domingo, 7 de enero de 2007

Los hijos de Juan Barrón Llorente

Jesusa Suarez Álvarez

El 23 de enero de 1906, Juan Barrón Llorente se casó en Buiza con Jesusa Suárez Álvarez que era un año mayor que él, y con la que tuvo cuatro hijos, Cipriano, Araceli, Isaías Ildefonso y María Aurora.

Cipriano Barrón Suárez

En 1907 nació Cipriano Barrón, el primogénito de Juan y Jesusa. Cipriano se casó con Isabel Benavente Butragueño y tuvo tres hijos, Juan Carlos, Jesús y José Luis.

El 9 de mayo de 1927 presentó solicitud para el ingreso en el cuerpo de la Guardia Civil. El 9 de marzo de 1932 es cabo de intendencia.

El 27 de junio de 1932 el sargento Cipriano Barrón Suarez fue destinado de la tercera Comandancia de Burgos a la Comandancia de Melilla.

Cipriano se casó con Isabel Benavente Butragueño, natural de Getafe, y tuvieron tres hijos, Juan Carlos, Jesús y José Luis Barrón Benavente.

El 9 de septiembre de 1936 se le asciende a brigada en el grupo de tropas de intendencia de la circunscripción oriental de Marruecos. Durante la Guerra Civil, el 18 de agosto de 1938, ascendió a alférez de intendencia.

Después de la guerra estuvo destinado en el parque de Intendencia de León. De esa época son las siguientes anotaciones.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN - ANUNCIO

Necesitando este Parque contratar la elaboración de pan en las Plazas de Astorga, Ponferrada, Viliablino, Vega de Espinareda, Castrocontrigo, La Bañeza, Villafranca del Bierzo y Villamanín, con destino a las fuerzas que se encuentran destacadas en dichos puntos, durante el primer trimestre del próximo año, se hace público para conocimiento de los señores industriales interesados, para que presenten pliegos de ofertas que se recibirán hasta las once horas del día 30 del actual en la Dirección de este Establecimiento. Igualmente se anuncia la contratación exclusivamente para la Plaza de Astorga de los artículos de subsistencias, acuartelamiento y alimentación de ganado necesarios. El pliego de condiciones y bases quedará expuesto en las tablillas de anuncios de los Ayuntamientos respectivos, hasta dicho día 30 del actual y en las Oficinas de este Parque a disposición de los señores concursantes,

León, 16 de diciembre de 1940. — El Secretario, Cipriano Barrón.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN - ANUNCIOS

Hasta el día 7 de octubre próximo a las doce horas, en que se celebrará el concurso, se admiten proposiciones para adquirir los artículos que al pie se detallan, participando que el pliego de condiciones podrá ser examinado en dicho Parque hasta el día indicado.

 

Leña para hornos y cocinas , . .  . 2.680 q. m.

Carbón vegetal                . . . . . . . 147  q. m.

Paja de relleno                 . . . . . . . 300  q. m.

Paja de pienso               . . . . . . . . 2.000  q. m.

Sal                  . . . . . . . . . . . . . . . . 10.000 kilos

Malta               . . . . . . . . . . . . . . . 2.000 kilos

Tocino                 . . . . . . . . . . .  . . 2.000 kilos

Bombillas               . . . . . . . . . . . .300 unidades

León , 18 de Septiembre de 1940. - El Secretario, Cipriano Barrón.

Necesitando este Parque adquirir una máquina de escribir, se hace público para conocimiento de las casas interesadas, que pueden pasar sus ofertas al Sr. Director del Establecimiento, hasta el día 28 del corriente. Las condiciones generales, así como las características necesarias, se hallan a disposición de los mismos, en las oficinas de este Parque, hasta el día indicado.

León, 18 de septiembre de 1940. - El Secretario, Cipriano Barrón.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN - ANUNCIO

Necesitando este Parque contratar la elaboración de pan en las Plazas de Astorga, Ponférrada  Villablino, Vega de Espinareda, Castrocontrigo, La Bañeza, Villafranca del Bierzo y Villamanín, durante el 4.° trimestre del año actual, con destino a las fuerzas que se encuentran destacadas en dichos puntos, se hace público para conocimiento de los señores Industriales interesados para que presenten pliegos de ofertas que se recibirán hasta las once horas del día 30 del actual, en la Dirección de este Establecimiento.

Igualmente se anuncia la contratación, exclusivamente para la plaza de Astorga de los artículos de Subsistencias. Acuartelamiento y Alimentación de ganado necesarios. El pliego de condiciones y bases quedará expuesto en las tablillas de anuncios de los Ayuntamientos respectivos, hasta dicho día 30 del presente mes y en las Oficinas de este Parque a disposición de los señores concursantes.

León, 17 de Septiembre de 1940.— El Secretario, Cipriano Barrón.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN

Hasta el día 12 de agosto próximo, a las doce horas, en que se celebrará el concurso, se admiten proposiciones para adquirir los artículos que al pie se detallan, participando que el pliego de condiciones podrá ser examinado en dicho Parque hasta el día indicado.

Paja pienso, 2.000 q. m.

Tocino,          2.000 kg.

Bombillas,     300..

León, 27 de julio de 1940. —El Secretario, Cipriano Barrón.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN - ANUNCIO.

Necesitando este Establecimiento adquirir los artículos que al pie se detallan, se hace saber que pueden presentarse ofertas al Sr. Director del mismo, hasta el día 10 del próximo mes de julio, participando que el pliego de condiciones y demás detalles está a disposición de los concursantes en las Oficinas del citado Establecimiento, hasta el día indicado.

Bombillas,    300

Paja,              1.959 Q. m.

Sal,                 2.722 kgs.

León, 28 de junio de 1940. —El Secretario, Cipriano Barrón.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN - ANUNCIO

Necesitando este Parque contratar la elaboración de pan en las Plazas de Astorga, Ponferrada, Villabíino, Vega Éspinareda, Castrocontrigó, La Bañeza, Villafranca del Bierzo y Villamanín, con destino a las fuerzas que se encuentran destacadas en dichos puntos, se hace público para conocimiento de los señores industriales interesados para que presenten pliegos de ofertas que se recibirán hasta las once horas del día 30 del actual, en la Dirección dé este Establecimiento. Igualmente se anuncia la contratación exclusivamente para la Plaza de Astorga, de los artículos de Subsistencias, Acuartelamiento y Alimentación de ganado necesarios.

El pliego de condiciones y bases; quedar á expuesto en las tablillas de anuncios de los Ayuntamientos respectivos, hasta dicho día 30 del presente mes y en las oficinas de este Parque, a disposición de los señores concursantes.

León, 19 de junio de 1940. - El Secretario, Cipriano Barrón.

PARQUE DE INTENDENCIA DE LEÓN - ANUNCIO

Debiendo adquirirse por la Junta Económica de este Parque, los artículos que se detallan a continuación, se hace saber por el presente para que los industriales interesados puedan hacer sus ofertas por escrito en sobre cerrado, las cuales serán dirigidas al señor Director de este Establecimiento, haciendo constar en dicho sobre que se trata de oferta para el concurso del mes de Abril que se celebrará el día 16 del citado mes, admitiéndose dichas ofertas hasta las once horas de dicho día y teniendo en cuenta que los pagos estarán sujetos al impuesto de 1,30 por ciento sobre pagos al Estado.

Las ofertas las harán los concursantes a base de precios sobre mercancías situadas en los Almacenes de este Parque. Los pliegos de condiciones técnicas y legales estarán a disposición de los concursantes hasta las once horas de dicho día en que se reunirá la Junta Económica del Establecimiento para examinar dichas ofertas.

ARTÍCULOS

Sal,                23 quintales métricos.

Paja pienso, sin limitación.

Leña,             5.984 quintales métricos.

VIVERES

Pimentón, 188 kilos.

León, 1.° de Abril de 1940. - El Secretario, Cipriano Barrón.

Después de servir en León fue trasladado a Valladolid.

A finales de los años 50 se estableció en sociedad con su hermano Juan para explotar una pequeña empresa de transportes con camión. En la empresa su hermano Julio era uno de los chóferes de los dos camiones y el otro conducía un chófer asalariado.

Dado que él era militar en la empresa constaba su esposa Isabel, por lo que en marzo de 1958 ella, Isabel Benavente Butragueño, con domicilio en Valladolid le vende uno de esos camiones, un Ford de matrícula VA 5578 a su cuñado Juan Barrón Bello, con residencia en Matallana de Torio.  Posteriormente, en agosto de 1959, Cipriano Barrón Suárez, que aunque no fuese cierto, constaba su domicilio en Matallana de Torio, le compró un camión G. M. C. con matrícula LE 4056 a Antonio de Amilivia y Zubillaga, con domicilio en León.

Cipriano Barrón Suarez falleció en Getafe el día 3 de marzo de 1985 a los 78 años de edad. En aquel momento aún vivían su esposa Isabel Benavente Butragueño, sus hijos Juan Carlos, Jesús y José Luis, sus hijas políticas María Ángeles, Ana María y María Dolores, su madre Aurora Bello y sus hermanos Araceli, Isaías, Aurora, Juan, Concepción, Julio, Pilar e Isabel.

Entre 2000 y 2003, su hijo, Juan Carlos Barrón Benavente, dirigió el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias. En octubre de 2014 dimitió por los retrasos en la construcción del AVE Madrid - Barcelona.

Araceli Barrón Suarez

Araceli Barrón Suarez nació en Matallana de Torío en 1908. Trabajó como modista en León y se casó con Ángel Murciego.

En tiempos de la República, Ángel y su familia pertenecieron a organizaciones de izquierdas, por lo que se le expedientó una vez producido el golpe de estado de 1936, el 27 de agosto de 1938.

De conformidad con lo prevenido en el artículo 6.° del Decreto de 10 de Enero de 1937, he mandado instruir expediente sobre declaración de responsabilidad civil contra Ángel Murciego Fernández, vecino de León, de esta provincia, habiendo nombrado Juez instructor al de primera instancia e instrucción de León.

Así lo mandó S. S. ante mí el Secretario de que certifico. León, 12 de agosto de 1938. Tercer Año Triunfal. Cipriano Gutiérrez.

Ángel trabajó de panadero en varias panaderías y al final de su vida laboral en la panadería La Florida, que entre otros clientes, también servían a la cadena de supermercados Rabadán. No tuvieron hijos y disfrutaron de hacer pequeños viajes, para lo que, primeramente, tuvieron una Vespa y después un SEAT 600.

La familia de Ángel era propietaria de la tienda de cerámica La Cacharrería que vendía alfarería y cerámica tradicional de distintos alfares de España, pero sobre todo de la alfarería tradicional leonesa de Jiménez de Jamuz, desde 1940. La tienda aun sigue abierta en la actualidad, en el mismo local en donde comenzó su andadura, en la calle Azabachería, en el casco antiguo de León. La tienda la abrió en 1940, Juliana González Pastor, viuda de Domingo Murciego Gordón, alfarero de Jiménez de Jamuz.

Araceli Barrón Suárez murió el 8 de enero de 2002.

Isaías Ildefonso Barrón Suarez

Isaías nació en Matallana de Torío en 1910 y fue el tercer hijo de Juan y Jesusa.

Siendo niño Isaías, en los tiempos en que estaba en construcción el puente de hormigón de Naredo, sobre el río Torío, se fue una tarde a jugar con otros niños con las vagonetas utilizadas en la obra, posiblemente del tipo volquete de Decauville. Unos niños subían en las vagonetas y otros empujaban para arrastrarlas sobre la vía. En ese subir y bajar, quiso la mala suerte que en una maniobra las dos piernas de Isaías quedarán aprisionadas entre los topes de dos vagonetas. El resultado fueron múltiples fracturas en las rodillas y las piernas.

Cuando la noticia llegó a casa, sus padres lo llevaron a León a un sanatorio en donde, después de un mes hospitalizado, el médico no supo qué hacer ante aquel destrozo y la infección que llevaba aparejada. Al verse incapaz de hacer nada por la vida del niño, el médico habló con él para decirle que se había de hacer a la idea de que de esta no saldría con vida y lo mando a casa a morirse. Volvió a Matallana en un carruaje del señor Juan Manuel, con el que hacía el servicio de coche de línea de Matallana a Cármenes. El herido iba sobre un colchón y unas almohadas y gritando de dolor.

Sus padres que no se resignaban a ello hicieron caso del consejo de unos amigos que les dijeron que el único que podía salvarle era un veterinario de Astorga, y hacía allí se dirigieron para conseguir sus servicios. Una vez en Matallana, el veterinario le hizo morder un trapo doblado y le puso en su sitio los huesos rotos, con la ayuda de cuatro hombres que colaboraron para sujetarle. También le colocó unas cánulas para drenar las zonas más afectadas por las roturas. El veterinario de Astorga hubo de volver a Matallana varias veces para controlar la evolución del enfermo. 

De esta forma se fueron curando las heridas de Isaías, siendo muy lenta su recuperación, y costándole mucho aprender de nuevo a andar, pero por fin pudo hacer vida normal. Durante la guerra civil recibió un disparo en una rodilla y al ser curado, en la radiografía que le hicieron, vieron todo el destrozo que había sufrido siendo niño, pues pocos conocían de este episodio.

El 21 de octubre de 1928 se nombró cabo interino de ingenieros al soldado Isaías Ildefonso Barrón, destinado a la Tercera Compañía del Primer Batallón.

El 26 de marzo de 1931 apareció en el periódico La Voz de Asturias, una nota pidiendo madrina para Isaías Barrón Suárez, de la Segunda compañía del primer tabor, del Grupo de Fuerzas regulares indígenas de Tetuán.

Esta fotografía de estudio fue realizada por DIODORO que tenía establecimientos en Larache y Tetuán.

El Grupo de Fuerzas regulares indígenas de Tetuán fue creado por Real Orden del Rey Alfonso XIII de 30 de junio de 1.911. Se trataba de un Batallón de infantería con cuatro Compañías y un Escuadrón de caballería Indígena, dependientes de la Capitanía General de Melilla. Para su mando se nombró al Teniente Coronel de Caballería Dámaso Berenguer Fuste. En enero de 1.912 se amplía su plantilla a seis Compañías de Fusiles y tres Escuadrones (2 Tabores de Infantería y 1 de Caballería). En 1.919 aumenta su organización en una Compañía de Ametralladoras, llegando a tres Compañías de Ametralladoras el 27 de septiembre de 1.921. El 14 de mayo de 1912 el Grupo participa en la ocupación del Aduar de Haddu Al-Lal u Kaddur, en donde muere el cabecilla rebelde Mizzián, a manos del Sargento Kaid Hasam Mohamed y el Cabo Gonzalo Saúco. El año 1.927 finaliza la Campaña de Marruecos, por lo que Isaías no llegó a participar en ninguna acción militar en Marruecos.

Cuando se inició la guerra civil de 1936, junto a las otras unidades de Regulares y el Tercio, el Grupo de Fuerzas regulares indígenas de Tetuán participó activamente como fuerza de choque y vanguardia en la mayoría de las acciones bélicas que tienen lugar en la misma: Avance hacia Madrid, liberación de Toledo y su Alcázar, defensa de la Ciudad Universitaria, Batalla del Jarama, Teruel, Batalla del Ebro, Frente de Cataluña, etc.

En la fotografía del día de su boda, a la que no pudo asistir ningún familiar, los novios estaban acompañados de los padrinos, María, hermana de la novia y Joaquín, amigo íntimo del novio.

En agosto de 1944 Isaías obtuvo una licencia de armas para cazar en Yebala.

En diciembre de 1949 Isaías solicitó una vivienda en Tetuán.

En 1912 el Gobierno español pone en marcha los acuerdos de la Conferencia de Algeciras de 1906, con lo que se hace efectiva la ocupación del territorio marroquí que se le había asignado.

Dentro de la demarcación del llamado Marruecos español estaba situada la ciudad de Tánger, que quedó fuera del Protectorado al gozar de estatuto de ciudad internacional. En 1940 España invade Tánger con sus tropas, que permanecerán en ella hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, momento en el que ingleses y franceses firman un protocolo para el control de la ciudad que obvia sustancialmente el papel de España.

El estatuto de la ciudad preveía que se rigiese por una Asamblea Legislativa y un Comité de Control formado por representantes de España, Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, Países Bajos, Estados Unidos y Portugal. Como fuerza policial se articulaba un cuerpo belga que asumía todas las funciones relacionadas con la seguridad en la ciudad.

El 10 de noviembre de 1952 se firmó un nuevo protocolo, creando la llamada Policía General, de carácter eminentemente civil y con funciones propias de investigación, y la Policía Especial, con misiones específicas en mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana. España logró el restablecimiento de la Oficina Mixta de Información e Inspección General de Seguridad de la Zona, además del mando conjunto de la Policía Especial y un puesto de comisario en la Policía General que no fue nombrado hasta el 1 de junio de 1954.

El mando de la Policía Especial estaba a cargo de un teniente coronel del Ejército español, siendo su segundo jefe un comandante francés y estaba compuesta por dos escuadrones, uno español y otro francés, de igual entidad y organización. El mando del escuadrón español lo ejerció el capitán de Infantería Ramón Sánchez Díaz, con los tenientes Juan Vera-Fajardo e lbarrondo y Carlos Torres Espiga, constando su fuerza de 60 policías armados, con un brigada, dos sargentos, siete cabos primeros, y 35 áscaris —soldados marroquíes— de la Mehala de Caballería de Melilla, con una veintena de caballos.

Pese a todo, el cuerpo no pudo constituirse inicialmente, creándose el 7 de marzo de 1953 lo que se llamó el destacamento franco-español, compuesto por un capitán español, con tres oficiales, uno español y dos franceses; una Mia de Caballería de la Mehala de Melilla; un Gum marroquí de la Zona francesa y 70 gendarmes de esa nacionalidad. Finalmente, el 1 de agosto siguiente quedó definitivamente constituida la Policía Especial, designando para el mando de la misma al teniente coronel de Infantería Matías Sagardoy Allo, Medalla Militar Individual, quien lo ostentará con la misma jerarquía que el jefe de la Policía General, reconociéndosele las atribuciones de jefe de Cuerpo.

El 23 de septiembre de 1953 Isaías Barrón fue nombrado oficial de enlace de la policía especial de Tánger.

ORDEN de 23 de septiembre de 1953 por la que se nombra Oficial de enlace de la Policía Especial de Tánger cerca de la Policía General al Capitán de Infantería de la Escala complementaria don Isaías Barrón Suárez, el cual queda a mis órdenes en la citada plaza y en comisión en el indicado destino, de acuerdo con la dispuesto en el párrafo segundo del artículo segundo del Decreto de 23 de septiembre de 1939 («D. O.» número 4).

Madrid, 23 de septiembre de 1953, MUÑOZ GRANDES

El Protectorado en la zona de marruecos administrada por España se dio por concluido el 7 de abril de 1956, aunque la Policía Especial de Tánger no dejó sus funciones hasta 1958.

El 19 de julio de 1966 su testimonio aparecía en un mensaje publicitario en el diario Pueblo.

Nuestro lector, don Isaías Barrón Suárez, de Madrid, hace del Seat 600 los mayores elogios. Tiene uno en rodaje desde el 5 de julio de 1960, que no le ha ocasionado más gastos que los normales de entretenimiento. Le consume menos de los seis litros de gasolina, a velocidad de 85 kilómetros - hora, Después de cuatro años de marcha, los cilindros van bien de compresión. No le consume aceite ni acusa el menor cansancio.

«Por lo expuesto, mantengo mi criterio de que el Seat 600 es el coche utilitario mejor conseguido y no es disparatado afirmar que, habida cuenta de su extraordinario rendimiento, es el coche idóneo para el español medio. Los detractores de este pequeño gran vehículo deben buscar las razones de su desencanto en su propio comportamiento, en la inobservancia de las normas elementales de rodaje, en el aprendizaje a conducir de todos los miembros de la familia en edad de adquirir carnet, así como en la inconsiderable agresividad de trato, circunstancias que convierten el modesto Seat en víctima indefensa de sus propios dueños.»

En el diario ABC de Madrid del 19 de septiembre de 1971, Isaías escribió un artículo sobre la impopularidad de las multas.

En relación con el reciente decreto que ha modificado determinados artículos del Código de Circulación, recibimos un extenso y razonado escrito que firma, en Madrid, don Isaías Barrón Suárez, del que entresacamos los párrafos más interesantes:

«IMPOPULARIDAD DE LAS MULTAS.

Las multas impuestas por supuesta infracción a los preceptos del Código de la Circulación fueron, son y serán impopulares dentro del ámbito urbano. Son impopulares por producirse en circunstancias que llevan al ánimo del denunciado el convencimiento de que está siendo víctima de una arbitrariedad por parte de un agente que presta oídos de mercader a cualquier razonamiento u observación que «in situ» pretenda darle el denunciado. Otras, por considerar que el agente denunciante fue excesivamente riguroso, habida cuenta de la situación vial en el momento de producirse la discutida infracción.»

Nuestro comunicante prosigue:

«LAS APELACIONES, — Los madrileños, sin ponerse de acuerdo, pero sí imitando la conducta del vecino o del amigo, hallaron, en su mayor parte, el cómodo procedimiento de soslayar el pago de las multas desoyendo las conminatorias notificaciones del Municipio. Es la defensa del desamparado, del desesperado o de quienes, sin perder la serenidad, han llegado al convencimiento de que todo intento de justificación es inútil. Este estado de impotencia nos hace reaccionar al estilo ibérico, consolándonos al decir:

«¡Pues no pago; que vengan a cobrarme!'» La nueva legislación viene a poner coto a estos desahogos, ya que, con razón o sin ella, tendremos que entrar por el aro, so pena de vernos privados del permiso de conducir por vía rápida e inapelable, No entro ni salgo sobre el tino o desatino del novísimo procedimiento para que las multas se hagan efectivas. Comprendo la necesidad de instrumentar la ley de forma que una minoría desaprensiva y sin el menor atisbo de sus deberes cívicos, pague cual merece sus excesos e irresponsabilidades; pero, ¡ojo!, la aplicación indiscriminada del precepto podría ser lesiva para muchas personas dignas y producir más daño que beneficio.»

—A continuación, el autor del escrito enuncia una serie de reglas que podrían contribuir a que las multas en materia de circulación fueran justas: recluta de agentes con un mayor nivel cultural; hacerles seguir cursos preparatorios de donde salgan perfectamente impuestos de sus nuevos deberes y responsabilidades, dedicando especial atención a la asignatura de moral y conducta a seguir para con sus semejantes; supresión de incentivos económicos al propio agente con base en la participación sobre el percibo de las multas; evitar la llegada al Servicio de Circulación de individuos que no superen un «test» sobre cualidades natas para vivir de cara y en constante contacto con un público normalmente de preparación superior a la suya; remunerar al agente convenientemente, para evitarle segundos empleos o problemas económicos; crear un organismo, fuera del ámbito municipal, encargado de recibir, estudiar y sancionar las denuncias de circulación recurridas, y sugiere, al respecto, que, dependiente del Poder judicial para mayor garantía,  dicho organismo entraría en funciones cuando el correspondiente delegado de Tráfico desestimase la apelación o descargo del presunto infractor.

Para abonar la conveniencia de las medidas que propone, nuestro comunicante ex comisario-jefe de la Policía de Circulación y Rodaje en la ciudad de Tánger— se extiende en una serie de conclusiones sacadas de su experiencia personal en la materia.

Isaías Ildefonso Barrón Suárez murió en Madrid el 8 de septiembre de 2003 a la edad de 93 años.

Una de las hijas de Isaías Ildefonso Barrón, María Ángeles Barrón, estaba casada con José Antonio Albasini, y tuvieron domicilio en Madrid, Piedralaves (Ávila) y Benalmádena Costa.

Aurora Barrón Suarez

Aurora Barrón Suárez fue la última hija de Juan y Jesusa, y nació en Orzonaga en 1912. Aurora se casó en León con Félix Guerra García, y tuvieron dos hijos, María Aurora y Jesús Guerra Barrón. Félix había seguido la carrera militar y trabajado en los juzgados de León. Era natural de Valladolid. Sus padres se ganaban la vida haciendo todo tipo de trabajos de cestería. De joven fue boxeador profesional e incluso intentó hacer carrera como torero. De él recuerdo haber visto en su casa, una colección de vitolas de puro. Estando destacado como soldado en La Robla, conoció a Aurora en el baile de las fiestas del pueblo, cuando esta estaba en casa de su tía materna María Suárez. 

Félix Guerra García falleció en León el día 28 de junio de 1895 a los 79 años de edad, su esposa Aurora Barrón Suárez, hijos Aurora y Jesús Guerra Barrón, hijos políticos Jesús Valle y Cristina Gutiérrez, nietos Yolanda, Álvaro, Iván y Cristina.

Aurora Barrón Suárez falleció en León el día 13 de noviembre de 2001 a los 89 años de edad, su hija Mª Aurora Guerra barrón, hijos políticos Jesús Valle Bernedo y Cristina Gutiérrez Coterón, hermanos Araceli, Isaías, Juan, Julio, Concepción, Pilar e Isabel.

Aurora Bello Santos Álvarez Tascón 

Antonio Bello Álvarez

El padre de Antonio Bello Álvarez era un capataz de minas asturiano, originario de Moreda, en el concejo de Aller. Siendo joven emigró a tierras leonesas para trabajar en las minas de Sabero.

Las explotaciones carboneras que fueron de la sociedad Palentino-Leonesa, pasaron primeramente a manos de la sociedad Martínez y Cía y posteriormente, en 1887 a la sociedad Minas de Sabero, propiedad de Tomás Allende Alonso, José María Basterra Ortiz, Enrique Aresti y Casilda Iturrizar, Vda. de Epalza. Varios de ellos tenían intereses en la industria vasca del hierro, como por ejemplo el marido de Casilda que había sido secretario y tesorero de la fábrica siderúrgica de Santa Ana de Bolueta. Cinco años más tarde, las minas pasaron a la sociedad Hulleras de Sabero y Anexas, registrada en Bilbao el 7 de septiembre de 1892 por un conjunto de industriales vascos, con un capital de cinco millones de pesetas.

El capataz de Moreda se casó cerca de Sabero, en uno de los pueblos en donde había minas de carbón, en Sahelices, con una joven del lugar, con la que tuvo tres hijos: Antonio, Tomasa y Vicenta. La madre de Antonio Bello murió joven en extrañas circunstancias. Al parecer, encontrándose en cama, enferma, fue visitada por el médico del lugar, el cual le dio a beber un brebaje y tras ello acabó sus días de forma fulminante. Cual fuera el error del galeno nunca se supo, pero los familiares presentes junto a la cama de la moribunda pudieron comprobar los efectos corrosivos de la preparación, al observar como las gotas que cayeron accidentalmente sobre la capa del marido quemaron el paño dejando sendos agujeros.

De joven, Antonio Bello, anduvo por los montes de la montaña leonesa acompañando a un médico alemán conocedor de plantas medicinales, y con él aprendió sus usos y virtudes, acompañándole para recoger, y cargar en una mula, raíz de genciana, liquen de Islandia, bayas de enebro, endrinas y escaramujos. A ello se dedicó varias primaveras, pero hubo de buscarse una profesión más estable y acabó dedicándose al oficio de molinero. No teniendo molino propio, comenzó trabajando como mozo en alguno de los molinos de la zona y, con el tiempo, alquilando molinos que sus dueños no trabajaban directamente.

Tomasa Bello emigró a América y ya de mayor volvió a la tierra que la vio nacer, y hasta su muerte vivió en Cistierna, en una casina alquilada a los abuelos de Eloy, el que trabajó de carrero en el barrio de La Estación de Robles de la Valcueva.

Vicenta Bello, se casó con un joven de Cistierna, yéndose, como tantos otros leoneses a trabajar a Bilbao. La familia se alojaba en la vivienda de la estación de la Casilla, del Ferrocarril de la Robla, la que se encuentra justamente antes del final de la línea en la estación de Bilbao Concordia. Vicenta se encargaba de vender los billetes del tren y su marido era revisor en el tren correo que iba de Bilbao a León, y viceversa. A principios de siglo, la hija mayor del matrimonio regentaba la fonda de la estación, ayudada por la madre cuando acababa el trabajo y por el padre, que tenía un día de descanso de cada dos, un día para ir a León, otro para volver y el tercero para descansar. El padre de familia murió en 1912 a causa de una pulmonía, después de una nevada. En aquellos días los revisores habían de pasar de vagón en vagón, recorriendo el tren por el estribo exterior, expuestos al frío y la ventisca. Esta desgraciada pérdida llevó la ruina a la familia que se vio obligada a dejar la fonda, al no poder atenderla convenientemente.

En 1886 Antonio Bello Álvarez arrendó un molino en La Vecilla, en el que un pequeño canal conducía las aguas del río Curueño hasta un par de rodeznos metálicos, proporcionando movimiento a dos muelas francesas situadas en el interior. Este molino era propiedad del señorito de Otero.

No lejos del molino se encontraba el palacio de los Álvarez-Acevedo, en el pueblo de Otero de Curueño. El recio caserón tenía cuadras, huertas y una fachada blasonada, que a las claras dejaba ver la historia familiar. Allí nació, entre otros señoritos, Mariano Álvarez Acevedo que siendo joven luchó en la Primera Guerra Carlista, a las órdenes del general Espartero, y más tarde participó en la revolución de julio de 1854, llegando a ser presidente de la Junta revolucionaria leonesa. Cuenta la leyenda que el que fuera diputado liberal cuando iba a las Cortes a Madrid dormía siempre en una casa de su propiedad, pues la familia tenía una cada veinte o treinta leguas.

Esta proximidad hizo que Antonio trabase amistad con la joven Feliciana Santos Tascón, que había sido recogida siendo niña en el caserón de los Álvarez-Acevedo, a la muerte de su madre. Allí encontró cobijo y comida a cambio del trabajo en la cocina y en la casa hasta que se casó. El señorito fue muy generoso con ella, pues le pagó la boda con Antonio y, posteriormente, les ayudó a subir un piso en la casa en donde vivían en otero, y que ella había heredado de su difunta madre.

La madre de Feliciana murió cuando ella era muy pequeña y tenía menos de tres años, mientras daba a luz a su segunda hija. En el parto también murió esta hermana que estaba en camino. Su padre, ante esta situación se desesperó, abandonó a Feliciana y se volvió a su pueblo, pues era natural de Palacio de Torío.

La boda no logró la bendición de la familia del novio, por lo que, al casarse con Feliciana, Antonio fue desheredado por su padre. A pesar de todo, vivían felices en su hogar, rodeados de una apacible huerta con árboles frutales. Mientras Antonio pasaba las horas en el molino Feliciana tejía en casa lienzos de lino y mantas traperas. El matrimonio trajo al mundo a nueve hijos: Ángel, Laureano, Froilana, Mariana, Paulino, Aurora, Secundino, Elisa y Marceliano. Otros dos, Fernando y Sabina, murieron siendo muy pequeños.

Antonio Bello fue un hombre muy devoto a lo largo de su dilatada vida no hubo iglesia ni romería, de esta parte de la montaña, que no visitase. De hecho, el bien más preciado que de él se conservó fue un gran rosario de cuentas marrones de madera. Murió a los 80 años, en el barrio de la Estación de Robles de la Valcueva, en casa de su hija Aurora. En sus últimos años, dedicaba mucho tiempo a leer y releer libros de vidas de santos con las que se enternecía e incluso, a veces, lloraba.

Ángel Bello Santos

Ángel Bello Santos nació en otero en 1887. Cuando su padre arrendó el molino de La Roperia en Serrilla, él le acompañó para ir a trabajar a las minas de carbón. Se casó y vivió en Serrilla con María, con la que tuvo cuatro hijos: Román, Honorina, Isidora y Antonio. Como minero acabó su vida laboral como encargado de las minas de Ricardo Tascón, empresario minero de Matallana de Torío. En Serrilla le conocían como el tío Madreñas.

En 1918 la Compañía Minera Anglo-Hispana disponía de magníficas instalaciones, con lavaderos, hornos de cok, con dos baterías de hornos sistema Coppel, y fábricas de briquetas, dotada de una prensa con capacidad para producir 10 toneladas por hora, y ovoides, con una capacidad de producción de 8 toneladas por hora. Todo ello se movía con dos máquinas de vapor horizontales, de unos 200 caballos de potencia cada una. Las briquetas que producía la empresa las vendía a los ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante, el Norte y al ferrocarril de Soria. Los cribados y galletas, generalmente se enviaban a Bilbao. En aquel momento tenían stock de 2.000 toneladas de carbón en sus depósitos y bocas de mina.

En la fotografía se puede ver a María, la esposa de Ángel Bello Santos, y su hija Honorina.

En esta otra fotografía se puede ver, haciendo una merienda, a Ángel Bello Santos y a su segunda mujer, Ramona.

Laureano Bello Santos

Laureano Bello Santos nació en Otero en 1888. Se casó con Paula Tascón Robles y tuvieron tres hijos: Julio, Balbina y Victorina. La familia vivió en Llama de Colle, en donde él trabajaba como minero.

Laureano Bello Santos falleció en Llama de Colle el 21 de diciembre de 1968 a los 70 años de edad. En aquel momento aun vivían, su esposa Paulina Tascón Robles, hijos Julio, Balbina y Victorina Bello Tascón, hijos políticos Maruja González, José González y Alfonso Coque, hermanos Paulino, Elisa, Mariana, Aurora, Ángel y Secundino Bello Santos, hermanos políticos Josefa, Ramona y Justo.

Froilana Bello Santos

Froilana Bello Santos nació en Otero en 1990. Nunca se casó ni formó una familia y continuó viviendo en la casa familiar de Otero hasta pasar a mejor vida. Se dedicó a la actividad que había desarrollado su madre, para lo cual disponía de varios telares manuales de madera, que utilizaba para hacer telas de lino y lana, mantas traperas y hasta alforjas para las caballerías.

Mariana Bello Santos

Mariana Bello Santos nació en Otero en 1894. Se casó en Fresno con Víctor Álvarez, con el que tuvo tres hijos: Juliana (Ciana), Víctor (Vítor), Emiliano y Antonio. La familia trabajaba la tierra, tenían viñas y una de esas típicas bodegas excavadas en la tierra. A la entrada de la bodega se encontraba la prensa de viga para sacar el mosto con el que hacían el vino.

En la fotografía se puede ver a Mariana Bello Santos con su esposo Vitor y sus hijos Ciana, Vitor y Antonio.

María Ana Bello Santos, viuda que fue de Víctor Álvarez, falleció en Fresnellino del Monte el día 4 de septiembre de 1969 a los 74 años de edad. En aquel momento aún vivían sus hijos Juliana, Víctor, Emiliano y Antonio Álvarez Bello, hijos políticos Bernardo Alonso, Paulina Álvarez, Covadonga Rodríguez y Luzdivina Alonso, hermanos Ángel, Secundino, Aurora, Paulino y Elisa Bello Santos, hermanos políticos Ramona Martínez, Josefa Sierra, Benedicta González y Paulina Tascón.

Paulino Bello Santos

Paulino Bello Santos nació en Otero en 1895. Se casó en el pueblo en que nació, con Josefa Sierra Robles, con la que tuvo tres hijos: Ángel, Antonino y Adonina.

Paulino Bello Santos falleció en Matallana de Torío el día 12 de abril de 1983 a los 87 años de edad. En aquel momento aún vivía su esposa Josefa Sierra Robles, hijos Antonio y Adonina Bello Sierra, hijas políticas Olina López y Mercedes Tascón, hermanas Aurora y Elisa Bello.

Poco tiempo más tarde, falleció en Matallana de Torío, el día 16 de junio de 1983 Josefa Sierra Robles a los 93 años de edad. En aquel momento aún vivían sus hijos Antonino y Adonina Bello, hijos políticos Oliva López y Mercedes Tascón, hermanas políticas Aurora y Elisa Bello.

Aurora Bello Santos

Aurora Bello Santos vio la luz el 7 de marzo de 1896. Desde pequeña tenía un ojo bizco, que se le había desviado ligeramente cuando aún estaba en la cuna, a causa de una corriente de aire. En su casa, como en todas, los niños tenían que ayudar en todo tipo de tareas domésticas y del campo, como dar de comer a las gallinas, quitar las malas hierbas de los huertos y ayudar a los mayores a rehacer las sebes, esos cierres vegetales que protegían las huertas, praderas y sembrados, formadas por ramas verdes cortadas de chopo, olmo o fresno, clavadas en el suelo como plantones y entrelazadas con tres haces de largas ramas de avellano. Las, o los, sebes se utilizaban también desde muy antiguo como unidad de tiempo, para referirse a la duración de la vida, de esta forma, tomando como duración promedio de una sebe tres años, un perro vivía tres sebes, un caballo tres perros y un hombre, tres caballos.

En los meses de invierno, cuando estaba abierta la escuela y no había faenas que hacer en el campo, los chicos asistían a clase y, a falta de algo mejor para escribir, utilizaban los huesos limpios y blanqueados de las paletillas de la vaca, sobre los que escribían con un aguzo, un fino tizón de brezo. Al ser una niña, Aurora nunca fue a la escuela en su pueblo.

Al cumplir siete años, para quitar una boca que alimentar, sus padres la enviaron a la montaña, al pueblo de Rucayo, para cuidar de un niño más pequeño que ella. A la mañana siguiente de su llegada al pueblo, el niño pequeño se convirtió, como por arte de magia, en un rebaño de cabras que se enriscaban por lo más aislado del monte. Viéndose en semejante circunstancia, sin pensarlo dos veces, Aurora se volvió sola andando, monte a través, hasta su casa en Otero donde relató los detalles del engaño a sus padres.

Después de la experiencia de Rucayo, con ocho años cumplidos, en la primavera de 1904, sus padres la enviaron sola, en el tren correo de La Robla a Bilbao, a casa de su tía Vicenta, la hermana de su padre, para que les ayudase en las tareas de la fonda, pero esperando, que tal como habían acordado por carta, iría a la escuela junto con sus primos. Pero esto nunca ocurrió, pues nada más llegar, con las piernas aún entumecidas por el largo viaje de diez horas, hubo de ponerse a fregar los platos de la cena.

En la imagen anterior se puede ver una locomotora del Ferrocarril Santander-Bilbao en el puente giratorio del depósito de locomotoras de la estación de La Casilla.

Tan pequeña como era Aurora, cuando sus padres la subieron al tren le insistieron tanto en que no debía levantarse hasta llegar a su destino, para que no se perdiera, que cuando llegó a La Casilla, después de tantas horas sin moverse, no acertaba ni a caminar pues tenía las piernas dormidas. Pasaron los días y no llegó el momento en que fuera a la escuela, se pasaba de sol a sol fregando platos, subida en un taburete porque era tan pequeña que no llegaba al fregadero. Tan cansada acababa el día que por la mañana cuando la llamaban para levantarse, a veces, se la encontraban encima de la cama todavía vestida, de tan rendida que había caído la jornada anterior.

La fonda, cercana a la estación del ferrocarril, fue lo primero que conoció en Bilbao, eso y alguna de las tiendas a las que la enviaban a comprar, pero permaneció por tierras vizcaínas hasta los dieciséis años, y de ese tiempo conservó para el resto de sus días muchas anécdotas que relataba en sus ratos de sosiego. Por ejemplo, recordaba con cierto pesar que muchas veces, algunos de los lugareños le hablaban en eusquera, sabiendo que de esa manera le hacían pasar un mal rato, ya que ella sólo hablaba castellano. También recordaba los comentarios que le hacía un cliente de la fonda, que viéndola fregar y fregar le decía, que en Estados Unidos ya había unas máquinas que fregaban los platos y otras que lavaban la ropa y claro, ella en esos momentos no podía más que pensar que se trataba de una tomadura de pelo. Con el tiempo descubrió que esas máquinas existían, incluso en España. Otro de sus recuerdos era el de las mujeres que durante las huelgas se sentaban en las vías con sus niños pequeños para impedir la circulación de los tranvías. Todo ello le parecía una imprudencia horrible.

Fue mucho el trabajo que tuvo que hacer en la fonda, pero a cambio Aurora consiguió convertirse en una gran cocinera. Cuando, a sus dieciséis años, volvió de Bilbao, al cerrar la fonda de su prima, echó mucho de menos cosas tan maravillosas como la luz eléctrica y el agua corriente, que aún no había en los pueblos de la montaña leonesa. Así y todo, lo que había aprendido en la vida le llevaba a decirle a sus hijas que: “vale más un mendrugo en tu casa que un manjar en la del amo”.

Al volver de Bilbao Aurora se instaló en Serrilla. En este pueblo su padre trabajaba en el molino de La Ropería y se había llevado consigo a Ángel y Paulino que entraron a trabajar en las minas de carbón. La experiencia bilbaína llevó a Aurora a trabajar en las casas del pueblo de Matallana. La madre de Aurora trabajaba lavando y planchando la ropa en el hospital de la Compañia Minera Anglo Hispana. 

Por aquellos años Angel Bello trabajaba de vigilante en la mina de Juan Barrón y le sugirió que llevase a casa a su hermana Aurora para cuidar de sus hijos. Jesusa acababa de morir en el parto de los gemelos que también murieron. 

Aurora se casó con Juan Barrón Llorente en 1915, cuando éste tenía 34 años y ella 19, y con los años trajeron al mundo a otros seis hijos. Dada la diferencia de edad, su marido murió cuando ella tenía 53 años, por lo que siempre le pesó haber tenido que vivir tanto tiempo viuda.

Esta fotografía es la que utilizó Aurora para su Tarjeta Provisional de Identidad expedida por el puesto de Matallana, de la Comandancia de la Guardia Civil de Léon, con el número 1.227, el 28 de marzo de 1946, cuando tenía 49 años de edad. Como oficio aparecía el de mis labores, siendo sus señas: 1,600 metros, delgada, pelo castaño canoso y cejas y ojos claros.

En la casa ella llevaba las cuentas de lo que se gastaba para comprar el pienso de las gallinas y los conejos y la planta y la semilla para el huerto, y también lo que ganaba vendiendo huevos, gallinas, conejos y verdura variada. De esa manera sabía si le salía a cuenta hacer una cosa u otra. También tenía experiencia en eso de los animales, viendo si los conejos eran machos o hembras para dejar solo un macho, pues de otra manera se peleaban entre ellos, aparte de que solo necesitaba uno para cubrir a las conejas.

La imagen que nos quedó de Aurora es la de una mujer de pequeña estatura, con el pelo blanco y muy largo, con él que formaba una trenza que enroscaba en un moño sujeto con horquillas. Aurora fue una gran narradora, hablaba despacio y suavemente. Nadie en la familia hablaba con la propiedad y riqueza de vocabulario que ella empleaba, a pesar de haber sido analfabeta hasta los veinte años, hasta que su marido Juan le enseñó a leer, sumar, restar y multiplicar. Era una persona muy positiva, de esas que tienen una solución para cada problema.

Aurora falleció en Matallana de Torío el día 13 de abril de 1987 a los 91 años de edad. En aquel momento todavía vivían sus hijos Araceli, Isaías, Aurora, Juan, Concepción, Julio, Pilar e Isabel Barrón, sus hijos políticos Isabel Benavente, Ángel Murciego, Angelita Santaliestra, Félix Guerra, Luciano García y Luis García, su hermana Elisa Bello y su hermana política Ramona Martínez.

Secundino Bello Santos

Secundino Bello Santos, padeció meningitis de pequeño y a consecuencia de ello perdió las entendederas. Era como un niño, cariñoso y alegre. Vivió con su hermana Froilana hasta que murió ésta y después con el resto de las hermanas por temporadas, sobre todo con Aurora, hasta que murió en su casa, en el barrio de la Estación de Matallana. Le encantaba hacer cosas de madera, forgando con su navaja para hacer pequeños objetos. Gustaba de entretenerse jugando a las cartas, haciendo solitarios, aunque no conocía las reglas de los juegos.

Elisa Bello Santos

Elisa Bello Santos nació en otero en 1902. Se casó con Adolfo González Muñiz y se fue a vivir a Boñar. Tuvieron cinco hijas: Severina, Mª Luisa, Aurorita, Chonina y Mª del Mar.

Adolfo González Muñiz falleció en Boñar el 31 de mayo de 1968 a los 68 años de edad. En aquel momento aun vivía su esposa Elisa Bello Santos, hijas Severina, Mª Luisa (ausente), Aurora, Ascensión y Mº del Mar González Bello (ausente), hijos políticos Agustín García (ausente), Modesto Pérez y Miguel González, hermanos Policarpo, Hilario, Faustina, Ascensión, Elisa, Benedicta, Jesús y Mª Cruz González Muñiz, hermanos políticos, Secundino, Mariana, Aurora, Paulino, Laureano, Ángel, Vicenta y Dominica.

Elisa Bello Santos falleció en Boñar el día 23 de septiembre de 1990 a los 88 años de edad. En aquel momento aún vivían sus hijas Severina, Mª Luisa, Aurora, Ascensión y Mª del Mar González Bello, hijos políticos Agustín, Modesto, Miguel y Antimo, hermanas políticas Elisa González y Dominica Valbuena.

Marcelino Bello Santos

Marcelino Bello Santos nació en 1906. Con su padre y su hermano Ángel se trasladó a las minas de carbón de Matallana de Torío y allí se casó con Benedicta González Muñiz. Vivieron en Orzonaga y tuvieron cuatro hijos: Edelmira (Miri), Pablo, Santiago y Benedicta. Familiarmente, a Marcelino siempre le llamaron Marceliano.

Marcelino Bello Santos falleció en Orzonaga el día 2 de marzo de 1964 a los 58 años de edad. En aquel momento aun vivían su esposa Benedicta González Muñiz, hijos Edelmira, Pablo, Santiago y Benedicta Bello González, hermanos Ángel, Mariana, Aurora, Paulino, Laureano, Secundino y Elisa Bello Santos, hermanos políticos Hilario, Policarpo, Faustina, Adolfo, Elisa, Ascensión, Jesús y Mª Cruz González Muñiz.

En la fotografía Feliciana Santos Tascón, está sentada en el centro, con su hijo Marceliano, su nuera Benedita y tres de sus nietos.

Benedicta González Muñiz, esposa que fue de Marcelino Bello, falleció en Madrid el día 12 de enero de 1980 a los 69 años de edad. En ese momento aun vivían sus hijos Edelmira, Pablo, Santiago y Benedicta Bello González, hijos políticos Rafael Rebollo, Teresa bravo, Esperanza Núñez y Frutos Barcala, hermanos Faustina, Ascensión, Elisa, Mari Cruz y Jesús, hermanos políticos Vicenta, Dominica, Elisa, Aurora, Paulino, Josefa y Ramona.

Herminio Barrón Bello

Herminio Barrón Bello era el hijo mayor de Juan Barrón Llorente y Aurora Bello Santos. Nació en 1918 en Matallana de Torío. Le recuerdo como un hombre reservado, serio y con boina. De vez en cuando, llegaba a casa de su madre sobre una bicicleta negra con el traje de pana de los trabajadores de la brigada de obras del Ferrocarril de La Robla. En época de pesca llevaba la caña de bambú desmontada y atada a los lados de esa bicicleta. Era buen pescador, en el sentido de que pescaba muchas truchas. Recuerdo haber comido en su casa de La Robla, unas truchas escabechadas, en un día, para mí de visita, en el que acompañaba a mis tíos Cipriano y Juan, en el que también estarían mis hermanos. También cazaba con escopeta y en sus ratos libres hacía valeos, esas escobas recias hechas de las ramas de retama para barrer las eras. En los años de los que guardo recuerdo era de tendencia muy tradicional y conservadora.

Herminio estuvo en la Guerra, en la Batalla del Ebro y en Barcelona. Coincidió con Valeriano, un minero de Orzonaga. A su vuelta fue tanto el horror y el miedo que pasó que, durante mucho tiempo no pudo dormir bien, levantándose aterrorizado durante la noche, tirándose de la cama.

Después de la Guerra, sorprendiendo a todos, debido a su natural discreción, se casó con María Suárez Viñuela, una vecina del cercano pueblo de Solana de Fenar. De recién casados vivieron en una casa en el molino de "La peña". Estando allí, salvó en una riada a un niño pequeño que cayó al río. Tuvieron dos hijos Miguel Ángel y Begoña. Miguel Ángel hizo su vida en Bilbao. Empezó trabajando en la construcción, pero con el tiempo acabó de comercial en la Fabra y Coats de Barcelona. Begoña trabajó en Correos y en la Caja Postal en Madrid.

Cada brigada de vías y obras tenía asignado un sector de la línea ferroviaria, pero en grandes obras de reparación y mantenimiento unas brigadas tenían que echar una mano a las otras, por lo que a lo largo de su vida profesional recorrió toda la línea. Recordaba con admiración los caseríos vascos.

Recuerdo haberle visto, junto a sus compañeros, reparar la vía, en la estación de Matallana, a la salida hacia el lavadero de la Hullera Vasco Leonesa, con su mesilla, para mover el balasto y el material, las llaves, los picos de batear, las rastrillas, las barras y la galga. Removían el balasto y le separaban la tierra para volver a calzar la vía. El ramal ferroviario cerró en 1970, por lo que esta reparación sería sobre aquel año, más o menos. Otro de los vagos recuerdos que tengo de aquellos años, es la bajada de un vagón sin control por la vía de la Hispana, descarrilando en la curva, a su paso sobre la carretera León-Collanzo, para acabar empotrado en la presa de riego. Posiblemente lo único que vi fue el vagón descarrilado y las marcas de sus ruedas sobre el asfalto. Por suerte nadie resultó herido.


En la fotografía anterior se puede ver la estación de Cistierna en los años 60. El trabajador que se encuentra en el centro, junto a otro compañero, podría ser Herminio Barrón Bello, de la brigada de Vías y Obras. Fotografía de J.J. Wiseman. La locomotora número 25 arrastra un carbonero en dirección a Bilbao.

Durante bastante tiempo trabajó un huerto en terreno del ferrocarril, a la parte de abajo del terraplén, a la salida de la estación de Matallana hacia León, cerca de la bifurcación hacia La Robla.

Durante años Herminio y María vivieron en la granja de gallinas "Avícola Nuestra Señora de Celada S.L.", a la entrada de La Robla, que fue propiedad de Benito Diez Garcia, alcalde de La Robla entre 1966 y 1978, y de su cuñado Casimiro Pascual Gutiérrez . Recuerdo las naves con las jaulas metálicas para las gallinas, con sus alimentadores automáticos de agua y pienso, y la clasificadora de huevos, con sus brazos metálicos giratorios dejando caer los huevos en el departamento correspondiente, según su peso, y los cartones de huevos apilados. En las naves el pienso caía en pequeña cantidad al suelo, pero era suficiente para atraer a los pardales que entraban por las ventanas abiertas. De vez en cuando, cerraban las ventanas con redes y en ellas atrapaban a los pájaros, que vendían para comer, y se quedaban unos pocos para echar al arroz.

Sus últimos años de vida los pasó en una casilla del ferrocarril, al lado de la vía, junto a la estación de La Robla. Allí se jubiló, momento en que la Compañía le regalo un reloj. Al poco tiempo murió de cáncer y no tardó en seguirle su mujer.

Herminio Barrón Bello falleció en Madrid el día 15 de febrero de 1979 a los 60 años de edad. En aquel momento aún vivía su, esposa María Suárez Viñuela, hijos Miguel Ángel y María Begoña Barrón Suárez, hijos políticos Florencia-Juana y Manuel, madre Aurora, hermanos Cipriano, Isaías - Ildefonso, Aurora, Araceli, Juan, Concepción, Pilar, Julio e Isabel, hermanos políticos Isabel, Angelita, Félix, Ángel, Luciano y José Luis.

Pocos meses más tarde falleció su esposa, María Suárez Viñuela, en Madrid el 23 de octubre de 1979 a los 62 años de edad. En ese momento aún vivían sus hijos Miguel Ángel y Mª  Begoña, hijos políticos Florencia-Juana y Manuel, hermanas Manuela y Eusebia, madre política Aurora, hermanos políticos Marcelo, Soledad, Cipriano, Isaías, Araceli, Aurora, Juan, Concepción, Julio, Isabel, Pilar, Angelita, Félix, Ángel, Luciano, Isabel y José Luis.

Juan Barrón Bello

Juan Barrón Bello nació en 1920. De joven entró a trabajar en la brigada de vías y obras, en el Ferrocarril de La Robla. Durante la Guerra fue uno de los soldados de la quinta del biberón, pero afortunadamente pasó sin percances para él. De mayor aún conservaba orgulloso la manta que decía que le habían dado en el ejército.

En la fotografía se puede ver a un Juan Barrón muy joven con el uniforme del Servicio Militar de Ferrocarriles.

En su juventud fue mucho de la juerga y participó en varias comilonas que incluían algún gato, seleccionado entre los más hermosos del pueblo. En una de esas desapareció el gato de su hermana Isabel y ésta se enfadó muchísimo con él.

Juan explicaba muchas anécdotas del ferrocarril, quien sabe si todas ellas ciertas, quizás no. Uno de los trabajos de los miembros de la brigada de vías y obras antes de que pasase ningún tren, a primera hora de la mañana, era recorrer a pie, sobre la vía, para detectar los fallos que pudiera tener, el sector que tenían asignado. En invierno era de noche y hacía mucho frío, sino estaba lloviendo o nevando. Llevaban un capote, un cayado y un farol. En una ocasión le salieron al paso unos lobos que le daban en las piernas con el rabo, aunque él les ahuyentaba con la luz del farol. También explicaba historias sobre los trabajos en la vía y como todos los años habían de pintar todos los elementos metálicos, como los puentes y las señales. Esto lo decía para resaltar que en su época de ferroviario el ferrocarril estaba mucho mejor cuidado que en los años 70. Juan era un hombre inquieto y por eso, durante un tiempo estuvo destinado en la brigada de Arija. Juan recordaba con satisfacción como le había dicho al sobrestante de aquella sección que para arreglar de forma definitiva un bache que se producía con frecuencia en una zona cercana a Arija que se había vuelto a tender por el desvío originado por el embalse del Ebro, se había de levantar la vía para quitar las escobas que había bajo el terraplén y rellenar con los cascotes de vidrio de la fábrica y el balasto correspondiente. Según su versión esta reparación había dado un resultado excelente.

También explicaba historias de expalado de nieve, de cómo se había de limpiar a pala y brazo la nieve acumulada en las trincheras de la vía, trabajando los obreros a dos o tres niveles, para conseguir levantar la nieve fuera de la trinchera. Para que la nieve no se pegase a las palas se calentaban estas en el hogar de las locomotoras y se untaban con brea. La brigada iba a bordo de la pareja de locomotoras americanas que movían la cuña quitanieves. Parece ser que era importante que el mando de la distribución de las locomotoras fuese de palanca y no de husillo, para poder hacer una rápida inversión del sentido de la marcha cuando la cuña se clavaba en la nieve y el tren no podía avanzar, si no se realizaba de esta manera, la locomotora se quedaba atrapada y se la había de separar a fuerza de pala.

Como trabajador del Ferrocarril de La Robla también trabajó con sus compañeros colocando vía en los ramales mineros de las minas de la zona y reconstruyendo la iglesia de La Robla, que había sido quemada en la guerra, rehaciendo la estructura de la cubierta con railes del ferrocarril del Norte. Él y otros compañeros eran los expertos en el corte de los raíles, haciéndoles un corte con la sierra de metal y partiéndolos al forzarlos metidos en la herramienta de curvado. Aparte de los trabajos del ferrocarril explicaba cuál era la técnica para bajar en pala, a modo de trineo, por la ladera de los montes. Por supuesto la pala había de estar embreada, se sentaba uno en la pala y había de poner los pies en la cruz del mango levantado.

En su opinión en los años 70 el ferrocarril estaba abandonado y explicaba como en los buenos tiempos en los que él estaba por allí se pintaban todos los puentes, estaciones y elementos del ferrocarril continuamente, se empezaba por un extremo y cuando se había acabado vuelta a empezar.

Según contaba más tarde, dejó el Ferrocarril de La Robla, por lo poco trabajadores que resultaban algunos de sus compañeros. Sea como fuese decidió probar fortuna en las Américas y se fue a Brasil a trabajar a Sao Paulo en la construcción. La enfermedad le hizo volver. Tuvo un coma diabético y volvió a su casa más muerto que vivo. Desde entonces tuvo muchas ocupaciones y ningún trabajo serio. En la fotografía se ve a Juan el 16 de julio de 1952 en Brasil.

En un primer momento trabajó con su hermano Julio, que era uno de los chóferes, en una pequeña sociedad con su hermano Cipriano Barrón Suarez. Tenían dos camiones y uno de ellos lo conducía un chófer asalariado. En marzo de 1958 Juan compró un camión Ford, con matrícula VA 5578 a la mujer de su hermano Cipriano, Isabel Benavente Butragueño. También tuvieron un camión GMC, antes de comprar el camión Pegaso. Después les siguieron dos Barreiros Dodge.

En la fotografía se puede ver un camión FORD V8 de 1938, quizás similar al comprado a Isabel Benavente.

Poco después de la Guerra, según contaba, una noche se acercó a Vegaipina con la escopeta hasta unas huertas de patatas, para sorprender a los jabalíes que, al parecer, por la noche se las estaban comiendo. Al estar al acecho, aquella la noche, pudo ver que no eran tales los jabalíes sorprendió a alguien que robaba las patatas y ya las tenía en sacos. Al verle a lo lejos dispararon contra él con una metralleta y el respondió con la escopeta. En la oscuridad de la noche cada cual se escabulló como pudo y volvió a casa. Al amanecer regresó al lugar de los hechos y encontró los sacos, los casquillos de la metralleta y un cayado que reconoció, y con él a su dueño. Nada dijo a nadie, recogió los casquillos y el cayado y lo echó todo al río, junto con su escopeta, para que nadie pudiera relacionarle con todo ello. El ladrón de patatas era del pueblo e intentaba colar su fechoría a los huidos. Iba armado y era peligroso. Mejor callarse y cada mochuelo a su olivo.

Después de venir de Brasil trabajo los huertos de la familia y crio conejos en los bajos de la casa que fue oficina de la mina de los hermanos Miranda. También hizo algunos años de alguacil en el Ayuntamiento y encargado del servicio de distribución de agua. Se encargaba de mirar los contadores de agua y gestionar la reparación de las averías. Una de las averías típicas consistía en la inundación de la caseta de las bombas por la subida del nivel del río, lo que llevaba a mojar los motores eléctricos y necesitaba de su desmontaje y secado, a veces, en el horno de la panificadora. Otra de las averías habituales era la rotura de los tubos de Uralita bajo el peso de los camiones que se estacionaban en la calle. Había que descubrir la zona de la rotura y empalmar con otro trozo de tubo y un par de bridas. Recuerdo las escofinas embotadas, rellenas de amianto, en el banco de la cochera en donde dormía el camión.

En los primeros años se desplazaba en bicicleta, pero después se compró una "Vespino" y con ella llegaba a todas partes.

Juan Barrón Bello, falleció en Matallana de Torío el 17 de octubre de 2007 a los 87 años de edad, hermanos Concepción, Julio, Pilar e Isabel Barrón Bello, hermana política Isabel Benavente.

Concepción Barrón Bello

El 8 de diciembre de 1923 nació la primera hija de Juan y Aurora, Concepción Barrón Bello. No fue mal año para unos, y no tan bueno para otros. El 20 de julio murió en una emboscada el famoso pancho Villa. Siendo joven, Concepción estudió moda y confección en León, en el taller de su hermana Araceli.

Cuando su hermano Juan estuvo trabajando en la Brigada de vías y obras de Arija le acompañó y vivió allí con él. De esa época explicaba muchas anécdotas. En una de ellas un forastero había ido a tirar el pantalón a unos prados cercanos al pueblo. En ese momento oyó que alguien decía a lo lejos ¡aíno!, ¡aíno! El pobre hombre, pensando que se lo decían a él se fue alejando del pueblo hasta decidirse a hacer sus necesidades en el quinto pino. Con el tiempo aprendió que ¡aíno! es como llamaban en el lugar a los cerdos.

Falleció en león el 1 de enero de 2023 a los 99 años de edad.

Julio Barrón Bello

Julio Barrón Bello nació en el Barrio Estación el 16 de mayo de 1926. El recuerdo que tengo de él es el de alguien siempre atareado. En los años en que le conocí conducía el camión de la familia, primero un Pegasín y después un par de Dodges.

De pequeño trabajó en la mina La Gaseosa, situada junto a la carretera que lleva a Orzonaga Era el encargado de la vigilancia de los motores de las bombas de achique de la mina. Durante un tiempo fue aprendiz de carpintero en la carpintería de Arsenio García, el padre de Carlos y Marcelino García Diez. En la cocina de la antigua casa, enfrente de la estación, había una silla que había hecho en su etapa de aprendiz de carpintero. Desde entonces siempre le gustó carpintear, hacía sillas, puertas, conejeras para los conejos y todo tipo de arreglos, como la reparación del extractor centrífugo de miel. Aún recuerdo como soldaba la chapa de zinc de su depósito de miel con un soldador que calentaba sobre la chapa de la cocina económica de carbón.

En marzo de 1950 obtuvo su permiso de conducción de primera clase con el número 6.722, cuando tenía 23 años. Desde entonces trabajó conduciendo diversos camiones, primero para alguna de las empresas mineras de la zona, en donde recordaba haber visto siendo más joven aquellos viejos vehículos que se movían con un gasógeno, que se había de encender de buena mañana, para que estuviese en marcha a la hora de emprender el trabajo. Más tarde entró a trabajar en la empresa familiar que habían creado sus hermanos Cipriano y Juan. A lo largo de su vida trabajó con el camión trasportando muchas cosas. Transportó remolacha para las fábricas de azúcar del Páramo, época en la que traía de vuelta a casa melaza de azúcar y tierra del proceso de limpia de las raíces, que usaba para mejorar el suelo de las huertas de la familia. También transportó materiales de construcción y piedra caliza, para la puesta en marcha de ENSIDESA en Avilés, piedra cortada y sin cortar para la marmolería de Boñar, grava y gravilla, procedente de las canteras de La Robla, para las obras de la Diputación de León de reparación veraniega de algunas carreteras de la provincia, troncos de madera para cortar en el aserradero de Florencio del Río de Robles de la Valcueva, carbón desde la mina de San José al lavadero de Matallana y desde éste a la fábrica de aglomerados, carbón desde la mina de Santa Lucía hasta la cinta transportadora, carbón desde la mina El Ulano, en Serrilla, propiedad de la empresa Carbones Orzonaga de José Luis García Brugos, más conocido como Ruche, etc.

De su paso por ENSIDESA contaba la historia de sus salidas a pescar con uno de los remolcadores utilizados en la construcción del nuevo muelle de Avilés, de cómo se mareaba y los compañeros de pesquería le daban de comer para que se repusiese después de vomitar.

Con él íbamos al monte y a pescar cangrejos con reteles en el río Torio, en la balsa de Naredo, del pozo del Barrigazo, y en los gaviones de enfrente de la ermita de Bohinas. En una excursión a las minas de cobre de Villanueva y Cármenes, cogió unos pollos de perdiz que después crio en una jaula, en el espacio en el que tenían los conejos y las gallinas, en la huerta de los hermanos Miranda, junto a la estación del tren.

Ya muy mayor se obsesionó con conseguir una jubilación como minero por una supuesta silicosis que no pudo probar, porque no podía tener. Esto le llevó a iniciar una serie de demandas judiciales sin resultado.

EDICTO

Don Pedro María González Romo, Secretario de lo Social número tres de León.

Hago saber: Que por propuesta de providencia dictada en el día de la fecha, en el proceso seguido a instancia de don Julio Barrón Bello contra Instituto Nacional de la Seguridad Social, Tesorería General Seguridad Social, Mina El Oro Antonio de Amilivia y Zuvillaga, Fremap, en reclamación por Seguridad Social, registrado con el n° 150/2007 se ha acordado citar a Mina El Oro Antonio de Amilivia y Zuvillaga, en ignorado paradero, a fin de que comparezca el día 19 de septiembre de 2007 a las 10.00 horas, para la celebración de los actos de conciliación y en su caso juicio que tendrán lugar en la Sala de Vistas de este Juzgado de lo Social número tres debiendo comparecer personalmente o mediante persona legalmente apoderada, y con todos los medios de prueba que intente valerse, con la advertencia de que es única convocatoria y que dichos actos no se suspenderán por falta injustificada de asistencia.

Se advierte al destinatario que las siguientes comunicaciones se harán en los estrados de este Juzgado, salvo las que deban revestir forma de auto o sentencia, o se trate de emplazamiento.

Y para que sirva de citación a “Mina El Oro” Antonio de Amilivia y Zuvillaga”, se expide la presente cédula para su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA y colocación en el tablón de anuncios.

En León, a 21 de febrero de 2007.–El Secretario Judicial, Pedro María González Romo.

Julio Barrón Bello falleció el día 4 de noviembre de 2014 a los 88 años de edad. En aquel momento aun vivían sus hermanas Concepción, Mª Pilar e Isabel Barrón Bello.

Pilar Barrón Bello

Pilar Barrón Bello fue la penúltima hija de Juan Barrón y Aurora Bello, y nació en el Barrio estación de Robles de La Valcueva el 16 de diciembre de 1929. Se casó con Luciano García Álvarez, natural de robles de Torío e hijo de Eloy García y Fructuosa Álvarez, y tuvieron cuatro hijos, Fernando, Mª Pilar, José Luis y Cándido Luciano. Luciano García Álvarez nació en 1920 en Robles de Torío.

En abril de 1961 esta locomotora FR-6 "Santander" espera su salida en la estación de Matallana, del Ferrocarril de la Robla. Se adivina una leve salida de vapor por el inyector de agua a la caldera, por la turbina de la dinamo y por el prensaestopas de la caja de distribución. Por la sombra del poste del teléfono podemos deducir que es algo más tarde del mediodía. Basándonos en esto podemos adivinar en la difusa imagen del reloj, algo así como las tres menos veinte. Pero por otra parte, por aquellas fechas a las 15:26 salía de Matallana hacia León un tren con origen en Boñar a las 14:50. ¿...? Enfrente de la estación estaba la casa de mi abuela, en donde jugaba de pequeño, pero con algo menos de un año no debía correr mucho aún.

Luciano García Álvarez falleció en Matallana de Torío el 21 de enero de 1991 a los 69 años de edad. En aquel momento aún vivía su esposa Mª Pilar Barrón Bello, hijos Fernando, Mª Pilar, Cándido y José Luis García Barrón, hijos políticos Mª Carmen y Jovino, hermanos Florentino, Alfredo, Carlos, Concepción y Purificación, hermanos políticos Nieves, Amor, Visitación, Enrique, Marcelino, Isabel, Araceli, Ángel, Isaías, Angelita, Aurora, Félix, Juan, Concepción, Julio, Isabel y Luis.

Eloy García

Eloy García, el padre de Luciano, nació en Robles de la Valcueva hacia el año 1890. Participó en la Guerra del Rif, siendo condecorado por su valor con la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo y la Medalla del Sufrimiento por la Patria, al resultar herido en combate.

En la fotografía se puede ver a Eloy García en sus años de la Guerra de África.

Por el número de latón cosido al cuello de su guerrera se sabe que estuvo encuadrado en el Regimiento de Infantería África 68. Este regimiento intervino en 1914 en operaciones en Beni Bu Gafar, Beni Bu Yahi y en Metalza.

Al volver de África se casó con Fructuosa Álvarez, vecina de Robles de La Valcueva, y con ella, trajeron al mundo siete vástagos, Benita, Luciano, Florentino, Concepción, Alfredo, Carlos y Purificación.

A lo largo de su vida trabajó en las minas de carbón de La Valcueva, principalmente en La Carmonda, especializándose en la perforación de galerías de dirección dentro de la roca caliza. Esta operación se realizaba por parejas, con maza y barrena. Una vez abiertos los barrenos el artillero los cargaba con pólvora o con dinamita, para ir realizando el avance. Era un trabajo mejor pagado, pero a cuenta de enfermar de silicosis, por lo que Eloy murió joven.

Benita García Álvarez emigró a Argentina, junto con su hermana Concepción, pero ella nunca volvió, murió en los años 70 y allí quedó su familia.

En la fotografía se puede ver a Fructuosa Álvarez, ya mayor.

Alfredo García Álvarez se casó con Amor García González, nacida en 1928 y fallecida el 7 de septiembre de 2018, y tuvieron cuatro hijos, M.ª del Carmen, M.ª Ángeles, Pedro Luis y Amor García García.

Carlos García Álvarez nació en 1928. Se casó con Visitación Rodríguez Alonso, nacida el 25 de agosto de 1928 y fallecida el 12 de septiembre de 2020, con quien tuvo cuatro hijos, José Carlos, Rosario, Jesús y M.ª Ángeles García Rodríguez. Murió el día uno de septiembre de 2018 a los 90 años de edad.

Purificación García Álvarez se casó con Marcelino Castro Castañón, nacido en 1931 y fallecido el 5 de octubre de 2017 y tuvieron tres hijas, Begoña, M.ª del Mar y M.ª del Carmen Castro García.

Isabel Barrón Bello

Isabel Barrón Bello nació en el Barrio de la Estación el 28 de diciembre de 1934. Se casó en Matallana con José Luis García Monedero, que en aquel entonces trabajaba como administrativo en las oficinas de la empresa de carbones de los hermanos Miranda, y también como secretario del juzgado municipal. Tuvieron una hija, Isabel García Barrón. Cuando cerraron las minas se trasladaron a vivir a Guardo, para trabajar en las oficinas de otras minas de allí.

José Luis García Monedero falleció en León el 20 de abril de 2002 a los 68 años de edad. En aquel momento aun vivían su esposa Isabel barrón Bello, su hija Isabel García Barrón, su hermana Mª Concepción García Monedero, sus hermanos políticos Vivencio Andrés, María Fernández, Isaías, Juan, Concepción, Julio y Pilar Barrón, Angelita, Isabel Benavente y Ángel Murciego.




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