La empresa Dornier proporcionó aviones comerciales a una serie de compañías aéreas entre 1912 y el año 2002. Durante esos 80 años se produjeron docenas de brillantes diseños, incluyendo rápidos hidroaviones de competición, aviones militares para la Luftwaffe, turbohélices y aviones de línea.
Como el Tratado de Versalles impedía a Alemania construir aviones grandes, Dornier trasladó sus operaciones a Manzell (Suiza) en 1919. Allí diseñó el famoso Do J Wal (Ballena) que voló por primera vez el 12 de noviembre de 1922. Las restricciones del Tratado obligaron a Dornier a fundar una compañía, la “Societé di Construzioni Meccaniche di Pisa”, para producir aviones en Italia.
El Wal tuvo tanto éxito que fue construido también en Japón, Holanda, España y Suiza, antes de que la producción finalizara en Friedrichshafen en 1933. Los Wal bimotor batieron varios récords y fueron usados por exploradores de varios países. En 1926, le siguió el Super Wal, que podía ser equipado con 2 ó 4 motores. Uno de éstos fue el
Plus Ultra con el que Ramón Franco unió Palos de Moguer y Buenos Aires en 1926.Dornier Wal, el hidroavión más exitoso de Dornier, con 320 unidades construidas.
El diseño del gigantesco hidroavión Dornier Do X de doce motores comenzó en 1924. A causa de las restricciones del Tratado de Versalles, el avión se construyó en la orilla suiza del Lago Constanza, en Alternhein. Su emplearon más de 240.000 horas/hombre en los siguientes 5 años, y se construyó, por primera vez, una maqueta de madera a tamaño natural. El Dornier Do X fue en su momento el mayor, más pesado y potente avión del mundo.
El Do X tenía el casco construido completamente en duraluminio, con las alas de acero forradas con un refuerzo de duraluminio, cubiertas por una pesada tela de lino y revestidas con pintura de aluminio.
Se había previsto que el avión llevara 100 pasajeros en vuelos transoceánicos. El lujo se aproximaba a los niveles de las líneas de vapores trasatlánticos. Tenía cabinas-dormitorio individuales, una sala de fumadores, un salón, un cuarto de baño y una cocina en las tres cubiertas de un casco de 40 metros de largo. La tripulación del puente de vuelo constaba de dos pilotos, un navegante y un operador de radio, pero las palancas de mando de gases estaban bajo la responsabilidad del ingeniero de vuelo, situado en la parte posterior de la cabina. El ingeniero de vuelo podía también inspeccionar la planta motriz durante el vuelo utilizando los túneles de acceso situados en el ala. En la cubierta inferior se encontraban los tanques de combustible, provisiones y nueve compartimientos estancos, de los cuales siete eran necesarios para proporcionar la flotabilidad.
El avión realizó su vuelo inaugural, el 12 de julio de 1929, despegando de Friedrichshafen, junto al lago Constanza, con el piloto jefe de Dornier Richard Wagner. La altura de 1.300 pies del lago disminuía la potencia de los motores en un total de 240 CV. El Do X también desplazaba un 2% más de agua dulce que navegando en agua salada, y eso incrementaba la resistencia durante el despegue.
Inicialmente iba propulsado por seis pares de motores radiales de 500 CV Siemens Jupiter refrigerados por aire, dispuestos en tándem y montados en seis compartimentos sobre el ala. Con el tiempo fueron reemplazados por 12 motores Curtiss Conqueror V-12 refrigerados por agua, de 1.050 CV, que le daban potencia para alcanzar una altitud de 1.250 metros, necesarios para cruzar el Atlántico. El avión fue redesignado Do XIa.
El Do X partió el 31 de enero y, con una impresionante velocidad media de 180 Km/h, alcanzó las Islas Canarias.
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