“Maquinista y Fundiciones del Ebro” fue creada en 1911 por el ingeniero alemán Albert Bressel (de cuyo apellido provendrá el nombre con el que popularmente será conocida la empresa: la “Bressel”) y el industrial zaragozano José Pellegero Cucalón.
Albert Bressel, llegó a Zaragoza a finales del siglo XIX para trabajar en la Azucarera de Aragón. Posteriormente creó un pequeño taller para construir piezas y repuestos para la industria azucarera, la aceitera de Andalucía y la industria química.
Una vez creada la Maquinista y Fundiciones del Ebro, la pequeña empresa, de apenas una decena de trabajadores y establecida junto a la avenida de Cataluña, experimentó un rápido crecimiento que la convirtió en una de las grandes industrias locales, con más de 700 trabajadores en la segunda mitad de los años 50.
En 1940 comenzó la fabricación de máquinas herramientas bajo la denominación NESTOR, marca que adquirió prestigio en todo el país.
Torno vertical.
Mortajadora.
En los años veinte iniciaron la fabricación de elementos para alcantarillado y redes de abastecimiento de aguas, comercializadas con la marca EBRO. Concluida la guerra civil creció la demanda de este tipo de material para reconstruir las ciudades devastadas tras el conflicto
Este crecimiento llevó aparejado una sucesión de ampliaciones hasta convertir a la “Maquinista y Fundiciones del Ebro” en un auténtico complejo industrial. En él se incluían, además de las propias instalaciones fabriles, otro tipo de dependencias como dispensario médico, biblioteca e incluso un amplio refugio antiaéreo durante la guerra civil.
En el siguiente catálogo se muestran algunos de sus productos para centrales hidroeléctricas y canales.
En 1940 comenzó la fabricación de máquinas herramientas bajo la denominación NESTOR, marca que adquirió prestigio en todo el país.
Torno vertical.
Mortajadora.
En los años veinte iniciaron la fabricación de elementos para alcantarillado y redes de abastecimiento de aguas, comercializadas con la marca EBRO. Concluida la guerra civil creció la demanda de este tipo de material para reconstruir las ciudades devastadas tras el conflicto
Este crecimiento llevó aparejado una sucesión de ampliaciones hasta convertir a la “Maquinista y Fundiciones del Ebro” en un auténtico complejo industrial. En él se incluían, además de las propias instalaciones fabriles, otro tipo de dependencias como dispensario médico, biblioteca e incluso un amplio refugio antiaéreo durante la guerra civil.
En el siguiente catálogo se muestran algunos de sus productos para centrales hidroeléctricas y canales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario