Lo han bautizado con diversos nombres. Para unos es el Everest de las obras de infraestructuras, por su complejidad. Para otros, es un gran elefante blanco, por su elevado coste y su inutilidad. Y, para los más críticos, es un enorme agujero negro, debido los miles de millones que se están invirtiendo ante las dificultades técnicas con que tropiezan los constructores. Todos estos calificativos se refieren al mismo proyecto: el puente que debe unir por carretera Hong Kong con Macao y la ciudad de Zhuhai, en el sur de China. Un proyecto que con sus 55 kilómetros de largo se convertirá en el viaducto sobre el mar más largo del planeta.
lunes, 13 de noviembre de 2017
El puente que unirá Hong Kong con Macao y Zhuhai
Lo han bautizado con diversos nombres. Para unos es el Everest de las obras de infraestructuras, por su complejidad. Para otros, es un gran elefante blanco, por su elevado coste y su inutilidad. Y, para los más críticos, es un enorme agujero negro, debido los miles de millones que se están invirtiendo ante las dificultades técnicas con que tropiezan los constructores. Todos estos calificativos se refieren al mismo proyecto: el puente que debe unir por carretera Hong Kong con Macao y la ciudad de Zhuhai, en el sur de China. Un proyecto que con sus 55 kilómetros de largo se convertirá en el viaducto sobre el mar más largo del planeta.
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