El 26 de febrero de 2007 se iniciaron las obras de construcción de la plataforma de lanzamiento de los cohetes “Soyuz-ST” en la base francesa de Kourou. La obra se enmarca en el acuerdo ruso-francés suscrito en 2003.
Para transportar un Soyuz-ST por tierra, desde la empresa rusa localizada en la ciudad de Samara (región del Volga), se usarán unos contenedores especiales. Los contenedores, irán instalados en plataformas ferroviarias y así cubrirán los 1.500 kilómetros de distancia entre Samara y San Petersburgo. En el puerto de San Petersburgo los contenedores serán colocados en unos remolques que serán embarcados en un buque destinado a transportar lanzadores espaciales. En el mundo existen sólo dos buques de ese tipo. Pertenecen a las empresas subsidiarias de la compañía francesa Arianespace y fueron construidos para transportar los lanzadores europeos “Ariane 4” y “Ariane 5”.
Un cohete desmontado ocupa diez contenedores. Además, se necesitan otros diez para cargar el queroseno y otros cinco para las instalaciones especiales. Para recorrer 8.110 kilómetros en el Atlántico, el buque necesitará de 11 a 15 días según la ruta que escoja. El Centro Espacial Guayanés se encuentra a 50 kilómetros de la localidad de Cayenne, situada entre las ciudades de Kourou y Sinnamary en la costa del Atlántico. Su construcción había empezado en 1965 por iniciativa del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES). Actualmente las principales rampas de lanzamiento en el Centro Espacial Guayanés son propiedad de la Agencia Espacial Europea (ESA). El primer lanzamiento desde Kourou fue efectuado el 9 de abril de 1968.
Según los responsables de la ESA se necesita el Soyuz para la mayoría de las misiones europeas. Desde lo alto del cohete han despegado desde Baikonur la Mars Express, la Venus Express y el primer astronauta europeo que visitó la ISS. La ESA es, desde hace años, el mejor cliente extranjero del lanzador ruso y éste, con 1.700 lanzamientos desde el Sputnik, es el cohete más fiable que existe en el mercado. Además, por su tamaño, está a medio camino entre el gigante Ariane 5, cuya carga útil puede llegar a 7 toneladas, y el Vega, que tiene su límite en 1,5 toneladas.
La manera más barata de conseguir un lanzador de tamaño medio es llegar a un acuerdo con los rusos. El Soyuz puede poner en órbita hasta 4,9 toneladas de peso. Con este acuerdo las dos partes salen ganando: la ESA consigue un cohete fiable y Rusia el uso de la base de lanzamiento mejor situada del mundo, a sólo 500 kilómetros del ecuador. El mismo cohete que coloca en órbita un satélite de 2 toneladas desde Baikonur puede llevar una carga útil de 3 toneladas si despega desde Kourou, ya que precisa de menos combustible para acceder a la órbita deseada.
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