En el libro "Tu y la electricidad" (Eduard Rhein, Editorial labor, Barcelona) se describe el funcionamiento de los primeros microscopios electrónicos.
- La maravillosa lámpara de Aladino. - Unas observaciones acerca de un disco. -El disco gira. - 3.ooo revoluciones por minuto. - La lámpara maravillosa lanza destellos. - ¿Pero es que el disco está inmóvil ? - Cómo se realiza el milagro. - ¿Para qué sirve? - Aplicaciones e investigaciones técnicas. - Los limites de la Óptica. - La luz es excesivamente grosera. -La luz ultravioleta es más fina... pero es invisible. - Un rodeo mediante una placa fotográfica. - Los rayos electrónicos vienen en nuestra ayuda. - Con los rayos catódicos se forma un haz. - Lentes electrónicas. - 1.000.000 voltios y 40.000 aumentos. - Una imagen sobre una pantalla. - La imagen traducida. - La visión a través de la niebla. - Una imagen luminosa.
"Hasta hoy había considerado la lámpara de Aladino como una bella fantasía oriental. Ahora sé que existe; la he visto, he comprobado sus virtudes maravillosas.
No en los rincones y callejuelas de Bagdad, ni en el silencio de la noche a la embrujada luz de la Luna o bajo un claro cielo tachonado de enigmáticas y cabalísticas estrellas, sino en pleno día, en Berlín. Se encontraba entre otras mil maravillas técnicas de las que ni se destacaba ni se hacía notar. Junto a ella había un pequeño motor sobre cuyo eje se hallaba montado un delgado disco al que iba sujeto un trozo de periódico.
__ Si ponemos en marcha el motor - dijo el ingeniero que me guiaba -, el disco comienza a girar a una velocidad de 3.000 revoluciones por minuto. ¿Cree usted posible que pueda leerse el recorte de periódico hallándose el disco en marcha? Pues puede hacerse con la misma claridad que en este momento en que se halla inmóvil.
Sonó el chasquido de un interruptor, el motor comenzó a girar alcanzando en pocos segundos su velocidad normal. El disco aparecía como una superficie de color gris uniforme sobre la que se destacaban algunos puntos negros.
__ ¿Que puede leerse? - sacudí la cabeza incrédulamente -. ¡Me parece completamente imposible! Entonces ocurrió algo maravilloso: Mi acompañante tomó la pequeña lámpara en la que se veía un tubo que producía una luz azulada y la colocó delante del disco. ¿Sería posible? El recorte de periódico apareció sobre el disco girando lentamente, se detuvo un momento, comenzó a girar
de nuevo en sentido inverso, luego recuperó la dirección primitiva, hasta que finalmente quedó inmóvil. Podían distinguirse perfectamente todas sus letras, signos y puntos; únicamente se notaba un ligero temblor del conjunto que no presentaba la fijeza y nitidez ordinarias.
__ ¿Se habría parado el disco? El zumbido del motor seguía escuchándose. El ingeniero apartó la lámpara y todo quedó reducido a la uniforme superficie gris con algunos puntos oscuros: ¡el disco marchaba! En cuanto se aplicaba la misteriosa luz parecía quedar quieto de nuevo.
__ ¿Qué le parece a usted? ¡Incomprensible! - exclamé -. ¿Es cuestión de electrotecnia o es brujería?
__ Usted mismo contestará a esta pregunta, una vez que haya escuchado mis explicaciones. Lo que parece asombroso es, en realidad, mucho más sencillo de lo que se imagina. Ya le dije que el disco gira a 3.000 revoluciones por minuto, es decir, 50 veces por segundo. Cincuenta veces por segundo aparece por lo tanto el recorte en la misma posición en que se encuentra cuando el disco está en reposo.
__ Pero..., a pesar de ello se mueve, de manera que va ocupando sucesivamente todas las
posiciones arrastrado por el disco. Eso no debe inquietarle. Yo opero de tal modo que lo dejo visible únicamente en un punto fijo, para lo cual lanzo sobre él brevísimos destellos luminosos 50 veces por segundo y en cada uno de ellos permito su visión durante una cienmilésima de tan pequeña unidad de tiempo; el deslizamiento del recorte durante este tiempo es tan pequeño que no merece que se hable de él.
__ ¡Ya comprendo: es una instantánea en la carrera de un caballo!
__ Exacto; y podríamos tomar 50 de estas instantáneas cada segundo. Ahora comprenderá usted la gran importancia que tiene el que el relámpago o destello luminoso incida siempre en el instante en que el recorte se encuentra en idéntica posición, pues de lo contrario el escrito aparecería turbio o ilegible.
__ ¿Y cómo consigue usted tan maravillosa exactitud?
__ Podríamos disponer en el borde del disco una piececilla metálica que cerrara el circuito de la lámpara durante un tiempo brevísimo a cada revolución que aquél efectuara. Pero es preferible hacerlo de otra manera más sencilla, siguiendo un camino completamente eléctrico, sin que intervenga para nada el motor, mediante un dispositivo que nos permite establecer la corriente productora del destello a través de la lámpara de mercurio, completamente exenta de inercia luminosa.
Si queremos averiguar la velocidad angular del ventilador que hay encima de esa mesa, por ejemplo, nos basta observarlo utilizando este dispositivo, aplicando en él la frecuencia más baja posible, que vamos elevando poco a poco hasta que consigamos contemplarlo en forma que parezca que las
aletas se hallan inmóviles; la frecuencia de destello es en aquel instante idéntica a la velocidad angular del ventilador.
Con este sencillo dispositivo podemos observar en reposo innumerables fenómenos que tienen efecto a velocidades tales, que permanecen invisibles a nuestros ojos: marcha de motores, propulsores, árboles de transmisión, ruedas dentadas, poleas... Podemos observar cómo se comportan todos esos
elementos al marchar a velocidades más bajas o más elevadas: si se deforman o si se producen en ellos flexiones o vibraciones peligrosas; podemos observar los fenómenos de inyección en los motores de explosión, siguiendo todos sus detalles, lo que nos permite obtener valiosas conclusiones
acerca de la forma más conveniente para las toberas de entrada. También se puede... ¡Pero, fíjese usted! ¿Ve cómo se corre lentamente nuestro recorte hacia la derecha? Es que ha disminuido ligeramente la frecuencia de destello; el relámpago se produce cada vez con un retraso muy pequeño: esto nos permite no sólo ver los objetos móviles en reposo, sino relentar convenientemente el movimiento. Una lupa en el tiempo sin necesidad de recurrir al rodeo del film.
La pequeña lámpara de mercurio lanzaba incesantemente sus destellos sobre el recorte de periódico, que parecía girar lentamente sobre la superficie del disco; de pronto dos palabras llamaron poderosamente mi atención: dos palabras que había ido deletreando lentamente y cuyo sentido apenas
había comprendido: "Lámpara de Aladino".
__ Pare usted el aparato -exclamé ; el resorte quedó fijo en posición vertical y pude leer "En el teatro Goethe se puso ayer en escena una obra que hizo las delicias de millares de niños, titulada La maravillosa lámpara de Aladino".
Todas las fábulas van convirtiéndose en realidades, ¿no le parece? - dije pensativo -. Creo que deberíamos buscar poetas capaces de idear novísimas fantasías.
3 comentarios:
Muy buen post! Incentiva a seguir descubriendo.
Muy buen post! Incentiva a seguir descubriendo.
Esta entrada está por terminar, cuando tenga tiempo...
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