En agosto pasado pase unos días en París. Una buena ocasión para disfrutar de esta magnífica estructura.
Para construir la torre se utilizaron dos millones y medio de remaches.
Esta es una de las mayores amenazas de la torre, el óxido que se lleva el hierro y su resistencia. Para evitar la corrosión se pinta de forma minuciosa cada siete años, necesitando 25 pintores y 60 toneladas de pintura.
Antiguas bombas hidráulicas de los ascensores.
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