jueves, 26 de abril de 2018

Central hidroeléctrica de Seira


La Sociedad General de Fuerzas Hidroeléctricas (SGFH) obtuvo en 1911 las licencias para explotar los saltos de agua del río Ésera bajo el impulso del ingeniero Francisco Bastos y del empresario Eugenio López Tudela, ambos aragoneses. Los principales accionistas de SGFH eran la Sociedad Catalana de Alumbrado de Gas -que un año más tarde se constituiría en Catalana de Gas y Electricidad, lo que hoy es Gas Natural- y la familia manresana Bertrand, Manuel Bertrand Salsas y su hijo Eusebio Bertrand Serra.


El interior del edificio de la central es un viaje al pasado, como si se tratara de una película de época. Tres de las cuatro turbinas y alternadores mantienen la coraza de los aparatos adquiridos en 1917 a las empresas suizas Escher Wyss y Oetikon. Los aparatos de mando se mantienen intactos, con telarañas entre los cables en desuso. Los detalles decorativos son los mismos, y en perfecto estado: las baldosas del suelo son rojizas y delimitadas por esferas blancas; las de los muros son cuadrados blancos y azules. Por encima se eleva una grúa de 50 toneladas instalada aquel 1917 y que todavía está en servicio.




No hay comentarios: