viernes, 4 de enero de 2019

Mina La Escondida


Este 2 de enero es el primer día laboral del año sin minas de carbón privadas abiertas y activas en España. Únicamente resiste un pozo de la compañía pública Hunosa en Asturias. En el resto de las cuencas, han desaparecido los «hombres de la cara negra». El minero ha pasado a la historia. El proceso de transición energética iniciado por el actual Gobierno, siguiendo las pautas marcadas por la Unión Europea hace una década, ha obligado a prescindir de la única fuente de energía fósil autóctona en nuestro país.


Aún así, esas intenciones se han encontrado con la férrea resistencia del empresario minero Manuel Lamelas Viloria, quien se resiste a la desaparición del carbón e insistirá en la posibilidad de reabrir la última mina de la que salió carbón hasta el año pasado: «La Escondida», de «Hijos de Baldomero García», en Laciana (León). Para ello, mantiene avanzadas negociaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica, que debe determinar si la empresa puede devolver, a plazos, las ayudas que cobró en el pasado, y que suman 8,3 millones de euros. «Igual que las recibimos, las entregamos y oye, con un aval que sea razonable».


En 2016

En las entrañas de la mina ‘La Escondida’, perteneciente a la empresa Hijos de Baldomero García, aún se mueve el carbón, en un contexto general de parón en el sector minero. La agitación de hace décadas ha quedado atrás, dando paso a un ritmo más lento, el que marca mes a mes la negociación del cupo con central térmica de Compostilla II, en Cubillos del Sil, a la que suministran.


“Esa mina tendrá más de 60 años desde que se abrió”, intenta hacer memoria el empresario minero Manuel Lamelas, del Grupo Viloria -que adquirió Hijos de Baldomero García-, reconoce que no son buenos tiempos para el mineral que sirvió de sustento a Laciana y el Bierzo durante casi un siglo. “Vamos resistiendo con arreglo al cupo que tenemos y la plantilla se adapta, ahora están unos 80 trabajadores”, cuenta.

En junio tienen previsto meter unas 5.000 toneladas en térmica y en lo que va de año habrán producido entre 26.000 y 27.000 toneladas. “Va algo mejor que el año pasado”, apostilla Lamelas, que puntualiza que en 2015 cerraron el año con un total de unas 50.000 toneladas, por debajo de las 65.000 que fijaba para ese ejercicio la previsión del Plan del Carbón 2013-2018.

Lamelas se muestra “confuso” con lo que está pasando con el sector minero, mientras se comprueba que las plantas térmicas de carbón generaron el 20% del mix energético español del 2015 y que el mineral autóctono apenas representa el 18,7% del carbón que se quemó frente al 82% del carbón de importación. “Es un sinsentido que se metan 15 millones de toneladas de carbón extranjero y que no se pueda hacer algo para que se queme más nuestro carbón”, lamentó.

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