Mauritania es conocida en todo el mundo árabe, pero casi nada en Occidente, por su enorme riqueza cultural de manuscritos árabes, muchos traídos de Oriente árabe por los peregrinos que volvían de la Meca, algunos recopilados por los estudiantes del Corán y otros compuestos por juristas propios, poetas e historiadores de Mauritania. Ahmad Yahya Ould Mohamed, director de manuscritos en el Instituto Mauritano de Investigación Científica (IRMS) en Nouakchott, cree que no es una casualidad que se haya encontrado en el pequeño pueblo de Boutilimit, a unos 150 kilómetros al este de la capital, un manuscrito completo: una gramática escrita por Ibn Rushd, conocido en Occidente como Averroes.
Ahmad Ould Mohamed ha estado viajando a lo largo de Mauritania desde hace más de 20 años, visitando bibliotecas privadas, catalogando su contenido y exhortando a sus cuidadores para salvaguardar sus tesoros escritos. Mauritania nunca tuvo grandes centros de población sedentaria: sus cuatro ciudades de caravanas históricas, Chinguetti, Wadan, Walata y Tichit, todas ahora designadas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, son pueblos antiguos, y sus gentes están orgullosas de sus bibliotecas.
Chinguetti es la que recibe la mayor fama. La ciudad fue fundada a finales del siglo XIII y fue centro de comercio de caravanas entre África del Norte y el África Negra, siendo la metrópolis de mayor apogeo cultural de la región a principios del XVII. Es la 7ª Ciudad Santa del Islam, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1.996, Ciudad Cultural de Mauritania y Puerta del Desierto. Se encuentra ubicada en pleno desierto, en la Región del Adrar, a 600 Km de la capital y a 90 Km de Atar, la capital de la región desde donde la única vía de comunicación es por pistas de tierra. De hecho, durante muchos siglos, toda Mauritania era conocido en el Oriente árabe como “shinqit bilad- la tierra de Chinguetti“, aunque el término no aparece en ninguno de los grandes geografías árabes medievales. El más famoso escritor moderno de Mauritania, Ahmad ibn al- Amin al- Shinqiti (1863-1913), en su compendio geográfico y literario Al- Wasit, escribió elogiosamente sobre el encanto especial de su ciudad natal.
Los manuscritos de Chenguetti, de gran valor, se conservan en bibliotecas privadas de varias familias. Se han conservado cerca de más de 1.300 manuscritos de incalculable valor, algunos de ellos datan de los S. IX y X, con textos del Corán, filosofía, gramática, medicina, matemáticas, poesía, astronomía, etc.
En la actualidad hay cuatro bibliotecas familiares: Al Habot, Al Ahmad Mahmoud, Al Hamoni, y Ould Ahmad Sherif. Todas bastante bien organizadas, catalogadas y abiertas para visitas tanto académicas como turísticas. De hecho, gran parte de los ingresos de la ciudad hoy en día provienen de estas visitas.
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