La presa Hoover fue construida entre 1931 y 1936, durante la Gran Depresión. Su principal objetivo era aprovechar el agua del río Colorado para prevenir las inundaciones catastróficas que se sucedían con relativa frecuencia y para distribuir el agua y generar energía eléctrica para el suroeste del país. Incluso para los estándares de hoy en día la presa Hoover fue un proyecto gigantesco. En su momento fue la mayor obra de infraestructura construida con hormigón y la mayor obra pública en la historia de Estados Unidos.
La presa tenía un impacto significativo en el sur de California y en particular, en Los Ángeles, ya que la energía generada por la represa cubría más del 70% de las necesidades energéticas de la ciudad en ese momento. Más de 200 ingenieros trabajaron para diseñar la represa que se construiría en el Black Canyon.
Antes de la construcción de la presa el entonces secretario de Comercio, Herbert Hoover, promovió el Acuerdo del Río Colorado, que divide la cuenca del río en dos zonas, la inferior (Arizona, Nevada y California) y la superior (Wyoming, Utah, Nuevo México y Colorado). Este acuerdo hizo posible la construcción de la presa.
En 1928 se aprobó en el Congreso la Ley para la construcción de represas y, posteriormente, el Proyecto Boulder Canyon. Hoover, que ese mismo año fue elegido como el 31 presidente de Estados Unidos, firmó el proyecto en 1929.
Para iniciar la construcción de la presa se perforó un paso para el agua en la roca. Se utilizaron cuarenta y cuatro mil toneladas de acero para fabricar 4.500 metros de tubería. Una sección de la tubería principal tiene 3,65 metros de largo, 9 metros de diámetro y 7 centímetros de espesor. Se hacían a partir de 3 placas de acero, de tal peso que sólo dos placas podían ser enviadas desde la fábrica de acero a la planta de montaje en un vagón de ferrocarril. Dos de esos tramos de tubería unidos formaban una sección, con un peso aproximado de 135 toneladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario