miércoles, 29 de septiembre de 2010

Las mayores centrales de producción de energía

La presa de las Tres Gargantas está situada en el curso del río Yangtsé, en China, y es la mayor planta de producción de energía eléctrica del mundo, con sus 18.460 MW de potencia instalada.

El segundo lugar lo ocupa la central de Itaipú sobre el Rio Paraná entre Paraguay y Brasil, con sus 14.750 MW. Detrás de ella van la central hidroeléctrica venezolana Simon Bolivar sobre el río Guri, con 10.055 MW.

La estructura de la presa de las Tres Gargantas se terminó en 2006. A excepción de un elevador de buques, los componentes inicialmente prevista del proyecto se completaron

El 30 de octubre de 2008 se terminaron de instalar los 26 turbogeneradores de 700 MW cada uno. El conjunto de presa y central hidroeléctrica produce electricidad, regula el cuadal del río y reduce las posibilidades de inundaciones aguas abajo.

Desde su conexión a la red hasta septiembre de 2009 la central ha generado 348,4 TWh de electricidad, cuya venta cubre más de un tercio de su coste.

Su construcción necesitó del desplazamiento de 1,3 millones de personas, y está provocando importantes cambios ecológicos, incluyendo un mayor riesgo de deslizamientos de tierra.

En la fotografía siguiente se puede ver como el rotor de una de las 26 turbinas gigantes de la central de las Tres Gargantas es transportado a través de una calle del centro de Deyang, al suroeste de la provincia china de Sichuan, el 8 de agosto de 2003. Este rotor fabricado en la ciudad de Deyang, pesa 416 toneladas.

A continuación se puede ver el estator de una de las turbinas.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Reactores nucleares de cuarta generación

El conjunto de centrales nucleares se pueden clasificar en tres generaciones. La cuarta sería la proyectada para un futuro próximo.

Primera Generación

La primera generación corresponde a centrales nucleares proyectadas y construidas en el periodo comprendido entre 1950 y 1970. Entre ellas se incluyen las primeras centrales comerciales, como la de Shippingport, la primera central nuclear comercial de Estados Unidos. Se conectó a la red en 1958 y era del tipo Reactor Reproductor de Agua Ligera a Presión. De hecho en esta instalación se reutilizó un reactor nuclear construido para un gran portaaviones. Utilizaba uranio enriquecido al 93 %.

La central norteamericana de Dresden comenzó a operar en 1960. Disponía de reactores de agua en ebullición de General Electric. Era la primera central financiada con capital privado.

La central nuclear norteamericana Enrico Fermi se puso en marcha en 1963, también con reactores de agua en ebullición de General Electric.

En esta primera generación de centrales nucleares también se han de incluir los reactores Magnox ingleses. La primera de estas centrales se concectó a la red en 1956. Se llegaron a construir 26 reactores y se exportaron dos a Italia y a Japón. En Corea del Norte se construyó un reactor con tecnología similar. Este tipo de reactor se construyó fundamentalmente para producir plutonio para las armas nucleares.

Los reactores canadienses CANDU de agua pesada comenzaron a utilizarse en 1962 y también se exportaron a Argentina, Rumanía, Corea del Sur, India y Pakistán. La particularidad de estos reactores es que se alimentan de uranio natural, no enriquecido, ya que Canadá dispone de grandes reservas de este mineral.

Reactor indio del tipo CANDU.

El primer reactor soviético del tipo RBMK comenzó a producir electricidad en 1954. Este tipo de reactores utiliza agua ligera como refrigerante y grafito como moderador, algo similar a los CANDU canadienses, pero con ligeras diferencias de diseño.


Reactor lituano de diseño soviético.

Segunda Generación

La segunda generación de reactores nucleares incluye aquellos construidos entre las décadas de 1970 y 1990. En estas centrales se imponen las tecnologías PWR (265 reactores en todo el mundo), BWR (94 reactores) y CANDU (44 reactores).

En Rusia se construyen los reactores VVER-1000 y el RBMK-1000.

Vasija del reactor VVER 1000.

Barras de control de un reactor VVER 1000.

Un reactor del tipo RBMK-1000 fue el accidentado en Chernobyl.

Todas las centrales españolas corresponden a la segunda generación. Las dos primeras se encuentran a caballo entre los dos periodos históricos que definen la primera y segunda generación, pero creo que será mucho más prudente considerarlas de segunda generación, ya que se trata de centrales construidas con tecnologías ya ampliamente probadas.

La central nuclear de José Cabrera, (Zorita) inició su explotación en 1969 y utilizaba tecnología PWR Westinghouse.

Santa María de Garoña inició su explotación en 1971, con tecnología BWR de General Electric.

Vandellós I inició su explotación en 1972 y disponía de tecnología francesa GCR de grafito-uranio natural, refrigerado por CO2.

Esquema de un reactor del tipo de la central de Vandellós I.

Las centrales nucleares spañolas proyectadas a comienzos de los 70, y cuya construcción se inició en la misma época, con el objeto de lograr su explotación a finales de la década, se retrasaron bastante con la crisis económica y su entrada en explotación tuvo lugar en los años 80. A este conjunto pertenecen las centrales nucleares de Almaraz I y II que iniciaron su actividad en 1983, con tecnología PWR de Westinghouse.

Las centrales de Ascó I y II iniciaron su actividad en 1984, con tecnología PWR de Westinghouse. La central de Cofrentes inició su operación en 1985, con tecnología BWR de General Electric.

La central de Lemoniz no se llegó a acabar de construir en su conjunto. El primer grupo, del tipo PWR, estaba a la espera de cargar combustible cuando se paralizó en 1984.

Edificios de los dos grupos de la central de Lemoniz.

Posteriormente fueron autorizadas, después de la aprobación del Plan Energético Nacional de Julio de 1979, otras tres centrales. La central nuclear de Vandellós II inició su funcionamiento en 1988, con tecnología PWR de Westinghouse. La central de Trillo I inició su actividad en 1988 con tecnología PWR de KWU/Siemens.

Valdecaballeros I y II paralizó su construcción en 1984.

Vista aérea de los dos grupos de la central de Valdecaballeros.

Los dos grupos disponían de tecnología BWR de General Electric.

Restos de los edificios de Valdecaballeros.

Tercera Generación

La tercera generación de reactores corresponde a aquellos diseñados y construidos a partir de la década de los años 1990. Entre ellos destacan las tecnologías ABWR y System 80+.

Las primeras centrales de esta generación se han construido en paises asiáticos. Una muestra de esto es la megacentral japonesa de Kashiwazaki-Kariwa.

Central japonesa de Kashiwazaki-Kariwa.

A esta generación también corresponden laos reactores AP600 y AP1000 de Westinghouse. La competencia (General Electric) también ha desarrollado el reactor ESBWR.

La central nuclear de Olkiluoto, es la primera del tipo EPR (European Presurized Reactor). La tecnología la aportan la francesa AREVA y Siemens.

Central nuclear de Olkilouto.

Cuarta Generación

Las centrales nucleares actuales de segunda y tercera generación proporcionan energía eléctrica de forma económica y técnicamente segura, pero en la actualidad se está invirtendo mucho dinero en el desarrollo de reactores de cuarta generación para conseguir una central que permita ampliar el mercado de la energía nuclear.

Se espera que la cuarta generación de reactores nucleares esté preparada para el año 2030. Estos nuevos reactores están diseñados con los siguientes objetivos:

1. Hacer más rentable económicamente la operación de los mismos.
2. Mejorar la seguridad.
3. Reducir al mínimo la generación de residuos radiactivos.
4. Mejorar el control de la producción de materiales susceptibles de usarse en la fabricación de armas nucleares.

Se puede enontrar más información en el Idaho National Laboratory, en la Japan Atomic Energy Agenci, en la European Nuclear Society y en la World Nuclear Association.

Mini robots I-SWARM

Diversos grupos de investigadores, de centros tecnológicos de Suecia, España, Alemania, Italia y Suiza trabajan, desde hace tiempo, en microrobots. La técnica consiste en la integración de un robot completo, con sus medios de comunicación, locomoción, almacenamiento de energía, y electrónica de control, en una sola placa de circuito impreso.

Esquema de un robot I-SWARM: (1) célula solar, (2) módulo IR de comunicaciones, (3) ASIC, circuito integrado de control (4), condensadores, (5) Módulo de locomoción.

Hasta hace poco el modelo de robot en un solo chip ha representado importantes limitaciones en el diseño y la fabricación. En estos nuevos modelos de 2009, en lugar de utilizar soldadura convencional para montar los componentes sobre el circuito impreso, se utiliza adhesivo conductor de la electricidad para conectar los componentes a un circuito impreso flexible de doble cara, utilizando tecnología de montaje superficial. El circuito impreso está plegado sobre si mismo para crear un robot de dimensiones más reducidas.

Los robots resultantes son muy pequeños, la longitud, anchura y altura de cada uno mide menos de 4 mm. Los robots son alimentados por una célula solar situada en la parte superior, y se mueven mediante tres patas vibrantes. Una cuarta pata se utiliza como sensor de contacto. La idea es que uno de estos microrobots por sí mismo no puede hacer gran cosa, sin embargo, muchos robots comunicándose entre sí mediante sensores infrarrojos, con capacidad para relacionarse con su medio, pueden formar un grupo similar a un enjambre que le permita generar un comportamiento más complejo. Este proyecto, denominado I-Swarm se inspira en el comportamiento biológico de los insectos.

Uno de los técnicos responsables de este proyecto, Erik Edqvist de la Universidad de Uppsala en Suecia, cree que el siguiente paso será crear microrobots voladores y con capacidad para desplazarse dentro del agua.

En el proceso de fabricación el problema más grande resultó ser la colocación del circuito integrado sobre la placa de circuito impreso flexible mediante el adhesivo conductor. Además, algunas células solares no quedaron bien fijadas debido a la débil adherencia del producto utilizado.

La absurda máquina de fumar

Buscando otras cosas en la red, me encontré con este curioso autómata que fuma cigarrillos sin parar. La página Gajitz merece que se le dedique un tiempo a perderse por sus artículos.

La máquina de fumar de Kristoffer Myskja es el ejemplo perfecto de una máquina sin sentido, pero bonita. La máquina de fumar acaba con todos los cigarrillos de su cargador, uno a uno, dejando a su alrededor las colillas en el suelo.

La máquina coge un cigarrillo del depósito y lo situa en el alojamiento en donde será encendido. Una vez que el cigarrillo está fijado en su sitio, se enciende, mediante una resistencia eléctrica y se activa el ritmo de quemado mediante una aspiración del aire, producida por una bomba de aire eléctrica. Una vez acabado, la colilla se desprende de la máquina y cae, dejando un montón de basura en la base de la misma.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Fabricación de orugas con cinta de persiana

Para la construcción de vehículos orugas se pueden utilizar múltiples modelos de las mismas. Nosotros tenemos proyectado intentar construir el siguiente diseño.

La base de la cadena será una cinta de persiana sobre la que iremos sujetando, mediante remaches, los dos elementos, el interior que sirve para el arrastre de la cadena, y el exterior sobre el que se apoya el vehículo.

Partimos de los elementos mostrados en la figura anterior. Uno es un trozo de perfil rectangular de aluminio y el otro, un trozo sacado de un perfil en "U" del mismo material.

En el elemento obtenido del perfil en "U", sujetamos, mediante dos remaches laterales, la varilla sobre la que engranará el piñón de arrastre de la cadena.

A una distancia fija sobre la cinta de persiana se comienzan a sujetar sucesivamente, mediante remaches, los diferentes elementos interiores y exteriores, hasta darle a la cadena la longitud deseada. La separación entre los eslabones de la cadena (Trozo de cinta de persiana que queda entre ellos) se puede variar hasta un mínimo necesario para que la cadena pueda articular sus eslabones.

Para poder realizar la unión de los dos extremos de la cadena, en uno de sus eslabones la cinta de persiana se solapará, teniendo en ese punto un doble grosor.

A continuación, podemos ver en detalle el interior de la cadena.

Para tensar la cadena se puede utilizar un piñón similar al de arrastre, montado sobre un eje loco. Nuestra cadena la hemos previsto para un piñón de 12 dientes, aunque se puede variar en más o en menos. Estos piñones se pueden fabricar sobre una placa de PVC de 1 Cm de grosor, que es un material bastante asequible.

En su zona intermedia la cadena puede quedar soportada por rodillos de diversos modos, con o sin suspensión.


miércoles, 22 de septiembre de 2010

La computadora Harwell

El ordenador más antiguo que funciona en el Reino Unido se comenzó a construir en 1949 y, después de permaner almacenado durante casi 30 años, fue restaurado en el 2009 para volver a realizar cálculos.

La Harwell, también conocida como WITCH (Bruja), está en el Museo Nacional de la Informática en Bletchley Park. Este ordenador utiliza 900 tubos de vacío Decatrón, cada uno de los cuales puede albergar un dígito en su memoria. Una gran cinta de papel, permite la introducción de datos y al mismo tiempo el almacenamiento de programas. El equipo se utilizó en el diseño de los primeros reactores nucleares de Gran Bretaña. Estuvo en funcionamiento hasta 1957 y luego fue utilizada en la enseñanza de la informática hasta 1973. Después de ello fue desmontada y almacenada.

El Centro para la Investigación de la Energía Atómica (AERE) de Oxforshide fue durante medio siglo la base de operaciones del ejército del Reino Unido para la investigación y desarrollo de armas nucleares. Fue en dichas instalaciones donde hace 60 años, allá por 1949, se comenzó a construir la Harwell Computer.

Con 2,4 metros de alto y 5 metros de ancho, la Harwell fue una máquina avanzada a su tiempo. Un equipo de tan solo 3 personas se encargó de su construcción, un proceso que se alargó 2 años hasta que en abril de 1951 lograron terminar el computador.

Oficialmente, fue concebida para ayudar a los científicos a realizar cálculos relacionados con el uso de la energía atómica en proyectos civiles, aunque a nadie se le escapa que también se requirieron sus servicios para el incipiente programa de armas nucleares que por aquellos tiempos desarrollaba la Gran Bretaña.

En sus entrañas había 900 decatrones, unas válvulas termoiónicas que contienen gas a baja presión y que se utilizaban como memoria volátil, mientras que los datos los mostraba en cintas perforadas. Disponía de 112 bytes de memoria que le permitían realizar una multiplicación en un periodo de tiempo que oscilaba entre los 5 y los 10 segundos, en función de su grado de dificultad.
Estuvo en funcionamiento en el AERE algo más de 6 años hasta que en 1957 se decidió su sustitución por máquinas más modernas. Fue entonces cuando el Oxford Mathematical Institute puso en marcha una competición para premiar con el Harwell a la institución que presentara el proyecto que más y mejor partido permitiera sacar de sus circuitos.

El ganador fue el Wolverhampton and Staffordshire Technical College, donde fue utilizado para enseñar técnicas de computación hasta 1973. Fue en esa época cuando se le cambió el nombre y pasó a ser conocido como WITCH, o Wolverhampton Instrument for Teaching Computing from Harwell.

domingo, 19 de septiembre de 2010

El mito de la fregona

La fre­go­na es uno de los supuestos in­ven­tos más im­por­tan­tes he­chos en Es­pa­ña, lo cual no dice mucho de nosotros mismos.

Lo que hizo a la fre­go­na po­pu­lar fue el cubo con es­cu­rri­dor ya que la mopa en­gan­cha­da a un palo exis­tía desde hacía mucho tiem­po, aun­que utilizaba un par de rodillos para escurrirse. Así pues lo que cam­bió el modo de lim­piar los sue­los fue el cubo que todos te­ne­mos en casa.


Ma­nuel Jalón, ingeniero aeronáutico, pasó una tem­po­ra­da en EE.UU. trabajando en el mantenimiento de sus aviones militares, en donde conoció la fre­go­na que es­cu­rría las ba­ye­tas al ex­tre­mo del palo con un cubo me­tá­li­co que dis­po­nía de dos ro­di­llos entre los que se opri­mía la ba­ye­ta, ac­cio­nán­do­los con el pie. Al re­gre­sar a Es­pa­ña de­ci­dió que un po­si­ble ne­go­cio a desa­rro­llar era la fa­bri­ca­ción de las mis­mas fre­go­nas que había visto en Amé­ri­ca. Desa­rro­lló al­gu­nos mo­de­los de uti­li­dad y com­pró li­cen­cias para uti­li­zar otros y se lanzó a la fa­bri­ca­ción de pro­to­ti­pos. En 1958 fundó, junto a su amigo Emi­lio Be­ll­vis y otros so­cios, la em­pre­sa Ma­nu­fac­tu­ras Rodex S.A. en Za­ra­go­za para fa­bri­car ollas ex­prés (In­ven­ción que apor­ta­ba Emi­lio Be­ll­vis) y fre­go­nas.

Emi­lio Be­ll­vis desa­rro­lló en­ton­ces el la­va­sue­los, an­te­ce­den­te de la fre­go­na, y la em­pre­sa inició su co­mer­cia­li­za­ción. Emi­lio Be­ll­vis re­gis­tró el mo­de­lo de uti­li­dad de su la­va­sue­los en 1958 (Mo­de­lo de uti­li­dad Nº 74.587) Como Be­ll­vis tra­ba­ja­ba en Rodex a Ma­nuel Jalón no le hizo mucha gra­cia que una pa­ten­te desa­rro­lla­da su­pues­ta­men­te en la em­pre­sa se re­gis­tra­ra a tí­tu­lo in­di­vi­dual.

Emi­lio Be­ll­vis si­guió tra­ba­jan­do en Rodex hasta 1962, em­pe­zan­do en­ton­ces la fa­bri­ca­ción de fre­go­nas por cuen­ta pro­pia. En 1965 vende sus ac­cio­nes en Rodex y pre­sen­ta una de­man­da con­tra su an­ti­gua em­pre­sa por im­pa­go de ro­yal­ties por el mo­de­lo de uti­li­dad del la­va­sue­los que desa­rro­lló en 1958, la cual gana.

Mien­tras tanto, en 1964, Ma­nuel Jalón re­gis­tra en Es­pa­ña la pa­ten­te de in­ven­ción nº 298.240 de un es­cu­rri­dor de mopas de una sola pieza de plás­ti­co, sien­do este el mo­de­lo que se uti­li­za actualmen­te y el que llevó a Ma­nu­fac­tu­ras Rodex a ven­der más de 40 mi­llo­nes de uni­da­des.

En 1972 la Au­dien­cia Te­rri­to­rial de Za­ra­go­za falló que la pa­ten­te de Ma­nuel Jalón era una invención nueva y di­fe­ren­te a los mo­de­los de uti­li­dad pre­sen­ta­dos an­te­rior­men­te, afir­man­do que era vá­li­da.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Fábrica de munición en Zaragoza


La logística de guerra tiene una ley todavía hoy inquebrantable: cada soldado que lucha en el frente necesita a otras cuatro personas trabajando para él, desde miembros del cuerpo sanitario a obreros encargados de fabricar munición.



Vista de conjunto del taller de ajuste de Mercier desde la garita del maestro.

En el golpe de estado que dio origen a la Guerra Civil, las guarniciones de Zaragoza se pusieron desde el principio al lado de los sublevados. Por esta razón la importante industria zaragozana se puso en marcha para producir la munición que necesitaba el ejército nacionalista.



Una vista del taller, con las pilas de proyectiles y los obreros trabajando.

Una de las claves del éxito de cualquier batalla es precisamente lo rápida y eficiente que sea la red logística que abastece a los soldados. La columna vertebral de esa red es, como era lógico, la producción de armamento y munición. En el caso de la capital aragonesa, factorías como Amado Laguna de Rins, Cardé y Escoriaza, La Industrial Química, La Veneciana, Maquinista y Fundiciones del Ebro, Taller Casa Averly o La Montañesa fueron rápidamente militarizadas y puestas al servicio del bando nacionalista, que necesitaba, también y sobre todo, munición.



Nave de tornos con proyectiles apilados.

Mercier, que ya llevaba años produciendo material de guerra de primera calidad, fabricaba proyectiles desde 1910. Fue la primera fábrica de su tipo que fue militarizada en España.

No hay que ver en ello ningún tipo de planteamiento ideológico. Mercier tenía obreros muy especializados y sus productos eran de primera calidad. Cuando estalló la guerra, el bando que controlaba la ciudad se hizo cargo de la fábrica y la puso al servicio de sus intereses. Si alguien se hubiera negado a colaborar habría sido ejecutado o encarcelado. Se dan casos, como el de Tudor, que tenía una fábrica en Zaragoza, que fue militarizada por el bando nacionalista, y otra en Madrid, que lo fue por el republicano.




Colocación de la banda de rotación a un proyectil de artillería.

La militarización afectó a toda la fábrica, desde los obreros al director técnico, que tenía el grado de capitán. A los jefes de taller se les convirtió en suboficiales; y a los ingenieros, en oficiales. La fábrica hizo lo que se le pedía, e incluso tuvo un papel en cierta medida de coordinadora de otras factorías.

¿Y qué es lo que se fabricó en Mercier? Principalmente granadas de artillería de los calibres 75, 105 y 155 milímetros, y bombas de aviación de 12 y 50 kilogramos de peso, aunque se han encontrado fotos de bombas de dos kilos y de 250 kilos. También, granadas de mano, proyectiles de mortero, espoletas para bombas de aviación y pontones para puentes provisionales. Además, se reparó allí todo tipo de armamento, desde cañones hasta ametralladoras.




Pesado y medición de proyectiles. A la derecha, el ingeniero J. M. Tertre.

La producción de la fábrica fue creciendo en cantidad y calidad a lo largo de los meses, hasta el punto de que el proyectil Mercier se convirtió en el proyectil oficial del bando nacionalista. Ya en agosto de 1936 salieron para el frente muchas columnas de munición y, desde la fábrica, se reclamó el regreso de obreros cualificados que habían sido movilizados y que se consideraron mucho más útiles en la fábrica que en las trincheras.



Pintado a mano de proyectiles, con un color para cada tipo de carga.

El papel que desempeñó Mercier en los primeros meses fue clave, y basta con tener en cuenta que al principio de la guerra los sublevados solo contaban con las fábricas de Zaragoza y Sevilla para hacer frente a las necesidades de su maquinaria bélica. Luego ya se fueron incorporando otras factorías, pero en los primeros meses el papel desempeñado por Mercier fue absolutamente fundamental.



Sala de tornos.

Las fotografías pertenecen al archivo fotográfico de Mercier, que está en proceso de donación a la Diputación Provincial de Zaragoza. El archivo consta de más de 2.000 fotografías en placas de cristal y, aunque hay imágenes de otros periodos, el grueso de la colección es de la Guerra Civil. Ochenta imágenes relatan la actividad de Talleres Mercier como fábrica de municiones en la Guerra Civil. De esta forma, las imágenes muestran la munición, su proceso de elaboración, pero también el trabajo de los operarios y las "incursiones experimentales" de Talleres Mercier en la construcción de vehículos blindados (las series Mercier y Ebro).

Para el director de exposiciones de la Diputación de Zaragoza, Ricardo Centellas, el Palacio de Sástago expone una colección "extraordinaria", una selección de imágenes de un fondo integrado por más de 2.000 fotografías captadas desde 1917 hasta los años 60 en los Talleres Mercier. Centellas ha valorado que las imágenes son "extraordinarias" tanto por "su calidad documental y técnica" como por su valor "histórico" y ha explicado que la selección de estas 80 fotos, tomadas entre agosto de 1936 y el verano de 1937, ha conllevado "dos años de trabajo".


Entre las imágenes seleccionadas para esta exposición, Ricardo Centellas ha mencionado la fotografía de unas 'Granadas rompedoras de marina del calibre 37 mm', captada en 1937, al asegurar que es una foto "perfecta que representa muy bien el estilo de la época, el arte máquina", que abogó por "fotografiar los objetos de forma precisa y objetiva". También, la instantánea 'Visión subjetiva del conductor desde la rejilla del parabrisas del camión blindado Mercier II contemplando el patio de ingreso de la fábrica' (1936) o la 'Visión subjetiva del conductor desde la cámara de conducción del tractor blindado Mercier' (1937), que recuerdan "la primera visión subjetiva en el cine" en la película 'La Momia' (1932).

Además, el director de exposiciones de la DPZ ha apuntado que tanto la muestra como toda la colección completa sirven también para reivindicar la figura de fotógrafos zaragozanos como Miguel Marín Chivite y su estudio, comparables en calidad con otros fotoreporteros como Alfonso Sánchez Portela, Agustí Centelles o el propio Robert Capa. Marín Chivite fue uno de los pioneros en la utilización de la cámara Leica y de la llamada "nueva objetividad fotográfica", que revolucionó los medios de comunicación impresos.

La aviación republicana bombardeó las fábricas donde sabía que se estaban confeccionando proyectiles y armas, y por ello se construyeron refugios antiaéreos para los trabajadores.
Según parece ser, la empresa Mercier ve con enorme satisfacción la recuperación y puesta en valor de su fondo documental. Disponen también de algunas máquinas antiguas que cederían encantados a un posible museo de la Ciencia o la Técnica en Aragón.

En los talleres Mercier también se desarrolló un proyecto de tanque, construido sobre la base de un tractor Caterpillar y armado con dos ametralladoras Hotchkiss de 7 mm. Fue diseñado en 1936, poco después del inicio de la Guerra Civil, aunque el proyecto no prosperó.


En la siguiente imagen se puede ver la fábrica en 1917.


Los obreros de los Talleres Mercier acabaron su turno como un día más. La producción había cumplido las expectativas y los pedidos cada vez eran superiores. Era julio del 36. La historia es de sobra conocida. Una parte del ejército se sublevó contra la República y empezó una guerra civil fratricida que fragmentó a España en dos partes. Zaragoza quedó en mano nacional y una de las primeras medidas fue la militarización de la fábrica. Los que habían salido obreros la noche anterior pasaron a ser soldados, el jefe de taller, desde aquel día, era teniente y el director, capitán. Todos, sin distinción, tenían que llevar un brazalete de azul claro con el símbolo de artillería y, según el cargo, más o menos estrellas.

A partir de entonces empezó una batalla frenética contra el tiempo para abastecer al ejército nacional. Proyectiles de artillería, bombas de aviación, granadas de mortero, fabricación de morteros, estopines, percutores de cañón, cajas de goniómetro y graduadores de espoletas empezaron a salir de Talleres Mercier, que también empezó a construir blindados de circunstancias con más valor propagandístico y logístico que militar.

Un proceso que queda reflejado en la exposición Fotografía de la Guerra Civil en Zaragoza. Los Talleres Mercier, fábrica de municiones (1936-1939), que se pudo ver en el Palacio de Sástago de Zaragoza.


Ochenta fotografías que reflejan lo que ocurría en Zaragoza en "aquellas fechas tan trágicas" en la que se hace hincapié, siempre desde instantáneas de una calidad indudable, en el proceso de producción de Talleres Mercier. "Esta fábrica tuvo un valor táctico-estratégico vital para el bando sublevado", explicó Fernando Martínez de Baños, comisario de la muestra, que indicó que "Zaragoza y Sevilla fueron al principio las únicas ciudades que tenían fábricas que abastecían de munición a su ejército", aseguró el coronel de artillería en la reserva que, no obstante, desvinculó cualquier posición política de la fábrica: "Abastecían al bando sublevado igual que lo hacían las fábricas que habían caído en el bando leal al gobierno. No había mucha opción".

De hecho, Mercier no fue más que la primera de muchas industrias en la capital aragonesa que abastecieron al bando nacional: "Por cada soldado hay detrás una gran maquinaria logística y la industria es siempre fundamental en la guerra", razonó Martínez de Baños.