El cargamento de plantas y láminas recopilado por José Celestino Mutis en su expedición al virreinato de Nueva Granada arribó a Cádiz en 1817 para revolucionar la ciencia española.
En junio de 1817 llegó al puerto de Cádiz un curioso cargamento de 104 cajones. Al abrirlos un aire de bosque de Indias se extendió más allá de la nave. Era un verdadero tesoro científico con semillas, resinas, minerales, maderas y dibujos de plantas que había sido recopilado treinta años atrás por el botánico José Celestino Mutis en las tierras que entonces pertenecían al virreinato de Nueva Granada, la actual Colombia, y cuya independencia se proclamaría poco después.
Las cerca de 20.000 plantas herborizadas y las más de 6.000 ilustraciones con los diarios manuscritos pasarían a formar parte del Real Jardín Botánico de Madrid. Ahora se cumplen doscientos años del arribo a Cádiz de ese tesoro botánico que incautó el general Morillo, enviado a las colonias para sofocar las rebeliones independentistas. El encargado de recoger los valiosos materiales para llevarlos a la capital fue Mariano Lagasca y Segura, director del Real Jardín Botánico de Madrid. Lagasca y Segura se emocionó en el momento en el que se abrieron esos cajones y aspiró aquellos aromas, esa colección que era el resultado de la vida del sabio José Celestino Mutis, el gran botánico que había nacido en Cádiz y cuya memoria regresaba así a su ciudad natal.
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