Para comenzar construimos un balancín con alambre de 1,5 mm de diametro. En sus dos extremos se deja un aro en donde se puede sujetar una bola de 18 mm de diámetro. En la parte central se forma un tubo para que gire con facilidad en torno a un eje de 3 mm de diámetro. Los dos brazos del balancín han de ser desiguales para que en ausencia de otro peso (el de la canica) repose siempre hacia el mismo lado.
El eje del balancín se construye con un trozo de clavo de las dimensiones adecuadas.
En el aro de los extremos del balancín ha de poderse sujetar la canica.
Todo el conjunto se monta sobre una estructura de madera aglomerada. Al colocar la canica desequilibra el balancín que se inclina hacia ese lado hasta desprenderse de la misma, con lo que vuelve a su posición de reposo.
Para que el balancín no llegue a la vertical se dispone un eje encima del eje del balancín, que ejerce de tope limitador del giro del mismo.
En esta figura se puede apreciar el movimiento del balancín cuando se le coloca la canica en uno de sus extremos.
Situación del tope del estado de reposo, con el balancín en posición horizontal.
El mecanismo de balancín se puede integrar en una máquina más compleja, con un dispositivo de alimentación y de descarga.
Otra vista del conjunto del mecanismo.
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