Ya hace más de 50 años, cerca de la pequeña ciudad de Darvaz (Uzbekistán), un equipo de geólogos perforaba el terreno en busca de gas natural. Darvaz se encuentra en la carretera que une Karshi con Samarcanda. Al realizar estos trabajos hallaron una caverna subterranea que con el tiempo se llenó de gas y se incendió, provocando una gran explosión y dejando como resultado un crater de 60 metros de diámetro y 20 de profundidad.
La empresa minera que realizaba las prospecciones dejó abandonada la maquinaria que aun se puede ver, en medio del desierto de arena. Desde entonces el gas se va escapando de la tierra y continua ardiendo ininterrumpidamente.
En la actualidad a esta curiosidad de la naturaleza le llaman los lugareños “La Puerta del Infierno“.
Estación de bombeo de un gaseoducto ruso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario