La madera de los arados tradicionales se atascaba en las tierras arcillosas y convertía la labor de los granjeros en una tarea muy penosa y poco productiva. Deere rediseño en 1837 el arado para incorporarle una reja y una vertedera de acero pulido.
La madera de los arados tradicionales se atascaba en las tierras arcillosas y convertía la labor de los granjeros en una tarea muy penosa y poco productiva. Deere rediseño en 1837 el arado para incorporarle una reja y una vertedera de acero pulido.