El siguiente mapa fue elaborado por Le Monde Diplomatique en junio de 2007 y muestra la compleja de red de oleoductos existentes, en construcción y en proyecto, que conectan los yacimientos de gas y petróleo.
Fuentes: Kazinform; World Press Review; Pravda; Ria Novosti, la agencia France-Presse (AFP), Departamento de Energía de Estados Unidos (USDOE), Energy Information Administration (EIA), Radio Europa Libre - Radio Libertad (RFE-RL), Banco Asiático de Desarrollo; Eurasianet; Interestatal de transporte de Petróleo y Gas a Europa (INOGATE), corredor de transporte Europa-Cáucaso (Traceca), Unión Europea, programa Tacis, 2005; Mapa de Energía de Oriente Medio y zonas del Mar Caspio, Petroleum Economist, Londres, 2006; Agencia Internacional de la Energía (AIE), Jean Radvanyi y Nicolas Beroushashvili, "Atlas", Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones del Cáucaso Oriental (Inalco), 2007; Saltanat Berdikeeva y Erin Marcos, "la política energética de Rusia", Eurasia21, 2006; Nabucco, "Seguridad del suministro de gas en Europa", Viena, junio de 2006.
Estados Unidos y la Unión Europea pretenden establecer líneas de suministro de combustible, sin reparar en los gastos, desde el sur del Cáucaso el Mar Negro y Turquía, evitando en la medida de lo posible el territorio ruso e iraní (Así y todo, los europeos estudian un gaseoducto a través del norte de Irán).
Rusia trata de controlar, a veces con no demasiado acierto, las rutas de tránsito de sus combustibles a través de terceros países (Georgia, Ucrania, Bielorrusia, Hungría y Polonia). El 12 de mayo de 2007 firmó un acuerdo con Turkmenistán y Kazakstán para renovar el gaseoducto CAC-4, compitiendo de esta forma con los proyectos de gaseoductos y oleoductos europeos y americanos. Por otra parte se ha construido un gaseoducto que salva el conflictivo territorio checheno. Rusia también intenta evitar a Polonia, Ucrania y los países del Báltico como países de tránsito, participando en la construcción de gaseoductos y oleoductos a través de Mar Báltico, para acceder directamente al mercado alemán. Otro tanto ocurre con las lineas de transporte que se dirigen a Burgas y Alexaudroupoh, evitando el Bósforo. Estos países han calificado los proyectos rusos como el equivalente al pacto soviético-alemán de 1939.
Azerbayán también prefiere evitar el paso por su vecino, Armenia.
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