se tienen respecto a este sensacional asunto, pero la Guardia civil ha procedido a detener a algunos individuos que también pudieran resultar complicados en él, y la sensación que las acusaciones de el «Mellado» y el «Moreno» han producido en León es inmensa.
Los antecedentes de los asesinos. —Más detalles respecto al suceso. La navaja que sirvió para matar al señor Miranda
El «Mellado», uno de los supuestos autores del asesinato del acaudalado minero de León, es hombre de treinta y dos años; se llama Esteban Sánchez Navarro, nació en San Lorenzo de Calatrava (Ciudad Real) y su única profesión ha sido siempre la de carterista.
El «Moreno» se llama José Fernández, cuenta treinta años y es natural de Veguellina de Órbigo (León).
Según las manifestaciones del «Mellado», José Fernández fue el que mató a D Remigio Miranda, en complicidad con otro individuo llamado Elías (a) El Rabia, de Palencia.
El «Mellado» dice que esto lo ha sabido de los propios labios del Moreno, que le amenazó con matarle a él sino guardaba el secreto.
Añade que no tan sólo no recibió del «Moreno» ninguna cantidad por su silencio, sino que aquél le había robado anteriormente una cantidad y una navaja con cachas de asta de venado, que por el testimonio de D. Marcelino Valbuena, cuñado de D. Remigio Miranda, es la misma que sirvió para cometer el crimen.
Las declaraciones del «Mellado» no han sido confirmadas por los individuos que el mismo acusador ha señalado como testigos.
Todos ellos han confesado su participación en el robo de 75.000 pesetas al cura de Lillo, pero no han dado dato alguno por el que pueda deducirse la participación del «Mellado» en el crimen del correo de Galicia.
El Imparcial, Madrid. 19 de febrero de 1919
DECLARACIONES INTERESANTES
El crimen del correo de Galicia
¿Descubrimiento de los autores? Lo que dice uno de los complicados en el robo del cura de Lillo.—Expectación.
León, 18 (6,45 tarde)
Ha causado gran sensación la noticia que ahora empieza a propagarse de haber sido descubiertos los autores del crimen cometido hace más de tres meses en un coche de primera del tren correo de Galicia, entre las estaciones de Las Navas y Navalperal.
A raíz del suceso desplegaron, extraordinaria actividad el juez de Cebreros, la Policía
y los «reporters», sin que lograsen dar con
una pista segura que los llevase al descubrimiento del misterioso crimen que tanto intrigó a la opinión y q
Cuando regresaba el jefe de esta Comandancia de la Guardia civil de revisar los puestos de Crémenes y Riaño, ocurriósele interrogar a unos individuos detenidos en Camposolillo por sospechas de complicidad en el intento de robo y asesinato del cura de Lillo, D. Pedro Mata; cuyos individuos habían sido trasladados desde Camposolillo a la cárcel de Cistierna.
Las manifestaciones de los detenidos hicieron sospechar al jefe de la Guardia civil que alguno de los interrogados pudiera estar complicado en el asesinato del joven minero D. Remigio Miranda, perpetrado durante la madrugada del 28 de octubre último en el tren correo de Galicia núm. 22, que se dirigía a Madrid.
«El Mellado» refiere una autoacusación de «el Moreno». —El precio del crimen. - Los inductores.
León 18 (7 noche) Uno de los detenidos, Esteban Sánchez Navarro, «El Mellado», de treinta y dos años, carterista, natural de San Lorenzo de Calatrava, (Ciudad Real), manifestó, a requerimientos del jefe de la Benemérita, que a causa de encontrarse herido, tuvo que pernoctar varios días en la posada que en León tiene Faustino Rodríguez, y que en ella tuvo de compañero de hospedaje a José Fernández, «el Moreno», de treinta años, natural de Veguellina de Órbigo (León).
«El Moreno» tomó el día 25 de octubre el tren hullero de La Robla y continuó por la línea del Norte hasta León.
«El Moreno» manifestó igualmente la referida noche del 1.º de noviembre que deseaba salir de España, como único medio de burlar la persecución de la Justicia.
«El Mellado» declara otras cosas interesantes.- «El Moreno» invita a otro de los detenidos a realizar el robo y asesinato del cura de Lillo. -Declaran otros detenidos.
León 18 (9,15 noche).
Son cinco los individuos detenidos como supuestos complicados en el intento de robo y asesinato del párroco D. Pedro Mata; pero las declaraciones más interesantes son las de «El Mellado».
A preguntas del jefe de la Comandancia de la Guardia dvil manifestó «al Mellado» que no sólo no cobró nada por guardar el secreto del crimen, sino que además le robaron ocho pesetas y una navaja con cachas de asta de venado, que, a juzgar por el testimonio de D. Marcelino Balbuena, cuñado del asesinado D. Remigio Miranda, es la misma que fue encontrada en el coche del tren donde se efectuó el crimen.
Agregó que más tarde vio a «el Moreno» en la feria de Lillo, y que otro de los detenidos, Sóstenes Rodríguez, tenía noticias de éste por una carta reciente en que «el Moreno» lo invitaba desde Sevilla a tomar parte en el negocio del robo del cura de Lillo.
Llevado Sóstenes a presencia del jefe de la benemérita, confirmó la noticia de su participación en el robo de D. Pedro Mata; pero luego que tuviese noticias de «el Moreno», a pesar de que es gran amigo suyo.
En un careo celebrado para aclarar esta contradición, sostuvo «el Mellado» su manifestación primera e insultó a Sóstenes, que pidió a su camarada las pruebas de su acusación.
Natalio Colorado Sarabia manifestó que vivió con «el Moreno» en Francia todo el tiempo que éste estuvo huido coa motivo de la huelga de ferroviarios.
Los otros dos detenidos Sandalio Villar Zamarreño y Tomás Sarabia, confesaron su participación en el robo de las 75.000 pesetas en casa del párroco de Lillo; pero no hicieron manifestación alguna de interés referente al crimen de que fue víctima D. Remigio Miranda.
Está siendo muy elogiada esta actuaación de la Guardia civil. —Mhartin.
Los supuestos criminales no están fichados en Madrid. —Las señas dadas de la navaja son exactísimas.
Con objeto de ampliar los informes anteriores de nuestro corresponsal wn León, un redactor de EL IMPARCIAL conversó esta madrugada en la Dirección general de Seguridad con el comisario jefe de la brigada de Investigación criminal, Sr. Fernández Luna.
Acerca de la personalidad de los sujetos que en la precedente referencia aparecen como supuestos autores del ya célebre crimen del correo de Galicia, el Sr. Fernández Luna ha manifestado que en los archivos de la Dirección de Seguridad no obran antecedentes criminales de dichos sujetos. En cambio, el jefe de la brigada de Investigación Criminal afirma que las señas de la navaja dadas por el sujeto que con su declaración ha facilitado el descubrimiento del asesinato del rico minero leonés, son exactísimas, lo cual es un dato que permite creer que, efectivamente, el esclarecimiento del delito es una realidad.
Heraldo de Madrid, 27 de febrero de 1919
El crimen del correo de Galicia.
Los autores, ¿han sido descubiertos?
Parece que se confirma que los autores del asesinato de D. Remigio Miranda, cometido en un coche del tren correo de Galicia, han estado empleados en la Compañía ferroviaria del Norte, en León, y fueron despedidos después de la huelga de agosto de 1917. José Fernández (a) «el Moreno» se presentó en la posada de Campo Solillo en los primeros días de marzo y dijo que venía de la línea del Norte, donde, en el correo de Galicia, había asesinado a D. Remigio Miranda, dueño de las minas do Prado.
Añadió que le había ayudado un sujeto apodado «el Rabia», y entre Palencia y Valladolid entraron ambos en el departamento que ocupaba D. Remigio, y mientras «el Rabia» le sujetaba, «el Moreno» le daba dos puñaladas en el cuello, apoderándose de su dinero y yendo a refugiarse en un coche de tercera.
Ante la Guardia civil de Cistierna declararon varios sujetos que no aportaron ningún dato interesante. La Guardia civil y la Policía trabajan sin descanso en el completo esclarecimiento del suceso.
El Imparcial, 11 de marzo de 1919
EL ASESINATO DE UN RICO MINERO
Los autores del crimen tiel correo de Galicia
A los delincuentes les pagaron 5.000 pesetas
(DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL)
Después de la detención de "el Moreno". ¡Cinco trajes a cnestas! -el crimen fue pagado
León 10 (8.20 noohe)
Como decía nuestro corresponsal, está ya en poder de la justicia el famoso «Moreno», conocido también en estos lugares por «el Feo de Veguellina». Nadie ignora que a «el Moreno» la acusa de ser el autor del crimen del correo de Galicia otro individuo detenido en la cárcel de Riaño, a quien llaman «el Mellado».
A consecuencia de esta acusación se ha buscado insistentemente a «el Moreno», y, por fin, la Guardia civil pudo detenerle en el cercano pueblo de Santas Martas. Esto ha producido aquí gran impresión, pues se supones, con fundamento, que ahora quedará esclarecido el misterio del terrible crimen.
Tan pronto se tuvieron noticias de la detención del sospechoso, trasladáronse a Santas Martas, en «auto», e1 capitán de la Guardia civil Sr. Bustos y el agente de la brigada Móvil Sr. Martínez Guerrero, los cuales immediatamente se hicieron cargo del detenido. Este declaró llamarse José Alonso, conocido vulgarmente por los apodos de «el Moreno», y «el Feo de Veguellina». Tiene veintidós años, está casado, y es natural de Posadilla, pueblo inmediato a aquel que figura en el segundo de sus apodos.
Interrogado luego respecto al crimen de que se le acusa, confesó que, efectívamente, había tomado parte en un complot fraguado para asesinar a D. Raimigio Miranda. Tanto el capitán de la Guardia civil, como el agente de la brigada Móvil abstuviéronse de interrogarle más para no entorpecer acaso las gestiones judiciales, trasladándole inmediatamente a la cárcel de León, Eran entonces las doce de la mañana. Ya allí, vióse con sorpresa qoe el detenido llevaba cinco trajes, unos encima de otros, seguramente a fin de cambiar de aspecto con rapidez en caso de necesitarlo para sus fechorías.
A las dos de la tarde constituyóse el Juzgado de León en la cárcel para interrogar al detenido. Las diligiencias duraron hasta las nueve de la noche, dando al salir todos los miembros del Juzgado muestnas visibles de fatiga.
Aunque por ahora se guarda impenetrable reserva, pude saber que las declaraciones de «el Moreno» revisten enorme interés, sobre todo para descubrir a los inductores del crimen. Adivínase desde luego que el asesinato del Sr. Miranda fue pagado por personas hasta este momento en la sombra, pero que acaso dentro de breves horas caigan en poder de la justicia.
Antes autor casi único y ahora sólo cómplice, "Valentón", "Bocarrota" y "Cascabel" le ofrecen participación en un crimen .-El caballero misterioso
He visto a «el Moreno». Es un hombre pequeño y fuerte, con la cabeza muy grande y el cabello espesísimo. El rostro, picado de viruelas, pnesenta una palidez cadavérica. El bigote, aunque necortado, es abundante. Tiene «el Moreno» el mirar torcido y por su boca vaga constantemente esa sonrisa astuta que tantas veces da carácter a la expressión de los grandes crimimates. Cuando yo lo he visto vestía traje color ceniza, zamarra con vueltas de astracán y bufanda. La gorra era a cuadros y las botas de cuero fuerte. Cuando anda se le nota la cojera en el píe derecho.
Respecto a su actitud ante al juez, puedo decir que no se ha inmutado en ningún instante. Al comprender que su declaración puede comprometerle, sabe burlar la pregunta. A pesar de cuanto ha dicho anteriormente, sus declaraciones de ahora tienden a no echar sobre sí la culpa más grande del crimen. Trata de aparecer a los ojos de la justicia como simple encubridor, o cuando más como complice.
Puedo también decir algo interesante respecto a la declaración de «el Moreno». Empezó afirmando que salió de Campo Solillo de la posada donde convalecía «el Mellado« y marchó a León, hospedándose en una taberna situada en el barrio de la Vega, en la carretera de Zamora, propiedad de Faustino Rodríguez. Allí se avistó con unos sujetos conocidos por Primitivo «el Valentón», «Bocarrota» y «Cascabel», quienes le .pidieron ayuda para realizar el asesinato del minero D. Remigio Miranda, pues Primitivo había recibido de determinada persona el ofrecimiento de 5.000 pesetas por la ejecución de ese crimen.
El detenido no tuvo inconveniente en prometerles la ayuda pedida, y durante dos días se estuvo planeando el golpe. Todas las noches, desde entonces, a cierta hora dejaban la taberna y se acercaban a la estación para ver si el Sr. Miranda tomaba el tren, pues sabían que estaba próximo a emprender un viaje a Madrid.
De pronto, el 26 de octubre, enteró Primitivo a «el Moreno» de que aquella noche había de realizarse el asesinato. Al repartirse luego los papeles del espantoso drama, tocóle al detenido el de ejecutor; pero éste lo rechazó alegando que tenia miedo. Agrega que a la caída de la tarde estuvo en los alrededores de la taberna un nuevo personaje, al cual se acercó Primitivo. Mientras éste y el recién llegado hablaban, «Bocarrota» dijo a «el Moreno»: «Ahí tienes al que da el dinero para que se mate a Miranda.»
Según «el Moreno», al nuevo personaje se le conocía entre sus compañeros por D. Francisco, y se trata de un caballero alto, fuerte y de buena presencia, con el color tostado, mirada penetrante y gran bigote. Representaba unos cincuenta años, vestía elegantemente y llevaba sortijas en los dedos.
Hasta cerca de las ocho estuvo el caballero hablando con Primitivo. Después de marcharse, salieron los asesinos hacia la estación en espera del tren que había de llevarlos y también á su víctima. Antes de que al tren saliese pudieron éstos examinarle detenidamente.
Acechando a la víctima. -El Sr. Miranda se duerme por fin. -El hecho.- En casa de Concha «la Coja» le dan a «el Moreno» 3.500 reales. En busca del misterioso caballero.
Los asesinos tomaron billete de tercera clase hasta Palencia, y fueron apeándose en todas las estaciones del trayecto para examinar el coche donde viajaba el Sr. Miranda y ver si era el momento propicio de matarle. Cerca de Palencia vieron que el señor Miranda se había acostado, y al llegar a esta población, Primitivo y «Bocanegra» tomaron billete de primera clase con objeto de asegurar mejor el golpe.
Dice a continuación el detenido que él y «Cascabel» quedaron em Palencia; pero esto debe decirlo con el solo propósito de eludir toda responsabilidad directa en el crimen, pues respecto a la navaja con la cual se cometió, probablemente, confiesa que se la regaló «el Mellado» y no dice que nadie se la robase.
El crimen debió reaalizarse en el trayecto de Venta de Baños a Valladolid. Una vez cometido, los asesinos metiéronse en el correo de Santander, y trasladándose más tarde a un tren mixto, llegaron a la estación de León en la siguiente mañama y marcharon a la ciudad por diferentes caminos. Antes de eso, se habían citado, para repartir el producto del crimen, en un pueblo del arrabal de León, Trobajo, en una taberna de la cual es propietaria una mujer conocida por Concha «la Coja».
En esa taberna estaban reunidos los cuatro a las seis de la tarde del 29 de octubre, Primitivo, después de dar cuenta de que el crimen había salido bien, repartió entre sus compañeros la cantidad recibida, de la cual le tocaron, a «el Moreno», según declara, tres mil, quinientos reales.
Inmediatamente «el Moreno» y otro sujeto conocido por Máximo marcharon a la estación de Quintana. Ya allí, Máximo subióse a la garita de un tren de mercancías y «el Moreno» a la máquina, entablando con al maquinista la conversación que ya conocen los lectores de EL IMPARCIAL. En Astorga dejó el tren, donde su compañero, según le dijo, seguía hasta Monforte. Despues estuvo en Campo Solillo a ver a «el Mellado», y confiesa que relató a éste la historia de su intervención en el asesinato del Sr. Miranda. Dirigióse luego a Reinosa, y logró ser admitido en los talleres de la Constructora Naval. Allí hizo el amor a la dueña de la posada donde se albergaba, diciéndole que era soltero y que tenía el propósito de casarse con ella.
Tales son, hasta ahora, las declaraciones del famoso «Moreno»; declaraciones que las autoridades se proponen comprobar con la mayor rapidez posible. Desde luego, la justicia presta enorme atención a los personajes que cita «el Moreno» como compañeros suyos en la comisión del asesinato, y más todavía a la figura del personaje misterioso quo entregó a Primitivo, «el Valentón», 5.000 pesetas para que matase a un hombre.
La Policía se dispone a realizar toda clase de gestiones para encontrarlo. En mi próxima información daré cuenta del resultado de tales gestiones. Aquí es enorme la espectación ante la esperanza de que, por fin, pueda aclararse el horrendo misterio de este crimen.
JOSË QUILEZ
El Liberal, 12 de marzo de 1919
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
El Moreno se confiesa coautor del crimen, LEÓN 11.
Ampliando mi información puedo dar
una, referencia exacta de lo declarado por
José Alonso
El resultado del «negocio» no satisfizo a «el Feo», por cuanto supone que además de que se quedaron con la cantidad que llevaba en metálico D. Remigio Miranda, en el reparto Primitivo y «Bocanegra» se quedaron con una parte mayor que la que entregaron a «el Moreno». Como consecuencia de la declaración prestada por «el Feo de Veguellina» se han practicado algunas detenciones en pueblos inmediatos para celebrar algunos careos que aclaren algunos extremos de la declaración. La Policía trabaja activamente para aclarar quién es el caballero que, según «el Feo de Veguellina», dio 5.000 pesetas para que fuese asesinado D. Remigio Miranda.
El Siglo futuro, 12 de marzo de 1919
El viajero asesinado en el tren
Trabajos le la Policía
Los trabajos de ayer.. LEÓN 11.—Durante el día dedicóse el inspector de la brigada móvil señor Martínez Guerrero a comprobar las manifestaciones hechas por «el Feo de Veguellina», averiguando que, efectivamente, a comienzos de noviembre el detenido se reunió en el inmediato pueblo de Trobajo, y en la taberna de Concha «la Coja», hacia la caída de la tarde, con Primitivo «el Valentón», «Bocarrota» y «Cascabel».
Ante el Juzgado y la Policía ha declarado Concha «la Coja». Recuerda que los citados individuos estuvieron merendando una tarde en su taberna; pero no sabe si se repartieron allí dinero alguno y mucho menos sí el dinero era producto de un crimen.
La Policía ha encontrado al tabernero que fue dueño del ventorro del barrio de la Vega, en la carretera de Zamora, donde al llegar de Campo Solillo se hospedó «el Moreno». Llevado a la cárcel y careado con éste, declaró que el detenido había estado en su casa acompañado de «bocarrota» y otros que no recuerda, y que al poco tiempo «Bocarrota», según le dijo, salió para Asturias.
El detenido, por su parte, sólo se preocupa de aminorar la responsabilidad que puede caberle en el crimen.
Sometido a nuevas declaraciones ha afirmado que al regresar sus compañeros de dar muerte al señor Miranda no advirtió en ellos señal alguna de sangre. Solo «Bocarrota» aparecía con un gran manchón, pero de barro, en los pantalones y sangre en una mano. La sangre, sin embargo, era del propio «Bocarrota», pues, según dijo, se había producido un rasguño al tirarse del tren.
Todos los trabajos de «el Moreno» tienden a presentarse ante las autoridades como simple encubridor o, cuando más, cómplice del crimen.
Con esta idea, seguramente, ha rectificado una de sus primeras declaraciones, diciendo que por su participación en del hecho sólo le dieron 10 pesetas y no 3.500 reales como manifestó ayer.
Lo que se ha averiguado.
LEÓN 11.—Sábese ya que los presuntos asesinos del señor Miranda, después de cometer el crimen, cenaron en Palencia y allí pasaron también la noche en una taberna de la Florida.
A la cena les acompañaron unos empleados ferroviarios que la Policía, busca con interés. También se busca al misterioso caballero que contrató, con los asesinos la muerte del señor Miranda. Las autoridades, guiándose por las rotundas manifestaciones de «el Moreno» respecto a las señas personales de este individuo, no desconfían de encontrarlo. «El Moreno» ha complicado con tal personaje a un conocido carterista que también se busca.
Este, por lo visto tiene cierta participación en el crimen, aún cuando respecto a su índole nada puedo concretar.
El joven que acompañaba a «el Moreno» en el momento de la detención y que es hermano de la posadera de Reinosa con quien el detenido trataba de casarse, manifestó que «el Moreno» disponí a toda hora de 5 duros, y que con frecuencia realizaba viajes de tres o cuatro días sin decir nunca adonde iba.
Con objeto de que se detenga a los compañeros de «el Moreno» en el asesinato del señor Miranda, el Juzgado de Instrucción ha dirigido exhortos telegráficos a diferentes localidades de Galicia y Asturias, donde se supone que estén. Estos exhortos contienen además las señas personales de los presuntos asesinos.
El Juzgado de Instrucción de Cebreros también ha telegrafiado esta tarde pidiendo la urgente traslación del detenido a dicho punto. La orden, sin embargo, no podrá cumplirse con la premura que desea el juez de Cebreros por los numerosos careos, comprobaciones y otras diligencias que han de hacerse previamente en esta población.
El Siglo futuro, 13 de marzo de 1919
El viajero asesinado en el tren
Trabajos le la Policía
Continúa trabajando la policía para descubrir a los autores del crimen cometido en el correo de Galicia. Aun cuando las autoridades enciérranse en una reserva impenetrable, parece ser que ciertas diligencias de la Policía encaminadas a averiguar el paradero de «Bocarrota» prometen, para muy pronto, satisfactorios resultados.
Por de contado se sabe que en los últimos días de octubre un sujeto cuyas señas coinciden exactamente con las de «Bocarrota», presentóse en un comercio de ropas hechas, donde adquirió el traje, la camisa y el sombrero con que después se le ha visto. También se ha comprobado que aquí viven el guardafreno y el mozo de estación con quienes, según declaraciones de «el Moreno», los autores del crimen del correo de Galicia estuvieron bebiendo unas copas en el ventorro de La Florida, situado en el pasea a nivel de la estación.
Merced a trabajos del agente señor Martínez Guerrero, igualmente se ha comprobado después de minucioso registro, que en la estación de Palencia el día 27 de octubre se expidió un billete de primera clase hasta Ávila para el tren correo de Galicia, coincidiendo esto con la declaración de «el Moreno», según lo cual, Primitivo «el Valentón» adquirió un billete de primera a fin de realizar con mayor impunidad su siniestro propósito.
El Juzgado de Instrucción ha recibido una confidencia con indicaciones respecto adonde puede detenerse a «Bocarrota». Trátase al parecer de determinada población de Asturias.
Ha llegado a Palencia en un tren de mercancías el guardafreno que según las declaraciones de «el Feo de Veguellina» tomó con él unas copas en el ventorro de la Florida situado en el paso a nivel de la estación.
Llámase el guardafreno Venancio Paredes Rodríguez y es natural de Calzada de Molino. Poco después de su llegada la Policía le sometió a un detenido interrogatorio que duró más de dos horas. Cuando salía de la Inspección de Vigilancia pude hablar con él y oír de sus labios detalles de gran interés respecto al crimen. Refiere que en uno de los últimos días de octubre entró de madrugada en el ventorro de la Florida, donde encontró a «el Moreno», conocido suyo por haber sido empleado de la Compañía del Norte. «El Moreno», a quien el guardafreno llama generalmente por su otro apodo, el de «Feo de Veguellina», estaba sentado ante una mesa comiendo un trozo de carne y unas patatas flritas. Al verle le invitó a otro pedazo de carne y un vaso de vino, y aceptado el obsequio tuvo ocasión de advertir que «el Feo» se hallaba altamente intranquilo y que miraba con insistencia a la puerta del ventorro. A pesar de la buena temperatura que reinaba dentro del establecimiento, «el Feo» tenía subido el cuello de la pelliza. El guardafreno le preguntó por qué se abrigaba tanto, y «el Feo», visiblemente azorado, dirigióse a la dueña del ventorro pidiéndola permiso para pasar a una habitación inmediata con objeto de mudarse de camisa.
Autorizado por la dueña se alejó unos minutos, y presentóse a poco con la pelliza desabrochada y ostentando una camisa limpia. Un paquete que traía en la mano, atado con un bramante, debía contener la camisa sucia. Poco después de este episodio el guardafreno abandonó el ventorro, y desde entonces no ha vuelto a avistarse con «el Feo de Veguellina».
Es interesante esta declaración del guardafreno, porque la mayoría de las opiniones coinciden en que quien ejecutó el crimen del correo de Galicia fue «el Feo de Veguellina». Los otros, Primitivo «el Valentón», «Bocarrota» y «Cascabel», no debieron hacer más que prepararlo.
Créese que «el Feo» se cambió de camisa por tenerla manchada de sangre.
El Imparcial, 13 de marzo de 1919,
TRABAJOS POLICIACOS
El crimen del correo de Galicia
Al conocerse mi carácter de redactor del periódico que tanto ha contribuido a esclarecer el misterio de este crimen y saberse que mi compañero de viaje era el Sr. Martínez Guerrero, prodújose un gran movimiento de curiosidad. A su vez, el gobernador civil, don Miguel Pastor, ordenó al jefe de vigilancia de Palencia, Sr. Esrcribano, que diera toda clase de facilidades para el cumplimiento de su misión al agente y al periodista.
Después de minucioso registro, que en la estación de Palencia el día 27 de octubre se expidió un billete de primera clase hasta Avila y para el tren correo de Galicia, coincidiendo esto con la declaración de «el Moreno», según la cual Primitivo «el Valentón» adquirió aquí un billete de primera a fin de realizar con mayor impunidad su siniestro propósito. El Juzgado de instrucción ha recibido una confidencia con indicaciones respecto adonde puede detenerse a «Bocarrota». Trátase, al parecer, de determinada población de Asturias. También he sabido que la Policía de Madrid realiza delicados trabajos en torno de la pensonalidad del personaje misterioso que pagó en mil duros el asesinato del Sr. Miranda. Créese que pronto estará aclarado el misterio de este individuo y se conocerán las causas que le indujeron a contratar con unos asesinos la muerte de un hombre. Sobre esta diligencia tengo que abstenerme por ahora de dar detalles.
JOSÉ QUILEZ
El Imparcial, 18 de marzo de 1919
HACIA EL DESCUBRIMIENTO
El crimen del correo de Galicia
La necesidad del Juez especial
Los autores del crimen del correo de Galicia van cayendo poco a poco en manos de las autoridades, que los persigue sin cesar. Ayer fue "el Feo de Veguellina", hoy es "el Bocarrota", otro de los criminales descubierto por la Policía, con nombre supuesto en la cárcel de Reinosa.
No pasarán muchas horas sin que "Cascabel" y Primitivo "el Valentón" pasen a hacer compañía a sus amigos en los calabozos de la cárcel de Cebreros; pero falta algo más interesante que no ha descubierto aún la Policía ni el Juzgado instructor. Es necesario desenmascarar a los inductores, a los que pagaron el crimen, al tal D. Francisco, y a los que probablemente se ocultan detrás de él, puesto que los trabajos de la Guardia civil y del Sr. Martínez Guerrero han demostrado que no fue el asesinato de D. Remigio Miranda un crimen cometido por vulgares ladrones de trenes, sino producto de una maquinación inconcebible contra el desdichado minero.
¿Quién podía tener interés en que desapareciera D. Remigio Miranda? No es este el momento más indicado para dar a la publicidad noticia de tal importancia y de índole tan delicada que pudiera malograr loa trabajos que ahora se realizan; pero no pasarán muchos días sin que nuestros lectores conozcan toda la tramoya del célebre crimen.
Para que estos trabajos lleguen a feliz término, el vecindario entero de León y los periódicos locales piden con insistencia un juez especial, fundándose, no en la falta de aptitudes del juez de Cebreros, sino en la carencia absoluta de comunicaciones en que se encuentra este pueblo con respecto a León, lo cual ocupa semanas enteras en la tramitación de ciertas diligencias; las condiciones en que se halla la cárcel de dicho lugar para poder aislar a los detenidos, y lo que es más importante, a la evidencia de que el crimen se preparó en León, y allí o cerca están sus autores y sus inductores.
En León hay que tomar declaraciones, hacer infinidad de careos y registros, y, a pesar de las facilidades dádas por el Juzgado instructor y de la escrupulosidad con que realiza sus trabajos el de León, no por eso se atenúa la necesidad de un juez especial entregado por completo al total esclarecimiento del crimen.
Suponemos que el celoso presidente de la Audiencia de Madrid, D. Marcelino González Ruiz, tendrá en cuenta estas indicaciones.
Trabajos de la Policía madrileña. —"El Bocarrota" está preso en Reinosa
Desde que el famoso "Feo de Veguellina" se declaró culpable de haber cooperado al asesinato de D. Remigio Miranda, manifestando que en su ejecución intervino un sujeto apodado "Bocarrota", los agentes de la brigada de Investigación, que dirige el Sr. Fernández Luna, se dedicaron a practicar pesquisas, que han dado por resultado el averiguar quo el peligroso sujeto se halla preso en la cárcel de Reinosa en unión de otro ex presidiario apodado "el Comparito", y que, por su amistad con "Bocarrota" y por sus antecedentes penales, no tendría nada de particular que estuviera complicado en el trágico asesinato. El Sr. Fernández Luna telegrafió ayer a las autoridades de Reinosa para que comprueben si el citado sujeto es el reclamado por las autoridades de León como supuesto cómplice del asesinato de D. Remigio Miranda.
El Imparcial, 20 de marzo de 1919
TRABAJOS POLICIACOS
El crimen del correo de Galicia
Detención de «el Bocarrota»
Hace varios días adelantamos la noticia de que, merced a los trabajos realizados por la brigada de Investigación que dirige el señor Fernández Luna, se había logrado averiguar el paradero del ladrón conocido por el alias de «Bocarrota», sujeto de pésimos antecedentes, acusado por «el Moreno» como uno de los autores del asesinato de D. Remigio Miranda.
Nos abstuvimos de dar más detalles hasta comprobar su prisión en la cárcel de Reinosa y con el fin de dar tiempo a que la Policía practicase otras diligencias. Comprobada su detención y practicados los reconocimientos, de los que espera mucho la Policía, podemos hoy sin temor de entorpecer la acción, de la justicia añadir nuevos detalles referentes a la vida de «Bocarrota» y de su compañero «el Comparito».
El desecubrimiento se debe, mas que a los trabajos policiacos, a la confidencia de un quincallero apodado «el Morcilla», a quien «Bocarrota» prometió llevar en su compañía y dejarle luego en Madrid. Despechado «el Morcilla» por el incumplimiento de la promesa de «Bocarrota», dirigió una carta anónima a la Jefatura de investigación denunciando a sus compañeros.
El Sr. Fernández Luna, tan pronto tuvo conocimiento del contenido de la confidencia, procedió personalmente a esclarecer la verdad de lo que se le denunciaba, consiguiendo al cabo tener la seguridad de que «Bocarrota» se hallaba detenido en la cárcel de Reinosa, de paso para Almería, cuyo Juzgado le tiene reclamado.
Parece ser que «el Bocarrota», después de perpetrado el crimen en el tren correo de Galicia, y temiendo caer en poder de la Policía, huyó de los campos de León, por los cuales merodeaba, y vino a Madrid esperanzado de poder aquí burlar la acción do la justicia. Pero sus cuentas saliéronle fallidas. A los pocos días de su estancia en la corte fue detenido por los agentes de la Policía, la que le impuso una quincena por faltas a la moral. «Bocarrota», una vez cumplido el arresto, salió de la cárcel celular el día 27 del pasado febrero en compañía de un ladronzuelo apodado «el Comparito», con el que habla trabado en la prisión íntima amistad.
Libres ambos, y temiendo caer de nuevo en las garras policíacas, decidieron auséntarse de Madrid y se dirigieron a Santander, donde fueron nuevamente detenidos y condenados a sufrir otra quincena. Examinados en aquel Gobierno los expedientes de los detenidos, se comprobó que «el Bocarrota» se hallaba reclamado por el Juzgado de Almería, y en vista de ello el gobernador de Santander dispuso su conducción a aquella población.
El día 13 de marzo, conducidos por la Guardia civil y por carretera, ambos maleantes emprendieron su marcha, descansando en Torrelavega, y de allí a Reinosa, en cuya cárcel pernoctaron.
En éste último trayecto, «el Bocarrota», deseando no perjudicar a su compañero, le contó su vida, declarándose coautor del crimen del correo de Galicia.
Según «Bocarrota», un señor de porte elegante ajustó el precio del crimen en la cantidad de 5.000 pesetas, proponiendo la comisión del delito a él y a otros compañeros apodados «el Valentón» y «el Moreno». Agregó que quedaron conformes y que siguiendo las indicaciones del inductor, vigilaron al Sr. Miranda, subiendo al tren en que aquél viajaba.
«Bocarrota» calló los detalles del crimen, manifestando únicamente que éste fue cometido por el «Valentón» aprovechando un momento en que el Sr. Miranda se hallaba dormido. Añadió que la navaja con que se realizó el asesinato, y que obra en poder del Juzgado era de la propiedad de «el Bocarrota», dándosela él mismo a «el Valentón» por carecer éste de armas.
«El Bocarrota» y «el Comparito» han sido puestos a disposición del Juzgado de Cebreros.
Diario de la Marina, 15 de abril de 1919
Incautación de 225.000 huevos en La Bañeza
El inspector de Abastecimientos de la provincia de León, D. Isaac Valbuena, se ha incautado en aquella provincia, en el distrito de La Bañeza, de 225.000 huevos que se hallaban en poder de los acaparadores sin salir a la venta del mercado.
También noticias recibidas de León dan cuenta de que en el mercado el trigo se ha vendido por debajo de la tasa y ha sobrado trigo en la venta.
Las mismas noticias hay respecto al precio de las demás substancias alimenticias y piensos para el ganado.
Las Circunstancias, Reus, 15 de julio de 1919
Anteayer a últimas horas de la tarde cayó una horrorosa tormenta sobre la provincia de León. Según datos que se conocen han quedado destruidos todos los viñedos. Las pérdidas son enormes.
Lo granja agrícola de Isaac Valbuena, una de las primeras de España, ha quedado totalmente destruida y destrozada la maquinaria, calculándose las pérdidas en un millón de pesetas.
El Diario Palentino, 16 de julio de 1919
LEÓN. Los daños de las tormentas,
—Comienzan a llegar noticias desconsoladoras de los destrozos causados en esta provincia por las tormentas.
En los pueblos de Villamontán, Villaza, Alija y otros las cosechas se han perdido completamente. El granizo ha destrozado los viñedos. Numerosas chispas quemaron grandes cantidades de trigo amontonado en las eras.
La granja agrícola de don Isaac Valbuena, que servía de campo de experimentación ha sufrido grandes daños, quedando arrasados los campos. y destruidas casi todas las máquinas.
La carretera de La Bañeza ha quedado interceptada en varios trozos. Muchas casas han sido destruidas. Los daños se calculan en más de un millón de pesetas.
Mundo gráfico, 6 de agosto de 1919
El crimen del correo de Galicia.- La víctima y los autores
En la memoria del lector está seguramente bien grabada la impresión del tremendo crimen de que fue victima hace algún tiempo el viajero del tren correo de Galicia D. Remigio Miranda. Suceso fue éste que conmovió profundamente a la opinión pública española. Últimamente, ha sido dado por concluso el sumario. Al parecer, no se trata de un delito vulgar, sino de un asesinato preparado con sagacidad y premeditación.
Como procesados figuran los sujetos José Alonso Gómez, conocido por el Feo de Beguellinas; Esteban Sánchez Navarro (a) Mellado; Joaquín Quirós Menéndez (a) Bocarrota, y Sandalio Villaza Zabarreño. El primero aparece como autor directo y material del crimen, aunque él niega su participación, y los restantes como participes en el asesinato. Los tres últimos encausados están también sujetos a procedimiento criminal por robo y asesinato del cura de Lillo.
Boletín oficial de la provincia de León, 17 de noviembre de 1919
Adición al Boletín Oficial de la provincia de León, correspondiente al día 17 de noviembre de 1919
Administración de Contribuciones de la provincia de León
RELACIÓN de los propietarios de minas radicantes en esta provincia, con expresión de las cantidades que han de satisfacer al Tesoro por razón de canon de superficie, antes del 31 de diciembre del corriente año.
1, Matallana, Carmonda, hulla, 25,15 , 100, Dionisio González, León
24, Matallana, Valenciana, hulla, 25,15 , 100, Sebastián López de Lerena, Bilbao
67, Matallana, Petra, hulla, 8, 32, Vicente Miranda Tascón, Orzonaga
101, Matallana, Manuela, hulla, 10, 40, Vicente Miranda Tascón, Orzonaga
334, Matallana, Mercedes, hulla, 10, 40, Santos López de Letona, Bilbao
El Día de Palencia, 7 de julio de 1920
¿Complot revolucionario en España?
Un importante periódico de Madrid, «El Pensamiento Español», viene estos días reproduciendo en sus columnas informaciones del diario «L'Accion Francaise», comentándolas muy oportunamente, sobre el juego criminal que han realizado y están realizando los sindicalistas españoles y los bolcheviques rusos, franceses, húngaros, alemanes, italianos y norteamericanos.
Nosotros, entusiastas del principio de justicia y amantes como el que más del verdadero orden social, no podemos resistir a la tentación de reproducir el curioso artículo de «El Pensamiento Español», que dice así:
«El llamado Comité Internacional de París envió a los obreros de España unas instrucciones, en lasque se descubren, en toda su desnudez las bárbaras intenciones de los jefes y jefecillos del sindicalismo rojo.
Ese documento lleva fecha del 11 de Agosto del pasado año.
Su sola lectura debe abrir los ojos a la realidad a los cándidos gobernantes que padecemos.
El texto de esa pieza epistolar causará náuseas a las personas decentes, al ver los procedimientos de que quieren valerse, aprovechando la general ignorancia de las masas obreras los que no son, en la práctica, sino verdaderos enemigos de la libertad humana, defensores del robó y del asesinato y enemigos del orden y de la tranquilidad.
Los distintos párrafos de ése documento son lecciones de verdadera táctica reyolucionario-anárquica.
La propaganda en los cuarteles
Después de dar cuenta de reuniones celebradas en Burdeos, divaga el autor de la carta a los obreros españoles sobre las acepciones que tiene la palabra «Soviet», y hace una historia de las «hazañas» de que hasta el presente, pueden «gloriarse».
Después dice:
«Los soviets, en cada localidad, procuran por todos los medios captarse las simpatías de los soldados evitando tratar con los jefes.
Esto se conseguirá aprovechándose de sindicalistas experimentados, que en el Ejército harán penetrar la propaganda bolcheviquista, dando a los Soviets una relación detallada de los individuos que simpatizan con ella».
Es estupenda la lección de democracia que aquí enseñan los Secuaces de Karl Marx y de Lenin.
Quieren que el «virus democrático» no se extienda a los jefes y que lo que les conviene es la captación de las simpatías de las clases de tropa. Es decir, colocar contra la autoridad a los subordinados.
Ordenando el asesinato
Más todavía: quiérese llegar al crimen, como se ve por lo que a continuación reproducimos:
«Cuando llegue el momento oportuno del levantamiento», serán desarmados los soldados que no hayan querido entrar en nuestras filas, y, sin pérdida de tiempo, serán pasados por las armas los jefes de la guarnición».
«Los soldados» que pertenezcan a las clases directoras, serán pasados por las armas, sin ser oídos y sin consideración alguna».
Ya saben las madres de los soldados que cumplen con sus deberes patrios lo que tratan de hacer con sus hijos los revolucionarios sindicalistas. Esos malhechores fusilarán, sin consideración alguna, a los que permanezcan en sus puestos defendiendo lo que han jurado.
Matarán a todos los que no sean sindicalistas
Como Dracón, los legisladores del bolcheviquismo impondrán a todos la pena de muerte.
Amenazados de ella están también los labradores y productores.
«Las armas almacenadas en los parques —sigue diciéndose en el famoso documento dirigido a los obreros españoles— y las que provengan de los soldados castigados con la pena de muerte, serán repartidas entre los obreros y los labradores. Todos los productores afiliados a los Sindicatos deben incorporarse al Sindicato a que pertenezcan al momento del primer síntoma de rebelión, si ésta estalla en el Ejército, o bien obedecer ciegamente a sus Asambleas respectivas, sin discutir sus órdenes, cuando éstas sean las de todas las armas».
Y el bárbaro procedimiento de suprimir a todo aquel que no se someta a la tiranía de los legisladores a lo Lenin, se ordena en el siguiente párrafo del documento, que copiamos:
«Los productores que se negasen a aceptar la dictadura de los Sindicatos, serán considerados como traidores y condenados a muerte».
El Código penal de los Soviets.
El abominable programa. del «Comité Internacional de Paris», que, descubierto por Mauricio Pujo, aparece publicado en «L'Action Francaise», termina con estás órdenes emanadas de la mente de un loco o de un malvado:
«Para juzgar a los culpables se creará un tribunal revolucionario, compuesto de intelectuales, cuyas decisiones serán válidas, sin ocultar a la, Asamblea general de los Consejos, excepto cuando se trate, de aplicar la pena de muerte a criminales que han sido Jefes de Estado.
Se castigará como crimen todo pensamiento que se separe del de los dictadores del proletariado.
Los productores que escuchen o expresen ideologías serán castigados severamente.
«Los soviets se apoderarán de las riquezas privadas de cada localidad; es decir de las tierras, propiedades, fondos públicos, títulos y valores.
De ningún modo reconocerán los soviets las deudas contraídas por el Estado».
Creemos que el Gobierno español, como todos los demás de las naciones civilizadas, ha de estorbar los planes tenebrosos de esa canalla sindicalista, que predica el asesinato, el robo y la destrucción.
CLAPAVANA
El Imparcial, Madrid, 23 de julio de 1920
Estragos de las tormentas
Granja vitivinícola destruida. —Más de cuatrocientas mil pesetas de pérdidas. —Caminos deshechos.
León 22 (8 noche)
Ayer descargó en esta provincia una fortísima tormenta, que produjo considerables estragos en los campos y en los caseríos. En el pueblo de Ardoncino y su término municipal acompañó a la tormenta una persistente granizada que arrasó totalmente las cosechas, quedando en la mayor miseria aquellos labradores.
En el transcurso de pocas horas han visto desaparecer todos sus frutos y derruidas sus viviendas.
La granja vitivinícola del exdiputado don Isaac Balbuena, que servía de campo de experimentación y estudio en aquella comarca, ha quedado destruida por completo. Las pérdidas se calculan en más de 400.000 pesetas. El vecindario por sí y por mediación de sus representantes en Cortes demandarán del Gobierno auxilios para remediar tan crítica situación.
La carretera y camino vecinal han quedado inutilizados por la violenta acción de las aguas.
El Globo, 30 de octubre de 1920
Vista de la causa. —Condena de los procesados.
AVILA 30. -Ante una expectación enorme se vio ayer la causa instruida con motivo del asesinato de D. Remigio Miranda Álvarez, minero de Prados, que en la noche del 27 al 28 de octubre de 1918 fue encontrado cadáver en la estación de Navalperal, en un coche de primera del correo de Galicia.
Figuraban como procesados José Alonso Gómez (a) Moreno, Esteban Sánchez Navarro (a) Mellado y Sandalio Villar Zamarroño, que han sido abusados por el fiscal de un delito de asesinato a José y de encubrimiento a los otros dos.
Los defensores Sres. Baquero y Represa solicitaron la absolución; pero el Jurado dictó un veredicto de culpabilidad, siendo condenado José a cadena perpetua y dos años, once meses y once días de presidio correccional como autor de un delito de asesinato y robo, y Esteban y Sandalio a seis años y un día de presidio mayor y 125 pesetas de multa. Al terminar de leerse la sentencia quiso hablar José, sin duda para hacer revelaciones, impidiéndolo el abogado defensor.
La Libertad, 5 de noviembre de 1920
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
El “Feo de Veguellina” acusa a los autores del asesinato
El precio de un asesinato. Un caballero desconocido. Reparto del botín
«Era el día 4 de Noviembre del año 1918; Agustín Cabezón, a quien también llaman «Vilortas», me propuso que fuésemos a Trobajo. En el camino me ofreció diez pesetas para que yo también pudiese tomar parte en los convites, pero las rechacé porque todavía me restaban diez duros del producto de mi trabajo en las minas de Le Robla.
Como usted sabe, Trobajo es un arrabal de la capital de León, donde abundan los caseríos y la gente de dudoso vivir.
Una vez allí, Cabezón me invitó a que entrásemos en casa de «La Concha». Esta casa es una especie de ventorro, cuya puerta principal se encuentra en la carretera, pero que tiene otra salida al lado opuesto.
En el interior del establecimiento hay un cuarto reservado, más próximo a la puerta de escape que a la principal, que prefieren ocupar parroquianos que tienen cuentas con la justicia.
Allí, sentados alrededor de une mesa, estaban tres individuos a quienes conocía hace algún tempo; eran Joaquín Quirós Menéndez, más conocido por el «Bocarrota», o el «Boina»; Francisco «El del Berrón» y Pedro «El Moreno».
Nuestra llegada extrañó un tanto, porque sí bien aquellos individuos esperaban a Cabezón, no contaban con mi presencia, pero pasada la impresión del primer momento, se cruzaron unos convites...
Apenas transcurrieron unos minutos, serían las doce de ta mañana, hizo su aparición un nuevo personaje.
Un hombre joven, estatura regular, recio, moreno, algo cargado de espaldas y cubierto con un abrigo obscuro, gorra y zapato o bota negro, empujó la puerta y penetró en la estancia.
También, como a los otros, le extrañó mi presencia, y dirigiéndose a Cabezón, más con la mirada que con la palabra, le preguntó:
— ¿Quién es éste?
Cabezón contestó en seguida:
— ¡ No hay cuidado, es de la «cuerda» !
Entonces, aquel hombre, a la sazón para mí desconocido, sacó del bolsillo interior de la americana un sobre azul que arrojó sobre la mesa al tiempo que dijo:
— ¡Ahí va el resto de lo convenido! ¡Adiós!
Y desapareció de la misma forma que había llegado.
En el sobre había 15.000 pesetas en billetes del Banco de España de 100 y de 50 pesetas.
Cabezón tomó 750 pesetas y me las entregó a mi.
Aquellos 3.000 reales eran el precio de mi silencio, peso no muy confiados los reunidos, me hicieron saber la responsabilidad en que incurría, añadiendo que mi vida era la garantía de mi silencio....
«Bocarrota», Cabezón o «Vilortas», «El del Berrón» y «El Moreno» se repartieron los demás billetes, y tras de unos convites, cada uno salió por un lado.
Antes, Cabezón me había dicho que aquel señor les había dado en otra ocasión 3.000 pesetas.
Negocio rechazado. La confesión de un delito
Un día, en Agosto del año de 1918, me encontré con Agustín Cabezón.
Hablando de nuestros «negocios», que entonces eran de escaso rendimiento, me propuso un buen asunto.
La «faena» prometía unos miles de pesetas, pero renuncié porque había que «morabar», o sea que para ganar aquel dinero era necesario matar a una persona.
Yo no trabajo más que el cuento del «talón» y me conformo con las ganancias que me reporta.
Como el negocio no me convenía, me separé de Cabezón y continué trabajando hasta el día 27 de Octubre, en que me despedí por un pequeño disgusto. Luego continué en la llamada «Venta de la Lista» hasta las cinco de la tarde del día 28, hora en que me fui a Boñar, donde hice noche, en casa de Modesto Reguera.
El 29 por la mañana fui a Candanedo; allí cené y me compré ropa interior; desde allí me fui a La Robla y luego a León; llegué el día 1 de Noviembre, y apenas llegado, en la misma estación, compré un periódico y comprobé que en al tren había sido asesinado misteriosamente el minero D. Remigio Miranda,
Digo comprobé, porque ya se rumoreaba la muerte del Sr. Miranda por Campo Solillo.
Comprendí en seguida que aquella muerte debía tener relación con el «negocio» que me propuso meses antes Agustín Cabezón, «Vilortas», y me dediqué a buscarle.
Lo encontré, por fin, el día 4 por la mañana, en el puente de San Marcos, y tomando unas copas confirmó mis sospechas; le pedí parte en el botín, y me llevó a casa de La Concha, donde ocurrió la escena que le he referido.
En León paraba yo en casa de Nemesio García.
¿El crimen impune? -Detención de «Bocarrota» y del «Feo de Veguellina»
Transcurrió algún tiempo; yo seguía, con el interés que puede suponer, las informaciones que sobre la muerte del Sr. Miranda publicaban los periódicos, y aun cuando llegó un momento en que pensé en la impunidad de aquel delito, pensaba a la vez que un día cualquiera, el menos esperado, alguno de los encartados pediría más dinero, más tarde haría una nueva petición que no vería satisfecha, y que al fin todo quedaría aclarado.
Quise huir, pero al saber que «Vilorta» y «Bocarrota» triunfaban y gustaban alegremente el producto de su aventura, desistí de mi idea.
«Bocarrota» y Agustín pasaron cerca de un mes en un pueblo que llaman Hospital de Órbigo, donde Joaquín pasaba por un rico hacendado.
Poco tiempo después supe que el dinero se había terminado, y que los dos amigos emprendían de nuevo su vida accidentada.
Algunos días después llegó hasta mi la noticia del nombramiento de D. Pablo Callejo como juez especial de la causa, y también de la detención, como presunto autor del asesinato, del «Bocarrota».
Creí que todo habría terminado y que Joaquín «cantaría»; mas no fue así, porque el detenido calló, y como usted sabe, al pasar el sumario a la Audiencia, «Bocarrota» fue puesto en libertad por falta de pruebas.
Mientras esto ocurría yo fui detenido también, y «me tuve que confesar autor del asesinato».
La Audiencia de Ávila pone en libertad a «Bocarrota». ¡ Adiós mis treinta años !
Ya estaba yo recluido en la cárcel cuando fue puesto en libertad «Bocarrota».
Un día, de los muchos que hablamos, me recordó lo «conveniente que me sería guardar silencio» por diversas causas.
Me dijo también que el dinero que le correspondió lo había gastado en absoluto, hasta el extremo de que no tenía ni camisa.
Le di una de las mías.
Si alguien se hubiese fijado en «Bocarrota» al ser puesto en libertad, hubiera sabido en seguida que él era uno de los autores del asesinato, tal ver el autor material, puesto que al abandonar la prisión exclamó:
— ¡ Adiós mis treinta años !
Sabía él sobradamente la pena que le correspondía, y siempre creyó al verse recluido que sería condenado.
Cuentas fallidas
Nunca quise hablar como ahora lo hago, porque suponía que por falta de pruebas contra mí, y más cuando podía demostrar donde estuve los días en que se desarrolló el crimen, seria absuelto. Si «cantaba», como encubridor sería condenado a seis años; pero si callaba, al verse la causa recobraría la libertad, y siempre es preferible un año a seis.
Pero la vista de la causa se aplazaba, y llegué a creer que no se celebraría nunca, y me decidí a declarar la verdad.
Llamé a mi abogado, D. Salvador Represa, y le dije lo que usted está oyendo. Me aconsejó que esperase la vista y callé de muevo.
Por fin se celebró el juicio oral y supuse que sería absuelto; pero me vi sorprendido por la sentencia.
La impasibilidad de un condenado. Dos inocentes. Entre la espada y la pared.
Noté en el Jurado cierto decidido propósito de condenarme, porque en contestar a diez preguntas que constituían el veredicto y fallar y firmar sólo invirtieron quince minutos.
Escuché la lectura de la sentencia condenatoria con toda tranquilidad; nada me importó y nada tampoco me hubiese preocupado que me condenasen a muerte, porque sabía que en cuanto hablase todo se aclararía.
Efectivamente, he declarado ante el juez y ya se ha abierto nuevo sumario. ¡ Ahora veremos !
Me da mucha pena de la condena de Sandalio Villar Zamorano y de Esteban Sánchez Navarro («el Mellao»), como encubridores, porque desconocían absolutamente las circunstancias del crimen.
Estos, al saber que yo podía aclararlo todo, me han amenazado seriamente si no «cantaba».
Vea cual es mi situación: por un lado, la amenaza de «Bocarrota» y sus compañeros, si hablo; por otro, la amenaza también de Sandalio y de Esteban, si callo, y, por último, la pena. de treinta años, a que no soy acreedor...
¿Iba a seguir callando? Me hubiese conformado con los veinte meses que llevo preso y hubiese callado; pero ahora prefiero los seis años.
Que es cierto que invertí los días que transcurrieron desde el mes de Agosto hasta el 4 de Noviembre en lá forma que dije, son testigos D. Vicente Crescente, el capataz de la mina «Barbadillo», de Campo Solillo, llamado Orencio; otro obrero, llamado Virgilio; el posadero Faustino Rodríguez; sus hijas Etelvina y Josefa, y algunas otras personas que cité y comparecieron ante el Jurado para manifestarlo, sin que sus declaraciones hayan servido de nada.»
Varias veces «el Feo de Veguellina» ha hecho protestas de la verdad de sus palabras.
Durante nuestra conversación, su mirada torva se ha clavado en mi varias veces, interrogándome, porque supone ironía en mis preguntas.
Los asesinos siguieron en el tren. Acechando a la victima
«He dicho varias veces que no sé cómo ha ocurrido el asesinato y tampoco quién fue el autor.
No reconozco la navaja con que se dio muerte a D. Remigio.
Solo puedo dar algunos detalles sobre el hecho, que he deducido de conversaciones oídas.
Otro día vi en Trobajo a «Bocarrota», en unión de Agustín Cabezón y de dos hijos de éste, a quienes acompañaban tres o cuatro más, también del «hampa», a los que solo conozco de vista, y otro que es carterista, apodado «el chaval».
Por esta conversación pude comprender que el crimen lo cometieron «Bocarrota», «Vilortas», «el Moreno» y Francisco «el del Berrón» pero sin que nada pueda decir quién de ellos fue el que dio muerte al Sr. Miranda.
Sé también que después de cometido el crimen los asesinos siguieron hasta Villalba, desde donde, por la línea de Segovia, volvieron hacia Palencia.
Al apearse del tren en marcha, poco entes de llegar a Villalba, se cayó al suelo «Bocarrota», rompiéndosele el pantalón azul, de bombacho, que llevaba puesto.
Cuando llegaron a Palencia, «Bocarrota» se compró un traje y regaló el pantalón al «del Berrón», quien se lo puso sobre el que ya llevaba.
También he podido saber que a D. Remigio le iban a matar unos días antes en que fue muerto, con ocasión de un viaje a Pola de Gordón.
Cabezón recibía, con tiempo sobrado, noticia de los viajes que había de realizar D. Remigio.
Un día tenia proyectado, como digo, uno a Pola de Gordón, donde había, de abonar cierta cantidad que adeudaba a D. Manuel Abastos; pero la casualidad hizo que Miranda encontrase al Sr. Abastos en la calle Mayor de León, y allí mismo, en plena calle, le satisfizo la deuda y así se hizo innecesario el viaje.
Esto lo presenciaron sus perseguidores, y el hecho quedó aplazado hada el día 28 de Octubre, en que iba a Madrid.
Un careo con D. Marcelino Valbuena
Antes de verse la causa en la Audiencia, cuando el juez especial tramitaba el sumario, se decretó un careo entre el Sr. Valbuena y yo. Aquella entrevista pudo dar también la clave del misterio, con sólo observar lo que allí ocurrió.
Yo no estaba preparado pera aquella entrevista, desconocía el careo.
Se abrió la puerta de la estancia en que yo estaba, aquí mismo, en la cárcel de Ávila, y ante mí apareció un hombre elegantemente vestido. Al principio no le conocí; yo estaba tranquilo, sosegado, nada me sobresaltaba, porque nada temía; pero inmediatamente me encontré frente a frente con D. Marcelino Valbuena.
Aquel hombre palideció extraordinariamente cuando me reconoció. Se acordó, sin duda, de otra escena ocurrida año y medio antes y temió por su suerte; pero, conforme le dije antes, a mi, tanto como a él, me convenía callar y callé.
El juez interrogó; yo negué y aseguré que jamás había visto a aquel señor que ante mi estaba.
Sin embargo, «Bocarrota» y Cabezón, el día 4 de Noviembre de 1918, en la Casa de la Concha de Trobajo, me identificaron a la persona que les había dado las 15.000 pesetas en el sobre azul, y en quien careaban conmigo, reconocí a aquella persona.
Terminó el careo, D. Marcelino se marchó y nada he vuelto a saber de él; pero ahora solo espero con ansia el momento de la repetición de aquel careo, para acusar concretamente, con la valentía necesaria.
Esta acusación ya la he hecho ente el juez de instrucción de Ávila, y espero que pronto quede todo aclarado.
En el despacho del director de la cárcel de Ávila. -Quiénes oyeron la declaración.
El director de la cárcel de Ávila, D. Vicente Rodríguez Ferrer, al conocer mi propósito de conversar con José Alonso Gómez, «Feo de Veguellina», condenado a la pena de cadena perpetua por el asesinato de D. Remigio Miranda, en el tren correo de Galicia, en la madrugada del día 28 de Octubre de 1918, accede solicito, y pocos minutos después José Alonso hace las revelaciones que dejamos transcritas.
En el momento en que el «Feo de Veguellina» acusa a los autores del asesinato, se encuentran presentes el director de la cárcel, Sr. Rodríguez Ferrer; los subdirectores, D. Carlos Hidalgo Valero y D. Salustiano Abezuela Martín; el oficial de Prisiones, don Facundo González Diaz, y el segundo jefe de Policía de Ávila, D. Víctor Alonso.
Como yo, estos cinco caballeros oyeron al «Feo de Veguellina» denunciar a los autores de la muerte de D. Remigio Miranda.
¿Se ha detenido a los acusados?
Suponemos que a la hora presente habrán sido detenidos todos los acusados por José Alonso Gómez como autores del asesinato.
Las mismas manifestaciones que hizo ante nosotros, aseguró las había hecho ante el juez de Avila.
Entendemos que no ha debido perderse tiempo, y aun cuando desde hace algunos días conocemos estos detalles, voluntariamente hemos callado, para dar lugar a que las autoridades cumpliesen con su deber.
Sería lamentable que porque así lo requieran las prácticas usuales en estos menesteres sumariales, se diese lugar a que los acusados huyesen.
Si tal ocurre, habrá derecho a pensar que tienen razón los que aseguran que por culpa de unos o de otros, en España se pueden cometer impunemente todo género de delitos.
D. Pedro Sánchez Baquero, abogado defensor de los penados como cómplices, Sandalio Villar y Esteban Sánchez, de los cuales hizo una primorosa defensa, ha confirmado también estas manifestaciones del «Feo de Veguellina», quien se las hizo minutos después de leído el veredicto de culpabilidad.
Dónde se encontrará a los acusados.
Finalmente, el «Feo de Veguellina» me dice donde pueden ser capturados los autores materiales del crimen.
Según asegura mi interlocutor, Cabezón, «Bocarrota», «el del Berrón» y Pedro «el Moreno» frecuentan diversos pueblos y lugares, que ordinariamente son teatro de sus fechorías.
Los marte, en Astorga; los miércoles, en Hospital de Orbigo; los jueves, en Benavente; los sábados, en La Bañeza, son los preferidos.
Supone el «Feo de Veguellina» que, de estar en libertad todavía, no faltarían el día 11 a la feria de Mansilla.
No aportamos más detalles porque sabemos que todos obran en poder de las autoridades, que habrán sabido cortarles la retirada si los malhechores pretendían huir.
Actuaciones judiciales.
Al comparecer ante el juez de Avila el condenado a cadena perpetua José Gómez y hacer estas interesantes manifestaciones, se abrió otro sumario para comenzar nuevas diligencias aclaratorias.
Tenemos entendido que el juez, de Avila se ha inhibido a favor de su compañero el de Cebreros, Sr. Bartolomé Vicente, a quien la Audiencia habrá enviado el sumario para que lo continúe.
Se hace preciso que las diligencias se activen cuanto sea posible para aclarar definitivamente este asunto, que desde el primer momento el rumor público, según ya dijimos a raíz del suceso en otro diario, encaminó por los cauces en que ahora se desliza.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Ávila, 3 - 11 - 1920,
La Libertad, 18 de noviembre de 1920
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
El juez de Cebreros, encargado de continuar el sumario
Ya se ha recibido en la Audiencia de Avila la comunicación de la Fiscalía del Supremo ordenando la continuación del sumario para depurar las responsabilidades que procedan por las denuncias formuladas por los condenados a propósito del asesinato de don Remigio Miranda en el correo de Galicia.
El fiscal de aquella Audiencia ha oficiado al juez de instrucción de Cebreros para que proceda a incoar el oportuno sumario, entendiendo que a él corresponden las actuaciones, ya que el crimen se descubrió en aquel término judicial.
La impresión en Ávila
Esta resolución del Tribunal Supremo ha causado excelente impresión en la provincia de Avila.
Se comentan vivamente las consecuencias de la nueva actuación judicial, y se aplaude unánimemente la campaña de LA LIBERTAD, merced a la cual se ha logrado sean atendidas las denuncias formuladas.
Más comentarios
También se comenta el vacío con que el resto de la Prensa acogió la nueva denuncia del «Feo de Veguellina», que en sí tiene tan gran interés, que la Fiscalía del Supremo, al recibirla, ha entendido de elemental justicia el proceder en consecuencia.
De cualquier manera, en la denuncia existe un delito, porque de no ser virtual o comprobable lo denunciado, existirá, desde luego, el delito de falsa denuncia.
Además, se supone que la Dirección general de Seguridad, al conocer lo denunciado, habrá ordenado la vigilancia preventiva de los denunciados, Joaquín Quirós, «Bacarrota»; Pedro, el «Moreno»; Francisco, «El del Berrón», y Agustín Cabezón, «Vilortas», para que al ser reclamados puedan ser puestos a disposición del digno juez de Cebreros, quien, como dijimos antes, es el encargado de continuar la instrucción del sumario.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 17 Noviembre,
La Libertad, 19 de noviembre de 1920
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
Las primeras diligencias
Avila, 18.—Se espera con gran interés las primeras diligencias del juez de Cebreros, D. Manuel Vicente Bernabé, que ayer dedicó el día a estudiar el sumario y la causa se guida contra el «Feo de Veguellina».
La opinión estima que debiera nombrarse juez especial para que tuviera libertad de trasladarse a Avila y a León, punto este último donde radica todo lo que con las nuevas denuncias se refiere.
Hay gran expectación por saber si la Dirección general de Seguridad, cumpliendo un elemental deber de precaución, tiene vigilados al «Bocarrota», al «del Berrón» y al «Vilortas», acusados por el «Feo de Veguellina» como autores materiales del asesinato de don Remigio Miranda.
En Avila no se habla de otra cosa y se recuerdan detalles muy interesantes del proceso. Uno de ellos es el que se refiere a la participación del «Bocarrota» en el crimen.
Cuando fue detenido —este es un punto muy importante del anterior sumario — se comprobó que durante una temporada había estados algunos días en Hospital de Orbigo haciéndose pasar por ganadero y gastando una crecida cantidad, que él trató de justificar diciendo que procedía del robo de una cartera con 4.000 pesetas, realizado en Peñaranda de Bracamonte.
El juez instructor ofició al de Peñaranda y a los de todos los partidos judiciales limítrofes, y en ninguno se había cometido semejante robo. No justificó, pues, el «Bocarrota» la tenencia de aquellas pesetas, ni tampoco dónde había estado los días en que se cometió el crimen, y, sin embargo, fue puesto en libertad y se sobreseyó la causa que contra él se seguía.
Es posible que ahora, si cae en poder de la justicia, cosa que se puede dudar porque ha tenido tiempo de huir y de ocultarse, se encuentre la verdadera pista y el verdadero culpable de este crimen, que a todos, y principalmente a la administración de justicia, interesa que no quede, impune.
H. F. E.
Ávila, 18 - 11 - 1920,
Anuario Garciceballos. 1 de enero de 1921 a 31 de diciembre de 1922
Fomento Agrícola Español 7220
Domicilio. —Madrid, Cruz, 17
Sucursales.—Va1encia, Plaza Niño de San de San Vicente, 2„ y Jaén, Puentezuela, 3.
Apartado de Correos.—774.
Dirección telegráfica.—"Fae".
Teléfono. 2408-M,
Capital suscrito. — 1.50.000 pesetas.
Objeto. Toda clase de operaciones para fomentar el crédito agrícola. Sistemas de participaciones preferentes y ordinarias de 500 pesetas, con derecho a préstamos anuales, etc.
Consejo de Administración.— Don Isaac Balbuena Iriarte, presidente duque de San Fernando de Quiroga, vicepresidente; don Crescente López Ramírez de Arellano, don Carlos Serrán Ruiz de la Puente, don Antonio Pacín, don José Serrán y don Melchor García Moreno.
El Imparcial, Madrid. 25 de septiembre de 1921
Diario de la Marina, Madrid, 26 de Septiembre de 1921
La pista de un crimen
En Ávila se están haciendo gestiones activas encaminadas al descubrimiento del crimen vulgarmente conocido con el nombre del crimen del correo de Galicia en que apareció asesinado el señor Miranda.
El juez especial que incoa el sumario que se abrió a consecuencia de las declaraciones que hizo ante el Tribunal juzgador dicho condenado, ha venido a Avila tres veces, practicando diversas diligencias, acerca de las que nada se ha podido saber.
También han llegado, procedentes de León, donde residen, don Bonifacio y don Nicanor Miranda, hermanos de la víctima del crimen don Remigio Miranda, y los cuñados de éste don Alfredo Barthé y don Marcelino Valbuena.
Se ha visto entrar en la cárcel a un sujeto, parecido a uno de los hermanos políticos del asesinado, y todavía no ha salido; ignorándose a consecuencia de las investigaciones que practica el juez éste le retiene a su disposición.
Parece, por ciertos indicios y por el inusitado movimiento que se advierte en los funcionarios judiciales y policíacos, que el asunto ha vuelto a complicarse, y no será extraño que ahora se llegue al total esclarecimiento de la misteriosa muerte de don Remigio Miranda.
La Libertad, Madrid. 28 de septiembre de 1921
El crimen del correo de Galicia
Nuevas diligencias del Juzgado especial
Hacia la verdad. -Barthe ha estado detenido. -Marcelino Balbuena, preso e incomunicado
Exhumación de una vieja historia
Han pasado tres años desde que ocurrieran los hechos a que nos referimos; los dias, en su monótono pasar, han ido borrando impresiones y deshaciendo recuerdos, por lo que, antes de que hechos nuevos vengan a traer otros elementos de juicio, es preciso exhumar la vieja historia, resucitando una tragedia que se quiso sepultar para conveniencia de algunos.
La noche del 28 de Octubre de 1918, en uno de los coches de primera del correo de Galicia aparecía muerto, de una horrible cuchillada en el cuello, el viajero D. Remigio Miranda. Junto a él su saco de viaje permanecía intacto; en el cadáver fueron halladas 300 pesetas, en unión de otros documentos.
La presencia de estos efectos hizo suponer que el móvil del crimen no pudo ser el robo, y como los hechos obedecen fatalmente a un algo que los inspira y los da existencia, se hubo de buscar entre otros motivos la causa de aquel asesinato que, ejecutado al amparo de la noche, quedaba sumido en las sombras de una impunidad, mientras a su alrededor gravitaba intensamente el misterio en una envolvente sucesión de quimeras.
Un reportaje de LA LIBERTAD
No obstante la red que tendía el sumario que se iba en aquel entonces practicando contra determinadas personas; pasando por alto el rumor popular, que asimismo marcaba el mismo rumbo, se apartaron hacia un lado estos indicios, que iban tomando cariz de prueba casi plena, y sólo la atención judicial se fijó en el «Feo de Veguellina», que fue procesado como autor de un asesinato y condenado después por un Jurado a cadena perpetua.
No habló éste durante su proceso ni en las sesiones del juicio, por razones que ya explicaremos. Mas cuando se vio condenado a una pena tan severa, «cantó»; cantó claro, tan claro, que su acusación fue rotunda, definitiva, aplastante, contra aquellas que se escamotearan del sumario sin saber por que, en un bonito juego de prestidigitación, quizá poco hábil, aunque nos conste la buena fe de la eliminación: prejuicios, convencionalismos, lo de siempre.
Mas no pasaron estos indicios desapercibidos para la sagacidad y el gran olfato de mi muy querido compañero Heliodoro F. Evangelista, a quien una indisposición aleja de aquí en estos instantes, y de un modo magistral, soberano, supo llevar a las columnas de LA LIBERTAD la entraña del asunto, y LA LIBERTAD solamente, en medio, del silencio de todos, dio el grito de alarma; y uniendo elementos, que se apoyaban en príncipios ciertos, fue labrando los cimientos de este nuevo proceso, que con una constancia y un cariño dignos de la mayor admiración está formando cual monumento digno de imitar el dignísimo e inteligente juez de Cebreros D. Manuel Bernabé Vicente, nombrado especial para este asunto.
En la colección de LA LIBERTAD queda la suprema y atinada labor de Evangelista, marcando desde el primer momento el rumbo que se había de seguir, que es el mismo que después de tanto tiempo un juez valiente y recto ha emprendido.
La actuación del Juzgado. -Detención de Alfredo Barthe
Ya explicaremos el motivo de la tardanza del diligenciado, nunca achacable al juez, que ha tenido y tiene que luchar, lo mismo que el teniente fiscal, Sr. Garralda, encargado de inspeccionar este sumario, con infinitas dificultades.
El sordo clamor de las anodinas páginas de aquel sumario incoado anteriormente, y que sirvió de base para la condena del «Feo», las ha utilizado el juez especial que ahora incoa éste para caminar hacia la verdad de este crimen. El juez camina con paso seguro por un sendero derecho que conduce a un final de triunfo. Entre la maraña de aquellos folios está guardada la verdad, y apoyándose en esos indicios tan acusadores, se ordenaron diligencias de un acierto insuperable.
Basándose en una historia de familia, historia que guarda en si un nido de ambiciones, el Juzgado requirió la presencia de Alfredo Barthe, cuñado del asesinado D. Remigio Miranda, al mismo tiempo que era llamado Marcelino Balbuena, el otro hermano político de Miranda, ante la presencia judicial.
Lo debió estimar conveniente el Sr. Bernabé Vicente que ambos famliares, Bartbe y Balbuena, se entrevistasen, y a este fin quedó aquél detenido hasta que compareciese el otro, y así fue; detenido Barthe durante veinte horas, fue puesto en libertad cuando su cuñado Marelino Balbuena ingresaba en la cárcel de esta población.
Proceso y prisión de Balbuena
Una vez detenido, se procedió a carearle con el «Feo de Veguellina» y con otro personaje que pasó en el proceso anterior como una sombra, como un fantasma. Este individuo se llama Pedro Ortega el «Rubia».
Las resultantes de estos careos, unidas a los elementos de juicio de que el juez disponía, le impulsaron a procesar a Marcelino Balbuena, y ayer fue firmado el auto, como asimismo el de prisión, sin fianza, quedando el preso, por orden judicial, incomunicado. Cuando el Sr. Bernabé Vicente ha tomado tan severas medidas, las causas que a ello le han impulsado deben ser gravísimas. ¿No es cierto?
Un pleito de familia
El juez, consciente de sus deberes, guarda el secreto sumarial cerrándose en un mutismo absoluto. Así es que tenemos que recurrir a medios indirectos para averiguar algo de lo que se actúa.
Rueda una historia familiar por las páginas del que pudiéramos llamar sumario viejo que no deja de tener interés y que, a modo de dato curioso, damos a conocer. D. Remigio Miranda contrajo matrimonio con una hermana de Marcelino Balbuena; a la muerte de esta señora, sin hacer testamento, quedaba legalmente heredero en usufructo de parte de los bienes de su mujer, en unión de sus cuñados, quedando la fortuna unida por tener la familia negocios comunes, entre otros una mina de carbón, que, dadas las circunstancias de aquel entonces, la guerra, se trataba de vender en tres millones de pesetas.
Solicitó Miranda de sus cuñados la separación de bienes para obrar a su albedrío, en completa independencia, encontrando al principio una gran resistencia, que pudo vencer después de haber dirigido una enérgica carta, que obra en las páginas sumariales.
Convinieron, al fin, según parece, en una reunión celebrada en un importante pueblo de la provincia de León, en aceptar la proposición de Miranda y en otorgar a este efecto la oportuna escritura, formalizando este extremo.
En este intervalo, o sea entre la reunión referida y el día primeramente señalado para la firma de la escritura, el Sr. Miranda realizó el viaje a Madrid que hubo de costarle la vida de modo tan trágico, mientras allí en las páginas sumariales quedan unos consejos paternos, advirtiendo al hijo de unos peligros que él confiado calificó de quiméricos y absurdos.
Por qué calló «el Feo» y luego «cantó»
Se habla con insistencia del silencio mantenido por el «Feo de Veguellina» durante toda la tramitación del proceso; este silencio fue tomado por muchos como la prueba evidente de su culpa. Nada más lejos de la realidad; afirmar tal extremo es desconocer la psicología del hampa.
Preguntándole sobre esto, nos contestaba:
—Yo callé por conveniencia; si yo hablo, habiendo declarado que tenía conocimiento del hecho y que había recibido por mi silencio unas pesetas, me esperaban seis años; si callaba, contra mí no había pruebas capaces para condenarme como autor, y si me iba a la «trena» por seis años, al salir, tenía yo una «viña» y no tenía más que «vendimiar». ¡ Cualquier día me iba a negar a mí la «viña» lo que le pidiese!
Pero las cosas no pasaron a su gusto; las uvas estaban verdes, y, en vez de seis años, le «salieron» treinta, y era mucho esperar la «vendimia»; se podía secar la cepa o quitársele el gusto al catador, y entonces el «Feo» «cantó», y .«cantó» claro.
En qué se basó el juez para procesar a Balbuena
En los antecedentes sumariales sacó el juez una conjetura: el sumario le marcó el camino a seguir; pero faltaban datos; era preciso algo más, y el Sr. Bernabé Vicente lo encontró en la declaración del «Rubia», que acusó definitivamente, de acuerdo con lo que afirmaba el «Feo». Pero aún hubo más, y esta prueba nueva la constituyeron los dos careos que ha mantenido Balbuena con los otros dos personajes de este drama, careos que mañana daremos a conocer.
NARCISO F . BOIXADER. Ávila, 27 Septiembre.
Diario de Burgos, 30 de septiembre de 1921
El crimen del correo de Galicia
Uno de los cuñados de la víctima aparece como inductor del delito
Ávila 29 —Continúa apasionando vivamente a la opinión la exhumación del sensacional proceso del crimen del correo de Galicia, del cual fue víctima el rico minero de la región leonesa don Remigio Miranda.
Este, como se recordará, era viudo, y a la muerte de su esposa quedó como usufructuario de la parte que a ella correspondía con un productivo negocio de explotación minera de carbones a que se dedicaba la familia.
Como el señor Miranda no se lleváse bien con sus hermanos políticos D. Alfredo Barthe y D. Marcelino Balbuena, esposos de las hermanas de la finada, liquidó el negocio, y sus cuñados le entregaron un documento por valor de millón y medio de pesetas, que el señor Miranda se dispuso a depositar en Madrid en casa de un notario.
En el viaje perdió lo vida, apareciendo, al llegar el correo de Galicia a la estación de Navalperal, con una cuchillada en el cuello.
Al registrarse el cadáver, el documento había desaparecido.
Después de incesantes trabajos policiacos, fue detenido, como autor material del crimen, un quincallero apodado «El Feo de Veguellina» No obstante se aseguraba que este individuo, la noche del crimen, fue visto a 150 kilómetros del lugar donde debió ser asesinado el señor Miranda.
Al verse la causa ante la Audiencia de Ávila, «El Feo de Veguellina» hizo revelaciones importantísimas merced a las cuales fueron llamados hace dos días, ante el juzgado especial, loa cuñados de la víctima, señores Barthe y Balbuena.
Primero compareció el señor Barthe, que quedó detenido. Un día después llegó D. Marcelino Balbuena, Barthe, entonces, es puesto en libertad, pero Balbuena queda detenido e incomunicado.
Entre éste y «El Feo de Veguellina» se celebró un careo de una hora, en el cual, el quincallero, acusa al cuñado del señor Miranda, diciéndole que fue él quien, en una taberna de Trobajo, acudió a entregar un sobre con 15.000 pesetas, pago de un crimen cometido por «El Bocarrota», Agustín Cabezón Rodríguez «Vilorta», Francisco «El del Berrón» y «El Rubio de Palencia».
Este individuo, que estaba preso en Burgos, es traído a Ávila y reproduce las acusaciones contra el señor Balbuena. que niega rotundamente.
«El Feo de Veguellina» y «El Rubio de Palencia» continúan acusándole, y, detallando el segundo que el señor Balbuena entregó a «Bocarrota» 5.000 pesetas antes de cometer el asesinato y luego, en la mencionada taberna denominada «La Concha», 15.000 más, que completaban el precio convenido por el asesinato.
«El Rubio de Palencia» niega ser autor material del hecho, como dice «el feo de Veguellina»; pero en cambio confiesa que la noche en que fue asesinado el señor Miranda, viajaba en el correo de Galicia en unión de «Bocarrota», al que vio muchos billetes de Banco, de «el Vilorta» y de Francisco «e1 de Berrón».
Añade que «El Bocarrota» se arrojó del convoy, el llegar éste a las proximidades de Palencia, rompiéndose el pantalón.
Los demás asesinos debieron apearse en Venta de Baños o Villalba. Se sabe que luego regresaron a Palencia, compraron allí ropa y se marcharon a León.
Tal es el estado en que actualmente se halla el proceso seguido por el ruidoso crimen del correo de Galicia.
Contra el señor Balbuena ha dictado al juez especial auto de procesamiento, Prisión sin fianza e incomunicación rigurosísima, y las autoridades se dedican activamente a la busca y captura de «el Bocarrota». «el Vilorta» y Francisco «el del Berrón».
La Libertad, 30 de septiembre de 1921
HACIA EL FINAL
El crimen del correo de Galicia
La falta de ampliación de jurisdicción puede conducir a otros errores. Un paréntesis de once meses. -«El Feo» acusa con más firmeza. -Lo que dice «el Rabia»
A Madrid
Anoche me envió un telegrama Evangelista en el que me decía que llegaba en el correo. Di un suspiro de alegría.
A las dos y media le recibí en la estación; está aún enfermo; pero el espíritu del deber puede en él más que su indisposición. Su llegada me libra a mi de este tormento del reportaje. Fueron dos alegrías juntas las que me proporcionó su presencia: una, la de abrazarle; otra, la que representa mi liberación. Aquí lo dejo. El llevará al lector la esencia máxima del suceso; sabrá buscar en el misterio y ver en las sombras; así es la habilidad de Evangelista.
Yo me voy a Madrid esta noche; otros deberes me llaman allí.
Bajo la zarpa. -Cuestiones absurdas
Cuando el digno y valiente juez Sr. Bernabé Vicente fue nombrado especial para la dirección de este sumario, su primer cuidado fue elevar a la Superioridad un suplicatorio solicitando que su jurisdicción fuese ampliada del término de esta Audiencia a otros puntos.
Pasaron días y no llegaba al Juzgado la contestación a este suplicatorio; pasaron meses y un silencio ancestral siguió imperando; nada, ni una letra oficial consintiendo, o negando; silencio siempre, un silencio molesto y misterioso que se sucedía como obediente a una consigna. La labor del Juzgado en este asunto no puede quedar limitada a tan estrechos moldes; el que pudiéramos llamar nuevo sumario toma rumbos distintos y ha entrado en un periodo emotivo, en el cual la actuación judicial es difícil, espinosa; al llegar este instante deben desaparecer los arcanos y romperse los convencionalismos y deshacerse los tapujos. Sí la acción judicial ha de ser una cosa seria y formal, sí no se ha de convertir en un juego de niños o en otro peor, que por pudor y pos respeto no nos atrevemos a calificar. Aunque la calificación o el adjetivo —no hay redundancia— está en la punta de la pluma, al juez se le deben dar omnímodas facultades, libertad amplísima para que se mueva a su antojo, para que a su albedrío, y según el dictado de su conciencia, haga y deshaga.
¡Hay un teniente fiscal al lado del juez que inspecciona el sumario! ¿Más garantías? El Sr. Garralda representa junto al sumario al fiscal del Supremo, y al decir esto llegan hasta nuestro recuerdo las palabras que nos decía D. Victor Covián cuando nosotros dos llegamos ante él para pedirle que se ampliase el diligenciado de esta causa a raíz de la condena de «el Feo».
«Estoy dispuesto a romper soluciones arcaicas, quiero normas muevas, he de procurar por todos los medios posibles que la justicia se cumpla como debe cumplirse, sin escatimar en ello nada. »
El fiscal Supremo no puede haber cambiado de opinión; conocemos a D. Victor Covián y sabemos mucho de su integridad.
¿Quién entonces, malévolamente, silencia esta autorización al juez? ¿Qué motivo serio existe para que nazca ese miedo a que el Sr. Bernabé Vicente llegue a León, a Palencia, quizá a Bilbao?
¿Qué propósitos se encierran aquí?
A más que esta negación explicita lleva en si, encierra en su fondo, un peligro inmenso, que si tras él se va, sería una habilidad tan tristemente perversa, que nos horroriza darle cabida en nuestro pensar.
El juez carece de jurisdicción fuera del término de la Audiencia de Avila. Antes no había fijeza en el lugar de la comisión del delito, y por haberse descubierto en Navalperal, la jurisdicción corresponde al juez de Cebreros, pero en la actualidad existen motivos más que fundados para suponer que el crimen se realizó entre Palencia y Venta de Baños, y si esto es así, y el juez carece de jurisdicción propia en ese término, tendría que inhibirse a favor del magistrado de ese territorio, y esto sería el absurdo mayor que darse puede.
La actuación del Sr. Bernabé Vicente, su trabajo, su interés, no pueden quedar supeditados al capricho de un juego más o menos hábil.
Señor Ministro de Gracia y Justicia, su excelencia tiene la palabra en este asunto. Al Juzgado especial que instruye este sumario se le debe ampliar esa jurisdicción que solicita; consulte, consulte el caso con personas peritas en hondos problemas de Derecho.
Pues de no concederse esa libertad de acción al juzgado especial, tendríamos que pensar que en España existe un juez instructor a quien se le niegan atribuciones para el completo desarrollo de su noble cometido, y cuando esto ocurre por algo será, todas las cosas tienen en está vida su explicación lógica.
De Noviembre a Septiembre. -Un incidente. -Se pide que callemos. -¿Se llegará al final?
Para mejor ilación de los hechos desarrollados y para que nuestros lectores puedan tener noticia exacta de cuanto en este suceso ha venido ocurriendo, se hace necesario remontarnos a los últimos días del mes de Noviembre ultimo.
Ya considerábamos cumplida nuestra misión, cuando el ilustre fiscal del Tribunal Supremo, D. Victor Covián, interpretando la campaña que en pro de la verdadera justicia desarrollada en La LIBERTAD, ordenó a la Audiencia de Avila la continuación del sumario que nos ocupa, tomando cómo base la laguna que aparece con uno de los encartados, con Joaquín Quirós Menéndez («Bocarrota»), o José Amor González («el Charo»), que de ambas maneras se hizo llamar este sujeto, tan importante para el completo esclarecimiento de este asesinato.
En este estado, considerando que LA LIBERTAD había cumplido su deber, quedamos al margen del sumario que debía ser instruido por el digno y competente juez de Cebreros, D. Manuel Bernabé Vicente.
En un hotel de esta capital almorzábamos, en unión del gran criminalista D. José Serrano Batanero, pronto el tren debía llevarnos a Madrid. Un amigo que goza de gran prestigio en Avila nos dio la noticia de la llegada a la ciudad de D. Alfredo Barthe y don Marcelino Balbuena.
Según se afirmaba, era su propósito pedir el desglose de un documento del sumario, ya archivado, y buscar forma o causa de una querella.
Primero en el comedor del hotel, luego en el automóvil que nos conducía a la estación, y, por último, en el vagón, ambos señores y nosotros marchábamos juntos.
No se cruzó una palabra; sólo, sí, en la mirada de ellos creímos encontrar una ráfaga de odio...
Fue grande nuestro asombro; luego quedará demostrado, como lo estuvo siempre, que nuestras campañas son nobles, justas, sanas, mirando sólo al bien del pueblo y pidiendo con nuestra omnímoda independencia justicia para todos...
Han transcurrido unos días; los firmantes acudimos a un espectáculo y en él hallamos al Sr. Balbuena. Un pretexto le sirvió para pretender un escándalo y hasta intentó una agresión.
Nada de lo que se propuso logró, porque, sin duda, al ver nuestra actitud comprendió que no le convenía.
Los nervios se calmaron y D. Marcelino Balbuena, de acuerdo con nuestra campaña, sólo anhelaba el triunfo de la verdad.
Después de esta escena, cuando. los esfuerzos de todos parecen encaminados a lograr un fin, y todavía no transcurridas veinte horas, un nuevo incidente se presenta.
Ahora la escena se desarrolla en el despacho de nuestro director, en la propia redacción de LA LIBERTAD,
D. Alfredo Barthe, personalmente, en términos que más que de súplica parecen de exigencia, pide nuestro silencio.
Oteyza, nuestro querido director, digno como siempre, enérgico como el caso requería, se opuso a lo solicitado por el visitante, rechazó algunos conceptos, proclamó nuestra sagrada independencia y sana imparcialidad, terminando por invitar al Sr. Barthe a que nos ayudase a demostrar quiénes fueron los verdaderos asesinos de su concuñado, D. Remigio Miranda.
La campaña de LA LIBERTAD dio sus frutos la fiscalía del Supremo había ordenado la continuación del sancionado sumario, que ahora, a los once meses, ha entrado en un periodo de interés intenso.
¡Quiera la diosa Themis que un nuevo tropezón no la haga perder el fiel de la balanza y que de sus manos se desprenda la espada, simbólica».
¿Pruebas de descargo?
A pesar de la reserva sumarial, hemos podido averiguar que D. Marcelino Balbuena ha prometido al juez demostrar que no puede ser autor de los hechos denunciados, por cuanto el día 4 de Noviembre él estaba en Bilbao.
Según el Sr. Balbuena, el día 2 de dicho mes estuvo en uno de los principales hoteles de Bilbao; el día 3 abrió una cuenta corriente en el Banco de Vizcaya de aquella capital, y desde el 4 al 14 permaneció todavía en el hotel aludido.
Prometió el declarante ofrecer al juez, dentro de breves días, prueba documental de lo manifestado, añadiendo todavía en qué ocupó el resto de los días de aquel mes.
«El Feo» nos refiere su careo con Balbuena. - También acusa «el Rabia». -Esperando otros careos. -¿Una prueba? -Una carta del juez. - ¡No puede ser que yo pague sus culpas!
Hemos vuelto a hablar con José Alonso, «Feo de Veguellina».
La amabilidad del director de la cárcel de Avila, D. José de las Heras, nos facilita un despacho independiente.
«El Feo» nos agradece cuanto por el hemos hecho, y sin gran esfuerzo nos cuenta detalles de su careo con D. Marcelino Balbuena.
«Yo le he acusado, como les anuncié en Noviembre, de ser quien pagó la muerte de Remigio.
Ha negado; pero de nada sirve; bien vio el juez que yo decía la verdad sin excitarme; el, no; él quiso pegarme, y eso no es dar razones como yo las doy.
Ahora ya no callaré, como parece que se pensaba; diré todo, todo...»
El condenado está impasible; no se altera; refiere las escenas más repugnantes con una serie de detalles abrumadores y con una sangre fría que aplana.
«Además de saber lo que hizo cuando ya estaba libre, sé lo que ha hecho mientras ha estado en la cárcel; aquí me entro de todo; le hemos vigilado mucho.
Ya le he demostrado que sé cómo hace pocos días perdió 12.000 duros en León.
Pero ya no bastan mis afirmaciones; allí está abundando en ellas el careo con «el Rabia», quien también le vio en Trobajo, en la taberna de la Concha el día que dio los tres mil duros.
Y esto no lo lo digo ahora, sino que lo dije siempre; recuerde que lo publicó LA LIBERTAD en Noviembre, «Dije que estaban presentes «Vilortas», «Bocarrota», Francisco «el del Berrón y Pedro «el Moreno». Este es «el Rabia».
También tienen ustedes en su poder cartas mías del mes de Diciembre, de Enero, de Marzo, de Mayo, en las cuales, de una manera clara y terminante, acuso. ¿Por que no las han publicado? ¿No querían hacerlo creyendo que eran injurias? Pues ya verán como todo era cierto.»
Efectivamente, en nuestro poder obran documentos terminantes que «el Feo de Veguellina» nos envió, y que no hemos publicado para que la campaña que seguimos no pareciese personal.
Todavía quisimos acceder a una demanda...
«Deseando estoy —continúa diciéndonos José— que aparezca «Bocarrota» pura aclararlo todo.
Ya ha venido Concha, y en mi careo con ella veremos si me mega a mí que ella vio en su casa al señor que llevó el dinero; veremos si no confirma que allí lo repartimos y que después jugamos.
Y no valen ardides, la persona que diese el «santo» de los movimientos de Remigio tenía que ser persona muy allegada, porque conocía con mucha antelación los viajes del muerto.
¿Una prueba? Recuerden que un día tenía proyectado un viaje a Pola de Gordón, donde había de abonar a D. Manuel Abastos una cantidad que le adeudaba. Entonces se pensó asesinarle, pero Remigio encontró al señor Abastos en la calle Ancha, de León, y allí mismo, sin acceder al requerimiento de su amigo para retirarse a un sitio reservado, le abonó la cantidad.
«Todo ello lo presenciaron los espías de Remigio, los que días después lo asesinaron.
El juez puede llamar a D. Manuel Ahastos, preguntarle sobre estos hechos y así se verá si yo miento.
Tengo una confianza absoluta en la actuación de este juez; pero esto tardará mucho tiempo en aclararse, porque según parece no puede actuar como quisiera.
Miren lo que me contestó a una carta mía.
Y José Alonso nos entrega una carta del juez especial, que dice así:
«Hay un sello. —El juez de primera instancia e instrucción. — Cebreros, 28 de Febrero de 1921. —Sr. D. José Alonso. Muy señor mio: La carta anterior de usted y las que hoy recibo han quedado unidas a la causa, y acordadas y en práctica las diligencias que de ellas se derivan; no sólo porque en ello va el cumplimiento de mis deberes, sino por dictados de conciencia, no demoro un solo instante la instrucción de la causa, y por otras, que no me son imputables, su tramitación no lleva la actividad que yo deseara. No sé lo que resolverá la Audiencia territorial sobre nombramiento de juez especial; pero en interés de la justicia y de usted, no dude, hasta que yo pueda escucharle, en darme por carta cuantos datos puedan contribuir al esclarecimiento del hecho. —Cariñosamente le saluda, M. Bernabé.»
Nuestro interlocutor sólo se excita cuando le decimos que dentro de pocas horas acaso sea puesto en libertad el Sr. Balbuena por falta de pruebas. Entonces el «Feo», con mirada viva que señala una rabia feroz, dice:
«Si yo viese a ese hombre salir en libertad, a pesar de ser tan pequeño y él tan corpulento, sería capaz de despedazarle...
Luego, débilmente, como consecuencia de un doloroso pensamiento, exclama:
«¡ No puede ser que yo pague sus culpas !»
El «Feo» es llamado por el juez para unas diligencias y se despide de nosotros pidiendo que volvamos...
Hablando con «el Rabia»
Ayer, por la tarde, tuve ocasión de hablar con «el Rabia», el cual no está, aunque se ha dicho, incomunicado oficialmente.
Estamos en una habitación solos los dos. Su presencia me recuerda a los ejemplares catalogales de Lombroso. Fiero aspecto, mirada incierta y escrutadora; viste el traje del penado. Esta causa le ha perjudicado en su libertad, pues, condenado por hurto, estaba a punto de «coger» la «condicional»,. Es hombre del «patio», habla el «argot» y sabe de la «vida».
Hablamos, divagamos; el «Rabia» es «difícil».
Al juez le tiene un gran pánico, tanto que, después de haber sufrido el primer interrogatorio, se negó a subir a la presencia judicial.
—No voy, no voy; a mí no me «lía»; hace que diga lo que él quiere; no, no declaro más.
Pero subió y declaró.
De esta declaración nada sabemos.
—Yo vengo aquí para salvar al «Mellao»; él no sabe nada de todo esto —me dice—, y aunque yo me pierda con esto, no me importa; el «Mellao» «está inocente» de este crimen, «pues siquiera yo iba en el tren»... Se muerde los labios, vacila, no me mira a la cara. Sigue:
El «Mellao», cuando esto ocurría, estaba herido en la mina; un tablón, desprendido en una galería, le rompió el labio y los dientes.
De entonces viene el apodo...
(El «Mellao» nos ha dicho que esto es de nacimiento.)
En cuanto puede, procura desvirtuar la versión del tren, y dice:
—Yo subí en Palencia; en el mismo coche venían «Vilortas» y «Bocarrota»; traían trajes nuevos y enseñaron billetes. En León se bajaron. Volvían ya de «aquello».
A continuación me refiere la escena de la taberna de la Concha,
—Yo estaba junto al mostrador tomando «un vaso», cuando legó Balbuena y «se entró para el cuarto». A lo que fue no lo sé. Yo me quedé fuera y nada vi.
—¿Pero era Balbuena?
—Si, si; seguro.
—Y lo del pañuelo, ¿es cierto?
—Si señor; es verdad.
Después de esto nada más dice:
—Yo no se nada del crimen ni del dinero; yo sólo he venido para salvar a un inocente.
El diligenciado de hoy
Esta mañana llegó el Sr. Bernabé Vicente; durante su ausencia, anoche, ingresó en esta cárcel la Concha; al presentarse a la llamada judicial se encontró con la desagradable sorpresa de su detención.
Sabemos que será sometida a un extenso interrogatorio y después será careada con el «Feo», Balbuena y «el Rabia».
Del resultado de estas diligencias nada podemos decir: mañana daremos cuanta de ellas.
La ficha dactiloscópica de «Bocarrota»
Como dato curioso, y al mismo tiempo con objeto de que sí Joaquin Ginés, «Bocarrota», se encuentra en alguna prisión, bien sometido a un procedimiento o sufriendo quincena, y de este modo ser reconocido, damos a conocer la fórmula de la expresión dactilar del reclamado.
Esta es: V — 3333 = V — 2222.
Es conocido además con el nombre de José Amor González, «el Charo».
HELIODORO F. EVANGELISTA
NARCISO P, BOIXADER
Ávila, 29 Septiembre 1921.
La Libertad, 1 de octubre de 1921
El crimen del correo de Galicia
¿Se pretende otro absurdo legal?
Ayer salió para Madrid mi querido compañero Narciso Fernández Boixader para encargarse de su sección, tan apreciada por nuestros lectores y tan admirada y temida por quienes administran justicia o bien laboran alrededor de este ministerio.
Un poco confuso he quedado, porque Boixader me abandona cuando este asunto más precisa de sus vastos conocimientos jurídicos y de su recta interpretación que de mi esfuerzo reporteril.
El había conseguido en el poco tiempo que intervino penetrar en la maraña del sumario y manejar sus hilos de manera eficiente y magistral.
Procuraré con mi voluntad suplir su competencia. Veremos si lo puedo conseguir.
Gran expectación. -Los comentarios de las gentes. -El pueblo entero exige termine esta situación.-Deben ser ampliadas las facultades del juez especial.
Hoy, a la llegada del correo, Avila entera esperaba impaciente a la Prensa de Madrid, para para leer las informaciones respecto al asunto que nos ocupa.
La plaza principal de la ciudad, conocida con el nombre de Mercado Grande, ofrecía, a las doce y media del día, un aspecto semejante al de la Puerta del Sol a las seis de la mañana. De las manos de los vendedores el público arrebataba los números de LA LIBERTAD, y todos leían, interesados, la información publicada.
Ahora, por la tarde, los comentarios no cesan en los cafés y círculos donde se reúnen más de dos personas. La base de las conversaciones es la restricción de facultades a que está sometido el juez especial. Según parece, hasta hoy nadie se había dado cuenta de que tal ocurría, entendiendo que D. Manuel Bernabé Vicente, al ser encargado de la continuación del sumario ya instruido y juzgado, tendría, por lo menos, las mismas facultades que su antecesor, don Pablo Callejo, hoy magistrado de esta Audiencia.
Continuar es seguir la misma ruta, aún cuando se pretenda obtener otros resultados, y para continuar la instrucción, si entonces se entendió la necesidad de amplísima facultad, las gentes profanas ni las personas peritas comprendes el porqué ha sido modificado aquel criterio.
¿No lo entiende así también el ministro del ramo?
Como señalábamos ayer en nuestra información, de ser obligado a inhibirse el juez que actúa, se perdería casi todo lo actuado y todos veríamos en esto una maniobra, aunque sólo fuese una cuestión de trámite.
¿A quién puede perjudicar la ampliación que el digno y competentísimo juez tiene pedida hace tiempo y que nosotros, en nombre de la opinión, suscribimos?
¿Acaso tienen la misma eficacia la impresión subjetiva que la contestación a un exhorto?
Refiriéndonos a este mismo asunto, podríamos demostrar que algunos trámites o exhortos se han demorado intencionadamente. Entendemos que estas razones son más que suficientes para que telegráficamente se le otorgue al juez la facultad que demanda. A pesar del tiempo perdido, podrían obtenerse detalles y pruebas contundentes.
Trabajos del Juzgado
En ninguna ocasión como en la presente pueden ser aplicados a un funcionario elogios más merecidos. Cierto que cumple con su deber; pero lo hace con excesiva actividad.
Yo no llamaré valiente a D. Manuel Bernabé Vicente por la labor que desarrolla, puesto que obra en conciencia; pero si diré que es un juez activo, recto y justo.
El día de ayer fue de un trabajo abrumador.
A las nueve de la mañana llegó de Cebreros; a las diez se constituyó en la cárcel, y acompañado del actuario Sr. Rovira, y comenzó a trabajar, dando por terminada su labor a las tres de la tarde.
Por la tarde, a las cinco se personó de nuevo en la prisión y desarrolló su actuación hasta las diez de la noche. Así, pues, el Sr. Bernabé Vicente trabajó ayer durante diez horas. Sólo un momento pudimos hablar con él, cuando abandonó la prisión. .
A nuestras preguntas contestó con evasivas; por fin, afirmó que el sumario no había avanzado ni un solo paso. Esto decían sus palabras, pretendiendo influirnos y llevar a muestro espíritu la desconfianza; pero en su semblante, aquella impresión subjetiva a que antes aludía, denotaba que el juez sigue viendo claro.
Otra vez con «el Feo de Veguellina». -Reconocimientos en rueda y aislados. -Una mirada de compasión. Concha no «quiere» reconocer a nadie. -«El Rabia» también quiere rectificar cuanto ha dicho a ustedes y al juez
Como las manifestaciones del juez no eran suficientes para formarnos idea de cuanto había ocurrido en la prisión, solicitamos y logramos hablar de nuevo con José Alonso, por si su intervención en las diligencias nos daba lugar pasa deducir lo ocurrido.
Por esta conversación, podemos asegurar que Concepción Prieto Martínez, conocida de nuestros lectores por «Concha la de Trobajo», fue llevada ante una rueda de presos para reconocimiento de D. Marcelino Balbuena, el «Rabia» y «el Feo», Sandalio y Esteban.
La tabernera examinó, al parecer con detenimiento, a todos los reclusos de la cárcel, entre los cuales estaban unas veces, y otras no, según disposición del juez, aquellos cuyo reconocimiento. se pretendía. En todos estos momentos Concha contestó negativamente.
Se procedió luego al reconocimiento individual, y el resultado, según José Alonso, debió ser el mismo, por cuanto a él tampoco «quiso» reconocerle.
Al negar Concha el conocimiento de «el Feo», éste, indignado, la recriminó e invitó a fijarse en él y negar que le había visto en su casa muchas veces.
Según parece, la procesada terminó por confesar que le conocía. En este punto, el juez dio por terminada la diligencia.
Luego de esto, nuestro declarante se refiere a una escena ocurrida durante el conocimiento en rueda.
Asegura «el Feo» que al entrar Concha en el patio, él no perdió de vista a Marcelino y a la tabernera. Palideció el Sr. Balbuena y bajó la vista un instante, hasta que por fin las miradas de éste y la procesada se cruzaron. Vio entonces José que D. Marcelino dirigió a Concha una mirada de compasión, que se trocó en otra de inteligencia cuando ésta hubo contestado negativamente.
—Yo, en el momento —dice «el Feo»— llamé la atención del juez, porque aquella mirada «decía mucho»; pero el Sr, Bernabé Vicente me mandó callar, y callé; pero me parece que él también se «quedó con el cuento».
No sé qué conclusión quedará en el sumario como resultado de la diligencia; pero si el juez vio lo que yo vi, no puede ser negativa.
Ya ve usted—continúa—, hasta «el Rabia» debe de estar en combinación, porque no sólo tampoco conoce a nadie, ni le conocen a él, sino que además niega ahora cuanto le ha dicho al juez y cuanto les dijo a ustedes.
¡ Claro que en tres años que han transcurrido hay tiempo para todo !...
También «el Rabia» se sale ahora diciendo que vio a Marcelino que entraba en una taberna para hablar con «Vilortas», «Bocarrota» y «El del Berrón»; pero que no fue en la de Concha».
Y todo esto lo dice después de confesar en el Penal de Burgos que él intervino; de decirle al juez mil cosas durante nuestro careo, y de negarse a subir a declarar, negando que el juez le hacía confesar cosas que él nunca quisiera decir.
Una providencia
Según hemos podido averiguar a última hora, el juez ha dictado una providencia disponiendo sean trasladados al Penal de Burgos los condenados Sandalio Villar («Zamarreño»), Esteban Sánchez y los penados Jesús Grabulosa y Felipe Diez Muñoz «el Mosca», a quienes «el Rabia» les confesó haber intervenido en este asesinato y afirmar la inocencia de Sandalio y Esteban.
En mi información de mañana hablaré de estos dos interesantes sujetos y de otros detalles de interés.
La defensa del Sr, Balbuena
En la mañana de hoy el ex ministro don Pascual Amat ha elevado al Juzgado el escrito correspondiente acreditando haber sido nombrado abogado defensor del procesado D. Marcelino Balbuena y personándose en la causa que se instruye.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 30 Septiembre 1921.
La Libertad, 2 de octubre de 1921
El crimen del correo de Galicia
Luz en las tinieblas
Todos optimistas
De día en día va aumentando el interés que en todos ha despertado el giro tomado por las actuaciones judiciales.
Se espera que de un momento a otro serán dadas las órdenes para que el juez especial ejerza jurisdicción en toda la Península. Ya no sólo es necesaria esta medida, sino que se impone por razones de moral.
Como la continuación del sumario se ordenó hace más de diez meses y hasta ahora el digno juez que lo instruye no pudo actuar con la amplitud necesaria, hemos oído decir que había quien no concedía importancia alguna al resultado de la campaña de LA LIBERTAD.
En resumen, el suceso adquiere ahora el grado máximo de actualidad de tal manera, que el crimen parece ha sido cometido días pasados.
De recibir el juez la orden ampliatoria, la verdadera actualidad tendrá por escenario las provincias de León, Bilbao, Palencia y Valladolid, lugares donde verdaderamente se fraguó, desarrolló y ha tratado de borrarse el bárbaro asesinato.
Las actuaciones judiciales. -Momentos de emoción. -Declara la esposa del Sr. Balbuena
Como el día anterior, el juez, Sr. Bernabé Vicente, y el fiscal, Sr. Garralda, han trabajado ayer durame más de diez horas.
Desde muy temprano el Juzgado comenzó a practicar diligencias a base de los detenidos en Avila, toda vez que no había llegado a su poder ninguna contestación a los exhortos remitidos ni hecho acto de presencia ninguno de tos testigos citados.
El juez se entregó de lleno a practicar interrogatorios, haciendo desfilar por su despacho a casi todos los encartados.
Primero compareció el «Feo de Veguellina», más tarde el «Rabia de Palencia», seguidamente Balbuena, después Concha y finalmente declaró el celador del penal de Burgos Jesús Frabulosa.
Terminados éstos, el juez creyó necesario carear a varios de ellos, y así lo hizo, invirtiendo en ello largo rato.
El reporter ignoraba lo que en el despacho del juez ocurría; sólo de vez en cuando se oía la voz del Sr. Bernabé rechazando las afirmaciones del declarante; salía éste, entraba otro, que momentos después era llamado de nuevo, y el ajetreo terminaba con un nuevo interrogatorio individual.
Ya nuestra paciencia se agota, cuando uno de los procesados se excita y contesta a las preguntas con voz tan potente que llega hasta nosotros; pero, en resumen, aquello se reduce a una negativa cerrada; el declarante no sabe nada ni conoce a nadie.
Por la tarde, el juez continúa así hasta las cinco y media, hora en que llama a comparecencia al Sr. Bulbuena.
Cruza éste un pasillo, y al aparecer en el rastrillo le vemos de lleno. Su semblante delata sufrimiento; con un pañuelo enjuga su rostro. Viste de luto riguroso; del fondo negro de su vestuario sólo destaca su camisa blanca, cuya albura perturba una corbata larga y su rostro un tanto congestionado.
La diligencia dura más de una hora y de ella nada podemos decir. El juez pregunta y el procesado contesta, supongo yo, pero lo hacen muy quedamente.
Mientras esto ocurre, por el paseo que cruza el jardín de la prisión aparece una mujer joven enlutada absolutamente. Su rostro bello deja adivinar una amargura. Sus ojos, de mirada inquieta y penetrante, acusan buena inteligencia. Pregunta por el juez a un empleado; éste le contesta y ella contrae el gesto con nerviosa energía.
— Es la esposa de D. Marcelino Balbuena,— me dice al oído el director de la prisión, Sr. Las Heras.
Apenas el juez da por terminada la diligencia con el Sr. Balbuena, llama a comparecencia a la esposa. También hablan muy bajo. Nada se trasluce de lo que en la misteriosa estancia sucede, pero desde luego puede afirmarse que la declaración de la dama versará sobre relaciones de familia...
¿De qué otra cosa pudo tratarse?
Una de las veces, la señora alza la voz, y en tonos enérgicos, de rabia más bien, dice algo que no puedo entender, porque los nervios velan la claridad de las palabras al pronunciarlas con precipitación.
Cerca de las nueve y media de la noche, después de dos horas de interrogatorio, el juez da por terminada su actuación por hoy, y la dama abandona aquel recinto, donde el silencio más absoluto hace que aumente su respeto.
«El Rabia» acusa también a don Marcelino Balbuena
Ante mi está el «Rabia de Palencia», del cual hemos hecho ya un retrato hablado.
—Puede preguntarme lo que guste, que yo contestaré—comienza por decir.
A mi lado está su abogado, el joven colegiado de Avila D. Tomás Rodriguez.
Pienso en que el «Rabia» dice una cosa distinta cada vez y que ahora niega lo que afirmó antes, y opto porque sea él quien hable.
«Soy un honrado «arador», que en el campo gano mi sustento. Yo nunca quise lo de mis semejantes, ni la ambición o el odio me impulsaron a practicar el mal. Para confirmar esto luce el traje de presidiario. Completamente ajeno a este Suceso, he venido desde el penal de Burgos para salvar a dos inocentes, como son Sandalio y Esteban.
Un día, que no recuerdo si fue el 27 o de autos, estuve yo en Palencia, de donde soy. Allí pase la noche en compañía de cuatro amigos bebiendo. Acababa de llegar de mi pueblo, donde fui desde Oviedo para descansar un día.
El 28 por la tarde vi a Bocarrota, a Agustín y a otro, que iban con el hijo de Agustín. Juntos bebimos, y después tomamos todos juntos el tren mixto y regresamos a León. Durante el viaje, Agustín, que iba «mareado», dejó caer en el tren tres o cuatro papeles de esos del Banco, que recogió un empleado y le devolvió.
Al apearnos bebimos en des o tres tabernas y después ellos marcharon juntos, y solo ya yo me fui a acostar.»
Inmediatamente, piensa lo que ha dicho y añade:
«Mejor dicho, no recuerdo bien si participé o no de las copas. Esto creo que es lo mismo, porque yo no sabia nada.
Nada volví a saber de estos individuos hasta que un día, estando yo en una taberna del barrio de la Estación, no en Trobajo, que esa Concha no me conoce ni la conozco, sino en la taberna de otra Concha, que llaman a su marido Nemesio, supe estaban reunidos ellos tres y otro llamado Feo de Veguellina.
Vi que llegó un caballero, entró y salió al poco rato, saliendo detrás de él Agustín, quien le recogió y entregó un pañuelo que se le habla caído. No sé si dio dinero o no.
—¿Conocía usted al caballero que entró en el reservado donde estaban reunidos ? —pregunto.
—Si, señor.
¿Quién era?
— ¡ Ese que está «ahí dentro», D. Marcelino Balbuena.
—¿Está usted seguro?
—¡ Segurísimo !
Después de esto, «el Rabia» añade que el Sr. Balbuena salió por la cocina y luego al portal por una puerta reservada.
He sacado la convicción de que «el Rabia» es un cínico. Rehuye todo compromiso, pero afirma que vio al Sr. Balbuena penetrar en el reservado de una taberna, donde estaban reunidos «Bocarrota», «Vilortas», «El del Berrón» y «el Feo».
Como detalle añade que un hijo de Agustín, al ver llegar a Marcelino, penetró en el cuarto y dijo: ¡Padre, aquí está este señor!
El celador del Penal de Burgos, Jesus Grabulosa, desenmascara a «el Rabia».
Jesús Grabulosa es un hombre alto, afeitado, de aspecto simpático. Viste el uniforme de penado y luce galones de cabo. Rodea su cuello con un pañuelo negro y calza alpargatas. Se presenta en correcto saludo al tiempo que inclina la cabeza, sacudiendo su melena.
Le digo mi deseo, y solícito comienza su relato. Habla correctamente, pero con un acento catalán muy cerrado.
«Al llegar al Penal de Burgos, donde ejerzo el cargo de celador, los dos penados, Sandalio y Esteban, se enteró «el Rabia» y con gran interés preguntó sus nombres.
Pasados unos días, «el Rabia» vio a estos dos y exclamó: ¡ Pobrecillos !, son unos inocentes.
—Me llamó la atención esta frase y quise enterarme. Entonces me refirió que como ya la causa estaba sentenciada y nada le podía ocurrir, no tenía inconveniente en propalar que el sabía quienes eran «los matadores» del minero de León.
Afirmó que el crimen lo había pagado un cuñado de la victima, y que ni «el Feo» era autor material.
Cuando esto decía «el Rabia», estaba presente el dicho Felipe Díaz Muñoz, «el Mosca». Este relato y muchos más detalles se lo refirió también a Sandalio, Esteban y a cuantos quisieron oírlo. Dijo, asimismo, que al regresar a León, ganó en el tren una «saña» con tres «libras», o sea una cartera con 300 pesetas. Con esto, y con lo que le correspondió por el asesinato, pasó buena vida durante una temporada.
Como sé sobradamente, porque de ello tengo muchas pruebas, que «el Rabia», al verse encerrado y no libre, según creía, había de hacer lo que ha hecho, o sea negar, apunté el día, hora, lugar y demás circunstancias para demostrarlo ahora, señalándole los testigos.
Así, pues, a pesar de negárselo al señor juez, en nuestro careo ha tenido que confesar la verdad.
Cuando supe el hecho, le convencí de que no debía permitir que sabiendo quiénes eran los autores, dejasen fuesen castigados tres inocentes. Le dicté una carta refiriéndoselo al juez especial y se la hice firmar.
Yo no tengo por qué mentir; soy celador, estoy obligado a decir verdad y además cumplo una calaverada que hice y dentro de cuatro meses estaré en libertad.
Mire si será cínico «el Rabia» que un día, a pesar de saber el duro castigo que en el Penal se impone al ladrón del compañero, robó a otro mí pan y se comió dos cuartos en mi presencia. Al preguntarle la procedencia, aseguró que lo había comprado. Por la mañana otro recluso reclamó y me denunció el robo. Se escondió «El Rabia», le busqué, y al encontrarle le dije le eximia del castigo si me decía la verdad. Negó, le recordé que yo le había visto comer el pan y siguió negando, Cumplí mi deber, pero a pesar de las palos que le di no cantó.
Así hay en el cincuenta casos; es quizá el más cínico de todo el penal.
—¿Cree usted — le pregunté? que «El Rabia» se declaró autor por jactarse, por dárselas de bravucón, o por el contrario entiende que habla con sinceridad. .
— ¡ Habló con sinceridad ! — responde. — dijo aquello con la confianza de que, ya juzgada la causa, no podía ser condenado. ¡ Ahora le pesará !...
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 1 de Octubre
La correspondencia de España, 3 de octubre de 1921
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
Un proceso que vuelve a tener actualidad
Continúan los interrogatorios
El juez, Sr. Bernabé Vicente, no descansa. Más de diez horas invirtió en el interrogatorio de los testigos que citábamos en nuestra última información de este singular proceso, cada vez más oscuro y enmarañado.
Asistido del fiscal Sr, Garralda, hizo que ante su presencia depusieron primero «el Feo de Veguellina», luego «el Rabia» de Palencia, a continuación el Sr. Balbuena y Concha «la Tabernera», y finalmente el celador del penal de Burgos.
Por consecuencia de estos interrogatorios se creyó después necesaria la práctica de algunos careos, que se realizaron inmediatamente, con resultado al parecer negativo. Cada uno de los careados se mantuvo en su actitud de reserva, agotando la paciencia y las energías de los encargados de aclarar el misterio que rodea el crimen del correo de Galicia.
También interrogó a la esposa de D. Marcelino Balbuena, que estuvo por la tarde en la prisión. El interrogatorio duró dos horas y se contrajo principalmente, según nuestra impresión, a detalles relativos a las relaciones de familia.
El «Rabia» es un cínico
Todas las opiniones están conformes en que este personaje es un solemne cínico, capaz de negar la luz del día.
En sus últimas declaraciones hechas a los periodistas ha insistido en que es un hombre honrado, que jamás ambicionó lo de sus semejantes y que si ha venido del penal de Burgos a León ha sido por salvar a dos inocentes, Sandalio y Esteban, que están sufriendo condena por un delito que no han cometido. Ha dicho que D. Marcelino Balbuena entró un día en una taberna del barrio de la Estación, que es de una mujer llamada Concha, donde se encontraban reunidos «el Bocarrota», «Vilortas», «el de Berrón» y un sujeto que se llamaba «el Feo de Veguellina».
Añade que Agustín salió con el Sr. Balbuena cuando un hijo de aquél se presentó a decirle:
—Padre, aquí está ese señor.
Afirma que el Sr. Balbuena salió por la cocina y luego al portal por una puerta reservada.
El celador del penal de Burgos, Jesús Grabulosa, que es el que recogió las manifestaciones de «el Rabia» sobre la inocencia de los condenados, también corrobora con precisos detalles el carácter cínico de éste.
Temiendo que al llegar el momento de demostrar todo esto se arrepintiera de lo dicho, apuntó el día, la hora y nombre de los testigos que oyeron decir a «el Rabia» que el sabía quiénes eran los matadores del minero de León y quién había pagado el crimen.
Hizo más; convenciéndole de que era vergonzoso y criminal dejar que dos infelices estuvieran en presidio por un delito que no habían cometido, consiguió el celador que «el Rabia» firmara una carta dirigida al juez, ofreciéndole declarar la verdad, para librar de la cárcel a aquellos dos inocentes.
Jesús Grabulosa terminó diciendo:
—Entonces creía él que por estar fallada la causa nada le pasaría; pero ahora que se ve en peligro de ser condenado si se demuestra su participación en el asesinato, seguramente se arrepentirá de lo dicho y negará con ese cinismo desconcertador de que tantas pruebas tenemos todos los que le tratamos.
¿Cuándo dice la verdad este raro personaje? ¿Cuándo afirma o cuando niega?
El Juzgado a León
Parece que obtenida la ampliación de jurisdicción por el Juzgado especial, éste se trasladará a León desde esta semana,
La Libertad, 4 de octubre de 1921
El crimen del correo de Galicia
La Justicia en entredicho
Todavía no se ha recibido en esta Audiencia la esperada orden del ministro de Gracia y Justicia otorgando la ampliación de facultades tan solicitada, como necesaria y justa.
De la poca rapidez con que los hechos se aclaran no creemos culpable al digno e inteligente juez D. Manuel Bernabé Vicente, porque éste, como puede comprobar el fiscal D. Fernando Garralda, que inspecciona la instrucción y los periodistas que aquí estamos para informar al público, ya apasionado por este suceso, trabaja diez horas diarias. Y a esto no se le puede llamar negligencia.
¿Puede decirnos el ministro de Gracia y Justicia a qué se debe este entorpecimiento?
Con esta lamentable pasividad no sale muy beneficiada la sagrada justicia.
Del sábado al lunes. -Comprobaciones importantes. -Desfile de testigos. -Comparecen los defensores. - Varios careos
Todo el día del sábado lo pasó el Juzgado actuando en la cárcel.
Después de los careos de ayer, alguno de los cuales debió ser negativo, el juez procedió a un nuevo interrogatorio de «el Rabia», Jesús Grabulosa y «el Feo».
Más tarde se anunció al Sr. Bernabé Vicente habían llegado de León la tabernera del barrio de la Vega, llamada Concha, y su esposo Venancio, quienes habían sido citados. Carmen es baja y gruesa; Nemesio es alto y delgado. Además, han llegado otros tres testigos.
El juez parece que ha dispuesto una rueda de presos, para que el matrimonio reconozca a procesados y detenidos. Primero pasa Carmen y después Nemesio. Ninguno de ellos, según me dijeron, han conocido a otro que al «Feo de Veguellina».
Asegura Nemesio que en fecha próxima a la que se cita se presentó en su casa José Alonso, ofreciéndoles unos sacos de garbanzos que tenía en venta y una caballería. Nemesio rechazó la oferta no sólo por no necesitar nada de lo ofrecido, sino también por no merecerles confianza.
Carmen y Nemesio conocieron al «Feo» cuando éste estaba empleado de mozo de ferrocarril.
Unos días después volvió José Alonso a el establecimiento, acompañado de otro individduo, que ni niegan ni afirman sea alguno de los que les han presentado; pero que no reconocen por no haberse fijado.
Esto confirma lo dicho por «el Feo», que asegura que la entrevista fue en Trobajo, pero que dos días después «el Rabia» y él durmieron una noche en casa de Nemesio.
Añaden estos testigos que si bien apreciaban a José Alonso cuando trabajaba, le rogaron no volviese por su casa cuando se enteraron de las compañías que tenía.
Otra vez son llamados al despacho del juez por el mismo orden. Ahora han sido careados con «el Feo» y han quedado de acuerdo en sus manifestaciones; después la escena ha sido más emocionante.
«El Rabia» es llamado al despacho del juez cuando en él permanece Concha, a quién «el Rabia» no conoce. Otro tanto ocurre con Nemesio. Con esta diligencia ha quedado destruida una parte de la «novela» que nos refirió Pedro Ortega Rafael «el Rabia».
Terminada esta diligencia, se hace comparecer a los abogados Sres. Represa y Vaquero, defensores de «el Feo» y Sandalio y Esteban, respectivamente, quienes antes habían sido citados. La declaración de ambos letrados dura más de tres cuartos de hora. A la salida, el Sr. Vaquero dice que la declaración ha carecido de interés.
Después volvieron a comparecer Concha, Nemesio y los otros testigos, dando con está el Juzgado por terminada su labor a las dos y media de la tarde.
Al reanudar el Juzgado sus tareas, interrogó aisladamente a varios procesados. Comparecieron Balbuena, el «Rabia», el «Feo» y Concha Prieto Martínez, llamada la «Coja» o Concha la de «Trobajo».
Comunicación de Balbuena
El sábado por la noche, al dar por terminada su labor el juez, Sr. Bernabé Vicente levantó la incomunicación al procesado Marcelino Balbuena.
La labor del Juzgado
Esta tarde el juez, Sr. Bernabé Vicente, se personó en la cárcel con objeto de continuar las diligencias. En primer lugar llamó a declarar a la Concha. Duró el interrogatorio tres horas, y todo él se basó sobre la reunión mantenida en su casa a raíz de cometido el crimen.
Estrechada a preguntas por el juez, acabó por confesar, después de mostrarle unos retratos, que conocía a «Bocarrota», a «Vilortas» y a Francisco «el del Berrón», aunque en una declaración prestada en Abril negase tal extremo.
Después, y en vista de que la tabernera de Trobajo no quería conocer al «Rabia», se celebró un careo entre los dos, en el que intervino también «el Feo».
Volvió a afirmar la Concha que no recordaba haber visto al «Rabia», y éste, asimismo que jamás estuviese allí; pero ante las afirmaciones rotundas de «el Feo», acabaron por decir que es posible que fuese por allí.
Un escrito de la defensa
La defensa de Balbuena ha enviado un escrito al Juzgado solicitando la reforma del auto de procesamiento de su cliente.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 3 Octubre 1921.
La Libertad, 5 de octubre de 1921
El crimen del correo de Galicia
Insistiendo
Como todos los días, hoy debo dejar consignado al comenzar esta información, para que nuestros lectores sepan a qué atenerse en cuanto con este suceso se relaciona, que hasta ahora, seis de la tarde del martes, esta Audiencia no ha recibido noticia oficial ni particular, referente a la solicitada, necesaria e imprescindible ampliación de facultades que para el juez instructor de este sumario ha sido demandada en ocasiones diversas.
Nadie se explica qué puede motivar la resistencia que ofrece el logro de lo solicitado.
Concha, la de Trobajo, declara conocer a los acusados y no niega fuese a su casa D. Marcelino
Aun cuando el final de mi información de ayer adelantó la noticia de una importante diligencia que entretuvo todo el día al Juzgado, voy a darla hoy con detalles, porque en sí tiene una gran importancia.
Por la mañana compareció «la Coja» ante el juez y, sin que variase de actitud en todo el interrogatorio, negó cuanto se la preguntaba.
Seguidamente apareció «el Feo» en el despacho del juez, y con gran serenidad y dominio de la situación fue recordando a «la Coja» quién era Agustín «el Vilortas», «el Bocarrota» «el Rabia» y Francisco «el del Berrón». La recordó que antes de que llegase el señor Balbuena a su casa en Trobajo los reunidos pidieron cecina para merendar y que después de esto repartieron y jugaron el dinero.
Insistió «el Feo» y la aseguró que aquel día «Vilortas» y «Bocarrota», borrachos, durmieron juntos en una habitación, acostándose vestidos, y que él también se acostó en su casa; pero desnudándose.
Todavía intentó negar Concha; pero entonces el Sr. Bernabé Vicente la recordó que en una declaración prestada por ella en el mes de Abril del año 1919, y que consta en el sumario anterior, confesó, conocer al «Bocarrota».
Acorralada así, «la Coja» confesó que conocía a «Vilortas» y «Bocarrota»; pero que nada sabía de los demás y tampoco de otros extremos.
Continuó «el Feo» dando detalles aplastantes, y entonces Concha, en un momento de debilidad, rectificó un detalle que equivocaba José y que llevaba en sí la declaración expresa de conocer «al del Berrón».
Según nuestros informes parece que «el Feo» sostenía que «Francisco el del Berrón» dejó su carro por habérsele muerto la mula en la puerta de la taberna de Concha; pero ésta, que negaba conocerle, no pudo contener una exclamación de protesta y aclaró que el carro de Francisco no quedó en la puerta de su establecimiento, sino que estaba en una era. Después sigue negando conocer a «el Rabia», hasta que también con la insistencia de «el Feo» confiesa haberle visto en su casa. Añade por fin que no niega fuese a su casa D. Marcelino Balbuena, pero que no recuerda haberle visto nunca.
Una testigo que no se inmuta y un acusado que acusa
A las cuatro de la tarde se constituye de nuevo el Juzgado y seguidamente comparece «el Rabia».
Incurre en muchas contradicciones que exasperan al juez, y el procesado cede algo de su terreno y confiesa...
Media hora más tarde, «la Coja» es llamada por el juez, y entre ésta y «el Rabia» se celebra un nuevo Careo.
Acusa «el Rabia», quiere demostrar que jamás vio a la mujer que tiene delante, pero sin embargo la cree capaz de las mayores enormidades.
«La Coja» escucha imperturbable las inculpaciones de su acusado y niega. Llega un momento de verdadera locura, en que «el Rabia» grita desaforadamente. Su voz fuerte adquiere todavía mayor sonoridad y sus palabras, traspasando los gruesos muros de piedra, llegan hasta mi.
Las increpaciones no cesan, pero Concha continúa sin inmutarse. Todo es incierto. Oigo que «el Rabia» dice:
—Señor juez, tóquela, tóquela, y verá cómo no tiene corazón...
La escena ha debido ser muy fuerte y ha durado dos horas.
En este momento es llamado «el Feo». Ya los tres en presencia del juez, las cosas cambian un poco y, se aclara parte de lo que se desea.
Confiesa «el Rabia» que a la llegada a León, el día 28, por la noche, el tren paró fuera del andén, y como desconocía la ciudad, se limitó a seguir a «Bocarrota» y «Vilortas», yendo donde le llevaron.
Afirma «el Rabia» y da señales de la taberna donde dice vió al Sr. Balbuena, y coinciden con las de la casa de Concha en Trobajo.
«El Feo» asegura que estaba «el Rabia» el primero entrando a mano izquierda, a su lado «Vilortas», después «Bocarrota» y en el fondo él; a la derecha estaba Francisco «el del Berrón».
Los dos coinciden en que el «Vilortas» recogió el pañuelo que el Sr. Balbuena dejó sobre la mesa, señalando que era blanco con cenefas verdosas, y que el hijo menor de «Vilortas» entró en el reservado, avisando la llegada del esperado.
«El Rabia» volvió a sus acusaciones, y con una verborrea de que hace gala, ante la fotografía del cadáver de D. Remigio Miranda dijo que «la Coja» y el Sr. Balbuena eran culpables, asegurando que la procesada conoce todo porque en su casa se fraguó el crimen, como se fraguan otros varios y todos los robos que se cometen en las provincias limítrofes y en León.
A las ocho de la noche el juez Sr. Bernabé Vicente y el fiscal Sr. Garralda dieron por terminada su actuación.
Hoy martes...
En la mañana de hoy no ha habido ni una sola nota que añadir al sumario, y mucho menos a la información.
Algunas de las diligencias, o, por mejor decir, todas, tienen un verdadero interés y pueden servir mucho para la finalidad del sumario, pues sus extremos pueden demostrar la culpabilidad o inculpabilidad de algunos procesados.
Varias de estas diligencias están relacionadas con el Sr. Balbuena.
¿Qué hizo «el Rabia» la roche del crimen?
Por las declaraciones prestadas por «el Feo» se ha podido comprobar lo hecho por «el Rabia» desde la noche del 28 de Octubre de 1918 hasta la tarde del 6 de Noviembre, en que se separaron, siguiendo «el Rabia» camino de Camposolillo.
Como recordarán nuestros lectores, afirma «el Rabia» haber encontrado a «Bocarrota» y «Vilortas», acompañados de un joven, en la estación de Palencia, marchando en su compañía a León en el tren mixto, sin que les oyese referir nada respecto al crimen que acababan de cometer.
(Conste que «el Rabia» llama a sus compañeros de viaje los «matadores» del Sr. Miranda.)
Para ser, como acostumbro, fiel narrador de los incidentes que ocurren, debo hacer constar que también en alguno de estos detalles del viaje se ha rectificado a sí mismo «el Rabia» cuando ha sido invitado «a concretar ciertos hechos ocurridos en este viaje y personas que intervinieron».
Falta comprobar también algunos detalles que explicarán cómo invirtió «el Rabia» la tarde y noche del 27 y madrugada del 28. de Octubre de 1918.
Un testigo importante. -Enormes acusaciones
Para mañana por la mañana está citado por el juez para prestar declaración D. Ángel Alonso de la Riva, quien ya compareció en el otro sumario el día 22 de Abril de 1919.
En el folio 1.182 consta su declaración. En ella hay enormes acusaciones. Refiere el Sr. Alonso de la Riva que un día, en el café Universal de Madrid, ante el abogado D. Cristino Vega, D. Pelayo Bernaldo de Quirós y otros que no recuerda, don Marcelino Balbuena le ofreció de 100 a 500 pesetas si apaleaba o mataba a un individuo en el baile de la Zarzuela, que no dijo quién fuese, y el cual la noche anterior le había faltado a él.
Este señor declaró que lo tomó como una broma y si lo dijo al hermano de la victima fue porque, dada la vida de crápula de don Marcelino, en un momento de embriaguez hubiera podido hacer lo que se le imputaba, sin que pudiese concretar si había ocurrido o no.
Aseguró el declarante que en cierta casa de León dos pupilas dijeron que el Marcelino, en un ataque de los que sufre, había dicho embozadamente algo de lo que se le acusa.
Terminó diciendo el declarante que en el mes de Marzo de 1919, en el restaurant del café Inglés, de León, ante el alcalde de Riaño, D. Francisco Cossio, dijo a D. Marcelino que de rumor público se le acusaba de inductor de la muerte de Remigio, y que si tal rumor era una calumnia, debía hacer lo posible por desvirtuarla, y si no, como hombre debía tener voluntad de enérgico carácter para hacerse justicia pegándose un tiro, a lo cual Marcelino no respondió, quedando como turbado y con pesadumbre, contestando que él desconocía tal rumor, pues a nadie se lo habla oído.
Luego afirma que oyó decir a unos mineros que «el Feo» llegó a Boñar bien trajeado días después del crimen, amenazando al vigilante y al listero si no alteraban la fecha en que había dejado de trabajar.
Como se ve, dada la situación actual del sumario, la declaración del Sr. Alonso de la Riva es de grandísimo interés.
Mañana veremos.
Ultimas diligencias de hoy
El juez Sr. Bernabé Vicente dedicó la primera parte de la tarde a descansar. A las siete, el director de la cárcel, Sr. Las Heras, salió precipitadamente en busca del juez, en vista del deseo manifestado de la Concha de ampliar declaraciones.
Inmediatamente se constituyó el Juzgado, compareciendo a declarar la Concha, que manifestó que iba a decir toda la verdad.
Aseguró que efectivamente a su casa fueron el día 4 de Noviembre «Bocarrota», «Vilortas», «el Rabia», «el del Berrón» y «el Feo de Veguellina».
Que después de estar reunidos los enumerados llegó Balbuena, que les entregó un sobre azul, diciendo: «Ahí tenéis el resto, repartirlo. »
A las diez de la noche dio comienzo un careo entre «el Feo», «el Rabia» y la Concha, y después otro entre ésta y Balbuena.
Las diligencias durarán hasta la madrugada.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 4 Octubre 1921.
La correspondencia de España, 5 de octubre de 1921
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
Un proceso que vuelve a tener actualidad
Procesamiento de Concha. Unas huellas dactilares.— Un paréntesis.
Al terminar ayer las diligencias y careos de que dimos cuenta, el juez dictó auto de procesamiento contra Concha la «Tabernera de Trobajo», elevando la detención a prisión basta que se sustancie la Causa.
Con éste son tres los procesamientos dictados ya por el juez, aparte de «el Bocarrota», «el Vilorta» y Francisco el de Berrón, cuya captura se ha interesado a toda la Policía y a la Guardia Civil de toda España.
En la cárcel realizó el Juzgado una comprobación de ciertas huellas dactilares enviadas desde un punto que no pudimos averiguar, así como tampoco nos ha sido dado indagar si la comprobación ha tenido o no resultado alguno.
El sumario ha llegado a un punto en que se hace necesario detenerse en las actuaciones en espera de que se consiga la ampliación de jurisdicción solicitada por.el juez para poder practicar diligencias en León y Palencia o en espera de que se logre la captura de «Bocarrota» y sus dos compinches: «el Vilorta» y «el de Berrón».
Para obtener la seguridad de que ninguno de estos tres sujetos no están detenidos en alguna cárcel con nombre supuesto, se ha autorizado a la Dirección general de Orden público para que se circulen a todos los jefes de ellas las huellas dactilares de los aludidos reclamados.
Como el juez de Cebreros no ha obtenido hasta el presente esa ampliación, por eso no se ha trasladado a León todavía.
D. Marcelino en comunicación. —Lo que ha dicho a los periodistas.
El acusado D. Márcelino Balbuena, al ser puesto en comunicación, ha hecho manifestaciones relacionadas con el suceso a algunos periodistas que le han visitado.
Después de lamentar, como es natural, el que se halle envuelto en un proceso de esta índole, refirió que al morir su hermana Inés, la esposa de D. Remigio, en casa de Bonifacio Miranda, en León, el día 16 de aquel año, su marido se entrevistó con su abogado para redactar, en vista de que aquélla había muerto sin querer testar, un documento en el que por todos los parientes se reconocía a Remigio el usufructo de los bienes que correspondían a Inés.
Marchó luego Remigio a Bilbao, donde montó un depósito de carbón de las minas que poseen los hermanos Miranda, llevando el negocio con una inteligencia y habilidad que dejó altamente satisfechos a sus consocios y parientes.
A mediados de octubre de 1918 escribió a éstos desde León, proponiéndoles que elevaran a escritura pública el documento otorgándole el usufructo de los bienes de su mujer, legalizándola en forma ante notario, y proponiendo recibir una determinada cantidad para dejar definitivamente resuelta entre ellos la cuestión de intereses.
Para tratar de este asunto se le llamó por telégrafo a Prado; pero al llegar, una enfermedad grave de un hijo del declarante impidió que se reunieran para hablar de aquel asunto.
En vista de ello, y para ultimar un negocio de carbones urgente en Madrid y Zaragoza, logramos que Remigio saliera inmediatamente con el acuerdo mutuo de que a su regreso resolveríamos el asunto de la escritura.
Salió Remigio de Prado el día 26, y consta que pernoctó en La Robla, marchando el 28 por la mañana con dirección a León, sitio del cual salió, como todo el mundo sabe, el 28 por la noche, en el correo de Galicia, donde fue asesinado.
Después añadió el Sr. Balbuena:
«A esta misma hora marchaba yo por el ferrocarril de La Robla a Bilbao. En Mataporquera quedé aterrado al leer en la Prensa que a un minero de León, llamado Miranda, le habían asesinado en las inmediaciones de Navalperal de Pinares.
En cuanto llegué a Bilbao telegrafié con urgencia a los hermanos de Remigio, y por ellos supe el trágico asesinato de mi cuñado. Seguí mi viaje interrumpido y con varios amigos hice noche en Valladolid, donde adquirimos una corona y marchamos a Navalperal de Pinares para colocar aquélla en la tumba de mi desgraciado cuñado.
Al día siguiente regresamos a Valladolid. Esa es la relación de los hechos en lo que a mí afecta. Ahora le diré a usted que nosotros nos portamos lealmente con ocasión de la muerte de Remigio. Sus deudas, que ascendían a 15 o 16.000 pesetas, fueron por nosotros pagadas; nosotros abonamos los gastos del entierro en Navalperal de Pinares, y hasta yo aboné 999 pesetas, importe de una factura que Remigio Miranda me envió por las ropas que la enfermedad de mi hermana había obligado a destruir.»
Más tarde, y reunidos en casa del abogado de los hermanos de Remigio, éstos, su padre, Barthe y Balbuena, aquéllos formularon la proposición de que se les entregaran 25.000 duros a cambio de anular el documento del usufructo.
Por fin se convino en entregar a los Miranda 500 toneladas de carbón, todas las alhajas de Remigio, que por cierto habían sido adquiridas por Inés, con dinero propio, y los muebles y objetos que en la casa de Remigio había.
Balbuena terminó diciendo:
«La acusación de que yo he estado en Trobajo en casa de Concha «la Tabernera», a pagar con 15.000 pesetas el asesinato de mi pobre cuñado, es falsa a todas luces.
Yo, desde Navalperal, marché directamente a Bilbao, y allí, en el hotel de Inglaterra, estuve hasta 1.º de diciembre. A mediados de noviembre llegó mi mujer para darme cuenta de la noticia de la muerte de mi hijo, y en Bilbao continuamos, repito, hasta diciembre, mes en el cual regresamos a León.
Señalan la fecha del 4 de noviembre como día en que yo fui a Trobajo a entregar el dinero como premio del asesinato de Remigio, y ese mismo día estaba yo en Bilbao, donde abría una cuenta corriente en uno de los establecimientos bancarios de dicha población.
Todo eso son acusaciones ruines de gente del hampa, que al fin se han de quedar desvanecidas, Dios mediante.»
Advertimos a los colaboradores espontáneos que no se devuelven los originales ni sostenemos correspondencia sobre los mismos.
La correspondencia de España, 7 de octubre de 1921
EL CRIMEN DEL CORREO DE GALICIA
Un proceso que vuelve a tener actualidad
Empieza el paréntesis
Se ha llegado a la pausa que anunciábamos en los trabajos sumariales.
El juez de Cebreros, Sr. Bernabé Vicente, después de la conferencia que, acompañado del fiscal, tuvo con el presidente de la Audiencia de Ávila, para darle detallada cuenta de las actuaciones y del estado de la causa, abrió ese paréntesis, que es un alto impuesto por la necesidad de ampliar la jurisdicción en otros puntos, donde hay que practicar importantes comprobaciones.
La información del suceso queda, por tanto, suspendida hasta que se resuelva ese interesante extremo, que es de urgencia y de gran importancia para acabar de esclarecer todo el misterio que rodea este crimen.
El «Rabia» parece tener el secreto de lo ocurrido
Uno de los actores de esté proceso, el conocido con el apodo del «Rabia», sigue siendo, en los momentos actuales el qué tiene mayor relieve en el sumario, por ser el único detenido de los cuatro asesinos del minero.
Sin embargo, su extraña moral y embrollada conducta desde que se iniciaron las actuaciones, hace difícil y lenta la labor del juez.
Sus declaraciones nunca son claras, precisas y definitivas. Reservado y cauto, procura en todas ellas no comprometerse y dejar salvada su culpabilidad.
Así, por ejemplo, asegura por un lado qué se unió a «Bocarrota» y «Vilortas» en la estación de Palencia, y que en compañía de ellos marchó a León, donde bebió y estuvo en su compañía, sin enterarse, ni por frases directas ni indirectas, del delito que sus compañeros de viaje acababan de cometer. Y luego, por otro, al dar detalles de la situación de un establecimiento de bebidas, que, según todos ellos; es el de la Concha de Trobajo, afirma con absoluta seguridad que allí fue el Sr. Balbuena.
Después hace constar inmediatamente que él no participó de nada, y que no estaba en la estancia donde se hallaban «el Feo», «Bocarrota», «Vilortas» y Francisco «el del Berrón».
Todo ésto, como sé ve, parece una habilidad suya para aminorar su responsabilidad.
Pero, por otras acusaciones indiciarias, se supone que «el Rabia», a pesar de no decirlo él, subió también en el tren correo de Galicia, acompañando a los otros tres acusados, «Bocarrota», «Vilortas» y «el del Berrón», para cometer el asesinato del señor Miranda.
Su papel, como el de «Berrón», en aquella trágica empresa, fue vigilar, al parecer los pasillos del vagón en que viajaba la víctima, mientras el «Bocarrota», y el «Vilortas» cometían el crimen.
Todos estos puntos que faltan comprobar, quedarían pronto dilucidados, si se lograra la detención de los cómplices del «Rabia».
La Libertad, 7 de octubre de 1921
El crimen del correo de Galicia
Un paréntesis nada favorable. A cada uno lo suyo
Como dije en la información anterior, a las tres de la tarde de ayer salió de su despacho de Cebreros el juez especial, D. Manuel Bernabé Vicente.
Agotadas las diligencias basadas en los detalles que aquí pudo recoger, la necesidad se ha impuesto; y como nada puede hacerse hasta tanto que el Juzgado adquiera nuevos indicios, hemos entrado en un paréntesis nada beneficioso para la finalidad del sumario. Las presiones que, sin duda, han debido hacerse para entorpecer la labor del juez instructor van logrando imponerse.
Nadie, ni el ministro ni el señor fiscal, del Supremo, tuvieron lugar para reparar en la súplica que, escrita y por duplicado, le fue enviada al primero, y ninguno de los dos quiso tampoco escuchar nuestra demanda, encaminada, como portavoces de la opinión, a pedir la soberanía de la Justicia, reclamando elementos que favorezcan su triunfo.
Lo que demandamos es sólo le sean otorgadas al juez instructor facultades para instruir el Sumario en la forma que las circunstancias lo requieren.
Si la misión del juez es depurar responsabilidades, instruyendo un sumario con suficientes elementos para facilitar la acción de los juzgadores y aportando también el mayor número de pruebas, ¿qué razón hay para que se le restrinjan los medios de lograrlo?
Uno de los detalles salientes que indican claramente la necesidad de lo que se reclama, es el siguiente: Durante cinco días «el Rabia» y «el Feo» han discutido cual fue la taberna en la que se reunieron el 4 de Noviembre.
El juez, demandaba detalles del plano de la casa, sin que ninguno de ellos, pudiese, o, mejor. dicho, supiese explicarse, hasta el extremo de que al ser requerida la dueña para ello, dijo al «Feo»: «Anda, explicalo tú, que lo sabes mejor que yo».
¿Acaso no considera el ministro, necesaria para la instrucción de un sumario cualquiera una inspección ocular? En el de ahora, el juez desconoce todos los lugares donde los hechos se han desarrollado. ¿Se puede deducir así las culpabilidades? ¿Se puede formar juicio?
La captura de los tres reclamados podría aportar al sumario una prueba, terminante, concluyente.
A diario llegan hasta aquí rumores de haberles visto por sitios diversos.
Llegada es la hora de que el Sr. Millánn de Priego excite el celo de sus subordinados y reclame el auxilio del director de Prisiones, por si alguno estuviese recluido.
Para estos casos es para cuando deben guardarse las energías, y con estos es con los que se suman laureles.
Ahora no se trata, como en época reciente de personaje desconocido; los tres de ahora son gente del hampa: más ínfima y sobradamente conocidos.
Con la ausencia del Juzgado todo ha quedado inerte, y en Avila no quedan señales de la actividad desplegada en los días anteriores. Sólo, si el público sigue las Informaciones con interés y hace comentarios que no podemos recoger, y de los cuales no sale muy bien parada la integridad de ciertas personas y la de las leyes.
La participación de «el Rabia». -¿Es autor material?
Pedro Ortega Rafael, «el Rabia de Palencia» es uno de los personajes más interesantes del sumario. Ya he referido de él algunos hechos que le presentan tomo un cínico formidable.
No sólo sus escenas en el Penal de Burgos, donde se hallaba cumpliendo condena cuando fue descubierto, sino también las que ha desarrollado en los interrogatorios y careos a que ha sido sometido. Siempre niega no cede un palmo de su terreno y cuando lo hace deja bien sentado que no participó no sólo del dinero repartido, sino tampoco de los productos en que se gastó parte de él.
Asegura «el Rabia» que se unió a «Bocarrota» y «Vilortas» en la estación de Palencia y que en compañía de ellos marchó a León, donde bebió y estuvo en su compañía, sin enterarse, ni por frases directas ni indirectas, del delito que sus compañeros de viaje acababan de cometer.
Luego da detalles de la situación de un establecimiento de bebidas, que, según todos ellos, es el de la Concha de Trobajo, y afirma con absoluta seguridad que allí fue el señor Balbuena.
Hace constar inmediatamente que él no participó de nada y que no estaba en la estancia donde se hallaban «el Feo», «Bocarrota», «Vilortas» y Francisco «el del Berrón».
Todo esto, que parece demasiado raro, unido a otras acusaciones indiciarias, hace suponer que «el Rabia» subió en el tren correo de Galicia en persecución del Sr. Miranda, acompañando a «Bocarrota», «Vilortas» y «el del Berrón».
Aquellos indicios dicen que cuando la victima se durmió, «el Rabia» y el del «Berrón» vigilaron los extremos del pasillo, mientras «Bocarrota» y «Vilortas» cometían el asesinato.
Por otra parte, «el Rabia» da minuciosa referencia de cómo y con quién invirtió el tiempo de la noche en que se cometió el crimen.
Esto que, como verán nuestros lectores, es esencial para demostrar la culpabilidad o inculpabilidad de «el Rabia», me propongo aclararlo hoy mismo.
A este fin, salgo hoy para Palencia.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 6-10-921.
La Libertad, 8 de octubre de 1921
El crimen del correo de Galicia
Explicación debida
Acabo de llegar a Palencia, con el propósito de aclarar algunos extremos de la confesión que me ha hecho Pedro Ortega Rafael, «Rabia de Palencia».
La distancia, aumentada por la necesidad de informar con exactitud, entorpece la comunicación rápida.
Así, pues, antes de comenzar mis pesquisas envío estas líneas, para que la comunicación con los lectores no sea interrumpida.
Ahora, ya puedo publicar lo que me dijo «el Rabia», porque a la hora en que estas lineas lleguen a Palencia mis interrogatorios estarán hechos, y la prevención temerosa de las gentes no habrá podido entorpecerlos.
Si la información de hoy no ofrece el interés que yo deseara, no será culpa mía y sí de esta obligada precipitación.
El tiempo apremia, y el tren que ha de llevar éstas cuartillas a Madrid no espera.
Las casualidades son la Providencia de «el Rabia». -¿Prepara la coartada? La cantina de «el Maño» y la posada de «la Guapa»
Como digo en el párrafo que antecede, he callado parte de lo que «el Rabia» me manifestó, porque de haberlo publicado, las personas que habían de ser interrogadas bien pudieran prevenirse, temerosas a prejuzgar y preparar su espíritu, dando por consecuencia una versión equivocada.
Pedro Ortega, como ya conocen nuestros lectores, es favorecido por la casualidad.
Merced a ella, el día 28 de Octubre de 1918, después de las tres de ta tarde, se encontró en la estación de Palencia con «Bocarrota» y «Vilortas» y un joven que les acompañaba, que, según cree; unas veces era el «protegido» de «Bocarrota» y otras el hijo menor de «Vilortas». Juntos los cuatro (pues de Francisco «el del Berrón» nada refiere), bebieron con exageración en el establecimiento titulado «La Nueva Florida», sito en el paso a nivel de la estación, propiedad de Damián García.
La amistad entre «el Rabia» y los otros fue casual y momentánea, porque él nunca los había visto. Vino a su pueblo, desde Asturias, a pasar unos días, y sin saber a qué fue debido, al día siguiente se encontró en Palencia, y también sin que pueda precisar la causa, decidió volverse a León.
En el tren provincial subieron todos. Los ánimos estaban excitados a consecuencia del abuso del alcohol, y a esto se debe que en el tren Agustín Cabezón «Vilortas» dejase caer unos billetes que llevaba en la cartera, y que recogió y devolvió un personaje todavía no definido.
Unas veces asegura «el Rabia» que emempleado; otras, vigilante, y, finalmente, simple viajero.
También en el tren bebieron los amigos, y a su llegada a León dieron con sus cuerpos en la taberna de Eusebio Boñar, donde se bebió también.
Añade «el Rabia» que no recuerda si el participó de la bebida, aun cuando desconocía la procedencia del dinero.
Ni por casualidad oyó a sus compañeros hablar del crimen ni aludir siquiera.
En el penal afirmó «el Rabia» que en el tren había «ganado» una cartera con 300 pesetas, Ahora dice que no.
Y, finalmente, por casualidad, dejó pasar cinco días, y el 4 de Noviembre estaba en la taberna de «la Concha», de Trobajo, aun cuando él no presenció reparto alguno de dinero ni percibió suma de ninguna clase.
Asegura «el Rabia» que la noche que se cometió el crimen la pasó en Palencia, en compañía de Faustino Becerril, que es zapatero, de un hermano de éste y el padre de ambos. Todos juntos bebieron en un establecimiento llamado de «el Maño», y desde allí fue a dormir a la posada de «la Guapa», levantándose a la mañana siguiente, en que, por casualidad, halló a estos mismos, reanudando su correría. Más tarde se encontraron con un guardia municipal, amigo suyo, conocido por «el tío Paredes», que se unió a ellos, y así continuaron hasta la hora de bajar a la estación, cuando encontró a «Bocarrota» y «Vilortas».
Yo supongo que todo esto que dice Pedro Ortega será cierto; pero ¿qué día ocurrió?
¿Fía acaso en que los tres años transcurridos habrán borrado la memoria de los citados, tejiendo así la coartada?
Pero ¿qué hacia en la taberna de Trobajo el día en que se asegura se repartieron las 15.000 pesetas?
¿Lograremos aclarar esto? Mucho me temo no conseguirlo.
Aprovechando el paréntesis. -Un elogio merecido
Quiero aprovechar la poca extensión que el paréntesis que ha trazado el juez da a la información para dedicar un elogio merecido, y justo por tanto, a los empleados de la prisión provincial de Avila.
Todos, absolutamente todos, han laborado sin descanso, duplicando el servicio y extremando la vigilancia, porque así lo imponía el trabajo que desarrollaba el Juzgado y la importancia y calidad de los reclusos.
Como es natural, se ha distinguido el director, D. José de las Heras, quien ha intervenido en todas las diligencias judiciales, especialmente en los careos, para imponer la corrección debida a los careados, quienes, en los primeros momentos, sin respeto alguno para el juez y fiscal, se dirigían multitud de improperios y soeces palabrotas.
La presencia del Sr. Las Heras logró que la corrección rayase ya en un torneo de fraseología diplomática, haciendo escena de sainete lo que lo era de tragedia.
He aquí los nombres del personal que prestaron servicio en los días pasados: Subdirector adjunto, D. Carlos Hidalgo Valero; subdirector administrador, D. Salustiano Avezuela, y los oficiales D. Enrique Pina, D. Ángel Mateos, D. Juan Vecino, D. Facundo González y D, Ángel Gorgé.
También merece plácemes la conducta y esfuerzo de Castora, la popular y simpática celadora de la cárcel de mujeres, sita en el mimo edificio.
Hasta mañana, que el tren llega.
HELIODORO F, EVANGELISTA
Palencia, madrugada del 6-10-1921,
MARGARITAS A MOROS
La sima de las pesetas
(DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL)
Las naciones que se lanzan a aventuras colonizadoras hacen sacrificios cuantiosos de sangre y de dinero con la esperanza de resarcirse al cabo de los años, unas veces por el desarrollo de su comercio o de su industria, otras por la explotación de manantiales de riqueza, y siempre por el aumento de su prestigio ante los pueblos civilizados. España está en Marruecos porque la conveniencia nacional lo impone, sin duda alguna.
No hemos de referirnos en este trabajo a los sacrificios que se realizan para atender a las obligaciones que nos impuso el desastre de Annual. La honra de la nación quedó empeñada, y es deber de patriotismo apoyar decididamente cuanto para su vindicación completa sea necesario hacer en toda la zona del protectorado; pero si en ese punto no debe haber tasa, sí es necesario que se hile más delgado en todo lo que pueda significar establecimiento de normas para un porvenir, que debemos considerar próximo y que es necesario que lo sea, para que España no se arruine.
Por eso escribimos hoy, puesta la mira en el supremo interés nacional, a fin de que en el conjunto de opiniones no falte la de quien sobre el terreno, en el campo de experiencias de la realidad, ha procurado documentarse, para decir la verdad al país desde esta gran tribuna de LA LIBERTAD.
Todos los meses salen de España muchas docenas de millones destinados a sufragar los gastos que la ocupación, la campaña y la colonización nos imponen. Es dinero que se resta al comercio interior, y que no se gasta siquiera en pago de mercancías o de primeras materias para nuestra industria de la Península. Vienen las pesetas para atender nóminas, para jornales de obras públicas, para adquisición de subsistencias que la Administración Militar necesita con destino al soldado; una parte mínima va al pequeño comercio que hace reducido número de españoles; pero la casi totalidad de ese dinero queda en manos extrañas, desde las del gran negociante, que en uso, a veces, de un derecho legítimo se lucra todo lo que puede, vendiéndonos ropas, útiles, substancias alimenticias y artículos de relativo lujo, hasta las del moro de zoco, que trae caza, huevos, volatería y frutas, trocándolas por buenas monedas alfonsinas, que emplea en comprar armas y municiones o que las guarda bajo siete estados de tierra, retirándolas definitivamente de circulación.
No hemos tenido hasta ahora el acierto de atraer al capital español, ofreciéndole garantías de protección y facilidades de competencia; por eso no se da aquí el caso, tan frecuente en la zona francesa, de que se establezcan industrias nacionales, que alcanzan gran desarrollo y que viven en régimen de privilegio, única forma posible de compensar los esfuerzos, los sinsabores y hasta los peligros que ofrece el primer establecimiento de las mismas.
Nuestros cónsules tendrán, sin duda, planes grandiosos para fomentar aquí la riqueza española; pero la capa no aparece por parte alguna. No negamos la posibilidad de que en el ministerio de Estado haya Memorias (gracias) en las que se estudie el problema de la utilización mercantil e industrial de la zona; pero como nada transciende al público y con el tiempo pasa sin que el sistema se reforme, tenemos por fuerza que convenir con los que afirman que en ese punto está todo por hacer.
El tema es complejo, y no puede reducirse a los términos de un artículo de periódico; por eso hoy sólo tratamos la parte que se refiere a la pérdida de energías que para España representa el régimen actual, a fin de contribuir a que se sepa que estamos haciendo un verdadero derroche, que las millonadas que aquí vienen con periodicidad puntualísima no nos darán provecho, y que si en estos críticos instantes debe bajarse la cabeza ante la obra de los Gobiernos, para no sembrarles de chinas el camino, no por eso hay que renunciar al derecho de censura, que en este caso es más bien cumplimiento de una obligación de buenos españoles.
En Marruecos se ha abierto un gran pozo, donde cae la riqueza nacional para no salir más o para ir a cauces que no conducen hacia la Península. Y como seguir así equivaldría a arruinar a España, cerrándole el paso a toda esperanza de redención económica, creemos que no sean del todo inoportunas estas ligeras indicaciones que el estudio de la realidad nos dicta.
Hay que pensar inmediatamente en lo que deba ponerse por obra cuando la acción militar llegue a su necesario término, y es preciso decidir con urgencia si este París vale la misa de un gasto regular de tantos millones de pesetas.
Porque nos exponemos a que, después de arruinados, no nos quede siquiera el consuelo de que nos lo agradezca alguien.
F. HERNANDEZ MIR
Tetuán, 4 de Octubre.
¿NOS CONOCEN EN EL EXTRANJERO?
Los españoles, según el pueblo ruso
Rusia es uno de los países que tienen canciones populares más bellas. Hay en el pueblo un sentimiento poético, que traduce en romances de un encanto y de una gracia irresistibles. En una de las canciones precisamente, y no en los sabios volúmenes de sus escritores de más vasta cultura, es donde he encontrado el juicio que al pueblo ruso merecemos los españoles. Es verdaderamente halagüeño; pero, ¡ ay !, quizá no tan próximo a la realidad como deseara nuestro amor propio. Sin embargo, harto más debemos agradecer a aquellos eslavos amables la opinión que tienen de nosotros, que a nuestros vecinos más cercanos las leyendas de la navaja en la liga y las Cármenes de armas tomar.
He aquí la canción, tal como una distinguida escritora rusa —María Goriachkuskaya— me la tradujo:
«Tres criaturas celestiales paseaban por las calles de Madrid: doña Clara, Dolores y la bella Pepita. He aquí que en una plaza un joven mendigo las tendió su mano, con un suspiro, tímido, pidiéndolas limosna, Doña Clara le dio un real; Dolores fue más generosa y le dio un par de reales. Pero Pepita, ¡era tan pobre!... No teniendo ni siquiera un real, en vez de darle oro, dio un beso al mísero. En aquel momento un vendedor de flores atravesó la plaza, muy cerca de ellos. El mendigo le detuvo con una tímida mirada.
Por un «bouquet» de rosas fragantes dio los tres reales, y ofreció las magníficas flores a la bella que le había dado un beso.»
El pueblo ruso no ha ido a buscar la personificación del alma generosa e idealista en el noble estudiante que se enamora de una gitana «bailaora» —lo mismo que un lord inglés atacado de «spleen», como Longfellow—, ni en el eterno Don Juan libidinoso y sinvergüenza que les gustaba a Moliére y Byron, ni en el bandido, ni en el torero, ni en el capitán de los Tercios de Flandes... La ha visto sencillamente en un mendigo joven, en un miserable hambriento, andrajoso, con un tesoro de nobleza y de sentimentalidad bajo sus harapos, como una luz que iluminara las negruras de su miseria.
«¿Son verdaderamente así los españoles?» —me preguntaba la escritora que me tradujo la canción. «Hay muchos que son así»—me limité a contestarla lacónicamente. Y pensaba con alguna melancolía: «¡ Por qué no habrían de aserto todos !...»
¿No hay, sin embargo, más proximidad a la verdad en esa canción popular de Rusia que en los mismos tipos simbólicos con que una gran parte de nuestros propios poetas han querido representarnos? ¿No seremos realmente un pueblo de pobres, generosos e idealistas, más bien que de bandidos audaces? ¿No somos también «el tulipán de la estepa» con que la misma María Goriachikuskaya pinta, en un delicado poema, los dolores de su propio pueblo?...
«Pregunté al tulipán: ¿Por qué tienes el corazón tan negro cuando tus pétalos son un rayo del arco Iris? Este corazón, tan sombrío y tan negro, me ha sido dado porque nací en las estepas desiertas. El sol me ofrece, cierto es, una parte de su belleza; pero el polvo me cubre como un sudario que me ahoga, el viento desgarra mis hojas con una fuerza violenta, y no veo a mi alrededor más que las arenas áridas y las hierbas secas...»
También el pueblo español tiene el corazón negro, en tanto que las hojas, «que son el alma, según la bella expresión de Menéndez Pelayo, son como un rayo del arco Iris.»
E. TORRALVA BECI
La Libertad, 11 de octubre de 1921
El crimen en el correo de Galicia
Se impone la presencia del juez especial
Abandono Palencia para seguir hacia León. Voy, como es natural, en busca de algunos detalles que aclaren las nebulosas que aparecen en el sumario y a visitar lugares en los cuales ha debido tener desarrollo la iniciación y terminación del crimen que se pretende aclarar.
En Palencia he podido comprobar la necesidad absoluta de la presencia del juez especial, a quien esperan todos. La reserva aquí, sí no absoluta, es bastante relativa. No han servido de nada mis esfuerzos para lograr una información completa de lo que ocurrió en Palencia el día 28 de Octubre de 1918.
Todos han tomado mis preguntas con precaución, y sólo un individuo me ha facilitado algunos detalles de «el Rabia», de Palencia.
Una declaración de Joaquin Quirós Menéndez, «Bocarrota», que obra en el sumario, dice terminantemente que un día después de cometido el crimen, adquirió en diversos establecimientos de la calle Mayor Principal, de Palencia, un traje, una manta, unas botas, una boina y un reloj y una cadena; detallando, no sólo las cantidades que satisfizo por todas estas prendas, sino también el uso que de ellas hizo y basta lo que percibió por aquellas otras que no poseía cuando declaró.
Si efectivamente «Bocarrota», según aseguran varios testigos, llevaba las botas llenas de sangre y el pantalón roto, ¿es descabellado suponer que hizo las compras el día 28, o sea horas después de haber cometido el crimen?
En la cantina de la estación. Otra «faena» do los presuntos autores
Nada me queda que hacer en Palencia y me encamino a la estación para esperar el tren correo que ha de llevarme a León. Falta una hora. Busco lugar donde guarecerme del frío y penetro en la cantina de la estación. Me hacen pasar a un comedor y allí hablamos unos minutos la dueña y tres de sus hijos. El dueño está enfermo.
Apenas entablada la conversación, puedo comprobar que el repetido día 28 de Octubre entraron en la cantina «Vilortas», «Bocarrota», «el del Berrón» y «el Rabia». Allí bebieron varias copas, esperando la salida del tren que les llevó a León. Estaba despachando un dependiente llamado Simón Miguel, y aprovechando un descuido de éste uno de los cuatro se apoderó de una botella de ron, que luego bebieron en el tren.
Esto es cuanto yo he podido averiguar en Palencia. Acaso personas con autoridad podrían avanzar mas en los detalles.
Relatar no es acusar. -Un hecho concreto
Alguien que creo ajeno a este suceso se ha acercado a mi atribuyéndome el papel de acusador de determinada persona.
Rechazo con toda energía tal calificativo. El acusador en todas las causas es el fiscal, y en ésta específicamente, y en nombre de la familia de D. Remigio Miranda lo fue también, aun cuando no llegó a intervenir, el competente abogado y muy querido ex diputado por Avila, D. Nicasio Velayos y Velayos.
Por mi parte diré que el encargo recibido de mi querido director, D. Luis Oteyza, ha sido, y lo fue siempre, el de informar a los lectores de LA LIBERTAD exactamente de los hechos acaecidos en cuanto fuese posible, contando con las dificultades que para ello se oponen al reporter,
Tal es mí misión, y así la cumplo. Hasta ahora, tanto en éste como un otros sucesos, hemos «seguido» el sumario tan de cerca como nos ha sido posible.
Relatar no es acusar,
¿Es que puede culpársenos de que los hechos; los indicios, las circunstancias o los testigos acusen?
Cuando el juez instructor pueda actuar sobre ellos; también nosotros daremos nuestro informe. De manera concreta no hemos dicho, ni podemos decir, sino que Concepción Prieto Martínez, dueña de la taberna de Trobajo, afirma terminantemente que allí fue el día 4 de Noviembre D. Marcelino Balbuena, en ocasión de encontrarse allí reunidos Joaquín Quirós Menéndez, «Bocarrota»; Agustin Rodríguez Moreno, «Vilortas»; Francisco «el del Berrón», Pedro Ortega, «el Rabia de Palencia», y José Alonso, «Feo de Veguellina», quien; acercándose al grupo que formaban alrededor de una mesa, dijo: «Tomad eso y repartíroslo.»
Que José Alonso, «Feo: de Veguellina», asegura también que el mismo día 4 fue la misma persona y les entregó a los referidos (entre los cuales estaba él) un sobre azul, que contenía, 15.000 pesetas en billetes de 100, 50 y 25. Que se repartieron la cantidad, dándole a él 750 pesetas.
Que después jugaron, y «el del Berrón» perdió, 750 pesetas, teniendo necesidad de prestarle Agustín 50 pesetas, porque Francisco había enviado su parte a su mujer.
Que Pedro Ortega Rafael «el Rabia de Palencia», asegura también haber visto al señor Balbuena entrar en una taberna, y que en un grupo estaban los referidos «Bocarrota», «Vilortas», «Francisco el del Berrón» y «el Feo de Veguellina» (y él separado del grupo), arencándose el Sr. Balbuena a ellos y hablando un instante, sin que pueda afirmar, que les diese nada porque no se fijó.
Además, como detalle, «el Feo» y «el Rabia» coinciden en que el Sr. Balbuena dejó sobre la mesa donde estaban los reunidos un pañuelo, que le fue devuelto por «Vilortas».
Estos hechos constan en el sumario y nosotros los relatamos. .
Y no se olvide que callamos otros, no por las amenazas de que indirectamente somos objeto, sino porque no están probados ni declarados por nadie,
HELIODORO F. EVANGELISTA
León, 6-10-1921,
La Libertad, Madrid. 19 de octubre de 1921
Liceo de América
Esta Sociedad abre ya concurso para el servicío de coches, automóviles y motocicletas. El pliego reglando las condiciones del mismo se facilitará en Secretaría, todos los días laborables, de seis a nueve de la tarde, hasta el día 27 de los corrientes. La apartura de los püegos se verificará al día 29, a las ocho de su noche.
Madrid, 17 de Octubre de 1921 —El vocal del servicio, Isaac Balbuena.
La Libertad, 20 de octubre de 1921
El crimen en el correo de Galicia
Se cierra el paréntesis. Hacia el final
Para hoy tiene anunciada su llegada a Avila el juez especial de esta causa, titular de Cebreros, D. Manuel Bernabé Vicente.
Según se asegura, mañana jueves se constituirá de nuevo en su despacho de la prisión provincial, comenzando de nuevo las actuaciones en esta provincia, duda la circunstancia de no haberse resuelto todavía la solicitud de ampliación de jurisdicción, a pesar de la manifiesta necesidad de esta medida, reconocida como de justicia por el señor ministro, por el fiscal del Tribunal Supremo y por la Sala de gobierno de la Audiencia territorial de Madrid.
Dados los límites de actuación a que está sometido el Juzgado, se considera que con esta etapa el juez dará por terminada la instrucción del sumario, que será inmediatamente entregado a la Audiencia.
Así, pues, mañana quedará cerrado el paréntesis que se abrió al cesar hace doce días las actuaciones.
Desfile de testigos
Persona bien informada me asegura que para mañana y días sucesivos han sido citados numerosos testigos, casi todos ellos domiciliados en León.
Entre los citados figuran dos o tres, de cuyas declaraciones se espera obtener detalles interesantísimos, hasta el extremo de que sus manifestaciones pudieran imprimir al sumario una nueva orientación, o, por lo menos, una firmeza en lo hasta ahora actuado.
Los informes que personalmente he adquirido en Palencia, Valladolid y León me han permitido conocer detalles interesantísimos relacionados con estas declaraciones, y que reservo ahora para no entorpecer la labor judicial; pero que a su tiempo referiré con toda minuciosidad.
Nuestras informaciones
Sin pretender rebatir argumentos de nadie, pero si para que cada cual quede en el lugar que le corresponda, conviene hacer constar que las informaciones publicadas en LA LIBERTAD fueron adquiridas lejos de los folios sumariales que actualmente se instruyen.
Todas ellas son consecuencia de indicios hallados en el sumario instruido y juzgado, hecho público en el acto del juicio oral; de informes adquiridos en los lugares donde se han desarrollado escenas relacionadas con el suceso, y de confesiones que me hicieron los procesados, siempre delante del personal de la prisión provincial de Avila.
En nuestras informaciones hemos dado a conocer a nuestros lectores cuantas noticias hallamos de interés, sin tener en cuenta otra cosa que la información misma, sin inclinarnos a favor de nadie y buscando sólo el esclarecimiento del suceso, por entenderlo de justicia.
Dimos, y daremos en lo sucesivo, publicidad a hechos comprobados, ya sean de cargo o descargo para los procesados, sin escuchar consejos interesados ni temer amenazas.
Y como consecuencia de aquellas informaciones personales, podemos afirmar que los procesados Pedro Ortega Rafael «el Rabia», Concha Prieto Martinez «la Concha» y el condenado José Gómez Alonso «Feo de Veguellina», sin presión alguna y ante los testigos a que aludí, me han manifestado que el día 4 de Noviembre de 1918 estuvo en la taberna de Trobajo, propiedad de la Concha. el procesado D. Mercelino Balbuena, donde habló, según «el Rabia», con «Vilortas», «Bocarrota», «el del Berrón» y «el Feo», y a quienes, según Concha y «el Feo», entregó un sobre.
El hecho concreto es que los tres afirman haber visto en la taberna de Trobajo al señor Balbuena.
¿Es cierto lo que éstos aseguran? El juez es quien puede y debe aclararlo.
Para ello ha librado diversos exhortos hace cerca de un mes, y a los cuales, según mis noticias, no ha recibido todavía contestación.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 19-10-1921.
La Libertad, 25 de octubre de 1921
El crimen en el correo de Galicia
Una orden del Supremo
Ayer mañana, apenas constituido el Juzgado espacial, en el cual, como de ordinario se personó el abogado fiscal D. Fernando Garralda, acudió a la prisión el fiscal propietario de esta Audiencia, D. Enrique de Leiva, relevando al abogado fiscal y quedando él para en lo sucesivo intervenir en la instrucción del sumario.
Según he logrado averiguar, por la mañana se recibió en la Audiencia orden telegráfica de la Fiscalía del Supremo disponiendo fuese el fiscal en persona quien inspeccionase las diligencias y ordenando a la vez que, en plazo determinado de días, se dé cuenta al Supremo de la marcha de las diligencias.
Aun cuando es de lamentar la sustitución en estos momentos, cuando el sumario está muy avanzado, se elogia lo dispuesto por el Supremo y se hace más sensible la falta de esta diligencia en cuanto a la ampliación se refiere.
Interrogatorio de Balbuena. -Comparecen varios testigos
Comenzó el Juzgado su labor de ayer por un detenido interrogatorio del procesado don Marcelino Balbuena.
De esta diligencia, en la cual se emplearon dos horas, no se ha podido traslucir nada, aunque puede suponerse que el interrogatorio tendría por base la certificación y el acta notarial de testimonio que al juez le fueron presentadas por la familia del declarante y que tratan de justificar la estancia del señor Balbuena en Bilbao desde el 3 al 10 de Noviembre de 1918.
Y hay que suponer fuese ésta la base del interrogatorio, porque, como ya he dicho anteayer, el acta y el certificado no puntualizan lo necesario para dar fe, puesto que la apertura de una cuenta corriente no hace indispensable la presencia del cuentacorrentista, y en el acta se nota una anormalidad digna de tener muy en cuenta.
Es de suponer que a pesar de no haber sido contestado el exhorto librado a Bilbao para comprobar estos detalles, el juez o el fiscal habrán tomado sus medidas para que ello sea ejecutado inmediatamente y que esta aclaración no pueda interrumpir sus diligencias.
Al Juzgado acudieron esta mañana los testigos Victor García, Bernardo Prieto y Concepción Prieto. Los dos últimos vienen acompañados del abogado de León D. José Alonso Pereira, en calidad de amigo.
La libertad de Concha
Bernardo Prieto, esposo de la procesada Concepción Prieto Martinez, ha nombrado abogado defensor de ésta al joven letrado abulense Sr. Sierra.
Hoy por la mañana, el defensor presentará al Juzgado el oportuno escrito pidiendo la libertad provisional de su defendida.
Esperanzas fallidas.—Declaran los testigos. -Varios careos
Han resultado fallidas las esperanzas que se tenían puestas en la declaración del testigo Victor García, encargado de la Papelera de León.
De sus manifestaciones se esperaba algo interesante, que, a juzgar por los movimientos que observo, no debe haber surgido.
El testigo, al decir de él, ha comparecido en Avila por propia voluntad, porque bien pudo eludir su presencia con la presentación de un certificado facultativo. Efectivamente Victor, que es, por su aspecto, despejado y desenvuelto, calza en el pie izquierdo una zapatilla y cojea, apoyándose en un bastón. Quien conoce su vida, me asegura que Victor es hombre llano y simpático, precavido y reservado, que goza del cariño fraternal y protección decidida de persona muy influyente en León.
Fue muchos años agente de Policía gubernativa, y después también ha desempeñado el cargo de juez municipal de Matallana (León). De este hombre se cuentan curiosas anécdotas, que no puedo relatar.
Conoce desde niño a Marcelino Balbuena porque el padre de éste sentía hacia Victor verdadero cariño. También conoce a D. Alfredo Barthé, porque en diversas ocasiones acudió a su casa para hacerle consultas en su condición de abogado.
Todas estas circunstancias hacían esperar que la declaración de Victor García diese alguna prueba concluyente, llevando con ello a los folios sumariales una orientación, de la que están tan necesitados.
Desconozco la declaración de este testigo, pero debe haber carecido de interés.
A última hora de la tarde de ayer he podido hablar un momento con el «Feo de Veguellina», que me dice ha celebrado un careo con Vicior García, a quien conocía por el apodo de «Victorón».
Según afirma José Alonso, «Victorón» es buen amigo de Agustín Rodriguez Moreno, «Vilortas», al cual, en diversas ocasiones prestó ayuda económica, según él pudo comprobar.
En el careo Victor negó certeza a las manifestaciones de «el Feo», asegurando de manera terminante que desconoce al llamado Agustín Cabezón o «Vilortas».
Seguidamente, el juzgado interrogó a Bernardo. Prieto, esposo de Concha, y a la sobrina del matrimonio, Concepción Prieto.
Las declaraciones carecieron en absoluto de interés, pudiéndose deducir fácilmente de las manifestaciones de ambos que «la Concha» nunca les dijo lo ocurrido y declarado en el sumario, acaso por no concederle importancia.
Para hoy. -Rémora
A las ocho de la noche dio por terminada su tarea el Juzgado, retirándose de su despacho para constituirse de nuevo, a las ocho de la mañana de hoy, y esperar la comparecencia de alguno de los muchos testigos citados.
Una vez terminadas las diligencias de hoy, tengo entendido que el juez, Sr. Bernabé Vicente, se trasladará de nuevo a Cebreros, desde donde librará los pertinentes exhortos, a fin de lograr las declaraciones necesarias de aquellos testigos que no han podido acudir a su llamamiento.
Como observarán nuestros lectores, el sumario, gracias a la diligencia y buena fe de determinados elementos, va a entrar en un periodo de lentitud, que hará inútiles todos los esfuerzos.
A los tres años transcurridos, habrá que sumarle un par de ellos más.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Ávila, 22-10-1921.
El Heraldo de Madrid, 31 de mayo de 1922
León 21. Después de ocho meses de reclusión en la cárcel de Avila, por un error judicial, ha sido puesto en libertad, y sobreseída la causa, el distinguido joven leonés D. Marcelino Balbuena; a quien acusó el presidiario «Feo de Veguellina» de haber tenido participación, como inductor, en el crimen del correo de Galicia.
La Correspondencia de España. 20 de marzo de 1922
BENAVENTE Y LA MEMBRIVES
"PARTIR ES MORIR UN POCO..."
Entusiasta homenaje en honor del ilustre dramaturgo y de la gran actriz americana
Jacinto Benavente y Lola Membrives partirán en breve para América. Se proponen realizar una excursión artística. Algunos de los incontables admiradores de D. Jacinto, como se le denomina familiarmente en el mundo de las letras y del teatro y de las muchas personas qué han gustado del depurado arte de Lola Membrives, han querido decirles adiós, reunidos en público homenaje en uno de los salones de la Casa de América, con el usual pretexto de un banquete. Muchas personas fueron las que acudieron a rendir a los artistas la sincera expresión de amistad.
Entre ellas se hallaban los Sres. :
...
D. Isaac Balbuena,
Lista de los abogados del Ilustre Colegio de León y Guía judicial para el año de 1923, Colegio de Abogados de León
SEÑORES EX-DECANOS
CON EXPRESIÓN DE LOS AÑOS EN QUE HAN EJERCIDO EL CARGO
D. José Benito Lázaro. 1844-1857-1860. f
D. Bernardo M a Calabozo. 1845. f
D. Patricio de Azcárate. 1846. f
D. Faustino Rodríguez Monroy. 1847 f
D. Juan Piñán 1848-1875 a 76 f
D. Félix García Mancebo. 1849. f
D. Pedro Alcántara del Palacio. 1850. f
D. Pedro M.ª Hidalgo. 1851 f
D. Tomás Rodríguez Monroy. 1852. f
D. Sotero Rico 1853 -1873 a 74. f
D. Máximo Fernández Rabanal 1854 -1876 a 77,
D. Antonio Álvarez Reyero. 1855. f
D. José Selva 1856. f
D. Melquíades Balbuena 1858-1878 a 79. f
D. Juan López Bustamante. 1859 - 1874 a 75. f
D. Eleuterio G. del Palacio. 1861-1880 a 81. f
D. Rafael Taranilla. 1862. f
D. Francisco Miñón. 1863. f
D. Cayo Balbuena. 1864. f
D. Rufino Barthe. 1865. f
D. Cipriano R Calzada. 1866-1877 a 78. f
D. Manuel Prieto Getino. 1867-1881 a 82. f
D. Antonio M.ª Suárez. 1868 a 69. f
D. Busto Rodríguez Burón 1869 a 1870. f
D. Ricardo Mora Varona. 1870 a 71. f
D. Manuel Ureña. 1871 a 72 y 1889 a 90. f
D. Ignacio Suárez. 1872 a 73. f
D. Fidel Tejerina. 1879 a 80. f
D. Cándido F. Quiñones. 1882 a 83 y 1888 a 89. f
D. Salustiano Posadilla. 1883 a 84. f
D. Jacinto Sánchez Fuelles. 18S4 a 85.
D. Antonio Molleda Melcon. 1885 a 86 . f
D. José M.ª Lázaro de Diego Pinillos. 1886 a 87, y 1906 a 1910.
D. Bernardo Llamazares Díaz. 1887 a 88.
D. Wenceslao García Gómez. 1890 a 91.
D. Manuel Gutiérrez. 1891 a 92. f
D. Eusebio Campo Barbajero. 1892 a 93.
D. Celestino Nieto Ballesteros. 1893 a 94
D. Epigmenio Bustamante Fresno. 1894 a 98.
D. Solutor Barrientos Hernández. 1898 a 1902.
D. Félix Argüello y Vigil. 1902 a 1906.
D. Raimundo del Río López. 191M912y 1913-1914.
D. Juan Francisco Pérez Balbuena. 1914 a 1915, y 1916 a 1917.
El Globo, 20 de enero de 1923
EL MAL EJEMPLO
¿Qué eficacia va a tener el nuevo decreto sobre abastos? ¿Cómo lo ha recibido el público?
De la eficacia, desgraciadamente, somos muchos los que nos permitimos dudar; del efecto causado en la opinión, sólo podemos decir que no ha pasado de un encogimiento de hombros.
El Sr. Gasset, guiado por el mejor deseo, buscando los mejores medios de acertar, merece un sincerísimo aplauso por su disposición, pues ella revela la voluntad de poner remedio a la injustificada carestía de las subsistencias, problema harto más principal que esas fantasías extrañas de reformas constitucionales y cuestiones religiosas.
Pero ¿ hay todavía quien crea en la tasa ? La tasa, sí; mas para hacerla respetar sería necesaria una magnífica inspección, con amplias atribuciones y unas retribuciones espléndidas, amén de consignarse penalidad severísima para los contraventores del nuevo decreto.
En 1919, el ministro de Abastecimientos D. Leonardo Eodríguez dictó, con fecha 7 de marzo, un Real decreto sobre subsistencias. Una semana después de nombrados los inspectores, en la mayor parte de los mercados, el trigo y los huevos y las patatas estaban por debajo de la tasa.
¿No se recuerda la gestión de los inspectores de la provincia de León, D. Segundo García, D. Isaac Valbuena y D. Carlos López Cortijo, que descubriendo numerosas tenencias clandestinas, hicieron concurrir a los mercados tal cantidad de mercancías, que siendo más la oferta que la demanda, automáticamente descendieron los precios?
Pues cayó el Gobierno del conde de Romanones, y el ministro de Abastecimientos ciervista Sr. Maestre, dejándose llevar de ciertas pasioncillas de caciques acaparadores, desfiguró el decreto del Sr. Rodríguez, y comenzaron a restarse atribuciones a los inspectores, y más tarde el comisario de Abastecimientos Sr. Rodríguez de Viguri conltinuó la tarea del Sr. Maestre, y últimamente, siendo ministro de Fomento el Sr. Cierva oometió la máxima atrocidad de perdonar de un plumazo todas las multas impuestas a los acaparadores y agiotistas, multas que llegaban a unos cinco millones de pesetas y que ya habían ingresado en las Cajas de las Delegaciones de Hacienda, dejando además a los inspectores sin derecho a cobrar las participaciones que en estas multas les concedían las disposiciones vigentes.
De aquel mal ejemplo vendrá la ineficacia del decreto del Sr. Gasset. Los inspectores no van a tener gratificación. ¿ Quién les satisfará los gastos costosos de viaje y manutención? ¿De la participación de las multas? Pero ¿las multas se llegarán a cobrar? ¿Y, si se cobran y recurren los multados a la Superioridad, no volverá a repetirse lo de la condonación? Y las Juntas de Subsistencias, ¿van a ser una cosa práctica, o un organismo sin más existencia que la de su creación en la «Gaceta» ?
Ojalá nos equivoquemos y nuestro pesimismo sea defraudado. El Sr. Gasset, si ha tenido buenos consejeros, no han sido acertados. El nuevo decreto de abastos es una bella teoría de la música. Ya se verá.
El Distrito Universitario, 13 de septiembre de 1923
Por Real orden de 23 de agosto, Gaceta de 19 de septiembre, ha quedado anulada la creación de la escuela mixta de Barrio de la Estación de Matallana, por no haber sido enviada la certificación definitiva.
La Libertad, 25 de enero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE.
El crimen del correo de Galicia
Otra vez de actualidad.-«Vilortas» ha sido detenido
De nuevo vuelve a ser de actualidad este viejo asunto del célebre crimen del correo de Galicia, en el que, como es sabido, murió de forma misteriosa el minero de León D. Remigio Miranda.
Tres veces la tramitación del sumario ha adquirido verdadero interés. Una, a raíz del crimen, cometido en la madrugada del 28 de Octubre de 1918; otra, en la fecha del juicio oral, verificado dos años después, con motivo de las gravísimas acusaciones hechas por José Alonso Gómez, considerado como autor y condenado, en consecuencia, a cadena perpetua; la tercera, once meses después, o sea en Septiembre del 1921, con ocasión de haber sido detenido el acusado por el José Alonso de autor por inducción, don Marcelino Balbuena, quien fue procesado, en unión de dos personas más, por el digno y activo juez de Cebreros, entonces especial para esta causa, D. Manuel Bernabé Vicente, hoy abogado fiscal de la Audiencia de Avila.
Actualmente, como dije, vuelve este ya célebre y complicadísimo sumario a tener actualidad e interés, porque al cabo de los cinco años y pico se ha logrado capturar a uno de los acusados por el repetido José Alonso como autor material del crimen. Se llama este acusado Agustín Cabezón (a) «Vilortas», quien también emplea otros varios nombres.
A pesar del tiempo transcurrido, no ha podido borrarse de mi mente la trágica impresión que producía aquel espectáculo de un departamento del coche de primera clase del tren correo de Galicia en que apareció, en Navalperal, el cadáver de D. Remigio Miranda con la cabeza casi separada del tronco, las ropas destrozadas, para simular el robo, pero intacta la flamante maleta de viaje.
Ni las gentes de Navalperal, Cebreros y Avila pueden olvidar, no sólo el espectáculo, sino tampoco la triste aventura que al crimen ha seguido. Los vecinos de León y Bilbao recuerdan todavía vivamente lo ocurrido
Asimismo, el tiempo tampoco ha podido desvirtuar el lamentable error Judicial que del mismo sumario se desprende al condenar a cadena perpetua a quien ha sabido llevar al convencimiento de todos lo injusto de la condena que un Jurado le impusiera. Tanto más cuanto que en los folios de la causa obra una prueba documental que demuestra la injusticia.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Cebreros. 23-1-1924.
POR OPUESTOS CAMINOS
Al morir Lenin
Aunque prevista desde hace tempo, no ha dejado de impresionarnos la noticia de la muerte de Lenin. Antes de juzgar al dictador eslavo o valorar su obra; consignemos esa emoción penosa que. siempre produce toda fuerza humana que se extingue...
¡ Lenin!... Nos parece ver de nuevo el famoso retrato, que reprodujeron las revistas extranjeras, en el que el caudillo bolchevique destacaba su cráneo oriental sobre un fondo de rojas banderas comunistas. Han pasado los meses y los años. El Poder hace a los hombres y los gasta. Y aunque Vladimiro Ulianof Lenin se ha sostenido hasta el final, y era ya quizás el más antiguo entre los actuales jefes de Gobierno de Europa, la implacable realidad, no obstante, le fue rindiendo, y a medida que las vigilias y las dolencias iban apagando el fulgor de sus ojos oblicuos de mogol, palidecía también, en las adaptaciones oportunistas, el fondo rojo de las enseñas revolucionarias...
Ahora, con ocasión de la muerte de Lenin, hemos vuelto a leer algunas de sus páginas. Resurgía, de esta suerte, ante nosotros el polemista inteligente, violento, contradictorio, que, al propugnar a veces dos ideas, en el fondo antagónicas, no trataba de conciliarlas atenuándolas, sino, a la manera rusa, extremándolas ambas y exaltándolas juntamente con la misma pasión: la fraternidad y el odio, el despotismo de una minoría y el imperio de la masa proletaria; el absolutismo y omnipotencia del Estado como camino para una sociedad libre en la que la máquina del Estado quedará arrinconada, como pintorescamente afirma, en el Museo de Antigüedades junto con la rueca y el hacha de piedra...
De pronto, releyendo uno de sus Opúsculos contra Kautsky, editado por los comunistas alemanes, tropezamos con un inciso que nos parece una revelación... «Ese Ramsay Mac Donald, que es un liberal disfrazado...» ¡ Ah ! Nada irrita tanto a Lenin como los laboristas ingleses. En otro libro establece la oposición fundamental e irreductible entre el socialismo de la Gran Bretaña y el bolchevismo de Moscou. ¡ Cómo se indigna contra Henderson, Clynes, Snowden «and Company» ! Esos hombres, ministros los tres hoy en Inglaterra, son culpables, según Lenin, de haber dado al liberalismo un derecho de asilo, un albergue espiritual en el campo proletario... Ramsay Mac Donald, jefe ahora de aquel Gobierno, ¡ es un liberal enmascarado!
Al leer estas líneas, vemos surgir, cual la actualidad los ha juntado estos días, al lado del retrato de Lenin la efigie de Ramsay Mac Donald. Es imposible evitar la comparación, que ha tentado ya a periodistas y comentadores, entre estas dos figuras: la del que acaba de bajar al seno de la tierra y la del que acaba de subir las gradas del alcázar del Poder. Los dos, de igual edad, próximamente; de cultura universitaria los dos; los dos, socialistas; ambos, agitadores populares, vigorosos oradores, caudillos de partido, jefes de Gobierno. No ha visto, sin embargo, la Tierra dos hombres más diferentes.
Frente a la testa asiática del uno aparece el rostro escocés del otro, ceñido de sus finos cabellos color de humo. El uno tiene la fuerza del fanático; tiene el otro la energía del espíritu libre. Aquél estudió allá, en las aulas de Kazán, entre los recuerdos del hermano ahorcado y las perspectivas de Siberia; éste se formó en la paz idealista de Oxford, donde sobre la poesía del pasado flota la luz de los tiempos venideros. Es Lenin la reacción sangrienta contra el despotismo zarista; Ramsay Mac Donald es la evolución fecunda del constitucionalismo británico. Pesan sobre el alma del primero, aunque no quiera, siglos de tiranía; es hijo, el segundo, de une gran tradición de tolerancia, de Derecho político y de libertad.
El concepto de libertad, sobre todo, es lo que los separa. «¡ Ramsay Mac Donald es un liberal disfrazado!» Esa es, para Lenin, la gran apostasía. En efecto, y por fortuna, el socialismo inglés es un socialismo liberal. Del fondo común de la doctrina obrera ha destacado, en primer término, el gran ideal de emancipación económica y espiritual, de plena emancipación humana. Nuestras derechas procuran tranquilizarse, diciéndose unas veces que Mac Donald, como laborista, no es un liberal, y sólo el liberalismo es pecado, y pretendiendo otras que el laborismo queda, en realidad, un poco lejos del socialismo, y sólo el socialismo es peligro. No. Lo que en el actual Gobierno inglés no sea marxista, será liberal, y lo que no sea liberal, será marxista,
¡ Pero si muchos católicos ingleses han votado al «Labour Party»!, arguyen todavía las derechas. Y es cierto. Sólo que votaron las candidaturas laboristas —medítenlo los católicos españoles— porque el partido obrero «garantía la completa libertad de conciencia y de cultos». De la misma manera —vuelvan nuestros católicos a meditarlo— que el Sumo Pontífice protestó contra la República de los Soviets porque esa República no respeta la libertad de conciencia.
Nada de eso. Mientras el laborismo ama la libertad, Lenin se esfuerza en sacar de Carlos Marx el principio de la dictadura proletaria, Kautsky sostiene que, para el autor de «El capital», la dictadura de que habla no sería una forma de gobierno, sino, sencillamente, un hecho, una situación, de la que, por cierto, Inglaterra lograría prescindir, —profetizaba Marx—, realizando su transformación social por el camino democrático. Pero Lenin repudia, indignado, este interpretación benévola. «La dictadura del proletariado, afirma crudamente, equivaldrá al Estado proletario; es decir, a una máquina de opresión de la burguesía bajo el proletariado...» «No podrá haber en ella ninguna libertad, igualdad, etcétera...»
Mas el dictador ruso, en contacto cor la realidad, ha tenido que llegar, de concesión en concesión, a transigir con el capitalismo internacional, con la pequeña propiedad agrícola, con el comercio privado...
¿Quiere esto decir que Rusia volverá al antiguo régimen? Seguramente, no. Tras de cruentas vicisitudes, con inmenso dolor, sacrificando lo más excelso de la personalidad humana, y después de un periodo de hambre sin precedentes desde la Edad Media, Rusia consolidará, sin duda, al cabo del tiempo un régimen intermedio, una etapa de la evolución social, muy distante del viejo zarismo, muy distante también de su ensueño comunista. Una etapa de la evolución social, a la que quizás mucho antes llegará Inglaterra, por el camino opuesto, sin convulsiones, sin sangre, sin tiranías, sin que haga falta más revolución que un voto de los comicios y otro voto del Parlamento para conseguir que el socialismo ocupe el Poder y rija hoy la primera nación de Europa, metrópoli del más grande Imperio de la Tierra,
LUIS DE ZULUETA
La Libertad, 26 de enero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia
Como explicación del error judicial
En mi información de ayer, primera de esta nueva etapa, hablaba del absurdo legal y de la injusticia manifiesta que se da en este sumario. Decía también que la detención de Agustín Cabezón (a) «Vilortas», aportaba un extraordinario interés a las nuevas actuaciones, por cuanto «Vilortas» es el primer acusado de autor material que aparece al cabo de los años.
Y como es de suponer que el tiempo haya hecho olvidar los detalles esenciales que justifican estas afirmaciones, se hace necesario referir de nuevo, aunque ligeramente, los hechos más salientes.
Interesa mucho que, además de nuestros lectores, conozcan este asunto aquellas autoridades que puedan poner remedio a los infinitos absurdos que han sucedido y seguramente sucederán.
Recordando los hechos. Acusaciones veladas. -Tres detenidos
Pasado algún tiempo de cometido el misterioso suceso de que fue victima el Sr. Miranda, la voz popular, que casi siempre se eleva con algún fundamento, señaló con insistencia las significativas circunstancias qué concurrían en el momento de ser cometido el crimen.
Por aquella época, año 1918, el carbón había adquirido un valor exagerado. El asesinado cultivaba exclusivamente aquel negocio, que explotaba en unión de dos cuñados suyos, a quienes, si bien la muerte de D. Remigio perjudicó, por ser éste quien llevaba, muy acertadamente, por cierto, la dirección técnica del negocio, vino a beneficiarles en una crecida cantidad al volver a ellos ta participación que antes pertenecía a su hermana, esposa del Sr. Miranda, heredero universal de aquélla.
El rumor público, los que se decían enterados de las relaciones mercantiles, y hasta algunos familiares, quisieron hallar en esto fundamento para una sospecha.
Corrían los meses, y ni la Policía, ni la Guardia civil, ni las investigaciones particulares conseguían una pista para el esclarecimiento del misterioso crimen, Un día, la Guardia civil logró la detención de tres individuos, que en un pueblo de la provincia de León habían hecho referencia al asesinato del minero.
Fueron los detenidos José Alonso Gómez, «Feo de Veguellina»; Sandalio Villar Zamarreño y Esteban Sánchez, quienes ingresaron en la prisión de Avila, a disposición del por aquel entonces juez especial de esta causa, D, Pablo Callejo.
¡Adiós mis treinta años!
Refieren los bien enterados que con anterioridad a esto había sido detenido también un individuo apodado «Bocarrota», de quien se decía era uno de los autores materiales del crimen.
No debió poder comprobar esta sospecha el juez Sr. Callejo, por cuanto, poco después de haber sido detenido. «Bocarrota», decretó su libertad.
Añaden aquellas referencias que a «Bocarrota», al salir de la cárcel de Avila, y ya una vez en la explanada que da frente a la prisión, alguien le oyó exclamar:
—¡Adiós mis treinta años!—frase que parece demostrar su directa culpabilidad.
El «Feo» quería hablar
El juez instructor acordó los procesamientos del «Feo de Veguellina», Sandallo Villar y Estebán Sánchez.
Luego se ha sabido que el «Feo» mostró deseo de hacer algunas manifestaciones; pero calló por consejo de determinada persona, según él me ha confesado, toda vez que en el sumario obra una prueba documental que demuestra su inocencia en cuanto al hecho material se refiere.
Esta prueba consista en un recibo de liquidación de jornales, hecho en una mina de Boñar, pueblo internado de la provincia de León, recibo fechado en 28 de Octubre de 1918; el mismo día en que a primera hora de la mañana apareció en Navalperal el cadáver de D. Remigio Mranda.
Sandalio y Esteban también demostraban dónde y cómo emplearon el día de autos.
En esta situación, llegó el juicio oral, señalado para finales de Septiembre de 1920, día que, como es de suponer, los procesados esperaban confiados en una absolución.
El absurdo. -Los tres condenados. -Emoción intensa
Fue de gran emoción para estos hombres el momento en que el Jurado se retiró a deliberar, y no menor su esperanza cuando, a los pocos minutos, aparecieron de nuevo en el estrado los Juzgadores.
Suponían todos que, después de la prueba y de tan breve deliberación, las preguntas del Tribunal de derecho respecto a la culpabilidad de los tres procesados, serian contestadas negativamente. Así lo esperaba también el público, los testigos y los letrados, y hasta el mismo juez que instruyó el sumario.
Pero no fue así. Unos pocos minutos habían bastado para contestar afirmativamente, usando a José Alonso, «Feo de Veguellina», de autor del asesinato, y a Sandalio y Esteban de complicidad en el mismo.
¿Se ve el error judicial?
Un silencio sepulcral se hizo en la Sala y el pecho de todos los oyentes palpitó de temerosa emoción... El veredicto pesaba en algunas conciencias como losa de plomo.
Un detalle. -Acto de humanidad. -Acusaciones gravísimas
Poco después, el Tribunal de derecho dictaba sentencia. Se esperaba lógicamente una condena de pena de muerte; pero los conturbados espíritus se serenaron un poco y las conciencias recibieron algún alivio.
La condena fue de cadena perpetua para José Alonso y de seis años de prisión para los otros dos.
¡Es un detalle!
Sí grande fue la emoción de todos en aquel momento, no lo fue menor cuando José Alonso, allí mismo, con indignación justificada y gritando enloquecido, acusó concretamente...
Acusaba el «Feo de Veguellina», y no sólo daba los nombres de los autores de la muerte de don Remigio Miranda, sino que citaba fechas, lugares, planes que se habían desarrollado.
Y aún más dijo concretamente la cantidad que se pagó por el asesinato y la forma en que aquélla se satisfizo.
Llegó a nosotros la noticia, y como antes habíamos seguido con minucioso interés este suceso, fuí en busca del «Feo» y repitió su denuncia, de la que mañana hablaré.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Cebreros, 24-1-1.924
La Libertad, 27 de enero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia
La justicia del indulto.- Indicios con fuerza de pruebas.
Con lo dicho hasta aquí podemos dar por terminada la primera parte de éste interesantísimo proceso.
Ha sido mi propósito no detallar mucho y prescindir de minuciosas circunstancias que pudieran interpretarse como un encubierto deseo de acusar, cosa que está muy lejos de mi ánimo; porque si tal intentara, prostituiría no la misión informativa y de ayuda a la justicia de la Prensa y torcería mi firme voluntad.
Ahora bien, de lo publicado puede ya deducirse provechosas consecuencias que demuestran con cuánta razón debiera acudirse en auxilio de José Alonso pare conmutarle la enorme pena que le fue impuesta;
El deseo de no incurrir en el calificativo de acusador, me priva de dar algunos otros detalles; además, muchas de las cosas que pudiera decir no servirían para adoptarlas como pruebas, porque son subjetivas e inmateriales, por tanto; pero dan, sin embargo, fuerza enorme a los innumerables indicios acusadores para alguien y demuestran la justicia del indulto que pido para los condenados.
Comienza aquí la segunda fase de esta causa célebre, con las manifestaciones que el «Feo de Veguellina» me hiciera en la cárcel de Ávila, en presencia de los empleados del Cuerpo de Prisiones de servicio en aquella ocasión, que eran D. Vicente Rodríguez Ferrer, director; los subdirectores D. Carlos Hidalgo Valero y don Salustiano Abemela Martín y el oficial D. Facundo González Díaz. También estaba presente el segundo jefe de Policía de la provincia don Víctor Alonso.
Lo que dijo el «Feo». -Proposiciones rechazadas. -Dónde estuvo el «Feo» el día del crimen. Tratando de explotar el secreto. -El «Feo» se entera del asesinato. -En la taberna de la Concha. -El precio de un crimen
José Alonso Gómez, «Feo de Veguellina», vestía un traje de pana muy usado y calzaba alpargatas. Algo cargado de espaldas y pecoso de viruelas, tenia una mirada penetrante, y de vez en cuando parecía receloso, como si sospechara mofa en algunas preguntas. Se quejaba del dolor que le producía la pierna derecha, que había roto, hacía algún tiempo.
Conocido mi propósito, accedió a referir los antecedentes que sabía y a ser veraz.
Cedámosle, pues, la palabra y aquí va fielmente lo que dijo, si no en el orden y forma que lo exponemos, si en la esencia y los detalles:
«Un día del mes de Agosto .de 1918 — nos refirió— encontré a Agustín Cabezón, «Vilortas», y hablamos de nuestros asuntos, conviniendo en que las «cosas» estaban mal y era difícil vivir.
Entonces me habló de un «negocio» que produciría algunos miles de pesetas. Pregunté y me contestó que. se trataba de hacer un «morabo», que quiere decir «matar a una persona».
Enérgicamente—añadió—rechacé lo propuesto diciéndole que me bastaba con mi «cuento del talón», procedimiento de timo a que me dedicaba, y dimos por terminada nuestra entrevista.
Yo, en aquella fecha, me encontraba trabajando en la mina «Barbadíllo», que está en Campo Solillo, pueblo de la provincia de León, y en ella continué hasta el día 27, en que me despedí, a consecuencia de un pequeño disgusto con el capataz. Reclamé el recibo de la liquidación, que debe obrar en el sumario.
Aquel día no abandoné aquellos lugares, sino que permanecí en la «Venta de la Lista» hasta las cinco de la tarde del día 28, fecha en que a las ocho de la mañana apareció el cadáver del Sr. Miranda en Navalperal. A esa hora me fui a Boñar, durmiendo aquella noche en la casa de Modesto Reguera.
El 29 me encaminé a Candanedo, donde me compré ropa interior, y de allí fui a La Robla, llegando a León el día 1 de Noviembre.
En la misma estación de León compré un periódico, y en él vi confirmados los rumores que respecto a la muerte de D. Remigio Miranda había oído en Campo Solillo, Entonces recordé la proposición que me había hecho «Vilortas», y comprendiendo que debía referirse a este crimen al hablarme del «negocio» de hacer un «marabo» decidí buscarle para sacarle algún dinero.
En encontrarle tardé tres días, durante los cuales dormí en casa de Nemesio García.»
Al llegar a este punto el «Feo», y al relatarme lo que hizo en tales días, me habló de un llamado Víctor García, persona muy bien relacionada y emparentada; pero conocedor, no obstante, de gente de dudosa conducta.
Son tan graves las afirmaciones que hizo, que no puedo transcribirlas, por carecer de pruebas, pero como mi interlocutor aseguraba que de ello había hablado en papel de oficio, las autoridades serán las encargadas de ponerlo en claro.
«Por fin—prosiguió diciendo José Alonso—, el día 4 de Noviembre encontré a Agustín Cabezón en el Puente de San Marcos de León. Le hice saber mi propósito de obtener algún dinero, toda vez que aquél había realizado el productivo «negocio» que me había propuesto.
Aunque hizo esfuerzos por disuadirme, no lo consiguió. Entonces «Vilortas» me invitó a ir con él a Trobajo, donde, en una taberna llamada de la Concha, le habían de entregar una fuerte suma. De momento, me ofreció 10 pesetas para que, pudiese convidar a copas; pero no las acepté, pues aún me restaban que cobrar 50 de mis trabajos en la mina de La Robla.
Fuimos a Trobajo. La taberna de la Concha está situada a la izquierda de la carretera de Astorga, según se va desde León. Hace esquina a una calle y tiene dos entradas. La de la carretera, que es la principal, da acceso a un pasillo, y a su mano derecha, la puerta que comunica con la taberna. Al fondo hay un patio, en el cual está la puerta que da salida a la calle lateral.
El local de la taberna es reducido. Una mesa larga está al fondo de la estancia, desde el mostrador, situado a la izquierda, hasta la ventana que se abre a la carretera.
La trampilla del mostrador nos dejó paso a una pequeña habitación que hay a modo de trastienda, y que se ocultaba entonces con una cortina.
Entramos «Vilortas» y yo. Ya estaban allí Joaquin Quirós Menendez, «Bocarrota», Pedro Ortega, «Rabia», y otro, llamado Francisco, «El del Berrón», quienes no pudieron ocultar su extrañeza, toda vez que solo esperaban la llegada de «Vilortas». Hizo este mí presentación, renació la tranquilidad y pronto unos convites bastaron para que hubiese entre todos gran armonía.
En la carretera, un hijo de «Vilortas» esperaba la llegada del señor que había de llevar el esperado dinero. No tardo mucho en anunciarnos el chico la presencia de aquél. Eran las doce del día.
La cortina se alzó, dejando paso a un hombre joven, moreno, fornido, de regular estatura y algo cargado de espaldas. Cubría así su cara con el cuello de un abrigo oscuro y su cabeza con una gorra. El calzado era negro, sin que pueda precisar si llevaba botas o zapatos.
También se extraño de mi presencia, y aun cuando nada dijo, «Vilortas» le tranquilizó, advirtiéndole «Es de la cuerda».
El señor aquel, sin hablar todavía, sacó del bolsillo interior de su americana un sobre azul, y como con desprecio y asco lo arrojó sobre la mesa, a la vez que decía: «¡Ahí tenéis lo que falta!» Sin decir más, abandonó el local; pero al salir, cayó un pañuelo con cenefa verdosa que yo mismo recogí del suelo y se lo entregué y salió por la puerta del patio a la calle.
El sobre azul contenía billetes del Banco de España de 100 y 50 pesetas hasta un total de 15.000.
Acordaron darme a mi 750 pesetas, a cambio de que guardase silencio; pero todavía me hicieron saber que mí vida era también garantía de mi reserva. «Vilortas» me dijo entonces que anteriormente habían cobrado 5.000 pesetas.
Una vez efectuando el reparto, salimos a la tienda y comenzamos a jugar. Hubo alguno que perdió una importante cantidad y tuvo que recurrir al préstamo de otro, pues anteriormente había enviado el dinero a su mujer.
«Vilortas» también regalo 500 pesetas a una mujer, llamada Dolores, con la cual tenía relaciones.»
Después de esto, «el Feo» continúa su interesantísimo relato detallando su odisea hasta el momento en que fue detenido y conducido a la cárcel de Ávila, donde encontró a «Bocarrota».
De ello me ocuparé en el próximo número.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Ávila, 25-1-1.924,
La Libertad, 29 de enero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia
Sigue hablando «el Feo». —La odisea de «Vilortas» y «Bocarrota». -Detención de «Bocarrota», «el Feo», Sandalio y Esteban. —Detalles Interesantes respecto al crimen. ¡Por humanidad!
— Cuando me separé de aquellos hombres— continua diciendo José Alonso, refiriéndose a «Vilortas», «Bocarrota», «el Rabia» y «El del Berrón», comencé a reflexionar sobre lo sucedido, tuve.miedo. Me asustaba la idea de aparecer complicado en un asesinato. Comprendí que si algún día llegaba a saberse que había alternado con aquellos malvados, en momentos tan críticos del suceso, me vería mezclado en el proceso, y acaso, si no podía demostrar mi participación, sería condenado a muerte.
Este temor me dominaba. Yo, más de una vez he cometido hechos delictivos, siempre contra la propiedad y de los calificados de timo o estafa; pero nunca tuve tanto remordimiento como en la ocasión a que me refiero. No sé si influirá en ello el que en el timo siempre explotamos la ambición del timado, quien cree hacer un pingüe negocio a costa de la supuesta ignorancia o necesidad perentoria del timador.
Tanto llegó a preocuparme el miedo qué dentro de mí sentía, que pensé huir al extranjero, y lo hubiera llevado a la práctica de no haberme tranquilizado la despreocupación y el escándalo con que Agustín y «Bocarrota» se gastaban el producto de su crimen, recorriendo los pueblos de aquella comarca sin el menor recato, llegando ocasión en que «Bocarrota», con fanfarronería, presumía de valiente y decía que un «morabo» le había proporcionado mucho dinero. En el pueblo llamado Hospital de Órbigo pasaron un mes «Vilortas» y «Bocarrota»; éste se hacía pasar por un rico hacendado.
Pero como todo tiene fin en esta vida, aquella vida de continua crápula, pronto les dejó sin dinero, haciéndoles volver a la otra tan accidentada, pero que en ellos era habitual y ordinaria.
No tardé mucho en saber que había sido nombrado Juez especial para este asunto D. Pablo Callejo, y que Joaquín Quirós Menéndez, o sea «Bocarrota», había sido detenido; pero que a pesar de ello no había declarado una sola palabra, haciéndose pasar por completamente ajeno al crimen del correo de Galicia.
Al llegar aquí, José Alonso refiere cosas que nos está vedado repetir. Detalla en su narración que un día, encontrándose en una venta en unión de Sandalio Villar Zamarreño y de Esteban Sánchez, «el Mellao», fueron detenidos por la Guardia civil, como acusados de fraguar un robo al cura de una aldea próxima, y después cómo autores de la muerte de D. Remigio Miranda.
Asegura Jose Alonso que se vio obligado a confesarse autor, así como también Sandalio y Esteban, este último confundido con «Bocarrota», por tener roto en una buena parte el labio superior, defecto por el cual le apodan «el Mellao».
Sandalio, Esteban y yo—sigue relatando «el Feo»— fuimos traídos a la cárcel de Avila, a disposición del juez especial. Aquí me encontré al verdadero «Bocarrota».
Joaquín, en los días que tuvimos ocasión de hablar, me hizo reflexiones sobre la conveniencia de no decir ni una palabra respecto al crimen, cuyo esclarecimiento se perseguía, única manera de qué nos salváramos todos. Me hizo saber que el se había confesado autor del hurto de una cartera, cosa que no le traería perjuicio, porque era mentira y no se encontraría al perjudicado y que dijo sólo parta justificar la posesión del dinero que había gastado.
En, aquel momento la situación de «Bocarrota» era tan angustiosa, qué no tenía ni camisa que ponerse. Me dio pena y le di una de las mías.
Unos días más tarde la Audiencia sobreseyó la acusación de «Bocarrota», y éste quedó en libertad; siendo entonces cuando, al salir a la calle, dijo, mirando a la cárcel: «¡Adiós mis treinta años!»
Hay otros cuantos detalles de enorme responsabilidad para alguien, en los que abundan los otros dos detenidos, y que tampoco se pueden repetir, aún cuando de ellos poseo manifestación escrita y firmada.
—Esperaba —continúa José— que también fuera retirada nuestra acusación; pero el tiempo pasaba y llegué a creer que incluso se retrasaba la celebración del Juicio oral. Entonces me decidí a hablar, y llamé a mi abogado. Me aconsejo que callase. La pruebe era para mí favorable en extremo, y tendría que ser absuelto, como tumbién Sandatio y Esteban.
Al fin, se señaló la vista: se vio la causa; apareció el recibo de la mina; declararon como testigos de descargo para mí D. Vicente Crescente; el capataz de la mina «Barbadillo» de Campo Solillo, llamado Orencio; un obrero llamado Virgílio; el posadero Faustino Rodriguez y sus hijas Etelvina y Joseta, y otros varios Todos confirmaron que en los días aquellos me habían visto.
Pero, tomo ve, de nada ha servido todo esto, y condenado estoy a cadena perpetua.
José Alonso interrumpe un momento su narración. Todos los que le escuchamos, interesados
y sorprendidos, callamos también. Sólo cruzamos upa mirada, acompañada de un gesto de
asombro.
Mi ánimo, y aun creo que el de los demás oyentes, encuentra sinceridad en las palabras de «El Feo de Veguellina».
Si todo ello fuese una novela creada para eludir una responsabilidad, tenemos que convenir en que José Alonso es un gran cínico y un actor consumado.
Ni un solo instante, en el relato, le ha abandonado el gesto y la energía natural de quien está bajo el peso de una condena tan dura como injusta.
Fácil también le hubiese sido acusar a los demás, sin declararse encubridor. Porque no debe olvidarse que a José Alonso nadie le ha acusado ni de autor ni de nada.
—Si— responde José Alonso a la pregunta que le hago—: conozco, algunos detalles muy interesantes. Don Remigio era continuamente vigilado por sus asesinos, quienes conocían perfectamente todos sus proyectos.
Primero, pensaron en matarle en un viaje que tenía que hacer a Pola de Gordón, donde había de pagar a D. Manuel Abastos una cantidad que le adeudaba, pero dio la casualidad que ambos se encontraron en la calle Mayor de León, y allí, en plena calle, en presencia de quienes le escuchaban, el Sr. Miranda satisfizo la deuda al Sr. Abastos. Inmediatamente quedó proyectado el viaje a Madrid, que había de ser para don Remigio Miranda el de la Eternidad.
—Si— responde todavía mi interlocutor—; Si, señor. Ya lo han dicho ustedes; la navaja se afiló en León; intervino un niño que acaso fuese un hijo de «Vilortas».
Además. conozco el detalle de qué, en el momento en que se apearon del tren los cuatro que ya le dije, una vez cometido el crimen, «Bocarrota» se cayó y se rompió el pantalón. Luego fueron a Palencia, donde Joaquín se compró ropa y regaló el pantalón roto a «El del Berrón», quién se lo puso sobre el que ya llevaba.
En Trabajo tiraron a una presa unas botas de «Bocarrota», manchadas de sangre.
Y acaba su relato José Alonso justificando por qué no conoció a determinado señor cuando fue careado con él antes del juicio oral. No quise conocerle, porque no me convenía. Pensaba salir libre, y aquella era una vía que pretendía explotar.
Como a «El Feo» han debido acabársele los argumentos de fuerza, porque ya sólo señala detalles sin interés, doy por terminada la entrevista.
José Alonso se entretiene aun junto a nosotros; aun cuando ya nos hemos despedido de él. Sin duda, al verse tan cerca de la calle durante dos horas. había olvidado que tenía que volver a la celda y después al Penal...
Aun queda por hacer otra pregunta, pero ahora dirigida a los caballeros que al tiempo que yo han oído lo que José ha dicho y relatado queda. Ellos participaban de mí opinión.
Y pregunto ahora: ¿Basta lo dicho para demostrar el error judicial?
¡ POR HUMANIDAD, SEÑORES, DEBE INDULTARSE A JOSE ALONSO GOMEZ !
HELIODORO F. EVANGELISTA .
Ávila, 28 - 1 - 1924
La Libertad, 30 de enero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia
Se abre nuevo sumario. -La buena voluntad de un juez no puede dar los frutos deseados
La odisea de José Alonso hasta el momento de ser condenado, no fue mayor que la mía hasta conseguir que sus denuncias fuesen acogidas por los que tenían el deber de hacerlo. Hasta el entonces ministro de Gracia y Justicia, Sr. Francos Rodríguez; el subsecretario del mismo departamento, D. Manuel Gullón; los presidentes del Tribunal Supremo, Audiencia Territorial y Provincial; el fiscal del Tribunal Supremo, D. Víctor Covián, y el juez de instrucción de Avila, llegaron las graves denuncias. Al fin, el Supremo acordó que la Audiencia de Avila, aprovechando el sobreseimiento del proceso contra «Bocarrota», abriese nuevo sumario.
El juez de Avila se inhibió en favor de su compañero el de Cebreros, D. Manuel Bernabé Vicente, quien seguidamente, y con una voluntad digna de encomio, comenzó la instrucción de las nuevas diligencias.
Es lamentable decirlo; pero este Juez tuvo necesidad de sostener una verdadera lucha para conseguir el cumplimiento de su deber. que no pudo dar ningún resultado positivo hasta pasados once meses.
Fue inútil que por diversos conductos y por distintos sectores de opinión se pidiese la ampliación de jurisdicción pera el Sr Bernabé Vicente, nombrado también juez especial.
Alguien —la casualidad acaso—, dispuesto a obstaculizar la buena marcha de la Justicia, consiguió que el juez especial no pudiese actuar fuera de Avila, sin embargo de estar suficientemente demostrada la perentoria necesidad de actuar en León y Bilbao.
Hubo. de valerse de diversos exhortos, qué con su excesiva tardanza entorpecieron la marcha del sumario.
Tres nuevos procesamientos
A pesar de todo ello, el Sr Bernabé Vicente hizo comparecer ante él a los cuñados de don Remigio Miranda, Sres. Balbuena y Barthe; a la tabernera de Trobajo, llamada Concha, y a Pedro Ortega, «el Rabia», recluso en el penal de Burgos, acusado también por José Alonso.
De resultas de las diligencias, el juez acordó los procesamientos del Sr. Balbuena; de Concha, la tabernera de Trobajo, y de Pedro Ortega «el Rabia».
Estas actuaciones fueron inspeccionadas por el abogado fiscal de la Audiencia de Avila, don Fernando Garralda, quien denegó a los respectivos defensores de estos nuevos procesados la reforma de los autos de procesamiento que solicitaban.
«El Rabia» y Concha confirman lo denunciado por «El Feo»
Aunque en un principio alegaron ignorar absolutamente cuanto se les preguntaba respecto al hecho, «el Rabia» y Concha terminaron por ratíficar lo manifestado por José Alonso.
Pedro Ortega dijo que en la tarde del 28 de Octubre de 1918, a eso de las tres, encontró en la estación de Palencia a «Bocarrota», acompañado de «Vilortas», «El del Berrón» y un joven, a quienes conoció en aquel momento; que con ellos bebió en la cantina de la estación, llamada «Nueva Florida», de la cual sustrajeron una botella de aguardiente.
Añadió «el Rabía» que en unión de ellos tomó el tren provincial, en dirección a León; que durante el viaje, «Vilortas» enseñó varios billetes del Banco de España, algunos de los cuales se le cayeron al sacar la cartera
Confesó asimismo que el día 4 de Noviembre, a que venimos refiriéndonos, estuvo en la taberna de Trobajo viendo cómo un señor, para él desconocido hasta aquel momento, penetró en el llamado comedor de la taberna y dio a los reunidos un sobre, que no sabe lo que contenía, aunque, por lo que ocurrió después, debía ser dinero.
Si bien en un principio hacía constar «El Rabia» que no recordaba sí había participado de las copas a que convidaron los acusados como autores, terminó por estar absolutamente conforme con lo denunciado par José Alonso, pero insistiendo en que se encontró a los supuestos autores a las tres de la tarde en la estación de Palencia, cuando ya habían cometido su crimen, y que no conocía a ninguno de ellos con anterioridad.
También casualmente se encontró en la taberna de la Concha en el momento en que asegura José Alonso que el caballero aludido hizo entrega del dinero.
La tabernera comenzó por negarlo todo; hasta negó conocer a ninguno de los que le eran presentados; pero en un careo con José, acorralada por éste, terminó por confesar de plano, llegando al extremo de rogar a «El Feo» que explicara cuál era la distribución de las piezas de su establecimiento, porque lo sabía mejor que ella.
Sobreseimiento inexplicable. Actividad extraordinaria
Así las cosas, llegó el momento de la vistilla de este nuevo sumario, y cuando el abogado fiscal D. Fernando Garralda se disponía a actuar como único fiscal enterado del sumario, el fiscal de la Audiencia, Sr. Leyva, mostró su deseo de ser él quien informara, y, en efecto, se personó en la Sala.
Pocos minutos duró la vistilla, y grande fue el asombro de todos los magistrados que componían aquella Sala cuando el mismo Ministerío fiscal, que había denegado las peticiones de reforma, pedía el sobreseimiento.
No debió ser menor la extrañeza del abogado fiscal Sr. Garralda.
Pero aún hay más. Todavía quedaba otra prueba, que, por desgracia, confirmó este absurdo.
La Sala de la Audiencia de Avila se opuso, como era lógico, a lo solicitado por el fiscal, y según dispone el artículo 644 de la ley de Enjuiciamiento criminal, dada la discrepancia existente, pasó a sanción de ta Audiencia territorial, que es la de Madrid.
Con una actividad extraordinaria, muy poco empleada en casos análogos, en breves horas casi insuficientes para leer los tres mil ochocientos ochenta y tantos folios que formaban el sumario, la Audiencia territorial de Madrid se mostró de acuerdo con el fiscal de la provincial de Avila, y el sumario QUEDO SOBRESEÍDO.
Esta decisión dio lugar a la libertad de los procesados y a duros comentarios de quienes seguían con interés los incidentes de cuanto se labora alrededor de este desdichado asunto. y que lamento no poder transcribir.
¡SEÑORES, POR HUMANIDAD! ¿NO CREEN JUSTO EL INDULTO DE LOS CONDENADOS JOSE ALONSO, SANDALIO VILLAR Y ESTEBAN SANCHEZ?
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 29 - 1 - 1924,
La Libertad, 31 de enero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia
Etapa final. -Hay ya detenidos dos de los acusados de autores. -Cómo fue detenido Agustín Cabezón.
Comienza ahora lo narración de una nueva etapa. No sé cuál será el final de ella; aunque no sería difícil deducirlo; pero si se aprovechan los innumerables cabos que andan sueltos, y de los que hay cogidos se tira debidamente, la madeja se desenredará y quedará bien delimitada la responsabilidad que a cada uno le quepa.
De los cuatro individuos denunciados por José Alonso como coautores de la muerte de don Remigio Miranda, sólo uno.de ellos aparece como sujeto misterioso, del cual todavía no se ha conseguido la más ligera pista. Me refiero a Francisco, «El del Berrón», tan desconocido por todos que ni al mismo «Féo de Veguellina» ha sabido decir cuáles son sus apellidos.
Los otros tres, Joaquin Quirós Menéndez, «Bocarrota», Agustín Cabezón, «Vilortas», y Pedro Ortega, «Rabia», han sido identificados por el denunciante.
«Bocarrota» está en libertad y se ignora su paradero; pero «Vilortas» y «el Rabia» están recluidos: Agustín en la cárcel de Cebreros y «el Rabia» se encuentra en el Penal de Burgos, cumpliendo condena.
Hasta aquí podía entenderse difícil el esclarecimiento de los hechos; pero en la situación actual, habiendo detenidos dos supuestos autores, ello no debe ser difícil.
Ya dije que con la detención de «Vilortas» se aportaba un creciente interés a este sumario.
Se decía, y alguno de sus hijos lo manifestó acaso por eludir esta responsabilidad, que Agustín Cabezón había muerto en Salamanca mas, por fortuna para todos, esto no había ocurrido.
Uno de los primeros.días de Noviembre último fue detenido en Valladolid un hombre, que ingresó en la cárcel de aquella provincia para cumplir un arresto gubernativo. El detenido dijo llamarse Ángel San José Expósito; pero a la perspicacia del Jefe de Vigilancia de aquella capital, Sr Lacalle, no pudo escapar el hecho de que éste era un nombre supuesto, y no tardó mucho en identificar al detenido como el Agustín Cabezón, «Vilortas», reclamado por el Juzgado de Cebreros.
El jefe de Policía puso el caso en conocimiento del gobernador de la provincia, y pronto el detenido pasó a disposición del juez, que le tenía reclamado, ingresando en la cárcel de aquel pueblo uno de los últimos días del mismo mes de Noviembre.
Mañana hablaré de lo que ocurre ahora en Cebreros. Hoy voy a dar cabida a la aventura de un «Vilortas», que en uno de los muchos anónimos de diversas especies que me dirigen se refieren, entre no pocos consejos, todo se agradece.
Los «Vilortas», aventureros al asalto de una posada. -Dos muertos. -Una fuga
Hay en Tierra de Campos —dice un comunicante anónimo—, en los confines de los partidos judiciales de Río Seco y Villalón, un pueblecillo que pertenece al primero y que hace diez o doce años fue teatro de un hecho que llamó poderosamente lo atención; el que con gran elocuencia y mímica, algún tanto cómica, te referiría seguramente, si pudieras verle, el viejecillo posadero, casado con una mujer de bastante menos edad, que a todo el que se acerca y se detiene en su posada, por muy breves que sean los momentos, le espeta y muestra de hecho un arma vieja y homicida dos agujeros que en la puerta de su habitación y la mesón hicieron las balas de su viejo rifle, que, al cruzar o después de cruzar, produjeron la muerte de un individuo qué, con otros tres asaltaron su casa una noche, pretendiendo robarles, poniendo por delante y haciendo hablar a la criada para que, oyéndola aquel, no disparara, y mientras tanto ellos poder forzar la puerta y llegar hasta la habitación donde él y su mujer se defendían.
El, no obstante, y viéndose ya muy comprometido, hizo varios disparos, cuyas balas perforaron las tablas de la puerta y una de ellas fue tan certera que atravesó el pecho de uno de los salteadores que sintiéndose morir, se desplomó y fue recogido por los otros dos y sacado a las eras del pueblo, donde en las primeras horas de la mañana siguiente, se encontró su cadáver sin ningún documento de identificación, al estar expuesto durante las horas reglamentarias. No tengo seguridad de si fue reconocido como un «Vilortas» o si lo fue por un «Vilortas», que despareció y del que no ha vuelto a saberse, pero lo incuestionable es que uno de los actores principales de la historia del viejo castellano es un «Vilortas» ¿Fue este el muerto, o era alguno de los que con él trataron de dar el golpe? ¿Podría o de hecho tendrá alguna relación el «Vilortas» de hoy con aquellos salteadores? ¿Era el muerto hermano de este «vivo» y fue éste el que reconoció a aquél y con él tomó parte activa en el hecho?
Si averiguas la vida y milagros se los «Vilortas» acaso puedas comprobar que se trata de una dinastía de algo más que carteristas, y en ella encontrarás ya dos que han purgado sus delitos, pereciendo uno de ellos ahogado en el río de un. pueblecillo de León, al huir de la persecución de los mozos de un pueblo, otro en el asalto de la historia, y el otro, es el Cabezón de actualidad.
Por mi parte, lamento. que la falta de tiempo no me permita completar la vida y milagros de los «Vilortas», quienes ahora sólo me interesan en su relación con este hecho; pero por si la Policía o alguien quiere reconstituirla, añadiré otro detalle reciente.
Muy conocido de todos los vecinos de los pueblecillos de Valladolid, León y Salamanca, y muy especialmente de la Guardia civil; debe ser «Vilortas», a pesar de la diversidad de nombres que emplea.
Refieren que su presencia en ellos no es muy agradable por sus excelentes condiciones de «amigo de lo ajeno», profesión que lleva a gala practicando con facilidad diversas modalidades de la delincuencia.
No ha mucho, su presencia en un pueblecillo del partido de La Bañéza, conocido por Jiménez de los Barros, atrajo la atención de la Guardia civil. «Vilortas», que estaba, guarecido en una posada, no debía tener gran interés en enfrentarse con la fuerza armada, por cuanto al oír preguntar por él aprovechó una ventana para salir del ventorro y huir a campo traviesa.
Algunos otros datos podría aportar a la pintoresca historia de nuestro aventurero; pero los omito porque ellos no nos conducen a la consecución de la justicia, que pido se haga en la causa de la muerte del minero de León.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Avila, 30-1-1924.
La Libertad, 2 de febrero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia.
Deber de conciencia
El correo, este mismo tren correo de Galicia, ha huido sin esperar mis cuartillas. ¡Parece como si él también quisiera oponerse a esta campaña!
Poco queda por decir, es cierto; pero lo que por decir queda es lo más reciente: lo sucedido de unos días a está parte y también lo que supongo que sucederá.
Es mi creencia que las cosas quedarán en la situación en que están actualmente. Creo que unos desgraciados purgarán en presidio culpas ajenas; liquidaran a la sociedad una deuda que no contrajeron, aunque el sentimiento de humanidad quede derrotado, maltrecho.
Pero, ¡que hemos de hacerle! Allá cada uno con su conciencia. Por nuestra parte, tenemos la satisfacción de haber cumplido con toda clase de deberes sociales y de Justicia y con los dictados de nuestra conciencia.
La carta de un amigo me puso en antecedentes de la detención de «Vilortas».
«Uno de los últimos días del mes de Noviembre —me decía— ha sido recluido en la cárcel de Cebreros aquel acusado como autor director del crimen en el correo de Galicia, llamado Agustín Cabezón.»
Al conocer esto, mi querido director, atento siempre a cultivar los asuntos nobles y de actualidad, me ordenó continuar ésta información, con la atención debida a nuestros lectores. Y vine a Cebreros.
En efecto, en la cárcel de este pueblo, y a disposición del ahora Juez de instrucción de este partido, D. Lorenzo del Fresno Pinos, se encuentran José Alonso Gómez, «Feo de Veguellina», condenado a cadena perpetua y traído desde el Penal de Santoña, y Agustín Cabezón, «Vilortas», detenido en Valladolid y reclamado por procesado y en rebeldía a propósito de este sumario.
Habla otra vez «el Feo». -«Vilortas», careado con «el Feo». -«Vilortas» niega y «el Feo» le recrimina.-La cena de Nochebuena
El jefe de la Prisión, D. Teotimo López Gordian, me recibe amable y complaciente. Accede, aprovechando lo que dispone el reglamento del Cuerpo de Prisiones, a mi deseo de comunicar con José Alonso.
Observo en la Prisión un orden exquisito, una higiene excelente; pero también noto la falta de local donde pueda efectuarse una comunicación. Sin embargo, yo no puedo quejarme de ello, aunque anote la falta, ajena, naturalmente, a la voluntad del jefe del establecimiento, porque éste, galantemente, ha sabido subsanarla.
José Alonso sonríe cuando me ve; pero ya no es la suya aquella sonrisa confiada de hace dos años; la sonrisa de ahora es triste, de fatiga, de desilusión. Como yo, se muestra cansado de esta lucha, en la que pretende demostrar la sinrazón de su condena, el error jurídico que le retendrá en un Penal durante treinta años, de no acudir en su ayuda la Justicia.
José ha cambiado su traje de pana por el de penitenciario, y el buen trato, sin duda, le ha hecho engordar hasta disimular un tanto las picaduras de las viruelas.
Me agradece la defensa que de él hago y yo transito a LA LIBERTAD, que es a la que corresponde esa gratitud.
Pronto entramos en materia.
—Si—dice—, ya han detenido a Agustín. Creo que ahora podrá aclararse todo y se me levantará esta condena.
Agustín dio muestra de gran disgusto al verme. Aquí también trajeron a un hijo del «Vilortas»; pero no era el que nos acompañaba cuando la escena en la taberna de la Concha en Trobajo. Este no es el que vigilaba la llegada del señor que entrego el sobre con las 15.000 pesetas. Aquél era otro, más pequeño.
Cuando el Juez comunicó a Cabezón su procesamiento, se mostró asombrado. Primero protestó; pero luego dio prueba de gran aplanamiento.
Supongo que no me guarda un gran afecto, pero, ¡qué le voy a hacer!
El director de la Prisión nos ha separado absolutamente, y sólo de vez en cuando nos vemos. Sin embargo, el día de Nochebuena nos dieron una cena extraordinaria, en la que todos los reclusos cenamos juntos en presencia del jefe de la cárcel, y, como es natural, también estábamos Agustín y yo. Con la mirada nos dijimos lo suficiente.
Creo que el juez dispondrá que venga aquí también «el Rabia», quien, como usted sabe, acusa con tanta o más fuerza y precisión que yo mismo.
—Yo creo que si —contesta a una pregunta—.
Creo que «el Rabia» también intervino en el crimen; pero esto el juez lo aclarará cuando los caree.
A mí me carearon también con «Vilortas», y, como es natural, negó todas mis acusaciones; pero ya pudo ver el Juez cómo lo hacia, sin fuerza, sin argumentos, sin la energía con que lo haría una persona inocente. Ya comprendo que se resistirá y negará siempre que pueda, pues además de que sabe la responsabilidad en que ha incurrido, en los cinco años que van pasados ha tenido tiempo de sobra para prepararse la defensa, y mucho más estando al corriente de cuanto se ha hecho. Pero no importa esto; todo se aclarará; la verdad tiene que imponerse. Ya sabe toda España lo que hay de cierto y quiénes son los autores.
Dice «el Feo» que el careo fue violento, hasta el punto de tener que imponer orden el jefe de la Prisión.
—Yo le acusaba —exclama con viveza—; él negó; pero, sin embargo, no pudo oponer ni un solo reparo. Ha confesado que es carterista y que sus hijos son los mejores «sañeros» que hay. Claro que él declara que ésta es su profesión porque siempre es preferible alguna que otra quincena a una condena de treinta años.
Aún hablamos un poco, pero «el Feo» no añade nada nuevo respecto al asunto. Me da cuenta de haber establecido por su cuenta en la Colonia Penal del Dueso un taller de alpargatería, y nos despedimos.
El disgusto de «Vilortas»
Cuando solicito de D. Teótimo la comunicación con Agustín Cabezón, «Vilortas», me entero de lo que ha ocurrido mientras hablaba con «el Feo».
Agustín, que desde el ventanillo de su celda me había visto comunicar con su denunciante, ha preguntado con insistencia quién era yo. Al saberlo, hace patente su disgusto con una mueca de contrariedad.
Comprendo que será inútil tratar de comunicar con «Vilortas», porque se negará a ello, y de acceder, se negaría a decirme nada o me diría que es inocente.
Agradezco al jefe de la Prisión sus amabilidades y voy en busca del juez.
HELIODORO F. EVANGELISTA
Cebreros, 31 - 1 - 1924.
La Libertad, 6 de febrero de 1924
UNA CAUSA CELEBRE
El crimen del correo de Galicia
Lo que dice el juez. -Nuevos obstáculos
Para trasladarme desde la prisión de Cebreros al Ayuntamiento, en cuyo edificio se encuentra instalado el Juzgado de instrucción y primera instancia, no tengo que andar mucho. Sólo separan a los dos edificios una plaza, que debe llamarse de la Constitución, treinta metros, poco más o menos.
Mientras recorro esta distancia, hago un rápido examen de lo actuado y pienso en la situación de «el Feo»; recuerdo con alguna indignación el calvario de este desgraciado; comparo la conciencia de algunos hombres, no desinteresados, pero sí exentos de responsabilidad directa en lo que al hecho perseguido se refiere, con otras conciencias rectas, justas, nobles y tranquilas, en la hora de ahora, en la de luego y en la de siempre; medito las dificultades que surgen a cada paso para poder hacer triunfar un deseo noble. En este instante llego a la fuente, casi monumental, del pueblo, situada en el centro de la plaza, que cruzo, y parece colocada allí para entorpecer también el propósito que persigo. ¡Pero no importa! ¡También allí mismo, en aquel contorno, dominando el obstáculo, esta el edificio del Juzgado, y aún todavía, por si fuese necesario otro, que, sí no de una manera real, simboliza una ley superior y suprema.
Involuntariamente, como embargado de un temor, me detengo unos segundos ante el primer tramo de la escalera del edificio. ¿Será éste el momento final de esta cruenta lucha, qué ha durado varios años y que no tiene otro objeto que el de hacer triunfar la justicia? ¡Malsano propósito debe ser éste, puesto que tanto hay que luchar para lograrlo!
Quiero imaginarme la fisonomía del nuevo Juez y trato de recoger en mi espíritu, a modo de antena de voluntades y conciencias, cuanto se piense, se pueda hacer y haya de hacerse. Un estremecimiento de desilusión me satura de pesimismo.
Me anuncio al «usía». Mi ánimo se fortalece y :me dispongo a librar una nueva batalla. Cuando, momentos después, penetro en el despacho del juez, el estrado levantado en la «sala de justicia» para la santa administración de lo legal, en torno del cual las palabras dicen, los hechos prueban y las conciencias juzgan, es lo primero que aparece ante mis ojos.
D. Lorenzo del Fresno Pinel, juez de este partido actualmente, me recibe amable y cortés. Su mesa de despacho casi desaparece bajo gran número de expedientes y sumarios de bastante volumen. Su secretario habilitado, Sr. Sánchez Diez, tiene, como el juez, retratada en el semblante la fatiga que produce el trabajo continuo.
Junto a la mesa de despacho del juez, y a su derecha, otra mesa tiene sobre sí una montaña de folios en rollos diversos. Cuando digo el Sr. del Fresno mi propósito, mueve la cabeza levemente y medita un omento.
—Mi sagrado ministerio— dice al poco rato— me impide, como es sabido, quebrantar el secreto sumarial. Es cierto que este caso, por el proceso seguido, esta divulgado con exceso; pero por mi parte nada puedo decir. Hasta ahora no pude hacer otra cosa que comunicar al nuevo detenido y acusado como autor material su procesamiento y rebeldía, acordado con anterioridad. Asuntos más urgentes, en los que entiende este Juzgado, hoy a mi cargo, y que reclaman mi inmediata atención, me han impedido estudiar lo actuado, que, como puede verse dice, señalando a la mesa de su mano derecha—, es muchísimo.
Así, pues —añade, como queriendo dar por terminada esta conversación—, no sé todavía lo que haré. Supongo que poco o nada podré hacer, toda vez que otros compañeros de reconocida competencia han actuado ya, incluso con la condición de especiales para esta causa.
No me había engañado. Un nuevo impedimento ha surgido. La instrucción de procesos a que han sido sometidos los Ayuntamientos de este partido no permiten que el juez dedique su actividad a esta causa célebre.
Pero hay una cosa esencial que hacer para la cual no precisa el Sr. Del Fresno distraer mucho tiempo.
Era evidente que Pedro Ortega, «el Rabia», recluido en el Penal de Burgos, al igual que José Alonso, «el Feo de Veguellina», con más firmeza que éste y refiriendo los comprometedores y recientes hechos, ha acusado al Agustín Cabezón, «Vilortas». Luego si el Juez. ha entendido conveniente traer a Cebreros a José Alonso, ¿por qué no acuerda, asimismo, que sea traído «el Rabia»?
Con esta providencia, que no precisa de mucho tiempo, y que además puede diligenciarse por exhorto telegráfico, se conseguiría aclarar extremos tan importantes como éstos:
Primero. La culpabilidad o inocencia de Agustín Cabezón, «Vilortas».
Segundo. La culpabilidad o inocencia de Pedro Ortega, «el Rabia».
Tercero. La participación de José Alonso Gomez, «el Feo de Veoguellina», en el hecho perseguido; y
Cuarto. La realidad o falsedad de la denuncia por este último presentada, que en unión de lo anterior daría por resultado el completo esclarecimiento de los hechos y, por tanto, la terminación de este asunto en verdadera razón y Justicia.
Por entenderlo así, creo que el juez está obligado a dictar la providencia indicada.
La identificación del lugar
A pesar de los cinco años trascurridos, no ha podido aclararse oficialmente, con la, debida precisión, el lugar en que ocurrió el crimen.
En todo sumario debe existir identificación de hecho, persona y lugar.
En el del crimen del correo de Galicia no hay identificación de hecho, porque sí bien en el terreno sumarial la persona identificada es José Alonso, en el particular no parece ser este el autor.
Hasta ahora, se ha aceptado como lugar para la tramitación del proceso el término judicial de Cebreros; pero de los hechos conocidos posteriormente, y aun del mismo sumario, puede deducirse que el asesinato de D. Remigio Miranda ocurrió entre Villada y Venta de Baños, donde debieron apearse del tren los autores, regresando a pie a Palencia.
No pudo cometerse el crimen en el término de Cebreros porque, de haber sido así, los autores tendrían qué haber continuado hasta Villalba, como se decía, y además de exponerse a ser detenidos, no hubieran podido llegar a Palencia con tempo suficiente para que «Bocarrota» se comprara ropa, se embriagaran todos y tomaran el tren provincial a las tres de la tarde para regresar a León.
Esta aclaración entiendo que era de suma necesidad.
Una carta del «Feo». -¡Por humanidad!
Cuando ya en Madrid me dispongo a dar por terminada esta campaña, a no ser que nuevos hechos exijan volver sobre ella, recibo una carta de «El-Feo de Veguellina», que dice esto:
«Cebreros, 2 de Febrero de 1924.
Señor D. Heliodoro F. Evangelista. Muy señor mío. Siento decirle que no me he enterado de sus recientes informaciones por no haber podido adquirir los oportunos números de LA LIBERTAD.
Nada puedo añadir de momento a cuanto ya tengo manifestado, y, sobré todo, no habiendo visto lo que usted dice en su ilustrado y popular diario; además, usted bien sabe lo injustamente que fui condenado a la grave pena qué sobre mi pesa, pues si bien no trato ni he tratado nunca de eludir la responsabilidad que como encubridor pueda caberme, por la indirecta participación mía en el hecho, es lo cierto que jamás, obrando en justicia, he sido ni soy merecedor de tan exorbitante condena, ¡Treinta años!
Asusta pensarlo, y mucho más al considerar que los autores principales gozan de libertad. ¡Todo sea por Dios!
En sus manos, y en las de las personas encargadas de administrar justicia, encomiendo este asunto, que mina poco a poco mi existencia.
Salud y dé las gracias a su director y a todos los hombres buenos que por mi causa se interesan. Reciban un abrazo de este desgraciado, q. b. s. m.,—José Alonso Gómez.
P. D.—Aún no ha venido «el Rabia», y sería conveniente activaran su venida, de la que se encuentran pendientes las delaciones por mí presentadas.»
Por mi parte, nada tengo que añadir a lo publicado. Transmito el contenido de mis informaciones a quienes pueden poner remedio a estas anormalidades, haciendo constar que lo hago en nombre de una gran parte de ciudadanos españoles y en el de un desgraciado que pide que se le haga justicia y se le aplique la ley.
El lunes, no más lejos, ha sido pedido el indulto de un desgraciado que fue condenado a dieciocho años por el delito de hurto, y al cabo de los siete años ha quedado demostrada su inocencia.
¡Quiera la diosa Themis hacer que no prospere este pequeña tropezón que ha desviado un tanto el fiel de su balanza y que su espada simbólica castigue a cada cual con la dureza que merezca!
¡¡Señores, por humanidad debe indultarse a José Alonso Gómez, a Sandalio Villar Zamarreño y a Esteban Sánchez!!
HELIODORO F. EVANGELISTA
Boletín Oficial de Zamora, 10 de marzo de 1926
NOTA.—ANUNCIO
Aguas.
Hago saber: Que por D. Pablo Callán Strecker, Director general dela Compañía de los ferrocarriles de la Robla, en representación de ésta, ha presentado una instancia en el Gobierno civil de León, solicitado un aprovechamiento de 45 metros cúbicos de agua por día, o sea 0,52 litros por segundo, del arroyo Bocillo, en término de la Valcueba, provincia de León, con el fin de suministrar de aquella a la estación de Matallana.
Y en virtud de lo dispuesto en el Real decreto de 5 de Septiembre de 1918, he dispuesto se publique esta petición en el BOLETÍN OFICIAL de la provincia, para que dentro del plazo de treinta días, contados al siguiente de su inserción y que terminará a las doce horas del día que haga los treinta, aquellas personas o entidades que lo deseen puedan presentar otros proyectos en competencia, que tengan el mismo objeto que esta petición o sean incompatibles con él.
El Día de Palencia, 6 de noviembre de 1929
LE QUITAN UN CARRO
A Venancio Fuertes, vecino de Alcahuja, le quitaron un carro de varas, valorado en 700 pesetas. Se cree que el robo le cometieron unos familiares de los “Vilortas”, quienes huyeron con dirección a La Bañeza.
La correspondencia de Valencia, 26 de Julio de 1930
Preparativos electorales
León. —A juzgar por la actividad que manifiestan los elementos políticos, la lucha electoral será muy enconada.
En la capital, además de presentarse dos candidatos republicanos, uno radical, que es don Félix Gordón, y otro el abogado don Julio Suárez, luchará con el apoyo agrario el conocido abogado don Andrés Garrido, el doctor Hurtado como independiente, don Miguel Canseco con igual carácter y el ex diputado agrario don Isaac Valbuena.
Por el distrito de Paredes pretender disputar el triunfo que se considera seguro al coronel laureado don Segundo García, sublevado contra la dictadura la noche de San Juan; el minero señor Álvarez Arias y el señor Escudero, patrocinado por la sociedad minero siderúrgica de Ponferrada.
El Noticiero Gaditano, 26 de julio de 1930
EN LEÓN SE PREPARAN PARA LAS PROXIMAS ELECCIONES
León.—Los elementos políticos de los diversos partidos han empezado ya los trabajos de lucha electoral.
Por la capital además del republicano Félix Gordón, se presentarán para diputados a Cortes don Publio Suárez, por los agrarios don Andrés Garrido. El doctor Hurtado, el industrial don Miguel Canseco y el exdiputado don Isaac Valbuena.
Por Murias, se presentarán probablemente su candidato el coronel don Segundo García.
Por Riaño, el fiscal de la Audiencia de Guadalajara, don Carlos Guardia y el Gobernador Civil don Juan Díaz Caneja.
Por La Vecilla, el industrial señor Alfonso Fierro y don Carlos Merino, hijo del fallecido conde de Sagasta.
Por Ponferrada, el notario don José López Martínez Rixas, y por Sahagún, el director general de Comunicaciones y el alcalde de la dictadura don José Eguiagaray.
El Cantábrico, 27 de julio de 1930
LOS CANDIDATOS A DIPUTADOS POR LA CIRCUNSCRIPCIÓN DE LEON
León.—Se conocen ya las candidaturas de algunos distritos que se presentarán en las próximas elecciones generales, que prometen verse reñidísimas.
Por la capital, se anuncia la candidatura del republicano don Félix Gordón y del abogado don Publio Suárez; del independiente doctor Hurtado, del agrario don Andrés Garrido, abogado, y de los también independientes don Miguel Canseco, en lucha con el diputado agrario don Isaac Valbuena.
Por el distrito de Murias de Paredes, se sabe que se presentará el coronel don Segundo García, que, como se recordará, fue uno de los sublevados en la noche de San Juan, presentándose también en este distrito el minero Señor Álvarez Arias, y patrocinado por la Sociedad minera de Ponferrada, el señor Escudero.
Por el distrito de Riaño se presentarán el fiscal de la Audiencia de Guadalajara, don José Rodríguez, y el gobernador civil de Santander, señor Diaz Caneja.
Por el distrito de Ponferrada se presentará el notario, de El Ferrol, don José López, en lucha contra el señor Martínez Rivas.
Por el distrito de Sahagún se presentará el actual director de Comunicaciónes, don Juan Barriobero, contra el ex alcalde de la Dictadura don José Eguiagaray.
León, órgano oficial de la Asociación Centro Región Leonesa, 1 de agosto de 1930
La Espina (Valderrueda). — En una mina de D. Nicanor Miranda, sita en el término de La Espina, se produjo un desprendimiento de tierra, dejando sepultado al obrero Elíseo Fernández, que dejó de existir.
La Robla. — Al pasar un tren de mercancías por el kilómetro 36 de la línea férrea de la Compañía de La Robla se hallaban varios obreros reparando un trozo de vía. Al acercarse el tren, uno de los obreros, llamado Perfecto Valladeras González, de 45 años, observó que en la caja de la vía había quedado una herramienta y al pretender cogerla, fue alcanzado por la locomotora, quedando muerto en el acto.
Boletín oficial de la provincia de León, 27 de enero de 1932
ANUNCIOS PARTICULARES
ANUNCIO
Don Telesforo González y D. Froilán Miranda, testamentarios nombrados por D. Vicente Miranda Tascón, fallecido en Orzonaga el 3 de Enero del corriente año.
Hacemos saber a los acreedores de dicho causante, que a las tres de la tarde del día 1.° de Marzo próximo y en el domicilio que en Orzonaga tiene su viuda D.ª Guadalupe Alvarez Tascón, se verificará el inventario general de los bienes relictos, al que podrán asistir todos los que presentando el título justificativo posean algún crédito contra el mismo, como exige el artículo 1.057 del Código civil, dada la menor edad en que se encuentran los partícipes de dicha herencia, Vicenta y Sahara Miranda García y Manuel y Eduardo Miranda Robles.
Orzonaga, a 25 de Enero de 1932. Teodoro González. — Froilán Miranda. P. P.—37.
ADMINISTRACIÓN DE RENTAS PÚBLICAS
MINAS
RELACIÓN de las minas enclavadas en esta provincia, cuyos propietarios han dejado de satisfacer el canon en el año de 1931, y que por lo tanto han quedado caducadas por ministerio de la Ley, según relación de Intervención fecha 8 de los corrientes, elevándose la presente al Ilmo. Sr. Delegado de Hacienda para su remisión al Excmo. Sr. Gobernador civil para su publicación en el BOLETÍN OFICIAL de la provincia, según determina el art. 23 del vigente Reglamento de Concesiones mineras.
1.670, La Valenciana, Matallana, Micaela Guna Canet, 1.752 pesetas
Boletín oficial de la provincia de León, 16 de abril de 1932
Se autoriza a D. Nicanor Miranda para establecer una fábrica de lejías en la casa número 6 de la calle de Menéndez Pallarés.
Boletín oficial de la provincia de León, 22 de agosto de 1932
Jefatura de obras publicas
Provincia de León
Relación de los vehículos matriculados en esta Jefatura y transferencias habidas durante el pasado mes de Julio de 1932.
Matrícula 2.359, 30 de julio, Secundíno Espada, Matallana, Camioneta Ford, nº de motor 4.806..44 , 17,77 HP, Servicio particular
TRANSFERENCIAS
Matrícula 884, de S. A. Basurto Miyar, a Nicanor Miranda, de León, 14 de julio
Boletín oficial de la provincia de León, 4 de mayo de 1933
TRANSFERENCIAS
Matrícula 1155, de Luis Proceso, a Nicanor Miranda, de León, 6 de marzo
Boletín oficial de la provincia de León, 8 de junio de 1933
Ayuntamiento de León
EXTRACTO DE DE ACUERDOS ADOPTADOS POR EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE LEÓN EN LAS SESIONES CELEBRADAS DURANTE EL MES DE NOVIEMBRE DE 1932.
Sesión ordinaria de 3 de Noviembre Bajo la Presidencia de D. Miguel Castaño, Alcalde-Presidente, con asistencia de 10 Sres. Concejales, previa segunda convocatoria en forma legal, se abrió la sesión a las 19,34. Se aprobó el acta de la sesión anterior.
Se acuerda adjudicar el suministro de carbón para las dependencias municipales a D. Nicanor Miranda y D. Bernardino Escanciano, por mitad a cada uno, aumentándose quince toneladas y en las condiciones que se especifican en acta.
Boletín oficial de la provincia de León, 15 de agosto de 1933
En el Boletín oficial de la provincia del 15 de agosto de 1933 se da cuenta de las nuevas matriculaciones de vehículos y de los nuevos permisos para conducirlos.
De esta forma Eladino Oricheta Pascual, de Busdongo, obtuvo el carnet de 2ª.
Epigmenio Miranda, de Orzonaga, le compró el vehículo de matrícula 1.607 a Matías Fernández. Jerónimo Torres, de Matallana, le compró el coche a Comercial Pallarés, con matrícula 2.405.
Las marcas de los coches matriculados son Chrysler Humber, Berdford, Opel, Ford, Citroen, Grahan Paige, Fiat, B. S. A., Estudebaker, Chevrolet, Plimanntch.
Boletín oficial de la provincia de León, 13 de septiembre de 1933
Relación de los vehículos matriculados en esta provincia y transferencias habidas durante el pasado mes de Agosto,
Matrícula 2.514, coche Ford de 25 HP, número de motor 507, Francisco Diez, Matallana, particular
Relación de los permisos otorgados por esta Jefatura para conducir vehículos de motor mecánico durante el mes de Agosto.
3.130, 2ª clase, Epigmenio Miranda Crespo, Hijo de Manuel y Antonia, nacido en Matallana (León) el 8 de mayo de 1901.
El Día de Palencia, 4 de octubre de 1933
LEÓN
ROBOS
En la Comisaría denunció Eulogío Luis del Agua, dueño de un comercio en la calle de Cardiles, que anoche observó en dicho establecimiento la falta de seis chaquetas de señora que valora en 60 pesetas, las que según se ha enterado estaban en poder de unas mujeres llamadas ”las Vilortas”, que estaban ayer en Trobajo del Camino.
Se hacen gestiones para detener a dichas mujeres.
Boletín oficial de la provincia de León, 23 de noviembre de 1933
Junta provincial del censo electoral de León
ANUNCIO
Don José Peláez Zapatero, Doctor en Derecho, Secretario de la Junta provincial del Censo, electoral de León.
Certifico: Que las certificaciones que a continuación se publican, son las remitidas por las mesas electorales, referentes a los resultados de la votación verificada para la elección de Diputados a Cortes celebrada el 19 del corriente.
Término municipal de León
Distrito 5.° Sección 2.ª.
Número de electores de la Sección, 487. Número de votantes, 328.
D. Félix Gordón Ordás, 148 votos.
D. Publio Suárez Uriarte, 141.
D. José M.ª Gil Robles, 128.
D. Gabriel Franco López, 127.
D. Juan M. Antonio Alvarez Robles. 125.
D. Justino de Azcárate Flórez, 122.
D. Francisco Roa de la Vega, 117.
D, Manuel Sáenz de Miera, 116.
D. Antonio Pérez Crespo, 114.
D. Pedro Martínez Juárez , 108.
D.ª Francisca Bohigas, 102.
D. Miguel Carro Llamazares, 96,
D. Alfredo Nistal, 91.
D. Ramiro Armesto Armesto, 80.
D. Herminio F. de la Poza, 79.
D. Eustasio García Guerra, 77.
D. Luis López Dóriga, 74.
D. Juan Castrillo, 53.
D. Jesús Fernández Conde, 53.
D. Alfredo Barthe, 31.
D, Argimiro Diez del Río, 31.
D. José Pinto Maestro, 30.
D. Francisco Moheda Garcés, 21.
D. Valeriano Bautista Diez, 11.
D. Alfredo Zabala, 6.
D. Benito Campelo Fernández , 5.
D. Victoriano López Rubio, 5.
D.ª Dolores Ibarruri, 4.
D. Alberto Blanco, 3.
D. Jesús Fernández Tomás, 2.
D. Arselí González, 2.
D. Críspulo Gutiérrez, 2.
D. Ramiro Núñez, 2.
D. Miguel Maura, 1.
Boletín oficial de la provincia de León, 11 de mayo de 1934
DON GREGORIO BARRIENTOS PÉREZ, INGENIERO JEFE DEL DISTRITO MINERO DE LEÓN.
HAGO SABER: Que por D. Nicanor Miranda Alvarez, vecino de León, se ha presentado en el Gobierno civil de esta provincia, en el día 19 del mes de Abril, a las once, una solicitud de registro pidiendo 29 pertenencias para la mina de hierro llamada Vulcano, sita en él paraje «Regalar», término de Villasimpliz, Ayuntamiento de Pola de Gordón. Hace la designación de las citadas 29 pertenencias en la forma siguiente, con arreglo al N. m.:
Boletín oficial de la provincia de León, 12 de mayo de 1934
ANUNCIOS Caducadas las minas que no pagaron el canon superficial el año 1933, fué declarado franco y registrable el terreno ocupado por las mismas, teniendo en cuenta que a las solicitudes que pretendían ocupar sus pertenencias, presentadas en los dos días siguientes después de pasados los ocho de la publicación de franco y registrable, no se las concede prioridad por su presentación, cuando varios pretenden el mismo terreno, se hace constar:
Que en el término de Valderrueda, D. Enrique Díaz Feliz, con los nombres de «Keti», «Quique», «Olvido», «Itos», «Josefina» y «Felisa», D. Francisco Caworth, con los nombres de «Americana», «Olvido», «Esmeralda», «Leonesa 2.ª», «Ernesto» y «Luisa»; D. Nicanor Miranda, con el nombre de «Fernando»; D. Eugenio Gómez Sánchez, con el nombre de «Suerte»; D. Diego Pérez Campanario, con el nombre de «Esperanza»; D. Santiago Pérez Martínez, con el nombre de «Santiago»; D. José Luis Larraz, con el nombre de «Luis»; D. Patricio Fernánde z Pérez, con el nombre de «Fenicia»; D. Emiliano Alonso Lombas, con el nombre de «Mercedes»; D. Juan José Oliden, con el nombre de «Rosa», y D. Rafael Rubio Rodríguez, con el nombre de «Tomás», solicitan terrenos comunes.
Boletín oficial de la provincia de León, 19 de julio de 1934
Administración provincial
Gobierno civil de la provincia de León
DON EDMUNDO ESTÉVEZ, GOBERNADOR CIVIL DE LA PROVINCIA.
HAGO SABER:
Que D. Nicanor Miranda Alvarez, domiciliado en León, solicita de este Gobierno civil autorización para fabricar aglomerados de carbones menudos, cuya instalación montará en una propiedad de la calle de Menéndez Pallarés, número 5; acompaña a la solicitud la memoria y planos de la instalación, que quedan de manifiesto en la Jefatura del Distrito Minero, calle de Sierra Pambley, número 8, para que puedan ser examinados por quienes se crean perjudicados, pudiendo presentar las reclamaciones que crean procedentes en este Gobierno civil, en término de veinte días, a partir de la fecha de esta publicación.
León, 12 de Julio de 1934. El Gobernador civil, Edmundo Estévez
Boletín oficial de la provincia de León, 19 de febrero de 1935
Adjudicar a D. Nicanor Miranda, el concurso para suministro de carbón con destino a la calefacción del Palacio provincial, y adquisición de cinco toneladas que, por razón de urgencia, fueron adquiridas por orden del Sr. Presidente.
El Siglo Futuro, 25 de junio de 1935
ACCIDENTE AUTOMOVILISTA
El automóvil que hace el correo de León a Boñar, y al pasar por el pueblo de Santibañez de Porma, y a causa de la rotura de la dirección, sufrió un volquetazo, sufriendo heridas Jerónimo Acebedo, Pedro Fernández, Vicente González, Alejandro Mirantes, Segundo Robles, Carmen Panero, Felisa Rodríguez y su esposo César Campos, todos ellos de pronóstico reservado. Los heridos fueron trasladados a varios sanatorios de la localidad. El automóvil iba conducido por su propietario, don Francisco López.
Memoria comercial y estudio sobre el desarrollo de los negocios - Año 1934/1935 (28 de junio de 1935)
Cupos de hulla expresados en porcentajes y toneladas, para los productores de la provincia de León. (Determinados por Orden de 24 de agosto de 1935).
Minero Siderúrgica de Ponferrada. 26,8 % 246.370 toneladas
Hulleras de Sabero y Anexas. 17,8 % 164.096 toneladas
Hullera Vasco-Leonesa 12,9 % 119.078 toneladas
Esteban Corral 5,1 % 47.390 toneladas
Oeste de Sabero y Veneros 4,4 % 40.957 toneladas
Hijo de Teófilo Alvarez 4,3 % 40.241 toneladas
Valle y Diez 3,5 % 32.944 toneladas
Valle y Peña 2,2 % 20.787 toneladas
Hijo de B. García 2,8 % 26.282 toneladas
Eugenio Grasset 0,6 % 5.578 toneladas
S. A. Basauri 0,1 % 1.645 toneladas
Antonio de Amilivia 0,5 % 5.422 toneladas
José Lorenzana 0,06 % 616 toneladas
Nicanor Miranda 0,07 % 708 toneladas
Mina Unión 0,04 % 414 toneladas
Hullera Carmen 0,01 % 175 toneladas
Roberto Gavioli 0,01 % 1.231 toneladas
El Siglo futuro. 3 de diciembre de 1935,
MÉDICOS Y FARMACÉUTICOS CASTIGADOS
Por no haber hecho efectivas las multas que se les impusieron por tráfico de estupefacientes, por orden de Trabajo y Sanidad publicad a en la «Gaceta» de hoy se prohíbe el libre ejercicio de su profesión a los médicos:
...
don Isaac Balbuena Iriarte, con domicilio en Madrid, avenida de Menéndez Pelayo, número 11;
Boletín oficial de la provincia de León, 9 de abril de 1936
Aprobar las facturas de D. Nicanor Miranda por suministro de carbón y las del suministro de fluido eléctrico, las que se abonarán cuando se habilite crédito para dichas atenciones.
Boletín oficial de la provincia de León, 16 de diciembre de 1936
Administración de Justicia
Juzgado de primera instancia de León
Don Enrique Iglesias Gómez, Juez de primera instancia de esta ciudad de León y su partido.
Por el presente hago saber: Que en este Juzgado y Secretaría del refrendante, se siguen autos de juicio ejecutivo a instancia del Procurador D. Eleuterio Rueda Martínez, en representación de D. Epigmenio Miranda Robles, vecino de Orzonaga, contra D. Nicanor Láiz Robles, de esta vecindad, declarado en rebeldía, sobre pago de seis mil ciento veinticinco pesetas de principal, más intereses, gastos y costas, hoy en ejecución de sentencia, en los cuales autos y para garantir las responsabilidades reclamadas, se embargaron al ejecutado Sr. Láiz Robles, como de su propiedad, los bienes muebles y semovientes que se relacionarán, que en su poder se encuentran depositados, habiéndose acordado por providencia de esta fecha, a virtud de lo solicitado por la parte ejecutante, sacarlos a pública subasta, por primera vez, término de ocho días, por el precio en que respectivamente han sido tasados y en un solo lote, cuyos bienes son los siguientes:
Seis sacos de harina marca «La Esperanza», de 100 kilos. Una máquina amasadora con un motor de dos caballos, correas, transmisiones y volantes. Otra máquina, bregadora. Otra máquina para moler almendra. Un caballo de unos once años, pelo castaño, de siete cuartas. Un pollino de doce años, pelo pardo, de seis cuartas. Dos carros, uno para caballería mayor, color verde, dos ruedas, y el otro también color verde y de dos ruedas. Un cerdo, raza del país, de unos ocho meses. Una báscula para 200 kilos. Una piedra de mármol para hacer caramelos. Una masera de madera, grande. Un vagón aproximadamente de leña. Una máquina para limpiar sacos. Dos lunas de cristal, de dos metros por dos y medio, y la otra de dos metros por ochenta centímetros. Un mostrador de mármol y cristal, formando estantería. Un reloj de pared. Una báscula para cinco kilos, «Avery». Tres armarios-estanterías, pintados de blanco. Veinticinco latas de melocotón. Cincuenta botellas de licores de distintas marcas. Diez y nueve botes de mermelada, pequeños. Diez y siete de mermelada «María». Cinco tarros de miel. Cincuenta latas sardinas, distintos tamaños. Treinta y seis botellas Jerez, distintas marcas. Cuarenta estuches de bombones. Doce estuches para contener bombones. Una docena tarros fruta variada. Diecisiete tarros cristal, conteniendo caramelos y bombones. Un molino de café, marca Elma, número 1. Una estantería de tres cuerpos. Otra idem, pintada de blanco. Veinticuatro botellas pequeñas anís «La Asturiana» (botellines). Cuarenta botellas grandes, surtidas. Seis botellas sidra champanada. Doce botes leche condensada «La Lechera». Seis idem idem, de «Nestle».
Los bienes antes expresados han sido tasados pericialmente en la suma total de seis mil ochocientas cuarenta y cuatro pesetas.
El remate se celebrará en la sala audiencia de este Juzgado, sito en la calle Cervantes, número 10, el día veintiocho del corriente mes y hora de las doce de su mañana; advirtiéndose a los licitadores que para tomar parte en la subasta deberán consignar previamente en la mesa del Juzgado o en el establecimiento destinado al efecto, una cantidad igual por lo menos, al diez por ciento efectivo del valor de los bienes; que no se admitirán posturas que no cubran las dos terceras partes de la tasación;...
El Secretario Judicial Valentín Fernández. Núm. 568. -62,50 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 23 de abril de 1937
Igualmente quedó enterada de los trabajos realizados por el Laboratorio durante el cuarto trimestre del año de 1936 y del oficio del excelentísimo señor Gobernador civil, participando haber impuesto una multa de 1.000 pesetas al industrial don Nicanor Miranda, por vender carbón falto de peso.
Boletín oficial de la provincia de León, 5 de mayo de 1937
Tesorería de Hacienda de la provincia de León
Relación de las Patentes Nacionales pendientes de cobro en el primer semestre del año actual, que se comunican a la Administración de Rentas Públicas en virtud de Orden circular de 31 de Marzo último.
A LE , 2.787, D. Adolfo Sarabia, de Matallana.
C LE , 2.444, D. Ricardo Tascón, de idem.
C LE , 2.610, D. Alfonso Reyero, de idem.
C LE , 2.812, D. David González, de idem.
C LE , 3.070, D. Epigmenio Miranda de ídem.
C LE , 2.212, D. Baldomero Flórez, de ídem.
Boletín oficial de la provincia de León, 15 de julio de 1937
Se autoriza a D. Nicanor Miranda para derivar el agua de la boca de riego de la calle de Menéndez Pallares.
Boletín oficial de la provincia de León, 27 de diciembre de 1937
Se autoriza a D. Nicanor Miranda, para hacer la acometida al colector de la calle de Menéndez Pallarés, desde su almacén, sito en el núm. 5 de dicha calle.
Boletín oficial de la provincia de León, 13 de enero de 1938
Se autoriza a D. Nicanor Miranda, la adquisición del nicho de la nueva Necrópolis, Galería B., fila 4.ª, número 16.
Boletín oficial de la provincia de León, 14 de enero de 1938
MINAS
DON GREGORIO BARRIENTOS PEREZ, Ingeniero Jefe del Distrito Minero de León.
Hago saber:
Que por D. Nicanor Miranda, vecino de León, se ha presentado en el Gobierno civil de esta provincia, en el día 18 del mes de diciembre, a las trece, una solicitud de registro pidiendo 27 pertenencias Para la mina de hulla llamada Eleníta, sita en el paraje «Las Hijuelas», término de Villacorta, Ayuntamiento de Valderrueda.
Hace la designación de las citadas 27 pertenencias la forma siguiente:
Solicita el terreno de la caducada "Olvido 1.ª", núm. 4.387, sita en el citado Ayuntamiento de Valderrueda quedando cerrado el perímetro de las pertenencias solicitadas.
Proa, diario de Falange Española de las J.O.N.S., 12 de julio de 1938
UNA FAMILIA DE CUIDADO
La componen, sin duda de ningún género, les célebres “Vilortas”, o sea, Jerónima Inyesta Tadancón, sus hijas Isabel y Rosario, y hasta su nieta Palmira Setién Gutiérrez,
La especialidad y debilidad, suya a la vez, la constituían los bolsillos de señora.
Su campo de operaciones era el Mercado de Abastos, donde ponían a prueba su maña para aligerar el peso de compradoras y de vendedoras.
Su última hazaña fue la de la sustracción de un bolsillo conteniendo 115 pesetas a Donina González González, vecina de Villadangos, que había venido al mercado del sábado a vender huevos.
La policía, en un registro domiciliario, se incautó de 497 pesetas, una verdadera colección de carteras y bolsillos y varias alhajas, procedente todo del robo.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 14 de julio de 1938,
MINAS
DON GREGORIO BARRIENTOS PEREZ, Ingeniero Jefe del Distrito Minero de León.
Hago saber: Que por D. Nicanor Miranda Alvarez, vecino de León, se ha presentado en el Gobierno civil de esta provincia, en el día 28 del mes de Junio, a las once, una solicitud de registro pidiendo 162 pertenencias para la mina de Antracita llamada María, sita en el término de Pendilla, Ayuntamiento de Rodiezmo. Hace la designación de las 162 citadas pertenencias en la forma siguiente:
Boletín Oficial de la provincia de León, de 14 de octubre de 1939,
Comisaría de Investigación y Vigilancia
Relación de licencias de caza concedidas por el Gobierno civil de esta provincia durante el mes de Agosto de 1939:
Angel Balbuena Gutiérrez, de Candanedo.
Santiago González Hernández, de Naredo de Fenar.
Epigmenío Miranda Robles, de Orzonaga.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 14 de agosto de 1940,
Comisión provincial de Reincorporación de los Combatientes al Trabajo de león
Relaciones de Plazas que están vacantes o cubiertas interinamente en las diferentes empresas de esta provincia y que se anuncian para proveerlas entre ex combatientes, en cumplimiento de la Orden del Ministerio de Trabajo de 27 de Mayo último y en aplicación del Decreto de 25 de Agosto de 1939.
Minas Baldomero García, un barrenista, 9,50 pesetas, Caboalles de Arriba.
Idem idem, 3 ramperos, 6,50 pesetas, idem.
Idem idem, un peón, 7,75 pesetas, idem.
Minas Valle v Diez, 9 picadores, 9,50 pesetas, Matallana, conocer oficio.
Idem, 4 barrenistas, 9,50 pesetas, ldem ídem.
Idem, 4 entivadores, 9 Ptas. idem,
Minas Manuel García, 4 ayudantes Picadores, 8,50 pesetas. Orzonaga.
Idem, 4 pinches, 6,50 pesetas, idem.
Minera Ricardo Tascón. un conductor 325 pesetas, Matallana.
Carbonería Nicanor Miranda, un chófer, 8,50 pesetas, León.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 25 de abril de 1941,
Cuerpo Nacional de Ingenieros de Minas
Se han recibido en esta Jefatura, los títulos de propiedad de la minas que se expresan a continuación. El número y nombre de la mina y concesionario, es como sigue:
9.418 «María», concesionario don Nicanor Miranda Alvarez, de León.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 4 de abril de 1942,
Ayuntamiento de León
Por el presente, se hace saber a D. Antoñio Viñuela Viñuela y doña María Torre, esposa de D. Nicanor Miranda, o a quienes sus derechos representen, que esta Excma. Corporación Municipal, en su sesión del Ayuntamiento Pleno de 17 del corriente mes, y estando próximo el vencimiento del contrato que el Ayuntamiento tiene concertado para la explotación del Teatro Principal de esta ciudad, vencimiento que ha de tener lugar el día quince del año en curso, acordó recordar a las expresadas personas, qué disfrutan y tienen concedida la explotación de dicho Coliseo, propiedad de esta Corporación municipal, la fecha exacta del vencimiento expresado, requiriéndolas para que sin disculpa ni pretexto, el día quince del próximo mes de Julio hagan entrega al Ayuntamiento del edificio del\Teatro Principal de esta ciudad y de todos los útiles y enseres inventariados que recibieron y de cuya devolución responden, apercibiéndoles que en el supuesto de que no realicen tal entrega, procederá el Ayuntamiento, el siguiente día diez y seis; a tomar posesión del referido Teatro, usando del derecho que para ello le asiste, y exigir a los expresados señores la devolución de los efectos recibidos o el importe de su justa estimación, caso de no conservarles o hallarse deteriorados.
Lo que se pone en su conocimiento por el presente anuncio, que se inserta en el BOLETÍN OFICIAL de la provincia y en la prensa local, para los efectos oportunos.
León 25 de Marzo de 1942. -El Alcalde, Justo Vega.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 18 de noviembre de 1942,
Quedar enterada del oficio del Excmo. Sr. Gobernador civil presidente de la Junta Provincial de espectáculos, sobre la clausura del Teatro Principal, dejando el asunto pendiente para estudio.
Facultar a la Alcaldía para otorgar libremente a la Empresa Leonesa de Espectáculos los permisos que repute convenientes para la celebración de cualquier clase de espectáculos en el Teatro Principal, ínterin se tramite y resuelva definitivamente el pleito promovido por D. Nicanor Miranda, una vez efectuada la incautación de dicho Coliseo, que tendrá lugar el día 16 del actual, previa petición por escrito y satisfaciendo las cantidades que la Alcaldía señale.
Designar a los Sres, Arrióla, Ureña y Sr. Secretario Municipal para la incautación del Teatro Principal, el día 16 de los corrientes, formulándose el oportuno requerimiento a la Empresa subarrendataria.
Abstenerse de pronunciarse sobre la petición de D. Luis Crespo Hevia, en representación de D. Nicanor Miranda y D.ª María Torres, formulando una proposición transacional sobre la prórroga del Teatro Principal, ínterin no se resuelvan las cuestiones pendientes en este asunto.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 18 de febrero de 1943,
Que la ponencia designada para entender en lo relativo a la incautación del Teatro Principal estudie la propuesta transaciónal del pleito promovido por D. Nicanor Miranda y formulada en escrito de D. Luis Corral en representación suya.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 11 de octubre de 1943,
Desestimar el recurso de D. Luis Crespo Hevia, en representación de D. Nicanor Miranda solicitando la revocación del acuerdo de sacar a subasta el arriendo del Teatro Principal.
Boletín Oficial de la provincia de León, de 27 de noviembre de 1943,
TRANSFERENCIAS
RELACIÓN de transferencias de automóviles diligenciadas por la Jefatura de O. P., durante el mes de Agosto de 1943.
Chevrolet, LE—3.434, de Fiscalía Superior de Tasas. a Nicanor Miranda Alvarez, Madrid
Boletín Oficial de la provincia de León, de 21 de marzo de 1945,
TRANSFERENCIAS
RELACIÓN de transferencias de automóviles diligenciadas por la Jefatura de O. P., durante el mes de Febrero de 1945.
Ford, CC- 2.335, de Nicanor Miranda Alvarez a Hermenegildo Cacho Alvarez de Matallana de Torío
Boletín Oficial de la provincia de León, de 14 de agosto de 1945,
DISTRITO MINERO DE LEÓN
ANUNCIO
Existiendo una demasía entre las concesiones "Alejandrina" número A-950 y "Aúpa".número A-2.044, propiedad de D. Emilio del Valle Egocheaga; "Fermina" número A l.548 propiedad de la Sociedad Larrañág a y Compañía , y «Manuela» número A-2.270, propiedad de ,D. Nicanor Miranda Alvarez, solicitada por don Emilio del Valle Egocheaga, concesionario de las dos primeras, con el nombre «Demasía a Alejandrina», se notifica a los concesionarios de las minas citadas para que manifiesten, en el plazo de quince días, si aceptan el todo o parte que pudiera corresponderles de dicha demasía . debiendo justificar con los documentos oportunos su mejor derecho al todo o parte de la demasía, con relación a la facilidad y economía para la explotación y aprovechamiento del criadero.
León, 9 de Agosto de 1945- El Ingeniero Jefe, Celso R. Arango. 2446
Boletín Oficial de la provincia de León, de 2 de marzo de 1947,
En virtud de lo acordado por el Sr, Magistrado en providencia de esta fecha, dictada en autos número 121-47, sobre salarios, promovidos por D. Balbino Gutiérrez González, contra D. Nicanor Miranda, se cita a éste para que comparezca en la Sala Audiencia de la Magistratura de Trabajo de León, Ordoño II, número 27, el día 12 de Abril próximo y hora de las once y medía, con objeto de celebrar acto de conciliación y, en su caso, juicio, advirtiéndole que a este último acto deberá asistir con todos los medios de prueba de que intente valerse y que no se suspenderá por su incomparecencia.
Boletín Oficial del Estado, núm. 214, de 2 de agosto de 1955,
DISTRITOS MINEROS LEÓN
Rehabilitaciones
Según oficio de la Delegación de Hacienda de León, de fecha 31 de mayo próximo pasado, y en cumplimiento de lo que dispone el artículo 176 del vigente Reglamento General para el Régimen de la Minería, ha sido decretada la rehabilitación de las concesiones mineras «Petra», número 1.990; «Segunda Petra», número 3.622, y «Demasía a Petra», número 5.689, de mineral de carbón, sitas en el Ayuntamiento de Matallana, siendo concesionarios don Nicanor Miranda Alvarez y don Epigmenio Miranda Robles.
Economía leonesa: pequeña historia de su evolución, 1907-1957
El tráfico rodado de vehículos de motor se inicia con el siglo. En el año 1908, o quizá en 1909, se matriculó el primer coche en nuestra provincia. Fué un «Darracg», perteneciente a D. Alberto Laurín, que por entonces disponía de un taller mecánico y que quizá por eso no le asustaban estos diabólicos artefactos. Le siguieron en tan extremada osadía D. Isaac Balbuena con su LE - 2; D. Francisco Sanz con su LE - 3, y poco más tarde, D. Octavio Carballo matriculaba un Renault y un Delmag, que pasearon por las calles leonesas con las matrículas LE - 5 y LE-7 .
Boletín oficial de la provincia de León, 31 de julio de 1957
Relación de las Transferencias de Automóviles diligenciadas por esta Jefatura de Obras Públicas de León durante el mes de Junio de 1957, con expresión de matrícula, marca. forma vehículo, nombre del cedente y nombre del adquirente.
V - 3.686 ; Federal, camión; Maximino Rodríguez Alonso, de Robles de Torio, a Fernando Miranda Torre, Avenida de Palencia, 1-León.
Boletín oficial de la provincia de León, 31 de julio de 1957
Permisos de Circulación de Automóviles expedidos por esta Jefatura de León durante el mes de Enero de 1959.
2.ª Fernando Miranda Torre, Avenida de Palencia nº 1, León,
Boletín oficial de la provincia de León, 4 de diciembre de 1957
LÍNEAS ELÉCTRICAS
ANUNCIO
Don Nicanor Miranda Alvarez, explotador de la mina de hulla llamada «Manuela», sita en Orzonaga, del Ayuntamiento de Matallana de Torío, solicita autorización para construir una línea eléctrica para las necesidades de la mencionada mina.
Dicha línea partirá de la general de León Industrial S. A , enlazando en la margen derecha del río Torio y próximo al puente que sobre el mismo existe en la carretera de Matallana de Torio a Orzonaga y terminará en Orzonaga, próximo a dicha mina «Manuela».
Tendrá una longitud de 1 800 metros y atravesará terrenos del cultivo de secano y monte de dominio público.
Lo que se pone en conocimiento del público para que los que se crean perjudicados presenten las reclamaciones oportunas en el plazo de treinta días, estando el proyecto a disposición del público en la Jefatura de Minas de León.
León, 23 de Noviembre de 1957.— P. El Ingeniero Jefe, Domingo de Berriatua, 5354 Núm. 1,328 —60.40 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 11 de junio de 1958
Parte dispositiva.
—Fallamos: Que confirmando en parte y revocando igualmente en parle la sentencia recurrida y con la desestimación de la excepción de incompetencia de jurisdicción alegada por el demandado D. Urbano Alvarez Meléndez, debemos declarar y decoramos estimando en parte el recurso de apelación interpuesto, haber lugar en parte a la demanda formulada por el Procurador D, José María Carrillo Alonso en nombre y representación de D. Nicanor Miranda Alvarez, condenando al demandado D. Urbano Alvarez Meléndez el que satisfaga al actor como importe del canon de peaje a que la demanda se contrae a lo que resulte en el período de ejecución de sentencia, con sujeción estricta a las siguientes bases:
Primera: Se establece como unidad valorativa representativa del canon la de cuatro pesetas por tonelada de carbón que él demandado D. Urbano Alvarez Meléndez haya extraído de su mina denominada «Mercedes», a través de la servidumbre de paso constituida en la mina denominada «Manuela».
Segunda: La cantidad de carbón extraída se determinará por los medios de prueba admitidos en derecho, y será la que se encuentre delimitada entre las fechas, del día uno de Agosto del año mil novecientos cincuenta y cinco al treinta de Abril del año mil novecientos cincuenta y siete.
Tercera: Serán factores de la operación aritmética a realizar, por un lado, el número de toneladas de carbón extraídos en las condiciones y tiempo apuntado, y por el otro, la cantidad valorativa de las cuatro pesetas, siendo el producto de dicha multiplicación la cantidad que por el concepto expresado debe de satisfacer el demandado al demandante; y,
Cuarto: en ningún caso el producto aludido puede exceder de la cantidad de veintiún mil pesetas a que se contrae el fallo recurrido, por haber sido aceptada dicha cantidad por la parte actora.
Sin hacer expresa condena de costas en ninguna de las dos instancias.
Así por esta nuestra sentencia, la que por la índole del procedimiento será puesta en conocimiento del Ministerio Fiscal, y por la no comparecencia del demandante D. Nicanor Miranda Alvarez, será publicada su encabezamiento y parte dispositiva en el BOLETÍN OFICIAL de la provincia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
-Antonio M. del Fraile.— José de Castro. — Valeriano Valiente—César Aparicio.—Rubricados.
Esta sentencia fue publicada en el mismo día y leída en el siguiente a las partes personadas y en los Estrados del Tribunál.
Y para que tenga efecto lo acordado, expido el presente en Valladolid, a veintinueve de Mayo dé mil novecientos cincuenta y ocho.
-Luis Delgado. 2301 Núm. 769. -304,50 ptas
Boletín oficial de la provincia de León, 19 de mayo de 1959
Líneas eléctricas :
ANUNCIO
D. Nicanor Miranda Alvarez, propietario de las minas «Esmeralda y Otras», sitas en término de Villacorta, del Ayuntamiento de Valderrueda, solicita autorización para la instalación de una línea eléctrica y caseta de transformación.
La línea eléctrica en proyecto partirá de la que suministra energía al pozo «San Nicolás» y con una longitud de 350 metros llegará a la estación de transformación, en proyecto, situada en las proximidades del pozo plano «San Carlos».
El trazado de la línea de que se trata sigue una alineación recta con un solo ángulo para entrada a la caseta de transformación.
Lo que se anuncia al público para que los que se consideren perjudicados puedan presentar las reclamaciones oportunas en el plazo de treinta días, estando durante este plazo el proyectó a la vista del público en la Jefatura de Minas de León.
León, 21 de Abril de 1959. -El Ingeniero Jefe, Manuel Sobrino. 1692 Núm. ^88.—78,75 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 11 de julio de 1959
LE—4909, Ossa, moto; Nicanor Miranda Alvarez, de Matallana de Torio, a Francisco Fernández González, de Valdunquillo
Boletín oficial de la provincia de León, 10 de septiembre de 1960
Junta n.º 502.—Minas de Hulla
Hora de sorteo 12 horas
Seción 3.ª.—Urbano Alvarez Meléndez; Valeriano Suárez Rabanal; Fernando Miranda Torre, León, Av. Palencia 1; Nicanor Diez Rodríguez, ídem, Lope de Vega, 2; Epigmenio Miranda Torre, Matallana; Eugenio Lozano García, Santa Lucía; Victorino Fernández (Hulleras Rucayo); Vidal Caballero Fernández, Boñar; Pedro González Palomo, León; Domingo Robles Suárez; Nicanor Miranda Alvarez, Matallana; José Cadierno Riera, León, Ordoño II, 27; Micael Fernández Sánchez; María Diez González, Cistiérna; Carbones de los Valles de Sabero; Sergio Martínez Mantecón, León,Ordoño II; Joaquín Blanco (Hulleras Valdesamario), id. id.
Lo que se hace público para general conocimiento.
León, 7 de Septiembre de 1960.— El Secretario de las Juntas, (ilegible). 3411
Boletín oficial de la provincia de León, 17 de abril de 1961
Distrito Minero de León
Líneas eléctricas
ANUNCIO
Don Nicanor Miranda Alvarez, concesionario de las explotaciones de antracita «Esmeralda y otras», sitas en el término de Villacorta, del Ayuntamiento de Valderrueda, solicita autorización para la instalación de una línea eléctrica de alta tensión y subestación de transformación, que suministrará energía al nuevo lavadero.
La línea que se proyecta tendrá una longitud de 350 metros y partirá del actual transformador que suministra energía al lavadero viejo e irá a la tensión dé 22.000 voltios hasta la subestación de transformación que se instalará muy próxima al nuevo lavadero.
Lo que se anuncia al público para que los que se consideren perjudicados puedan presentar sus reclamaciones en un plazo de quince días; estando, durante este plazo, el proyecto, a la vista del público en la Jefatura de Minas de León.
León, 15 de Marzo de 1961.—El Ingeniero Jefe, Manuel Sobrino, 11085 Núm. 472.—78.75 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 13 de mayo de 1961
Cédula de notificación
Se hace saber por el presente, que en el juicio de cognición núm. 384 de 1960 que luego se hará mérito, recayó la sentencia cuyo encabezamiento y parte dispositiva es como sigue:
Sentencia.—En León, a veintitrés de Marzo de mil novecientos sesenta y uno.
— El Sr. D. Siró Fernández Robles, Juez Municipal número dos de esta capital, habiendo visto los presentes autos de juicio de cognición seguidos a instancia de D. Fernando Miranda Torre, mayor de edad, casado, industrial minero, de esta vecindad, representado por el Procurador D. José María Carrillo Alonso, con. defensa en el Letrado D. Jesús Vázquez Moro, contra don Antonio Alfonso Tello,' mayor de edad, industrial, transportista, con domicilio en Andorra (Teruel), sobre reclamación de 8.960,90 pesetas; y Fallo:
Que estimando íntegramente la demanda interpuesta por don Fernando Miranda Torre contra don Antonio Alfonso Tello, en reclamación de ocho mil novecientas sesenta pesetas con noventa céntimo se intereses legales, debo condenar y condeno al demandado a que tan pronto fuere firme esta sentencia abone al actor la indicada suma y sus intereses legales desde la fecha de presentación de la demanda hasta la del total pago, imponiéndole asimismo el de las costas del procedimiento.
Y por la rebeldía del demandado, notifíquese esta resolución en en la forma prevenida en los artículos 282 y 283 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, caso de que por el actor no interese la notificación personal. Así por esta mi sentencia juzgando, lo pronuncio, mando y firmo.
— Siro Fernández.—Rubricado.
Y para que sirva de notificación al demandado en rebeldía , expido y firmo el presente, con el visto bueno del Sr. Juez en León, a primero de Abril de mil novecientos sesenta y uno
— El Secretario, A. Chicote.— Vº Bº: El Juez Municipal número 2, Siro Fernández . 1891 Núm. 614, 88.20 ptas.
Distrito Minero de León
Transportes mineros
ANUNCIO
Don Nicanor Miranda Alvarez, explotador de las minas «Esmeralda y otras», del término de La Espina, del Ayuntamiento de Valderrueda, solicita autorización para la construcción de un ferrocarril minero de vía de sesenta centímetros de 860 metros de longitud y dos planos inclinados exteriores de 27° de pendiente y 60 metros de longitud cada uno, para transportar los carbones desde sus explotaciones de San Nicolás y San Carlos, al lavadero.
El proyecto mencionado, a partir del viejo lavadero, ocupará terrenos de la propia empresa y de los propietarios siguientes:
D. Pedro Fernández González.
D. Saturnino González Pablos.
D.ª Jovita García Gutiérrez.
D. Teótimo González Fernández .
D. Víctor de Prado Largo y otros.
Junta Vecinal de Villacorta.
Lo que se publica para general conocimiento, participando, que el proyecto se halla a disposición del público en la Jefatura de Minas de León, para que aquellos que se consideren perjudicados puedan elevar las oportunas reclamaciones dentro del plazo de quince día s desde la fecha de publicación de este anuncio.
León, 27 de Marzo de 1961.—El Ingeniero Jefe Actual, Domingo de Berriatúa. 1254 Núm. 621.-99,75 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 12 de fnoviembre de 1962
Ayuntamiento de Matallana de Torio
Acordado por este Ayuntamiento la celebración de concurso - subasta para la adjudicación del Servicio Recaudatorio afianzado, se hace público en cumplimiento del art. 705 de la Ley de Régimen Local y art. 24 del Reglamento de Contratación de 9 de Enero de 1953, a fin de que en el plazo de ocho días puedan presentarse reclamaciones, a cuyo efecto el expediente con el pliego de condiciones, se halla de manifiesto en la Secretaría municipal.
Lo que se hace público para general conocimiento de los vecinos interesados. Matallana de Torio, 6 de Noviembre de 1962.
—El Alcalde, Epigmenio Miranda. 5340
Boletín oficial de la provincia de León, 13 de febrero de 1963
Juzgado de Primera Instancia de Valencia de Don Juan
Don César González Mallo, Juez de Primera Instancia de esta ciudad y su partido.
Hago saber: Que en este Juzgado y en autos de juicio de menor cuantía a que luego se hace mención se dictó sentencia cuyo encabezamiento y parte dispositiva, son del siguiente tenor:
Sentencia—En la ciudad de Valencia de Don Juan a diez y seis de Enero de mil novecientos sesenta y tres.—Vistos en primera instancia por el Sr, D. César González Mallo, Juez de l.ª Instancia de esta ciudad y su partido, los anteriores autos de juicio ordinario de menor cuantía, seguidos a instancia del Procurador D. Dámaso de Soto Alvarez, en nombre y representación de D. José Quiñones García y su esposa D.ª María Teresa Ortiz Balbuena, titulares de la fábrica de harinas Industrial Valenciana, que tiene la razón comercial «Hijo de Anastasio Ortiz», ambos mayores de edad y vecinos de esta ciudad, bajo la dirección técnica del Letrado Sr. Sáenz de Miera, contra D. Roberto Gabioli Mari, mayor de edad, casado, industrial y vecino de León y D. Florentino Villa Alonso, mayor de edad, casado, industrial y vecino de Boñar, que han estado representados en autos por el Procurador Sr. Fernández y dirigidos por el Letrado Sr. Suárez; D. Moisés Suárez Diez, mayor de edad, industrial y vecino de Matallana de Torio y D. Octavio Rodríguez Reyero, mayor de edad, industrial y de la misma vecindad, que han estado representados por el Procurador Sr. Fernández y dirigidos por el Letrado señor Fernández Guzmán, la razón comercial Mina Umbelina, habiendo comparecido como propietario de la misma D. Ricardo Tascón Brugos, mayor de edad, casado, industrial, y vecino de Matallana de Torio, que ha estado representado en autos por el Procurador Sr. Fernández y dirigido por el Letrado Sr. Muñoz; don Francisco Alvarez González, mayor de edad, soltero, industrial y vecino de La Robla, representado en autos por el Procurador Sr. Fernández y dirigido por el Letrado Sr. Corral; D. Sergio Martínez Mantecón, mayor de. edad, casado, militar y vecino de León, representado en autos por el Procurador Sr. Fernández y dirigido por el Letrado Sr. Muñiz Alique; don José y D. Dionisio Ramos Calderón, vecinos de Matallana, respecto de los cuales se desistió y contra D. Teodoro Rodríguez, mayor de edad y vecino que fue de Matallana de Torio y por su fallecimiento contra los herederos del mismo; Hermanos Miranda, industriales de Matallana de Torio, emplazados en la persona de D. Fernando Miranda; D. Urbano Alvarez, vecino de Matallana, don Manuel García, titular de la mina «María» de Matallana y por su fallecimiento contra los herederos del mismo; D. Antonio de Amilibia, vecino de León, titular de la mina «El Oro», D.ª Rosa Gómez, vecina de Matallana, titular de la mina «Florida» y por su fallecimiento contra sus herederos; D. Dionisio González, vecino que fue de Matallana, titular de la mina «La Valenciana» y por su fallecimiento contra sus herederos; D. Primitivo Rodríguez, vecino que fue de Matallana y titular de la mina «La Iluminada» y por su fallecimiento contra los herederos del mismo; D. Nicanor Rodríguez, titular de la mina «Varios Amigos» y D. Belarmino Canseco, también industrial minero y vecino de Matallana, todos los cuales han permanecido en rebeldía, sobre reclamación de cantidad.
Fallo: Que estimando la demanda formulada por el Procurador D. Dámaso de Soto Alvarez. en representación de D. José Quiñones García v su mujer D.ª María Teresa Ortiz Balbuena, en cuanto a los demandados D. Moisés Suárez Diez y D. Octavio Rodríguez Reyero, debo declarar y declaro que los mismos son deudores a aquéllos de la cantidad de cuarenta y dos mil setecientas setenta pesetas, importe de la venta de una partida de harina, condenándoles como les condeno al pago de expresada cantidad en favor de los actores y al de sus intereses legales desde la fecha de interposición de la demanda, y desestimando en cuanto al resto de los demandados, debo absolver y absuelvo a éstos de la reclamación contra ellos formulada»
Las costas de las partes personadas, serán satisfechas:
La parte actora, los demandados condenados y los demandados D. Florentino Villa y D. Sergio Martínez Mantecón, sus propias costas y la participación que les corresponda en las comunes y las costas de los demandados D. Roberto Gabioli Mari y D. Ricardo Tascón Brugos, así como la participación que a éstos corresponda en las comunes deberán ser satisfechas por mitad entre los actores y los demandados Sres. Suárez Diez y Rodríguez Reyero.
—En aplicación de lo dispuesto en el art. 769 de la Ley de E. j . Civil, si no se publicare dentro del plazo de cinco días la notificación personal de la sentencia a los litigantes rebeldes, hágase en la forma prevenida en los arts. 282 y 283 del mismo cuerpo legal.
—Así por esta mi sentencia, lo pronuncio mando y firmo. E. César González Mallo. — Rubricados.—
Fue publicada con la misma fecha.
En el siguiente día se dictó auto aclaratorio cuya parte dispositiva dice:
El Sr. D. César González Mallo, Juez de 1.ª Instancia de esta ciudad de Valencia de Don Juan y su partido, por ante mí el Secretario Judicial dijo.
—Que adicionando la sentencia pronunciada por este Juzgado con fecha de ayer en proceso declarativo de menor cuantía seguido por D. José Quiñones García y su mujer D.ª María Teresa Ortiz Balbuena, contra D. Moisés Suárez Diez y otros, debía de absolver y absolvía de los pedimentos contra él formulados al demandado D. Francisco Alvarez González, debiendo ser satisfechas las costas propias causadas por su intervención en el proceso y la participación que le corresponda en las comunes, por mitad entre los actores y los demandados condenados señores Suárez Diez y Rodríguez Reyero,
Notifíquese esta resolución a las partes personadas y en cuanto a los litigantes rebeldes, si no se solicita la notificación personal en el plazo de cinco días, hágase en la forma determinada en la Ley.
- Así por este auto lo acuerda, manda y firma S. S.ª de que doy fe,
—E. César González Mallo.—Ante mí: Carlos García Crespo. Rubricados.
Y para que mediante la publicación de edictos sirva de notificación a los demandados en rebeldía, expido el presente en Valencia de Don Juan a veintitrés de Enero de mil novecientos sesenta y tres.
— César González Mallo.—El Secretario Judicial, Carlos García Crespo. 403 Núm. 209.
-490,90 ptas
Boletín oficial de la provincia de León, 10 de junio de 1963
Delegación de Industria de León
Visto el expediente incoado en esta Delegación de Industria a instancia de D. Nicanor Miranda Alvarez, domiciliado en León, calle de Alcázar de Toledo, 15, en solicitud de autorización para instalar una linea eléctrica a 22.000 voltios y un centro de transformación de 50 KVA en el término de Orzonaga y cumplidos los trámites reglamentarios ordenados en las disposiciones vigentes.
Esta Delegación de Industria ha resuelto: Autorizar a D. Nicanor Miranda Alvarez para instalar una línea eléctrica a 22.000 V., de 900 m., derivada de otra de León Industrial, S. A. y un centro de transformación de 50 KVA para electrificar una mina de carbón en Orzonaga.
Esta autorización se otorga de acuerdo con la Ley de 24 de noviembre de 1939, con las condiciones generales fijadas en la norma 11.ª de la Orden Ministerial de 12 de septiembre del mismo año, y a las especiales siguientes.
1.ª El plazo de puesta en marcha será de dos meses, contados a partir de la fecha de notificación al interesado.
2.ª La instalación de la linea y centro de transformación se ejecutará de acuerdo con las características generales consignadas en el proyecto que ha servido de base a la tramitación del expediente, debiendo adaptarse en todos sus detalles a las instrucciones de carácter general y reglamentos aprobados por Orden Ministerial de 23 de febrero de 1949.
3.ª Esta Delegación de Industria efectuará, durante las obras de instalación y una vez terminadas éstas, las comprobaciones necesarias por lo que afecta al cumplimiento de las condiciones reglamentarias de los servicios electricidad y asimismo el de las condiciones especiales de esta resolución y en relación con la seguridad pública, en la forma especificada en las disposiciones vigentes.
4.ª El peticionario dará cuenta a esta delegación de la terminación de las obras para su reconocimiento definitivo y levantamiento del acta de autorización de funcionamiento, en el que se hará constar el cumplimiento, por parte de aquél, de las condiciones especiales y demás disposiciones legales, quedando con posterioridad obligado a solicitar de la Delegación Técnica de Restricciones de la Zona la prestación del servicio, acompañando a la solicitud una copia del acta mencionada. La autorización del suministro se concederá, o no de acuerdo con las disponibilidades de energía del momento.
5.ª Los elementos de la instalación proyectada serán de procedencia nacional.
6.ª La Administración dejará sin efecto la presente autorización en cualquier momento en que se compruebe el incumplimiento de las condiciones impuestas, o por inexactas declaraciones en los datos que deben figurar en los documentos a que se refieren las normas 2.ª y 5.ª de la Orden Ministerial de 12 de septiembre de 1939 y preceptos establecidos en la del 23 de febrero de 1949.
7.ª El conjunto de las instalaciones se construirán con las características precisas para que en todo momento puedan adaptarse a la tensión inmediata superior de las normalizadas que figuran en la disposición 4.ª de las instrucciones de carácter general aprobadas por Orden Ministerial de 23 de febrero de 1949.
León 11 de mayo de 1963.—El Ingeniero Jefe, H. Manrique. Núm. 886—249,40 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 12 de marzo de 1964
Cédula de emplazamiento
En virtud de lo dispuesto por el señor Juez de Primera Instancia de esta ciudad y su partido en providencia del día de hoy dictada en autos de juicio de menor cuantía seguidos a instancia del Procurador D. Dámaso de Soto Alvarez, en nombre y representación de D. José Quiñones García y su mujer D.a M.ª Teresa Ortíz Valbuena, mayor de edad y vecinos de esta ciudad, titulares de la fábrica de harinas Industrial Valenciana, que utiliza la razón comercial Hijo de Anastasio Ortiz, contra D. Moisés Suárez Diez, don Octavio Rodríguez Reyero, D. Teodoro Rodríguez Nicolás, mayores de edad, industriales y vecinos de Matallana de Torio; contra D. Florentino Villalonso, mayor de edad, industrial y vecino de Boñar; D. Fernando Miranda Torre, industrial de Matallana de Torio; D. Julio Oricheta Pascua, industrial de la misma vecindad; D. Manuel García Viñuela, D. Valentín Alvarez López, D. Jerónimo Torres Badiola, D. Luis González, D. Salvador González y don Maximino Rodríguez Alonso, todos mayores de edad, industriales mineros de Matallana del Torio; D. Sergio Martínez Mantecón, mayor de edad, industrial, y D. Antonio Amilivia, ambos vecinos de León, contra D. Remigio González Fidalgo, D. Celedonio Morán, D. Bernardo o D.ª Bernarda Fernández, herederos de D. Dionisio González Miranda, éstos en ignorado paradero, todos como pertenecientes al Economato de Empresas Agrupadas de Matallana núm. 99, y contra cuantas personas o empresas ignoradas pertenecieran a dicho Economato en octubre de 1959, sobre reclamación de 42.770 pesetas, se emplaza a los demandados antes indicados como de domicilio desconocido, a los herederos de D. Dionisio González Miranda y a cuantas personas o empresas ignoradas pertenecieran al Economato de Empresas Agrupadas de Matallana núm. 99 en el mes de octubre de 1959, y a los demás demandados que no tuvieran actualmente el domicilio expresado en la presente cédula, a fin de que en término de nueve días comparezcan en autos, personándose en forma, bajo apercibimiento de rebeldía, pudiendo retirar de la Secretaría de este Juzgado las copias de la demanda, de los documentos y de la providencia de admisión de la demanda a trámite.
Valencia de Don Juan, a 24 de febrero de 1964
—El Secretario Judicial, Carlos G. Crespo. 1015 Núm. 596.
-341,25 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 8 de mayo de 1965
Delegación de Industria de la provincia de León
Visto el expediente incoado en esta Delegación de Industria a instancia de D. Nicanor Miranda Alvarez, domiciliado en León, calle de Alcázar de Toledo, 15, en solicitud de autorización para legalizar la ampliación efectuada en el centro de transformación que tiene establecido en el término de Orzonaga, y cumplidos los trámites reglamentarios ordenados en las disposiciones vigentes.
Esta Delegación de Industria ha resuelto: Autorizar a D. Nicanor Miranda Alvarez, para legalizar la ampliación efectuada en el centro de transformación que tiene establecido en las proximidades de la mina «Manuela», término de Orzonaga, consistente en la sustitución de un transformador de 50 KVA. por otro de 100 KVA., relación 22.000/230-133 V.
Boletín oficial de la provincia de León, 10 de julio de 1969
Magistratura de Trabajo NUMERO DOS DE LEÓN
Don Luis Fernando Roa Rico, Magistrado de Trabajo número 2 de León. Hace saber:
Que en los autos 264/69, instados por Miguel García Borregán, contra Distrito Forestal de León, Nicanor Miranda y otros, por renta silicosis, lo siguiente:
He señalado para la celebración del juicio, el día treinta y uno de julio, a las once treinta horas de su mañana. Se requiere a la empresa Nicanor Miranda, para que en el plazo de seis días, aporte para su unión a los autos póliza que cubra el riesgo de enfermedad profesional de los obreros, previniéndole que caso de no hacerlo podría acordarse embargo preventivo de sus bienes. Y para que sirva de citación a la empresa demandada Nicanor Miranda, en ignorado paradero, lo expido en León, a treinta de junio de mil novecientos sesenta y nueve.
—Luis Fernando Roa Rico.—Alejo Carlos de Armendia y Palmero.—Rubricados. 3494
Boletín oficial de la provincia de León, 28 de agosto de 1969
D. Luis-Fernando Roa Rico, Magistrado de Trabajo núm. 2 de León.
Hace saber: Que en autos 264/69, se ha dictado sentencia cuyo encabezamiento y fallo son los siguientes:
Sentencia.—En León, a cinco de agosto de mi l novecientos sesenta y nueve.—Vistos por el limo. Sr. Magistrado de Trabajo número Dos de León los presentes autos de juicio laboral, seguidos entre parte: de una, como demandante, Miguel García Borregán; de otra, como demandados: Distrito Forestal de León; Mutualidad Nacional Agraria; Nicanor Miranda; Fondo Compensador; sobre renta de silicosis; y Fallo: Que desestimando la demanda interpuesta por Miguel García Borregán contra Distrito Forestal de León; Mutualidad Nacional Agraria; Nicanor Miranda; Fondo Compensador, debo absolver y absuelvo a dichos demandados.
Se advierte a las partes que contra el fallo precedente pueden interponer recurso de casación en el plazo de diez días.
Y para que sirva de notificación a la Empresa Nicanor Miranda, en ignorado paradero, expido la presente en León, a veintiuno de agosto de mil novecientos sesenta y nueve — Luis-Fernando Roa Rico.—Alejo-Carlos de Armendia y Palmero.—Rubricados. 4227 Núm. 2924.-209,00 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 2 de enero de 1970
Magistratura de Trabajo
NUMERO DOS DE LEÓN
Don Luis-Fernando Roa Rico, Magistrado de Trabajo número Dos de León.
Hace saber: Que en los autos 1.498/69, instados por Marcos Laiz Laiz, contra Epigmenio Miranda y otros, sobre reclamación por silicosis, lo siguiente:
Ha señalado para la celebración del juicio el día veinticuatro de febrero, a las diez cuarenta y cinco horas de su mañana, al mismo tiempo se le requiere para que en término de seis días aporte a los autos la póliza que cubre el riesgo de enfermedad profesional de sus obreros, previniéndole que caso de no hacerlo se acordará el embargo de sus bienes.
Y para que le sirva de notificación y requerimiento a la empresa demandada Epigmenio Miranda, en ignorado paradero, expido el presente en León, a dieciséis de enero de mil novecientos setenta.
— Luis-Fernando Roa Rico.— Alejo Carlos de Armendia y Palmero. Rubricados. 270
Boletín oficial de la provincia de León, 18 de marzo de 1970
Don Luis Fernando Roa Rico, Magistrado de Trabajo n.º 2 de León,
Hace saber: Que en autos 1498/69, se ha dictado sentencia cuyo encabezamiento y parte dispositiva son los siguientes:
Sentencia: En León a veintiséis de febrero de mil novecientos setenta.
Vistos por el Ilmo. Sr. Magistrado de Trabajo n.º 2 de León los presentes autos seguidos a instancia de Marcos Laiz Laiz, contra Epigmenio Miranda y otros, en reclamación por silicosis, y Fallo:
Que desestimando la demanda interpuesta por Marcos Laiz Laiz, contra Epigmenio Miranda, General Española de Seguros, Caja Nacional y Servicio de Reaseguro, debo absolver y absuelvo a dichos demandados.
Notifíquese esta resolución a las partes contra la que pueden interponer recurso de casación, en un plazo de diez días.
Y para que sirva de notificación a la demandada Epigmenio Miranda, expido la presente en León, a once de marzo de mil novecientos setenta,
Luis Fernando Roa Rico.—Alejo Carlos de Armendia y Palmero.—Rubricados 1597 Núm. 963,—187,00 ptas
Boletín oficial de la provincia de León, 22 de abril de 1970
Magistratura de Trabajo
NUMERO DOS DE LEON
Cédula de emplazamiento
Don Luis-Fernando Roa Rico, Magistrado de Trabajo número Dos de León.
Hace saber: Que en autos n.º 1.498 de 1969, instados por Marcos Láiz Láiz contra Epigmenio Miranda y otros en reclamación por silicosis, lo siguiente:
He acordado se emplace a D. Epigmenio Miranda, para que dentro del término de quince días, comparezca, si le conviniera, ante la Excma. Sala de lo Social del Tribunal Supremo, a usar de su derecho en el recurso de casación por infracción de Ley y Doctrina Legal, interpuesto por el demandante, contra la sentencia dictada por esta Magistratura en el procedimiento reseñado, previniéndole que, si no compareciera, le pararía el perjuicio a que en derecho hubiera lugar.
Y para que sirva de notificación y emplazamiento a la empresa Epigmenio Miranda, en ignorado paradero, lo expido en León, a veinte de marzo de mil novecientos setenta.
—Luis Fernando Roa Rico.—Alejo Carlos de Armendia y Palmero.—Rubricados. 2208 Núm. 1420—176,00 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 14 de junio de 1972
Administración de Justicia
Juzgado de Primera Instancia número Dos de León
Don Gregorio Galindo Crespo, Magistrado Juez de Primera Instancia del Juzgado número 2 de León y su partido.
Hago saber: Que en este Juzgado y con el número 215/72, se tramita expediente de declaración de herederos abintestato, de la causante D.ª Eduviges Diez González, hija de Gregorio y Eugenia, natural de Gete y domiciliada en Robles, Barrio de la Estación, Matallana de Torio, que falleció en el pueblo de su domicilio el día 8 de abril de 1972, en estado de viuda de D. Benjamín Miranda Tascón, de cuyo matrimonio no tuvieron descendencia, a instancia de D. Segismundo Diez González, mayor de edad, soltero y vecino de León, quien reclama la herencia para sí y para sus otros tres hermanos llamados D.ª Clotilde, doña Radigundis - Gregoria - Eugenia y don Gundemaro Diez González, habiendo fallecido dicho causante sin otorgar disposición testamentaria alguna, y por medio del presente edicto se llama a la herencia a cuantas personas se crean con igual o mejor derecho para que comparezcan en el Juzgado a reclamarlo dentro de treinta días. Dado en León a seis de junio de mil novecientos setenta y dos.
—Gregorio Galindo Crespo—El Secretario, Juan Aladino Fernández. 3424 Núm. 1337.-198,00 ptas.
Boletín oficial de la provincia de León, 18 de octubre de 1973
Juzgado de Primera Instancia número Uno de León
Don Saturnino Gutiérrez Valdeón, Magistrado - Juez de Primera Instancia número uno de León.
Hago saber : Que en los autos de juicio de que se hará mención se dictó sentencia conteniendo los siguientes particulares:
Sentencia.—En la ciudad de León a veintiuno de septiembre de mil novecientos setenta y tres.
Vistos por el Ilmo. Sr. D. Saturnino Gutiérrez Valdeón, Magistrado - Juez de Primera Instancia núméro uno de la misma y su partido, los presentes autos de juicio especial de la Ley de Arrendamientos Urbanos, seguidos entre partes, de una, como demandante don José, Marcos Pérez, mayor de edad, viudo, industrial y de esta vecindad, representado por el Procurador don Fernando Tejerina Alvarez-Santullano y dirigido por el Letrado don José María Suárez González, y de otra como demandados, don Pablo Bañuelos Valladares, también mayor de edad, casado, médico y de la misma vecindad, representado por el Procurador don Mariano Muñiz Sánchez, bajo la dirección del Abogado don Juan Rodríguez Lozano, doña Angeles Diez Flecha, esposa del Sr. Bañuelos Valladares, no personada en autos; doña Gaudiosa González Rodríguez, mayor de edad, viuda, sin profesión especial y doña María-Antonia Miranda González, asimismo mayor de edad, soltera, estudiante, ambas vecinas .de Matallana de Torio, a quien representa el Procurador don Eduardo García López y dirige el Letrado don Julián Rojo Martín, sobre entrega de locales, rehabilitación de contratos y otros extremos, y
Fallo: Que desestimando la demanda origen de estos autos, formulada por don José Marcos Pérez, debo absolver y absuelvo de la misma a los demandados don Pablo Bañuelos Valladares y su esposa doña Angeles Diez Flecha, doña Gaudiosa González Rodríguez y doña María Antonia Miranda González, con expresión de costas a la parte actora.
—Así por esta mi sentencia; definitivamente juzgando, lo pronuncio, mando y firmo.— Saturnino Gutiérrez Valdeón. — Rubricado.
Y para que conste y su publicación en el BOLETÍN OFICIAL de la provincia a fin de que sirva de notificación de la sentencia a la demanda no personada en las actuaciones, expido el presente que firmo en León a dos de octubre de mil novecientos setenta y tres.
—Saturnino Gutiérrez Valdeón.—El Secretario (ilegible). 5680 Núm. 2021 —385,00 ptas
Boletín oficial de la provincia de León, 14 de mayo de 1974
Administración de Justicia
Audiencia territorial de Valladolid
Don Jesús Humanes López, Secretario de Sala de la Audiencia Territorial de Valladolid.
Certifico: Que en el rollo 350 de 1973, referente a los autos a que se hará mérito se ha dictado la sentencia cuyo encabezamiento y parte dispositiva dice así:
Encabezamiento.—En la ciudad de Valladolid, a veintisiete de abril de mil novecientos setenta y cuatro; en los autos de juicio especial de la Ley de Arrendamientos Urbanos procedente del Juzgado de Primera Instancia del Distrito número uno de los de León, seguidos entre partes, de una como demandante por D. José Marcos Pérez, mayor de edad, viudo, industrial y vecino de León, representado por el Procurador D. José María Ballesteros González y defendido por el Letrado D. José María Suárez González, y de otra como demandados por D. Pablo Pañuelos Valladares, mayor de edad, casado. Médico, vecino de León, y su esposa D.ª Angeles Diez Flecha, doña Gaudosia González Rodríguez y doña María Antonia Miranda González, mayores de edad, viuda y soltera respectivamente y vecinas de Matallana de Torio, que no han comparecido ante esta Superioridad, por lo que en cuanto a las mismas se han entendido las actuaciones en los Estrados del Tribunal, sobre entrega de locales, rehabilitación de contratos y otros extremos; cuyos autos penden ante este Tribunal Superior en virtud de recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la sentencia que con fecha veintiuno de septiembre de mil novecientos setenta y tres, dictó el expresado Juzgado.
Parte dispositiva. — Fallamos:
Que estimando el recurso de apelación y consecuentemente con ello, revocando la sentencia recurrida, debemos declarar y declaramos haber lugar a la demanda formulada por D. José Marcos Pérez, contra los demandados Z). Pablo Bañuelos Valladares, su esposa doña Angeles Diez Flecha, D.ª Gaudiosa González Rodríguez y D.ª María Antonia Miranda González, condenando a D. Pablo, a D.ª Guadiosa y D.ª María Antonia a que hagan entrega a don José en el plazo de dos meses, mediante el otorgamiento de nuevos contratos de arrendamiento en los que se repercutan el importe de las obras como determina el art. 84 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, de los locales contiguos al portal del edificio, con superficies, servicios y dotaciones iguales a los desalojados y propios para el ejercicio de las actividades negocíales a que el arrendatario demandante venía dedicándose y en la forma que determinan los artículos 82 y 83 de dicha Ley de Arrendamientos Urbanos; consistiendo la condena de D.ª Angeles a los efectos de conocimiento y prevención del art. 1.413 del Código Civil.
Condenando a los tres primeros citados de los de tal naturaleza al total pago de las costas causadas en la primera instancia y sin hacer especial mención de las mismas en cuanto a las de la apelación se refieren.
—Así por esta nuestra sentencia de la que por la incomparecencia de los demandados apelados será publicada su encabezamiento y parte dispositiva en el BOLETÍN OFICIAL de la provincia de León, de no solicitar su notificación personal y de la que se unirá certificación literal al rollo de Sala, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
La anterior sentencia fue leída a las partes en el mismo día y notificada al siguiente así como en los Estrados del Tribunal.
Y para que lo ordenado tenga lugar, expido y firmo la presente en Valladolid, a cuatro de mayo de mil novecientos setenta y cuatro.— Jesús Humanes.
Boletín oficial de la provincia de León, 15 de enero de 1975
Magistratura de Trabajo NUMERO UNO DE LEON
Don Luis Fernando Roa Rico, Magistrado de Trabajo Decano de los de León y su provincia.
Hace saber: Que en autos 1.857/74, seguidos a instancia de Victoria Alvarez Fernández, contra Fernando Miranda Torres y otros, sobre pensión de viudedad. Ha señalado para la celebración del acto de juicio el próximo día veintiuno de enero, a las once y treinta horas de su mañana, en la Sala Audiencia de esta Magistratura, y ha acordado requerir a la patronal demandada para que en el plazo de seis días presente el documento acreditativo de la cobertura de riesgo, previniéndole que caso de no hacerlo y transcurrido el plazo expresado, podrá acordarse el embargo de bienes de su propiedad en cuantía suficiente para asegurar el resultado del juicio.
Y para que le sirva de citación y requerimiento en forma legal a D. Fernando Miranda Torres, actualmente en paradero ignorado, o a quien resultare ser su aseguradora, expido la presente en León a treinta y uno de diciembre de mil novecientos setenta y cuatro.
— Firmado: Luis Fernando Roa Rico.— G. F. Valladares.—Rubricados.
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Boletín oficial de la provincia de León, 15 de octubre de 1992
NUMERO TRES DE LEON
Don Pedro María González Romo, Secretario del Juzgado de lo Social número tres de los de esta ciudad y provincia. Hace constar: Que en autos número 570/92, seguidos a instancia de Rutilio Valbuena Gutiérrez, contra INSS y más sobre silicosis, se ha señalado para la celebración del acto de juicio, previa conciliación, el día nueve de noviembre próximo a las 9,30 horas de su mañana en la Sala de Audiencia de este Juzgado de lo Social número tres, sito en C/ Sáenz de Miera, 6, León.
Con la advertencia de que las siguientes comunicaciones se harán en estrados, salvo las que deban revestir forma de auto o sentencia o se trate de emplazamiento. Artículo 59. Y para que sirva de citación en forma a la Comunidad Hereditaria de don Epigmenio Miranda Robles, actualmente en paradero ignorado, expido el presente en León, a veintitrés de septiembre de mil novecientos noventa y dos.
-Firmado: Pedro María González Romo.
Don Pedro María González Romo, Secretario del Juzgado de lo Social número tres de esta ciudad y provincia. Hace constar: Que en autos número 570/92, seguidos a instancia de Rutilio Valbuena Gutiérrez contra INSS y más sobre silicosis, existe una providencia del tenor literal siguiente: Providencia: Magistrado Juez, señor Cabezas Esteban.-León, a veintitrés de septiembre de mil novecientos noventa y dos.
Por dada cuenta, únase el escrito presentado a los autos de su razón y como se pide.
Se tiene por desistido de las pretensiones de la demanda en la persona de don Epigmenio Miranda Robles y se tiene por ampliada la demanda frente a la Comunidad Hereditaria de don Epigmenio M., siendo uno de sus integrantes su esposa doña Gaudiosa González Rodríguez, debiendo citar a esta a Matallana de Torio y a los demás componentes de la Comunidad a través de edicto en el Boletín Oficial de la provincia.
Notifiquese a las partes.
Y para que sirva de notificación en forma a la Comunidad Hereditaria de don Epigmenio Miranda Robles, actualmente en paradero ignorado, expido el presente en León, a veintitrés de septiembre de mil novecientos noventa y dos.-Firmado: P. M. González Romo.
Boletín oficial de la provincia de León, 20 de febrero de 2002
MATALLANA DE TORIO
Habiéndose intentado por dos veces la notificación a los contribuyentes que a continuación se relacionan, sin que haya sido posible practicarla por causas no imputables a este Ayuntamiento, y en aplicación de lo establecido en el artículo 105.6 de la Ley 230/1963, de 28 de diciembre, General Tributaria, por medio del presente anuncio se les cita para comparecer, por sí o por medio de sus representantes, en el lugar que se indica, al objeto de ser notificados en el plazo de diez días contados desde el siguiente al de la publicación del presente anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia. Transcurrido dicho plazo sin haber comparecido, la notificación se entenderá producida a todos los efectos legales desde el día siguiente al vencimiento del plazo señalado para comparecer.
Lugar de comparecencia: Secretaría Municipal.
Actuación que se notifica: Acuerdo plenario por el que se establece la aplicación de contribuciones especiales con motivo de las obras de “Pavimentación de calles en el municipio”. Plazo de ingreso: Las liquidaciones publicadas entre los días 1 y 15 de cada mes, hasta el día 5 del mes siguiente. Las notificadas entre los días 16 y último de cada mes, hasta el día 20 del mes siguiente. Transcurridos los indicados plazos sin efectuar el pago, será exigido su ingreso por vía ejecutiva con recargo de apremio del 20%. Lugar y medios de pago: Podrá hacer efectivo este pago mediante ingreso en la cuenta 20960018132012349504 de Caja España, sucursal de Matallana de Torio, indicando el concepto del que se trata.
Recursos:
a) Recurso potestativo de reposición ante el Pleno del Ayuntamiento, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente al que tenga efectividad la notificación de los citados actos, de conformidad con lo establecido en el artículo 14.2 de la Ley 39/1988, de 28 de diciembre, Reguladora de las Haciendas Locales,
b) Contra la desestimación expresa o presunta del recurso de reposición podrá interponerse recurso contencioso-administrativo ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, en León, en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de la recepción de la notificación de la desestimación, cuando esta sea expresa, o en el plazo de seis meses a contar desde el día siguiente en que el referido recurso de reposición se entienda desestimado de forma presunta,
c) También podrá interponer cualquier otro recurso que estime oportuno.
Relación de contribuyentes Nombre y apellidos Importe de la liquidación (pesetas)
Visitación Diez González 17.761
Hdros. de Rodrigo González 9.183
Hdros. de Rodrigo González 7.970
Antonio Diez González 7.439
Antonio Diez González 26.123
M. Luz Diez González 25.835
Felipe Diez Miranda 138.975
Natalia Robles Cobián 48.671
Gaudiosa González Rodríguez 42.248
Hdros. García Isidora 69.201
Pedro Diez Miranda 26.682
Marina Gutiérrez Miranda 42.696
Ángel Dámaso Flecha Gutiérrez 27.755
Azucena Diez Miranda 11.435
Matallana de Torio, 4 de febrero de 2002.
-EI Alcalde-Presidente, José María Manga Robles. 1196 11,60 euros
ileon.com 21/08/2016
El 18 de agosto son fusilados sin contemplaciones tras un Consejo de Guerra Sumarísimo en la Diputación Provincial el 14 de agosto varias personas muy conocidas en la capital. Precisamente son los detenidos tras resistir durante cuatro horas el 20 de julio en el Gobierno Civil: el capitán Juan Rodríguez Lozano, abuelo del luego presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; Timoteo Bernardo Alonso, militar retirado fiel a la República y simpatizante de Unión Republicana; Rafael Álvarez García, inspector de Primera Enseñanza, casado con Francisca Vicente Mangas, quien también era inspectora de Primera Enseñanza; el estudiante Domingo Fernández Pereiro, al que llaman 'Chomín'; el delegado de Trabajo, Fernando Morán; y el delegado de Campsa, Alfredo Barthe Balbuena. El Diario de León titulará la noticia el día 19: "Pasados por las armas".
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